Capítulo
11
Estaba
terminando de dejar ordenado todo en la cocina, cuando sintió sus brazos
alrededor de su cintura pegándola a su cuerpo, la sensación la recorrió y se
alojó en su entrepierna, se podía decir que era sexualmente activa, sus
encuentros eran satisfactorios, pero ahora lo ponía en duda, lo había pasado
bien, pero no tenía idea de lo que podía llegar a sentir, Jordan había
despertado en ella emociones desconocidas hasta ahora, solo en una noche.
-Qué
estas pensando, hasta acá puedo escuchar los engranes de tu cerebro. -Recorrió
su cabello a un lado para dejar descubierto el hueco de su nuca y la acarició
con su nariz. -Hueles tan bien, no puedo estar lejos de ti… que voy a hacer
cuando te vea y no pueda hacerlo…
-A
mi no importaría que lo hicieras todo el tiempo.
Jordan
no replicó nada, se quedó en silencio. Izumi entendió que había sido difícil
para ella aquella experiencia que le contó, así que decidió dejar el tema. – Y ahora
que quieres hacer ¿dime? Dándose la vuelta para darle un beso.
Notó
el giro en la conversación y lo agradeció mentalmente.
-Normalmente
pepper y yo salimos a correr temprano los fines de semana, necesitamos
ejercicio para desfogarnos, bueno ahora él es el que tiene que salir porque es
el soltero de la casa, -sonrío; -tengo que sacarlo, ya vi tu expresión no
tenemos que correr, sólo caminar y besó su mueca de flojera.
-Mira
yo tengo que ir a casa a bañarme y cambiarme, podemos ir hacía allá y luego
salimos al parque.
-Me
parece bien, entonces me voy a bañar, la soltó y se apresuró a la habitación.
Mientras
la esperaba buscó su teléfono, desde ayer lo había ignorado encontró su bolso
en el sofá y lo revisó, tenía varias llamadas perdidas de Ivonne y Hiroki,
decidió marcarle a Ivonne.
-Hola
perdón, me olvidé del teléfono y no lo había revisado.
-Te
quería decir lo bella que estuvo la presentación y tus pequeños, fueron de los
más comentados en la reunión, además te vi un poco seria con Jordan, ¿todo está
bien con ustedes?
-Todo
está perfecto, no tienes que preocuparte. Ahora no puedo hablar pero prometo
aclararlo después, te veo en la escuela, te mando un beso.
Su
hermano probablemente estaría aún descansando pues los sábados son muy pesados,
no pudo evitar llamarlo.
-Debes
tener una buena razón… porque nunca me harías esto, dijo con la voz más ronca
que de costumbre.
-Hola
Hiroki, escucha ella se llama Jordan, de repente todo ha dado un giro y… guardó
silencio un segundo… estoy en su casa, dormí en su cama, soltó con rapidez.
-¡Oye!,
-lo escuchó quejarse, -¡eso no se platica!, puede ser traumatizante ¡por Dios!
soy tu hermano, -oyó cómo soltaba un sonoro suspiro, -de acuerdo… ¿Estás bien, quiero decir
contenta?
-Mucho
hermanito, no tienes idea.
-¡Ni
quiero tenerla! -Chilló como niño. -Me da gusto por ti, llévala al restaurant
para conocerla, lo más pronto posible, quiero saber quien anda con mi preciosa
hermanita, ahora intentaré dormir un poco más te quiero -y le colgó.
Caminó
hacía la habitación para buscar su ropa, se puso el pantalón con el que había
llegado y guardó el short en su bolso, para devolverlo limpio. La escuchó
cantar, no lo hace nada mal, pensó. Regresó al sofá y notó un libro, lo tomó
para ver de qué se trataba, era muy interesante, después de algunos minutos
Jordan estaba lista.
Vestía
un pantalón capri color caqui, alpargatas y playera blanca, con su cabello corto
húmedo.
-¿Nos
vamos?
-Creo
que vamos a caminar, seguro pepper te llena de pelos los asientos, -mientras
tomaba una bolsa para los deshechos, tomó su correa y lo llamó, el perro se
acercó moviendo la cola pues conocía el sonido de la correa.
-Vamos
te lo llevas en los brazos, -se colgó su bolso y caminó hacia la puerta con las
llaves en la mano.
Se
agachó para abrazarlo y la siguió al auto, efectivamente sólo eran cuatro
calles y media las que separaban sus casas. Acomodó el auto y sacó otro llavero
para abrir la puerta, era pequeña.
-Aquí
abajo tengo sala, comedor, cocina y cuarto de lavado, indicó con el dedo y
arriba un pequeño estudio y la habitación.
-Es
muy bonita tiene tu encanto, -bajó a pepper quien rápidamente dio una vuelta de
reconocimiento. -no te preocupes no es obediente, pero sólo hace sus
necesidades fuera de casa.
-No
me preocupa, de cualquier forma todo es lavable, -le guiñó un ojo y besó sus
labios, para que se relajara. -Voy a subir a bañarme, no tardo.
Buscaron
un lugar dónde sentarse un rato mientras pepper se aventuraba por los
alrededores, Izumi sacó un tapete y lo tendió cerca de un árbol, se sentó
tomando el tronco como respaldo, Jordan había ido a tirar a la basura la bolsa
de pepper, no podía dejar de verla, la recorrió un temblor, hace unas horas
estaba desnuda entre sus brazos, no supo describir la emoción que sentía de
saberse suya, de repente no le importaba que supieran que estaba enamorada de
ella, aún su familia y en la escuela, porque las amistades nunca dan problemas,
sería que su edad tenía que ver con ignorar los prejuicios que en la
adolescencia y juventud pueden afectar emocionalmente o la culpa de la
aceptación, a sus treinta y tres años, se sentía feliz por lo que le estaba
pasando, la complicación venía de parte de Jordan que no estaba de acuerdo con
que lo supieran en la escuela.
-Ya
vine, se acostó y dejó su cabeza en las piernas de Izumi, si te canso me dices.
Acarició
su fleco que ya caía en desorden, con un dedo delineó su frente, la órbita de
sus ojos, peinó sus cejas, su nariz, que la hizo hacer gestos, esto las hizo
reír, continuó por sus labios y finalmente su barbilla.
-¿A
quién te pareces?
-A
mamá, según las fotos que tengo podríamos ser hermanas, ella era rubia y papá
es moreno, supongo que por eso tengo el pelo más oscuro.
-¿Hace
mucho que no está con ustedes?
-Como
catorce años, yo empezaba a hacer trámites para el bachillerato estaba haciendo
un examen, ella estaba de compras hubo un asalto y una bala perdida la
encontró, no sufrió según nos explicaron.
-Lamento
haber sacado el tema, -acarició su mejilla con el dorso de su mano.
-No
pasa nada. La terapia nos ayudó mucho a papá y a mí, hace tres años él se
volvió a casar y es feliz, su mujer no es mala persona, me cae bien, quiero
decir no es la típica madrastra de los cuentos, además ella no se pone en papel
de ser mi madre, es como una persona con la que puedo hablar y eso es bueno
para papá también. Viven como a dos horas de aquí, papá es químico en un
laboratorio y nos vemos con regular frecuencia. ¿Y tú?
-¿A
quién me parezco? -Asintió Jordan. A mi madre, ella es un poco más pequeña que
yo, pero básicamente a ella, los ojos son regalo de mi padre, ni Hiroki ni yo
tenemos los ojos tan rasgados como ella, lo que nos da un aire exótico, según
mi hermano.
-¿Cómo
es tu hermano? -Tomó los dedos de Izumi y los entrelazó.
-Supongo
que es guapo.
-Debe
serlo si es tu hermano, -acercó sus dedos y los besó.
-Es
muy agradable, mi mejor amigo y confidente, siempre me defendía cuando era
pequeña, algo que le quedó muy claro cuando nací, mi padre le dijo que era el
hermano mayor y por la tanto tenía que cuidar de mí, así que lo sigue haciendo;
ya sabes que es chef, acaba de presentarnos a su novia y parece que será su
esposa. Al igual que tú me hace reír mucho. Lo adoro es mi debilidad.
-¿Crees
que yo le caería bien si nos conociéramos?
-Claro
que sí, no tengo ninguna duda de ello… de hecho… la tomó de la barbilla para
volteara a verla… él ya sabe de ti, que me atraes y todo eso.
-¿Hace
cuanto le contaste? Con los ojos muy abiertos.
-Casi
desde que te conocí, pero debes saber otra cosa… tomó aire… después de que
hablamos aquél día… yo le conté que no querías nada con una colega…
-Pero
Izumi, ahora mismo me debe estar odiando… Izumi calló su réplica con un beso.
-Nada
de eso, tiene un gran corazón y además sabe lo que siento por ti, entenderá sin
palabras sólo con verme, te lo puedo asegurar, así de cercanos somos, dice mi
madre que parecemos gemelos por lo de la conexión.
Jordan
se sentó y se acomodó frente a ella, tenía una cara pícara, se mordía el labio
inferior. -¿Y que sientes por mí? -Levantó sus cejas.
Se
veía emocionada, no supo describir como su corazón latía de verla con esa linda
cara, sus ojos brillaron de manera especial.
-Pues…
estoy enamorada, dijo bajito. -Pudo ver que Jordan tembló ligeramente, recordó
ese mismo temblor cuando la tuvo desnuda entre sus brazos y a su vez sus ojos
se nublaron de deseo. -¿Voy muy rápido? ¿Quieres que frene un poco?
Jordan
se acercó hasta casi juntar sus bocas, pasó sus dedos por su mejilla y cuello,
hasta el lugar dónde se localiza el corazón.
-No
quiero que te detengas, yo me siento igual, tengo ganas de dibujar un corazón
con nuestras iniciales en este árbol, así de cursi me tienes -Izumi, tocó sus
labios muy suave.
Sintió
como pepper se paraba en su pierna, llamando su atención, volteó a verlo muy
seria y le dijo: -eres el perro más inoportuno del mundo. -Ambas dejaron salir
una risita, al separarse pepper aprovechó para acomodarse entre sus piernas y
con la lengua de fuera reclamando un poco de agua. -Tendrás que esperar, no
traje tu plato. Se recargó en el costado de Izumi, quien rodeó con su brazo la
cintura atrayéndola, su cabello y colonia llenaron sus pulmones.
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COMO ME ENCANTA ESTA HISTORIA, ES MUY HERMOSA LA VERDAD
ResponderEliminarMe encanta esta historia... ellas son muy lindas y espero q sigan asi de felices... vamos a ver como les va en la escuela...
ResponderEliminarUfffff esto se esta poniendoo jajajaj Muy bueno te felicito
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