Capítulo 12
-Alma querida, volteo con una sonrisa que le salió del
alma. -apenas si voy llegando y vine por un corte de cabello y a ponerme al día
con Elthon.
-Pero si tú mejor amiga soy yo lindura. Espera ahí ya
bajo.
Pensó en huir pero su auto estaba ahí estacionado, sí salía
corriendo sería capaz de seguirla…mejor pasar un rato con ella.
-Tamara porque no me llamaste apenas llegaste? sabes que
es lo mejor de todo querida? que tengo el día libre para tú me pongas al día a
mí. Ven vamos al café de Jeancarlo, ya la jalaba por el brazo y la besaba en
ambas mejillas. -Anoche hablé con tu madre y no sabe nada de ti, estas siendo
un poco egoísta anda cuenta que estoy ansiosa.
-Alma corazón, no te avise porque ni yo sabía cuándo
estaría de vuelta.
Entraron al local y Jeancarlo les dio la mesa de siempre
alejada de la entrada y con la mejor vista a la plaza de al lado.
-Por cierto que hermoso tono dorado tiene tu piel, estas
fabulosa creo que hasta más joven te veo, diferente algo cambiada, no crees Jeancarlo?
-Hermosa digo yo, separando las sillas para que sentaran.
Que les voy a ofrecer?
-Para mí una limonada mineral, gracias.
-Yo quiero una igual pero con menta.
-Enseguida, les voy a mandar algo para picar, es nuevo en
el menú, ya luego me dicen que les pareció chicas.
-Estoy esperando Tamara.
-Volví ayer Alma ya sabes acomodando mis cosas, revisando
la correspondencia, yendo al súper porque no tengo comestibles, estuve un poco
atareada discúlpame por no haberte llamado.
-No te preocupes sé que no lo hiciste de manera
intencional, cerrando un ojo. Pero déjame decirte que no era necesario que tu
hicieras todo eso, tienes una persona que te ayuda en casa no?
-Aún no le he dicho que volví, la llamaré para que
regrese hasta el lunes, todavía me las puedo arreglar yo sola.
-Sí tu siempre tan independiente. Pero qué tal te fue
dime?
Llegaban las bebidas y un plato con mini brochetas de
fruta, se veían apetitosas y frescas.
-Pues muy bien de hecho. Termine de escribir el libro,
hice correcciones según yo. En cuanto lo termine de imprimir te lo voy a enviar
para que te hagas cargo de enviarlo a la editorial. Levantó una brocheta y se
la llevó a la boca, una explosión se sabor muy refrescante, hizo una seña para
llamar la atención de Jeancarlo y levanto el dedo en forma de aprobación.
-Creí que ya me habías despedido.
-No cómo crees? que no haya escrito nada últimamente no
quiere decir que no seas más mi representante.
-De acuerdo en cuanto lo tengas me avisas y paso por él,
iré haciendo un par de llamadas para ver quienes están ahora en el Consejo
Editorial.
-También estuve haciendo muchas fotos, he tenido
oportunidad de crear en tres campos: personas, paisaje y flora y fauna, cómo
voy llegando no he tenido oportunidad de meterme al estudio y clasificarlas,
pero de primera mano te digo que son bastante buenas, también necesitamos
reunirnos para que me des tu opinión me gustaría en esta ocasión poder
mostrarlas al público, qué opinas?
-Parece que has trabajo mucho, me alegra que tu retiro
haya sido tan productivo, hazme saber cuándo paso por el estudio para
revisarlas conociendo ya tus anteriores trabajos estoy casi segura que la
exhibición que montes será un éxito; Quieres que vea cuáles de las escuelas
públicas necesitan de fondos para que vayan a parar ahí las posibles ganancias
que se obtengan? o prefieres una donación a otro organismo?, acomodaba sus
perfectos rulos rojos detrás de la oreja.
-Checa en las escuelas que patrocinamos, es mejor seguir
así, no quiero abarcar más de lo que podamos atender. Creo que conviene mejor
darles seguimiento que andar brincando como ranas en pantano, ja, ja.
-Porqué la risa?
-Te vi saltando con tus rulos, maquillada y todo, ja, ja.
-Oye si que volviste muy relajada, tomando un sorbo de su
bebida, y aún no me dijiste nada todavía, con una sonrisa burlona. Te recuerdo
que a mí no me ocultas nada, ese brillo en tus ojos es especial y no te lo
conocía.
-Ya que lo sabes todo, haber cuéntalo tú.
-Creo sin temor a equivocarme que conociste a alguna
turista rubia y ojiazul que te hizo temblar de placer; la vio desviando la
mirada hacia la plaza cómo recordando. -Lo sabía! lo hiciste mujer?!!
-Mm algo así.
-Suéltalo todo por favor!
-Pues no es extranjera, es nacional y fue maravilloso,
sólo el inicio de algo que espero continúe aquí en la ciudad.
-Quién es ella, la conozco, es del ambiente literario?
-Con calma mujer, ves porque no te hablé antes, eres como
un tsunami. Se llama Brenda Castrejón está en el ambiente de las artes
plásticas, de hecho tiene una galería de exposición aquí en el centro, a unas
cuadras de la universidad…
-La conozco, quiere decir la galería, llegó a la oficina
de Martín una invitación para hoy, el artista es un hombre maduro que tiene una
técnica fabulosa especializada en metales, pero que no cae en lo grotesco todo
lo contrario. Martín no tenía ánimos de asistir pero ahora lo convenzo y vamos,
tengo que conocerla claro, si a ti te parece bien.
-Tu marido no quería asistir? Eso es raro en el.
-Sucede que trae lastimada la espalda y quería descansar,
pero no es grave, sólo que el otro día tuvimos una sesión de cariño…y digamos
que se forzó un poco.
-Pues si que eres ruda con tus cariños amiga, ja, ja,
pero creo que si me gustaría que me acompañaras se supone que si llegamos tipo
siete sería muy buena hora, no crees?
-Me parece más que perfecto. Ahora tengo que irme porque
yo también tengo cita en lo de Elthon, para que arreglen mis uñas, entonces
después de ver que dice Martín te aviso, si pasamos por ti o allá nos vemos, de
acuerdo? se levantaba y besaba ambas mejillas, procura usar un lindo vestido que
luzca tu hermoso bronceado, queremos impactar a la audiencia cariño.
-Lo había olvida por un segundo.
-El qué?
-Que aparte de ser mi amiga, representante, publicista,
también eres quien me viste.
-Lindura eres una personalidad, tienes que vestir como
tal no lo olvides en eso se basa el éxito de cualquier empresa y tú, eres tu
propia empresa, te veo hasta entonces.
No estuvo tan mal pensó, lo mejor con Alma era ceder, era
como los caballos en cuanto siente que jalan la brida repara.
De acuerdo, revisaría su atuendo con sumo cuidado, tenía
que lucir encantadora para Brenda.
Le encantó el resultado final. Las personas de limpieza
habían entrado en acción y todo estaba casi listo, otra exposición cobraba vida
se podía apreciar el buen gusto de Fiona en la elección de colores no podía
negar que trabajar con ella estos días le habían permitido aprender cosas
nuevas, pero ahora su prioridad era que la apertura fuera un éxito, volteó a
ver su reloj ya eran las tres de la tarde, tenía poco tiempo se daría prisa
para regresar y estar pendiente de los detalles. Llamaron a su puerta y Aida
dejó entrar a un mensajero con un ramo de flores blancas, le pidió que firmara
de recibido y se retiró, Aida entró y le dijo que se veían más tarde.
-No traen tarjeta no te dijo a ti de quien eran?
-No, respondió Aida y salió.
Aspiró el aroma eran muy lindas y sencillas, no supo
porqué pero Tami pasó por su mente, me encantaría que fueran de ella y suspiró,
mañana iré a verte mi amor, lo prometo. Acaricio sus pétalos y se fue.
Llegó al departamento se acostó por un momento y puso a
cargar el teléfono, se acercó al clóset para ver que usaría, sacó un vestido
negro al cuerpo sin manga que tenía un escote que dejaba ver parte de su
espalda llegaba justo debajo de la rodilla como de los años 40’s, muy bonito y
refinado, buscó zapatos que hicieran juego.
Dejo la ropa en la cama y se dispuso hacía el baño, se
tomó su tiempo, salió envuelta en una toalla, secó, alació su cabello y lo dejó
suelto, continuo con el maquillaje, aplicó su perfume favorito, busco su ropa
interior y se puso el vestido también se ajusto los zapatos se colocó una
pulsera en su muñeca izquierda y por último se aplicó el labial, se miró al
espejo y estuvo lista.
Faltaban treinta minutos para las seis cuando llegó, los
del valet parking estaba en la entrada, se veía todo en orden, prefirió ella
misma estacionarse y por atrás llegar a su oficina. Ahí seguían sus flores
ahora perfumaban toda su oficina, quién se las mandaría? Eran muy lindas y de
nuevo las acariciaba.
Supervisó algunos detalles cando escucho que Fiona
preguntaba por ella.
-Brenda qué bueno que llegaste, podrías acompañarme a
recibir a los invitados, quisiera que conocieras a un par de personas del medio
que podrían interesarse en exponer aquí. Se acercaba a besarla en la mejilla
muy cerca de la boca. Traía un vestido corto color morado de un solo hombro
ajustado con un broche dorado y la cintura estaba rodeada por una faja dorada
que la acentuaba, con unas zapatillas de hilos también dorados, lucía muy bien.
-Ese vestido te sienta muy bien Brenda, te ves hermosa.
-Eh, gracias tú también te ves muy bien, vamos? no quiso
estar sola con ella, sentía el peligro.
Se dirigieron a un grupo de cuatro personas tres
caballeros y una mujer, se acercó una joven ofreciendo vino espumoso y la
plática giró sobre los espacios tan adecuados y el diseño de la exhibición.
Tamara había recibido el mensaje de Alma, Martín las
acompañaría y pasarían por ella después de las seis treinta aproximadamente.
Decidió dejar su cabello suelto, Elthon lo había moldeado bellamente, el
vestido que decidió usar era uno de color marfil, de una tela sedosa y delgada
con una caída perfecta que se acoplaba muy bien a su cuerpo resaltando sus
curvas, llegaba a la altura de sus rodillas y su escote tipo ojal recordaba una
diosa griega, sus sandalias altas y doradas, acentuaba el tono dorado de su
piel y resaltaba su cabello oscuro, decidió no usar ningún accesorio excepto
unos aretes de perla tipo gota colgaban del lóbulo de sus orejas. Retocó el
perfume y sus labios y los guardó en su cartera, completando así el atuendo.
Bajó a la recepción de su edificio y el guardia le
informó que recién preguntaban por ella. Vio a Martín que acercaba a saludarla
besando su mejilla.
-Te ves genial Tami te ha sentado de maravilla el
descanso, vamos? acercando su brazo para escoltarla al auto.
-Lo crees? yo veo que tú estás guapísimo.
-Gracias la corbata es elección de Alma ya sabes. Abrió
la puerta del auto y la dejó pasar, cerrando gentilmente la puerta.
-Luces genial Tami, yo no hubiera elegido mejor.
-Ese azul pastel resalta tus lindos rulos rojos.
Entraba Martín y se acomodaba el cinturón de seguridad -Voy
a causar envidia cuando entre a ese lugar chicas, nadie estará mejor escoltado
que yo, ja, ja, rieron juntos.
Al llegar se acercaron al valet que ya les daba
indicaciones y les abría la puerta a las damas, bajaron y esperaron por Miguel
quién ofreció sus brazos y entraron.
Tamí respiraba tratando de calmar un poco a su corazón
que latía desbocado, entraron y la primera vista fue para escanear el lugar
buscándola, si hubiera tenido la boca abierta se le sale al verla, estaba a la
izquierda le daba la espalda se veía hermosa, podía ver su escote y la recordó
en su cama desnuda, se acercó alguien y les ofreció una bebida, caminaron un
poco hacía el fondo y de pronto Alma le pregunto:
-La ves? Está aquí?
Asintió nerviosamente con la cabeza y tomo un sorbo de
vino. -Si es la chica de negro junto a la de morado, allá levantando el dedo
meñique de su copa.
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