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Mientras
revisaba algunos trabajos en mi casa el teléfono sonó.
-Hola-conteste
al levantar la bocina.
-Hola,
Daniela, soy Sofía.
-Sofía,
hola, ¿qué pasa?
-Yo,
solo llamaba para saber si tienes algo que hacer.
-No,
por hoy no.
-Te
gustaría ir a comer algo, conmigo y una amiga.
-Claro-
vi el reloj y eran apenas las 2pm.
-Ok,
paso por ti en una hora.
-Vale,
te espero.
-Oye-
dijo antes de colgar.
-Sí.
-No
me has preguntado cómo conseguí tu número.
-Sé
que fue gracias a Ricardo.
-Lo
conoces bastante.
-Sí,
mucho.
-Ok,
nos vemos.
Colgué
el teléfono y me dispuse a cambiarme.
Fuimos
a un restaurante muy agradable, familiar, nada exagerado. En una mesa una chica
nos esperaba. Cuando nos acercamos saludo a Sofía con un beso en la mejilla y
después de que Sofía me presentara me saludo de la misma forma.
-Daniela, ella es Alondra, mi amiga bailarina-
se dirigió a la chica- y Alondra ella es Daniela mi amiga maestra.
-Es
un gusto- le dije a la chica que sonrió y contesto lo mismo.
-Dani,
seguro que te preguntas que es lo que hacemos aquí.
-Sí,
un poco.
-Bueno-
continuo Sofía- las he reunido aquí porque me he dado cuenta de que las dos
tienen su historia.
-También
tú- me dijo Alondra sorprendida.
-Bueno,
supongo que sí-conteste mientras veía el menú.
-Sí,
las dos tienen su historia uy interesante- dijo Sofía que parecía estar muy
entusiasmada.
-¿Para
qué nos has reunido?- pregunto Alondra.
-Bueno,
para que platiquemos sobre la vida, y bueno tal vez sacar algo para un libro.
-Sí
es para un proyecto literario cuenta conmigo- dije antes de que llegara el
mesero a tomar nuestra orden.
-Perfecto-
contestó Sofía- ¿quién empieza?
-Alondra,
¿te gustaría iniciar?-pregunte a la chica.
-Claro-
dijo esta antes de aclarar un poco su garganta- pues mi historia es algo
peculiar. Yo llevaba 5 años de relación con mi novio, nunca había salido con
alguien más y no podía saber si lo que sentía era amor o rutina.
-Te
entiendo- dijo Sofía.
-La
verdad no disfrutaba mucho de ola relación, o por lo menos no como debería-
continúo Alondra- cuando lo besaba no sentía nada, no había la magia que se
supone que debe de haber, las palabras habían dejado de tener sentido, el “te
amo” era por rutina, era una frase que debía de decir aunque en realidad no lo
sintiera.
-Las
palabras eran solo por monotonía, no lo amabas- dijo Sofía.
-Exacto,
no lo amaba, por lo menos de la forma en que se supone que lo debería de amar.
Muchas ocasiones me pregunté si eso era lo que era el amor, llegue a pensar que
estaba sobrevalorado.
-¿Por
qué no terminabas con él?- pregunté.
-No
lo quería lastimar, no sabía que decirle, era insensible que yo le digiera que
nunca la había amado, aunque al principio pensé que si, creí que lo que sentía
por él era amor, pero creo que solo era cariño.
-El
cariño nunca remplazara al amor- menciono Sofía.
-Sí,
no hay punto de comparación, pero un día en un ensayo, mis cosas se quedaron
encerradas en el camerino.
-Y
allí la conociste- se adelantó Sofía.
-Sí,
yo iba corriendo para alcanzar al señor de la limpieza que debía de tener un
juego de llaves, y al dar vuelta en el pasillo choque con alguien, me disculpe
y cuando levante la mirada la vi justo enfrente de mí.
-Que
romántico- dije suspirando.
-Sí,
como novela, era una chica de cabello rubio y corto, su piel era muy clara y
sus ojos negros resaltaban, una sonrisa se asomaba ligeramente en un rostro
perfectamente fino, en sus mejillas se encontraban unos hoyuelos apenas
perceptibles, y su cabello desalineado, vestía como un chico y eso me saco un
poco de onda.
Mientras
Alondra nos contaba como conoció a esa chica sus ojos brillaban, se notaba que
sentía algo por ella.
-Qué
momento- dijo Sofía, antes de probar un poco de su comida que el mesero ya
había traído.
-Fue
mágico, pero lo que más me llamo la atención, fueron sus labios, eran
increíbles, eran rojos pero no se veía que llevara puesto maquillaje, y su voz
era hermosa- dijo antes de iniciar a probar su comida.
-Y
desde ese momento te enamoraste de ella- dije.
-Así
es, pero no lo quise aceptar, me parecía incorrecto, estuve pensando en ella
desde ese momento, en como seria besarla, en estar con ella, y deseaba volverla
a ver, aunque no sabía nada de ella y no tenía ni idea de donde la podía
encontrar.
-Wow-
dije recordando que yo me enamore de Abril de la misma forma.
-Y
bueno, además yo salía con Héctor en ese momento.
-¿No
terminaste con él?- preguntó Sofía.
-Sí,
terminamos, me obligo a ir con él a una fiesta y allí terminamos porque él se
puso un tanto pesado e intento algo más conmigo.
-Que
mal, eso es terrible- dije.
-Sí,
pero lo increíble es que después de terminar con él, me fui a tomar un poco de
aire a la azotea, me recargue en el barandal de techo a ver la calle y de
pronto escuche esa voz de nuevo. Era ella que pensó que yo me iba a tirar, ella
no tenía ni idea de que se trataba de mí, se acercó un poco y grito “No lo
hagas, no es la solución, el suicidio no es bueno”, yo confirme que se trataba
de ella y sentí una arara combinación de miedo y alegría.
-¿Y
planeabas tirarte?- pregunto Sofía.
-No,
ni siquiera había pasado por mi mente, pero ella lo creyó así, después en su
intento de salvar mi vida me dijo “Sé que la vida es una mierda pero incluso la
mierda tiene sus cosas buenas, sirve como abono y eso”, cuando la escuche no
pude evitar las ganas de reírme, una chica que puede ver lo bueno incluso en la
mierda vale la pena.
-Ni
que lo digas- agrego Sofía.
-Después
le aclare que yo no deseaba suicidarme, ella bromeo diciendo que había
desperdiciado sus dos libros de psicología en mí.
-Oye,
y a todo esto, ¿Cómo se llama?- pregunte ya que ella no lo había mencionado.
-Hasta
ese momento no lo sabía, hasta que le dije que la recordaba, ella se presentó
como Taide.
-Taide
y Alondra- dijo Sofía pensando en cómo sonaba.
-Qué
lindo- dije- y desde allí comenzaron a salir.
-No,
de hecho, me dio su número pero no tuve valor de buscarla por miedo, no dejaba
de pensar en ella, en sus labios en lo hermosa que se había visto aquella noche
con ese vestido, tenía pánico.
-Lo
entiendo- dijo Sofía- la primera vez es difícil.
-¿Después
la volviste a ver?- pregunte a Alondra que se notaba un tanto melancólica.
-No,
hasta que es la fiesta de inauguración en el lugar en que nos conocimos,
descubrí que ella era Dj, hablamos de nuevo y me invito a su casa al día
siguiente.
-Se
hicieron pareja- dijo Sofía.
-No,
pero fui a su casa, pensé que sería una presumida o algo, pero ella era tan
simpática, su sentido del humor es espléndido.
-Nada
como una chica divertida- dije apoyándola en eso.
-En
su casa, la abrase, la sentí tan cerca, mis piernas temblaban, quería besarla
pero me aterraba equivocarme y que ella se asustara, nunca en mi vida había
deseado tanto unos labios como en ese momento, pero a escasos milímetros de
hacerlo alguien entro a su casa.
-Mierda-
dijo Sofía- cuando te matan el momento es pésimo.
-Sí,
lo peor es que era para avisarle que a la mañana siguiente se tenía que ir a un
viaje por un año.
-¿Qué?-
pregunte desilusionada- y la has vuelto a ver.
-No,
desde ese día en que casi la beso no la he vuelto a ver en 7 meses.
-Que
mal- dije- y ¿no has tenido noticias de ella?
-No,
nada, solo la he visto en tv algunas veces pero nada más.
-¿Aun
la amas?- pregunte a Alondra.
-Sí,
no hay día en que no me arrepienta de no haberla besado, aunque dudo que eso
hubiese cambiado algo.
-Estoy
segura de que algún día se reencontraran- agrego Sofía.
-Eso
es lo que más deseo, ¿pero qué hay de ti
Dani?- pregunto Alondra.
-Bueno,
pues yo al igual que tú me enamore de una chica sin siquiera saber algo sobre
ella, después me di cuenta de que era mi
nueva alumna, desde ese día, trate de convencerme de que solo era una etapa,
que estaba solo un tanto deslumbrada por ella, pero me di cuenta de que no es
así- dije antes de tomar un poco de jugo.
-No
conozco a la chica pero debe de estar muy buena como para haberme confundido
con ella mientras estábamos en un momento caliente- dijo Sofía provocando que
me empezará a ahogar con el jugo.
-¡La
confundiste con ella!- exclamo Alondra.
-Bueno,
me traiciono el subconsciente- dije muy apenada, no esperaba que Sofía soltara
eso.
-Sí,
lo hiso- dijo Sofía un tanto molesta-
pero desde ese momento ¿qué más ha pasado entre ustedes?
-Bueno,
cantamos, y hemos pasado tiempo juntas.
-Pero
es tu alumna- repuso Sofía.
-Sí,
lo es, mi alumna de 18 años.
-Así
que es mayor de edad, bueno las cosas cambian.
-Sí,
espero que terminemos bien- complete antes de continuar comiendo.
-Sofía
y esto es realmente para un libro- dijo
Alondra.
-Claro,
ustedes me dan muchas ideas para mi libro, será una gran novela.
-Eso
tenlo por seguro.
La Teta Feliz Historias y Relatos ® M.G.M - Derechos Reservados
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autor.
Me quede con hambre jajaja
ResponderEliminarJajajajaja lo que provoca el insomnio escribir locuras
Eliminarjeje deberias comer, digo solo sugerencia :3
ResponderEliminarOk, acepto que son muy cortos, lo siento pero mejorara creo, bueno le cambie algunas cositas de ultimo minuto a la historia espero que les guste
ResponderEliminarEmmm estaria genial de como saldria el libro :p
ResponderEliminar:o Mas largos si u.u? peor aun así tienen su encanto *-*
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