Capítulo10
Llegó al área del bar y estaba Miguel preparando una
bebida, al verla la invitó a sentarse cerca de la barra.
-Qué tal ha ido la sesión de fotos?
-Bastante bien, tengo algunas cosas maravillosas aquí
guardadas, palmeando la maleta. Espero llegar a casa para revisarlas, aún tengo
más ideas pero este material está muy bueno. Qué preparas?
-Una margarita de tamarindo…y aquí tienes lista para
disfrutar, prueba.
Le dio un pequeño sorbo.
-Esta riquísima pero pica.
-Ja, ja, no mucho espero, le agregué un toque de chile en
polvo, para darle más intensidad, no te gustó?
-En realidad es muy delicado el toque creo que exageré,
tiene tequila?
-Claro sin tequila no vale.
-Dónde está Lulú?
-Estaba al teléfono, parece que mañana llega un
matrimonio para estarse unos días, y como pidieron el spa, está localizando a
Lupita para que esté disponible cuando ellos se hayan instalado.
-Es la persona de los masajes y eso?
-Sip, deberías aprovechar para tener una sesión, te
interesa?
-Estaría bien probar un masajito.
-Pues ya está.
-Hola guapo, hola Tami querida, besando su mejilla, estas
toda mojada, nadaste en el mar?
-No me pude resistir, de hecho todo aquí no se puede
resistir señalando su margarita.
Miguel ponía al frente otra copa para su bella dama.
-Gracias, esta te quedó muy rica, pero debes preparar una
de mango para que la pruebe también.
-Bien mañana se la preparo. Oye y si llegan mañana los
huéspedes?
-Sí, llegan por la tarde como a eso de las 5. Lupita se
dará una vuelta desde temprano para checar que todo esté en orden, Tami debes
aprovechar que viene.
-Ya me lo decía Miguel y si quiero en cuanto haya
oportunidad yo estoy puesta.
-Porqué no vas a darte un baño y bajas para jugar un poco
cartas o algo así?
-De acuerdo, no tardo.
Estuvieron jugando hasta avanzada la noche, con una
musiquita rica, Tami notó un poco de trampa entre los enamorados esos, pero no
le dio importancia era una velada muy agradable, y el cóctel ese con un vino
espumoso era el plus. Contaron anécdotas, chistes, pasaron del recuerdo, a la
risa y agradeció tenerlos en su vida eran su familia.
Ya con una nota de alcohol en la sangre se retiraron a
dormir. Mañana habría que despertar renovados para recibir visitantes.
Volvió a su habitación, se sacó la ropa y se acostó a
dormir, la buscó en sus recuerdos y así se abandonó en los brazos de Morfeo.
-Buen día debes ser Tamara, la saludó una joven mujer,
delgada, morena de grandes ojos negros, cabello largo negro recogido en una
trenza gruesa y una blanca sonrisa.
Abrió, los ojos en cuanto escucho que le hablaban a ella,
estaba tumbada en un camastro tomando el sol ligero de la mañana, después de
haberla detallado se levantó las gafas de sol. –Hola qué tal, si soy yo, te
puedo ayudar en algo?
-Gracias, la que viene a ayudarte soy yo. Me dijo Miguel
que aquí te podía encontrar. Soy Lupita.
-Ah!, levantándose –Tanto gusto y estrechó su mano, muy
suave y fuerte y le agradó su tacto.
-Pues si gustas podemos pasar al área del spa, allí está
todo listo para que recibas un masaje o prefieres que sea en otro momento?
-Que sea de una vez, te sigo.
Llegaron al área del bar y giraron hacía la derecha por
el caminito de piedrecitas de rio, la puerta de cristal se abrió para dejarlas
pasar era un espacio precioso se resguardaba de la vista ajena por las ramas de
los árboles y palmeras y los arbustos ordenados para darle intimidad al área,
se dividía en una sala de estar al fondo a la izquierda se veían dos puertas de
cristal la más pequeña dejaba ver frascos y toallas todo muy bien ordenado y la
otra dejaba ver paredes de madera y alrededor del cuarto un banco de lado a
lado también de madera en dos niveles.
-Ese es el vapor hasta para cuatro personas y esta
habitación de acá, abrió una puerta esmerilada que protegía la intimidad, la
habitación era mucho más amplia con dos camastros individuales -es el área de
masajes. La pared del fondo llegaba a la mitad de la altura y el resto era un
cristal hasta el techo que dejaba ver la vista de la playa, había una
estantería con pequeños frascos y envases y la luz entraba con calidez sin
abrumar.
-Aquí hay agua por si gustas, en esta mesita puedes dejar
tu ropa, hay una toalla para cubrirte y cuando estés lista te acuestas con tu
cara hacía abajo. Voy a lavarme y traeré una bata para ti, de acuerdo? tienes
alguna pregunta?
-Ninguna todo bien?
-Prefieres música de fondo o prefieres silencio.
-Música está bien, gracias.
-Bien entonces, enseguida vuelvo.
Pasaron un par de minutos y se escuchó una suave
ambientación musical parecía como agua corriendo entre cristales por el sonido,
imagino que sería oriental. Enseguida la escuchó entrar y se dispuso a cerrar
los ojos. No estuvo segura en qué momento la esencia inundó sus fosas nasales y
la sensación en su cuerpo fue eléctrica, unas manos recorrían su piel de forma
mágica, en algún momento esas manos tuvieron rostro: Bren, no sabía qué tiempo
había transcurrido pero cada extensión de su cuerpo se activaba bajo la presión
de los dedos, se corazón latía más aprisa, su respiración era irregular, no es
que ignorara sobre estos masajes, pero era posible que su entrepierna estuviera
húmeda como respuesta?
Se sentía un tanto eufórica, trataba de ser consciente de
que era otra persona que no podía evitar, abrió su boca y no salió palabra
alguna, lo volvió a intentar y un ruido salió en forma de gemido, diablos¡
abrió los ojos y carraspeo –disculpa Lupita verdad?
-Sí señorita la presión es muy fuerte?
-N no…titubeo es sólo que de repente me ha dado un poco
de sed, serías tan amable de acercarme un botella?
-Aquí tiene colocando un popote retráctil, esos que se
doblan.
-Gracias que amable, se incorporó y olvidando que estaba
desnuda dejó a la vista sus senos
Lupita dio un paso y recorrió la toalla hacía arriba,
dejando al descubierto la parte baja de los glúteos, sintió que un sonrojo
cubrió su rostro y se volteo a acomodar una toalla que ya estaba doblada.
-Gracias, devolviendo la botella.
-No se preocupe. Acomodó de nuevo la toalla cubriendo los
perfectos glúteos. Decidió brincarse esa zona y continuar hacia los pies. No le
había pasado con ninguna clienta, volvió a la concentración y lo dejó pasar.
–Le gustaría terminar con la sesión de vapor?
-Lo recomiendas? no suelo hacer esto, quiero decir
masajes y vapor.
-Claro que sí, para vigorizar los músculos que se han
relajado y salgan las toxinas de su cuerpo a través del sudor con diez minutos
estará como nueva, después pasará a la ducha para cerrar los poros, por último tomará
una bebida refrescante, fría o caliente como lo prefiera y listo.
-haces esto con frecuencia?, parece cansado.
-No mucho y si suele ser agotador, por eso procuro
hacerlo máximo tres veces al día durante un turno, con usted ahora me dará
tiempo para estar lista por la tarde cuando lleguen los otros huéspedes.
La plática espabilo en ambas la energía sensual que se
había formado en el ambiente. Transcurrido un lapso de tiempo salido de la
ducha le había dejado una crema para el cuerpo, estaba su bikini y el pareo que
llevaba antes y salió a la sala de estar, la esperaba con una sonrisa y le pregunto
-la bebida la prefiere fría? No lo había notado pero ahora le parecía más
bonita que al inicio de la sesión, seguro era por el momento.
-Fría está bien, gracias. Y tomaba un gran sorbo.
-Espero que haya disfrutado su sesión, si tiene
sugerencias puede anotarlas aquí en esta libreta, queremos que las estadía y
los servicios sean lo mejor para su descanso.
-Vaya no creí tener tanta sed, devolviendo el vaso vacio.
-No lo ha sentido pero su cuerpo ha perdido líquidos y
ahora debe recuperarlos tomando agua natural o jugo de fruta.
-Esto que tomé recién no era jugo.
-Es un batido de hierbas, manzanilla y hierbabuena
principalmente, le gustó?
-Estaba deliciosa, gracias. Creo que ahora iré a almorzar
porque también tengo hambre.
-Se ha activado todo su organismo, si puede coma ligero,
tome líquido y si puede evite asolearse durante el día.
-De acuerdo lo haré, te agradezco mucho Lupita. Salió un
tanto apresurada. Que fue todo eso? Diablos!
Lupita la vio salir, extrañada se preguntó que habría
sido todo eso.
El alimento era especial para los que recibían la sesión
en el spa. Comió muy bien, pero el sueño empezaba a pesarle, Lulú la mandó a
descansar del descanso y durmió plácidamente. Al despertar se puso a escribir
como tocada su sistema nervioso trabajaba como nunca.
Los mensajes con Bren siguieron durante la semana
siguiente, en un par de ocasiones uso el teléfono de la Casa Azul y pudieron
expresar los suspiros que en texto no se podía, rieron y murmuraron
incoherencias cursis. Iba de maravilla el trabajo de Tami avanzaba a pasos
agigantados, le sacaba jugo al tiempo que le regalaba este paraíso, y con sus
fotos aún quería hacerlo extra pero ya casi cumplía las metas que se puso antes
de salir de la ciudad.
Era domingo y planeo salir temprano con su cámara caminando
por la playa hasta que encontró a los chicos que habían cortado los cocos. Los
saludo y se acercaron a ella con mucha familiaridad.
-Señorita ya tomó color, antes estaba muy descolorida.
-Estoy muy morena?
-No para estar como yo todavía te falta mucho, dijo Paty
ji, ji, mostrando sus huecos en los dientes.
-Oigan chicos sería posible que me dejen tomarles algunas
fotos ahí cerca del agua?
-Es tu tarea? preguntó Paty.
-Algo así pero si me dejan, les voy a mandar con Tony el
joven que trabaja en Casa Azul, un álbum para cada uno con las fotos que les
haya tomado. Que dicen puedo?
-Yo si quiero, se apunto Paty.
-Yo también, dijo Susi. –Le puedes a tomar a mi hermanita
también si quieres, tiene dos años, la traigo?
-Claro tráela contigo, dónde está?
-Aquí adelantito mamá está preparando todo para hacer los
dulces que te contamos, quieres conocerla?
-Si vamos.
Paty la tomo de la mano y caminaron hacia la palapa.
-Mamá! Ella es la señorita de las fotos.
Una señora joven se acerco con una sonrisa.
-Qué tal soy Tamara Salas, me quedó aquí en Casa Azul y
me preguntaba si podría tomarles fotos a las niñas, les he prometido regalarles
una copia en cuanto las tenga.
-Soy Leonor, cómo le va? pues si ellas quieren está bien.
Por mi mejor porque voy a estar con el fogón y así no andan cerca no se vayan a
quemar.
-Me permitiría a usted también tomarle algunas?
-No estoy peinada, ji, ji.
-No se preocupe si quisiera modelos las buscaría. Yo
necesito personas reales cómo usted por ejemplo.
-Ándele pues, nomás no voy a voltear porque me gana la
risa, ji, ji.
Le hizo varias mientras se acercaba los utensilios y
otras mientras preparaba los dulces. Había otra mujer mayor que era la abuela y
también de buena gana se dejó tomar algunas. Se llevó a las niñas y les tomó
algunas jugando en la arena cerca del agua, otras riendo hasta que reunió un
buen número de ellas, volvieron a la palapa y prometió enviar las copias.
-Gracias niñas han sido muy profesionales.
-Adiós señorita que tenga buen día.
Al volver encontró a Tony trabajando el huerto de
especias y también dejó que le tomara algunas mientras le explica el nombre de
cada plantita.
Se sentía motivada, había tomado algunas de la Casa, se
adelanto a tomar otras del bar y sus bellas mesitas, vio a Lupita llevando
algunas botellas y toallas pero prefirió a ella no fotografiarla, muchos
recuerdos se dijo, en la cocina encontró a doña Mary lavando verduras y a don
Isaac limpiando el pescado muy amables también posaron.
Miguel estaba limpiando haciendo una llamada y tenía a
Lulú abrazada los tomó desprevenidos en un foto muy familiar y cariñosa.
Subió para descansar un poco y revisar su material, había
tenido muy buena suerte.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Elsky - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
La historia en general me gusta mucho....
ResponderEliminar