Fruncí el ceño, ¿yo? He
estado loca por ti desde la primera vez que te vi, Ángel, pero tu hermano no me
dejaba estar cerca de ti. Durante todo este tiempo sólo has sido tú. Miró al
suelo como una niña perdida y yo no podía respirar. ¿Realmente acaba de decir
eso? Yo le gustaba, ¿pero Javier no lo dejaba acercarse a mí? ¿Cómo puede ser
eso cierto? De todos modos, es una jugadora que tiene relaciones sexuales con
tres o cuatro chicas diferentes a la semana. ¿Cómo podría siempre haber sido yo? Ni siquiera ha tenido
una novia, ella sólo tiene ¡citas! Me miró suplicante, ella estaba sufriendo.
Me di cuenta por su cara, pero yo no sabía qué hacer. Si me arriesgaba, sabía
que iba a enamorarme de ella y había una buena probabilidad de que me partiría
el corazón en mil pedazos, pero no creo que pueda soportar perderla. Había sido
una constante en mi vida y la necesitaba, probablemente más de lo que
necesitaba a Javier.
Ella se adelantó y tomó mi cara entre sus manos se inclinó
hacia mí y me besó con ternura. Sabía que la decisión había sido tomada, en
realidad no era algo que podía pensar y razonar los pros y los contras. Cuando
Lena me besaba, todo parecía estar bien y correcto, tal como debe ser. Le devolví
el beso, envolviendo mis brazos alrededor de ella con fuerza, presionándome en
sus pechos. Ella se apartó y me sonrió. ¿Qué te parece que compré el almuerzo
de hoy, y lo llamemos una cita? sugirió, mirándome con timidez. Nunca había
visto en Lena una mirada tímida o vulnerable en su vida. Su oferta, la
expresión de súplica en su rostro fue suficiente para poner lo que se sentía
como un centenar de mariposas sueltas en mi estómago. Fingí pensar en ello
durante unos segundos y su cara cayó. OK finalmente estuve de acuerdo con una
sonrisa. Ella sonrió con alegría antes de tirar de mí en otro beso que
realmente me hizo sentir un poco mareada. Terminó el beso justo cuando estaba
un poco sin aliento. Será mejor que vaya por algo de ropa seca en el coche, así
te doy la oportunidad de cambiarte dijo mirándome de nuevo con una sonrisa de
satisfacción en su rostro. No es que no te veas sexy en lo que llevas puesto. Me miré mí misma,
para ver que mi camiseta blanca estaba pegada a mí y completamente se veía todo
a través. Me reí incómoda y envolví mis brazos a mí alrededor, ruborizándome
como una loca. Ella también se rio y se
inclinó para recoger la flor que yo había tirado a sus pies. La sostuvo hacia
mí, sonriendo con su hermosa sonrisa. Gracias murmuré, mordiéndome los labios,
mi cara ardía de vergüenza. Con todo el gusto dijo mientras salía por la
puerta.
Me cambié rápidamente y
caminé hacia el automóvil. Lena estaba allí, inclinada casualmente contra el
auto, charlando felizmente con Julio y Sebastián, otro chico de mi equipo. ¡Eh!
canturreé mientras caminaba hacia a ellos. Lena sonrió con una hermosa sonrisa
hacia mí. Esta es mi señal muchachos, tengo que llevar a la dama a nuestra
primera cita real. Nos vemos la próxima semana dijo, indicándoles que se alejaran
con un movimiento rápido de su mano. La boca de Julio cayó abierta y miró de
Lena hacia mí varias veces. ¿Cita? Pero... quiero decir… ¿qué? ¡Pensé que era
la mejor amiga de tu hermano! Ni siquiera te gusta; siempre dices que ella es
una gilipollas mujeriega. ¡Siempre que te he dicho sobre cuán bonita ella
estaba, tú solamente decías que no tocarías su trasero con ETS ni aunque que te
pagaran! dijo Julio, frunciendo el ceño, y mirándome confuso. Gemí y cerré mis
ojos. Literalmente estaba tan puesta en aprietos que deseé que latiera se
abriera y me tragara. ¿Cómo podía él decir eso justo enfrente de Lena? No es
que yo no le haya dicho en su cara en más de una ocasión, pero todavía me
sentía horrible. Escuché a Lena comenzar a reír, por lo que me arriesgué a
mirarla, ella no se veía enfadado o algo. Gracias, Julio refunfuñé, dándole una
mirada que debería ser capaz de matarlo en el acto. Lena se acercó y agarró mi
mano, tirándome a su lado, todavía sonriendo. Es privilegio de una chica
cambiar de opinión le dijo a Julio con un guiño, abriendo la puerta del auto
para mí. Los veré la próxima semana, chicos, prometo que no llegaré tarde
prometí, besando sus mejillas antes de entrar el auto. Cuando arrancó el auto
me miraba con una sonrisa. Lo lamento murmuré, ruborizándome otra vez. No te
preocupes por eso. No es nada que no haya escuchado antes de tu hermosa boca
contestó con una sonrisa. No podía menos que sonreír, estaba lleno de los
elogios hoy, pero alguna parte de mí estaba preocupada de si les había dicho
todo esto a otras chicas. ¿Esperaba que yo tuviera sexo con ella después de un
par de citas? Porque si lo hacía, entonces ella iba a estar muy decepcionada.
Decidí que teníamos que hablar de ello. Me refiero, ¿cuál era su punto de
siquiera intentarlo, si solamente me estaba usando para el sexo y yo no estaba
planeando renunciar en cualquier momento? ¿Entonces, a dónde iremos a almorzar?
preguntó, sacándome repentinamente de mi pequeña discusión interna. Um. ¿No me
importa, qué te gustaría? Pregunté. Me disparó
una mirada coqueta y una sonrisa pícara. Hice rodar mis ojos hacia ella;
¡realmente es una loca jugadora del sexo! Comer, Lena añadí, cruzando mis
brazos sobre mi pecho, tratando de parecer severa. Solamente se rio y comenzó a
conducir. ¿Qué hay de comida china? ¿Te gusta esa, verdad? me preguntó,
mirándome por el rabillo del ojo. ¡Sí, adoro la comida china! gorjeé
felizmente, sonriendo abiertamente como si hubiera ganado la lotería. Javier
odiaba la comida china entonces prácticamente nunca la tenía; Lena sonrió y nos
condujo al restaurante sobre la calle principal. Estábamos sentadas, comiendo
nuestra comida. Habíamos estado charlando felizmente durante casi una hora y
estaba nuevamente sorprendida por cuán fácil era hablar con ella. La había conocido
durante doce años y nunca realmente sólo hablado apropiadamente acerca de
cosas. Su pierna rozó la mía debajo de la mesa y me hizo saltar, no por miedo,
sino porque envió una pequeña sacudida a través de mi sistema, haciendo que el
cabello de mi nuca se erizara y que mi pulso se acelerará. Decidí que ya era
tiempo de aclararlo, había sólo una otra pareja en el restaurante entonces
nosotras podríamos hablar libremente, pero simplemente no sabía cómo comenzar.
Lena, creo que tenemos que hablar de algo dije tranquilamente. Ella ladeó
ligeramente su cabeza y me miró curiosamente. ¡Bien! ¿Qué pasa? suspiré,
solamente tenía que sacarlo y ver lo que ella pensaba de ello. Realmente no sé
lo que tú quieres de mí; quiero decir, puedes tener a cualquier chica que quieras.
Soy una ruina emocional por Dios… quiero decir... Me estremezco cada vez que
alguien me toca. Yo… no puedo darte lo que tú quieres divagaba con el ceño
fruncido. Wow, salió un poco diferente de lo que pensaba, pero al menos esto
tiene el punto de vista. Estás preocupada por el sexo declaró, mirándome
intencionadamente, no pareciendo estar molesta por esta conversación en
absoluto. Tragué aire y asentí. Solamente... no estoy lista para algo como
esto, así que si eso es lo que realmente quieres, entonces no hay ningún punto
para empezar algo dije en voz baja, mirando abajo hacia mi plato y deseando que
la tierra me tragara otra vez. Ella colocó su mano bajo mi barbilla y levantó
mi rostro para mirarlo; estaba sonriendo con una hermosa sonrisa. Puedo esperar
el tiempo que tú quieras. Realmente estoy loca por ti, no es sobre sexo dijo
tiernamente, haciendo que mi corazón empiece a correr. ¿Habla en serio o esto
es un truco para que entonces me dé por vencida antes? ¿Y si te digo que no
creo en tener sexo antes del matrimonio? pregunté, probándola. Sus ojos
mostraron su diversión, pero ella solo mantuvo su rostro serio. Entonces te
diría, qué parece casarnos en cuanto
tengas la mayoría de edad. ¿Dieciocho es la edad legal, cierto? contestó,
guiñándome. Me reí, pero todavía estaba insegura de lo que quería decir, no
tendría dieciocho hasta dentro de otro par de años, ¿estaba diciendo que
esperaría dos años por mí? No tener sexo hasta después del matrimonio no era
algo en lo que yo creyera; solo quería ver su reacción. No creo en eso, pero no
sé por cuánto tiempo será, Lena, francamente. Masticando mi labio
nerviosamente.
Ángel, te dije puedo esperar
el tiempo que tú necesitas. Quiero estar contigo. Me miró directamente a los
ojos mientras hablaba. No vi una onza de duda o engaño allí y sentí la
esperanza construyéndose dentro de mí. ¿Estaba realmente tan interesada en mí
que ella esperaría por mí? ¿Qué pasara dentro de tres meses cuándo tú todavía
no hayas conseguido nada y alguna chica al azar se lance sobre ti, podrías
esperar entonces? pregunté con escepticismo. Ella se rio. ¿Tú realmente piensas que soy alguna
enloquecida jugadora sexual, verdad? —preguntó. Asentí en confirmación. ¡No lo
pensaba, lo sabía, ella durmió con
muchas! ¿Sabes por qué he estado con todas aquellas chicas? preguntó, de
repente luciendo incómoda y avergonzada. ¿Dan buen sexo oral? Pregunté sarcásticamente. ¿Realmente ella va
a entrar en detalles sobre su vida sexual con una chica a la que le acaba decir
que está loca por ella y que tiene miedo de tener sexo? ¿Realmente no tiene ni
idea? Se ahogó con su risa y sacudió su cabeza. No, Ángel. La razón por la que
estuve con todas aquellas chicas era para intentar olvidarte. Despierto a tu
lado cada día. Tú envías mi mente y cuerpo dentro de un frenesí. Puedo oler tu
cabello cuando cierro mis ojos, o puedo imaginar cómo se siente tu mano cuando
la pones sobre mi pecho. Me mata cada día estando así, tan cerca de ti, pero a
la vez tan lejos dijo ella, sacudiendo su cabeza y suspirando, mirándome con
esperanza. Pensé que tal vez si encontrara a alguien más, sería capaz de dejar
de pensar en ti, pero esto no funcionó. Nada funciona. Cuando estoy con ellas,
quisiera que fueras tú. Cuando ellas ríen o hablan, no puedo menos que comparar
tu voz o tu risa. Siempre has sido tú; siempre serás tú, Ángel. No podía
hablar. ¿Qué diablos digo a esto? ¿Quiero decir, sé que ella es una jugadora,
pero yo la estaba matando? ¡Ese discurso fue tan inusualmente adorable!
Oh me atraganté. Ella se
echó a reír. ¿Oh? ¿Eso es todo lo que puedes decir? Asentí y me reí también.
Todavía no tenía palabras para contestar esta pequeña confesión que ella
acababa de hacer. Mi cabeza todavía estaba girando y sabía que si decía algo
ahora yo solamente sonaría como una idiota. Me incliné sobre la mesa y tomé su
mano, me sonrió felizmente y esto parecía ser todo lo que era necesario. Mi
cabeza estaba girando con pensamientos; realmente no sabía qué creer. ¿Acaba de
hacer aquella enorme confesión sobre cómo se siente, pero eso significa que
ella no me va a engañar? Bueno en realidad, nosotras no éramos todavía
oficialmente una pareja. Lena sólo ha tenido algunas citas; nunca ha tenido una
novia, entonces técnicamente no tengo ningún derecho sobre ella de todos modos.
Necesitaba ser realmente cuidadosa, cuanto más tiempo pasaba con esta linda
Lena, más me gustaba. Estaba en real peligro de tener mi corazón destrozado. Mi
teléfono móvil sonó, salvándonos del silencio ligeramente extraño. Este no era
un silencio incómodo, solamente extraño, en tanto ella parecía absolutamente
contenta solamente sosteniendo mi mano y mirándome. El identificador de llamada
dijo que era Karla. Hola, Karla, ¿qué pasa? dije alegremente. Hola, Aleja,
¿quieres que lleve una película para esta noche? Sí seguro. Pero nada de miedo.
Sonreí dándole un ligero golpe en la mano a Lena cuando ella trató de robar uno
de mis rollos primavera de mi plato. ¿Qué? articuló con inocencia. Rodé mis
ojos y le pasé mi plato. Estaba pensando en, El Amanecer de los Muertos replicó
Karla Jadeé; ¿ella está bromeando?
¡De ninguna manera! ¡No voy
a ver eso, me asustaría demasiado! grité, horrorizada ante el pensamiento de
ver una película de zombis. Me ponían tan asustada que después no podía estar
sola durante días; ¡tuve que hacer pis con la puerta de cuarto de baño abierta
por el amor de Dios! Podía escuchar su risita. Por favor, ¿Ale? Realmente
quiero verla pidió, yo podía imaginar el aspecto de cachorro en su rostro ahora
mismo. Lena me estaba dando una expresión burlona, entonces puse mi mano sobre
el auricular y susurré: El Amanecer de los Muertos. Ella ensanchó sus ojos
ligeramente antes de darme una sonrisa. No te preocupes, Ángel, te protegeré
susurró él con seguridad, haciéndome reír.
Ale, por favor Karla pidió
otra vez. ¡Oh Dios! De acuerdo, trae esa maldita película refunfuñé, derrotada.
Al menos Lena estaría allí, ella siempre mantenía mis pesadillas lejos. Sólo
sería malo cuando estuviera sola, como en la ducha o algo. Supongo que siempre
puedo hacerle permanecer fuera de la puerta y que me leyera o algo mientras
estaba allí, no es como que ella no hubiera hecho esto por mí antes. La miré un
poco impresionada, de hecho, cuanto más pensaba en ello, más de este dulce,
divertido Lena, venía a mi mente. Ella hizo a menudo pequeñas cosas por mí a
las que no les presté atención antes. ¿Siempre había sido dulce para mí, pero
estaba demasiado prejuicios a para verlo?
¿Entonces, qué piensas, está bien? preguntó Karla.
Regresé abruptamente a la
realidad. ¡Mierda, yo no había estado escuchándola en absoluto! ¿Lo siento,
Karla, qué? No te escuché, lo siento. Estaba presa de pánico sobre esa estúpida
película. Me estremecí solo por el pensamiento de ello. Ella suspiró. ¿Te dije
que mi mamá y papá se marchan por el fin de semana, así que pensé que estaría
bien si dormía en la tuya esta noche y mañana por la noche? Realmente no quiero
quedarme sola dijo en voz baja. Miré a Lena y brinqué. Si Karla sedaba a dormir
esto quería decir que ella no podría quedarse esta noche, porque ella dormiría
en la cama plegable sobre mi piso. Un seguro, Karla, puedes quedarte a dormir
durante el fin de semana. A Javier no le importará. Estuve de acuerdo de mala
gana. Lena disparó sus ojos hasta los míos y sacudió su cabeza. ¡NO! articuló
de manera suplicante. Solamente le di una mirada de disculpa y me encogí de
hombros, yo no podía decirle no, ella era mi mejor amiga. Estupendo. Bueno,
vendré aproximadamente a las siete entonces, ¡de acuerdo! gorjeó, sonando
entusiasmada. Sí, ¡Esta bien! Nos vemos.
Cerré mi teléfono móvil y miré de nuevo a Lena. ¿El fin de semana? ¿No
conseguiré dormir allí el fin de semana? —gimoteó, tan pronto como había
cerrado mi teléfono. Lo siento, pero no podía decirle no. Sus padres se marchan
durante el fin de semana y no quiere quedarse sola. La miré excusándome. Ella suspiró luciendo
derrotada.
Está bien, seguro. Pero
sabes que has acordado mirar una película de zombis que da mucho miedo y no voy
a estar allí por las próximas dos noches —declaró ella con una sonrisa
arrogante. Jadeé. ¡No había pensado en esto! ¿No dormía muy bien sin Lena allí,
tenía pesadillas, malas, sobre mi padre y ahora encima tendría sueños de zombis
también? Desde que tenía ocho años, sólo pasé algunas semanas lejos de Lena,
como cuando una de nosotras se fue de vacaciones, o un tiempo que ella tenía
varicela y tuve que estar lejos durante cuatro días. Cada vez que estaba sola,
mis sueños serían tan malos que me despertaría gritando. Le había pedido a
Javier dormir conmigo algunas veces cuando era chica, pero él no detuvo los
sueños entonces solamente dejé de pedírselo. Sabía que Lena no dormía en
absoluto cuando no estaba conmigo. Ella
literalmente se la pasaba despierta, incapaz de sentirse cómoda. Ella
siempre decía que su cama se sentía extraña, porque no había dormido en ella
desde que tenía diez años. Odiaba cuando mis amigas llegaban para quedarse y se
quejaba sobre ello todo el día siguiente, dejando caer insinuaciones no tan
sutiles de que ella no estaba impresionada
por tener que dormir en su propia cama. Bien, no sé por qué luces tan
arrogante al respecto; tú no vas a dormir demasiado intensamente tampoco.
Sonreí, sacándole la lengua. ¿Un, es una invitación? preguntó, levantando una
ceja. Al instante comprendí de lo estaba hablando, preguntaba si quería besarla
otra vez porque le mostré mi lengua. Seguro como el infierno. Seguro ronroneé,
mirándola de manera seductora, sabiendo que no podía alcanzarme sobre la mesa,
entonces tendría que esperar hasta que nosotras dejáramos el restaurante.
Inmediatamente saltó de su silla y se inclinó a mi lado, tomando mi rostro en
sus manos y besándome, no pareciendo preocuparse por dónde estábamos o si las
personas estaban mirando. Tomé la iniciativa esta vez y tracé mi lengua a lo
largo de su labio inferior, la abrió rápidamente y deslicé mi lengua. Gimió en
mi boca, empujándome hacia ella. El beso estaba tan bueno que me sentí
ligeramente mareada. Ni una sola vez trató de tocarme, excepto sostener mi rostro,
lo que me sorprendió. Tal vez no me estaba usando sólo para el sexo después de
todo. Sonreí contra sus labios y se alejó, sonriéndome también. Gracias
susurró, besándome otra vez rápidamente y luego volviendo asentarse frente a
mí, como si nada hubiera pasado. ¡Bueno, no estoy tan acostumbrada a todo esto
de tener citas y besuqueos! Será mejor que nos vayamos; necesito hablar con tu
hermano. Frunció el ceño, luciendo triste y un poco asustada. ¿No vas a
decirle, verdad? Pregunté, horrorizada
ante el pensamiento de Javier sabiéndolo y volviéndose loco. Asintió. Sí,
Ángel. Él sabía que tú me gustabas todo este tiempo, pero él no pensaba que yo
te gustara, por eso necesito hablar con él sobre que nosotras estamos realmente
saliendo. Hizo una mueca mientras hablaba; imagino que estaba pensando en la
patada en el culo que Javier le daría cuando se lo contara. Lena, por qué
nosotras no sólo lo dejamos por un tiempo y luego tal vez en un par de semanas,
si todo va bien, entonces podemos hablar con el juntas. ¿Quiero decir, ni
siquiera sabemos si esto va a funcionar, verdad? pregunté con un encogimiento
de hombros. Realmente no veía el punto en hablar con Javier y trastornarlo todo
si esto no iba a funcionar. ¿En realidad, cuánto tiempo duraría esto, una vez que
comprendiera que yo realmente no pensaba dormir con ella en el corto plazo?
Cuando estuviera aburrida o desesperada, huiría de mí hacia la posibilidad más
cercana de sexo fácil, gritando mientras se iba. Se veía un poco asustada. ¿Tú
piensas que esto no funcionará? preguntó, su voz sonando lastimada.
¿Honestamente? Solamente no
creo que puedas esperar, Lena. ¿Cuánto tiempo va a pasar antes de decidir qué
has tenido suficiente y dormir con alguna chica bonita y tonta? le respondí,
odiando la expresión de dolor que cruzaba su rostro. Prometo que nunca te
engañaré, nunca. He esperado demasiado tiempo por esta oportunidad; no voy a
estropearla. Tomó mi mano y podía ver la honestidad en sus ojos, realmente
creía que no me engañaría, pero ella era una chica muy hermosa después de todo
y su cuerpo diría algo más eventualmente. ¿Vamos a esperar un poco, está bien?
sugerí, apartando mi mano y haciéndole una señal al camarero. Vino
inmediatamente. ¿Hola, podemos conseguir la cuenta por favor? pregunté con una
sonrisa, asintió y se fue. Solamente voy al baño. ¿Si vuelve antes que esté de
regreso, entonces usa esto, está bien? Lena instruyó, dándome su cartera y
caminando rápidamente al baño. Hice una mueca; pienso que realmente herí sus
sentimientos diciéndole esto. ¡Maldición, podía ser tan estúpida a veces! La
miré mientras se alejaba, mis ojos inconscientemente enfocaron su trasero.
¡Wow, realmente tiene un lindo culo! Alguien limpió su garganta al lado mío
haciéndome sonrojar porque acababa de sorprenderme mirando. Alcé la vista y el
camarero estaba de pie allí con la cuenta. ¡Oh, lo siento! No me di cuenta que
estabas allí refunfuñé, avergonzada. No te preocupes por ello. Me dio el recibo
y se inclinó junto a mí, así que estábamos al mismo nivel. Él puso una mano al
dorso de mi silla y una sobre la mesa entonces estaba atrapada. Mi corazón
comenzó a correr. Él estaba muy cerca. Entonces, no te he visto antes por aquí.
Definitivamente habría recordado un rostro tan hermoso como el tuyo dijo, sus
ojos clavados en mí, mientras parecía que él me estaba imaginando desnuda. Me
retorcí en mi asiento. El no, no he estado aquí antes murmuré incómodamente,
mirando la cantidad que debía y agarrando la cartera de Lena de mí regazo. Soy
Samuel. Ofreció su mano para darme la mano. Lo miré y tragué saliva; realmente
no quería tocarlo, así que solo jugaba con la cartera de Lena fingiendo buscar
algo. Lo sentí jugando con mi cola de caballo y me sentí mal. ¿Así que, cómo te
llamas? preguntó, con una sonrisa coqueta. Su nombre es tócala otra vez y te
romperé la cara gruñó Lena posesivamente detrás mí. Físicamente me relajé. El
tipo se levantó inmediatamente. Lo siento, solamente hablaba con tu novia eso
es todo. No ha pasado nada dijo con inocencia. Correcto contestó Lena, sonando
realmente molesta. Extendió la mano y tomó el recibo y su cartera de mis manos,
lo miró y luego le dio el dinero al tipo mirándolo todavía airadamente. Mi
respiración todavía no había vuelto a la normalidad, mi corazón seguía
corriendo. Lena me ofreció su mano. ¿Estás lista, Ángel? preguntó, sin quitar
sus ojos del camarero. Tomé su mano y me levanté, siguiéndolo mientras él nos
condujo fuera del restaurante. Una vez que cerró la puerta se volvió hacia a
mí. ¿Estás bien? Te ves un poco pálida. Dio un paso más cerca de mí y puso sus
labios sobre mi cuello. Envolví mis brazos alrededor de su cintura y me
presioné contra ella, dejando que su olor llenara mis pulmones, su respiración
soplando mi espalda y hombros, haciendo que todo mi cuerpo se relaje. Me alejé
después de un par de minutos. Estoy bien ahora. Le sonreí de modo
tranquilizador y ella acarició ligeramente un lado de mi rostro. Vamos, hay que
regresar. Tengo que ayudar a Javier a ordenar así él comprará la pizza esta
noche bromeé.
Sonrió y entonces caminamos
hacia su auto, deslizó su mano en la mía. No podía dejar de reír. Se sentía
bien por alguna razón; su mano parecía encajar perfectamente en la mía. Era tan
natural que era casi demasiado fácil.
Tomó un largo tiempo limpiar
la casa. Alguien se había enfermado en el patio trasero así que mandé a Javier
a limpiar eso mientras yo trabajaba en la cocina, recogiendo todos los vasos y
botellas vacías. Parecía que la fiesta se había salido un poco de control
después de que Lena y yo nos hubiéramos ido a la cama, y mi idiota hermano
borracho no se había molestado en detenerlo. Ésta es la razón por la que me
mantengo sobria declaró Lena, arrugando su cara con desagrado al ver un jarrón
lleno de orina en el alféizar de la ventana del salón. ¿Te mantienes sobria para
evitar que las personas orinen en los ornamentos de mi mamá? pregunté, riendo
histéricamente. Ella asintió.
Sorprendente pero cierto. Siempre hay alguien que no se molesta en caminar
hasta el baño bromeó, haciéndome reír aún más fuerte. Me sonrió, haciendo que
mi corazón se derrita, y Javier entró. Guau, ¿en serio los acabo de escuchar
riéndose de algo juntas? Es la primera vez dijo mirando a lo que estaba
sosteniendo Lena y pestañando.
Será mejor que vaya a
resolver esto murmuró Lena, caminando rápidamente. Podía notar que estaba un
poco incómoda al mentirle a Javier, pero yo estaba realmente segura que un par
de semanas sería lo mejor, sólo para asegurarnos que esto era lo que ambos
queríamos. Ja, ¿puede quedar Karla este fin de semana? Sus padres están fuera
de la ciudad y no se quiere quedar en su casa sola pregunté, dándole mi cara de
perrito. Hizo una mueca. ¡Ugh! Esa chica no hace nada más que coquetear
conmigo, no me importaría tanto si fuera mayor, pero quiero decir, por Dios,
¡tiene la edad de mi hermana pequeña! ¡Ew!
Dijo con falso estremecimiento. ¿Así que piensas que alguien de
dieciséis no debería salir con alguien de dieciocho? pregunté, tratando de ser
casual. No lo creyó, me miró con escepticismo. No estás interesada en nadie de
dieciocho, ¿verdad? preguntó, entrecerrándolos ojos hacia mí. Vi a Lena volver
por el pasillo desde la esquina de mi ojo. No, estaba hablando sobre Karla
mentí. Asintió, al parecer satisfecho. No, no creo que deberían. Quiero decir,
¿qué clase de persona de dieciocho años miraría a alguien de dieciséis de esa
forma? preguntó, mirando a Lena mientras pasaba, viéndose un poco avergonzada.
Sólo son dos años, Javier, no es la gran cosa. Sólo estás enloqueciendo porque
es la misma edad que tengo yo. Sólo porque tú no saldrías con alguien de mi
edad, no quiere decir que otros chicos se sientan de la misma manera, ¿cierto,
Lena? respondí, todavía tratando de sonar casual a pesar de que mi voz se
quebró un poco cuando dije el nombre de Lena. Cierto. Conozco a muchas chicas de
dieciséis que están bien bonitas respondió Lena, guiñándome un ojo detrás de la
espalda de mi hermano. Sí, ¡pero tú no puedes salir con ninguna de ellas! gruñó
Javier, girándose para mirarla y golpeándolo en la nuca mientras pasaba. Me
encontré con la mirada de Lena y estaba
un poco sorprendida. Guau, Javier de verdad sabía que le gustaba, y al parecer
estaba muy en contra a la idea de nosotras estando juntas. Esto podría ser
incluso más complicado de lo que pensé. Karla llegó aproximadamente una hora
más tarde. Hola Javier, hola Lena ronroneó mientras entraba, dándoles a ambos
una sonrisa coqueta. Vi a Lena reírse en voz baja mientras que sonreía de
vuelta. Hola, Karla sonrió Javier, dándole un guiño coqueto. Realmente no se
estaba ayudando, si quería que ella lo deje en paz, entonces, ¿por qué
animarla? Vamos, dejemos a los gigolós solos bromeé mientras agarraba su mano y
la arrastraba a mi habitación. Vi a Lena sonreírme por la esquina de mi ojo y
me ahogué con una carcajada. No puedo creer que voy a pasar todo el fin de
semana aquí contigo y tu hermano. ¿Piensas que Lena se quedará también?
preguntó con sus ojos brillando. No lo sé, tal vez deberías preguntarle. Sonreí
un poco incómoda. Podía imaginarla coqueteando con Lena justo en frente de mí;
no estaba segura acerca de cómo me voy a sentir al respecto. Dejó caer sus
cosas en el piso y se tiró en mi cama. De repente se dio vuelta y agarró mi
almohada frunciéndole el ceño, se veía confundida. Aleja, ¿por qué tu almohada
huele a Lena? Podía sentir mis nervios burbujeando. Eh... bueno, yo...eh....
¡Oh! Se la presté a Lena cuando se quedó aquí, así que debe oler a ella mentí,
tropezando con las palabras. Enterró su cara en la almohada. Mmm, voy a dormir
con ésta esta noche declaró, apretando la almohada. Me atraganté con la risa.
Como sea, Karla. Comamos, estoy muriéndome de hambre. Me empujé fuera de la cama y caminé hacia la
puerta así podíamos pedir la comida. ¡Tengo esto! gorjeó, agitando un DVD
frente a mi cara. Incluso la cubierta me asustó demasiado. Rodé los ojos y
caminé a la sala, dejándome caer en el sofá junto a Lena. Ella puso su mano en
el sofá junto a la mía y discretamente frotó su meñique contra el mío cuando
nadie estaba mirando. ¿Pediste la comida, Javier? le pregunté, poniéndome de
lado en el sofá para que mi rodilla toque el muslo de Lena. Vi una sonrisa
asomarse en la comisura de su boca. Sip, hecho. Estará aquí en diez dijo
Javier, moviéndose en el otro sofá unos centímetros porque Karla prácticamente
se había sentado sobre su regazo. Así que, Lena, ¿tu lindo trasero se quedará
esta noche aquí también? Soy más que feliz de compartir mi cama si quieres.
Capaz que esté asustada de la película, tal vez necesita a alguien que me haga
sentir mejor en la noche ronroneó Karla seductoramente. La sentí cambiar su
peso más cerca de mí por lo que mi pierna estaba sobre la de ella aún más. Nop,
no puedo. Estoy ocupada esta noche. Vas a tener que arreglártelas sin mí. Se
encogió de hombros y apartó la mirada hacia el televisor.
Oh, bueno. Tendrás que ser
sólo tu entonces, Javier, si estás interesado ronroneó. No escuché su
respuesta, mis oídos habían comenzado a sonar. En realidad comencé a sentir
celos. Era la primera vez que había sentido algo como esto, quería pararme y
gritarle a mi mejor amiga que deje a Lena en paz. Estallé en risas y mordí mi
labio para detenerme. Todos me miraron como si estuviera loca. ¿Qué? preguntó
confundido Javier. Sacudí la cabeza, sonriendo. Nada, sólo pensé en un chiste
gracioso eso es todo mentí levantándome. ¿Alguien quiere algo para tomar?
ofrecí, necesitando cambiar de tema. Todos dijeron que sí, así que me dirigí a
la nevera y agarré cuatro latas de Pepsi. Mientras cerraba la puerta, Lena me
agarró desde atrás y me hizo girar para mirarla. Estaba parado tan cerca que podía
sentir su respiración golpeándome en lacara. Ya te extraño susurró, besándome
suavemente. Tiré mis brazos alrededor de su cuello y la empujé hacia mí,
profundizando el beso y enredando mis manos en su cabello. Dio un paso hacia
adelante haciéndome ir hacia atrás, así que mi espalda estaba contra la nevera
mientras que ella empujaba su cuerpo contra el mío. Creo que simplemente
deberíamos hablar con tu hermano ahora murmuró mientras se alejaba un par de
minutos más tarde. Negué con la cabeza, mirándola suplicante. No, sólo un par
de semanas, es todo lo que pido. Esbozó una pequeña sonrisa.
Está bien, como quieras.
¿Pero puedes hacer que tu amiga deje de coquetear conmigo? Dile que estoy
pillada. Mi respiración se atoró en mi garganta con sus palabras. ¿Estás
pillado? pregunté tímidamente. Me besó de nuevo, dándole a mi cuerpo un
hormigueo y haciendo que anhele por más. Definitivamente estoy pillado hasta
las trancas, si tú me quieres tener contestó, mirándome fijamente a los ojos.
Por dentro estaba saltando de alegría, mi corazón latía tan rápido que casi lo
podía escuchar en mis oídos, pero mi cabeza todavía me decía que sea cuidadosa.
Te tengo si tú me tienes negocié. Me dio una sonrisa maliciosa. Absolutamente.
Cuando estés lista, te tendré todo el tiempo dijo sugestivamente, meneando las
cejas hacia mí. Jadeé y la golpeé en el hombro, haciéndola reír—. Oh, vamos,
estoy autorizada a decirte comentarios cachondos ahora, ¿verdad? Quiero decir,
eres mi novia así que tengo que usar mis mejores movimientos contigo dijo,
fingiendo estar herida. ¿Me acababa de llamar su novia? Mi corazón se derritió
con el sonido de esa palabra saliendo de su boca. Dilo otra vez susurré,
tirándolo más cerca de mí. ¿Estoy autorizada a decirte comentarios cachondos?
preguntó, luciendo un poco confundido. Negué con la cabeza. No, eso no. La
siguiente parte murmuré, poniendo mi boca a pulgadas de la suya. ¿Eres mi
novia? preguntó. Asentí, con la respiración entrecortada, su sonido me hizo
sentir como si estuviera volando, honestamente no podía recordar la última vez
que estuve así de feliz. Ella sonrió. Eres mi mía, Ángel ronroneó
seductoramente, besando ligeramente mis labios. Mi chica. Me besó de nuevo. La
única que quiero. Me besó otra vez, ésta vez no la dejé retirarse, sostuve su
cabeza contra la mía y la besé apasionadamente, haciéndola gemir suavemente y
que me sostenga aún más cerca de ella. De pronto, saltó lejos de mí y se movió
hacia el costado. La miré confundida, ¿había hecho algo mal? Justo entonces,
Javier dobló la esquina, dándome una expresión severa. Tienes que hablar con tu
amiga, en serio, ¡me acaba de agarrar el pene! me susurró casi gritando. Lena y
yo estallamos en risas al mismo tiempo. El timbre sonó y corrí a atenderlo,
necesitando salir de la habitación, realmente no me gustaba estar alrededor de
los dos juntos, era un poco incómodo. Después de la comida, Karla puso la
estúpida película de terror. Me senté junto a Lena lo que significó que Javier
se tuvo que sentar junto a Karla en el otro sofá evidentemente fastidiado. La
película fue horrible; Lena colgó su brazo casualmente sobre el respaldo del
sofá y estuvo jugando con mi cabello discretamente, lo que la hizo un poco más
soportable. Hacia la mitad honestamente estaba tan asustada que me deslicé
justo al lado de Lena y enterré mi cabeza en su pecho. Podía sentir a Javier
lanzando dagas hacia nosotros, pero no lo pude evitar. Para el momento en el
que terminó, casi estaba en su regazo, para su diversión.
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por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Me gusta mucho la historia, xfavor continuala, muchas gracias, no hagas sufrir a Lena... Esperando el siguiente cap con muuuchas ganas. Carmen
ResponderEliminarOhhh cada dia espero con muchas ansias un capitulo nuevo. Esta genial la historia :)
ResponderEliminarxfa publica el sig cap ants d ls 12pm es una vrdadera tortura tener q esperar :-(
ResponderEliminarOtro,otro,otro capitulooooo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarsaludos.... :-b
Esta increible la historia te felicito y no nos dejes con la espera ya quiero que publiques el siguiente capitulo :(
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