Capítulo
4
Se
montó en su pequeño auto y arrancó al departamento de su hermano. Subió por las
escaleras porque estaban subiendo un mueble por el ascensor, al llegar a la
puerta tocó el timbre.
-Es
urgente ¿eh?
-No,
pero quiero contarte y con nuestros padres ayer no se podía.
-Ven,
acompáñame estaba por meter la ropa a lavar.
-¿Te
acuerdas de Sam?
-¿La
de la universidad?
-Ajá.
Qué con ella? -Y le prestaba toda la atención.
-Pues
en aquél momento, me movió el tapete. -El detuvo sus movimientos como robot sin
batería.
-¿Qué
dices?
-Por
primera vez en mi vida, me sentí atraída por una mujer.
-Pero
y Javier, Michael y el otro… Noah, no fueron tus novios?
-Si
fueron, pero con ellos no sentí lo que con Sam, fue diferente quiero decir.
-Y
me lo dices ahora ¿porque…? -Incitándola a seguir hablando.
-Después
de todo este tiempo, me ha vuelto a pasar, es decir, mariposas en el estómago,
emoción, nervios, me tiemblan las rodillas, sonrío de la nada y es por lo mismo
de entonces…
-Me
tratas de decir que ¿una chica y no un chico te ha puesto así, después de todo
este tiempo?
Se
aguaron sus ojos y se adelantó para abrazarlo.
-No
sabía que podría volver a sentirme así, anoche mientras me decías lo de Pilar,
pensé en ella y quise que la conocieras y papá y mamá, que tuviéramos una cena
todos juntos, me siento animada de repente, estoy ilusionada, quiero que sea
lunes para verla… hermano creo que me estoy enamorando.
-Preciosa
eso es maravilloso, sabes que puedes contar conmigo, me da gusto saber que hay
alguien en tu corazón y dime ¿cuándo me la presentas? la separó para verla.
-Oh!
hay un pequeño detalle, aún no hablamos, bueno sí sólo lo más necesario en el
trabajo, pero hablar para conocernos y eso, todavía no. No sé cómo acercarme,
quiero decir, a mi me buscaban los chicos pero ¿yo? ¿Qué debo hacer? ayúdame Izumi.
-Vamos
a dejar que esto termine de lavar, vamos a la sala, ¿cerveza o vino?
-Vino
por favor.
-De
acuerdo hermanita, -le entregaba su vino y él le tomaba a la cerveza, se sentó
junto a ella y la miró…-pasa a saludarla con más frecuencia a su aula, que
clase tiene?
-Biología,
laboratorio de biología, completó.
-Llegas
al laboratorio, así puedes observar mejor su ambiente, invítale un café ¿le
gusta? -la vio asentir, -empieza por esos detalles sencillos. No es nada del
otro mundo a las chicas les gusta ser escuchadas, que nos interesemos en sus
cosas, les pongamos toda la atención, no es difícil sólo que a veces los
hombres somos más hormonales ¿no sé si me explico? ella se ruborizó, ¿te
incomodo?
-Es
que mi corazón corre desesperado cuando la tengo cerca y su boca me hipnotiza...
muero por besarla, bajó la mirada avergonzada, no sólo los chicos son
hormonales creo…
-Ja,
ja, ja, sí que estas jodida Izumi…ja, ja; ah! es el amor hermanita, salud!
Rio
junto con él, mientras recargaba su espalda en el pecho masculino.
-Que hay de las flores, tengo que enviarle
algunas?
-No
todavía, ese detalle es para el segundo nivel, no te adelantes. Primero tienes
que conocer el terreno por así decirlo, conforme la conozcas pasamos a lo
siguiente, eres capaz de resolver cualquier ecuación diofantica, hablar sobre
trigonometría, logaritmos y no sé que más, pero debes escucharme a mí para
conquistar a esa chica, estamos? -Ella asintió entusiasmada.
-Y
me dirás cuándo puedo tomarla de la mano, ya… ya te entendí Hiroki. No podré
hablarte todo el tiempo, pero te mantendré informado para que me instruyas. No
parece tan difícil después de todo, vació su copa y se la extendió pidiendo más.
-Deja
acercar la botella y reviso la lavadora, ahora vuelvo.
Estuvo
con su hermano un poco más, le ayudo a pasar a la secadora la ropa limpia e
incluso a doblarla, hasta que él tuvo que arreglarse para irse al restaurant.
Tenía
varias ideas para iniciar con su plan, pero apenas había caído en cuenta ¿y si
ella no le gustaba? eso lo descubriría con el paso de los días, se dejó caer de
nuevo en el sofá, -no puedo darme por vencida sin haberlo intentado, -se animó.
Tomó
el teléfono y le marcó a Ivonne, sonó un par de veces y la escuchó al otro lado
de la línea:
-Izumi
espera un segundo…si ahora ya puedo hablar ¡cuenta mujer! esperaba tu llamada.
-Pues
lo que imaginé, se trata de una mujer, la primera que nos presenta Hiroki, por
lo tanto creemos que habrá boda, nadie en todo este tiempo se había ganado la
atención de mi hermano como lo ha hecho ella, es bonita e inteligente.
-¿Está
embarazada?
-No,
la verdad creo que Hiroki es muy cuidadoso, ella también supongo.
-Me
da gusto, tu hermano es un buen partido porque es un gran tipo.
-Te
dejo ahora porque tengo que prepararme para ir de compras. Nos vemos, que
tengas buen día.
-Tú
también amiga, bye.
Tomó
la cartera y un suéter, siempre le daba frio la tienda de autoservicio por el aire
acondicionado.
Estaba
checando el contenido calórico de un par de latas, se decidió por la de
etiqueta roja. Caminó buscando aceitunas sin hueso, giró al siguiente pasillo y
sin darse cuenta empujó otro carrito, que casi tira a la mujer que estaba en
cuclillas checando en el estante inferior…
-Oiga
tenga más cuidado! -Escuchó que molesta decía la persona que intentaba
recuperar el equilibrio y ponerse de pie con dificultad.
Cuando
la vio de pie casi se le cae la cara de vergüenza.
-Disculpa
yo venía distraída y no me percaté de tu presencia…el color subía y bajaba por
su rostro de pena.
-Oh!
discúlpame tú, me enoja no encontrar aceitunas sin hueso y me he desquitado
contigo profesora. Cambiando su gesto de pocos amigos se rascó detrás de la
oreja e intentó acomodar su cabello como si estuviera despeinada.
-Llámame
Izumi que no estamos en la escuela, yo también estaba buscando aceitunas. -Le
sonrío un poco más tranquila.
-Pues
no hay, aquí deberían estar pero se han agotado. -Y se hizo un silencio.
-Ya
casi terminas tus compras?
-Sí
de hecho me regresé sólo por las aceitunas que había olvidado.
-Pues
a mí me falta un poco todavía. -Que haría su hermano en esta situación?. Las
dos intentaron hablar al mismo tiempo.
-Tu
primero. -Dijo Izumi.
-Si
no te molesto, puedo hacerte compañía, al fin que no llevo prisa.
-Me
parece muy buena idea, tengo pendiente ir por fruta y verduras… entonces ¿vives
cerca de este centro comercial Jordan?
-Como
a diez minutos hacia el norte, y ¿tu?
-Más
o menos igual, siguiendo por la avenida principal das vuelta a la derecha por
la calle Octavio Paz, en el número 578 tienes tu casa.
-Pues
casi somos vecinas, vivo sobre la calle Rosario Castellanos en el 703, son como
seis calles de distancia, si no me equivoco.
-Cuatro,
la de los números soy yo, y sé que son cuatro calles, -le sonrió con la certeza
en su comentario.
-¿Siempre
te gustaron los números?
-Uff!,
no fui una bebé normal, mis primeras palabras fueron números, imagina que en
lugar de decir mamá lo primero que salió de mi boca fue uno pero además levantaba el dedo indicando la cantidad. Claro esto
lo cuentan mis padres con el pesar en su corazón; pero la verdad no creo que
sea cierto. -Hizo un ademán con la mano restándole importancia. Rieron juntas
de la ocurrencia.
Cerca
de los vegetales, Izumi escogió algunos pimientos y los colocó en una bolsa,
luego buscó espárragos, no se decidía por el brócoli
-Debes
llevarlo es fuente de fibra y vitaminas c, b, k entre otras…
-No
estoy segura porque ya llevo otros vegetales. Y lo dejó en el estante.
Jordan
estiró el brazo por delante de Izumi, rozando su hombro y tomó el brócoli otra
vez, sintió como ésta se retiró como si la hubiera quemado, le molestó el gesto
como si le hubiera incomodado su cercanía, se reprendió a sí misma. Miró los
ojos verdes y no supo definir el mensaje, sus labios delgados se entreabrieron
como para decir algo pero no escuchó nada, su cerebro en reacción primaria
había enviado la orden de tomar esa boca para sacarle el suspiro pues no eran
palabras las atoradas en su garganta, ahora casi podía asegurarlo, pero la
reacción secundaria ganó y fue: aquí no.
Regresó
a su lugar y una anciana no muy lejos de ellas, había estado pendiente de la escena
las miraba primero a una y luego a la otra, esperando el desenlace, al no
reaccionar ninguna, ella intervino.
-Creo
que a tu novia no le gusta el brócoli y no la debes obligar a llevarlo…
-No
es mi…, se apresuró a aclarar Jordan
-…problema?
-completó la abuela, -aprender a ceder en una relación es vital, tal vez mañana
puedas llevarlo y ella lo acepte sin remilgos, verdad linda? -Se dio la vuelta
y las dejó ahí.
Se
miraron y de nuevo se rieron por éste ocurrente personaje.
-Tienes
razón voy a llevarlo, hoy me toca ceder a mí, según el consejo de la madurez
social que se acaba de aparecer por aquí, gracias.
-De
acuerdo; te falta algo más?
-Estoy
completa, vamos a los cajeros.
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ME ESTÁ GUSTANDO ESTA HISTORIA MUY LINDA Y DIVERTIDA.
ResponderEliminarGISSEL
Se pone interesante...
ResponderEliminarmuy buena... la historia... gracias y sobre todo por la continuidad sam
ResponderEliminarMe gusta... la historia es divertida e interesante... sigue asi... por fa los capitulos un poquito mas largo.
ResponderEliminarTiene muy buena pinta!aunque los los capitulos son cortos y nos dejas con ganas de mas!
ResponderEliminarI like it :)
ResponderEliminarMe esta gustando, espero el próximo capitulo
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