Capítulo 66
En este momento siento mi corazón estallar en mil
pedazos. Solo puedo escuchar como un zumbido dentro de mi cabeza. Como la
sangre fluye a toda velocidad por mi cuerpo. Siento como dentro de mí poco a
poco todo se va marchitando, como una rosa, siempre me gustaron las rojas pero
pasado el tiempo se vuelven negra, en este momento por dentro me siento así.
Podía esperar cualquier cosa de mi llega pero algo de
manera no. Muchas cosas puedo esperar de
la vida pero ¿esto? Lo que me molesta en este momento es la confianza destruida
que ahora está hecha añicos. Dicen que la confianza es una cualidad de los
seres vivos que supone creer o tener seguridad, de que una situación es de
determinada manera, o una persona actuara de determinada forma.
En este caso la seguridad que tenía en que todo iba bien,
que después de salir de la cárcel, todo iría bien y nada más pasaría me
encuentro con esto. Maldita la vida que desde siempre me pone trabas.
-
¡Agos!
– escucho la voz fuerte de mi padre.
Ari y Damián se separan rápidamente y en sus ojos veo
sorpresa, miedo y algo más que no se describir pero no me importa. De ahora en
más ella dejo de importarme. ¿Cuántas veces se habrá besado con él? ¿Por eso no
iba a verme a la cárcel? Tengo que felicitarlo a Damián otra vez usando sus
sucios trucos consigue lo que quiere.
Me giro y camino hacia mi padre, que al ver la misma
escena que yo se quedó sin acercarse a mí.
-
Dime
padre – respondo acercándome a él.
Mira mis ojos como intentando encontrar algún indicio de
dolor por lo que acabo de ver, pero estoy segura que solo ve un rostro duro y
la mirada fría. También debo agradecerle que me mandara a ese internado, el
ocultar mis emociones lo aprendí allí.
Nuestro profesor de Educación Física nos decía que
mostrar nuestras emociones era signo de debilidad, y mostrarla era dejar que el
rival nos ganara. Ya sea las emociones por dolores físicos o sentimentales.
-
¿estás
bien? – pregunta sin dejar de mirarme a los ojos.
-
¿tú
me ves mal? – respondo también sin dejar de mirarlo.
-
No,
pero…- decide callarse supongo al ver mi mirada – lo que venía a decirte es que
¿recuerdas que te lleve a entrenar con mi gente no?
-
Si
padre, todavía no perdí la memoria ¿Qué pasa con eso?
-
Hay
un hombre más bien una familia – contesta poniendo su mano en mis hombros y
caminamos a la casa – y quiero que tu vayas a ya sabes darle una advertencia,
eres mi heredera y quiero saber que tal manejas este asunto. Él inepto de
Damián estaba llevando ese asunto, pero estos días le he dicho mil veces de que
se hiciera cargo de ese asunto y ha estado… - vuelve a callarse. Se lo que
quiere decir a estado con ella – por eso necesito que tú lo hagas y también que
le saques cierta información, solo diles que te den la dirección de ELLA y yo
los dejare en paz, por ahora al menos.
-
No
pensé que me encargarías algo de eso. soy una novata – respondo y la verdad es
que no quiero hacer eso – y ¿si algo sale mal?
-
Hija
sé que tú puedes, tienes potencial. Lo único que puede salir mal es para ellos,
si no colaboran, has de lo que te acusaban – su mirada esta oscurecida y fría –
mátalos, no tengas piedras con esas escoria.
Un escalofrió recorre mi cuerpo al escuchar eso ¿acaso
serán angeles? Por eso él quiere que me deshaga de ellos. Jamás haría algo así, tengo que averiguar
porque él quiere deshacerse de ellos.
-
Espero
no decepcionarte Padre – respondo parándome en el frente de la casa y mirando
hacia la nada - ¿a qué horas quieres que vaya para allí?
-
Tú
jamás podrías hacerlo, puedes llevar refuerzos para que todo salga a la
perfección. Y ellos estarán en casa alrededor de las 20hs para la cena.
-
Entonces
iré a preparar para salir en cualquier momento hacia allí – camino hacia la
casa y me giro a mirarlo – mándame la dirección a mi móvil, enseguida te paso
mi numero nuevo.
Solo asiente mirándome como si intentara descifrar como
me siento por el engaño de esos dos. La verdad de Damián me espero cualquier
cosa en esta vida pero de ella no. Mi mente todavía no lo asimila, le pedí que
confiara en mí y cuando se lo dije me refería a esto a que le pasaba a ella con
Damián si quería estar con él, le dejaba el camino libre, no era necesario que
me engañara o jugara con los dos de esta forma.
****
Necesito hablar con Agos y explicarle lo que vio. Este
maldito me beso y pareciera que yo le estaba respondiendo. Él tiene fuerza y me
apretó su cuerpo y yo no pude hacer nada. No es una justificación pero ¿Qué
sabía yo que él me iba a llegar en el lago y besar? Bueno eso de besar y
separar de su hermana porque la odia aunque intenta ocultarlo era más que
obvio.
¿Será por esta razón que se odian? Digo que él les besa a
sus chicas.
-
Perdón
– dice Damián al ver caminando hacia la casa.
-
¡déjame
en paz! – respondo dándome vuelta y mirándolo.
Tiene la cabeza baja como queriendo darme lastima y la
verdad otra podrá creerle pero yo no.
-
En
verdad lo siento – contesta el – tú me gustas y no pensé que mi hermana
llegaría. Hablare con ella, voy a explicarle todo – al decir esto último veo un
brillo de maldad en sus ojos.
-
Tú
no le vas a decir nada. la que va hablar con ella soy yo. No me fio de ti.
-
Eso
duele.
-
A
mí me da igual si te duele o no. Me importa un comino lo que tú sientes. Vuelvo
a repetirte, déjame en paz, no te quiero cerca de mí.
Me doy vuelta y continúo caminando. Me falto ponerle
límites y ahora estoy así no solo por su culpa, porque ha empezado a mostrarse
como es, y que lo que quería y quiere es verla sufrir a ella, y yo por imbécil
de creer que no sería capaz y averiguar si él tenía algo que ver de lo que
estaba presa.
¿Qué estará pensando ella de mí? Mierda, encima Antón me
vio. Él sabe que estoy con su hija y ahora esto. En esto momentos lo que el
piense de mi es lo que menos me importa. Subo de dos en dos las escaleras y
llego a su habitación, respiro profundo y trato de calmar mis nervios. Golpeo
la puerta esperando que me diga que puedo pasar pero no escucho nada. Agarro el
picaporte y abro la puerta lentamente.
No puedo creer lo que veo. Ella se está cambiando y su
abdomen tiene marca de golpes. Me acerco
rápidamente para preguntarle que paso y ayudarle a ponerse una ¿faja? Al darse
cuenta de mi presencia, levanta la vista y sus ojos azules se encuentran con
los mío.
Me detengo a medio camino al ver la frialdad en su
mirada. Son dos luceros apagados y se han vuelto un tempano de hielo. Entiendo
que me mire de esta forma, esta dolida. Todo este tiempo no le he dicho la
verdad y ¿si ella lo sabe? Es seguro que debe saberlo. No he ido a verla en la cárcel y si debe
pensar que por él, de cierta manera fue así, pero quería ayudarla.
-
¿Qué
quieres? – pregunta al seguir acomodándose la faja.
-
Podemos
hablar – respondo intimidada por su voz.
-
No
creo que se pueda – responde poniéndose una camiseta negra, puedo ver un gesto
de dolor en su cara, debe ser de lo que vi en su abdomen – tengo cosas que
hacer para mi padre.
-
¿Qué
cosas? – pregunto y no sé porque lo hice.
-
Hacer algo de lo que me han estado culpando – ella
no siquiera me mira, el pantalón que se pone también es negro- asesinar alguien
– dice como si nada.
Es una respuesta que no me la esperaba. Ella debe creer
que al no ir a visitarla en la cárcel es porque creí que lo que decían lo hizo
ella. La observo parada frente al espejo atándose su cabello en una cola alta,
lo tiene más largo que cuando llego.
-
Agos… empiezo hablar y ella solo me mira a través
del espejo.
Espera a que hable pero no puedo, no sé por dónde
empezar. Bueno es fácil por donde debo
empezar, por lo que vio hace un rato, pero es que al ver su mirada fría me
intimida. Vuelvo a mirarla y en su reflejo en el espejo la veo a ella pero
parece estar toda de blanco y unas alas grandísimas de color blanco con un
color azul índigo podría decirse, se ven hermosas. ¿Cómo puede ser esto? Ella
esta vestida toda de negro, miro a su cuerpo
y el espejo y sigo viendo dos cosas diferentes. Cierro los ojos, quizás
el tener que hablar con ella y el miedo que tengo hace que este viendo estas
cosas. Al abrirlos ella ya no se encuentra frente al espejo así que no puedo
comprobar lo que vi.
-
¿vas
a volver? – pregunto al ver como agarra una campera y su móvil y está dispuesta
a salir.
-
No
sé – responde al pararse a mi lado y mirarme fijamente.
Escucho como la puerta como se cierra cuando reacciono.
Salgo rápidamente tras ella, necesito que me escuche, no soporto que me mire de
esa forma tan fría, sin ninguna muestra de cariño. Yo me la he buscado por
idiota, ahora tengo que arreglarlo como sea.
****
Llego al comedor donde están sentados mi madre, padre y
ese que cuando era chica solía llamarlo hermano.
-
Papa
– deja de hablar con mi madre para posar su vista en mi – ¿podemos hablar a
solas?
-
Hija
¿no vas a saludar a tu madre? – dice Gabriela y me mira.
No sé porque, tengo la sensación de que mi madre prefiere
a ese más que a mí. Bueno es normal él estos años que yo no he estado aquí a
estado ganándosela y también está el hecho de que tampoco fue a verme estando
encerrada, de mi padre era entendible pero ¿ella? esta todo el día en la casa o
con sus amigas tomando el té, shopping, y demás cosas superficiales.
-
Hola
madre – respondo con una sonrisa fingida.
Veo como abre los brazos para que me acerque abrazarla
pero no lo hago. Damián me mira y por supuestos en sus ojos veo que está feliz
de que lo haya visto con Ari pero por otro lado furioso de que me hayan dejado
en libertad o mejor dicho de que su abogado no le haya avisado nada de que me
dejarían en libertar aunque a estas alturas debe saber que están encerrados e
investigan a los tres y sus cómplices.
-
Por
supuesto pequeña – responde mi padre poniéndose de pie – vamos a mi oficina.
Sigo a mi padre en silencio, conteniendo todo lo que
siento en estos momentos.
-
Dime
– contesta parándose a mi lado en la ventana después de servir dos vasos de
whisky.
-
Lo
único que quiero es que tu gente no me siga esta noche- me observa en silencio,
bebe de un trago todo el contenido del vaso – ni siquiera ese – señalo el
comedor – quiero hacer las cosas a mi manera.
-
Hija
no quiero que pienses que desconfió de ti pero ¿Por qué?
-
Porque
eso va hacer una masacre – respondo sin dejar de mirarlo para que no sospeche
mis intenciones – y si ellos me siguen o tu hijo, te juro que no respondo.
-
Está
bien entiendo que quieras hacerlo de esa manera ¿si necesitas refuerzos?
-
Papa
eso no lo voy a necesitar – digo mirando el patio donde se ven sus hombres – tú
no sabes lo que pase en ese internado donde me mandaste. Se defenderme y
cuidarme sola.
Además qué más da si muero. A él solo le importa que se
quedara sin heredera y tendría que aceptar a ese hijo que tiene, que por cierto
en maldad se parecen. No puede negar que no es suyo. Si él le apoyara como a
mí, estoy muy segura que sería el hijo que el tanto desea, pero mi padre sin
saberlo lo está convirtiendo en lo que quiere que yo sea.
-
¿te
informo cuando este hecho?
-
Si
– responde volviendo a servirse otro trago.
-
Entonces
ahora te llamo – contesto y me acerco a la puerta para irme.
-
Es
temprano para que vayas – ahora si me mira de manera extraña.
-
Tranquilo
que no voy allí. Tengo otras cosas que hacer primero – eso es mitad cierta,
necesito hablar con Uriel.
-
Le
pedí a la cocinera que hiciera tu plato favorito para cenar en familia.
Lo miro incrédula ¿en verdad quiere que me siente en esa
mesa? después de lo que he visto lo que menos quiero es ver la cara de Damián
porque no dudaría en clavarle el cuchillo en la frente, algo que se lo tiene
más que merecido.
-
Esta
noche eso no será posible – contesto y salgo de allí sin esperar su respuesta.
Busco mi moto y cuando voy saliendo para irme, veo como
mi madre hace seña para que me detenga y ¿ahora que quera?
-
Tu
padre me dijo que no te quedas a cenar con nosotros. Espero no sea por lo que
ha pasado con Ari y tu hermano.
-
Madre
– digo suspirando, no tengo porque hablar de estos temas con ella – tengo cosas
que hacer.
-
Hija
solo te pido que no odies a tu hermano porque esa chica lo beso – dice esta.
-
¿tu
como sabes que fue ella? – respondo sin dejar de mirarla.
-
Agos
– dice – no tengo porque decirte esto.
-
¿Qué
no puedes decirme? Pero si puedes pedirme que no lo odie y no me explicas por
qué dices lo que dices. Sabes que mi padre, él y tú, puede dejarme en paz.
-
No
me hables así Agostina.
-
Te
hablo como quiero. Ve hacer de madre con él, que lo necesita más que yo ¿Dónde
estuviste estos días? O ya se cuidándolo al tu hijo, porque él lo es más que yo
¿no? Te recuerdo que a mí me pariste,
llevo tu sangre, no ese, pero no importa.
-
Él
me conto – responde suspirando – me dijo que ella fue quien lo beso. Él no te
traicionaría de esa manera.
-
Jajaja
– suelto una carcajada y Gabriela me mira enfadada - ¿tú le crees? – pregunto
al intentar contener la risa.
-
Si
le creo – dice y se le nota el enfado en la voz – él no tiene la culpa que esa
chica haya estado jugando contigo.
-
Gabriela
tu no conoces a Damián y de lo que es capaz, pero gracias me acabas de
demostrar que clase de madre tengo.
Vuelvo a decir deberías estar apoyándome a mí y no a él.
-
Es
tu hermano por dios, como puedes creer que sea capaz de algo así.
-
No
es mi hermano, yo no tengo hermanos y créeme que sé muy bien de lo que es
capaz. La que no lo conoce y no sabe nada de él eres tú. No te preocupes, algún
día vas a darte cuenta. Lástima que para entonces ya has perdido una hija, tu
única hija por cierto. Chau madre.
Acelero la moto y me voy. No me quedo a esperar su
respuesta, es obvio que ella lo va a defender a él. Es obvio que no lo conoce y
de todo lo que es capaz. Ella debería haberle dicho algunas cosas a él y no a
mí, reacciono como si yo hubiera besado a su novia.
Idiotas. Al llegar a la ciudad me detengo y saco el móvil
para hablar con U.
-
Hey
– responde al segundo tono - ¿Qué tal todo en casa?
-
Mal
– respondo – necesito que averigües algo por mí.
-
Dime
– menos mal no pregunta que ha pasado.
-
Mi
padre quiere que haga uno de sus trabajos sucios – le comento lo que me ha
dicho - ¿crees que sean nefilim?
-
Es
muy probable que si – respondo al parecer está pensando – es la única forma que
quiera deshacerse de ellos, debe ser de lo que no están en su bando ¿quieres que
vaya contigo?
-
He
pensado lo mismo. Si me gustaría que vinieras conmigo creo que sabrías de que
bando están. Llama al piloto del avión y dile que lo prepare – respondo – y
necesito algo más que consigas.
-
¿Qué
más quieres?
-
Un
par de cuerpos – contesto sin preámbulos.
Solo se escucha silencio del otro lado de la línea. ¿Qué
le pasa a este?
-
Antes
que nada quiero saber para qué quieres eso.
-
U,
yo no los voy a desaparecer de la forma que quiere mi padre, pero el seguro
manda averiguar que paso o puede hacerlo ese que dice ser mi hermano. sería
mejor que alguien encuentre los cuerpos y salga en la noticia, sería más
creíble.
-
Me
gusta cuando usas tu cabeza. Tienes razón, veré con quien puedo hablar para que
saque dos cuerpo sin reconocimiento y familiares de la morgue.
-
Bien
– contesto y le paso la dirección de un bar donde voy hasta que sea hora de
pasar por esa casa – nos vemos.
-
Nos
ve… - corte el móvil antes de que pueda terminar.
Enciendo la moto y miro alrededor para ver si mi padre
bueno Damián no ha mandado a seguirme nuevamente. Me marcho del lugar donde
encuentro y llego al bar. Al ser día de semana no hay mucha gente, solo un par
de borrachos que no puedes estar lejos del alcohol un día.
Me siento en la barra y veo como varios de ellos me
observan, algunos incluso cuchichean, seguramente tratando se ponerse de
acuerdo para ver quien se me acerca primero.
-
Hola
– saluda la chica que está atendiendo con una sonrisa- ¿Qué te sirvo?
-
Hola
– contesto con apenas una mueca en mi rostro – tráeme una botella de Vodka.
-
Bien
– dice dándose la vuelta y pasándome la botella con un chupito - ¿Qué hace una
chica guapa como tu queriendo bajarse una botella sola?
A no, lo que me faltaba, tener que contarle a esta chica
que ni siquiera sé cómo se llama lo que pasa en mi vida en estos momentos.
-
¿necesito
algún motivo para sentarme a beber aquí? – pregunto mirándola
-
No,
disculpa si te incomode – responde yéndose atender a otro cliente.
Me sirvo el vodka y de un trago me lo bebo, repito esta
acción un par de veces más. uno de los
borrachos se acerca a una rocola que se encuentra en un rincón del bar y luego
de unos minutos de estar intentando poner la moneda lo logra y empieza a sonar
una canción que por el estado en que él se encuentra dudo que la haya elegido.
Silencio, silencio.
Yo no quise besarte.
Tú no querías enamorarte.
Nunca quise hacerte daño.
Nunca quisimos que esto significara mucho.
¿Cuándo me quise enamorar? En ningún momento, no quería
terminar con el corazón como lo tengo ahora. Eso no significa que haya querido
jugar con las mujeres. Una relación donde quisiera mucho a la otra persona
estaba bien para mí. Enamorarte siempre ha sido el darle el poder a otra
persona para que te destruya, también a tus enemigos. Eso es lo que ha hecho
ahora Arikel y Damián.
Silencio, silencio
ahora.
Quería mantenerte
Por siempre a mi
lado.
Sabes que lo sigo
queriendo.
Y todo lo que
quería era creer.
Sigo bebiendo, pero lo que quiero es agarra y tomar desde
la botella, borrar el beso de él con ella. Olvidarme de que el beso sus labios
¿Cuántas veces lo habrá hecho? A pesar del dolor que siento por el engaño de
Ari, sigo queriendo estar con ella, siempre. Pero yo no puedo perdonar su
mentira, todo este tiempo a menos desde antes que yo fuera presa estaba
viéndose con él con la excusa de cenas con inversionistas, socios, etc.
Silencio, silencio
ahora.
Así que adelante,
vive tu vida.
Así que adelante,
di adiós.
Tantas preguntas
pero no pregunto porque (pero no pregunto por qué)
¿Por qué voy a preguntarme o preguntarle por qué? Ella me
dijo muchas veces que no le gustan las mujeres. Supongo que he sido solo un
experimento en su vida. Veo la botella y está casi vacía, me sirvo todo el
contenido y le hago seña a la cantinera que me traiga otra botella. Habiendo tantos hombres, tuvo que enredarse
con el que quiere verme destruida. Por el motivo que haya sido, ya sea para
definir lo que siente por mí, si le siguen gustando los hombres o no, pudo
buscarse a cualquiera. Lo que hace peor su engaño es eso.
Así que esta vez ni
siquiera lo voy a intentar.
Silencio, Silencio
ahora.
Silencio, Silencio
ahora.
Cuando Intento
olvidarte
Sigo recordando
Lo que tuvimos fue
tan real.
De alguna manera lo
perdimos todo.
Si sigo recordando su beso con él y los besos que me ha
dado a mí. ¿Se ha besado con el antes de besarme a mí? Si tan solo hubiera sido
sincera.
Silencio, silencio
ahora.
Silencio, silencio
ahora.
Así que adelante
vive tu vida
Así que adelante,
di adiós.
Tantas preguntas
pero o pregunto por qué (pero no pregunto por qué), no.
Así que adelante
vive tu vida
Así que adelante,
di adiós.
Tantas preguntas
pero no pregunto por qué (pero no pregunto por qué)
Quizás algún día,
pero esta noche no.
Silencio, silencio
ahora.
Silencio, silencio
ahora.
Quizás algún día sepa que paso esta tarde. Esta noche al
parecer ella quería decírmelo y quías aun quiera decírmelo, por eso pregunto si
esta noche volvía a esa casa.
No, no, no se te
ocurra decir una palabra (palabra)
De lo que alguna
vez pensaste oír (oír)
No le digas a nadie
Lo que sabes.
Trate de ocultarlo
pero sigo creyendo que
Nosotros estábamos
destinados a ser (ser)
Pero nunca podría
dejarte ir, no.
Silencio, silencio
ahora.
Silencio, silencio
ahora.
Así que adelante
vive tu vida
Así que adelante,
di adiós.
Tantas preguntas
pero no pregunto por qué (pero no pregunto porque), no.
Así que adelante, vive tu vida
Así que adelante y di adiós
Tantas preguntas pero no pregunto por qué (pero no pregunto por qué)
Tal vez algún día, pero no esta noche
Silencio, silencio ahora
Silencio, silencio ahora.
Así que adelante y di adiós
Tantas preguntas pero no pregunto por qué (pero no pregunto por qué)
Tal vez algún día, pero no esta noche
Silencio, silencio ahora
Silencio, silencio ahora.
¿Estamos destinadas? No lo sé,
pero primero fue cuando éramos chicas que se fue el día de mi cumpleaños,
segundo el internado y tercero ahora. Creo que en la mayoría de las veces pasa
algo, dos tuvo que ver Damián. Quizás eso significa que no debemos estar juntas.
- No deberías
estar tomando – escucho la voz de Uriel a mis espaldas - ¿segura que vas a
poder hacer esto?
- Si – respondo
bebiendo otro trago - ¿hiciste lo que te pedí?
- Debió pasar
algo en tu casa para que estés así – contesta y paga la cuenta – vamos. Y si,
fue lo primero que hice, me costó conseguir, pero lo logre.
- Tú lo sabias
¿no? – digo mientras él me saca del brazo, no estoy borracha pero él cree que
si – por eso tu cara hoy.
- No te lo voy a
negar. Siguiendo a tu hermano los vi en un restaurant cenando y el no pedía
oportunidad de coquetearle.
- Si eso ya lo
suponía – respondo soltándome de su brazo – ando en la moto, tendrás que
seguirme.
- No quiero que
conduzcas en ese estado.
- No estoy mal –
me subo y la enciendo - ¿me sigues sí o no?
- Bien – suspira
dándose por vencido – te seguimos.
Lo observo y me hace seña de dos
autos y una camioneta donde supongo van los cuerpos que pedí. Espero a que el
suba en el auto y acelero, de a ratos dándome vuelta para saber que me sigue.
En unos diez minutos yendo por calles poco transitadas llegamos a la casa. Es
una casa bastante grande, no una mansión pero si lo suficiente. Tiene cámaras
de seguridad y nos cuantos hombres por lo que observo.
- ¿Cómo hacemos?
– dice Uriel parándose a mi lado.
- Vamos tú y yo
primero – respondo cerrando los ojos y soltando el aire despacio por lo que voy
a decir – sabes que los de seguridad no puedes quedar respirando ¿no?
- No es
necesario matarlos. Podemos llevarlos algún lado.
- ¿Sabes lo que
pasara si se entera Antón?
- Puedo
llevarlos a Italia conmigo – responde – los tendré controlado.
- Está bien pero
al entrar hay que dejarlos inconscientes para que no llamen refuerzos o
escapen.
- Bien entendí
tu punto – contesta.
Me ayuda a subirme al muro que
por suerte no es tan alto. Si no estaría en problemas. Al entrar a la casa nos
encargamos de los de seguridad y Uriel hace entrar a los hombres que trajo con
él. Busco a la familia, en la cocina solo están los empleados, que aunque no
quiera me encargo de ellos y aviso a Uriel. Subo las escaleras y escucho la voz
de una mujer al parecer esa leyendo un cuento, me acerco despacio y si como lo
dije le está leyendo el cuento a una pequeña de unos cuatros años.
Al verme entrar con un arma se
asusta y abraza a la niña.
- ¿Quién eres?
¿Qué quieres? – dice con la voz temblorosa.
- ¿Dónde está tu
marido? – respondo apuntándola a la niña.
Odio tener que hacer esto pero es
la única forma de que hable.
- No le hagas
daño – la mujer llora.
- Si no quieres
que pase eso, entonces habla y responde mi pregunta.
- No lo sé –
responda esta vez llorando más fuerte – se lo llevaron ayer.
- ¿Quiénes?
- Eran unos
tipos encapuchados. La policia se está haciendo cargo del caso.
- Mierda –
respondo ¿Quién está atrás de esto? ¿será que Damián sabía y mando a su gente?
Bueno él no sabía que saldría de la cárcel.
Doy vueltas por la habitación.
Pensando que hacer. Necesito Información.
- ¿Por qué andan
detrás de su familia? – pregunto.
- Somos gente
honrada, no andamos en nada ilegal si quieres saber.
- Sabes algo que
Él quiere – digo y sus ojos se abren en grande, parece que sabe a lo que me
refiero.
- ¿tú no sabes?
– pregunta la mujer.
- Las preguntas
aquí las hago yo. Si lo supiera ¿crees que estaría aquí?
- No, ya veo que
no sabes. Y no puedo decírtelo. Tendrás que matarme.
- No me tientes.
En eso llega Uriel y ambos se
miran como reconociéndose.
- ¿Uriel?
- Hay no - respondo -¿se conocen?
- Ella es de la
nuestra – dice abrazándola y mirándome – después te contare-
- Su esposo no
está, un cadáver debe volver a la morgue.
Él no dice nada, sabes que no
tenemos tiempo. Que tenemos que salir de esta casa pero antes tengo que llamar
a mi padre.
- Vamos abajo –
digo mirándoles a los tres, la niña desde que llegue no me ha sacado los ojos
de encima – trae una cinta.
- ¿para qué?
- Ta veras.
Al bajar las escaleras e ir donde
están los sillones. Y siento el olor feo de los cuerpos. Hago una seña a los
hombres que trajo Uriel y pido que lleven el cadáver masculino a la camioneta.
Cuando ellos llegan, las hago sentar a las dos en el sillón, y coloco cinta en
su boca. Uriel me mira y está por protesta cuando con una mirada se calla.
También ato sus manos, no vaya hacer que se lo saquen y me arruinen el
plan. Haciendo un esfuerzo sobre humano,
hago lo mismo con los dos cadáveres.
Saco el móvil y marco a mi padre
que atiende rápidamente.
- ¿sabías que al
tipo se lo llevaron? – finjo estar molesta.
- No hija no lo
sabía – responde desde el otro lado de la línea- ¿la mujer te ha dicho algo?
- Eso que te
dije padre – me acerco a ella y le saco la cinta de la boca – repite lo que me
dijiste a mi – así lo hace y vuelvo a ponerle la cinta - ¿Qué hago con ellas?
- Ya te dije,
desaparécelas – responde molesto.
- Bien – digo y
sin colgar disparo tres tiro a los
cadáveres, ella solo se mueven por suerte ninguna ha hecho ningún ruido – ya
está hecho.
Después de eso corto el móvil y
las desato a ellas y miro a U, que me mira sorprendido por lo que acabo de
hacer.
- ¿Por qué
ocultas tus alas? – pregunta la niña tirándome del pantalón.
- ¿perdón? –
digo mirándola.
- Si – dice
moviendo su manita en el aire como si estuviera acariciando algo y siento
cierto cosquilleo en el cuerpo – son muy bonitas, deberías mostrarlas.
- Eso no se
puede hacer – respondo sonriéndola – llévalas al auto. ¿no necesita nada de
aquí? – pregunto a la mujer.
- ¿Dónde iremos?
- A Italia –
contesta rápidamente Uriel.
- Entonces los
pasaportes – sube la escalera corriendo y Uriel por detrás.
En unos segundos están de
vueltas. Agarra a su hija en brazos y sale. Salgo tras ellas pero antes de
salir completamente, tiro un fosforo y la casa empieza arder. Uriel le dice a
unos de los chicos que no se mueve hasta que vea que al menos la parte de donde
se encuentras los cuerpos para que queden irreconocibles.
- U, ¿me sigues
hasta mi casa?
- ¿Por qué
quieres que vayamos hasta allí?
- Voy a buscar
algo y vuelvo con ustedes – respondo y
el solo asiente.
Al llegar a casa subo las
escaleras y entro en mi habitación y voy a uno de los cajones con llave y saco
unos papeles y una computadora con mucha información que no puedo dejar aquí.
En la cama quedan unos DVDs con
otros papeles que los dejo tirados porque ya no importan. Así como llegue a la
casa salgo pero esta vez camino hasta la entrada donde ellos me esperan.
Subo en el segundo auto donde voy
sola, porque Uriel está poniéndose al día con su amiga en el primer auto. No
nos alejamos mucho de la casa, cuando veo un auto que nos sigue. Observo bien,
y vienen cuatro en el auto y uno es Damián. En unos segundos alcanzan el auto
donde voy yo, y sacan unas armas por la ventana y empiezan a disparar.
Con todo lo que he pasado en el
día exploto. No sé como pero ni en qué momento me encuentro en el aire. Solo
puedo ver la luz que desprende mi cuerpo y el espeso de mis alas en la espalda.
Vuelvo por el aire y caigo detrás de su auto donde deposito un puño que hace que este vuelve por
el aire y de un par de tumbos. Estoy enceguecida por todo, Damián está saliendo
herido del auto cuando lo ataco yo, de dos puñetazos quiebros sus costilla, una
pierna y el brazo con el cual suele empuñar su arma. Voy a darle otro en su mandíbula cuando Uriel
y la mujer me detienen. Miro como Dam cae en el suelo inconsciente. No siento
nada al verlo de esta manera.
La cabeza me empieza a estallar
me duele demasiado y es como si escuchara mil chicharras en mi cabeza. Llevo
mis manos allí y las piernas se me aflojan. Con mi mirada busco los ojos de
Uriel.
- ¡Has que se
callen! – grito antes que todo se vuelva negro.
Nota: la canción es de Avril
Laringe hush hush. Quizás algunas les suenes el nombre de la canción por la
saga de libros hush hush. Que trata de ángeles. Esta canción muchos la escuchan
como banda sonora de ese libro u también la saga Oscuro, por supuesto trata de
ángeles también. A quienes le guste la historia de ángeles les recomiendo esas
dos sagas.
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autor.
No tardes en escribir el otro capitulo cada vez se pone mas interesante y emocionante a la vez x todo el misterio k hay en cada capitulo.
ResponderEliminarVec muchas gracias por hacer los capítulos mas largos y subir otro esta semana... Espero con muchas ansias el proximo, porfis no tardes :(
ResponderEliminarAbrazos... Luisa V.
Eso no te tardes tanto.Por lo menos no son cortos.
ResponderEliminarEsta muy interesante
Saludos :b
Oye, esta buenísima la trama, por favor No tardes tanto, jeje sonó a villancico... Aquí quedo a la espera del siguiente, gracias Ve_c. :)
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