Complemento Perfecto - Elsky - 8

Capítulo 8

Al finalizar el día, Ivonne paso con Izumi, para ver si necesitaba algo de ayuda para el ensayo, la encontró limpiando su nariz.

-Me puedo quedar si me necesitas, ese malnacido que te ha roto el corazón no merece tus lágrimas amiga, le dijo abrazándola, venga vamos al auditorio, que hace rato vi pasar a la profesora Gavaldón con algunos rollos seguro es la escenografía verdad? -Al escuchar su nombre Ivonne sintió como se estremeció Izumi, pero no supo a que se debía. -No te dejaré sola, vamos.

Al entrar al auditorio, la profesora estaba montada en la escalera colocando los fondos, en tanto los niños estaban alborotados de la emoción, algunos corrían y otros estaban muy quietecitos viendo como se acomodaban los accesorios, algunos se estaban ayudando a vestir, las niñas se peinaban.

-Profesora Durán!! -Gritaron unos. -La estamos esperando.

-Ya estoy aquí no pasa nada corazón, acarició la cabecita de Gerardo, bien vamos a ver, empezaremos con el equipo de otoño para que se bajen de la tarima los que no son de este equipo, profesora León te harás cargo de la música, aquí están los discos, conecta aquí para que estés cerca.

Bajó de la escalera con cuidado de traerse la escenografía, sus auxiliares estaban muy atentos a sus indicaciones.

-Jovencitos manténganse atentos a lo que digamos tanto la profesora Durán y yo, tenemos que ser ágiles y resolver problemas si surgen de acuerdo? ahora vamos a las butacas a ver qué tal se ve esto y si necesitamos ajustar algo, vengan conmigo. -Los chicos la siguieron.

-Hola profesora Gavaldón es admirable esto que hiciste con la escenografía, buenos dibujos, -la saludo Ivonne.

-Gracias, pues hemos respetado lo que los chicos han querido desde el principio, no es así profesora Durán? -buscó integrarla a la charla…

-Sí quedó lindo, pero vamos a empezar… hizo un ademán para que estuvieran listos los pequeños, le hizo señas a Ivonne para que estuviera atenta con la música.

Esto le pareció un poco raro a Ivonne, el que desplazara a la profesora sin hacer comentarios, pues desde que la conoció la acogió como la nueva, y ahora casi ni la miró, ni le habló y eso le pareció un tanto frio, pues ella más que ningún profesor era amable y servicial, era miss simpatía.

Durante el ensayo las estuvo observando, la profesora Gavaldón tratando de ser toda amabilidad y Izumi, sólo hablaba lo necesario con monosílabos, lo indispensable.

-Bueno todos sentados por favor, guarden silencio, gracias. Escuchen esto ha salido genial, me siento muy orgullosa de ustedes, -los chiquillos sonreían estaban muy contentos también. Creo que se ha notado que todos se han esforzado y han practicado en sus casas, quiero agradecer a la profesora Gavaldón y a su equipo de auxiliares… -todos aplaudieron, -la escenografía es muy bonita, ahora quisiera que algunos de ustedes chicos dijeran algo… de este lado…

-Gracias profesora por aceptar nuestro proyecto, ha salido mejor de lo que imaginamos. -Otro levantó su mano.

-Los dibujos de la profesora están fabulosos, creo que merece un aplauso. -Aplaudieron todos y algunos gritaron eufóricos.

Estaba pendiente de todos los movimientos de Izumi, le dolía verla tan ausente con ella, que necesidad tenía de sus miradas, no escuchó lo que decían los chicos, sólo cuando volteó ella y la vio darle el uso de la voz, supo que tenía que dar las gracias.

-Gracias, pero esto es sólo el resultado de sus ideas ha sido genial trabajar con ustedes, felicidades chicos, -y les devolvió el aplauso.

La pequeña que estaba sentada cerca de Ivonne le dijo en tono de confidencia.

-Ellas son mis princesas favoritas Mulan y Bella, claro con su cabello cortito, pero deberían quedarse juntas como en las películas, juntando sus manitas agregó: y fueron felices para siempre.

Ivonne volteó a verlas, sería ¿que esta niña sabía más de lo que pasaba aquí con el corazón de su amiga y la profesora? Puso atención a sus colegas y no volvió a perder detalle.

Terminó la reunión y comenzaron a quitarse los vestuarios doblando como sus pequeñas manos les permitían, la profesora de nuevo acercó la escalera para bajar todo, Izumi acomodó en las cajas las bolsas membretadas con los nombres de los artistas, Ivonne le entregó los discos y la grabadora, su marido la llamó así que tuvo que retirarse.

Cuanto antes pudo Izumi se despidió de los chicos y algunos se fueron con ella al estacionamiento, ya los esperaban sus padres. No quería quedarse a solas con Jordan.

El sábado por la mañana, todo era fiesta, el profesor Anguiano llegó de muy buen ánimo con toda su familia, fueron recibidos y guiados al auditorio, donde ya los lugares especiales los aguardaban, los padres de los niños también estaban ilusionados todos con cámara en mano para grabar a sus pequeños, los profesores que coordinaban se veían un poco estresados. El director dijo algunas palabras de bienvenida, luego uno de los profesores y un niño de la escuela, enseguida vendrían las presentaciones.

Jordan llegó temprano para estar pendiente de su intervención, le había dado mucho gusto ver a Anguiano de nuevo, acercó la escenografía para perder el menor tiempo posible, sus auxiliares como soldados muy cerca y pendientes de todo. No había visto a Izumi, seguro andaba ayudando con los pequeños a vestirlos y peinarlos, era como una segunda mamá.

Izumi se había vestido para la ocasión igual que sus niños, se veía muy bien parecía la embajadora, había sacado su Yukata azul oscuro, que le había regalado su madre, recogió su cabello en un chongo alto según la usanza pero un poco más moderno, dejando caer algunos mechones sobre su blanco cuello. Los pequeños estaban felices de que su profesora luciera igual que ellos. Había permanecido tras bambalinas escondiéndose de Jordan, no iba a negarlo, le dolía verla.

Su aparición sería en penúltimo lugar. Se escuchó como dio inicio el homenaje, el inspector era el encargado de anunciar a cada grupo la secuencia de las presentaciones.

Avanzado el programa, Jordan seguía sin ver a Izumi, cuando terminó el acto anterior, con sus auxiliares acomodó todo en tiempo record, vio como el primer equipo avanzó para acomodarse en el escenario y entonces la vio. Se veía hermosa, su corazón palpitó a mil por hora, su respiración se agitó y sus manos temblaron, cómo si la hubiera llamado con el pensamiento Izumi giró su rostro, la saludó amablemente y desvió su atención a los pequeños. Ivonne no las perdió de vista a partir de ese momento.

Al terminar la presentación completa del segundo grado, todos juntos se abrazaron y se felicitaron, incluyendo a las profesoras, al estar en medio de los chicos no hubo manera de zafarse fuera del círculo, se miraron y Jordan la abrazó rápidamente.

-Creo que gustó mucho, felicidades profesora.

-Gracias, ha sido trabajo de equipo, permiso tengo que ir con los chicos, dijo sin quitar su linda sonrisa. Aún pudo sentir cómo la piel de sus brazos ardía por el abrazo.

Entonces Ivonne se dio cuenta, claro ahí saltaban chispas, no podía ser otra cosa, la atracción era innegable la tensión hacía que se pudiera cortar con un cuchillo.

Jordan estuvo un buen rato con la familia del profesor, la pasó bien después de todo, había comido un poco, probó los pastelillos de chocolate, para finalmente despedirse, aún habría una recepción en “El Tazón” con todos los profesores, así que se volverían a ver. Manejó a casa. Quería estar lejos de ahí, lo que quería decir que estaría solo a cuatro calles de Izumi.

Estuvo rondando por su cabeza la loca idea de pasar por su casa, para hablar, pero que le diría? ya todo había quedado dicho. Mientras pensaba en todo eso se cambió y se puso unos pantaloncillos cortos y se quedó descalza, tomó el libro que aún no terminaba de leer y se dirigió al sofá, abrió la puerta del jardín para que pepper tomara lo que quedaba de sol, luego fue por una cerveza.

Alcanzó a leer un par de capítulos hasta que escuchó que pepper empujaba su plato -¿tienes hambre? -Se quedó sentado junto al plato -¿Qué quieres? Ahh se te acabó el agua, ahora te doy pequeño, -al verse comprendido se levantó y movió la cola en agradecimiento. -Ahí tienes… -y rellenó su plato. Se agachó para acariciar su cuello y volvió al sillón, ya hacía hambre, marcó a las pizzas no quería salir, pidió una grande vegetariana, así el resto lo guardaba para después. Se acercó pepper al sillón parado en la orilla con sus ojos tiernos. -de acuerdo sube, pero sólo hoy, debes acostumbrarte a tu almohada, mírala se ve muy cómoda, -el perro volteó a ver que señalaba su ama, al parecer no estuvo de acuerdo porque se arremolinó sobre sus piernas.

Le permitió comer pizza, este día no había podido negarle nada, hasta ella se sentía deprimida; volvió a pensar en Izumi tendría tan mala  suerte como para que la historia se repitiera, como con Diana en el instituto de investigación, sólo la utilizó para trepar literalmente sobre y a pesar de ella. Había caído estrepitosamente como para nunca volver a mirar a otra mujer. Anguiano la había levantado del suelo con espátula, para hacerla confiar en sí misma de nuevo. Le había quedado claro las relaciones en el trabajo no eran buena idea.

Estaba ensimismada mientras iba por la segunda cerveza, cuándo el timbre la sacó de su concentración. Pepper ladró advirtiendo a los intrusos, brincó del sofá olisqueó por debajo de la puerta y movió la cola, se quedó quieto sentado esperando que ésta se abriera.

------------------------------------------------------------------------------------------------------

La Teta Feliz Historias y Relatos ® Elsky - Derechos Reservados

© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.