Capítulo VII
¡Hay
Jalisco hasta que te toco perder!
TZURI
Vísperas de Enero, he llegado
apenas hace unos días, mi viaje se vio interrumpido por una buena noticia,
Marce por fin reacciono, tocará que reciba terapia durante un buen tiempo
porque todo coma deja secuelas, pero gracias a Dios las de ella con paciencia y
rehabilitación podrán revertirse, me he enterado apenas llegar que Ricardo ya
no tiene relación con Mariana y que desconoce la nueva dirección de Paola, se marchó de su casa poco después de llegar
de México, al parecer los padres de mi Barbie son bastante especiales, están
divorciados y según me dice no sabe que reacción tendrán si me les presento a
preguntar por su hija, ya que Paola a su regreso les revelo cosas que antes se
tenía reservadas y tuvo problemas serios con ellos. María Inés se fue durante
las fiestas a un viaje por China con su familia y de cualquier forma por lo que
Juan me dijo, no creo que ella me quisiera dar información ya que dejé de ser
santo de su devoción, así que le pedí a mi amigo que por lo menos no le comentara
a su novia que vendría a buscar a Paola, me toca iniciar de cero, lo primero es
encontrarla cosa no muy sencilla tomando en cuenta que esta ciudad debe
albergar varios millones de habitantes, mis padres me han recibido con
verdadero entusiasmo, mi padre más por la empresa -no es falta de amor-, sé que me adora pero
así es mi papá, demasiado entregado al trabajo y al negocio, responsable y
serio, nada que ver con mi tío Samuel que tiene un carácter mucho más jovial y
juguetón; en cuanto a mi madre tenerme en casa le da la oportunidad de sentirme
su niña de nuevo y no puedo negar que es delicioso dejarse consentir un poco;
pero la desesperación empieza a consumirme al grado de que estoy casi decidida
a contratar los servicios de algún profesional para que la localice, la guía
telefónica no ha sido muy buena opción; no hay nadie con su nombre en ella y
hay un montón de Carbajal Cazares, que es su segundo apellido según me acabo de
enterar, estoy nerviosa y asustada de las condiciones en que la encuentre ¿y si
ya está con alguien? ¿Si de plano me olvido por completo? pero ni así me
rendiré, la peleare hasta lo último.
- Hija esta será tu oficina, la tengo
reservada para ti desde mediados del año
pasado, no tiene mucha decoración porque creo que tu querrás ponerle tu toque,
tu asistente será Carmen -extendió el brazo en dirección a una chica muy guapa,
morena de grandes ojos avellana que me sonrió con coquetería cuando mi padre me
presento como su hija y le informó que a partir de ese momento sería mi asistente- es muy eficiente y sobre todo muy paciente y
eso es lo que creo que tú necesitas.
- Gracias papá, pero esta muchacha va a
pensar que soy un ogro o una tarada -le extendí la mano acentuando el tono de
cordialidad que marca limite, esta niña a la de ya me estaba coqueteando y no
iba a comenzar con esas.
Mi padre se despidió de mí y yo me
dedique buena parte de la tarde a revisar papelería de exportaciones, aranceles
y los más recientes boletines del CRT (Consejo Regulador de Tequila) para
empezar a familiarizarme con mi función; así pasaron unos días en los que me vi
inmersa en mi trabajo sin dejar de lado la búsqueda de Paola hasta que llego el
sábado, toda la mañana estuve entre
papeleos y reuniones de trabajo, cuando llegó la tarde sentí una
necesidad apremiante de salir de allí y casi como autómata tome un taxi al que
le di indicaciones de que me llevara a un mesón donde se pudiera comer y beber
bien, me dejó en una calle muy cerca de la plaza mayor en donde me dijo que
estaban los mejores de la ciudad, le agradecí, baje del auto y camine con
lentitud sobre esa calle cuando mis pies se detuvieron frente a un local de
aspecto viejo pero bien cuidado, sin razón ni motivo mi corazón empezó a latir
y un estremecimiento me recorrió todo el cuerpo, una vez dentro sin saber que
hacer me quede a unos pasos de la puerta observando el lugar, las miradas de
varías mujeres que estaban en el sitio se clavaron en mí y caí en cuenta de que
se trataba de un lugar “les”, busqué con la mirada una mesa y en ese momento el
tiempo se detuvo… mi cuerpo entero fue sacudido por fuertes espasmos…. ahí
estaba… mi Barbie… dándome la espalda, observe inmóvil esa cabellera que
reconocería entre miles, lentamente la vi girarse y casi me desmayo cuando me
vi observada por esos ojos que añoré tanto… mis pies parecían dos pesadas
piedras, me sentía incapaz de moverme, le vi ponerse de pie, entonces le sonreí
y me liberé del suelo, camine hacia ella llena de emoción, de ansiedad y
también de un temor profundo.
PAOLA
Mi cuerpo se convirtió un ente aparte
de mi mente como siempre que se trataba de ella y me aferre al respaldo de la
silla para ponerme de pie, juro que sentí que el suelo se movía bajo mis pies
cuando le vi sonreír y acercarse lentamente.
- ¿Pero qué haces? – inquirió Ana un cuanto
descolocada por mi actitud, debí parecerles en ese momento una loca.
- Es Tzuri –alcance a decir en un murmullo.
Mis tres amigas exclamaron al unisonó.
¡Joooodeeer!
- Jooo mujer pues ahora casi, casi te
comprendo… es que esa tía es impresion…- Pilar no alcanzo a terminar la frase
por que Tzuri ya estaba frente a nosotras… Frente a mí.
- Hola Barbie – dijo con una voz
aterciopelada, llena de dulzura.
- Hoo… Hola - balbucee- ¿qué haces aquí?
- Buscando un sitio donde comer y beber algo
– me dijo tomándome de los hombros – ¿me regalarías un beso de bienvenida
bonita?
El mundo entero había desaparecido,
nada de lo que creía unos segundos antes a su aparición fue verdadero, mi amor
por ella despertó azotándome el alma con toda su fuerza… me acerque a ella y me
deje abrazar con más profundidad hundiendo mi cara en su cuello, le bese la
mejilla.
- Gracias Barbie… no sabes cómo te he…
- Hola perdón por interrumpir cariño, pero
apenas tenemos tiempo para llegar –la voz de Silvia sonaba evidentemente
agitada, como si hubiese corrido, su presencia me trajo infranqueablemente a la
realidad, entonces vi la expresión indescifrable en los rostros de mis amigas,
la cara de angustia de Silvia y de desconcierto en Tzuri.
- Dame un momento Silvia -le respondí
volviéndome hacia Tzuri- dime ¿Te estás quedando en casa de tus padres? ¿Cuánto
tiempo estarás en Madrid? ¿Te puedo llamar y quedamos después?, perdona es que
ahora mismo tengo que irme –dije atropelladamente con los nervios comiéndome,
deseaba tener el coraje suficiente para maltratarla y herirla como ella lo
había hecho antes conmigo, o para mandar todo al averno y salir de ahí
corriendo de su mano pero no me alcanza el valor para ninguna de las dos
opciones.
- Estoy viviendo en Madrid desde hace unos
días… - y ahí va mi corazón a salírseme del pecho y mis piernas a volverse
fideos ¿se ha decidió a venir a vivir aquí?, joder Paola no empieces a
alucinar…que no lo ha hecho por ti- por el momento si estoy en casa de mis padres en lo que
consigo un departamento para independizarme y no hay otra cosa que desee más
que verte y hablar… hay tantas cosas que te quiero decir.
- disculpadme por presionaros –dijo ya con
evidente tono de molestia- pero vamos a perder la reservación.
-No te incomodes por mí Barbie… dame un
número en donde me pueda comunicar contigo – ¿noté un dejo de tristeza en esa
mirada penetrante? noooo por favor Paola no empieces a imaginar cosas.
-Vale -le extendí una tarjeta de
presentación del laboratorio y le anoté mis otros números– me ha gustado mucho
verte –le dije torpemente.
Estaba a punto de irme, todo mi
cuerpo deseaba quedarse ahí con ella, sentí sus dedos sobre mi brazo halarme
suavemente y me entregue de nuevo a sus brazos rodeándome, ella me soltó
mirándome fijo a los ojos me dio un beso muy cerca de la boca y me susurro al
oído.
- Vine por ti Barbie.
Silvia me
tomo del otro brazo sacándome de prisa de aquel lugar.
Hicimos todo el trayecto en
silencio, yo no podía articular palabra, mi mente se encontraba atestada de
imágenes de lo vivido en México, de palabras y caricias de mi tormento de ojos
negros, mi cuerpo atrapado por la
infinidad de sensaciones que su sola presencia me producía y que se elevaban un
universo con el simple tacto de su piel sobre la mía, el saberla aquí había
puesto patas arriba mi mundo otra vez con una facilidad dolorosa y no sabía que
pensar al respecto, lo único claro son
mis sentimientos; esos que creí dormidos se me habían revelado cual
volcán en erupción desde el momento en que me volví a perder en esa mirada
oscura, cuando vi esa sonrisa dibujarse en sus labios que mi mente evocaba a
veces con dolor y otras tantas, la mayoría,
anhelando su suavidad, su humedad sobre los míos. Llegamos al restaurante
demasiado pronto ya que estaba a unos pasos de donde se quedó mi corazón, mis
pensamientos y mi alma.
Una vez sentadas una frente a la
otra pude notar la expresión de Silvia… me vi reflejada en ella… sentí su
sufrimiento y me sentí profundamente mal al saber que era la causante de él.
- Es bellísimo este sitio –dije sin saber
qué hacer para romper la tensión.
- Si… pensé mucho en el lugar para este
momento y ninguno me parecía el indicado… deseaba que este fuera perfecto….
Paola yo quiero – coloco una mano sobre la mía
- Silvia… yo… - le interrumpí pero ella
decidida a seguir no me dejo.
- Dame una oportunidad… permite que te
muestre de lo que soy capaz por ti.
Esta mañana estaba decidida a darle
y darme una oportunidad, hace unos momentos dije que nada ni nadie me harían
cambiar de opinión, pero ahora mismo, después de verla, el saberla aquí… volver
a sentirla ha echado abajo todo, despertando este amor con la furia de una
fiera… ahora vuelvo a ser incapaz de ser tocada por otras manos que no sean las
suyas, de que me besen otros labios… para bien o para mal ella ha venido a
demostrarme que no solo mi corazón le pertenece… mi piel entera es solo de ella…sé
que soy una imbécil pero no puedo ni quiero estar con Silvia ni con nadie.
- Lo lamento Silvia pero no puedo.
- Es por la chica que estaba contigo – su
expresión cambio de repente- Paola estoy decidida a no perderte y no voy a
permitir que lo que he avanzado contigo se venga abajo solo porque ese fantasma
se apareció de nuevo en tu vida.
- Pero de que estás hablando…
- Esa mujer con la que te he encontrado es
Tzuri- mi cara debió expresar todo lo que me estaba pasando por la mente porque
ella continuo diciendo- si… lo sé… Tess me lo ha contado… y ella misma me envió
un texto hace un momento que no decía
mucho, solo que lo nuestro estaba en peligro.
- ¿Lo nuestro? perdona Silvia, ¿pero de que
me perdí?... no hay lo nuestro –me sentí molesta, manipulada- entre nosotras
solo ha existido una amistad y creo haber sido lo suficientemente clara
contigo.
- Si, has sido clara… ahora te pido que me
digas honestamente si no es verdad que pensabas aceptarme antes que esa
mexicana de mierda viniera a echar todo a perder.
Yo estaba estupefacta…. Silvia
había perdido completamente la compostura y yo estaba a un pelín de lo mismo.
- Pero es que todo este tiempo me habéis
manipulado. Todo este tiempo os habéis puesto de acuerdo Teresa, Ana y tú…- de
pronto como si un rayo de luz me penetrara recordé mi complicidad con mi Pepe
Grillo en mis días en México, recordé de
lo que fui capaz de hacer por amor y volví a sentirme apenada con Silvia,
suspire y le hable con más clama- Silvia será mejor que nos calmemos, vale…
tienes razón no voy a mentirte… la mujer con la que estaba cuando has llegado
al mesón es de la que te hable antes sin darte muchos detalles, pero ahora lo
hago porque creo que mereces una
explicación… yo amo a Tzuri con todas mis fuerzas, entre nosotras pasaron cosas
muy fuertes durante mi estancia en México y otras tantas quedaron
inconclusas... hasta hace unas horas pensé que jamás le volvería a ver, igual
que pensé que mis sentimientos hacia ella estaban dormidos… no te voy a mentir,
nunca he dejado de amarla ni de pensar en ella pero sinceramente creí que podía
darme una oportunidad contigo para seguir con mi vida y estaba dispuesta a
ello… pero solo verla… solo saberla aquí… me enfrentó a la realidad de las
cosas… no puedo estar contigo… ni con nadie más… no sintiendo lo que siento… lo
peor que podría hacerte y hacerme a mí misma es estar contigo pensando en otra
persona y más conociendo lo que sientes por mi… eso me haría sentir muy baja…
sucia… y no puedo… no está en mí.
- Perdóname… los celos y la desesperación
han hablado por mí… antes me has dicho que de esa mujer no solo te separaba la
distancia si no la diferencia de sentimientos… me diste a entender que no eres
correspondida.
- Recuerdo con exactitud lo que te he dicho…
y como te dije en aquel momento lo mío con Tzuri es… complicado… no puedo
hablar de los sentimientos de ella – Paola sí que eres tonta… solo le bastó
decirte tres palabras bonitas y ya estas alucinado de nuevo- pero en todo caso
Silvia aquí los que importan para dejar las cosas en claro contigo son los
míos.
- ¿Te vas a quedar eternamente esperando a
por ella?, ¿vas a continuar negándote a vivir?
- No voy a responderte eso… porque no tengo
respuesta, pero tengo muy claro que no puedo ni quiero hacerte daño.
- Eso déjamelo a mí, mi amor… dame una oportunidad real de
conquistarte…déjame entrar verdaderamente en tu vida.
Le tome ambas manos mirándole a los
ojos directamente, buscando las palabras exactas… deseando lastimarla lo menos
posible.
- No sería correcto hacer lo que me pides…
ni para ti… ni para mí… si intentamos algo en estas condiciones vamos a salir
lastimadas la una o la otra… o las dos…
- Te repito que no decidas por mí…
- Estoy decidiendo por mi… necesitarías ver
en mi interior para que entendieras que no puedo ni debo tener nada contigo
sintiendo lo que siento por otra mujer… no funcionaría… quizá después de hoy ya no quieras saber nada de mi
porque todo lo que te puedo ofrecer es amistad.
- ¿Vas a volver con ella? – sus ojos
vidriosos denotaban las lágrimas a punto de brotar.
- No… no, estoy convencida de que eso no es
conveniente…
Tenía muy claro mis sentimientos…
es verdad… pero también sabía que Tzuri no es para mí… ni para nadie, no me
consentiría repetir la historia… viví ya en carne propia el dolor que me causó
el haberme permitido ese placer… sé que no tengo la fortaleza para repetirlo…
morí de dolor… apenas y reviví… esta vez me perdería por completo
irremediablemente si me dejo llevar por lo que siento.
TZURI
Volver a sentir su cuerpo
estremecerse entre mis brazos me devolvió a la vida… pero todos mis temores se
cristalizaron en segundos cuando de manera intempestiva alguien me la arrebato de entre ellos haciéndome comprender que dejé
pasar demasiado tiempo… que nunca debí haberme permitido dejarla ir.. esta
mujer que la trata como suya es muy guapa y me mira retadora, mostrándome que
esa mujer que tenía en mis brazos le pertenece… ¿le pertenece?... eso me encoje
el corazón. Apenas intercambiamos unas palabras… algo me dice que me vaya con
cuidado… no quiero presionarla así que la dejo ir no sin antes hacerle saber
que estoy aquí solo por ella, se ve tan hermosa… me quedo de pie por unos
segundos antes de que mis pies decidieran sacarme de ese lugar… necesitaba
estar a solas, me dolía el pecho… me estaba ahogando… pero esto apenas
empezaba, nada me haría cejar en el intento de recuperarla, nada ni nadie.
- Heyyy pero niña… espera –una voz que
provenía de la dueña de la mano que me asió del ante brazo parando mi intención
de salir de ese lugar me sorprendió–
para dónde vas tan rápido, que apenas vas llegando mujer.
- Discúlpame… pero de verdad tengo que irme.
- Que no tía tú te quedas… que yo necesito
conocerte – me dijo con una seguridad y firmeza que me hicieron gracia.
- Mira –le dije sonriendo- te agradezco
mucho el interés, pero de verdad me
tengo que ir.
- ¿Pero es que tú te piensas que te estoy
ligando? – soltó una sonora carcajada y
yo estaba ahí parada frente a ella viéndola reírse a sus anchas de mi- que no… bueno mira que buena sí que estas…
pero yo siempre he respetado las mujeres de las amigas… ni ver, ni oler, ni
tocar… lo de ver a lo mejor un poquitín… y es que te cargas una pinta… - yo la
miraba con el ceño fruncido pensando que esta tipa estaba completamente loca o
estaba utilizando una táctica muy rara- pero deja de mirarme como si estuviera
loca… de verdad que estabas tan perdida hace un rato y no te has dado cuenta de
que ésta que tú ves aquí ocupaba una silla en la misma mesa de Paola, mi nombre
es Pilar y soy amiga de Paola - agregó.
- Lo siento… es que…
- Que si… que me he dado cuenta de que no
has visto na’ mas… ven a sentarte a nuestra mesa un momento… anda venga.
- De verdad te lo agradezco…-hice un esfuerzo
por recordar el nombre que me acaba de dar y ella debió notarlo.
- Pilar –se acercó y me dio un beso en cada
mejilla- es un placer ponerte rostro por fin Tzuri.
- Gracias Pilar… pero de verdad que no tengo
muchas ganas de quedarme aquí... necesito salir y caminar – le dije con
sinceridad sin saber por qué.
- Pues claro que lo necesitas… ala vamos,
que tú necesitas aire y yo hablar contigo, espera que cojo mis cosas y salimos
de aquí.
Me hizo mucha gracia esta chava…
hablaba como tarabilla; su voz ronca y sonrisa franca me provocaron esperarla y
hasta desear su compañía… me sentía sola en esa ciudad… además se trataba de
una amiga de Paola y no estaba yo como para andarme con rodeos y tonterías,
necesitaba saber que había pasado con ella todos estos meses, necesitaba que me
dieran la estocada confirmándome que mi Barbie ya tenía una “Ken”.
Caminamos sin rumbo y con calma,
Pilar me miraba con expresión curiosa y divertida, estudiándome hasta que
pareció por fin decidirse a formular una pregunta directa, muy directa.
- ¿Tú la amas? – Mi expresión debió hacerle
mucha gracia porque soltó una sonora carcajada – mujer no pongas esa cara, ya
sé que parece que estoy metiendo mis narices en donde no debo pero resulta que
si me importa, porque yo también le amo.
- ¿Tú la amas?.... mi desconcierto era tal
que me quede inmóvil, ella me tomo del brazo y me guio hacia una mesa en las
afueras de un café, una vez sentadas con una expresión más seria continuo.
- Pues no estoy yo en este momento para
andarme por entre las ramas… si la amo, no te diría que desde que la conocí
porque no fue así pero para cuando me he dado cuenta ya la amaba, por desgracia
para ese entonces Paola ya me consideraba casi una hermana y resulta que el
incesto no se nos da a ninguna de las dos – volvió a reír pero al ver mi rostro
decidió continuar- pero bueno mujer ¿que
en México no tienen sentido del humor?
- No, no es eso…. es que estoy tratando de
comprender porque me estás diciendo esto a mí.
- Porque va a ser… porque tú la amas
también… te lo he visto en los ojos… y es que hija ¡qué manera de mirarla!.
- Pues si la amo y he venido por ella - ella
me interrumpió.
- Para ahí mujer… que tu rival no soy yo eh…
te he dicho que la amo… pero sé perfectamente que Paola nunca me
correspondería…. te lo he dicho para que entiendas la razón de mi interés en
esto… cuando se ama a alguien verdaderamente lo único que deseas para esa
persona es que sea feliz y ahora mismo la mujer de nuestros sueños está a punto
de cometer una estupidez mayúscula ¿has visto a la chica que se la ha llevado?
- Sí.
- Pues se llama Silvia y tiene meses tras
Paola, poco a poco ha ido venciendo su resistencia y hoy estaba decidida a
aceptarla –presa del temor que esas palabras me causaron quise interrumpirla
pero ella vio la angustia reflejada en mi rostro- no, por el momento yo creo
que no debes preocuparte que después de haberla visto como la he visto hoy… es
que no creo que le vaya muy bien a Silvia… pero no cantes victoria, no eh...
que no lo tienes nada fácil.
- ¿A dónde han ido? – dije desesperada en un
impulso desbocado por ir a pelearle lo que sentía mío a esa mujer.
- Cálmate mujer, que tú no estás en posición
de cometer errores y de actuar por impulso, te tienes que ir con mucho cuidado…
hija que me la has hecho sufrir mucho ¡lo que ha llorado por ti esa niña!
- Te aseguro que cada lagrima de ella la
estoy pagando con creces – bajé la mirada avergonzada de mi misma- pero la
adoro Pilar…
- Eso es lo que te salva conmigo, eso y que ella te ama a ti y no podrá ser
feliz con nadie más… no lo vas a tener nada fácil rica… cuando ha llegado de
México estaba hecha pedazos, su dolor fue tan grande que el miedo a volver a
experimentarlo puede ser más fuerte que su amor por ti.
- ¿Me estás diciendo que ya la perdí
definitivamente? - ese dolor agudo en el
pecho que no me ha abandonado desde que hable con Juan se hizo más intenso.
- No… no la has perdido… pero tienes que
irte con tiento… ganarte su confianza poco a poco… no puedes actuar
impulsivamente… en principio dile lo que sientes, porque ella necesita
escucharlo con todas sus letras, pero no
esperes que por eso va a arrojarse a tus brazos…. porque no será así, te toca
sufrir mexicana.
- Lo sé… créeme que lo sé y te agradezco
mucho lo que me has dicho.
- No me agradezcas que no lo he hecho por
ti… lo hago por ella…. pero hay de ti donde le vuelvas a hacer daño.
- Te aseguro que hacerle daño a Paola es
como lastimarme a mí misma, nunca le haría daño de manera consciente y cuidado
tendré de hacérselo inconsciente.
Pilar me contó que comparten un
departamento, que mi Barbie tiene que trabajar medio tiempo por problemas con
sus padres, me recalco de nuevo que tengo muchas cosas en contra… pero por lo
menos cuento con ella… es curiosa esta situación, que me esté ayudando una
mujer que ama a la mía….¿mía? sí, mía. Y
desde ahorita tengo que empezar a pelear por lo que es mío.
- ¿Pero hija donde te metes?- cuestiono mi
madre al verme entrar.
- Lo siento mamá perdón por no llamarte,
salí a dar un paseo… ahora necesito hablarle a mi abuela.
- ¿Pero que tienes mi amor? pareces ida… ¿te
ha pasado algo?
- No mamá, solo estoy pensando… ¿quieres
tener nietos por mi parte?
- Hay hija tú sabes que si… mmmm ¿de repente
te gustaron los hombres?
- Hay madre, hay maneras de que tus nietos
sean de una mujer…
- Bueno de mujer o de quimera pero ¡sí quiero
nietos!
- Bueno entonces ayúdame… porque lo que
necesito solo la abuela me lo puede conceder.
- Tzuri ¿que se te ha ocurrido….?
- Nada malo ma’ solo un poquito laborioso.
PAOLA
Me estoy odiando en este momento por ser tan imbécil… cómo
es posible que con solo aparecerse me mueva el mundo, ayer por la mañana me
sentía feliz y ahora mismo no sé ni que siento… no te mientas Paola… que solo
con verle te ha vuelto la vida… la vida de verdad… pues sí, pero para que… para
que me mate otra vez… porque con ella no puedo esperar otra cosa… y es que soy
tan tonta que no puedo dejar de sentirme feliz de haberla visto de nuevo, de
sentirla cerca otra vez, pero también muero de miedo, miedo a no poder resistir
la tentación de volver a estar en sus brazos, de dejarme llevar por mis ganas
de ella, ya pague ese precio, no creo soportar otra vez ese dolor…. ¡pero si ya
me duele joder!… el saberla aquí tan
cerca y tan lejos ya me duele.
- Buenos días dormilona – me extendió una
taza de café.
- No he podido dormir.
- Pues claro, ¿y es que como con lo que te
ha pasado ayer?
- Pilar ¿qué me paso ayer? – a ver si ella
me tiraba una luz en este caos.
- Ayer
se te apareció el amor y te azoto para que no le saques la vuelta, el
amor de verdad, ese con el que todas
soñamos y que rara vez se encuentra y con la suerte de ser correspondido.
- Pero tú que estás diciendo…
¿correspondida? que no tía… no te confundas solo porque has visto esa mirada y
sonrisa encantadora… que así es ella… y claro por eso es fácil caer rendida a
sus pies… porque te hace sentir especial, adorada… pero nada… que no, Tzuri es
incapaz de amar.
- Pues yo creo que si te ama.
- Te equivocas, alguien me dijo una vez que
Tzuri no es para mí, que no es para nadie y tenía razón, no es mala, no es
deshonesta… porque aunque cuando está contigo de verdad te hace sentir amada…
nunca te lo dice porque nunca lo siente.
Han pasado dos días y no he sabido
nada de ella… pero es que como siempre mi mente dice una cosa pero todo el
resto de mi ser me pide otra… y es que estoy al punto de la desesperación
porque no me ha buscado… pero que esperaba, si ha sido solo el momento de verme
y luego paso de mí, claro… la cantidad de mujeres que estarán ahora mismo tras
ella, Tess y Ana me han vuelto loca con preguntas acerca de Tzuri… me agobia
tanto interrogatorio.
- Mujer pero que no oyes que están llamando…
-casi me gritó dirigiéndose a la puerta.
Escuché una voz y un acento que me
resulto familiar… pero no, como sería eso posible, me levanté como autómata a
verificar que ya alucinaba en serio. Pero no, ahí estaba de pie frente a mí
sonriendo con dulzura esa mujer menudita de mirada tierna.
- Niña Paola que gusto verla, le traigo un
encargo, ¿si podemos pasar?
-
¡Chelito!… claro pasar, pasar –
dije extendiéndole los brazos.
Ella me abrazó y me entrego un
sobre mientras un grupo de meseros entraba empezando a colocar en nuestra
pequeña mesa cazuelas de barro y platos.
- Niña necesito que me preste su estufa.
- ¿La estufa? si por supuesto… claro- dije
sin entender, ella me sonrió y tomándome de las manos sacudió el sobre.
- Léala y así entenderá mejor, mientras yo
empiezo a calentar.
- Vamos yo le acompaño – ofreció Pilar.
Abrí el sobre muerta de los nervios y
empecé a leer.
Mi amor:
Han sido 48 horas de
ansiedad y desesperación para no salir corriendo en tu busca… pero necesitaba
darte algo muy especial antes de enfrentarte y decirte lo que siento, algo que
no deje dudas en ti de la sinceridad de mis sentimientos y he querido darte lo
que más había amado hasta ahora, pero es tan grande que no pude traértelo todo,
así que solo puedo darte un pedacito de mi México… España volvió a conquistar
México Barbie.
Completamente tuya
Tzuri
Mis lágrimas empezaron a correr…
estaba temblando y apenas pude sentir los brazos de Pilar abrazándome.
- Pues me temo que la razón la tengo yo tía,
porque mira lo que te ha mandado esta mujer… oye que cualquiera manda flores o
bombones.
- Vengan a comer niñas ya está todo listo.
Nuestra mesa estaba cubierta por un
mantel precioso de manta bordada que le quedaba muy grande por cierto, adornada
por un precioso arreglo de las mismas flores silvestres que me hacían flipar en
los jardines de la hacienda y una gran jarra de vidrio soplado llena de agua de
tamarindo, dos platos de barro que contenían birria… cuando la he visto he
llorado todavía con más fuerza… ¡birria!... se ha acordado… casi grite…
- Si y también hay tamalitos dulces de elote
con canela y piña y chilaquiles niña, son de chile del que no pica, pero
siéntense que se les va a enfriar.
- ¿Pero es que de verdad Tzuri ha hecho esto
para mí?
- Si niña nomas para usted, no fue fácil que
doña Esther me soltara, pero mi niña no le dejo de otra y ha sido un “correteadero” para poder viajar y don
Samuel movió todas sus influencias para sacar pronto mis papeles para poder
venir… mire que nada más por ella fui capaz de subirme a esa pajarote de
fierro… pero ya siéntese y ya no chille que las lágrimas agrian la comida.
- Jooo esto esta exquisito… exclamo Pilar
pasando por completo de nosotras, totalmente concentrada en el plato de
chilaquiles.
- Chelito siéntese por favor y cuénteme
cuando ha llegado usted.
- Pues hoy por la mañana de aquí niña, que
para mí es de noche, ando toda “cuatrapeada”,
en “cuantito” llegué me puse a
cocinar… qué bueno que les gustó – dijo agradecida de ver nuestras caras de
placer al comer- me va usted a perdonar
señorita Paola… pero pues yo soy gente de campo, ignorante, y pues yo no le
entiendo mucho a eso de que a mi niña no le cuadren los hombres, como es la
costumbre y que “ora si” como son las
cosas de verdad “pos” prefiera las
muchachas… pero yo la quiero mucho, ella es tan buena, un poquito alebrestada
eso sí, pero es muy buena y la mera verdad es que yo nunca antes la había visto
así por alguien… de verdad que la quiere mucho a usted.
- Ojala yo estuviera tan segura como usted
Chelito – la tome de la mano correspondiendo en todo lo que vale esa expresión
dulce en su rostro.
TZURI
- “Pos”
ya te dije mi niña que si se emocionó mucho cuando vio la comida y también con
tu cartita… y eso sí, que comieron de todo ella y su amiga, la que estaba ahí
en su casa y lloro y me hizo muchas preguntas, yo le dije que eso lo habías
hecho porque la querías harto, pero ella me dijo que no creía eso… que no puede
creerlo dijo… ¿“pos” que le hiciste a
esa muchacha niña?
- Si te cuento nana me cintareas.
- Líbreme Dios de ponerte una mano encima “mija”.
- Pues si supieras te aseguro que no me
libraría de unos buenos chicotazos de tu parte.
- No chille “mija”… ahora sí que si ya andas en esas… “pos” compórtese como “macho”
y saque el coraje para conquistar a su mujer… gánatela a la buena mi niña,
demuéstrale que eres sincera con ella y háblale de frente… no seas “coyona”.
- No me da miedo decirle lo que siento nana,
me da miedo que suene falso… que ni así me crea… me he ganado a pulso su
desconfianza.
- Pues díselo bonito… mi niña tu eres
mexicana, de Jalisco y toda una charra, díselo con música, llévale serenata y
también mándale el otro regalito que me encargaste que te trajera; ah una cosa
más mi niña… por estas tierras habrá mariachis o tendrás que traértelos
también… porque a ti lo de la cantada no se te da “mijita”.
- Eres una sabia nana… te adoro.
PAOLA
- Dime ¿vas a volver con ella?... a pesar
del daño que te ha hecho.
- No… no lo sé Silvia.
- Joder Paola ten dignidad… quiérete un
poquito.
- He intentado no herirte Silvia, porque sé
muy bien el dolor que puede causar un amor que no es correspondido… pero no te
voy a permitir que me hables así, ni tú ni nadie es quien para juzgar mis
sentimientos y mi vida… y si regreso o no con Tzuri es cosa mía y no tengo
porque justificarme ni contigo ni con nadie, te enteras.
Salí del laboratorio rumbo a mi casa
muy cabreada, no sé si era con Silvia o conmigo misma porque sabía que en el
fondo tenía razón… como siquiera contemplo la posibilidad de volver a meterme
en la boca del lobo, pero la batalla que mi mente está librando para combatir
con todo el resto de mí es encarnizada,
toda yo quería, deseaba creer que eso que sentía podía ser cierto, pero
no, no me fio y es que ya he visto antes a ese torbellino en acción, sé muy
bien que para ella no existe el no… y aun cuando no le he dicho que no… supongo
que algo se habrá imaginado al verme con Silvia y simplemente le apetece a la
niña demostrar que sigo rendida ante ella.
- ¿Y esto qué es? – pregunte a Pilar al
encontrar sobre la mesa un cofre de madera labrado, bellísimo.
- Pues es para ti, ha llegado hace un rato,
ahí está la tarjeta que lo acompaña.
Tomé el pequeño sobre y al abrirlo me
encontré con una llavecita de oro y una tarjeta, al leerle sentí esa energía
tan conocida por mi cuerpo recorrerme.
Mi amor:
Te hago entrega de mí,
esto fue creado especialmente para recibirme en este mundo, es único, tanto su
contenido como su envase, es mi esencia, es lo que soy, soy yo… eso me dijeron
el día que me la entregaron y como yo dejé de ser dueña de mi hace ya muchos
meses ahora la entrego a su dueña… a mi dueña, que eres tú Paola.
Tzuri
El cofre tenía un pequeño cerrojo
que abrí utilizando la llavecita, al abrirlo por completo me encontré
descansando sobre una base de terciopelo azul una bellísima botella de vidrio
soplado totalmente cristalina, en el interior se podía apreciar una diminuta
planta de agave de su característico color azul intenso perfectamente formada,
el resplandeciente tequila que contenía acrecentaba su belleza, con sumo
cuidado tome la botella entre mis manos y pude así observar el grabado sobre el
cristal, una frase que rezaba, “ el milagro más maravilloso que nos ha dado
esta tierra” Tzuri y una fecha. Con manos temblorosas coloque la botella de
nuevo en su sitio con los latidos de este corazón que clamaba por su dueña
profusamente acelerados, los espasmos en este cuerpo que le reclamaba a mi
mente ser liberado y mi alma llenándose de un gozo que iba en contra de mi
voluntad luchando con mi mente, pero el miedo y la desconfianza hacían a ésta
más fuerte manteniendo en prisión a todo mí ser.
TZURI
Dios, he pensado tanto en este
momento, en lo que le voy a decir y ahora mientras espero a verla aparecer me
estoy muriendo de los nervios y todo lo que había pensado se me borro, mi mente
me está traicionando, hay tantas cosas que necesito decirle, explicarle, pero
sé que piso terrenos muy escabrosos no será fácil que confié en mí, que me crea
lo que siento por ella. ¿Cómo borrar de su mente la última imagen que se llevó
de mí en México? Y es que tratar de explicarle que nada pasó con esa mujer no
me servirá de nada, al contrario puede jugarme en contra porque aun cuando no
se consumaron las cosas es injustificable lo que hice, no sé qué le diré pero
se lo diré hoy. Aquí estoy esperándola en las afueras del edificio donde
trabaja, no he querido esperar a que llegue a su departamento, muero por verla
y necesito decirle lo que siento, estoy tan ensimismada en mis pensamientos que
no me doy cuenta de que tengo a alguien frente a mí sino hasta que me habla con
un tono muy poco amable.
- Tzuri ¿no? ese es tu nombre… - le sonreí
sarcástica al reconocerla.
- “Eit”
ese es mi nombre -la mire directo a los ojos respondiéndole el reto que me
lanzaron los suyos.
- ¿Y se puede saber qué haces aquí?
- ¡Mmm!... no - le respondí mostrándole la
mejor de mis sonrisas e hice gala de todo el sarcasmo del que soy capaz.
-Si lo que estás buscando es a Paola te puedes marchar, no se irá contigo
- ¿De veras? –dije burlona.
- Te lo aseguro – me miró con verdadera
fiereza.
- Que me lo diga ella.
- Te lo estoy diciendo yo.
- Híjole chula, pues me vas a disculpar la
grosería pero a mí lo que digas tú me vale madres… para que me entiendas me da
lo mismo. – sin dejar de mirarle fijamente.
- Pues no debería “valerte” guapa, porque yo
no te voy a permitir que te le acerques a mi mujer.
- Ahhhh ¿pero es tu mujer? – solté una
sonora carcajada.
- Aunque te cause mucha risa mexicanita… así
que será mejor que te vuelvas y no regreses porque esa mujer ya tiene dueña, te
enteras.
- ¡Híjole mamacita…! - mi risa fue más
estridente- no se va a poder… porque esa mujer si tiene dueña y NO eres tú.
- ¿Entonces tú? – le vi sonreír burlona.
- Para que preguntas lo que ya sabes. No la
voy a dejar, NO me voy a ir, vine por lo que es mío, MIO – la mire desafiante.
- Pues te advierto que yo tampoco voy a
desaparecer, me convertiré en el peor rival que hayas imaginado.
- Órale, estamos advertidas las dos.
En ese preciso momento vi salir a mi
Barbie, sus ojos azules se abrieron como platos al vernos juntas, le sonreí en un intento de calmarla porque su
expresión era de susto, no quería que pasara por ningún momento desagradable
causado por mí.
- Hola Tzuri- me dijo con voz temblorosa,
evidentemente nerviosa por la situación- ¿qué haces aquí?
- Vine por ti Barbie- la tomé por los brazos,
acercándome hacia ella bese su mejilla.
- Silvia, te hacia fuera de la ciudad.
- Decidí quedarme y pasar mis vacaciones
contigo – la tomo del brazo jalándola hacia ella pero mi Barbie con delicadeza
se soltó y cruzo sus brazos.
- Perdonen no las he presentado, Tzuri ella
es Silvia una compañera de trabajo y amiga… Silvia ella es Tzuri… - vacilo sin saber que decir y aproveché ese
momento para terminar de zanjar el asunto completando la frase inconclusa.
- La mujer que cruzo el atlántico para estar
contigo Barbie…
- E este… bueno pues eso… yo…
- Pues te has tardado demasiado ¿no te
parece?
- Disculpa,
Silvia, “amiga y compañera” de Paola, eso es algo que no te corresponde
a ti juzgar.
- ¡Tú a mí no me dices que puedo o no juzgar!
- ¡Si te metes en lo que no te importa te
digo lo que me venga en gana!
- ¡Me importa, porque yo a diferencia de ti
si amo a Paola y no voy a permitirte que le destroces la vida!
- ¡a ti lo único que te importa es que te
vine a madrear el plancito de quedarte con mi mujer!
- ¡Basta!
Dejen de actuar como si yo no estuviera… ¡a ti ya te he dicho de todas
las maneras posibles que mi vida es cosa mía y no permito intromisiones! – dijo
enfrentando a Silvia- … y…y tú… - volviéndose a mí con el rostro enrojecido-
¡deja de ser tan engreída¡…. ¡¿qué es lo que quieres?¡… ¡¿demostrar que después
de ti ya no puede haber nadie más?¡…!¿que no puedo desear otras caricias que no
sean las tuyas?! … ¡¿qué tu sola presencia es capaz de voltearme el mundo de
cabeza?!... ¿sabes qué? – Su voz adquirió un matiz quedo que sonaba a lamento y
resignación- …tienes razón… no hay nadie más… mi piel no quiere otras caricias
que no sean las tuyas… después de ti no hay vida… por un momento creí que se
podía pero has llegado y... no, no hay… ¿contenta? – Me decía mirándome a los
ojos con una firmeza dolorosa -... tienes razón…. ¿podrías perdonarme la vida y
dejar este juego cruel? ¿Será que saberlo será suficiente para que tu vanidad
no sufra estragos?
- Mi amor ¡no! mi amor, Paola yo te amo – la
sujete con fuerza de los brazos mirándole a los ojos- las cosas no son así, yo
tampoco puedo ni quiero estar con nadie que no seas tú, la única razón por la
que vine aquí fue por ti…. yo te amo….
sin ti no tengo vida…
Ella parecía no escuchar, se zafo
y subió a un taxi… corrí tras ella pero no pude alcanzarla… ¡por Dios como fui
tan estúpida para no controlar mis impulsos!…. ¡cómo no controle estos celos
que me están matando!… ¡¿pero cómo se puede controlar esta fiera interna que me
surge al pensar que esta tipa o cualquier otra la mire, o la toque?!… carajo la rabia y los celos han
dado al traste con este anhelado momento, deseaba decirle tantas cosas… y todo
salió tan mal… ¡carajos¡…. me ha dicho que es mía…. que sigue siendo mía… me lo
gritó a la cara con tanta aflicción que sus palabras fueron cuchillos que se me
clavaron todos certeramente en lo más profundo de mi… estoy aterrada…. aterrada
de no poder romper ese muro que yo misma construí entre las dos.
PAOLA
Toda yo era un enjambre de emociones
encontradas como siempre que se trataba de Tzuri, mi corazón, mi alma, mi
cuerpo entero la desean, pero mi mente más clara que nunca sabe que aunque no
es mala persona es demasiado competitiva y vanidosa, lo que le sucede es que me
vio con otra mujer y quiere a toda costa dejar sentada su supremacía, pero la verdad es que quiero creer que puede
ser posible ¡si tan solo fuera posible!
Estoy agotada por el esfuerzo de concentrarme en cumplir con mi
responsabilidad en el trabajo y sacármela de la mente, lo que más deseo en
estos momentos es salir de aquí e irme
directo a mi cama, me despido mecánicamente de todos, en la puerta me encuentro
con una escena que me deja perpleja en principio y luego me asusta, Tzuri con
Silvia, la postura de ambas me indica que están discutiendo, cuando esos ojos
negros me descubren su dueña me lanza una sonrisa de esas que siempre me
derriten, me acerco hasta ellas con los nervios comiéndome las entrañas, una vez teniéndola cerca toda posibilidad de
resistencia parece nula sin embargo me esfuerzo, hago el intento de
presentarlas: Silvia es una amiga y
compañera de trabajo; eso lo tengo más que claro, pero cuando tengo que
clasificar que posición juega Tzuri en mi vida no sé qué decir, sorpresivamente
ella suelta algo que me deja helada, feliz, enfadada conmigo, deseando saltar a
sus brazos, odiándome por ser tan tonta, todo contradicción; Silvia la increpa
y ella reacciona desafiante… y vuelve a mí la razón, no es por mi… simplemente
es una competencia para ella… y reacciono enfurecida, dolida y harta, le repito
a Silvia que deje de intervenir en mis cosas, ¡le grito a Tzuri lo que pienso!,
soltándole que tiene razón, ¡me tiene!, ¡es dueña de mí!, le digo casi en una
súplica que deje de hacerme daño, que deje este juego cruel de su vanidad, para ese momento me siento fuera de
mí, me desconozco, ella me habla, dice no sé qué cosas pero no escucho, me
cierro por completo porque no quiero escuchar, no quiero caer en sus mentiras,
cierro los ojos y lucho por zafarme de sus manos que me aprisionan, en cuanto
lo logro salgo huyendo de ella… de mí, no sé si tenga fuerzas para volverle a
enfrentar, para resistirme a sus deseos… a los míos.
TZURI
Estoy destrozada, temblando del miedo
de saberla perdida, de la rabia de haber sido tan imbécil, el peor de mis
temores se cristalizo y mis palabras sonaron huecas… no me cree… ¿Y es que como
creer en mí después de cómo he actuado desde que me conoció? ¿Cómo creer en las
palabras de una persona que ha sido como yo?
No alguien como ella, no una mujer con su integridad. Pero no la voy a
perder… no estoy dispuesta a rendirme…
-Carmen… investígueme por mariachis que
actúen en esta ciudad, los necesito para hoy por favor, quiero una lista de los
que sean los mejores con número telefónico y dirección.
-En un momento se la hago llegar.
Telefonee a Pilar, necesitaba una aliada
en esta situación en la que tenía todo en contra.
- Dígame.
- Hola Pilar… perdona que te moleste…
- Ya, no sé porque me olía que iba yo a
recibir una llamada tuya guapa.
- Supongo que has visto ya a Paola – dije
segura al escuchar el tono de su voz.
- Pues claro... ha llegado hace un rato
hecha polvo sin querer hablar y se ha encerrado en su habitación y en ese
estado solo la pones tú tía.
-
Cometí una estupidez… necesito verte… ¿será eso posible?
- Mujer… ¿qué parte de “tienes que irte con
cuidado” no te ha quedado clara?
- Que te parece si nos vemos y me regañas en
persona Pilar.
- Ala ¿dónde y a qué hora quedamos?
- ¿Te parece si te recojo fuera de tu
departamento en una hora?
- Vale, hasta entonces.
Carmen llegó con un listado como
de 15 mariachis y sus características,
concluí rápidamente con los pendientes y partí a buscar a Pilar.
- Bueno tía
me vas a explicar que os ha pasado a vosotras, yo me quede en que pasarías a por ella a su
trabajo.
- Que la “cajetie”
Pilar… eso pasó, antes de que saliera Paola, me topé con la fulana esa, Silvia,
y obvio discutimos, cuando mi Barbie se apareció… de verdad pensé en
controlarme… pero es más fuerte que yo… detesto a esa mujer que se comporta
como si tuviera derechos sobre ella y… se me soltó la lengua… y me gane que la
desconfianza de Paola se acrecentara, si es que se puede más.
- Pues sí que la has cagado tía… ¿y qué vas
hacer?
- Jugarme el último as que me queda… así no
la recupere necesito que sepa que la amo con toda mi alma, necesito que lo
crea… necesito de tu ayuda.
- ¿Y qué puedo hacer yo?
- Solamente impedir que salga de casa hoy y
si lo hace no te le despegues y avísame en donde están.
- Vale, cuenta con eso.
Pues sí hay mariachis en Madrid,
el primero que vi solo hacia serenatas de cuatro integrantes, no me valió nada,
ni ofrecerles el pago como si de un evento se tratara, ni explicarles que para
que se considere mariachi tiene que ser mínimo 8 integrantes, así que me toco
ir por el segundo, que me salió con instrumentos como arpa, flauta, acordeón y
marimba así que “next”, el que siguió cantaban bien no se puede negar, pero un
mariachi ceceando suena muy raro, caray que eso los mexicanos solo lo
adorábamos en la española más mexicana, Roció Durcal… pero siete cabrones
ceceando amanecí en tus brazos se escuchaba muy bizarro, hasta que di con un
mariachi chingonsisimo, y lo más sorprendente es que todos eran españoles, 12
como debe ser, vihuela, guitarra, guitarrón, violines y trompeta, un amplio repertorio y lo mejor de todo su
solista es mujer.
La cita fue a las doce de la noche
afuera del edificio de departamentos en donde dormía mi ángel.Con Pilar como
cómplice, la luna que estaba reluciente y llena como testigo y varias botellas
de tequila, ahí estaba yo con mi traje de charra de gala negro con botonadura
de plata, sombrero bordado, arracadas de plata, botas negras de piel y el
corazón en la mano para jugarme el todo por el todo… esta noche me gano la
gloria… o me carga la chingada.
PAOLA
No sé cuánto tiempo tengo en la
ducha… como si el agua pudiera llevarse todo el caos en mi mente y mi alma,
lágrimas y más lágrimas… joder parezco la protagonista de un culebrón… nada más
me falta que se me aparezca una tía a decirme que está preñada y que el hijo es
de Tzuri… joder que si no fuera biológicamente imposible seguro que me pasaba…
estoy tan exhausta, me enfundo en un pijama, me acuesto y de inmediato me quedo
dormida.
Un sonido dulce e intenso que
reconozco de inmediato me despierta, por un momento me cuestiono si es real o
más bien estoy dormida y soñando con México como tantas veces me ha sucedido,
me tallo los ojos para desperezarme y no, estoy escuchando bien, el sonido
viene de afuera, es fuerte y claro…
“Deja que salga la
luna, deja que se meta el sol, deja que caiga la noche “pa” que empiece nuestro
amor, deja que las estrellitas me llenen de inspiración, para decirte cositas
muy bonitas corazón, yo sé que no hay en el mundo amor como el que me das y sé
que noche con noche va creciendo más y más… y sé que noche con noche va
creciendo más y más. Cuando estoy entre tus brazos siempre me pregunto yo, cuanto
me debía el destino que contigo me pago, por eso es que ya mi vida, toda te le
entrego a ti, tu que me diste en un beso lo que nunca te pedí.”
Salí con el corazón fuera del pecho,
vi a Pilar de pie frente a la ventana a oscuras, me sonrió y yo no podía salir
de mi estupor
- Venga tía que esto es para ti.
Me coloque junto a ella y sin correr
la cortina del todo le pude ver, hermosa, charra, erguida con su negra mirada
clavada en dirección a mi ventana, estaba preciosa, hay ¡por Dios! es que mis
ojos podían verla todavía más bella… pues si… se veía bellísima, -“cien años
muchachos”- le escuche decir.
“pasaste a mi lado con
gran indiferencia, tus ojos ni siquiera voltearon hacia mí, te vi sin que me
vieras, te hable sin que me oyeras y toda mi amargura se ahogó dentro de mí, me
duele hasta la vida saber que me olvidaste, pensar que ni desprecios merezca yo
de ti. Y sin embargo sigues unida a mi existencia y si vivo cien años, cien
años pienso en ti”
-Joder ahora resulta que la mala de esta
historia voy a ser yo… -dije con fingida molestia al escuchar la letra de esa
canción, más como resistencia a la necesidad desbocada de bajar corriendo y
lanzarme a sus brazos.
- No me jodas Paola… que esa canción es muy
bonita.
- Te parece bonito que venga a decirme que
mi indiferencia le hace sufrir… ojala hubiera sido yo capaz de ser indiferente,
en otras estaría yo.
-¡Muchachos… “sabes una cosa”! -le escuche
decir, le vi tomar un gran trago a la botella de tequila que sostenía en una de
sus manos.
“¡Sabes una
cosa!”, tengo algo que decirte y no sé cómo empezar
a explicar lo que te quiero contar, ¡sabes una cosa!, no encuentro las palabras
ni verso rima o prosa, quizá con una rosa te lo pueda decir, ¡sabes una cosa!,
no sé ni desde cuándo llegaste de repente mi corazón se puso a cantar, ¡sabes
una cosa!, te quiero niña hermosa, y te entrego en esta rosa la vida que me
pueda quedar, doy gracias al cielo, por haberte conocido, por haberte conocido,
doy gracias al cielo, y le cuento a las estrellas lo bonito que sentí, lo
bonito que sentí, cuando te conocí,
¡saaaabeeees!, ¡saaabes una cooosa!, que
yo te quierooo, que sin tiii me muero si estas lejos”
- Bueno rica… y a esa letra que pero le vas
a poner... porque esa mujer que esta allá abajo te está diciendo que te quiere.
- Pilar…. que tú no la conoces… lo que le
pasa a Tzuri es que me volví un reto de nuevo para ella… y a ella le gustan los
retos… eso y que quiere demostrarle a Silvia quien manda aquí.
- Joder Paola… que lo tuyo ya es necedad….
me parece a mí que ya te gustó el papel de víctima… mira acércate y mírale… ¿no
te parece esa una mujer enamorada?
- “Cucurrucucu
paloma” -su voz sonaba
melancólica, desesperada.
“dicen que por las noches nomas se le iba en puro llorar dicen que no
dormía nomas se le iba en puro tomar, juran que el mismo cielo se estremecía al
oír su llanto, como sufrió por ella que hasta en su muerte la fue llamando,
cucurrucucu cantaba, hay ayyayayaaaaay gemía ayayayayayaaaaaay lloraba, de
pasión mortal moría…. Las piedras jamás paloma, que van a saber de amores,
cucurrucucu, cucurrucucu, paloma ya no le llores”
- Ves lo que te digo, ahora ella es la víctima
y la que le ha hecho sufrir soy yo.
- ¡Noooojodeeeer! Que te está diciendo que
se está muriendo de amor por ti.
- Joder Pilar… que tu amiga soy yo… por si
se te ha olvidado – sonrió negando con
la cabeza.
- “Libro
abierto” -dijo con voz enronquecida.
“dicen de mí que yo he sido un libro abierto, donde mucha gente ha
escrito, no hagas caso nada es cierto, en blanco esta, nadie supo escribir
nada, no dejaron ni una huella, nadie me importaba nada, me importas tú, tú si
escribes muy bonito, para ti soy libro abierto, escribe en mi te necesito.”
- ¡¿Por qué me haces esto?! ¡¿Por qué me
haces esto?! No te entiendo Tzuri… ahora pienso que eres demasiado cruel… eres
mala, sí… no te ha bastado con lo que te he dicho… tu vanidad es tan grande que
necesita más. –empecé a dar vueltas alrededor de la estancia deseando no
escuchar cada palabra de aquella canción, no puedo permitirme caer, no de
nuevo, ¡ya no!, ¡ya no!
- Pao, ésta resistencia absurda a tus
sentimientos te está causando más dolor que el que temes sufrir si te das otra oportunidad, si se la das a ella.
- “Perdón”… ¡échenle!
– le vi llevarse de nuevo la botella
a la boca.
“Perdón, vida de mi vida, perdón, si es que te he faltado, perdón
cariñito amado, ángel adorado, dame tu perdón, jamás habrá quien separe amor de
tu amor al mío, porque si adorarte ansió, es que el amor mío, pide tu perdón,
sí, tu sabes que te quiero con todo el corazón, tu sabes que te quiero, con
todo el corazón, que eres el anhelo de mi única ilusión, que tu eres mi esperanza,
ven calma mis angustias, eres la dicha que me alcanza, con un poco de amor que
es todo lo que ansió cuando abra mi pobre corazón.”
- ¿Eso te
parece a ti que es para satisfacer su vanidad? ¡Joder Paola! estas pecando de
soberbia y orgullo… esto ya no es por falta de confianza.
La miré sin responder, no había forma
de hacerlo… ella corrió por completo las cortinas y me desafío…
- Venga… dale la cara, de frente hazle saber
que no vas a volver a caer y que no le crees nada.
La miré con furia antes de dirigir
mis ojos hacia Tzuri… y le mire… le mire
con rabia directo a los ojos… esos ojos negros que tenían una expresión que
nunca antes vi en ellos. Su mirada extrañamente parecía triste, nostálgica,
desolada y a pesar de la mía que forcé gélida, me la sostuvo mientras me decía.
- Barbie. Ya no importa que tenga que pagar
con la vida los errores que cometí contigo, el daño que te causé, porque créeme
mi amor que el no tenerte a mi lado es quedarme sin vida… me lo merezco… soy
dolorosamente consciente de ello… te prometo que después de esta noche me iré
de tu vida para siempre y no te causaré más dolor…esta es la última canción,
después me iré si eso es lo que quieres, pero antes de irme quiero que sepas
que dejé México solo por ti… que te amo con toda mi alma y esa es mi verdad. –
su voz quebrada poco a poco venció mi voluntad y mi cuerpo se entregó por
completo al estremecimiento que me causaba esa mirada, esas palabras.
- Va mi resto “mija”, a Cielo Rojo échale el alma.. –dijo a la cantante
“Sola… sin tu cariño, voy caminando, voy caminando y no sé qué hacer, ni
el cielo me contesta cuando pregunto por ti mi bien, no he podido olvidarte
desde la noche, desde la noche en que te perdí, sombras de duda y celos solo me
envuelven pensando en ti, deja que yo te busque y si te encuentro y si te
encuentro vuelve otra vez, olvida lo pasado ya no te acuerdes de aquel ayer,
olvida lo pasado ya no te acuerdes de aquel ayer. Mientras yo estoy dormida
sueño que vamos las dos muy juntas a un cielo azul, pero cuando despierto el
cielo es rojo me faltas tú, aunque yo sea culpable de aquella triste, de
aquella triste separación, vuelve por Dios tus ojos, vuelve a quererme, vuelve
mi amor, deja que yo te busque y si te encuentro, y si te encuentro vuelve otra
vez, olvida lo pasado ya no te acuerdes de aquel ayer, olvida lo pasado ya no
te acuerdes de aquel ayer.
Ella me
miraba fijamente y sus ojos anegados de lágrimas que empezaron a resbalar a
raudales sobre su hermoso rostro me provocaron un profundo aguijonazo en el
pecho, el estómago me dolía, el alma me dolía, mi respiración entrecortada y
agitada a la vez, un llanto que se negaba a salir y no era porque yo lo
quisiera contener, me causaba un dolor intenso que se
alojó desde mi garganta hasta mis pulmones, verle parada con su sombrero en las
manos, su carita descubierta bañada en lágrimas me estaba llevando a una agonía
ni siquiera comparable a la que sufrí en mis últimas horas en México. Deseaba
correr a sus brazos pero mis pies no me obedecían y me quede ahí mirándole;
cuando termino la canción ella suspiro… asintió con la cabeza mirándome en
señal de que se rendía como prometió al inicio de ésta, agacho la cabeza unos
segundos y cuando volvió a mirarme sus labios me volvieron a dibujar un “te
amo”, se colocó el sombrero y se dio la
vuelta hacia el grupo de mariachis que la observaban expectantes.
Próximo capítulo 22/12
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Jo... pero que cosa, ahora la que es tonta es paola jaja pero ha estas mujeres que les pasa?¡
ResponderEliminarhacia muchísimo tiempo que no leía una historia así en este blog, me encanta, tu historia tiene de todo, me parto de risa con las frases tan atinadas de tus protagonistas, manejas muy bien el vocabulario jalisciense y el madrileño, la verdad que la historia tiene toques muy especiales, espero con ansias el próximo capitulo.
ResponderEliminarAlex.
se fue con toda la mexicanita, aunque no era para menos, esperemos que ahora sea México que conquiste a España.
ResponderEliminarCuídate un gran abrazo.
Definitivamente espere tanto este capitulo ,q la historia desde el principio me facino por completo y te agrandescemos por tu compromiso y por la fabulosa historia ,me entristecio que no le crea paola ,no kiero ser mala pero bien merecido lo tiene tzuri por se una mujeriega encreida y bue! algun dia alguien no le tenia que hacer facil jajaja BESOTES RO ARGENTINA
ResponderEliminarPor dios que mas quiere Paola que se ponga de rrodillas...Joder con esa mujer..
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