Tampoco puedes dormir, ¿eh?
Preguntó, sonriendo. Negué con la cabeza ¿Por qué no sales y sacas provecho a
la fiesta? No tiene sentido que estemos aquí despiertas. Me alejé de ella para que pudiera salir de la cama. Pero ella
negó con su cabeza y me haló de nuevo a su pecho. Estoy bien donde estoy.
Después de aproximadamente media hora, levanté mi cabeza y la miré, se había
quedado dormida y se veía tan tranquila y dulce, y sin mencionar sexy. Prefiero
nunca mirarla de esta manera. Sabía que ella era guapísima y tenía un cuerpo
impresionante, pero nunca se me había ocurrido mirarla así. Mis ojos se
movieron hacia su pecho. Ella estaba realmente increíble y perfecta. Sólo
preguntándome cómo se sentiría tocarlos.
Ella se estremeció. Me siento un poco
violada afirmó, haciéndome saltar y alejar mi manos rápidamente. Me reí porque
había sido sorprendida. Bienvenido a mi mundo, me haces sentir así todo el
tiempo. Me encogí de hombros. Supongo que sí, lo siento dijo, casualmente.
Inmediatamente me pregunté por qué ella
no era así todo el tiempo; sí lo fuera, probablemente estaría enamorada
de ella como las demás chicas lo estaban. Oye, viendo que no podemos dormir...
¿Qué te parecer jugar? sugirió en tono emocionado, lo que era probablemente una
mala señal. Puse mis ojos en blanco, tratando de no pensar en los estúpidos
juegos que ella propondría. No estoy jugando contigo; será algo como un juego
de quitarse la ropa, o algo que implicará que me veas desnuda dije, frunciendo
el ceño y haciendo una mueca con los labios. Ella se rio y tomó mi labio
inferior entre su pulgar y dedo índice. Sin pucheros, Ángel. Si el viento
cambia te quedarás atascado así bromeó, corriendo su pulgar por mi labio. El
movimiento me hizo agua por alguna razón. Saqué mi lengua y lamí su pulgar en
broma, esperando que ella se alejara y me dijera que era asqueroso. Pero no lo
hizo. En cambio, un pequeño gemido surgió de su garganta. El sonido hizo que
algo muy profundo dentro de mí cosquilleara y palpitara. Movió su cabeza cerca
de la mía y luego se detuvo, sus labios estaban a pocos milímetros de los míos.
No podía respirar, mi corazón estaba acelerado, pero no era el usual miedo que
tenía, era porque quería que me besara. Ella pareciera estar esperando que le
diera una señal para decir que estaba bien. Tragué saliva y cerré la distancia,
presionando mis labios a los suyos ligeramente. Se sentía como si ella me diera
un shock, mi cuerpo empezó a temblar y vibrar con la necesidad de ella tocándome. Un millón de mariposas parecían
alzar el vuelo en mi estómago, pero sabía que no era causado por el alcohol.
Respondió de inmediato, acercándome a ella y recorriendo mi espalda con sus
manos. Levanté mis brazos y los puse alrededor de su cuello, enredando mis
dedos en su cabello castaño y sedoso. Sus labios eran suaves y encajaban
perfectamente en los míos. Ella chupó suavemente mi labio inferior y abrí mi
boca, sin realmente saber que esperar de mi primer beso adecuado. Deslizó su
lengua en mi boca y masajeó la mía con ternura. El sabor de ella era increíble mientras exploraba mi boca
entera. Todo mi cuerpo estaba quemando, queriendo más…De repente, se apartó,
haciéndome gemir y me pregunté en que me había equivocado. Ella levantó la
cabeza a mi puerta, apretando su mano sobre mi boca para mantenerme callada.
Grita que estás bien susurró. La miré, confundida. ¡Aleja! ¡Abre la puerta!
gritó Javier, golpeando la puerta con fuerza. Lena asintió con la cabeza y me
retiró su mano de mi boca. Me aclaré rápidamente la garganta. Javier, estoy
bien. Estoy cansada, así que vete grité, tratando de hacer mi voz sonar
enojada. Ale, ¿Has visto a Lena? preguntó Javier, a través de la puerta. Miré a
Lena, horrorizada. ¿Qué diablos se supone que tengo que responder a eso? Sí, en
realidad está en la cama conmigo, medio desnuda, y acabo de tener mi lengua en
su garganta. Ahora te puedes ir, que estás interrumpiendo. Sí, no creo que eso
le agradaría mucho a mi hermano. Me fui a casa susurró Lena, asintiendo con la
cabeza alentadoramente. Dijo que se iba a casa, Javier. Ahora vete grité,
mordiéndome los labios y esperando que él se lo hubiera creídos. Lena inclinó
su cabeza hacia abajo y sentí sus suaves labios de nuevo en los míos de nuevo,
alejándose con un suspiro cuando Javier vuelve a gritar. Aleja, ¿estás bien?
Suenas un poco extraña. Me reí. Sí. Me enfermé así que vine a la cama, pero
ahora estoy bien. Te veré en la mañana. Oh, y por cierto, no voy a limpiar, así
que necesitas hacerlo todo bromeé, sonriendo ante la idea de que él limpiara
toda la casa solo. Lo que sea, Aleja, ambos sabemos que me ayudarás de todos
modos dijo Javier, riendo. Miré hacia Lena, que sonreía con su hermosa sonrisa
y presionó sus labios contra los míos de nuevo, haciendo que el cosquilleo
volviera al instante. Su mano se deslizó lentamente por mi lado mientras su
lengua regresaba a mi boca, su sabor en mis papilas gustativas. Ella llegó a la parte inferior de la camisa que
usaba y deslizó su mano por debajo, recorriendo mi muslo con su mano y tocando
mi cadera. Sus dedos trazaron lo largo del material de la tanga, de modo que su
mano estaba en mi trasero. Mi piel parecía arder dónde me tocaba. Fue en ese
momento que regresé en mí misma. Esto era demasiado rápido. Moví mi cabeza
hacia atrás y saqué su mano para que dejara de moverse por mi top. Oh, lo
siento. Demasiado rápido, ¿cierto? preguntó, un poco culpable. Asentí con la
cabeza, tratando de recuperar el aliento y calmar a mi cuerpo. Está bien,
Ángel. Vamos a dormir, entonces sugirió, con una gran sonrisa. Se alejó un poco
de mí y se recostó, halándome a su lado. Puse mi cabeza en su pecho y colgué mi
pierna sobre ella y mis brazos en su cintura. Ella se agachó y tomó mi mano,
entrelazando nuestros dedos. Sus labios rozaron la parte superior de mi cabeza
y cerré los ojos, sintiéndome más feliz de lo que había estado por mucho
tiempo. Justo antes de dormir tuve una horrible sensación de que esto era un
error que terminaría pagando por la mañana. Quiero decir, estaba con la mejor
amiga de mi hermano, que era una total mujeriega, y que sólo se preocupaba por
ella misma.
Me desperté por la mañana
con un dolor de cabeza punzante. Mi teléfono móvil estaba sonando en algún
lugar cercano. Extendí mi mano para conseguirlo, pero no lo podía alcanzar. Me
estiré un poco más y logré golpearlo sobre la cama para que lo pudiera
responder. ¿Hola? bostecé. ¡Aleja! ¿Dónde diablos estás? Se supone que debemos
estar practicando una voz de hombre gritó enojada. Hice una mueca lejos del
sonido y traté de levantarme, pero Lena estaba lo suficientemente cerca encima
de mí. Me estaba fijando en mi estómago, el brazo y la pierna echada sobre mí,
ella estaba usando mi espalda como una
almohada. En realidad, era sorprendentemente cómodo. ¿Julio? dije con voz
ronca, mirando mi reloj de alarma, pero los números eran borrosos, no los pude
distinguir. Cerré los ojos luego los abrí para ver que eran las8:42 am.
¡Mierda! Sí, ¿quién demonios crees que iba a ser? Se supone que estarías aquí a
las ocho treinta, Aleja. ¿Vas a venir o qué? sonaba claramente enojado Oh, sí,
estoy en camino.
Lena gruñó. Dile que es
sábado Ángel y estoy cansada se quejó en mi espalda haciéndome dar risitas.
Escucha, Aleja, patea a ese pedazo de mierda fuera de tú cama y ¡vente para
acá! Tenemos una nueva rutina y necesitas aprenderla dijo Julio, sonando
divertido ahora, él obviamente había escuchado a Lena. Julio era la única
persona que sabía que Lena se estaba quedando conmigo, él no sabía la historia
completa así como porque, pero sabía que lo hacía. Lena me llevaba a mis
prácticas de baile todos los sábados, con resaca o no. Sus dos condiciones eran
que yo comprara su almuerzo, y no le dijera mi hermano. Las cuales estaban muy
bien conmigo. Javier sabía que yo bailaba, pero nunca me había visto hacerlo,
tenía la sensación de que no le gustaría mucho si lo hacía. Lena y Julio se
llevaban muy bien. Voy a estar allí en un momento y voy a comprar donas para
disculparme, ¿de acuerdo? le ofrecí dulcemente. No quería que se molestara
conmigo toda la mañana, ya que me haría trabajar dos veces más duro. Suspiró.
Bien, apúrate. Me revolví un poco y empuje mi teléfono de vuelta. Lena, Julio
dijo que tengo que patear tu culo bonito fuera de mi cama y llegar rápido. Me
reí entre dientes. Ella gimió y enterró su cara en mi espalda. Maldición, los
sábados son un dolor en el culo murmuró, rodando sobre su espalda. Volví la cabeza para mirarla,
ella me estaba dando su sonrisa marca
registrada. Tu camiseta está levantada un poco allí. ¿Quieres que baje eso por
ti? preguntó, mirando a mi trasero. Rápidamente tiré mis manos hasta sentir que
su camiseta que llevaba puesta, ya se había levantado alrededor de mi cintura,
lo que significaba que ella tenía una visión clara de mi culo en mi tanga. No
sabía muy bien donde estábamos después de anoche, pero creo que tenía derecho a
tomarle el pelo un poco. No es como que nunca me había visto en mi ropa
interior antes, vio lo suficiente de mí ayer por la noche mientras estaba
enferma ¡sólo con mi ropa interior! No, gracias. Ya lo tengo. Salí de la cama y
me quité su camiseta, arrojándosela la cara, así que estaba allí de pie en mi
sostén y bragas. Gracias por el préstamo le dije con una sonrisa, caminando
seductoramente a mi armario, tratando de encontrar algunos pantalones de
chándal o algo que podría llevar a bailar, lo oí jadear, a continuación, gemir,
en silencio me mordí los labios para no dejar escaparla risa. Los resortes de
la cama crujían, de repente, su cálido aliento estaba soplando en mi nuca, por
lo que todo mi cuerpo estalló en piel de gallina. Por lo tanto, ¿se me permite
tocarte hoy? preguntó en voz baja. Vaya, ¿está realmente pidiéndome permiso? Me
volví hacia ella, estaba de pie justo detrás de mí en tan sólo su tanga,
pareciendo una diosa griega. Um... No sé... ¿Quieres hacerlo? le pregunté, un
poco insegura de mí misma. Ella había estado con muchas chicas antes, todos
ellas probablemente más bonitas que yo, y ese fue mi primer beso de verdad la
noche anterior por amor de Dios, apuesto a que ¡apestaba majestuosamente en
eso! Asintió con la cabeza con impaciencia, y sus ojos estaban clavados en los
míos. Ni siquiera estaba mirando a mi cuerpo a pesar de que estaba casi
desnuda, lo cual hizo que mi estómago diera un tirón por alguna razón. Me puse
rígida mientras levantaba sus manos, poco a poco, dándome la oportunidad de
detenerla, ella las puso en mis caderas. Su toque envió un sofoco a mi piel y
mariposas a mi estómago. Me empujó hacia delante en su pecho, arrastraba sus
dedos lentamente alrededor de mi espalda, por un lado agarraba la parte de
atrás de mi cuello suavemente y la otra mano haciéndome cosquillas en su camino
hacia abajo. Me pasó la mano por el trasero con suavidad, sólo una vez, antes
de volverla a subir gradualmente y ponerla en la parte baja de mi espalda. Sus
ojos no abandonaron los míos todo el tiempo. Excitación nerviosa estaba
corriendo por mi cuerpo y me quedé allí, congelada, sin saber realmente lo que
debía hacer. Todo esto era tan totalmente nuevo para mí y estaba asustada casi
hasta la muerte, pero en el buen sentido de alguna manera. Inclinó la cabeza
lentamente y sentí que mis ojos se agrandaban, a la espera de que sus suaves
labios hicieran contacto con los míos. Justo cuando estaban a punto de
conectar, mi celular volvió a sonar, haciéndonos saltar. Miramos el teléfono,
mi corazón estaba regresando lentamente un ritmo normal cuando empecé a volver
a la realidad. Lena estaba mirando el teléfono, y tuve la impresión de que
estaba tratando de disparar rayos láser
para que dejara de sonar. Me reí de su expresión exasperada y me aparté
de ella para responder. El identificador de llamadas, dijo Julio, una vez más.
Suspiré y lo abrí. ¡He dicho que estoy en camino! puse los ojos en blanco a
pesar de que sabía que no podía verme. Sólo para asegurarme que tú y tú amiga
culo bonito no se vuelvan a dormir dijo con una sonrisa mientras colgaba. Cerré
el teléfono y volví a mirar a Lena, ella seguía observándome, pero se estaba
vistiendo al mismo tiempo. Le sonreí y devolvió la sonrisa, que era agradable.
Por lo general, se transformaba en Lena la imbécil del día, burlándose de mí
casi tan pronto como me despertaba, pero hoy en día parecía diferente. No pude
evitar preguntarme cuánto tiempo duraría. Fui a mi armario y cogí un par de
leggins negros y un top blanco ajustado que apenas cubría mi culo, agarré ropa
interior fresca y fui al baño a cambiarme. Mientras caminaba junto a ella, me
agarró la mano, haciendo que me detuviera. Sabes que tienes el más sexy culo en
el mundo, ¿verdad? susurró, justo antes de que presionara sus labios con los
míos ligeramente, enviando lo que se sentía como relámpagos en todo mi cuerpo.
Cuando me soltó, la miré un poco sorprendida. Sí, apuesto a que se lo dices a
todas las chicas murmuré, sacudiendo la cabeza y caminando dentro del baño
cerrando la puerta y tomando una respiración profunda. ¿Qué hay de malo en mí?
¿Por qué él estaba haciendo que me sienta así? ¡Es Lena por amor de Dios!
Ella te va a aplastar y vas a terminar
como esa maldita puta Jessy, rogando por su atención una vez que ella ha
terminado y consiguió lo que quería. Pero ella no me haría eso a mí. Había
pasado toda la noche conmigo por los últimos ocho años. La necesitaba para
poder dormir, ella mantuvo las pesadillas alejadas de mí. Ella no me haría
daño, ¿verdad? Confío en ella para mantenerme a salvo, pero ¿podría confiar en
ella con todo mi corazón? Sabía que la respuesta a eso era que no, no podía,
pero por alguna razón quería. Cuando salí del cuarto de baño se había ido, pero
esto no fue una sorpresa. Me acerqué a mi ventana para bloquearla como de costumbre
y vi una pequeña margarita blanca en la repisa de la ventana. Miré por la
ventana y sonreí, estas flores crecían a las afueras de mi ventana, tiene que
haber elegido una para mí cuando salió, y la dejó allí sabiendo que la vería
cuando cerrara la ventana. Mi corazón dio un vuelco y sonreí, un poco
confundida. No era costumbre de Lena hacer esas cosas. Suspire mientras metí la
pequeña flor en mi cola de caballo y luego me dirigí a la cocina, tomando dos
cajas de jugo. Garabateé una nota para Javier diciéndole que había ido a
bailar, y que le ayudaría a limpiar más tarde si dejaba que Karla y Silvia
vinieran a ver una película esta noche. Sabía que iba a ir a por ello, este era
mi soborno de costumbre por ayudar a limpiar después de sus fiestas, que venía
a la nuestra casa en la tarde y ella pagaría por la pizza y una película. Todo
lo que él tenía que hacer era aguantar a dos chicas coquetas golpeando sobre él
y Lena toda la noche, ya que por lo general él se acercaba demasiado, si no
tenía una cita. Salté fuera de la puerta de entrada al coche de Lena que estaba
esperando fuera de mi casa. Oye, ten esto dije, dándole la bebida. Gracias. Ten
esto. Sonrió, y me entregó una rebanada de pan tostado. Me eché a reír. Ese es
un cambio bastante bueno le dije, sonriéndole y comiendo. Oh, tengo que ir a
Benny y conseguir rosquillas, si eso está bien. La miré esperanzada mientras
conducía por la calle. Ella asintió con la cabeza y aún estaba radiante. ¿Por
qué tan feliz hoy? pregunté con curiosidad por saber por qué sonreí a tanto. No
podía haber dormido mucho y sabía que ella estaba todavía cansada, me di cuenta
por sus ojos. Tuve una buena noche ayer eso es todo. Finalmente anoté con una
chica muy bonita que he estado deseando por un tiempo. Me guiñó un ojo, su sonrisa
auténtica cambiada en su sonrisa estúpida. Mis entrañas se sentían como si
alguien hubiera empujado una moto sierra en mi estómago. Había conectado con
alguien, y luego ¿vino a mí en la cama? ¡Qué idiota estúpido! La besé, un beso
adecuado también, y ella ¡había utilizado una chica para tener relaciones
sexuales antes de eso! Uf, estúpida gigoló, sabía que no debería haber esperado
algo diferente. Me di la vuelta para que no pudiera ver que estaba herida, y
miré por la ventana, negándome a llorar. El llanto es para los débiles. Casi
nunca dejaba que nadie me viera llorar, pero algunas personas traspasaban las
defensas que había construido, así que no podía evitarlo. Ella se detuvo
delante de Benny y salté, con ganas de estar lejos de ella. Pedí veinte donutsen
toda la variedad de chocolate, porque eran mis favoritas. Cuando llegué
devuelta en el coche, Lena sonreía. ¿Tienes lo suficiente allí? bromeó, mirando
a las dos grandes cajas que tenía en mis brazos. Me limité a asentir y encendí
a la radio. Me gusta esta canción mentí, no tenía idea de lo que era, pero no
quería hablar con ella. Me lanzó una mirada extraña. Odias la música de
reventón dijo, frunciendo el ceño y bajándole el volumen. En realidad, estaba
en lo cierto, odiaba eso, pero me gustaba más en este momento que hablar con
ella, puta mentirosa .Nos detuvimos en las afueras del estudio donde mi grupo
ensayaba todos los sábados, nosotros éramos un equipo de baile de la calle y
éramos bastante buenos también. Habíamos entrado en una batalla de baile la
semana pasada contra otros diez equipos de la zona y habíamos llegado en
segundo lugar, ganando más de $1.000 en premios. No es que hayamos visto nada
del dinero, se fue directo al estudio, los uniformes, la música y volantes o
afiches. Me encantaba la danza, danza callejera era mi favorita y todo lo que
era con un ritmo de hip hop tiene mi voto. Siempre había sido mi sueño desde
que era una niña tener mi propio estudio de baile, tal vez algún día me
gustaría llegar allí, pero parecía muy poco probable. Hey, chicos lo siento, me
quedé dormida dije, mirando a todos ellos disculpándome, mientras entraba.
Julio me haló a un gran abrazo y traté de no retroceder lejos de ella, llevaba
hoy su marca de fábrica de piezas de color rosa en forma de una gorra. Eso está
bien. También me quedaría dormido demasiado si tuviera ese culo en mi cama bromeó con una sonrisa mientras asintió con
la cabeza sobre mi hombro hacia Lena. Rodé los ojos y puse las donas sobre la
mesa, tomando una de chocolate con rapidez antes de que todos fueran y se las
acabaran. Me dirigí a saludar a los otros chicos. Había ocho personas en
nuestro equipo, cuatro chicas y cuatro chicos. Estaba feliz de hablar con los
chicos, cuando Julio llamó a todos para empezar. En vista de que ya estamos con
cuarenta y cinco minutos de retraso porque alguien no podía arrastrar el culo
de la cama a tiempo, es mejor que empecemos afirmó, lanzándome una mirada
fingida y haciéndome reír. Nos pusimos a trabajar en una nueva rutina que era
muy difícil y complicada, e incluso tenía algunas elevaciones que daban miedo.
La peor fue cuando estaba ellos hombros de Rayan y tuve que dar la vuelta, y
girar en el aire, así que quedaba mirando hacia atrás, entonces él me atraparía
mientras caía hacia su cuerpo. Casi al instante, tenía que envolver mis piernas
alrededor de su cintura antes de inclinarme totalmente hacia atrás poniendo los
brazos en el suelo y rodar mi cuerpo en este. Por suerte, teníamos colchonetas,
Incluso me tomó más de una hora aterrizar una vez, y déjame decirte que,
incluso aterrizar en la espalda o el estómago en una colchoneta, duele, sobre
todo si el musculoso chico que se supone que te atraparía, aterriza en la parte
superior de ti. Después del intento número veinte, empujé a Rayan fuera de mí,
riendo. Ni siquiera podía levantarme estaba tan cansada, el sudor me corría por
la espalda. Está bien, oficialmente renuncio a esto por hoy. Me duele la
cabeza, me duele la espalda, mi trasero me duele, incluso los brazos y las
piernas duelen de tanto sostenerme me quejé, yaciendo al igual que una estrella
de mar en la colchoneta. Está bien, es casi la una de todos modos, así que será
mejor que despejemos el estudio dijo Julio, tendiendo la mano para ayudar a
levantarme. Negué con la cabeza, riendo. No puedo. Sinceramente, no puedo
moverme murmuré, cerrando los ojos, tratando de recuperar el aliento. La
siguiente cosa que sé es que Lena estaba allí, me agarró, me levantó y me tiró
por encima del hombro como si yo no pesara nada, se dirigió hacia el cuarto de
baño de las chicas, riendo. ¿Qué demonios estás haciendo? grité, todavía
molesta con ella por lo que me hizo ayer por la noche. Ayudándote afirmó. Me di
cuenta que estaba sonriendo por su sexy estúpida voz. ¡Suéltame! le ordené,
tratando de zafarme, pero me agarró con más fuerza. Oí la ducha abriéndose.
¡No! Ella no lo haría! Lo hizo. Me metió en la ducha, poniéndome abajo en la
regadera, ambas completamente empapadas. Me quedé allí, sorprendida. Tenía una
muda de ropa conmigo por lo que no importaba, pero no creo que ella tuviera.
¡Ja, imbécil, ahora tiene que sentarse en su coche con la ropa mojada! Se
estaba riendo de mí, así que acoqué mis manos y recogí un poco de agua,
lanzándosela, se echó a reír más fuerte y se apoderó de mi cintura, apretándose
contra mí bajo la ducha. El agua le corría por la cabeza, aplastando su pelo en
lacara, se veía sexy como el infierno. Sus ropas estaban resbaladizas en su
cuerpo, quería pasar mis manos hacia abajo para sentir las líneas de sus senos.
Inclinó la cabeza hacia adelante y me besó, envolviendo sus brazos con fuerza a
mí alrededor y empujándome contra la
pared. Chupó suavemente sobre mi labio inferior y con mucho gusto abrí mi boca,
ansiosa de saborearla de nuevo. Ella sabía aún mejor hoy, probablemente debido
a que aún estaba medio borracha cuando nos besamos ayer por la noche así que no
pude apreciarlo mucho. Su beso era hermoso y estaba enviando ondas de deseo
corriendo a través de mi cuerpo. Finalmente, se apartó y las dos estábamos sin
aliento. Miré a sus ojos y pude ver que estaban bailando con excitación,
también podía ver algo más que miedo, que me asustaba mucho porque sabía que no
estaba lista para eso. Vi la lujuria, pura y simple. Lena quería mi cuerpo
mucho. Jadeé y la empujé hacia atrás, saliendo de la ducha rápidamente. Lo
siento, no debería haber hecho eso. Demasiado pronto, ¿verdad? Preguntó, al salir de la ducha y apoderándose
de mi mano. Me volví a mirarla. No podía darle lo que ella quería, ella podía
conseguir eso en otra parte. Quiero decir, era Elena Hamilton por el amor de
Dios, ella podría tener cualquier chica que quisiera, ¡y lo hace! Ella ya
admitió que se conectó con alguien la noche anterior antes de que ella me
besara. Ella era una jugadora así de simple, y si lo dejaba tener mi corazón, lo
rompería, no hay duda. Lena, ¿qué quieres de mí? pregunté en voz baja, mirando
a mis zapatillas empapadas. Puso el dedo debajo de mi barbilla y me levantó la
cara así que tuve que mirarla. Todo dijo simplemente. Mi corazón se detuvo, y
luego se echó a correr por lo dulce que sonaba. Espera, es sólo una línea para
entrar en tus pantalones, Aleja, ¡cálmate! No puedo darte eso, ni siquiera de
cerca. Ve a buscar a la zorra que se conectó contigo anoche, estoy segura de
que está más que dispuesta a hacer cualquier cosa contigo gruñí
desagradablemente, haciendo citas de aire alrededor de las palabras cualquier
cosa, antes de irrumpir fuera para cambiarme. Mi bolsa ya estaba aquí, supongo
que una de las chicas la trajo después de ver a Lena y yo en la ducha haciéndolo.
Maldita sea, eso es ¡vergonzoso! Me agarró la muñeca y me hizo parar y mirarla.
¿De qué zorra estás hablando, Ángel? preguntó, mirándome confusa.
¡Con la que te enrollaste
antes de que me besaras en la cama! Maldita sea, Lena, ni siquiera estabas borracha,
¿se te ha olvidado ya? Woow, eso debe realmente haber significado algo para ti
escupí ácidamente. Parecía aún más confundida. No me enrollé con nadie ayer por
la noche, ¿De qué estás hablando? preguntó, tratando de tirar de mí hacia ella,
pero me mantuve firme y saqué mi muñeca de sus manos, ella no se resistió, sólo
me dejó ir, sabía que no me gustaba estar restringida. Le di mi mirada de
muerte y cogí una toalla de mi bolso, secando mi pelo que chorreaba. Tiré de la
margarita de mi cola de caballo y la arrojé a sus pies. Lena, tú me dijiste
antes en el coche que follaste una chica que deseabas, por eso estabas tan
feliz gruñí. ¿En serio iba a mentirme sobre esto ahora? Entendimiento cruzó su
cara, su cuerpo parecía relajarse visiblemente. En realidad, nunca dije que
follé a nadie. Lo que realmente dije fue que por final noté con una chica muy
bonita que había estado deseando desde hace tiempo dijo, encogiéndose de
hombros y sonriendo, como si esto lo aclarara todo. Negué con la cabeza, aún
enojada. La redacción no me importaba, todo era lo mismo y todavía me sentía
traicionada y utilizada. Lo que sea, follaste, anotaste, es todo la misma cosa.
Eres una maldita estúpida jugadora y yo
no puedo creer que dejé que tú me besaras. ¡Dos veces! grité. Podía sentir las
lágrimas que amenazaban con salir, así que me volví de espaldas a ella. ¡Estás
entendiendo mal lo que quise decir! dijo con desesperación. Di la vuelta para
mirarla de nuevo. Oh, ¡lo siento! Explícate por favor dije con sarcasmo,
agitando la mano en un gesto de adelante. Estaba hablando de ti dijo en voz
baja.
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Me ha encantado este capitulo quiero mas y mas , ojala que pronto subas otro capitulo xoxoxo
ResponderEliminarUF... DE LAS MEJORES HISTORIAS QUE HE LEIDO... EN ESTA PAGINA... ESTA BUENISIMO... GRACIAS ...SAM ITALIA
ResponderEliminaresta muy buena la historia; espero con ansías el próximo capítulo....
ResponderEliminarsaludos desde México
genialllllll!!!!!!!! :-)
ResponderEliminarPorfa subi mas capitulos de esta historia que esta muy bonita
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