Qué estoy sintiendo? - M.G.M - 13

13

Lamentablemente hoy una reunión me tuvo ocupada todo el día y no pude ver a Abril  en la escuela, así que desilusionada me fui a mi casa después de un duro día de trabajo.

Sam llego para comer juntas.

-¡Wow, subiste a una resvaladilla!- decía incrédula mientras le contaba lo que había hecho con Abril.

-Sí, enfrenté mi miedo a las alturas.

-Y todo por verle el trasero- decía moviendo la cabeza de lado a lado.

-Bueno, tú lo dijiste, tiene bunas pompas.

-¿Se besaron?- pregunto entusiasmada mientras ponía un poco de sal a su comida.

-No, pero estuvimos muy cerca.

-¿Cómo fue?

-Bueno, subimos al mundo y bajamos muy mareadas, ella se iba a caer y yo intente detenerla, pero me encontraba igual de mareada que ella, así que me caí con ella, quedo sobre mí y cuando se nos pasa el mareo ella me vio con ese hermosa par de esmeraldas que tiene por ojos y se acercó un poco más a mis labios, cuando estaba a punto de besarnos… algo paso como que recobro la cordura y  se alejó de mi para después disculparse.

-Debiste de haberla besado tú, ay si típica escena de novela mal escrita- dijo antes de comer un poco- hoy ¿qué te dijo?

-Nada no la vi- conteste algo triste.

-Deberías de invitarla a salir- se paró de su silla- lo harás háblele- dijo muy emocionada con acento norteño.

-No sé su número, y  estaré con mucho trabajo.

-¿Cuándo te desocupas?

-El viernes- conteste antes de comer más de mi plato.

-La invitaras al bar ese donde cantaron, no cobraron el premio de los tragos, tendrás eso pretexto.

-No sé su número- dijo temerosa.

-Dijiste que ella te ha llamado.

-Sí.

-Vale- tomo el teléfono y comenzó a marcar números hasta que tomo un papel y apunto un número- este es llámala- me dio el teléfono.

-¿Cómo lo hesite?

-No importa marca.

Marque temerosa el número, comenzó a sonar y una voz de niño contesto.

-Hola, ¿se encuentra Abril? Soy su maestra- pregunte un poco tímida.

-Está en problemas- se adelantó el niño- la castigara verdad.

Antes de que le contestara se escuchó la voz de Abril a lo lejos, era confuso pero lo que oí fue una conversación así:

-Toni ¿Quién es?

-Tu maestra, le diré a mamá que estas en problemas en la escuela.

-No lo harás, dame el teléfono.

-No.

-No me saques la lengua, mocoso aniñado.

-Le diré a mamá que tiraste su vestido a la basura.

-Yo le diré que te vi abrazando a Néstor. Su niñito adorado gay. Ya no serás el preferido.

-Es mi amigo, no soy gay.

-Así empezamos, Toni, después te harás llamar Antonela, o algo similar.

-No, no quiero.

-Dame el teléfono y te salvaras de eso.

-Toma, no te quiero, mala, fea cara de oruga.

-Toma eso niñito de mami ¡cara de pene!

-Hola- dijo Abril después de que se escuchó un serrón de puerta.

-Hola, Abril.

-Daniela, yo, ¿escuchaste eso?

-Sí, un poco, todo.

-Mi odioso hermano.

-Entiendo, yo tengo una ¡odiosa hermana!- dije eso más fuerte para que Sam escuchara, pero ella solo levanto el dedo del corazón en mi dirección.

 -Sí, los menores son odiosos- dijo riendo.

-Yo quería preguntar si ¿tienes algo que hacer el viernes por la noche?

-No, estoy libre.

-Quieres ir a tomar algo al bar.

-Claro, me encantaría.

-Ok, paso a las 8, pero ¿tu hermano si tiene cara de pene?

-No, bueno si, más o menos, digamos que es el feo de la familia, yo soy la sexy.

-Eres sexy.

-Pero no como tu bomba sexy.

Me sonroje al escucharla- Nos vemos el viernes.

-Hasta el viernes.

Colgué el teléfono y vi como Sam me veía con los ojos muy abiertos.

-¿Le dijiste sexy?- me pregunto sonriendo.

-Solo se lo confirme, ella lo dijo.

-Ah, ¿Qué más te dijo?

-Me llamo bomba sexy.

-Vez te ama.

-No, solo es una broma que surgió en ese bar.

-Pues el viernes vendré a ayudarte.

-¿A qué?

-A arreglarte, la bomba sexy debe  de estar presentable.

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