Capítulo
12
Jordan
pasó por ella a casa, era ridículo que si vivían tan cerca no pudieran
compartir el auto, compartirían algunos minutos antes de estar en la escuela.
La vio salir feliz, parecía una niña con juguete nuevo. La noche anterior no se
quiso quedar con ella, pepper era una razón, pero decidieron ir despacio si es
que se podía, se bajó para abrir la puerta y antes de entrar besó sus labios.
Dio la vuelta y se ajustó el cinturón de seguridad, -estas radiante, -le dijo.
-No
tanto como luces tú. -La ventaja de un auto automático era disponer de una mano
libre, la llevó entrelazada todo el camino, hasta llegar al estacionamiento,
cuando escurrió la mano para maniobrar el volante, acción que no pasó
desapercibida para Izumi.
Entraron
juntas al aula de profesores, dónde ya estaba Ivonne, que al verlas llegar
juntas se desconcertó, por como las había visto comportarse durante el homenaje
y días antes. Cuándo Jordan se despidió para adelantarse al laboratorio, pues
tenía práctica con los chicos, no pudo enfrentar a Izumi.
-Explícame
por favor que está sucediendo, porque la verdad es que no estoy entendiendo tu
comportamiento.
-Vamos
a tu oficina y te cuento, -la jaló para salir de ahí.
-Profesora
Durán en el almuerzo le mostraré las fotos que sacó papá, -dijo una chiquilla sin diente al frente.
-Te
veo en el almuerzo entonces, que tengas buen día. -Y la vieron correr.
-Pasa,
ahora por favor tienes un par de minutos antes de que suene el timbre.
-De
acuerdo, te conté de mi sufrimiento de amores ¿no?
-Sí…
-Bueno,
Jordan era la causa.
Casi
se le salen los ojos, abrió la boca pero no salió ninguna palabra de ella,
levantó las manos tratando de ¿volar? Respiró profundo y apretó los ojos, -
acaso ¿quieres que me dé un infarto?
-No,
tranquila respira, siéntate.
-De
dónde sacas tantas cosas Izumi, estoy empezando a creer que has enloquecido y
me tratas cómo si estuviera en la misma condición que tú…
-Lo
que te digo es la verdad, desde que llegó a la escuela, me atrajo, me gustó, de
repente me descubrí viéndole el trasero cuando la veía pasar, y sólo sucedió,
no me di cuenta, se coló en mi corazón y estoy enamorada.
-¿Desde
cuándo te gustan las mujeres Izumi? Alguna vez me fijé que la observabas con
mucho detenimiento, pero no lo imaginé siquiera. Me perdí en el túnel del
tiempo, estoy desconcertada, la semana pasada te rompió el corazón, le dejaste
casi de hablar yo lo vi me consta, y hoy llegaron juntas, por favor dime que no
me estas tomado el pelo. -Dijo tan rápido checando el reloj.
-No
te estoy bromeando, este fin de semana después del homenaje, hicimos las paces.
Y hemos vuelto a ser colegas amigables.
-¿Qué
tan amigables Izumi? -Notó cómo se sonrojaba la cara de su amiga. -Estoy
leyendo tus gestos que me dicen: mucho muy
amigables.
Escucharon
el timbre y brincaron.
-Tienes
que saber que extra-aulas hemos iniciado una relación, pero aquí somos colegas
y eso ha sido a petición de ella, así que tú no sabes nada de nada, ¿entendido?
-Durante
el ensayo noté que había cierta tensión entre ustedes, así que era eso ¿eh?,
pues déjame decirte amiga, que tienes una alumna que es un diablillo, y si no
tienen cuidado las va a descubrir, el otro día me insinuó que ustedes eran
princesas de Walt Disney.
-Se
a quien te refieres, casi desde el inicio lo notó, de hecho soltó en plena
clase que era mi novia.
Empezaron
a entrar los chicos, lo que ya no daba tiempo a seguir platicando.
-Recuerda
que no sabes nada. Te veo en los pasillos. Chao.
Ivonne
quedó perpleja, esa avalancha de información era demasiado, necesitaba tiempo
para asimilarlo, -buen día chicos, tomen asiento que vamos a iniciar, gracias.
Durante
el almuerzo no pudieron hablar, porque Jordan decidió aparecer y almorzar con
ellas, además estaba esa pequeña que les mostró las fotos, le regaló una dónde
aparecía Izumi abrazándola y detrás de ellas se podía ver a Jordan, para
cualquier persona hubiera pasado desapercibida, pero no para ella. Ivonne le
pidió la foto y ella intentó negársela, pero como niñas se la arrebató para
verla.
Izumi
contuvo la respiración viendo de soslayo a Jordan, quién no supo qué hacer o
decir porque no entendió la indirecta. La cara de Ivonne no supo disimular ante
lo que vio y devolvió la foto.
-Chicas
olvidé que dejé el teléfono en el aula, debo hablar con mi esposo, las veo a la
salida para ver lo de ir al “El Tazón” con el profesor Aguiano. -Se levantó, no
sin de dejar de ver a Izumi y luego a Jordan. -Hasta entonces, profesoras.
-¿Qué
fue eso? ¿Por qué me ves así?
Izumi
le pasó la fotografía.
-Sigo
sin entender, estás tú y la pequeña Jesica, no le veo nada de malo.
-Tú
también apareces en la foto.
Miró
detenidamente y se vio, entonces pudo descifrar lo que le trataba de decir Izumi.
-Oh!
Estaba
ella mirando a Izumi, mordiendo su labio inferior, un gesto habitual en ella,
pero íntimo, muy íntimo para quién la conocía, sus ojos contenían un deseo
¿lujurioso? Tan obvia era su atracción que hasta una cámara casera lo había
capturado.
-Lo
lamento, yo… bueno tú me pones así, -bajó tanto la voz casi como un susurro,
sintió que se ruborizaba, se levantó y también se fue.
No
la vio en el laboratorio, se asomó a la oficina y ahí la encontró de pie y con
los brazos cruzados.
-Hola,
¿Estás bien? No te pongas mal, voy a hablar con ella lo prometo, -dijo sin
acercarse, -todo va a estar bien, es mi amiga lo entenderá ¿Jordan?
-Tienes
razón tal vez estoy paranoica, se acomodó el fleco tras la oreja. -Estoy bien,
soy una tonta, -esbozó una ligera sonrisa avergonzada.
-¿Te
veo entonces en el aula de profesores?, tengo dos clases seguidas.
-Te
veré ahí. -Dijo más tranquila.
Quedaron
de verse en “El Tazón” el viernes, Ivonne llevaría el pastel, la comida sería
del lugar, sólo tenían que llegar con ganas de divertirse y pasarla bien.
-Oye
guárdanos el secreto ¿sí?, trátala con normalidad, por favor ella es importante
para mí, lo sabes, sino nunca te lo pediría.
-Está
todo bien, sólo que ni mi marido me mira como ella a ti, esa imagen me dejó en
shock, tienes mucha suerte amiga, anda ve que te está esperando, se acercó para
besar su mejilla. -Se inclinó a un lado para decirle adiós a Jordan que las
veía de cierta distancia y abordó su auto.
-Te
invito a cenar en casa ¿quieres venir?
-Sí
quiero, pero no puedo, recuerda que pepper puede ser un dolor de cabeza, no
habla pero como exige, además tengo que llevarlo a correr, pero tal vez mañana.
-Le tomó la mano y entrelazaron sus dedos.
-Yo
solía conducir un auto automático, pero en la terapia me aconsejaron que debía
volver a manejar para dominar el miedo, ya sabes y además debía ser un auto de
velocidades, para coordinar los movimientos pies, manos, ojos y cerebro.
-Supongo
que yo no tenía opción de elegir, éste era de mi padre, me lo dejó para que me
movilizara.
-¿Cuánto
pagas de alquiler Jordan? Si no es indiscreción.
-No
pago, es propia, papá me la traspasó, supongo que con su matrimonio no podía
ser la casa de mi madrastra, así que salí ganando, sólo pago los servicios.
Pero tengo entendido que la zona no es económica. ¿Tú pagas alquiler?
-Sip,
siempre estoy apretada a fin de mes. Pero la zona es segura, está iluminada por
las noches, las patrullas pasan constantemente, está muy céntrica, se ajusta a
mi presupuesto.
Se
orilló para dejarla bajar, bajó y rodeó el auto para abrir la puerta y Izumi se
abrazó a ella, permanecieron un rato así y después de un momento se besaron.
-Extrañé
tus labios todo el día, pero vete ya que luego no te dejo ir, ¿entonces me
llamas cuando estés en cama ya para dormir?
-Lo
haré.
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