Travesía de amor - Kyka 14

CAPITULO 14. Tuya para siempre.

-Katherine como me hubiera gustado que vinieras conmigo a la casa de mis padres, quería que le contáramos lo de nosotras

-Lo siento tanto, pero de verdad tengo que terminar esta campaña esta semana, y no puedo abandonar y dejarles todo el trabajo a mis amigos

-Si lo entiendo hermosa,  paso las fiestas patrias con mi familia y el viernes estoy de regreso

-Se me harán eternos estos cinco días sin ti, pero trabajare mucho para tener todo el fin de semana para ti

-Eso espero…

-Muchos cariños a tus padres

-De tu parte, me voy, cuídate mucho, te amo

-Ven acá (tomándola por la cintura y comenzando un apasionado beso)

-Para, para que si sigues así no me iré a visitar a mis padres

-Conduce con cuidado

Durante la tarde Susana llego a la casa de sus padres se disponía a pasar tiempo libre por causas de las fiestas con ellos, su idea era que Katherine la acompañara ya no podía ocultar su felicidad, necesitaba hablarles de la mujer que la tenia encantada, de la mujer que amaba, pero Katherine le pidió que le dieran la noticia juntas así que no quedaba más que esperar otro momento.

-Mi vida, por fin estas en casa, ¿cómo estuvo el viaje?... ¿vienes sola y Katherine?

-Hola mamá, hola papá… (Dándole un fuerte abrazo y beso a ambos) estuvo bien, un poco cansador, solo que me aburrí un poquito ya que vine sola, Katherine se quedo trabajando

-Que mal, con lo que me encanta conversar con esa joven, tienes que decirle que la próxima vez no puede faltar

-Yo le diré papá

-Ven hija vamos a comer, que seguro tienes mucha hambre

-Sí bastante

Durante sus días en la casa de sus padres Susana disfruto de su familia, aprovecho de descansar, dar algunos paseos, pero algo era inevitable necesitaba escuchar la voz de Katherine todos los días, hablaban por horas hasta que alguna de las dos ya se dormía. El ultimo día de su estadía en Concepción tomo la decisión de ir a visitar a Constanza a pesar de lo sucedido le preocupaba aun lo que ocurría con ella, quería hacer el último intento para que entendiera que la vida que estaba llevando no era la correcta, pero antes tenía que contarle a Katherine lo que pensaba hacer, no quería que hubieran nuevamente malos entendidos.

-Hola mi vida, ¿me extrañas?

-¿No sabes cuánto?, tengo una buena noticia, ya he terminado todo el trabajo así que este fin de semana estaré a tu total disposición

-Tomare en cuenta tus palabras

-Es lo que quiero

-Me encanta cuando me provocas así… mmmm… ¿Katherine?

-Dime

-Quiero ir a hablar con Constanza, quiero cerrar por fin todo, ¿te molesta?

-A mi me parece lo correcto, se que aun le tienes cariño y estas preocupada por ella

-Gracias por ser así de comprensiva

-Pero si solo trata de acercarte dale un golpe inmediatamente y dile que es de mi parte

-Jajajajajaja, te quiero,  nos vemos en la noche

-Te espero, muchos besos, cariños y abrazos

-Hola ¿puedo pasar?

-¿Qué demonios haces acá?

-Ya veo que no soy bien recibida

-Y que esperabas otro beso

-Por favor Coni, solo quiero hablar contigo

-Pues yo no, vete de acá

-Solo quiero ayudarte, tú fuiste mi amiga, a pesar de todo compartimos por mucho tiempo

-Como esperas ayudarme Susi, ¿cómo?... ya arruine mi vida (comenzando a llorar) tenias razón en todo, soy una maldita egoísta y ahora perdí a todas las personas buenas que estaban a mi alrededor y que voy a decir de la universidad

-Ven acá (tratando de abrazarla)

-No me toques, tu no!

-Ok! Veo que sigues con prejuicios, mejor me voy

-No, no, lo siento

-Mira Coni, te voy a decir esto por última vez, mira detenidamente tu vida, ve lo que quieres en ella, tanto en lo profesional como en lo personal, sé que no te gusta la pedagogía, pues estudia otra cosa, pide perdón a las personas que hiciste daño, se que si te quieren y notan tu sinceridad te perdonaran, recupera aquella niña que me mostraste, esa niña que podía encantar a todos con su alegría, optimismo y recupera aquellos sueños, deja la ambición, deja el rencor, deja de hacer daño y comienza nuevamente, y sé que conseguirás ser feliz.

-Gracias Susi, y siento mucho lo de la última vez que nos vimos, siento por no haberte valorado realmente como amiga, siento por no haber estado realmente contigo, pero podemos intentarlo ahora, ven conmigo, consigue un trabajo acá, o vámonos lejos, puedes ayudarme a comenzar de nuevo, yo quiero aprender de ti, cumplamos aquellos viajes que siempre planeamos juntas, ven yo te quiero. (Tratando nuevamente a besarla)

-Ya veo que sigues solo pensando en ti, adiós Constanza, suerte

-No, no te vallas

-¿Cómo te fue hija?

-No muy bien ma, es definitivamente un caso perdido, no quiere entender, a pesar de todo lo que le ha pasado sigue pensando en ella y no en solucionar las cosas.

-Tú hiciste por ella ya mucho, y no puedes siempre estar resolviendo sus asuntos, tiene que madurar mucho esa niña

-A ti nunca te callo bien

-Es que tu madre tiene un ojo para las personas hija

-Si lo sé papá, ella y Oscar no se equivocaron, mencionándolo tendré que decirle “Oh señor sabio” usted tenía razón esa chica es una víbora…ya me tengo que ir, no quiero llegar tarde

-Jajajaja, Oscar estará feliz cuando le digas eso… mi amor saludos a Katherine y dile que quiero que venga pronto a visitarnos que quiero hablar con ella

-Se puede saber de qué mamá

-No seas curiosa

-Eso lo herede de ti… ya venga para acá los dos y denme un abrazo… los quiero mucho y pronto nos vemos.

Susana iba impaciente, el camino se le hacía muy largo, quería llegar pronto para poder ver a la mujer que la tenia completamente enamorada, estos cinco días la había extrañado demasiado.

Bajo sus maletas y se dispuso a subir, pero cuando llego pudo ver a Katherine muy nerviosa hablando con un hombre, su cara reflejaba asombro, temor, algo no estaba bien.

-Hola, Katherine ¿estás bien?

“Espero que lo razones completamente”. Dijo el hombre sin darme la cara.

-Mi vida que te ocurre, estas nerviosa, dime te ha hecho algo, quien era.

-Hola Susana, yo estoy bien, el solo era un vendedor

-¿Segura?... tu cara reflejaba susto, además estas temblando

-Yo me sentía mal desde antes, me duele la cabeza, el llego y era un vendedor muy insistente, la verdad estaba impaciente porque se fuera, no es más que eso.

-¿Vendedor de qué?... Voy a hablar con Orlando, el no puede dejar entrar a cualquier persona la edificio

-No!... no Susana, no es necesario, déjalo así…

-Pero solo mira el estado en que estas…

-Que solo me duela la cabeza, ese hombre no tiene la culpa! (Alzando la voz)

-Disculpa, yo solo me preocupo

-No discúlpame tú

-Está bien te parece si comemos algo, no comí nada por el camino, quería llegar pronto para estar contigo (dándole un beso)

-Lo siento, quiero estar sola por hoy, necesito descansar, me disculpas, que descanses (dándole un beso en la mejilla y entrando a su departamento)

Susana sentía que algo había pasado durante el día, pero con que tenía relación, con su visita a Constanza, no podía ser, cuando hablo con Katherine ella se mostro totalmente comprensiva, el trabajo, no menos, ella le había informado que ya había terminado la campaña de publicidad, solo si hubiera pasado algo de último momento, pero nunca había sido un motivo para ninguna de las dos para estar con ese humor, solo quedaba la visita de ese hombre no se podía sacar de la mente la expresión de la cara de Katherine, eso no podía ser causa de un simple dolor de cabeza. Susana daba y daba vueltas por su habitación, en estos momentos extrañaba a lady, cuando estaba preocupada jugar con ella la ayudaba a aclarar las ideas, pero esta estaba con Katherine, tal vez sería la excusa perfecta para tratar de hablar con Katherine, pero no lo haría respetaría su decisión, lo mejor que podía hacer ahora era tratar de descansar y buscar a Katherine por la mañana, pero justo cuando estaba por acostarse sonó el timbre, su corazón comenzó a palpitar más de prisa y una sonrisa apareció rápidamente en su rosto, tenía que ser ella.

-Hola

-Hola

-Lo siento por lo de hace rato

-Pero ¿estás bien?

-Sí, solo aparecieron unos nuevos problemas en el trabajo y me sobrepasaron, pero por ahora no quiero hablar de eso, me disculpas por mi actitud ¿y tú estás bien?

-Ok, pero no me vuelvas a preocupar así… ahora que vienes estoy bien, y de que quieres hablar?

-Primero, ¿puedo entrar, o me porte tan mal que no merezco entrar?

-¡Ohhh! Disculpa pasa, ¡ven!

-Susana (Tomando su rostro entre sus manos)

-Dime preciosa

-Yo te amo, te amo con toda mi alma, esta noche quiero ser tuya, quiero ser tuya para siempre. 

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