Capítulo 19.
Verdades a la luz.
Pasaron el día mirando planos, analizando
las posiciones de cada uno, las rutas de escape, como entrarían los agentes,
estaba exhausta, la hora del atraco se acercaba, y no tenía energías para estar
en pleno campo de batalla.
J:
estás bien, Al verla alejarse del grupo y quedarse
parada frente a una de las ventanas
F:
me pregunto cómo estará Harald
J:
se recuperará, es fuerte como tú
Su vista se clavó a la inmensidad del mar
que se vislumbraba desde el departamento donde estaban
F:
me encanta mirar el mar, me da tanta paz, le
susurro
J:
entonces míralo bien, porque esta noche necesitaremos mucha de esa… respondiéndole
en bajo tono de voz.
P:
¿cuánto falta para que llegue el barco?
Tony:
un par de horas Pris
P:
no más llegue me avisas, quiero estar ahí cuándo estén desembarcando los
contenedores
Tony:
no deberías, es peligroso
P:
estoy preparada, me he entrañado durante meses, está vez si aparecen no les
será fácil
Tony:
¿por qué mejor no nos quedamos acá, y monitoreamos todo vía telefónica?
P:
y perderme de la adrenalina que genera eso? ni soñarlo.
Tony se quedó callado, era tan terca como
su padre.
Cate había terminado su labor con ella,
transformada en una mujer de unos 35 años, de piel blanca pero no igual que la
suya, sus ojos castaños hacían juego con el color de su peluca, un cuello tortuga
negro que no dejaba ver detalle alguno, el chaleco que llevaba debajo de su
camisa la hacían ver con un poco más de peso que el verdadero, se colocó una
chaqueta negra de cuero que siempre utilizaba cuando iban en operaciones de
asalto, metió sus manos en los guantes que completaban el uniforme.
C:
estás perfecta
F:
solo espero salir de igual forma
C:
todo irá bien, ya verás
T:
bien... es hora de irnos, empezó la operación "Desmantelando la OL"
habló en voz alta,
Los agentes tomaron sus armas, y salieron
en contingente.
El lugar estaba iluminado, a modo
silencioso cada agente ocupo un lugar estratégico, en sus manos llevaba un fusil
M16A4, se ubico en su posición con la mira telescópica a una distancia
considerable del buque que estaba atracando. Todos quedaron en silencio, a la
espera de la orden por el auricular que llevaban en uno de sus oídos, se
escuchaba a los hombres hablar en el muelle habilitado, una grúa se apostaba en
la orilla para empezar a descargar los contenedores, con la mira podía divisar
el armamento que tenía cada uno de los integrantes de esa pandilla delictiva.
Verificó que el silenciador estuviera ajustado correctamente, volvió su ojo a
la mira, tenía su objetivo claro, solo era cuestión de jalar del gatillo y
empezaría la guerra.
T:
espera Stevens, escuchó la orden de Tom.
Ella no recordaba con que identidad se
encontraba, pasaron unos segundos y el mensaje firme volvió a escucharse
"Espera
Stevens" Cayó en cuenta que era con ella
F:
¡Entendido!
A lo lejos vio llegar una mujer en
compañía de un hombre, ambos vestidos de negro, y con lentes oscuros. Desvió la
mira y trato de observarla mejor, su instinto le decía que se trataba de la
mismísima Priscilla Lanzerotti y su matón número uno Tony Valente. Sin embargo,
no lograba visualizarla bien, a pesar que si detallaba ciertos movimientos, la
mujer charlaba con unos de los hombres, en seguida vio aparecer en escena unos
diez más totalmente armados.
F:
estás viendo lo mismo que yo, susurro para que le
escucharan por el micrófono
T:
si, son más de lo que calculamos
F:
la tengo en la mira, pensaba para sí misma “me la pagarás perra”
Tomás sabía el dolor que le causaría si
ordenaba disparar, ella había sido engañada durante muchos años, por él, por
Michael, por la misma Priscilla.
T:
espera, aún no
J:
Qué estamos esperando, interrumpió la charla de
los dos
T:
a que dé la orden
En silencio quedaron nuevamente los
auriculares.
Regreso a la mira telescópica cambiando
de objetivo, tenía más claridad sobre Valente, sabía que era su mano derecha
desde la muerte de su padre, le pagaría con la misma moneda por haber lastimado
a su hermano.
T:
¡ahora!
Un sonido apagado causó que el hombre se
desplomara en un lado de Priscilla bañado en sangre a la altura del corazón
"Tony"
grito y tras eso una ola de ráfagas de balas se desató en aquel lugar, los
contingentes armados entraban por varias zonas del muelle, Federikke tuvo que
saltar desde los conteiner donde se encontraban, uno de los hombres del bando
enemigo abría fuego sobre ella, colocó el fusil en su espalda y tomó la
skorpion apuntándola al frente, se escurría por los espacios que le dejaba la
oscuridad, su meta era la cabecilla de la organización, su corazón latía
sobresaltado en su pecho, su respiración era dificultosa, pero aún asi sus
sentidos estaban al máximo; los sonidos de las balas le seguían de cerca,
respondía de igual manera, no tenía un objetivo definido pero devolvía disparo
por disparo. Instintivamente giró y vio un reflejo correr a unos metros de
donde se encontraba escondida, decidió seguirlo, uno, dos, tres hombres de las
fuerzas de seguridad brasileña tirados en el suelo, quizás muertos o mal
heridos. Fijaba nuevamente la mirada audaz a su alrededor, un oponente le
apuntaba desde lo alto de una torre en el fondo del muelle, levantó su arma y
antes que la bala llegase a ella veía caer la figura del atacante al vacío.
Llegó al inicio del muelle, estaba la policía
custodiando, giró y vio unos galpones al fondo, sin pensarlo fue en esa
dirección
F:
está en los galpones, decía al micrófono mientras
corría
Llegó a la altura de estos, tiró la
Skorpión que se había quedado sin munición y sacó su nueve milímetros, sus
manos la sostenían firmemente, entro cautelosamente, dentro había muchos
contenedores, "Joder"
susurró en voz baja; fue revisando pasillo por pasillo, no veía nada, pero
sentía que la tenía muy cerca.
Tom iba a toda velocidad, sabía que el
momento había llegado, pero no quería que Federikke cayera en manos de aquella
mujer ni que ella muriese en manos de su amada.
T:
estoy aquí... entrando al área… No hagas nada
No obtuvo respuesta. Sus pasos casi
delicados sobre el suelo para no generar ruido la sorprendieron
F:
coloca tus manos donde pueda verlas, su
corazón latía acelerado por el miedo de tener por fin la cabecilla que por tantos
años había perseguido
Aún había una distancia de diez metros
entre ellas. Priscilla de espaldas quedó paralizada, aquella voz, le era tan
familiar qué pensó por unos segundos que estaba soñando, el arma la tenía
empuñada lista para abrir fuego sobre su enemigo
F:
coloca tus manos arriba o disparo, volvió a insistir Federikke
La voz nuevamente, no estaba imaginándola,
su curiosidad fue mayor, se giró y vio a la dueña de la misma, pero no era la
apariencia del amor de su vida, Federikke quedó paralizada, un frío desgarrador
se apodero de sus entrañas, sus ojos no creían lo que veían, ahí estaba ella,
la mujer de cabello castaño largo, la de ojos verdes que le enamoró, la de
sonrisa hechicera, la que más de una vez le entrego su cuerpo y su alma,
Priscilla no la reconocía pero ella si, porque le veía tal como era, un sonido
seco produjo que se derrumbara en segundos, la bala la atravesó, no llevaba
protección, Tom corrió y llego cerca de Heinsen.
Su mirada estaba fija en ella, que yacía
sobre el suelo, la nueve milímetros se debilitaba entre sus dedos, veía como la
sangre emanaba de aquel cuerpo, un cuerpo sin vida, aquel cuerpo que más de una
vez estuvo en su cama, el que tantas veces le hizo feliz, el que le hizo sentir
la mujer más especial del universo.
Presente. 2009
Tomó su auto, al fin estaba llegando a
aquel que fue su hogar durante los últimos años, todo le parecía una pesadilla,
una horrible pesadilla de donde no podía despertar, no habían pasado 48 horas
desde que sus ojos vieron apagarse los de la mujer que tanto amaba, de subir a
aquel avión con esos que se hacían llamar compañeros tratando de animarla, de
regresar a ese oscuro lugar llamado la
sección tres y ver al hombre por el cual empezó ese terrible camino. Durante
siete años había vivido una gran mentira, la felicidad que sintió se evaporó en
cuestión de segundos. Su mente repetía una y otra vez la mirada de Priscilla
Lanzerotti antes de caer frente a sus ojos, cegada por el disparo que Tom
descargo sobre ella.
Sus ojos no paraban de emanar lágrimas,
su pulso temblaba, no podía ajustar la llave al cerrojo, quería gritar, quería
desaparecer, pero sabía que no podía dejarse derrumbar, ya no estaba sola,
nunca más estaría sola, a pesar que su alma gemela no estuviera más en este
mundo. Entro a esa hermosa casa, sentía su rostro humedecer aún más, recordaba
todos los momentos felices que vivió con ella, de pronto se detuvo
F:
¿Qué demonios haces aquí?
Tom estaba de espaldas a ella, observando
las fotografías en el muro de la chimenea,
T:
lo siento, de verdad no sabes cuánto lo siento dijo
con voz apagada
F:
lárgate ahora mismo de aquí, decía casi a gritos y
tomando la nueve milimetros que llevaba en su bolso guardada
Él seguía plantado viendo aquellas fotos
T:
sé lo que estás sintiendo, porque yo mismo lo he vivido
F:
la asesinaste a sangre fría, en frente de mí, y me dices que sabes lo que se
siente. Sus manos sostenían firmemente el arma que
apuntaba sobre el hombre que un día le enseñó a dispararlas
T:
alguna vez tuve una familia, antes de entrar en este mundo,
hizo un silencio, Federikke solo deseaba abrir fuego sobre él, pertenecía a la policía, era un detective,
hasta que un día investigaba un caso de tráfico de armas, el asesinato de dos
abogados que eran de la fiscalía del estado, poco a poco se giró quedando
frente a la mirada azul desafiante y herida, teniamos pruebas de que Francesco Lanzerotti era el responsable, se
presentarían al juzgado al día siguiente, esa noche se me hizo tarde en la
oficina, cuando me fui a casa para encontrar un poco de paz junto a mi esposa y
mi hijo, una lágrima asomaba de su rostro, sólo encontré los cuerpos de ellos dos tendidos sobre la cama de
nuestra habitación, los habían asesinado vilmente… Jhon solo tenía tres años,
la edad que tiene tu hijo ahora... Federikke con la cara empapada bajo
lentamente el arma.
F:
no puedo dejar de odiarte Tomás, mientras trataba de
contener el llanto
T:
lo sé, y no sabes cuánto lo siento, Federikke yo no quería que te asesinara,
sabía que lo haría y tu sabes que es así, ella no te reconoció, sino disparaba
F:
cállate
T:
lamento que te mintiéramos por años
F:
¿Por qué yo Tom? ¿Por qué no otra?
T:
el destino, el destino lo quiso así
F:
no me hables del destino, eso no justifica nada... alzando la voz
totalmente enfurecida
T:
la estábamos siguiendo, sabíamos que su padre la preparaba para que lo
reemplazara, no entendíamos porque a su hija y no a Biagio Lanzerotti, él era
su hijo varón, el que le seguía; pero la eligió a ella.
F:
¿y ustedes a mí? ¿No?
T:
esa tarde que te arrolló con su bicicleta, nosotros la seguíamos
Fede recordó la primera vez que sus ojos
quedaron cautivados por ella
F:
cuando me estrello contra el pavimento, las lágrimas caían profusamente por
su rostro
T:
si, y luego empezó a frecuentarte, eras la puerta de entrada para acércanos a
ella
F:
así que decidieron utilizarme completaba la frase de
él
T:
Michael pensó que sería buena idea, así te infiltraríamos nada más y nada menos
que con la hija del cabecilla, luego ideamos el enredo de Petrov, y logramos
convencerte
F:
¿convencerme? me obligaron prácticamente, no me dejaron opciones,
caminaba de un lado a otro
T:
luego se enamoraron, y eso facilitó las cosas, al menos en aquel entonces lo pensábamos
F:
¿y por qué esperar tantos años?
T:
Priscilla resultó ser más astuta que su padre, y tú estabas de por medio, si te
exponíamos, nos exponíamos también nosotros
F:
¿Por qué no me dijeron la verdad? ¿Por qué no hablar a tiempo?
T:
¿eso hubiera servido de algo?
F:
fueron siete años Tom... SIETE AÑOS... le di lo mejor de mí, la ame como a
nadie, oh dios... ¿por qué?
T:
Ella era una asesina, tanto o peor que su padre, pero fuiste lo único que
respeto, significa que al menos te amo
F:
Siento que me muero... no puedo con tanta farsa...
T:
¿Cómo es qué nunca sospechaste nada de ella?
F:
decía que trabajaba como agente de viajes, nunca vi nada raro más que su
trabajo, le deje su espacio, y ella me dejaba el mío
T:
¿y su familia?
F:
solo conocí a Jhon y a su tía Carol, a nadie más
T:
no sabes entonces quien era la mujer con la que dormiste por años
F:
si lo supiera, no estaríamos en este punto... ¿dime quién planeo todo esto?
T:
Priscilla era la hija mayor de Lanzerotti, su padre la crió a ella y a sus dos
hermanos, Biagio y Giuliano, su madre huyó cuando el menor tenía cinco años, un
día Francesco quiso matarla y ella con unas pruebas en mano lo denunció
F:
¿Qué dices? ¿Su madre le abandono?
T:
era eso, o estaría muerta, su padre la crió para que tomara el poder, no
entiendo por qué razón nunca confió en su hijo mayor para hacerlo
F:
¿de dónde saco el nombre de Helena?
T:
Helena Boelinger era una de sus falsas identidades, venía a Vancouver para
realizar algunos negocios
F:
¿traficar?
T:
si, luego te conoció, y sus estadías aquí se hicieron más comunes
F:
¿Quién es Jhon Boelinger? la preguntaba desataba un pánico
inmenso, deseaba escuchar la respuesta, pero no la verdadera, sino una piadosa
que alivianara tanto dolor que ya tenía encima
T:
no querrás saberlo
F:
me estás revelando la verdad, dime ¿quién es? Sus
ojos llenos de dolor y angustia se clavaron en los de Tom
"Es
Giuliano Lanzerotti, el hijo menor, uno de los pocos que valen la pena en ese
familia"
F:
¡Oh por dios! Llevo
sus manos a la boca, en señal de profunda desesperación
T:
Federikke, tu hijo Aiden... de pronto no dijo nada
más, ya sabía lo que eso significaba para ella
F:
no es verdad... no es VERDAD, gritó y su llanto salió con
furia desde lo más profundo de sí misma.
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Luzi Müller - Derechos Reservados
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waaaa... q cap... solo dire eso!!
ResponderEliminarSuper de lujo la historia!!!
ResponderEliminarNo entendi la parte del hijo de Fede...o es que lei mal?...Esta muy buena esta historia, espero que no se acabe pronto, un saludo
ResponderEliminarDiana, Colombia
Bueno, esta historia esta muy interesante, me gusta, saben no quería comenzarla a leer pensando en que no la terminarían pero, creo que nos acercamos al final, gracias por su continuidad:).
ResponderEliminarComo siempre Luzi....te superas con cada capítulo.
ResponderEliminarSaber que Helena muere reconociendo la voz de Fede,aunque vea a ´´otra persona´´ me dejó muy triste.
Espero que no se les ocurra quitarle a Aiden
Que ganas de seguir leyéndote Luzi ;-)
Rita