Capítulo
I
“Jalisco nunca pierde, y si pierde arrebata”
PAOLA
La nada agradable sensación de tener
que cruzar el Atlántico se alojó en mi estómago, volar no me gusta y menos
tantas horas, pero lo valía por ver a Mariana tan feliz. Mi hermana menor no lo había pasado bien
durante mucho tiempo; el divorcio de mis padres no fue cosa fácil para ninguna
de las dos, pero para ella menos y debo admitir que siempre fui como hermana
mayor muy sobre protectora. Le llevo casi cinco años.
La llegada de Ricardo a su vida fue
agua refrescante, el chaval tiene todo lo que se puede querer en un tío: guapo,
simpático, hijo de familia adinerada y encima sencillo; reconozco que si me
gustaran los tíos hasta yo hubiese sentido envidia de mi hermana. Ricardo es
mexicano, aunque tengo entendido que ha radicado fuera de su país por mucho
tiempo, a España llego hace cosa de un
año para concluir sus estudios y quedarse definitivamente con sus padres que
radican aquí desde hace varios años por los negocios de su familia. Apenas hace ocho meses que Mariana lo
conoció, la atracción fue inmediata y casi desde aquel momento fueron
inseparables, cuando Ricardo le invitó a viajar con él a México esta se puso
como loca, en primera porque no se quería separar de su novio por tantas
semanas, y claro, que a quien no se le apetece viajar a otro país; pero mis
padres no fueron tan felices como ella, por lo que fue un culebrón, con todas
las armas que utilizan los hijos para obtener algo que quieren: llanto, enfado,
chantaje, etc. y en el caso de mi hermanita acudir a mí en busca de apoyo, unidas
fuerzas, entre las dos continuamos con la presión hasta que papá cedió un poco
y eso bastó para que mi madre hiciera lo mismo, pero ésta última puso como
condición que yo la acompañase, ahí es
donde quedé atrapada en esta situación porque tenía mis propios planes para las
vacaciones; fue entonces que toda la artillería de Mariana se me fue encima,
tampoco le fue tan difícil convencerme, y aquí estoy, montada en un boeing 777
rumbo a Ciudad de México.
- Tranquila Paola. Te aseguro que dormirás
la mayoría del trayecto.
- Tú lo dices, mira que viajar… es que me
pone muy mal Ricardo.
- Pao ¿de verdad que no te da emoción
conocer otro país? que digo otro país, otro continente – La voz de Mariana
vibraba llena de emoción.
- La verdad que no mucha.
- Cuando estemos allí vas a cambiar de
opinión cuñadita, estaremos apenas dos días en el D.F. Y luego iremos a Guadalajara y de ahí a
Tequila a la hacienda de mis abuelos, te aseguro que lo pasaras muy bien.
- No lo dudo, pero la idea de pasar doce
horas a treinta mil pies de altura, es que me da vértigo.
- En cuanto despeguemos te tomas algo y
veras como te relajas.
- Vale – dije aferrada al asiento- pero
tendrá que ser más de una.
Ricardo
rió.
- ¿Y tu hermana estará en México? - Cuestionó
Mariana dirigiéndose a Ricardo.
- No, Tzuri está en la hacienda, en cuanto
está libre vuela para allá.
- ¿Es mayor que tú? – Pregunté más por
olvidarme de donde estaba que por interés.
- Si, tiene 24 años, me lleva tres.
- ¿Y por qué ella no ha venido a vivir con
vosotros?
- ¡Ufff! Eso fue todo un drama, mis papás
obvio querían que viniera pero ella se aferró a quedarse, tiene un carácter muy
fuerte y con el apoyo de mi abuelo se quedó, además que en ese entonces tenía
19 años y no era fácil obligarla. Pero ya terminó la carrera y llegó el momento
de trabajar en el negocio, esta vez la presión será de toda la familia aunque
conociéndola creo que no cederá.
- ¿Tu padre es hijo único Ricardo?
- No, tiene un hermano, mi tío Samuel, él
con mi abuelo se hace cargo de la producción del agave, la destiladora y de la
distribución del tequila en todo América, y mi padre se hace cargo de Europa y el resto del mundo; se supone que mi hermana y yo continuaremos
con la labor de mi padre y mis primos con la de mi tío.
- Ahhh ¿pero tienes primos? nunca lo
mencionaste, ¿y son tan majos como tú? – Intervino Mariana acariciándole la
cara.
- Nadie es tan majo como yo –, contestó
Ricardo sonriente guiñándole un ojo-.
Son tres: Fernando que es de mi edad, Xóchitl debe tener más o menos la tuya mmm, si como
17 y una escuincla divina, María de ocho años. Pero creo que Fer y Xóchitl
decidieron pasar sus vacaciones fuera del país así que solo les tocara conocer
a la peque.
La conversación me resultó terapéutica
porque durante ésta el avión se elevó y
casi ni me percate de ello, tres
whiskey’s surtieron su efecto y me dormí a pesar de ser las dos de la tarde; desperté
unas horas después, comí algo, bebí más y volví a dormir hasta que la claridad se asomó por las
ventanillas. La vista de la Ciudad era impresionante, aquello se vislumbraba
enorme, una vez que aterrizamos me sentí extraña, el cambio de horario resulto
incomodo; es como si te hubiesen robado el tiempo. Ya en el taxi la sensación cambió de a pocos,
la vista durante el camino a lo que era el piso de la hermana de Ricardo era
maravillosa, grandes construcciones antiguas mezcladas con edificaciones
modernas, árboles enormes bordeados de flores de diferentes colores, una muchedumbre de autos y gente, diferentes
colores y sonidos; me perdí en todo
aquello hasta que el taxi paró en un
edificio bastante alto frente a un parque precioso. Una vez dentro de aquel piso, admire el gusto
en la decoración bastante sencilla, sin muchos ornamentos y funcional. Ricardo
me llevo hasta una habitación muy amplia con un ventanal enorme con vista al
parque y cama de doble plaza, en las mesillas de noche se apreciaban
fotografías de una chica preciosa de mirada intensa montada a caballo, abrazada
de un perro enorme y con un grupo de chicas y chicos.
- Pao esta es la habitación de Tzuri, espero
que te sientas cómoda en ella, o si
prefieres ver la otra, él “depa” es pequeño y solo consta de dos habitaciones,
cosas de mi hermana que es demasiado práctica.
- No, ésta queda perfecta para nosotras -
Dije seria a sabiendas de la mala pasada que les estaba jugando a estos
dos-, la vista es preciosa -me hizo gracia la expresión de Ricardo y la
mirada furiosa de Mariana.
- Ehh, amm, eeeste, mira Pao yo tenía
pensado que, pues que, - decía titubeante-
tú sabes.
- Por Dios Paola, que Ricardo y yo vamos a
dormir juntos, no lo pongas en estas mujer -dijo esto tomando de la mano a su
novio y saliendo de ahí para dejarme muerta de la risa.
Una vez sola pude satisfacer mi curiosidad inicial y tome una de las
fotografías, la única en donde la chica estaba sola, solo abarcaba su rostro
enmarcado por el cabello suelto que caía cual cascada de chocolate sobre sus
hombros, su mirada era de un marrón tan oscuro que sus ojos parecían negros, de
tez blanquísima, labios carnosos y cálida sonrisa, supuse que era la hermana de
Ricardo que en ese momento apareció en el marco de la puerta.
- Es Tzuri.
- Ya, lo supuse - Afirme al tiempo que colocaba
el portarretratos de nuevo en su sitio-
hay mucho parecido entre ustedes.
- Si, nos hicieron igual de bonitos a los
dos - dijo sonriente-. Cómo ves si después de ducharnos salimos a que conozcan
un poco de la ciudad ¿o prefieres descansar?
- No, salimos, ya dormí suficiente durante
el vuelo. –Dicho esto quedamos en prepararnos para salir a comer, hacer algún
recorrido y luego irnos de marcha.
Los dos días en el DF como Ricardo le
decía a la ciudad fueron bastante divertidos, la comida mexicana me encantó,
claro no toda, porque alguna es demasiado picante, “los antros” como también les llamaba Ricardo
fueron suficientes para hacerme pasar del pesar inicial de haber cambiado mis
planes vacacionales.
Estábamos disponiendo todo para partir
hacia Guadalajara en donde estaríamos apenas un momento ya que nos estarían
esperando para llevarnos hasta la hacienda de la familia de mi cuñado.
Una
vez en la salida del aeropuerto Ricardo se dirigió a un chaval moreno de rostro
amigable y que le sonreía de oreja a oreja al tiempo que le abría los brazos en
señal de bienvenida; notablemente alegre por verle, Ricardo le abrazó y ambos
se palmearon las espaldas.
- ¿Cómo estas cabrón?, que gusto me da verte
en serio wey, que chingon que ya estés
aquí Juan y que hayas sido tu quien viniera por nosotros.
- Pinche españolito, le dije a “lobo” que si
te escuchaba cecear como al pendejo de Hugo Sánchez te iba a agarrar a putazos
wey – expuso carcajeándose - , llegue ayer y cuando papá me dijo que llegabas
hoy le dije que yo venía por ti ¿y qué
traes novia wey?
- Si, mira te presento – volviéndose a
nosotras. - Amor, Pao, este es mi mejor amigo desde la infancia, Juan, esta es
mi chava “carnal” y ella es mi cuñada.
- Hola que tal, encantada, Mariana - saludó
mi hermana.
- Hola, mucho gusto Juan, soy Paola - le
dije yo a mi vez sonriendo, me divertía el modo de hablar de Ricardo en cuanto
piso suelo mexicano.
Una vez en camino a nuestro destino
Ricardo y Juan empezaron a charlar ya que estos iban en la parte delantera, no
sé si de pronto se olvidaron de nuestra presencia, por su conversación parecía
que así fue.
- No pus si carnal, está muy chula tu chava y también tu cuñada, ¡mmm!
Rosi se va a poner muy celosa – dijo esto y Ricardo frunció el ceño y la
entonación de Juan fue de seriedad- sigue clavada wey.
- ¿Pero cómo? ¿Después de tanto tiempo? lo
siento de veras, yo sé que es tu hermana bato y sabes que los quiero como si lo
fueran míos, pero es muy terca caray; crecimos juntos y por eso mismo siempre
fui sincero con Rosi y le dije derecho que esa relación no tenía futuro.
- Todos
se lo advertimos, hasta la misma Tzuri… y Rosi lo sabía, pero como ella
misma dice carnal, en el corazón no se
manda y se estampo, pero lo peor es que sigue
y ahora con la posibilidad de la convivencia se alboroto otra vez; pero
me temo que traes materia de placer para el motivo de sus sueños, y de tortura para ella.
En ese momento Ricardo recordó de
pronto que escuchábamos y con evidente nerviosismo preguntó si íbamos cómodas y
aunque dijimos que así era el rostro de Mariana reflejaba malestar por lo que
acabábamos de oír, bueno hasta yo estaba un poco molesta por lo desconsiderado
que había sido por parte de Ricardo el estar hablando de la relación que
sostuvo con la tal Rosi con tanta
frescura frente a su novia, aunque manifestara abiertamente que eso nunca tuvo
futuro.
El resto del camino fue tenso debido a
eso, Ricardo preocupado por Mariana quien estaba evidentemente descompuesta y
yo en medio de aquella situación, solo Juan parloteaba alegremente sobre
trivialidades. Cuando estuvimos frente a
una verja enorme y esta se abrió, automáticamente mi mente se disipo de todo
para admirar el camino lleno de árboles, después de unos tres kilómetros
aproximadamente, estuvimos frente a una finca enorme y hermosa de evidente
construcción colonial, al bajar de la
furgoneta ya nos esperaban una señora muy guapa y elegante que abrazó a Ricardo
con efusividad y un señor altísimo muy
apuesto y erguido que sonreía franco y nos miró con calidez,
Ricardo los presentó a ambos como sus abuelos.
- Miren
ella es mi novia Mariana y ella es su hermana Paola -dijo esto tomando
de la mano a Mariana y dirigiendo su mirada hacia mí.
- Ven acá
niña dame un abrazo, mira que es la primera vez que este truhan me
presenta una novia -dijo dulcemente la señora-
mira qué bonita estas -le dijo a Mariana, volviéndose luego a mí me
saludó con la misma dulzura que lo hizo con mi hermana- que placer tenerlas
aquí.
- A ver chiquilla… sí que estas bonita, y tú no te quedas atrás - dijo esto abrazándome también- mmm quizá tú
también te quedes en la familia yo sé de alguien que con gusto te echaría un
lazo.
- Alberto la vas a asustar -no hagas caso hija este viejo tiene alma de
casamentero y siempre anda buscando emparejar a sus nietos.
- No me regañes Esther, es que esta niña de
ojos azules me gusta para que se convierta en mi nieta favorita.
- A propósito y Tzuri porque no está aquí.
Antes de obtener respuesta se escucharon cascos de caballo a todo galope
y todos nos volvimos en dirección al sonido; montada en un animal bellísimo
venia la mujer más hermosa que hubiese visto, definitivamente la foto no le
había hecho justicia, con movimiento ágil desmonto y con amplia sonrisa y
caminar felino se acercó a nosotros.
- ¡¡¡Enano!!! –Abrazó a Ricardo
acariciándolo en la cabeza como si este fuese todavía un crío - que ganas de verte escuincle.
- ¡¡¡Tzuri!!! oyeee, que ya no soy un niño
-decía medio avergonzado y medio divertido con la situación. -Mira ven te voy a
presentar a tu cuñada, ella es mi hermana Tzuri mi amor, dijo pasándole el
brazo por la cintura a Mariana.
- Hola linda es un placer conocerte al fin
-se acercó y tomándole de los hombros le dio un beso en cada mejilla – así se
saluda en tu tierra ¿cierto?
- Sí, para mí también es un placer
conocerte Ricardo habla mucho de ti.
- Y ella es Paola, mi cuñada.
¡Terminó mi época de estudiante!, podría
gritar libre al fin, pero eso esta tan alejado de la realidad, es precisamente
en este momento de mi vida que mi libertad está en juego, muy pronto tendré que tomar decisiones
difíciles; resoluciones que cambiaran el rumbo de mi vida.
Mañana me marcho a Tequila, a la hacienda de mis abuelos, ha pertenecido
a mi familia desde hace más de doscientos años, originariamente solo era
productora de tequila artesanal, y así se mantuvo por mucho tiempo, hasta principios
del siglo pasado en que mi tatarabuelo inició la empresa para su distribución,
inicialmente solo dentro del país, fue mi bisabuelo el que inició con la
exportación de nuestro tequila, primero solo al sur de los Estados Unidos, poco
a poco el negocio fue creciendo hasta estar presentes en todo Norte
América; pasaron años en los que mi
abuelo junto con su padre crearon un pequeño emporio en todo el continente,
cuando llegó el momento de expandirse al resto del mundo, mi padre como el
mayor, asumió la responsabilidad de llevar el negocio familiar del otro lado
del charco estableciéndose en España desde hace varios años. En aquel momento
me aferre a no cambiar mi vida y un tanto por darme por mi lado, pero
principalmente por el apoyo de mi abuelo terminé saliéndome con la mía, claro
está, con el acuerdo tácito de que una vez concluyera mis estudios
profesionales trabajaría junto a mi padre y asumiría el rol que me corresponde;
hacerlo me será muy difícil y doloroso, México, Jalisco, Tequila y “LluaviXotu”
– es el nombre de la hacienda- es lo que más amo en la vida; por supuesto
después de mi familia.
Ahora solo me relajare, me reiré de las
tonterías de mi loca amiga, y dejare que las cosas fluyan solas.
- Es cero cool que me dejes en estas amigui.
- ¿Cambiaría algo si me quedo Marce?
Hay amigui, eso es mucha crueldad de tu
parte, que ¡insensibleee!
No Marce, eso es practicidad, de verdad no
te entiendo, como es posible que sigas con Alonso.
Ese es el problema, que no sigo con él, ya
terminamos y aparte de eso mi mejor amiga se va a enterrar a la casa de sus
abuelos.
-Marcela no has terminado nada, esto es otro
pleito tonto e inútil de tu parte con un novio que te pone el cuerno con todo
lo que se le atraviesa y que es un estúpido machista. Ya te dije, si quieres
venir conmigo eres bienvenida.
- Noooooamigui si está bien que estoy desesperada pero no es
para tanto. Oye ¿y qué onda con
Fernanda?
- Qué onda de que…
- Que rollo con ella ¿ya sabe que te vas?
-No
- Amigui, ¿sigues saliendo con ella? ¿lo
suyo sigue?
- Pues es que en realidad no había algo así
como lo “nuestro”, algo que ella no entendió y dejé de verla.
- Amigaaa, eres muy mala, pareces hombre.
-Esto no es cuestión de sexos Marcela, y sí
tienes razón, no soy nada recomendable como pareja, es algo que ni siquiera
analizo pero no tengo interés en una relación que implique compromiso alguno y
solo me interesa pasar el rato. Precisamente por eso te digo que Alonso te va a
hacer mucho daño, más del que te imaginas.
- ¡Hello, nada que ver!, amigui, mi baby
será todo lo que tú quieras pero siempre regresa conmigo.
- Tu baby – reí al decirlo - solo toma lo que tú le das con tanta
facilidad, es muy fácil hacer eso, te lo digo por experiencia Marce, este chavo
de verdad no siente nada por ti.
- Tzuri, me estas hiriendo amigui. Además,
que puedes saber tú de sentimientos si eres una mujeriega empedernida incapaz
de enamorarse.
- Lo que menos quiero es herirte, eres quizá
mi única amiga y precisamente por eso te digo que deberías apuntar para otro
lado, pero sé que seguirás allí hasta que te des en la cabeza y donde quiera
que esté en ese momento buscare el modo de estar para ti.
- Soy tú única amiga, porque te tiras a
cuanta falda se te atraviesa… Me debería sentir ofendida porque conmigo nunca
lo has intentado – hizo una mueca simulando disgusto-. Bueno yaaa cambiando de tema, qué vas a
hacer, ¿te vas a España o no?
- No sé, no quiero, amo vivir aquí, amo
estar en la hacienda mmm no sé, puedo contra todos pero mi abuelo es otra cosa.
El viejo invariablemente me ha apoyado en todo, ha estado para mí en los
momentos más difíciles, cuando les solté a mis padres que soy homosexual fue él
quien me respaldo ante ellos y el resto de la familia; cuando la empresa se vio
en la necesidad de que alguien se estableciera en Europa y me negué a irme
también me apoyó. Siempre ha manifestado lo orgulloso que esta de mí y lo último que me dijo es que había llegado
el momento de demostrar por qué soy su más grande orgullo y se refería a que me
llegó la hora de trabajar junto a mi padre.
- O sea amigui que te me vas…
- No sé, aún no lo sé.
-¿Ricardo, siempre viene?
-Ya sé por dónde vas wey, - me reí, mi
hermano y mi mejor amiga siempre se gustaron. -Si viene, de hecho pasara unos
días aquí en mi depa… pero lamento comunicarte que viene acompañado. Trae novia
a bordo.
- Ufff, oseaamigui. Qué suerte la mía: sin
novio y sin prospectos. Me voy Tzu, te
deseo mil ocho mil días de aburrimiento y hastío por dejar así a tu amigui del
alma sola y abandonada a su miseria sentimental.
- Te adoro seso hueco, cuídate… ¡Porfa no
hagas locuras!
El trayecto a casa de mis abuelos me
pareció eterno, de verdad amo ese lugar, moría por ver a mi viejo, a Yure y
Cancia -mi yegua y caballo-, a mi abue, Chelito, Juan, en fin a todos.
Una vez en la hacienda Chelito me
preparo unos chilaquiles que me supieron a gloria. Mi abuelo no estaba y a pesar del cansancio
por las horas de manejar me dirigí a las caballerizas, Yure y Cancia me sintieron antes de llegar y
comenzaron a relinchar, los estaba acariciando cuando sentí unos pasos acercarse
hacia mí, no hice mucho caso, pensé que podría ser Melesio así que cuando sentí
unos brazos rodear mi cintura me sobresalte y me volví abruptamente. Rosi me
sonrió y colgándose a mi cuello me besó, por un instante me deje llevar pero casi de inmediato con la mayor suavidad
que pude me retiré, lo que menos deseaba
era hacerle más daño, no otra vez, ella me miró consternada.
- Estaba desesperada por verte, por favor no
me rechaces.
- Rosi no volvamos a lo mismo, no quiero
hacerte daño, sabes que te quiero pero no de la manera que esperas.
- Por favor intentémoslo. Ha pasado mucho
tiempo y no puedo olvidarte.
- Ya lo intentamos, ya cometí ese error y
como preví te lastime, no voy a permitirme que pase de nuevo, tu sabes que
quiero a Mele y a Chelito como si fueran mis padres y Juan es un hermano para
mí. Y tú Rosi en verdad me importas, no va a volver a pasar. – Dije con firmeza
marchándome de ahí.
Pensé que Rosi no estaría. Crecimos
juntos Ricardo, Rosi, Fer, Xochitl, Juan y yo Fueron nuestros compañeros de
juego, una vez adolecentes Juan se volvió mi confidente, el primero en saber mi
preferencia sexual, el primero en mostrarme que el verdadero cariño es
comprensión.
Cuando me di cuenta de que Rosi se
sentía atraída por mí ya tenía yo camino recorrido, en mis tanteos amorosos
tuve unas cuantas relaciones que se podrían considerar serias pero pronto me di
cuenta de que eso no funcionaba para mí y me convertí en lo que soy; mujeriega,
cazadora, como les guste llamarme, que le voy a hacer, me encantan las mujeres y
Rosi no fue la excepción ¿Cómo no gustarme esa preciosa morena de cuerpo
escultural?, y aunque me resistí en principio sobre todo por el afecto hacia su
familia y a ella misma -y claro también porque mis abuelos le tienen muchísimo
cariño y no me lo perdonarían-. Fui
débil ante su insistencia, la diferencia fue tal vez que le advertí cual sería
el desenlace, además de que intente que las cosas fueran distintas con ella
pensando que tal vez por el cariño que le tenía podía funcionar, pero no fue
así y aquello no termino bien. Mele y
Chelito nunca se enteraron -no sería fácil para ellos darse cuenta de que su
hija se sentía atraída por una mujer- si lo mío les costó mucho entenderlo, aun
ahora Chelito dice que lo que me hace falta es encontrarme un hombre que me
sepa llegar. Tampoco mis abuelos se enteraron; pero Juan sí, y esa etapa logro
distanciarnos, no fue fácil superarla,
Ricardo también se molestó conmigo cuando se enteró. Definitivamente no
repetiría la historia y aunque ahora la dificultad de rechazarla radicaba más
en un sentimiento de culpa por herirla, sabía que a la postre sería mucho peor
que accediera.
Los días siguientes fueron tranquilos,
me dedique a entrenar para la charreada, a disfrutar a mis caballos y a mis
abuelos, saliendo a montar con María mi primita y parrandear por la ciudad
ligando algo momentáneo. Hasta que llegó
Juan, mi mejor amigo.
- ¿Qué tal la Narro?- la escuela de
agronomía a la que asistía.
- Padre, ya estoy por terminar “lobo”- así
me llamaba desde niños.
- Te extrañe “pantera”
- También yo…- noté como intentaba evitar
que sus pensamientos se volvieran una
oración.
- Suéltalo…
- Nada…bueno si, gracias
- ¿De qué?
- Rosi… todavía esta necia contigo pero
parece que lo que le dijiste surtió efecto.
- Lamento mucho que las cosas hayan sucedido
así pero te aseguro que no volverá a
pasar.
- Lo sé lobo… además mi hermana no era una
niña cuando todo aquello pasó... creo que fui injusto contigo.
- No
digas nada, tú sabes que te quiero pantera, además estoy muy consciente
de que no me porté bien; mejor hablemos
de otra cosa, ¿sabes que Ricardo llega mañana?
- Si me dijo mi papá. Le dije que yo voy por
él, ¿que trae novia el cabrón?
- Sí.
- Bueno eso si te digo, si lo oigo cecear le
parto su madre al wey, -me aseguró entre risas.
- No lo creo, pero quién sabe
Me levante temprano, desayune
rapidísimo y estaba a punto de montar a Yure cuando mi abuela me salió al paso.
- ¿Niña a dónde vas? Tú hermano no tarda en llegar, además viene
con visita, ¿no deberías estar aquí para recibirlo?
- Abue tengo que entrenar pero te prometo
que estaré aquí para cuando lleguen, no voy hasta el pueblo, hoy lo haremos en
al rancho de los Bernal.
- No, por supuesto que no, tú te quedas aquí y te preparas para recibir a
tu hermano y a sus invitadas. Vas a llegar tarde, a golpe de caballo y además
en fachas, Tzuri, ¡por Dios! que viene la novia de Ricardo con su hermana.
- Mujer déjala que vaya, anda hija vete,
pero eso sí, tendrás que estar aquí antes de que llegue tu hermano.
- Te adoro viejo -dije esto dándole un
sonoro beso en la mejilla para luego salir corriendo, antes de darle
oportunidad a la abuela.
- Sigue consintiendo todos sus caprichos
Alberto, tú sabes que la adoro igual que a todos mis nietos pero gracias a ti
Tzuri no tiene medida.
- Mi amor no te voy a negar que de mis
nietos es mi favorita, me siento muy orgulloso de su carácter, de su fuerza,
del coraje con que defiende su vida, pero en este momento no es cuestión de
consentirla nada más porque sí; nadie, escúchalo bien, ni siquiera nuestros
hijos aman estas tierras como ella y en poco tiempo se tendrá que ir al otro
lado del mundo. Déjala disfrutar estas semanas viejita.
- Hay Alberto, me dejas sin argumentos, es verdad Tzuri ama
como solo tú lo haces estas tierras; ¡mmm!
Pero yo no estaría tan segura de que se irá.
-Ya lo veras.
La mañana se me fue rapidísimo, cuando
me acorde ya era muy tarde, me despedí de las muchachas e hice correr a Yure
como a ella le encanta que la corra. Cuando llegue vi la expresión de
desaprobación de mi abuela, la mirada tierna de mi abuelo, a mi hermano muy
sonriente y dos chicas que apenas detalle. Bajé de mi yegua y me apresure hasta
llegar a mi hermanito, debo admitir que me deleite jugando un poco con él con
la intención de hacerlo pasar un mal rato. Fue entonces cuando observe a las
dos chicas… Carajo que ojos más lindos, de un azul turquesa intenso, detallándola
más toda ella estaba lindísima; mis pensamientos se vieron interrumpidos por la
voz de mi hermano que para ese momento ya tenía tomada por la cintura a la otra
chica, a la que me presento como su novia, luego espere a que me presentaran a
la belleza.
- Mira ella es Paola, mi cuñada - menos mal
que es la cuñada y no la novia pensé.
- Hola, es un gusto conocerte -y a parte
tiene bonita voz-. Esta bellísimo tu
caballo- agregó.
- El gusto es todo mío y es yegua… y no esta
tan bella como tú. – Noté la mirada fulminante de mi abuela ante mi evidente
coqueteo pero poco me importó esto cuando me percate de las mejillas sonrojadas
de mi concuña.
Cuando nos disponíamos a entrar a la
casa mi abuela se quedó dando órdenes a
los empleados para que llevaran el equipaje a las habitaciones y mi abuelo tomo
a las muchachas una en cada brazo adelantándose junto a ellas mientras Juan, mi hermano y yo caminábamos detrás.
- ¡Quieta veneno! – exclamo Ricardo en un
tono juguetón.
- ¿De qué hablas? – dije con pretendida ingenuidad.
- Tzuri no te hagas que la virgen te habla,
además de que es la hermana de Mariana, es una buena chica y le tengo mucho
aprecio, no me hagas esto por favor - me dijo en un tono más serio.
- ¿Entonces vas en serio con la chiquita?
- Muy en serio. – lo dijo con una firmeza
que me impresionó.
- Ok brother, me portare muy bien lo
prometo, pero antes una pregunta más -me miró con el ceño fruncido- ¿tu cuñada
es buga?
- ¡Babosa! –en medio carcajadas me dio un
pequeño aventón para luego abrazarme. Juan reía junto a nosotros y así
abrazados los tres entramos a la casa.
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Cuando lo sacaste de todo relatos?? :(ahi lo lei y fue uno de los primeros relatos q lei. Xcierto me encanto. 2Veces :). asi q chicas sigando. Esta muy linda la historia.
ResponderEliminarDI.
Una excelente historia que puedo volver a leer, muchas gracias por compartirla de nuevo, esperando ansiosa el siguiente capitulo
ResponderEliminarMuy buena me esta atrapando beso RO ARGENTINA
ResponderEliminarPreciosa historia que voy a volver a leer y ya serán al menos cuatro veces. Me encantó el personaje de Tzuri. Cesc
ResponderEliminarMe encanto la historia pero ahora quiero saber que paso con Maria Inés durante esos casi cuatro años que no vio a Paola? Como se le complico la vida? Que paso con ella y la Argentina? Porque algo debió pasar para que terminara su relación con Juan y este se casara con otra
ResponderEliminarHola, como contacto a YADA?
ResponderEliminaryadalev2010@hotmail.com
EliminarQuien en 2025 y sigue amando esta novela como el primer día, la he leído con esta por 6ta vez . Y amo cada vez que la leo.
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