Capítulo 2
Abrió la puerta y allí estaban Natalia,
Jaime y Daniel. Pasaron un momento a
saludar al abuelo mientras Natalia subía a la habitación a dejar sus cosas.
Daniel no le quitaba la vista de encima y sonreía bobalicón. En cinco minutos
salían los cuatro por la puerta, Natalia y Jaime de la mano primero y Daniel y
Yolanda detrás. No podía decir que se lo hubiera pasado mal. La cena trascurrió
agradable y distendida y Daniel, la verdad, además de ser atento y educadísimo
era un excelente conversador y una persona muy divertida. Hubo momentos en la
cena en los que se rió a carcajadas, cosa que en Yolanda no era nada habitual y
en esas ocasiones le pareció ver que Natalia fruncía el ceño. Parecía que
estaba más pendiente de ella que de su novio, Jaime. Cuando salieron del
restaurante, Natalia se colgó del brazo de Yolanda.
Natalia: Vaya, parece que te lo estás pasando
fenomenal con Daniel
Yolanda: Sí, bueno, la verdad es que es un chaval muy
divertido
Natalia: Pues a mí, ahora que he pasado más tiempo
con él, no sé si me convence demasiado para ti
Yolanda: ¡Pues menuda Celestina estás hecha! Me eliges tú la pareja y a las dos horas dices que no es
buena elección. La verdad es que me lo estoy pasando mejor de lo que esperaba
Natalia no dijo nada. Los cuatro entraron
en el coche y se dirigieron a una discoteca cercana. Pidieron cuatro bebidas y
se sentaron en unos sillones en el rincón. A Natalia le encantaba bailar, así
que en cuanto llegaron arrastró a Jaime a la pista.
Yolanda: Me temo que no soy muy hábil bailando, la
verdad
Daniel: Ya ves, yo tampoco soy el rey de la pista,
así que menos mal que a ti tampoco te apetece mucho, porque creo que un
orangután bailaría con movimientos más
gráciles que los míos. Pero no me creo que tú seas torpe moviéndote
Yolanda: Si ya de por sí soy desgarbada, imagínate
intentando seguir un ritmo
Daniel: ¿Desgarbada? Lo que eres es imponente
En el otro extremo de la pista Natalia
estaba más concentrada en observar a la
pareja que en disfrutar con el baile. Veía cómo se hablaban al oído y cómo
reían. Comenzó a sonar una canción lenta
y Jaime la estrechó entre sus brazos mientras pretendía que ella siguiera el
ritmo de la música, pero seguía más concentrada en observar a Yolanda y Daniel.
El se había levantado y la susurraba algo al oído que hizo que su amiga
sonriera. La llevó a la pista y se puso a bailar con ella. La estrechaba contra
su cuerpo y Yolanda no lo rechazaba. Se zafó de los brazos de Jaime y se
dirigió a la pareja. Agarró a Yolanda de la mano y tiró de ella
Natalia: Ven, acompáñame al servicio
Yolanda: Vale, voy, ¡qué prisa!
Natalia (cuando
llegaron al baño): Vaya, parece que te lo
estás pasando fenomenal
Yolanda: ¿Pero qué te pasa? ¿Por qué estás enfadada
conmigo?
Natalia: ¿Enfadada? ¿Por qué iba a estar enfadada?
Yolanda: No lo
sé, eso mismo me pregunto yo
Natalia: Es que, no sé, Daniel no me acaba de
convencer
Yolanda: Pero si
fuiste tú la que te empeñaste en que saliéramos. No te entiendo, la verdad
Volvieron a la sala y se sentaron con los
chicos. Apuraron sus bebidas y Natalia dijo que le dolía un poco la cabeza, que
quería irse a casa. Y así lo hicieron y los
chicos las acompañaron. Yolanda abrió la puerta. Jaime besó a Natalia y cuando
las chicas se disponían a entrar, Daniel cogió suavemente la mano de Yolanda.
Daniel: ¿Puedo hablar contigo, por favor?
Yolanda: Sí, claro
Daniel (dirigiendo su
mirada a Natalia) A solas
Yolanda: Pasa,
Natalia. Ahora subo yo
Daniel: Ha sido una noche estupenda. Me gustas. Y me
encantaría poder verte de nuevo otro día
Yolanda: Claro
Daniel: ¿Puedo besarte?
Yolanda: Vale
Mientras subía las escaleras camino a su
habitación Yolanda sentía un tremendo desconcierto. Era su segundo beso en un
día y aunque Daniel había sido suave y delicado, su beso no le había producido ningún cosquilleo. Algo no estaba bien. Al
entrar a su habitación se encontró a Natalia esperándola con los brazos en
jarras y el entrecejo fruncido
Natalia: ¿Qué quería ese soso?
Yolanda: Nada, decirme que había estado muy a gusto
Natalia: ¿Y te ha besado?
Yolanda: Sí
Natalia: ¿Y te ha gustado? ¡No me lo puedo creer!
Yolanda: No sé, ha sido diferente
Natalia: ¿Diferente a esto?
Se abalanzó sobre Yolanda y buscó ávida
sus labios. Introdujo furiosa su lengua en su boca y la empujó contra la pared.
Yolanda, desconcertada, se dejaba hacer. Pero ahí estaba. Había vuelto el
cosquilleo que notó la primera vez que su amiga la besó, ese que no sintió en
el beso con Daniel y todo comenzó a cobrar sentido en su cabeza. Sujetó la cara
de Natalia con las dos manos y la separó de su rostro.
Yolanda: ¡Tú estás celosa!
Natalia: ¿Celosa yo? Qué tontería
Yolanda: ¿Y entonces a qué viene esto?
Natalia: ¡Qué creída eres! Esto no viene a nada. Solo
me ha apetecido
Yolanda: Pues si es solo por eso, vamos a tener un
problema
Natalia: ¿Qué problema?
Yolanda: Como bien me has dicho antes, no tengo
ninguna experiencia en tener novio. La verdad es que he estado muy a gusto con
Daniel, pero cuando me ha besado no he sentido nada. En cambio, las dos veces
que me has besado tú he sentido que me derretía por dentro, que se me
desbarataba el alma y me temblaban las piernas. Y si yo no te agrado en ese
aspecto a ti, vamos a tener un problema, porque acabo de darme cuenta de que tú
sí que me gustas a mí. Más que como amiga
Natalia: Hace
tiempo que sueño con tenerte entre mis brazos, con acariciarte
Yolanda: No lo entiendo ¿Entonces por qué te has hecho
novia de Jaime?
Natalia: Para ti es fácil. Tu abuelo no te apremia.
Pero en mi casa mis padres me agobian todo el tiempo Todo el rato preguntándome
que cuándo me voy a echar novio, que cuándo voy a pensar en formar una familia.
Son muy tradicionales
Yolanda: Pero si solo tienes dieciocho años. Qué
locura.
Natalia: Ya ves
Yolanda: ¿Y Jaime? ¿Qué pasa con Jaime? Él está
enamorado de ti. No puedes jugar con él
¿Y por qué querías que yo fuera novia de Daniel?
Natalia: Porque pensé que era la mejor forma de
mantenernos juntas…
Yolanda: ¡Qué manera de complicar las cosas!
Natalia: Ahora nada es complicado. Ahora solo quiero
disfrutar del momento, besarte y que me beses, acariciarte y que me
acaricies.Solo quiero dormir abrazada a ti. Solo quiero despertarme contigo
Yolanda: Es verdad. Eso es fácil
La atrajo hacia su
cuerpo y la abrazó con calidez. Fue una noche de ternura y descubrimientos.
Acostadas en la cama se besaron con pasión, se besaron con delicadeza, se
mordieron los labios y se abrazaron, se
acariciaron con ingenuidad y curiosidad. Se durmieron abrazadas.
Cuando Yolanda abrió los ojos, se sentía
feliz. Miró a Natalia cómo dormía plácidamente todavía y una ola de cariño
inundó su cuerpo. Se sentía dichosa. Se sentía todopoderosa. Natalia abrió los
ojos y le sonrió. Yolanda la besó en la frente.
Natalia: Buenos días
Yolanda: Buenos días, cariño
Natalia: ¿Cariño? Será mejor que no me digas eso, no se
te vaya aescapar esa palabra delante de
otras personas
Yolanda: Bueno, relájate. No te digo que vayamos a
gritárselo al mundo ahora mismo, pero si
esto sigue para adelante, la gente se acabará dando cuenta, en un momento o en
otro tendremos que decírselo a la gente que queremos ¿Cuál es el problema?
Natalia: El problema es que debemos ir con cuidado y poco a poco. Mis padres son
muy tradicionales, a tu abuelo no creo que tampoco le pareciera muy bien,
vivimos en una ciudad pequeña y la gente murmuraría y nos señalaría…
Yolanda: Solo te falta decirme que nos van a coser
una L en todos nuestros vestidos, Por favor, Natalia, lo que me cuentas parece
una parodia de “La letra escarlata” en versión siglo veintiuno, “ La letra L de
lesbiana”… Pero vale, lo haremos a tu
manera.
Yolanda se dejó acunar entre los brazos de
Natalia, con la cabeza apoyada en su pecho, sintiendo la suavidad de su piel,
aspirando su olor fresco y dulzón. El cosquilleo de su primer amor bailándole en las tripas y una sonrisa
bobalicona asomándole en el rostro. Lo harían como Natalia quería; es más, en
ese momento Yolanda supo que ella haría todo lo que Natalia quisiera.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Despistada - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Woww espero que Natalia no se acobarde por el que diran y mantenga una doble vida porque eso al final hara sufrir a Yolanda
ResponderEliminarespero que no le pida a Yolanda que se haga novia de Daniel excelente capítulo Despistada un saludo desde Chile Gladys Urzúa
Gracias por comentar, Gladys. Espero que te vaya gustando la continuación. Aunque la historia es larga y habrá sorpresas. Un abrazo
EliminarMe encantoo la historiaaa que problemita el de las chiks pero nada que no se solucione ojala que no haya problemas besos
ResponderEliminarGracias por comentar. Pero, ¡qué sería la vida sin un par de dramas!. Espero que te siga gustando. Un abrazo
EliminarDios que bno volver a leerte, siempre es un deleite leerte... Esta historia ya me atrapó, sólo espero que Natalia no haga sufrir, ni lastime los puros sentimientos de Yolanda.
ResponderEliminarUn saludo y un caluroso abrazo para ti... Luisa V
Luisa. ¡Qué bueno saber que estás otra vez ahí!. Si no fuera por gente como tú, que soy consciente de que me sigue en todas mis historias y pierde su tiempo en dejar un comentario, esto no sería lo mismo. Un abrazo. Y gracias de nuevo.
Eliminar