CAPÍTULO CINCO
Otro instrumento de las causas perdidas que intenta anidarse en la
ruta que toma mi existencia. Lancé una moneda a la magia de la imaginación que
me dibuja tus manos volando por mi piel con delicada sensación de viento que no
volverá, el roce de labios que no sé si deseo pero me reclama mi instinto, esa
parte irracional que no le importa los cambios sino el disfrutar de la
inspiración subconsciente, las ganas exasperantes que surgen de no sé dónde; no
obstante, se cultivan en ideas diferentes. No anhelo tu amor pero si un poco de
tu cuerpo, ese prohibido sabor que me da miedo probar y tú me niegas.
Ha pasado algún tiempo y las cosas se tornan indiferentes, sin embargo
quieres encontrar caminos a un bosque inhóspito que oculta muchos misterios que
tal vez no soportarías compartir y quizá yo tampoco; es el mundo que le oculto
al mundo, es el corazón que no ha madurado ni sabe cómo hacerlo y no me
importa. En el cielo brillante de oscuridad que vislumbra desde tu casa, dejo
un primer mensaje de los muchos que se perderán en el vacío, te digo que quiero
estrecharte en mis brazos porque no resisto tu ausencia aun teniéndote al lado
y te recuerdo que no es amor, solo un estúpido capricho del cual no he podido
salir. Dibujo con las estrellas el camino a tu casa que cada vez se hace más
lejano, pienso que debes irte o será mejor que yo me vaya. Tal como llegaste
puedes marcharte con el primer fragmento de vida que regalo a mis ganas, un
sentimiento que se fue perdiendo por su debilidad entre el tiempo que
desperdiciaste ayudándome a soñar.
Otra vez pretendes retenerme después de una discusión tonta, dándole
importancia a algo que yo me empeñaba por enterrar y darle buena sepultura.
Dices que soy indispensable en tu vida desde que me conociste y no quieres
perderme ¿no te das cuenta? Ya me perdí ¡cómo podrás encontrarme! Esto ya no es
corporal, involucras sentimientos que ahogo bajo la almohada y no me dejas huir
pero al final serás tú quien diga adiós. La fuerza que germina es producto de
la ignorancia y mis esfuerzos por evitar algo que vi venir. Tomas mi manos y a
la fuerza me sientas a tu lado para conversar con la única intención de
escuchar de mí que no me apartaría de tu lado, el corazón renace y late más
allá de sus capacidades pero trata de no titubear, tomas mi mano y la aprietas
para que no te suelte y aunque tu mejor amiga te hace señas a lo lejos para que
acudas a su llamado, la ignoras. Con un “ya veremos” intento colocar fin a una
discusión que pone en tela de juicio muchas emociones dudosas que están al
frente de la inquisición y la realidad como verdugo, aguarda para dar el golpe
final. Me levanto pero aun tienes mi mano entre la tuya.
-déjame ir, también te esperan
-pueden esperar un poco más. Solo quiero saber que no te alejarás de
mí
-no sé qué decir, las cosas pasan
-¿a qué te refieres?
-a nada. Me voy así no quieras. Tengo muchas cosas que hacer.
-para mi es más importante estar contigo.
Mi respiración pierde su ritmo y mis piernas tiemblan sin control.
-es tu decisión, podemos estar aquí todo el tiempo que quieras y no
llegaríamos a ninguna conclusión. Discutimos porque estas celosa aunque lo
llames de otra forma. He vuelto a hablar con ella, es mi amiga de infancia y lo
debes entender.
-ella no te merece.
-¿tú sí?
-he cometido errores y me disculpo por ello pero eso no significa que
te apartes de mí, hemos compartido muchas cosas y eres muy especial en mi vida.
-ya veremos.
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me pierdo en esta historia con quien habla con la amiga de la infancia o con la otra
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