Capítulo
6
Al día
siguiente, antes de que el almuerzo terminara se acercó a la oficina de Izumi y
vio que estaba en su silla recostada con los ojos cerrados. No se atrevió a
interrumpir, se quedó recargada en el marco, observó el movimiento de los peces
en la pecera, el cuadro del paisaje en el muro y sobre el archivero un árbol
Bonsái preciosamente cuidado…
-¿Te
gusta lo que ves?
Pegó
un brinquito al verse descubierta.
-No
quise interrumpir tu descanso, y sí, sí me gusta lo que veo. Le sostuvo la
mirada.
Sintió
una corriente recorrer su columna vertebral, hasta erizar sus vellos, no apartó
tampoco su mirada, hasta que el timbre las hizo recuperar la postura.
-Ejem,
siéntate no tardan en entrar los pequeños, ¿tampoco saliste al comedor?
-Traje
una ensalada. -Se sentó girando la silla para no quedar de frente, cobarde se
reprendió. -es Joseph Haydn?
-Sinfonía
número 94. En casa nos obligaron a mi hermano y a mí a tomar clases de violín
hasta los 14.
-Eres
como un genio, entonces…
-…no
quiero sonar soberbia, pero sí fui considerada como tal, pero desde el
accidente que tuvimos varios compañeros de la maestría cuando tenía veintitrés
y por el golpe en mi cabeza, perdí algunas capacidades, aún puedo tocar pero no
es lo mismo, lo mismo sucedió con mi carrera profesional, obtuve una beca para
integrarme a unos de los mejores institutos anexos a la NASA,
de no haber sido porque realmente me gusta la docencia no se que hubiera sido
de mi, ahora enseño a los pequeños y disfruto de la música, todo tipo, no creas
que la clásica es la única.
-Lamento
haber sacado a relucir eso, yo no tenía idea…
-No
es ningún secreto, aquí todos lo saben, además no me duele, sólo es algo que
recuerdo con orgullo y veo hacía adelante, no al pasado con lo que pudo haber
sido. ¿a ti no te obligaron en casa a estudiar música?
-Piano,
pero la verdad es que no soy muy buena. Se escucharon los pequeños que
empezaban a ingresaban al aula. Parece que llegan los artistas…
-Vamos
ahí, entonces. Tomó el control remoto y apagó su reproductor. Llevaremos esta
silla, e hizo el intento de levantarla…
-Permíteme
yo la llevo profesora.
-Con
cuidado niños vayan tomando sus lugares, -dijo Izumi a los que se empujaron en
la puerta. Jordan dejó la silla junto al escritorio.
-Mi
tía Irene, también le acerca la silla a su novia. Sonrío una de las chiquillas
a Jordan.
- Y
tú te llamas? -Le preguntó Jordan.
-Mildred,
profesora.
-Mildred,
tu tía Irene es muy amable, pero en este caso yo no soy novia de la profesora
Durán, -miró a la pequeña divertida.
-¿Por
qué no? ¿No te gusta? debes preguntarle profesora, hacen bonita pareja.
-Si
no vendrá otra y te la va a ganar, papá dijo que él, le ganó la chica a su
mejor amigo, -intervino un niño pelirrojo y pecoso.
Cómo
no ser grosera con estos enanos impertinentes. Alguien que me ayude a salir de
esto, por favor, pensó Jordan.
-Chicos
no molesten a la profesora y tomen sus lugares ya, estamos por iniciar.
Concluyó Izumi, quien volteó a ver a la sonrojada Jordan, que creyó que no
había escuchado nada. Alcanzó a susurrar gracias y ella también se sentó.
-Bien,
entonces queridos niños, necesito saber quién de ustedes podría explicar la
idea que tuvieron para el festival de despedida del profesor Anguiano. -El
pecoso levantó la mano.
-Me
llamo Gerardo y la idea es porque queríamos trabajar con usted profesora, es la
única que puede enseñarnos sobre otro país. -Sííí, corearon el resto de niños. -Y
además como sus favoritos son los números, también queremos números y así todos
nosotros participamos. -Se levantó otro niño.
-Yo
soy Ángel profesora, pensamos que sería buena idea llevar los números grandes
para que los puedan ver todos, como banderas o algo así, vestidos con ropa
típica y bailar.
Se
hizo un silencio, Izumi volteó a ver a Jordan y comentó:
-Que
opinan de hacer bailes sencillos, pero con operaciones aritméticas, tan
sencillas como sumar 1 más 1 igual a dos, o restar cuatro menos uno igual a
tres, y tal vez alguna multiplicación. -Hubo silencio y los niños empezaron a
verse unos a otros. Igual las profesoras entre sí.
De
nuevo Gerardo hablo: -nos parece una gran idea profesora. -Y todos aplaudieron
felices.
-En
ese caso, trabajaremos en definir los detalles ¿de acuerdo?, haremos cuatro
equipos, para poder ensayar con grupos pequeños, cada equipo tendrá un
representante, así que de acuerdo a la lista de asistencia ustedes son
veinticuatro, por lo tanto cada equipo será de... y buscó a alguien que le
diera la respuesta, todos se quedaron quietos y con sus ojitos abiertos. Una rubia
de coletas levantó la manita, -¿sí?
-¿de
seis profesora?
-Correcto,
-y obtuvo una sonrisa de alivio de la pequeña. Empezaron los murmullos de nuevo
y unos y otros cambiaban de lugar. -Te diviertes ahora profesora?
-Claro,
si van a ser cuatro equipos, recordando un poco lo de la música, que tal
representar las cuatro estaciones?
-Ey!
eso es brillante, -le mostraba su hermosa sonrisa, con razón los niños la
adoraban pensó.
Después
de dos semanas de ensayos ya tenían armada su presentación, habían estado practicando
después de clases, algunas mamás que sabían de costura trabajaron en la fabricación
de vestuarios, otras pintaron abanicos y crearon algunos adornos para adornar
las cabecitas de las niñas; por otro lado Jordan se dedicó a pintar las mantas
para ambientar cada cambio de estación, los niños recortaron flores y números y
los pegaron a unas tiras de gasa que dejarían caer del techo. Izumi les explicó
el significado de los bailes y organizó las coreografías, aún faltaba un ensayo
con los niños vestidos y con los accesorios de la escenografía de la cual
estaría a cargo Jordan con tres niños que al final quedaron como auxiliares de
efectos para ese propósito, según la agenda les tocaba ensayo general tres días
antes del día de la función, después de clase.
Habían
tenido varios acercamientos y constantemente se coqueteaban e insinuaban, pero
ninguna pasaba esa línea, incluso habían chocado un par de veces, la última vez
habían permanecido así muy juntas, hasta que la pequeña Mildred habló:
-¡Bésala
como a una princesa!
Al
fondo se escucharon las risitas. Muy avergonzada Jordan se alejó. Era posible
que la chiquilla pudiera hacerla sonrojar de esa manera? Sólo procuró poner un
poco más de distancia y tener cuidado. Así pasaron dos días con más juicio por
parte de ambas, en su calidad de profesoras y coordinadoras.
-¿Cómo
te va con la escenografía? -Habló Izumi desde la puerta del laboratorio.
Haciendo que pegara un brinquito, se veía tan guapa con su bata blanca.
-Ah!
pues bastante bien creo, sólo hasta el ensayo me daré cuenta si se necesita
retocar algo. -Estaba en el microscopio y al escucharla fue que brincó, -y ¿a
ti con los bailes?
-Con
los niños bien, bueno algunos tienen poca coordinación, pero son tan lindos y
entregados, ya quiero verlos en el ensayo. ¿Qué tienes ahí? -señaló el
microscopio.
-Estoy
viendo una plaga que afectó unos árboles de limón. ¿Quieres echar un ojo? -y le ofreció su lugar levantándose del
banco.
-Oh!
bien veamos cómo es eso…y es para erradicarlo?
-Sí
trato de investigar como destruirlo sin afectar la cosecha.
-Nunca
te pregunté, sólo lo obvié pero ¿eres Bióloga?
-Química
fármaco-bióloga, con maestría en Biología Agropecuaria.
Se
sentó y puso su ojo sobre la mirilla.
-Deja
enciendo ésta luz para que veas mejor, -se acercó para presionar un botón, Izumi
recorrió la mano para darle espacio. Antes de retirar su mano Jordan rozó con
sus dedos el dorso de su mano, provocando un ligero estremecimiento en su
cuerpo. Volvió a colocarse sobre la mirilla y vio una estructura difusa e intentó
enfocar moviendo la perilla, no podía dejar de sentir la cercanía de Jordan y
su respiración comenzó a descontrolarse un poco.
-Esto
se ve complejo, tienes mucho trabajo aquí por lo que veo.
-Carraspeó.
-¿Tú
crees que debo dedicarle más tiempo?... -preguntó bajando la voz.
Izumi
entendió el doble sentido de la pregunta y decidió lanzarse de igual forma.
-No
mucho, sólo es que te decidas y ya. Respondió con voz dulce. -La sintió
acercarse un poco más al jalar otro banco y sentarse para quedar a la misma
altura de ella. Se volteó para observarla de cerca, la luz que pasaba a través
de la ventana delineaba su rostro bellamente y sus ojos eran tan bonitos.
Mientras Jordan permaneció quieta sin atreverse a decir nada, para no romper
ese momento íntimo que estaba surgiendo.
Jordan
pudo sentir los dedos de Izumi delinear su mentón y la escuchó soltar un
suspiro.
-Eres
tan hermosa Jordan…-susurró, -pareces tan lejana a veces…que empiezo a
extrañarte…
-Yo…no
quiero hacerlo, pero trabajamos juntas…y… no sé si pueda… -apartó la mano de Izumi
pero la mantuvo entre las suyas y acarició con más confianza su palma con el
pulgar, la llevó a sus labios y la besó tiernamente. -Discúlpame por favor… -la
soltó y salió del laboratorio.
¿Que
había hecho mal? Repasaba mentalmente las imágenes Izumi, le molesta mi
cercanía? permaneció tirada en la cama con la cabeza colgando fuera del
colchón. No quiere nada conmigo porque trabajamos juntas?
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Elsky - Derechos Reservados
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JAJAJA LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS.
ResponderEliminarCADA VEZ ESTÁ MÁS INTERESANTE LA HISTORIA, MUY BONITA LA VERDAD.
ESPERO CON ANSIAS EL PRÒXIMO CAPÍTULO
esta historia me esta gustando muchoooo
ResponderEliminaraiss me has dejado con las ganas!!pero lo bueno se hace esperar no?la unica pega es que este fue mas cortito. saludos! S.
ResponderEliminarQue buen capitulo!!!
ResponderEliminarQue batalla la que esta librando Jordán, ojala Izumi le quite toda esa confusión... Saludos y gracias por tu constancia.
MUY BUENA... DIVERTIDA.... GRACIAS ...
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