Capítulo VI
“También
de dolor se canta cuando llorar no se puede”
TZURI
Masajeo sus senos con ambas manos
sobándolos con fuerza, con rudeza, le muerdo el cuello, mis manos bajan hasta
sus nalgas, las aprieto, levanto su falda y meto mi mano dentro de su tanga
pellizcándola, ella gime, lo hago casi mecánicamente, la toco con lujuria, mis
caricias son vulgares, burdas, pero al cuerpo que las recibe le agradan, sus
gemidos son mucho más continuos y fuertes,
imágenes de Paola vienen a mí, sus ojos, su sonrisa, su piel rosada, sus
labios pequeños, flashazos de los momentos vividos en los últimos días inundan
mi mente, su risa, su voz diciendo te amo, sus lágrimas en nuestra despedida
hace casi nada, de pronto me siento asqueada de lo que estoy haciendo y suelto
el cuerpo gimiente que tengo en mis brazos, me rehago y la miro, ella está
sorprendida, desconcertada, se ve molesta, trato de recomponerme y de pie
frente a ella, llevándome una mano a la
cabeza le digo que lo lamento pero que no puedo estar con ella, me revira
diciendo que si estoy bromeando, le respondo que no, me insiste en que le diga
si no puedo o no quiero y con firmeza le digo que no quiero, le pido que se
marche, ella me dice no sé qué tantas
cosas en su idioma, pero no sonaron
precisamente a ”no importa te entiendo, no hay problema” y sale hecha un demonio
de mi habitación, me fui tras ella temiendo que me hiciera una diablura en el
departamento por que iba furiosa, cuando llegamos a la sala la veo salir
disparada después de tomar su abrigo y cartera por la puerta que se encontraba
abierta, me pareció extraño que estuviera así, recordé que esta chava la cerro
en cuanto entró, sacudí la cabeza; en estos momentos la puerta era una
nimiedad, lo que quería y necesitaba es llorar, volver a llorar, grite de
desesperación, me recargue sobre el enorme ventanal de la sala sintiendo el
golpeteo de las gotas de lluvia en el cristal sobre mi espalda, todo mi ser
pedía a gritos la presencia de Paola, pero mi mente se le contraponía, no me siento capaz de ser de una sola mujer,
no sé si podre, me gusta mucho la vida que he llevado y no creo que quiera
renunciar a ella; me gustan demasiado las mujeres y tengo conciencia de la
atracción que ejerzo sobre ellas, no creo poder resistirme a esa tentación y sé
que Paola no lo toleraría, sé que con ella solo hay una manera y a la primera
que le hiciera me mandaría a volar y lo más importante, sé que la lastimaría y
no quiero hacerlo, me importa, me importa mucho; lloro, lloro sin parar, quiero
a esa mujer, ya no puedo negarlo, pero tampoco puedo negar quién soy, lo que
soy…
PAOLA
Sé que está lloviendo a cantaros
porque veo a las gentes que caminan apresuradamente tratando de evitar el
mojarse, pero yo no siento el agua, ni el frío a pesar de estar empapada, no
siento nada, ni siquiera mi cuerpo, toda yo soy dolor, un dolor intenso que
jamás imagine que se pudiera sentir, mis lágrimas se mezclan con la lluvia,
torrenciales como ella, me siento en un
banco y una señora que se cubre con un paraguas me dice que aparte de que me
estoy mojando es muy peligroso este parque a estas horas, me toma por el brazo
y me lleva hacia un centro comercial pequeño, la dulzura en sus ojos me hace
seguirla, me pregunta si puede hacer algo más por mí, entre sollozos
incontrolables le digo que necesito un teléfono, estoy sola en un país ajeno y
hecha pedazos… solo mi instinto de supervivencia me hace recordar que Inés ya
debe estar en esta ciudad y pienso en llamarle, la buena señora me hace de su
móvil y me dice que puedo hablar de él, le miro agradecida y busco en mi
cartera la agenda, pulso las teclas de los números y cada timbrazo me parece
eterno.
- Bueno – le escucho responder.
- Inés – le digo entre sollozos
- ¿Paola? ¿Pero qué te pasa?, te hacía en un avión, dime ¿qué ha
pasado? – me estoy muriendo… eso ha pasado, pero no tengo fuerzas para
explicarle nada, las que tengo solo me alcanzan para llorar.
Le explico solo que estoy sola y
sin saber dónde exactamente y pregunto si puede venir a por mí, me pide detalles del lugar en que me
encuentro y yo no sé decirle solo alcanzo a llorar con más fuerza, la señora
frente a mí me quita el aparato y habla con ella, le escucho decirle donde
estamos con exactitud y asegurarle que esperara aquí hasta que llegue,
ésta buena persona me toma en sus brazos en un intento de consolarme, yo
me acurruco en ellos como si fuera una niña, Inés no tarda mucho en llegar y
agradece a la mujer sus atenciones, me percato de la presencia de Juan pero no
me sorprendo y entre los dos me llevan a un piso muy amplio y elegante.
- Amor insisto, deberíamos avisarle a Lobo
que Paola está aquí.
-No Juan, si me llamo a mí por algo fue, no
le diremos a nadie hasta saber que pasó.
- Por favor Juan no le digas nada a Tzuri,
nunca le digas a nadie que me has visto esta noche, por favor – suplique con un
hilo de voz.
Juan solo asintió con expresión de
desconcierto y me acompañaron a una habitación, una vez a solas Inés me
desviste cobijándome con una toalla mientras me prepara el baño, yo no paro de llorar, apenas si le observo
abrir la llave para que se llene la tina y templar el agua, una vez llena me
indica que me introduzca y me coloca una almohadilla en un intento por
relajarme, se inclina sobre mí y me dice dulcemente que esperará en la sala a
que este lista, trato de relajarme en la calidez del agua pero no puedo, mi
llanto no deja de manar hasta que decido que es hora de salir, me enfundo en un
chándal que Inés ha dejado sobre la cama para mí, pasan unos minutos hasta que
por fin siento la fuerza para salir, ellos se merecen una explicación. Les veo
sentados en un sillón doble y en cuanto notan mi presencia Inés se hace en el
otro sillón extendiendo su brazo en ademán de que le acompañe.
- Inés, Juan, quiero agradeceros por esto
que estáis haciendo por mi… lamento agobiaros tanto – ella me miró con dulzura
y Juan con expectación, pero ninguno
habló esperando que yo lo siguiera haciendo- estaba a punto de partir, cuando los chicos
me han convencido de que debía quedarme y hablar con Tzuri, no se esforzaron
mucho porque era lo que yo anhelaba, Ricardo me dio la llave de su piso y
cuando he llegado ahí estaban todas las luces apagadas, pensé que no había
llegado todavía y decidí esperarla… - volví a romper en llanto, ambos lo
respetaron y no hicieron intento alguno por presionar mis palabras, esperando
con paciencia a que siguiera - … escuche un ruido y me acerque, fue entonces
cuando vi que sí estaba ahí… no estaba sola…
estaba con una mujer… estaban… estaban.. La vi tocarla… tenía sus manos…
en… esas mismas manos que esta mañana me acariciaban a mí –gemí de dolor al
recodar esa imagen-… y… al mirarla me quede muda, estática, no he sido capaz de
nada solo salí de ahí lo más rápido que pude, he caminado no sé por cuánto
tiempo ni por donde…. soy una estúpida Inés… - mis sollozos se tornaron
ahogados.
- No cariño tú no eres una estúpida, la
estúpida es ella por no darse cuenta de que te está dejando ir, la imbécil es
ella no tú – me dijo acariciando mis cabellos.
- No Inés… ni siquiera ese consuelo tengo,
el de poder odiarla, ella nunca me mintió, nunca me dijo nada que indicara que
correspondía a mis sentimientos, fue honesta y nunca se comprometió a nada
conmigo.
- Pero todavía la defiendes – me dijo
enfurecida por mis palabras.
- No, no le defiendo, o por lo menos no es
mi intención al decir lo que he dicho, es que es la verdad, Tzuri fue estos
últimos días muy especial conmigo pero nunca dijo siquiera un “te quiero”, fue
muy clara al decirme que no había nada que la hiciera desear vivir en España,
yo estaba consciente de que al final sufriría por ella y aun así he decidió
correr ese riesgo y vivirlo… y no me arrepiento Inés, pero no puedo más, esto
es mucho más doloroso de lo que imaginé; espero poder cambiar mi billete para
viajar mañana mismo si es posible y no volveré a mirar atrás.
En
ese momento Juan intervino
- Yo creo que Tzuri si te quiere, es más
creo que se ha enamorado de ti….
- ¿Y porque entonces la deja ir?, ¿por qué
esta ya con otra mujer?, Juan… si apenas
acaba de despedirla en el aeropuerto y ya metió a alguien en su cama, ¡Tzuri no
tiene madre!
- Ella tampoco debe estarla pasando bien, se
los podría jurar… es solo que debe estar hecha un lio, no sabe cómo lidiar con
lo que está sintiendo.
- Eso que dices es peor, la hace una cobarde
incapaz de enfrentar lo que siente.
- No, no es cobardía, es solo que es algo
que nunca imaginó posible en su vida, el enamorarse no estaba en sus
planes y no sabe qué hacer con eso,
seguramente se siente incapaz, Inés tú no la conoces como yo, Tzuri es mujeriega
no por simple inercia, no nació así, la
atracción que ejerce sobre las mujeres la fue envolviendo en una forma de vida
que no le resultaría fácil cambiar, yo creo, casi me atrevería a asegúrate que
Lobo está consciente de que tú – dijo refiriéndose a mí- no le aguantarías lo
que las otras, de que contigo tendría que caminar derecho y seguramente y con
razón no se siente capaz.
- Entonces no es amor de verdad.
- No, no María tu estas juzgando las cosas
desde tu perspectiva, desde tu forma de vivir y sentir… y no es absoluta, es decir lo es para ti y
para muchas mujeres, pero no para alguien como Tzuri…
- Pues no te entiendo y no estoy de acuerdo
contigo.
- La verdad yo tampoco –intervine más
tranquila, con el mismo dolor alojado en el pecho, pero deseando darle una
salida al comportamiento de Tzuri.
- Tratare de explicarme… ustedes dos son
mujeres muy bellas y seguramente están acostumbradas a ser centro de atención,
atraer miradas y galanteos de ambos sexos, ¿cierto?- ambas asentimos- pero dudo mucho que todos estos sean
desmesurados, directos, que se les entreguen y se les pongan en bandeja, digo
habrá alguna ocasión en que haya sido así, no lo dudo, pero ocasionalmente –
volvimos a asentir- en mi caso y el de muchos otros hombres que no somos mal
parecidos, … mmm hablare en mi caso particular.. Si bien sé que llamo la
atención de las mujeres, nunca me he sentido
asediado, alguna ocasión me ha pasado que se me han lanzado directamente, pero
vuelvo a lo mismo esto ha sido ocasional.
- A dónde vas con todo esto – interrumpió
María Inés ceñuda.
- “Perate”
tantito que llego al punto… bueno decía que para la gran mayoría de los humanos
hombres o mujeres, inclusive los bellos físicamente, no es el común denominador
que el sexo que te atrae te asedie, se te ofrezca con facilidad… pero hay
personas especiales, que tienen un “no sé qué”, que emanan algo que atraen, que
son como miel para las abejas… Tzuri es así, tiene algo desde siempre, desde
que era una niña algo en ella era especialmente atrayente para todos y cuando
se fue haciendo mujer y definió su gusto por las mujeres, estas se le ofrecían
por montones, la seguían, la asediaban; de chavita incluso tuvo novias, digo a
las que les dio ese lugar, pero con el tiempo fue modificando esa conducta, por
que las mujeres se le ofrecían fácilmente y es muy difícil no sucumbir ante esa
tentación. Si ya sé que ustedes dirán lo contrario, porque es muy difícil
comprender una situación en la que no se está y porque son mujeres.
- Pues claro que eso no la justifica… además
¿qué quieres decir con eso de que somos mujeres?- exclamo María Inés con
expresión realmente ofendida.
- No te enojes güera, yo no la estoy
justificando, simplemente trato de comprender lo que siente mi amiga y
respondiendo a tu pregunta… sin generalizar porque hay excepciones claro, las
mujeres y los hombres sienten y actúan de manera muy distinta… los hombres son
más… como decirlo… carnales, piensan en sexo de una manera más cruda, menos
romántica, no todos, habrá su excepciones como ya dije pero la mayoría de los
hombres fantasean con el hecho de ser centro de atracción sexual para el sexo
que les atrae, heterosexuales u homosexuales quisiéramos provocar en el sexo
que nos interesa el deseo y atracción que provoca Lobo.
- Es decir que si a ti se te ofrecieran un
montón de mujeres como le pasa a Tzuri tú también caerías en la tentación.
- No es eso lo que quise decir, porque como
nunca he estado en esa situación no sabría qué hacer, es decir, sí se me han
lanzado chavas, pero no como a Tzuri, lo que quise decir es que si me pasara
algo como lo que le ocurre a ella no sé si resistiría la tentación, la única
diferencia entre tú y yo es que yo lo reconozco amor tú no y no por qué no
quieras, está en tu naturaleza rechazar la idea de plano, pero si estuvieras en
la situación de que un hombre tipo Brad Pitt o el tipo este que te fascina
Christian Bale o la otra chava que también te súper gusta Scarlett Johansson,
se te acercaran y se te lanzaran, dime sinceramente ¿les vas a decir que no?.
- Bueno ya entendí el punto… aunque sigo sin
estar de acuerdo.
- Yo también lo comprendí, pero no me vale,
me deja en el mismo sitio… yo quiero pediros a
un gran favor, nunca le digáis a Tzuri que no subí al avión y que le he
visto con esa mujer, nunca le digáis lo que os he dicho esta noche, por favor
no le reprochéis ni la interroguéis sobre nosotras… yo sabía desde el principio
que las cosas terminarían así y no me arrepiento de lo vivido, ahora usare
todas las fuerzas que posea para sacarme de
dentro este sentimiento.
Estoy otra vez en este sitio donde
estuve entre sus brazos por última vez, ahora con la plena conciencia de que
esa fue la despedida, no imaginé que un ser humano fuese capaz de derramar
tantas lágrimas pero estas no cesan, Juan me abraza con ternura me pide que le
dé una oportunidad a su amiga, me asegura que ella va a ir a buscarme y que
espera que cuando eso suceda me dé la oportunidad de escucharle, no digo nada,
le hago una mueca que intenta ser una sonrisa, me abrazo a Inés, esta chica que
en unas semanas se ha convertido en una gran amiga, no me dice nada, excepto
que cuento con ella incondicionalmente y que espera que sigamos en contacto, le
digo que siempre lo estaremos y que le espero en Madrid, les recuerdo la
promesa de no decir a nadie lo que ha ocurrido. Los abrazo de nuevo a ambos por
última vez.
El avión emprende el vuelo, hecho
un último vistazo por la ventanilla, mi llanto se intensifica al saber que me
estoy alejando de ella, mi corazón se encoge, traicionero a su propio dolor
todo mi cuerpo empieza a extrañarla… recuerdo haberle dicho alguna vez a una
amiga que lloraba amargamente por un amor, que debía guardar esas lagrimas para
cuando muriera un ser querido… siempre tan analítica Paola… ¿Por qué lloras de
este modo?... es que me he muerto, me morí….
TZURI
-Marce la deje ir… la deje ir sin decirle
que la quiero… y siento que me estoy volviendo loca… no hago si no pensarla…
repaso una y otra vez en mi mente cada momento que vivimos juntas… anhelo
mirarme en esos ojos… tiene unos ojos bellísimos… te lo dije ya, grandes, con pestañas de aguacero, tristones
y de un azul turquesa intenso, haz de cuenta las aguas de Cancún… Marce la
quiero, de verdad la quiero… ni supe como… cuando me di cuenta ya la quería…
pero aun así la deje ir sin decirle… sin hacer el intento de plantearle una
relación y es que tú me conoces, sabes cómo soy, ¿tú crees que la gente puede
cambiar?, amiga ¿tú crees que yo puedo cambiar? ¡Despierta Marcela! te necesito
seso hueco… necesito que me abraces y me digas que no soy mala, que sí puedo
estar con ella sin hacerle daño, que tengo derecho a intentarlo… estoy llorando
por una mujer y tú te lo estás perdiendo mensa... despierta amigui.
Cuantas semanas han pasado ya perdí la
cuenta, ¿semanas? han sido meses, vivo entre las labores de la hacienda y esta
cantina, es irónico, me negué a detenerla o a seguirla por mi temor a perder mi
libertad, a perder la vida que llevaba y desde que ella se fue mi libertad me
sirve para una fregada y no tengo vida… me refugio en el tequila y las
canciones que me ayudan a sufrir más… quiero que me duela… merezco que me
duela…
“estoy en el
rincón de una cantina oyendo la canción que yo pedí, me están sirviendo “orita”
mi tequila, ya va mi pensamiento rumbo a ti”
- Lobo que feo cantas wey.
- “Quiubo” Pantera ¿qué haces aquí, no
deberías estar en Saltillo?
- Lobo
ya viste que fecha es… ¿qué no vas a participar en las fiestas?
- No… no panterita no estoy de ánimos…
tomate un trago amigo y sí, yo canto muy feo, mejor canta tú que lo haces rete
bonito.
- Pinche Lobo ya estás bien ebria.
- Si
ando medio “peda” ya… canta conmigo…
“quisiera detener en ti la vida, quisiera
revivir aquel pasado, volver a ser la dueña de tus ojos, quedarme entre tu amor
aprisionada, me están sirviendo ya la del estribo, “orita” ya no sé si tengo
fe, “orita”solamente ya les pido que toquen otra vez la que se fue, yo lo que
quiero es que vuelva que vuelva conmigo la que se fué”… ves amigo así
acompañada me oigo más bonito.
- Dirás menos “pior” –agregó carcajeándose-… ¿en qué viniste Lobo? no vi tu coche
afuera, ni la pick up, ¿te viniste a caballo piche loca?
- No, me trajo Silverio... ¡hey! Anselmo
échate otra botella, vas a tomar conmigo ¿verdad panterita?
- “Ta”
bueno Lobo… vamos a ponernos hasta las chanclas… pero mañana cuando estés
sobria, con todo y cruda vamos a hablar tú y yo muy seriamente.
Por lo menos esta vez no estoy sola,
aquí está mi amigo, mi mejor amigo, mi hermano tomando conmigo, por lo menos
esta vez no voy a chillar sola, porque lloro por ti Paola, pienso en ti, me
ahogo en tequila y luego chillo por ti, siempre sola… pero ahora está aquí
panterita conmigo… y ya no me importa que se dé cuenta de que estoy que me
lleva el carajo por ti.
-
Anselmo ¡otra botella!
- Lobito no voy a poder manejar.
- No importa… Silverio viene por nosotros…
hey muchachos tóquense que “te vaya bonito” – cántala conmigo bro, pa que suene
fuerte, a ver si llega hasta España.
“Ojala que te
vaya bonito… ojala que se acaben tus penas, que te digan que yo ya no existo,
que conozcas personas más buenas, que te den lo que no pude darte, aunque yo te
haya dado de todo, nunca más volveré a molestarte, te adore, te perdí ya ni
modo. Cuantas cosas quedaron prendidas hasta dentro del fondo de mi alama,
cuantas luces dejaste encendidas yo no sé cómo voy apagarlas… Ojala que mi amor
no te duela y te olvides de mí para siempre, que se llenen de sangre tus venas
y te vista la vida de suerte. Yo no sé si tu ausencia me mate, aunque tengo mi
pecho de acero, pero nadie me llame cobarde, sin saber hasta dónde la quiero. Cuantas
cosas quedaron prendidas hasta dentro del fondo de mi alma, cuantas luces
dejaste encendidas yo no sé cómo voy apagarlas… ojala que te vaya bonito”
Mis lágrimas empezaron a correr
silenciosas en cuanto iniciaron los primeros acordes de esta canción, las
imágenes de los días en Vallarta me laceraban el alma, no pude cantar, Pantera
solo me miraba comprensivo, me dejó llorar sin decir palabra, acompañando mi
llanto solo con un choque de nuestros caballitos, me acompañó bebiendo conmigo, entendiendo mi
necesidad de ahogar este dolor en mi pecho con tequila y canciones rancheras,
todas y cada una de las que en lugar de apaciguarlo le echaban más sal a la
herida…
Tequila y limón y por tu maldito amor … “El día que te encontré me enamore… por tu
maldito amor no puedo terminar con tantas penas quisiera reventarme hasta la
venas, por tu maldito amor no logro acomodar mis sentimientos y el alma se me
sigue consumiendo”… las llaves de mi
alma“aquí tienes las llaves de mi
alma, puedes entrar a la hora que tú quieras para que veas si hay alguien en el
mundo que pueda darte lo que yo quisiera, ya he tratado de sacarte de mi vida,
yo no puedo quererte limpiamente, pero que quieres que haga vida mía si el
corazón no ve tan solo siente, tu boca, tus ojos y tu pelo los llevo en mi
mente noche y día…de qué manera te
olvido“de qué manera te olvido, de
qué manera yo entierro este cariño maldito que a diario atormenta a mi corazón,
si te miro en cualquier gente”… paloma
querida“me encontraste en un negro
camino, como un peregrino sin rumbo y sin fe y la luz de tus ojos divinos
cambiaron mis penas por dicha y placer desde entonces yo siento quererte con
todas las fuerzas que el alma me da, desde entonces paloma querida mi pecho ha
cambiado por un palomar”, amanecí en
tus brazos “amanecí otra vez entre tus brazos y desperté llorando de alegría, me
cobije la cara con tus manos, para seguirte amando, todavía, te despertaste tu
casi dormida y me querías decir no sé qué cosa, pero calle tu boca con mis
besos y así pasaron muchas, muchas horas”
Este sentimiento que se me desbordaba
en el pecho me hacía escuchar en cada canción una parte de mi para ti Paola… ya
no siento que te quiero, ya sé que no te quiero…ya sé que estoy perdidamente
enamorada de ti, ya no importa ninguna otra mujer, porque ninguna es tú.
Entramos a mi casa, Juan me sentó en
el sillón individual en el que me desparrame, no tenía control de ninguna parte
de mi cuerpo y él se acomodó en la mesa de centro frente a mí, estaba mucho
menos ebrio que yo.
- La perdí Juan… la perdí… Ricardo me dice
que no la busque… que la deje en paz…que ella ya se olvidó de lo que paso entre
nosotras, no me quiere dar su número de teléfono, no me quiso dar ni un dato
para localizarla y ella tampoco ha hecho por comunicarse conmigo.
- Lobo mañana cuando estés sobria hablamos,
necesito que me repitas lo que estás diciendo pero sobria.
- ¿Por qué? no me crees que me enamoré de
ella.
- No solo te lo creo; lo sé… pero te conozco
y no sé si buena y sana vas a admitir lo que me estás diciendo borracha.
- En serio Pantera… adoro a esa mujer, la
adoro, la idolatro, la amo.
- Me lo dices mañana ¿va?
- Te lo digo mañana, pasado y el resto de mi
vida… me rindo Pantera… me rindo, me cazaron y ni cuenta me di… y estoy que me parto en dos… siento que me
muero sin ella… y ya ni sé qué hacer.
En eso mi abuelo entro y me miró como
nunca lo había hecho, sus ojos denotaban tristeza, desilusión; con todo lo
borracha que estaba, eso terminó de partirme.
- Juan me dejas solo con mi nieta por favor.
- Claro que si don Alberto… Lobo tenemos una
plática pendiente.
Juan se fue y mi abuelo se sentó en el
sillón de un costado, no me miraba, su expresión era adusta, estuvo en silencio
unos minutos y cuando vio mi intención de hablar con un ademán me hizo callar.
- Nunca me he sentido avergonzado de un
miembro de esta familia y no tienes idea hija de cómo me duele que tú, mi
favorita entre todos, mi preferida, mi orgullo más grande seas la primera en
provocar este sentimiento. No digas nada -me calló al notar mi intención de
interrumpirlo- no vine a que me dieras explicaciones vine a que me escucharas…
desde antes de nacer mostraste coraje, valentía, tu madre tuvo un embarazo muy
difícil casi se la paso en reposo hasta que decidiste que era hora de venir al
mundo, le dieron pocas esperanzas de que se lograra, pero tú decidiste nacer,
te aferraste a hacerlo y una vez aquí te agarraste a la vida a pesar de los
pronósticos y a pesar de los presagios de una niña enfermiza y delicada fuiste
lo contrario, fuerte y aguerrida, nadando siempre contra corriente. La primera
vez que viste un caballo éste reparó y de inicio te asustó, pero en lugar de
amedrentarte te forzaste a acercarte y lo acariciaste, decidiste que querías
montarlo y no hubo poder humano que lo impidiera y te convertiste en una de las
mejores jinetes que yo haya conocido en mi larga vida; decidiste vivir
abiertamente como homosexual en una de las sociedades más homofóbicas, en uno
de los pueblos más tradicionalistas, en el seno de una de las familias más
antiguas y conservadoras, te impusiste… se trataba de tu vida y la defendiste
con uñas y dientes… ¿y qué haces cuando te encuentras lo más importante de la
vida? ¿Cómo reaccionas cuando se te presenta la oportunidad de vivir el más
pleno de los sentimientos? ¡Te niegas a vivirlo! ¿Y por qué? … porque
preferiste por primera vez en tu vida tomar el camino más fácil, el más cómodo,
y cuando te vienes a dar cuenta del error que cometiste ¿qué haces? … lo que todo
macho y charro mexicano… llorar ahogada de borracha cantando tus penas… pues te
voy a decir una cosa hija… tu ni eres macho ni eres charro y si sigues así para mí lo único que eres es una cobarde…
¡no!- paró de nuevo mis palabras- ya te dije que no vine aquí a escucharte no
hay nada que me puedas decir que cambie lo que siento en estos momentos… las
palabras se las lleva el viento, los hechos son los que valen, me siento
profundamente defraudado por ver cómo te negaste a vivir el amor, ese
sentimiento que mueve al mundo ¿y para qué? para seguirte sintiendo adorada por
las mujeres, teniéndolas de a montones pero a ninguna, esa mijita es una vida
muy vacía.
Salió dejándome con un desasosiego
clavado en mi alma, nadie me había hablado así y que lo hubiera hecho mi viejo
me caló hasta los huesos, me lanzó la verdad a la cara, soy una cobarde. Como
pude llegué a mi recamara, me tire sobre la cama y pensé, pensé en las palabras
de mi abuelo, en lo estúpida que he sido, en las malas decisiones que he tomado…
pensé en ti Paola hasta que me quede dormida.
La luz del día me golpea el rostro
despertándome abruptamente, el brillo del sol me pega en los ojos por lo que me
llevo una mano a la frente tratando de menguarlo, adormilada todavía, no reacciono
del todo a la silueta que se empieza a dibujar al pie de mi cama, hasta que el
sonido que emana de ella termina por despertarme del todo.
- Lobo párate, necesitamos hablar, ponte
decente, te espero en el comedor te traje de desayunar – entonces sentí mi
cabeza a punto de estallar y el profundo malestar estomacal.
- ¡Ayy Diosito si borracha te ofendí en la
cruda me sales debiendo!
- Ten con esto se te pasara un poco – me
dijo extendiéndome el vaso tradicional de contenido burbujeante que ingerí con
avidez.
- Pantera corre las cortinas, esa luz me
está matando.
- Ya levántate vamos a almorzar juntos,
traje todo lo necesario para que estés lista “pa” la que sigue – bromeó.
Me puse una camiseta, unos jeans y
salí al comedor, me senté frente a un gran plato de humeante “menudo”, el aroma
en si ya me significó alivio, antes de comer me bebí la botella de agua que mi
conocedor amigo me coloco a un costado del plato que empecé a saborear.
- ¿Cómo te fue con don Alberto anoche?
- De la chingada… pase de sentirme chancla,
a suela de huarache…
- ¿Recuerdas todo lo que me dijiste?
- Dije muchas cosas… a que te refieres –no
sé dónde me salía lo mula sintiéndome como me sentía.
- Ya sabía yo…
- ¿Qué sabias pantera? – le revolví el
cabello a manera de mimo.
- Que buena y sana ibas a volver a las
mismas.
- Pues no me dices a que te refieres… dije
muchas cosas… y tú también, no olvido que dijiste que canto muy feo… ves como
si me acuerdo.
- Es que en serio cantas feo…no feo no,
horrible, eso sí, valiente si eres, por que mira que atreverte a aullar de ese
modo en público y a todo pulmón – le avente la mitad de un limón.
- ¡Pinche viejo gacho! …
- ¿Te vas a seguir haciendo la loca? porque
si así va a ser, yo también puedo seguir quedándome callado y no decirte
algunas cosas que sé que te interesan.
Su expresión entre divertida y
sería me hizo dudar en si solo estaba muleando o si verdaderamente sabría algo
que me sirviera… recordé lo que le saque casi por la fuerza a Paola… Juan tiene
una relación con María Inés… ellas se
volvieron uña y mugre aquí, no era difícil que siguieran en contacto… me decidí
a dejar de jugar a la enigmática y solté por fin.
- Mmmm quieres que te repita hoy que estoy
enamorada hasta los huesos de Paola, que me muero por verla… que la extraño,
que la quiero conmigo y que me estoy matando a mí misma por la estupidez que
cometí al dejarla ir sin decirle lo que siento, por ni siquiera intentar
definir una relación con ella.
El
puso una cara de verdadera sorpresa, creo que de verdad no pensó que lo
admitiera.
- Si Lobo a eso me refiero…. una pregunta
más ¿me lo estás diciendo solo por la tentación de enterarte de qué es lo que
sé?
- No, te lo estoy diciendo por lo mismo que
te dije ayer, lo repito hoy y te lo repetiré mañana y seguramente lo repetiré
hasta que me muera, ya no me importa Pantera, ni una de las cosas que me
impedían admitir mis sentimientos hacia esa mujer me importa ya.
- Lobo las cosas con Paola tendrían que ser
muy derechas… no es mujer que te aguante “el
tu pami y yo pa todas”.
- Yo lo sé… uno de mi temores era ese… que
sé que con ella las cosas tendrían que ser diferentes y yo pensé que no
podría dejar de ser como soy… serle fiel, pero desde que ella se fue no he estado con
otra mujer, porque no quiero estar con nadie, no me dan ganas, no me he
esforzado ni un poquito en rechazar a cualquier mujer… ninguna es ella Pantera,
¡la quiero a ella!
- No seas mentirosa Lobo, no digas que no
has estado con nadie, ¿y la chava con la que estuviste en tu depa el mismo día
que Paola se iba?
- Ahhh pero esa chava me cayó de sorpresa…
no me dio tiempo de na…. heyperame ¿tu como sabes eso? – Se atraganto con la
comida y sus ojos se desorbitaron - eso nadie lo sabe… es más si no lo
mencionas ni siquiera lo recodaría.
- Ehhh ¿no me lo dijiste tú? ejem…ejem.
- Yo no he podido decirte nada Pantera,
desde que fui a dejar al aeropuerto de México a Paola no nos hemos visto sino hasta ayer… explícame
como sabes que ese mismo día una mujer estuvo en mi departamento.
Juan pasó los dedos de ambas manos
entre sus cabellos y puso expresión de haber cometido una terrible
indiscreción… y de sentirse atrapado en algo.
- Tu expresión me lo está diciendo todo,
dime – dije con el corazón desbordándoseme por la incertidumbre.
- Uffff… Lobo sé que te vas a encabronar… y
mucho… pero no me correspondía a mí decir nada…
- ¡Habla ya por Dios!
- El día que ustedes viajaron para el DF…
unas horas después María y yo también lo hicimos… ella y yo llevamos un rato de
novios… - me empezó a faltar el aire- no teníamos mucho en su depa cuando sonó
el teléfono y cuando contestó le vi una expresión de desconcierto y de angustia
a la vez… la que llamó fue Paola – en ese momento me estaba sintiendo fuera de
mí, rogando porque lo que estaba a punto de escuchar no fuese cierto… no Dios
mío que no sea cierto suplique mentalmente- no dijo mucho, solo le pidió a
María que fuera por ella a una plaza ni siquiera sabía en donde estaba, alguien
que la acompañaba, una señora le dio la
dirección a María y salimos volados para allá… antes de salir yo le dije a
María que debíamos avisarte pero no me lo permitió, me dijo que si Paola
hubiese querido que te enteraras te habría llamado a ti…
- ¡Hay nooo por Dios, es lo que estoy
pensando! – Dije ya sin poder contenerme, dando vueltas como una loca alrededor
de la mesa -por favor Juan dímelo todo– le suplique.
- Paola estaba empapada, esa noche llovió a
cantaros y sabrá cuanto caminó, lloraba de manera incontrolable y apenas podía
sostenerse en pie –me sostuve colocando
ambas palmas sobre una de las paredes, con mi respiración completamente agitada
y con los ojos cerrados- no dijo nada ni aun cuando llegamos al departamento,
la llevamos a una habitación y las deje solas, María salió un rato después y de
inmediato te culpó a ti… me dijo que sea lo que fuera que le hubiera ocurrido,
solo por ti Paola estaría todavía en México y en ese estado.. mucho tiempo
después Paola salió a la sala y nos contó lo que había sucedido… los muchachos
al verla tan mal en la sala de espera la convencieron para que se quedara y
tratara de darle una conclusión a lo de ustedes, nos dijo que no fue difícil
tomar la decisión de quedarse, al parecer Ricardo le dio la llave de tu depa, y
cuando llegó pensó que no estabas y decidió esperarte para darte la sorpresa,
pero la sorpresa se la llevó ella, escuchó ruidos en tu cuarto y al ir te vio
con una mujer en una situación que no necesitaba de muchas explicaciones, no se
atrevió a decir nada, salió de ahí y deambulo quien sabe por dónde y por cuánto
tiempo.
Mientras escuchaba hablar a Juan
todo mi cuerpo perdía fuerzas resbalándome hasta caer sobre el suelo con mi
cabeza metida entre las piernas, mi respiración agitada se empezó a intercalar
con un llanto ahogado que se negaba a explotar provocándome un dolor agudo en
el pecho, Juan hizo el intento de acercarse
para darme consuelo pero no lo permití, en esos momentos estaba fuera de
mi totalmente, odiándome, odiándome con una intensidad de la que no me creí
capaz de odiar a nadie, maldiciéndome.
- ¡Ahhh! – Solté un grito desgarrador,
porque el dolor en mis adentros era tan grande que ni siquiera podía llorar
-¡Chiquita!, ¡Mi Barbie!, que te hice mi amor, ¡Que te hice!…. ¡Pendeja!
¡Pendeja! ¡Pendeja!... ¡Dios! si le hubiera pasado algo ¡Dios mío! … si algo le
hubiera pasado… ¿qué pensó?, ¿qué se
imaginó? después de lo que vivimos los últimos días, después de que me dijo que
me amaba… y verme con otra mujer el mismo día que se iba…
- Uhm – suspiró- te disculpó, de hecho se
culpó a si misma por ponerse en esa
situación, dijo que tú siempre fuiste honesta con ella y que ni odiarte podía…
también nos hizo prometerle que nunca diríamos nada y … se fue segura de que tú
no sentías nada por ella y decidida a olvidarte y no ver “pa’tras” nunca.
- Pero eso no es así Juan yo la amo, la
adoro… ella es mi vida… sin ella mi vida ya no tiene sentido… dime Juan ¿ya la
perdí?, ¿ha hablado María Inés con ella?
- Sí, ellas hablan seguido… pero le pidió a
María que no le hablara de ti.
- ¡La perdí! – Dije levantando los brazos-
¡la perdí!... la mujer de mi vida, la única de la que me enamore… y la perdí…
- Lobo… yo no creo que ella te haya
olvidado… es más creo que va a ser muy difícil que pueda hacerlo… pero de eso a
que vuelva a tener algo contigo hay mucho trecho… es que no mames Lobo… ya ni
la chingas… ¿ni dos horas que te habías despedido de ella y ya tenías una vieja
en la cama?
-¿Sabes qué es lo irónico de toda esta
situación? … no pasó nada con esa mujer… estuve a punto… pero me detuve… no
pude estar con ella porque tenía a Paola en mi mente y todo mi ser la quería a
ella y a nadie más… esa mujer se fue y yo me quede llorando toda la noche,
perdida entre lo que sentía y lo que he sido, lo que hasta ese momento había
sido.
- ¿Pero tú crees que por ella puedes dejar
tu vida?, ¿que vas a ser capaz de serle fiel?, ¿que no vas a caer en la
constante tentación de las mujeres que buscan algo contigo?
- Ella es mi vida… soy de ella, le
pertenezco… no le puedo ser infiel ni aunque no la tenga conmigo, no puedo
estar con nadie, no quiero… Pantera o es ella o ninguna.
- Entonces Lobo, saca la casta carnalita… ve
por ella… y ni modo, te va a tocar luchar como gata panza arriba, pedir perdón,
arrodillarte y lo que sea necesario.
- Si Juan como gata panza arriba si es
necesario, con uñas y dientes pero no la puedo perder, si la pierdo me muero…
me voy, me voy a España ahoritita mismo.
- ¿Ahoritita mismo?
- Si… ahorita…. carajos ojalá que me pudiera
ir ya mismo, pero tengo que resolver muchísimas cosas antes porque me voy
definitivamente, me voy a vivir a Madrid Pantera, no hay nada más importante
para mí que ella, no hay nada que ame más.
PAOLA
Ni el tiempo, ni el dolor, ni el
hecho de que ni siquiera me ha buscado
han podido menguar este sentimiento que a pesar de todo es lo único que
le da vida a mi cuerpo, desde mi llegada
han cambiado tantas cosas. México me empujó a desear ser libre en todos los
aspectos de mi vida, me hizo fuerte, capaz de enfrentar lo que sea y por fin he
salido del armario, mis padres no se lo han tomado muy bien como era de
esperarse, con mi madre fue peor, eso se volvió una guerra de insultos y
presiones diarias, de amenazas desde que me voy a ir directo al infierno hasta
que me quedare sin madre; mi papá lo ha ido asimilando mejor, a él solo le
preocupa lo que los demás piensen y me suplica discreción; acabé por marcharme
de casa para evitar disgustos y presiones, ahora comparto un piso con Pilar,
amiga desde hace muchos años que esta chaladisima pero es más buena que el pan;
a Mariana se le presentó una oportunidad muy buena, ganó una beca y se ha marchado a estudiar a
Suiza y la distancia hizo lo suyo terminando por dar al traste con su relación,
¿por qué no me pasa igual?¿porque la distancia no mengua siquiera un poquito lo
que siento?, me he quedado sin lazo con mi amor y no es que Ricardo me la
mencionara mucho, aunque nunca les dije exactamente lo que pasó quedo claro
para él que su hermana no sentía nada por mí, pero aun así él era un vínculo
que aunque me odio por sentirlo así, me quedaba con ella.
A Dios gracias tengo muchas cosas en
que ocupar mi mente, estoy trabajando de medio tiempo en un laboratorio, mi
independencia me ha costado renunciar a ciertos privilegios, entre el trabajo y
la escuela tengo poco tiempo, de vez en cuando me voy con las chicas de marcha,
mas forzada por Pilar y el resto que por que me apetezca ¿y de chicas? han
surgido algunas posibilidades pero por desgracia nadie me interesa, nadie me
gusta, nadie es ella, aunque he conocido
a una mujer unos tres años mayor que yo en el laboratorio, después de algunas
salidas a almorzar en plan de compañeras me ha hecho saber directamente que
tiene pretensiones conmigo, es agradable no puedo negarlo y guapísima, por lo
menos eso dicen mis amigas, de verdad que eso de que el amor te vuelve ciega,
sorda y bruta es tan cierto… ninguna otra mujer para mi es guapa, atractiva o
deseable, ninguna me podría tocar como ella, ninguna tiene sus ojos… soy
masoquista, me lo dice todo mundo y sé que es verdad, porque me muero por saber
que ha sido de ella pero desde la primera vez que hable con Inés le pedí que no
me la mencionara decidida a olvidar, cuando llegué a eso era lo más razonable,
pero la verdad es que ahora la razón para no atreverme a preguntar es más por
temor a la respuesta teniendo la certeza de cuál será … joder Paola… pues que
va a ser de su vida… está feliz, en esas tierras que ama, con su familia y
rodeada de mujeres… no piensa en ti, seguro ya ni te recuerda. Sin embargo yo
estoy aquí pensando en ella y escuchando esa canción que oí la primera vez que
hicimos el amor, no es que no haya hecho el intento de olvidarla, de sacármela
de dentro… he puesto mucha energía en eso, pero no puedo, como dice esta
canción no me alcanzan las fuerzas del alma.
- Otra vez la misma canción… que pereza
contigo – Pilar, mi compañera de piso estaba llegando de improviso.
- Pues nada… que soy masoquista, ¿no es lo
que me repites hasta el cansancio?
- Oye mujer… que a mí también me han pillado
muchas veces, pero lo tuyo no parece amor, es más bien una enfermedad crónica,
tía que deberías darle la vuelta a esa hoja ya
joder…
- Ojala pudiese Pilar, ojala fuese así de
sencillo como solo tomar la decisión.
- Es que de veras que no entiendo que te ha
dado la mexicana para que sigas así…
- Si la conocieras lo entenderías… uhhhmm sé
que tengo que olvidarla y seguir con mi vida pero no sé cómo hacer… incluso he
llegado a plantearme la posibilidad de una relación con Silvia, pero…
- Ni de coña… no hagas eso a menos que de
verdad sientas que quieres estar con ella, que por lo menos te gusta, porque si
lo haces solo para ver qué sucede terminarías por lastimar a la chica y
enredada en una situación muy desagradable, atrapada quizá por el
agradecimiento o por cualquier otro motivo que nada tenga que ver con deseo o
amor.
- Pero tú crees que Silvia sea tan mala
opción.
- No si mala opción no es, esta buena,
atractiva, le va bien en el plano profesional, tiene todo lo que cualquier
mujer que le gusten las chicas desearía, pero tú Paola no dejas de pensar en
otra y Silvia está demasiado colgadita por ti, se desvive en atenciones
contigo, si inicias algo con ella en estas condiciones seguro que no funciona y conociéndote eres capaz de
quedarte en una relación sin sentimiento alguno por tu parte solo porque la tía
se porta bien contigo.
- Pero bueno, tú ya te hiciste toda una
historia, que solo fue una pregunta.
- Venga ya, entonces déjate de chorradas y
vamos al garito que ya nos esperan.
- Que no me apetece tía, anda tú… y
discúlpame con las chicas.
- Mujer que te vas a quedar ahí hasta que te
salgan telarañas… una cosa es que te diga que no te enrolles con Silvia y otra
que te quedes tejiendo la mortaja, venga que
quien quita y camelas algo, pasas un buen rato y luego te regresas a que
ese tío te cante de nuevo la misma canción.
- De verdad que estoy cansada.
- No me jodas Paola… que pareces una
anciana… y esta vez no te estoy preguntando… ala que nos vamos.
- ¿Esta vez? –puse cara de siempre es lo
mismo.
- Pues ésta y las que hagan falta.
No me ha quedado más remedio, que a
Pilar no se le podía decir que no, no sé cómo no se cansa de mí, siempre es la
misma escena, yo diciendo que no, ella tratando de convencerme y al final no me
da opción.
Abrí mi armario buscando que ponerme,
pasando de todo lo que veía casi automáticamente, sentí en mis manos la
suavidad de un vestido de tirantes de seda azul cielo, en segundos mi mente se
anego de sensaciones que viví la última vez que use ese vestido, me llene de
ella, de sus caricias, su piel y la mía como si fuesen una sola, avente la
prenda refundiéndola lo más que pude, odiándome por ser tan gilipollas, aquí
babeándome por la señorita y ella comiéndose a saber a quién a estas horas…
bueno a esta hora en México están comiendo… Paola estas chalada. Acabé de
vestirme y salimos rumbo al garito de costumbre a encontrarnos con Teresa y
Ana.
- No me jodas Pilar, pero como me hacéis
esto – dije al ver que las chicas estaban acompañadas por Silvia.
- No te cabrees así mujer, ni que la chica
fuera insoportable, si hasta maja es la tía.
- Es que no estoy de humor de aguantarme
galanteos, déjame volverme al piso anda.
- Que no, que te quedas – me tomo del brazo
prácticamente empujándome hacia la mesa.
Estoy muy consciente de mi estupidez
pero no podía evitarla, Silvia me agradaba, es cierto que es muy maja y debo
reconocer que no fue hasta que me ha dicho sus intenciones para conmigo que su
compañía me empezó a resultar desagradable… no, desagradable no es la palabra,
me incomoda… me hace sentir mal… como si estuviera siendo infiel… si, si lo sé,
soy una imbécil, pero que le voy hacer si así me siento, además no quería que
la chica pensara que tenía alguna posibilidad conmigo y aunque desde el
principio se lo dejé muy claro ésta parecía no darse por enterada, no le he
dicho nada sobre mis sentimientos por otra persona ni lo vivido en mis últimas
vacaciones, dudo que no lo sepa porque mis queridas amigas son lo
suficientemente cotillas para haberla enterado ya, llegamos a la mesa y nos saludamos,
las chicas se hicieron a un lado y quede como seguramente lo tenían planeado a
un lado de Silvia.
- ¿Qué vais a tomar? –preguntó Silvia.
- Cerveza oscura.
- Un tequila solo para mí por favor, ah y me trae limón -le dije al chico que estaba
en espera de nosotras.
- No imaginé que bebieras fuerte.
- Pues ya ves.
- Gracias – dije cortante.
- Dime porque de últimas eres tan borde
conmigo... antes de que me sincerara eras diferente.
- Perdona,
es que no sé cómo reaccionar, lo
siento pero quiero que comprendas que no
hay posibilidad de que entre nosotras pase algo.
- Pero ¿por qué tan tajante? podrías esperar
al menos a que me hayas dado la oportunidad de conocerme en este plan ¿no?
- ¿Sabes? es que no he sido del todo sincera
contigo… yo estoy enamorada de otra persona, muy enamorada.
- ¿Pero es que tú estás con alguien? – su expresión fue de sorpresa y de
disgusto, ahora va resultar que no le han contado nada.
- No, no estoy con ella… pero le amo y es un
sentimiento muy fuerte y no se me pasara… al menos no en mucho tiempo.
- ¿Has estado antes con ella?
- Es complicado explicarlo… hay mucha
distancia entre nosotras.
- Me perdí ¿distancia? ¿Distancia física,
emocional, a que te refieres?
-Suspiré- las dos… nos separa el atlántico
y sentimos diferente.
- Paola dame la oportunidad de conocerme
como mujer… déjame sacarte de dentro ese sentimiento que por lo que dices no va
para ningún lado… no te pido una relación… solo una oportunidad de tratarnos,
de ganarme poco a poco tu interés.
Le
miré indecisa… no quería complicarme más la vida…
- No estoy preparada para darme una
oportunidad con nadie… además no te quiero lastimar… te puedo ofrecer mi
amistad… solo eso por el momento.
- … Con eso me vale… por el momento.
El resto de la noche fue agradable,
Silvia cambió su actitud de conquista
por una personalidad agradable y simpática, eso me relajó.
Los días han seguido su curso, mis
sentimientos hacia Tzuri por fin parecen haberse dormido, sé que no la he
olvidado, que lo que siento sigue ahí dentro de mí, pero está anestesiado… para
mí eso ya es mucha ganancia, estoy
considerando darme una oportunidad con Silvia, ella no me ha vuelto a pedir
nada… pero yo cada vez me siento más cómoda con su compañía, incluso a veces la
extraño y si lo vuelve a hacer seguramente no le diré que no.
Mientras me miro al espejo
preparándome para salir pienso cuantos meses han pasado… muchos, pasaron las
fiestas navideñas, ya es otro año y sigo enamorada de un espejismo, de una
mujer que es única, especial, atrayente y peligrosa, una que me llevó a la
gloria y después al infierno, no he tenido contacto con Inés durante un buen
rato, la última vez que hablamos me ha dicho que viajaría durante todas las
festividades con su familia a China y la India, y esa vez tampoco pregunte por
Tzuri. Este año termino la universidad y se definen un montón de cosas en mi
vida… debo confesar que Silvia cada vez me agrada más, no sé si alguna vez
llegare a quererle, pero me proporciona paz y tranquilidad, sigue sin decirme
nada pero presiento que lo hará mañana, me ha invitado a cenar a un lugar
especial y solo iremos nosotras, estoy decidida a darme la oportunidad de una relación
con ella, estoy decidida a por fin dar por terminado aquel capítulo de mi vida
así sea solo en la práctica, porque el corazón no obedece a mi mente, dejó de
ser mío y le pertenece para siempre a ella.
Es un día especial, diferente, por lo
menos así lo siento desde que he abierto los ojos con el presentimiento de que
este día marcara el rumbo de mi vida, creo que estoy feliz por primera vez en
mucho tiempo sin saber a ciencia cierta el porqué, sin darle muchas vueltas se lo adjudicó a la posibilidad
de que esta noche se defina una relación con Silvia, es verdad que no siento
amor por ella, pero me cae bien y su compañía me resulta agradable, también es
cierto que este corazón solo late por mi mexicana de ojos negros, pero he
resucitado, tengo que seguir con mi vida y he decidido dejarla ir, o por lo
menos morir esta vez en el intento; me siento tan bien que busco en mi armario
algo especial para ponerme… recuerdo las palabras que un día me dijo mi Pepe
Grillo y escojo un jersey azul y pantalones que van a tono, dejo mi cabello
suelto y como siempre maquillaje natural, he quedado con las chicas para vernos
en un mesón que es exclusivo para chicas, es un lugar que nos gusta desde
siempre, me funcionara tomarme algo antes de mi cita con Silvia.
- Joder que te has vestido para matar, te va
bien ese color – reí para mis adentros.
- De verdad te ves preciosa Pao.
- Se les agradece.
- En serio te ves guapísima, ¿sigues
decidida a intentarlo con Silvia? -antes
de que responda Teresa interviene.
- Por Dios Pilar que nos ha costado un
ovario a cada una que por fin se anime… no vayas tú a meter tu cuchara, -Pilar
seguía sin convencerse de que era una buena idea lo de Silvia.
- No pasa nada Tess, que nada ni nadie me
hará cambiar de opinión.
En eso vi como los ojos de Ana se
desorbitaron tanto que parecerían salirse de sus cuencas.
- ¡Jo…der! pero qué es eso que está entrando
por la puerta… que acaso nos equivocamos de lugar y estamos en el Olimpo…
porque eso no es una mujer… eso es una deidad.
Teresa y Pilar apuntaron su mirada
hacia donde la tenía puesta Ana y pusieron la misma cara de tontas que esta
última.
- ¡Jo! De verdad es una diosa, esta que te mueres, esta que te
la comes… pero que tía más buena.
- Pellízquenme a ver si no estoy soñando,
eaaaa y está mirando hacia acá… no que me muero. Mirad que ojazos tiene.
Yo que me encontraba de espaldas a
la puerta que es a donde miraban no tuve más remedio que volverme al ver la
expresión de mis amigas y la de las chicas que se encontraban en las mesas
aledañas viendo en la misma dirección con cara de bobas, me entro verdadera
curiosidad, entonces el mundo se abrió bajo mis pies, mil sensaciones
diferentes se apoderaron de todo mi ser, toda yo trepidé como si un terremoto
se estuviese gestando en mi interior cuando unos ojos profundamente oscuros y
enigmáticos se posaron directo sobre mí,
mi corazón inicio un galope desbocado reconociendo a su dueña….
Próximo capítulo 19/12
------------------------------------------------------------------------------------------------------Próximo capítulo 19/12
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autor.
Yada Amo ésta historia.. Saludos
ResponderEliminarMujer pero como lo dejas ahí Jo..
ResponderEliminarSin palabras, de verdad que esta historia esta muy buena. Te felicito, no pare de leer estos 6 capítulos sin importarme la hora.
ResponderEliminarJODER .... QUE BUENA HISTORIA... Y ESO QUE NO ME GUSTA EL TEQUILA.... GRACIAS
ResponderEliminarEstupenda historia repito de nuevo n.n
ResponderEliminarEsperando al próximo capítulo que creo que sera más que interesante.
Yada eres genial. Espero que cuando termines esta hagas unas historias más tienes mucho talento.
Saludos
ahhhh que emocionante...muy buena historia n.n
ResponderEliminarMe enamoroooo la historia muchas felicidades gracias por compartirlaaa RO ARGENTINA
ResponderEliminarMe enamoroooo la historia muchas felicidades gracias por compartirlaaa RO ARGENTINA
ResponderEliminarNooo la dejes ahi porfa siguela x faaaa
ResponderEliminarUuuufffff!!!!Esta buenisimo este capitulo!!!!!Besos.
ResponderEliminarLays.