El domingo se fue
increíblemente rápido. Estaba realmente emocionaba de ver a mi madre; no la
había visto por más de dos semanas. Ella no tenía pensado volver hasta el
próximo fin de semana pero en su lugar quiso volver esta semana. Era ahora
justo después de las seis en punto, y llegaría en cualquier minuto. Estaba
sentada en el regazo de Lena en la sala, prácticamente vibrando de emoción.
Cuando escuché su auto detenerse afuera, corrí hacia la puerta, chillando
alegremente. Javier saltó al mismo tiempo que yo y me sujetó alrededor de la
cintura, riendo mientras me tiraba al sofá. Yo primero, renacuajo declaró,
corriendo a la puerta delante de mí, haciéndome reír. Lo seguí fuera de la
puerta y atacamos a mamá en un abrazo. ¡Hola, Javier. Hola, Alejandra! Gorjeó, abrazándonos fuertemente. Lena fue
directo a la camioneta y sacó su equipaje. Cuando se empujó fuera del abrazo
estaba sonriendo con lágrimas en los ojos. Los extrañé chicos dijo, besándonos
a ambos felizmente. Hey, Lena. ¿Tienes un abrazo para mí? preguntó, sonriendo
.Ella se rio y asintió. Siempre, Marian dijo, abrazándola fuertemente. Te has
vuelto más guapa declaró, palmeando su mejilla afectuosamente.
Se rio. No sé acerca de eso
contestó, sacudiendo su cabeza, sonriendo. Mordí mi labio; definitivamente se
había vuelto más guapa en mi opinión. Mi mamá adoraba a Lena, siempre lo ha
hecho. Ella pasa mucho tiempo en nuestra
casa, y desde que mi padre la dejó ella se hizo realmente cercana a Paty y
Ramón ahora que tenía "permitido” socializar. Entonces, ¿qué me he
perdido? preguntó, enganchando su brazo con el mío, caminando hacia la puerta,
dejando que los chicos cargaran sus maletas. Sonreí sabiendo que iba a
enloquecer cuando le contara acerca de Lena. Um, no demasiado. Me enamoré dije
alegremente. Jadeó y me obligó a detenerme, mirándome tan sorprendida que no
pude evitar reírme. ¿Tú…Tú qué?
Tartamudeó, mirándome con una expresión perpleja. Sonreí y la hice
caminar dentro de la casa, tirando de ella dentro de la cocina. Tengo una novia
confirmé, sonriendo como loca. Oh, Aleja, ¡nunca pensé que serías capaz de
hacerlo! Estoy tan orgullosa de ti, cariño. Sé que tan difícil te es dejar que
las personas estén cerca de ti susurró, abrazándome apretadamente, lágrimas
brillando en sus ojos de nuevo. Lena y Javier entraron; ambos recargándose
contra el mostrador de la cocina. Lena me dio un pequeño guiño y sonreí en
respuesta. Bueno, ¿cuál es su nombre? ¿Lo conoceré mientras esté aquí? Oh
espera, ¿Javier lo sabe? preguntó, susurrando la última parte, probablemente
pensando que estaba arrojándome a algo con mi hermano mayor sobre protector. Me
reí y miré a Javier que estaba en proceso de mirar a Lena otra vez. Sí, mamá.
Javier lo sabe confirmé, riendo entre dientes.
¿Bueno? ¿Quién es? ¿Cómo es?
preguntó, sonriéndome emocionadamente. Bueno, mayormente es un dolor en el
trasero. Es arrogante y demasiado segura de sí misma. Pero por el lado
positivo, es extremadamente ardiente declaré, viendo la cara de Lena mientras
ella trataba de no reír. ¡Las apariencias
no duran, Aleja! ¡No deberías basar una relación en cómo se ve alguien! Me regañó, sus cejas juntas en señal de
desaprobación. No pude evitar reírme. No te preocupes, mamá, no la voy dejar
cuando deje de lucir guapa bromeé. ¡Más te vale que no! Advirtió Lena, moviéndose a mi lado,
envolviendo su brazo alrededor de mi cintura. Mi mamá miró entre las dos varias
veces, una expresión sorprendida en su rostro. Sus ojos se movieron a Javier,
su expresión desconcertada y confundida. Javier asintió un poco a
regañadientes. De repente, ella empezó a reír y a menear la cabeza. ¡Debí
haberlo sabido! Todas las provocaciones y por el estilo, no me di cuenta que
era tensión sexual dijo, riéndose más fuerte cuando Javier bufó enojado. ¡No
quiero saber! gruñó Javier, cubriendo rápidamente sus oídos, sacudiendo su
cabeza mientras todos nos reíamos. Mi madre me tiró en un abrazo. Estoy tan
feliz por ti, Aleja. Ella es una chica
tan buena susurró. Sé que lo es coincidí mientras me soltaba. Tomé la mano de
Lena, presionando mi costado contra el suyo. No pude evitar desear llevarla a
mi cuarto y tenerla frotando sus manos sobre todo mi cuerpo de nuevo, no había
estado con ella desde esta mañana y se
sentía como una eternidad. Felicidades, chicas chilló, sonriendo. Lena apretó
mi mano, sonriéndome felizmente, haciendo derretirse a mi corazón. Mi mamá
sonrió un poco triste, mirando primero a Javier, luego a mí. Chicos, necesito
hablar con ustedes acerca de algo. Hay una razón por la que volví una semana
antes admitió, su voz tensa y seria. Javier se puso rígido, su rostro
endureciéndose.
No queremos verlo si eso es
lo que vas a decir dijo severamente, moviéndose para pararse a mi lado
protectoramente. Mamá meneó la cabeza. No es así de simple. No quiero tener que
decir esto, él me ha puesto en una posición tan difícil y lo lamento dijo en
voz baja. Lena y Javier ambos se movieron más cerca de mí inconscientemente,
así que estaba completamente apretujada entre los dos. Por Dios, ¿por qué
demonios se ponen tan preocupados acerca de eso? ¡Él no está aquí ahora! Mamá,
¿de qué estás hablando? No dejaré que ese imbécil se acerque a Aleja gruñó
Javier enojado. Ella empezó a llorar así que empujé a los chicos y envolví mis
brazos alrededor suyo. Mierda, esto era malo. Lo sea que fuera, ella estaba
realmente alterada sobre ello. ¿Qué está mal? susurré, obligándome a no llorar
también. Odiaba ver a mi mamá alterada, siempre era la fuerte. Necesitó
sentarme dijo en voz baja, limpiando su cara con fuerza, secando las lágrimas
mientras tomaba un profundo respiro. La seguí a la sala, sentándome en el sofá,
apenas capaz de respirar. Pensamientos de ellos dos volviendo a estar juntos,
él queriéndose mudar con nosotros, demandando para vernos, incluso él queriendo
la custodia de nosotros, todos estos pensamientos pasaban zumbando a través de
mi cerebro tan rápido que me hizo sentir enferma. Lena se sentó a mi lado,
envolviendo fuertemente sus brazos a mí alrededor. Me presioné a ella por
apoyo, esperando que ella lo dijera.
Tú padre se ha mudado a esta
ciudad dijo suavemente. Javier saltó de su asiento. ¡Hijo de puta! ¡Le dije que
se mantuviera lejos! gritó furioso, viéndose como si quisiera golpear algo. Mi
madre asintió. Javier, él quiere estar en contacto con ustedes dos de nuevo.
Dice que lo lamenta y que ha cambiado. Quiere que le den otra oportunidad.
¿Quieres decir que quiere otra oportunidad para tratar y violar a Aleja? gritó
Javier. Me estremecí mientras los recuerdos volvían. Los brazos de Lena se
tensaron a mí alrededor, sus manos apretándose en puños. Mi madre sacudió su
cabeza, mirándolo suplicante. ¡Javier, no me gusta esto más que a ti, así que
por favor deja de gritarme! Odio que sea yo quien tenga que decirles eso, pero
no es mi culpa dijo, llorando de nuevo. Javier suspiró y meneó la cabeza,
arrodillándose enfrente de ella y tirándola en un abrazo. Lo siento. No debí
desquitarme contigo dijo, aun sonando enojado. Presioné mi cara en el hombro de
Lena, inhalándola. La sentí poner sus labios en mi cuello y me concentré en la
sensación de su respiración soplando tranquilizadoramente por mí espalda,
tratando desesperadamente de no enloquecer. Luego de un minuto de silencio,
Javier habló: ¿Por qué vuelve? ¿Por qué no sólo le dijiste que no queríamos
verlo? preguntó. Ella cerró sus ojos y sonrió tristemente. Se volvió a casar.
Tiene un hijo de un año, es su medio hermano. Aparentemente, la mujer con la
que se casó ya tenía un hijo. Él tiene diecisiete. Su padre quiere que conozcan
a su nueva familia dijo, burlándose ligeramente en “nueva familia” un poco al
final. Mierda, ¿tengo un hermano pequeño, y un hermanastro? Javier saltó. ¡Ese
hijo de puta debió haber sido castrado! ¡No debió haber tenido permitido tener
más hijos! gritó, pasando sus manos por su cabello apretadamente. Necesitaba
volver hoy y hablar con ustedes porque el chico más grande, Jimmy y ese es su nombre; él va a empezar en su
escuela mañana. Sabe acerca de ustedes dos
dijo, mirándome excusándose. Javier pateó la mesa de café, fuerte,
mandándola volando. Lena saltó y se paró enfrente de mí protectoramente
mientras Javier gritaba blasfemias y pateaba la mesa una y otra vez,
probablemente lastimándose el pie. Me paré y empujé a Lena, apartando sus manos
mientras trataba de impedirme acercarme a mi hermano. Agarré el brazo de
Javier, haciendo que se detuviera y me mirara. Su cara era pura ira y pienso
que si mi padre estuviera aquí justo ahora, estaría muerto. El hombre
necesitaba mantenerse malditamente lejos de Javier. Envolví mis brazos a su
alrededor apretadamente, sabiendo que necesitaba tranquilizarlo antes de que se
hiriera a sí mismo. La única manera de calmar a Javier cuando enloquecía así
era hacerle creer que estaba alterada, eso usualmente lo sacaba de su ira
bastante rápido. Javier, detente. Me estás asustando. ¿Por favor? susurré,
aferrándome a él para calmarlo. Estaba temblando por la rabia mientras envolvía
sus brazos alrededor de mí. Está BIEN. Shh, todo está BIEN. Lo siento murmuró,
acariciando mi espalda, su naturaleza sobre protectora revelándose. Lo siento
murmuró mi madre, sollozando detrás de nosotros.
Salí de los brazos de Javier
y me senté junto a ella. Está bien, mamá. Nada de esto es tu culpa. Ya veremos
qué hacer. Ni Javier ni yo queremos verlo, así que simplemente no lo veremos
declaré, pretendiendo quesería así de fácil. ¿Qué sobre este chico, Jimmy, tu
hermanastro? Él va estar en tu escuela mañana. Él sabe quién eres pero no sabe
sobre qué paso en aquel entonces. Tu padre me dijo que su nueva familia piensa
que no quieres verlo debido al rompimiento de nuestro matrimonio, nada más dijo
ella sacudiendo la cabeza. Javier se rio sin humor. Sí, ¿por qué el
invertebrado bastardo le diría a su nueva esposa que golpeó por años a su vieja
familia antes de finalmente tratar de violar a su propia hija? ¿No es algo que
puedas sacar en una conversación normal cierto? escupió de manera repugnante.
Me estremecí otra vez. Odiaba la palabra violar, era horrible. ¡Javier, maldita
sea! ¿Dejarás de decir eso? chilló Lena, mirando hacia él con enojo mientras se
sentaba enfrente de mí, tomando mi mano. Lo siento, Ale, no pensé Javier
murmuró en tono de disculpa. Sacudí mi cabeza y fingí una sonrisa. Está bien,
Javier, no te preocupes. Agité la mano con desdén, pretendiendo que no estaba
afectada por toda esta situación. ¿Cuál es el nombre del bebé? Le pregunté a mamá, queriendo saber sobre el
hermano pequeño que ahora tenía. Ella sonrío tristemente. Matías. Sonreí.
Matías. Era lindo, me gustaba. Podía sentir la histeria creciendo dentro de mí
aunque sabía que necesitaba estar sola. Bueno, no hay nada que podamos hacer al
respecto ahora, supongo. Tendremos que ver como es este Jimmy mañana. Pero no
quiero tener nada con ese hombre jamás declaré segura de eso mientras me ponía
de pie. Voy a recostarme. Tengo dolor de cabeza dije mientras empecé a
alejarme. Necesitaba salir de aquíantes de tener una crisis enfrente de Javier,
eso sólo lo haría volverse loco otra vez. Lena tomó mi mano. ¿Quieres algo de
compañía? preguntó en voz baja, mirándome con una cara de perrito. La condenada
chica sabía que no podría decirle no a esa cara. Sí, de acuerdo. Asentí
ligeramente y empecé a caminar hacia mi habitación. Estaré ahí en un minuto.
Sólo voy a ayudar a Javier a limpiar la mesa dijo Lena, asintiendo hacia el
desastre de madera rota que solía ser nuestra mesa de café. Asentí y me alejé
rápido. Podía escucharlos susurrando detrás de mí, sabía que ellos estaban
hablando sobre mí, pero simplemente no me importaba. Me enrollé en una bola en
mi cama y sollocé mientras pensaba al respecto. Mi padre estaba en el pueblo y
quería tener contacto con nosotros otra vez. Tenía una nueva familia. No podía
evitar preguntarme si los trataba bien o si los amaba, y si los trataba bien y
los amaba, ¿Por qué demonios no pudo haber sido así con nosotros? ¿Por qué no
nos amó? Uno minutos después Lena entró, envolviendo su cuerpo alrededor del
mío, dejándome sollozar en su pecho hasta que me dormí. La última cosa que pasó
por mí cabeza fue que sabía que todo en mi vida era demasiado perfecto. Sabía
que no debía poner mis esperanzas por un final feliz. Yo nunca tenía un final
feliz.
LENA-Asintió ligeramente y
se alejó sin esperar por mí. Necesitaba hablar con Javier primero, asegurarme
que él no fuera a salir por ahí sin mí o algo. Estaré ahí en un minuto. Sólo
voy a ayudar a Javier a limpiar la mesa mentí, asintiendo hacia las astillas de
madera esparcidas por el suelo. Ella asintió y se alejó rápidamente. La miré
caminar por el pasillo antes de girarme hacia Javier. No te atrevas a ir ahí
por tu cuenta. Estoy hablando en serio, Javier. Si quieres ir, entonces iré
contigo susurré en tono de advertencia. Él frunció el ceño pero asintió de mala
gana. No voy a ir al menos que haga falta. Si él no se acerca a nosotros no
quiero tener nada que ver con él. Si se acerca a ella, lo mataré gruñó. Asentí,
sabía que lo haría, podía verlo por su rostro. Simón Montes de Oca estaría con
la mierda hasta el cuello, porque si Javier no lo mataba, entonces yo lo haría
si se acercaba sólo un poco a mi Ángel. Escucha, necesito ir allá y asegurarme
que ella está bien. Hablaremos más tarde sobre esto. No hagas nada imprudente,
Javier dije severamente. Él asintió y yo prácticamente corrí por el pasillo
hacia ella. Entré en su habitación; ella estaba enrollada en una bola en su
cama, sollozando su dolor. Odiaba verla así; me trajo aquellos recuerdos de
cuando solía verla así cada noche desde que tenía ocho. La vista de eso ahora
estaba rompiendo mi corazón. Me acosté enfrente de ella y envolví mis brazos a
su alrededor apretadamente, lanzando mi pierna alrededor de las de ella,
empujándola cerca de mí mientras descansaba mi barbilla en la cima de su
cabeza. Si él la llegaba a tocar otra vez iba a matarlo. No la dejaré vivir su
vida asustada por un hombre. No me importaba si terminaba gastando todo mi
tiempo en ello, mientras ella estuviera segura, eso era todo lo que necesitaba.
Después de media hora sollozando histéricamente, su respiración se volvió más
profunda. Me retiré lentamente y miré hacia ella. Se había quedado dormida. Su
cara estaba roja e hinchada, estaba manchada con lágrimas, pero aun así lograba
verse como la chica más hermosa en el mundo. Besé su frente gentilmente y
limpié sus lágrimas, desenredándome lo más cuidadosamente que podía. Salí a
hurtadillas de su habitación y encontré a Javier sentado en el sofá; su madre
estaba en la cocina haciendo la cena. Me senté cerca de Javier dejando mis ojos
vagar por su cara. Lucía tan estresado; no lo había visto así desde un par de
años.
La última vez que lo vi así
fue cuando su papá se puso en contacto hace dos años, cuando teníamos
dieciséis. Eso fue cerca de un año después de que lo hubiésemos golpeado fuerte
y sacado a patadas. Aparentemente, Simón había querido verlos otra vez para
redimirse, o eso dijo él de cualquier manera Javier se había vuelto loco, justo
como antes, y en términos no vacilantes le dijo a su papá que si se acercaba
otra vez a Alejandra, lo cortaría en pedazos. Fue sólo suerte que esa
conversación pasara por teléfono; de otro modo ese imbécil se estaría descomponiendo
en su tumba en estos momentos. ¿Todo bien Javier? pregunté, agarrando su
hombro, apretándolo suavemente. Él suspiro y asintió. ¿Está bien ella? preguntó
en voz baja. Sacudí mi cabeza. No admití tristemente. Miré mientras su cara se
enfurecía; odiaba ver a Javier tan furioso. Pero, está dormida ahora. Necesitas
ayudarme Lena murmuró cerrando sus ojos. Por supuesto coincidí, asintiendo
rápidamente. Haría lo que sea para mantener salvo a mi Ángel, cualquier cosa en
el mundo. No la quiero sola por su cuenta. Uno de nosotros necesita estar con
ella a toda hora. ¿Puedes quedarte mientras yo voy a trabajar durante la
semana? preguntó, mirándome esperanzado. Sonreí con un poco de culpa. Siempre
lo hago Javier. No te preocupes. Todo estará bien. Ella estará bien. Sonreí de
modo tranquilizador. Nunca dejaría que nada la lastimara otra vez. Lo permití
cuando ellos eran niños y nunca me perdonaré por eso. Quiero decir, si le
hubiera dicho algo a mi mamá o mi papá, quizás hubiera parado antes de que
fuera demasiado lejos. Él asintió. Sí, lo sé. Escucha, sobre mañana, no sé cómo
va a reaccionar con este chico Jimmy. Ya sé que él no sabe nada, pero ¿Qué si
el empieza a preguntarle por qué no lo vemos? Podía molestarla en la escuela.
Ella odia eso. Ella tiene años en esto ahora dijo tristemente. Javier, sólo
tenemos que ver cómo juega. Tomé un profundo respiro y decidí decirle acerca de
lo que había estado pensando desde que su madre dijo que ese imbécil estaba de
regreso en el pueblo. No estaba seguro como Javier reaccionaria a mi
sugerencia, sin embargo; tenía la esperanza que lo viera de forma que estaba
pensando sobre ella. Sabes me iré a la universidad en un par de meses. Bueno,
iba a rechazar mi beca a Boston e ir a una universidad más cercana aquí así
todavía podría quedarme con ella, pero si pasa lo peor, la llevaré conmigo a
Boston. Puede transferirse de escuela sugerí, encogiéndome de hombros,
esperando por su reacción. He estado pensando bastante sobre esto los últimos
meses, desde que recibí la carta de aceptación. Esa universidad era una
oportunidad increíble para mi carrera, pero no quería irme. No quería dejar a
Alejandra ni siquiera antes de estar juntas, pero pienso que no sobreviviría
ahora que finalmente la tengo. Estaba pensando sobre o ir a una universidad
local, o preguntarle para que viniera conmigo a Boston. El problema era que
Aleja sólo tenía dieciséis, así que estaba segura de que tendría que tomar la
primera opción y quedarme aquí con ella. Ahora que esta situación se había
presentado, regresaba a la idea de preguntarle para que viniera conmigo. Podría
alejarla de todo; podríamos tener un nuevo comienzo donde ella no pensaría
sobre él cada día, donde no tendría que preocuparse sobre encontrarse con él
cada vez que saliera de la casa. Esperaba que Javier se volviera loco conmigo
por siquiera sugerir alejarla de él, pero me sorprendió cuando no lo hizo. Él
sólo asintió. Gracias, amiga dijo tristemente. Voy a preguntarle a tu mamá si
puedo pasar la noche dije, poniéndome de pie y dirigiéndome a la cocina. Marian
todavía estaba molesta; sus ojos todavía estaban rojos por las lágrimas. Ella
se acercó a mí y me abrazó apretadamente. Eres una buena chica, Lena, siempre
lo has sido dijo con una lágrima en su ojo. ¿Es eso un, “sí, puedes compartir
la cama con mi hija, Lena”? bromeé, tratando de aligerar el ambiente. Funcionó,
ella se rio. Sí, de acuerdo. Asintió, poniendo los ojos en blanco y suspirando
audiblemente. La besé en la mejilla. Todo va a estar bien. Javier y yo
cuidaremos por las dos le prometí mientras la abrazaba fuertemente. Ella
asintió. Sé que lo harán. Sólo cuida también de Javier por mí. Tengo el
sentimiento que va a hacer algo imprudente y meterse en problemas dijo ella
frunciendo el ceño. Lo cuidaré. No te preocupes por nada. Sonreí y la solté
gentilmente. Voy a buscar algo de ropa en mi casa. No tardaré mucho. Me giré y
prácticamente corría mi casa, tratando de ser lo más rápida posible. Mi mamá
estaba planchando en la sala. Oye, mamá. Me quedaré con Ángel esta noche le
informé mientras la pasaba sin siquiera esperar por una respuesta. Empujé ropa
limpia y mis libros de la escuela dentro de mi bolso, antes de dirigirme de
regreso a ver a mi mamá. No la había visto desde el viernes por la mañana
cuando salí de mi habitación, pretendiendo que había pasado la noche aquí como
es usual. ¿Cómo van Aleja y tú? preguntó
ella, sonriendo felizmente. Sonreí, pensando sobre cuán bien nos estábamos
llevando antes de que todo esto pasara hace unas horas. Increíble. Realmente
increíble admití. Ella me dio una brillante y feliz sonrisa. Escucha, tengo que
irme. Marian está de regreso así que está haciendo la cena. Sólo vine para
tomar algo de ropa. Moví el bolso en mi hombro, mirando a la puerta con
ansiedad; sólo quería regresar allí rápido en caso de que ella despertara. Mamá
me miró con curiosidad. ¿Marian está en casa y va a dejar que te quedes con
Alejandra? preguntó, luciendo un poco sorprendida. Sonreí, sabiendo que bajo
circunstancias normales Marian hubiera pateado mi trasero sólo por preguntar si
podía quedarme, pero con todo lo que había pasado a ella parecía no importarle.
Sí, dijo que estaba bien. La besé en la mejilla. Te veo mañana en la noche
cerca de las nueve cuando Javier llegue a casa del trabajo, ¿de acuerdo? dije
sobre mi hombro mientras caminaba hacia la puerta. Suspiró dramáticamente. Fue
lindo verte, Lena dijo sarcásticamente. Me reí.
Te amo, Mamá. También te amo
dijo, justo mientras cerraba la puerta. Corrí tan rápido como pude a la casa de
Ángel, ella todavía estaba dormida en la misma posición. Sólo eran la siete
treinta; quizás ella duerma toda la noche. Me acosté cerca de ella otra vez,
mirando por encima de ella. Instantáneamente, se apretó cerca de mí, de la
misma manera que lo hacía cada noche. La envolví fuertemente en mis brazos y
cerré mis ojos, tratando de pensar en otra cosa que no fuera el peor recuerdo
de mi vida. La imagen de caminar dentro mientras su padre trataba de forzarla
mientras ella yacía en la alfombra del salón sangrando. Después que él se fue,
admitió que su padre la había estado tocando desde que ella tenía cinco.
Después de esa confesión, nunca más habló sobre eso. Creo que lo enterró tan
profundo dentro de ella y pretendió como si no hubiera pasado o algo, como en
un estado de negación supongo. La única vez que veías los efectos de ello, era
cuando las personas la tocaban y entraba en pánico. Un tiempo después, Javier
trajo dos platos la comida. Miró a Ale con una expresión de dolor en su cara.
¿Crees que deberíamos despertarla y hacer que coma algo? susurró. Sacudí mi
cabeza. No, déjala dormir. Si despierta con hambre entonces le haré algo dije
en voz baja, mientras empezaba a comer mi pasta ávidamente. Se sentó al pie de
su cama sólo viendo su sueño por un rato. Estará bien, Javier prometí. Suspiró
y asintió. Sí lo sé. Buenas noches, Lena. Sonrió tristemente mientras tomaba mi
plato vacío y el plato sin tocar de Aleja y se deslizó fuera de su habitación.
Me envolví alrededor de ella otra vez y la vi dormir hasta que no pude quedarme
despierta más tiempo.
Cuando me desperté por la
mañana mi cabeza estaba palpitando. Gemí. En verdad no necesitaba un dolor de
cabeza encima de todo lo demás que iba air mal hoy. Lena todavía estaba dormida
así que salí de la cama, intentando no despertarla. Me dirigí a mi baño para
tomar una ducha. Aún estaba bajo la regadera, intentando desesperadamente no
llorar mientras pensaba en la “nueva familia” de mí padre. ¿Qué en la tierra
iba a decirle a este chico Jimmy? Suspiré y salí de la ducha, enrollándome con
una toalla. En silencio, intenté convencerme a mí misma que este chico Jimmy
probablemente ni siquiera querría hablar conmigo hoy y que me estaba
preocupando por nada. No era culpa del chico que mi padre se casara con su
madre y lo hicieran mudarse aquí. Demonios, él probablemente necesitaría un
amigo ahora mismo porque acabaría de dejar todo y todos los que le importaban
detrás. Caminé hacia la cama, mirando a Lena. Parecía tan tranquila que casi no
quería despertarla. Me senté en el borde de la cama y tomé su mano, sabiendo que
necesitábamos prepararnos para el colegio. ¿Lena? susurré. Se despertó al
instante, lo que no era inusual, a ella normalmente le costaba mucho
levantarse. Hola se sentó y me miró tristemente. Sonreí de modo tranquilizador;
estaba preocupada por mí, lo podía notar. Hola contesté, entrando otra vez en
la cama y acostándola conmigo. Estoy bien, deja de estresarte prometí,
suavizando las líneas fruncidas de su frente. Suspiro y sacudió su cabeza.
Estoy aquí si quieres hablar. ¿Lo sabes, verdad? preguntó, mirándome
intensamente. Ella era simplemente demasiado adorable algunas veces, de verdad
no me la merecía. Lo sé, Lena, pero estoy bien. Solamente vamos a superarlo y
ver lo que tiene que decir este chico hoy sugerí, encogiéndome de hombros.
Inclinó su cabeza y besó cada pulgada de mi rostro, haciéndome reír, antes de
que se alejara hacia la ducha. Cuando entramos en el aparcamiento del instituto
una hora más tarde, Karla se acercó saltando hacia un lado del coche con una
sonrisa en su cara. Abrió mi puerta. ¡Estoy oficialmente enamorada! me anunció,
orgullosa.
Me reí. De verdad. Vale…
felicidades contesté sarcásticamente,
poniendo los ojos en blanco. Ella se rio. Lo digo en serio. Hay un chico nuevo
hoy, y él está ¡guapísimo! Abanicó su
cara dramáticamente. Me quedé pasmada; apostaba que era él, mi nuevo
hermanastro. Bueno eso era perfecto, ahora Karla se iba a enamorar de él y
estaría obligada a pasar el rato conél. Genial, simple y jodidamente genial.
¿Chico nuevo? pregunté tranquilamente. Lena me acarició la espalda gentilmente.
¡Oh, diablos sí! Deberías verlo, es delicioso, pero tú tienes a Lena así que lo
he reservado dijo sonriendo y saltando a
mí lado. Aún no sé su nombre, Guapo McTottie, le queda bien sin embargo. Ella
movió sus cejas hacia mí, y no pude evitar reírme. Javier envolvió su brazo
alrededor de sus hombros. Sabes, no estoy acostumbrado a que no me quieras,
Karla. No estoy seguro si me gusta este nuevo comportamiento le dijo, dándole su sonrisa coqueta. Ella
suspiró con aire soñador. Siempre te querré Javier, es simplemente algo de
carne fresca sobre la cual babear. Creo que tendrás que trabajar más duro por
mi atención a partir de ahora bromeó, parpadeando hacia él mientras se encogía
entre sus brazos. Él realmente parecía muy sorprendido y un poco enfadado. Así
que necesito descubrir todo sobre él. ¿Me ayudaras? Preguntó, deslizando su brazo por elmío.
Demonios no. Su nombre es Jimmy le dije, encogiéndome de hombros e intentando
ir por el enfoque casual. Ella se rio.
Sí que eres psíquica, ¿no? Acabas de llegar, ¿cómo sabes que se llama
Jimmy? preguntó, sacudiendo su cabeza divertida. Es mi hermanastro. Ella paró
de caminar y me miró sorprendida. Estás bromeando jadeó con los ojos ampliamente abiertos.
Sacudí mi cabeza. Aparentemente, mi padre se volvió a casar, y su mujer ya
tenía un hijo. Si es él a quien has visto, entonces tiene diecisiete años y se
llama Jimmy dije, encogiéndome como si pensara que no era gran cosa. Ella gritó
y entrelazó su brazo con el mío con entusiasmo. ¡Esto es asombroso! Me lo
puedes presentar, tendré ventaja sobre las zorras. Estaba sonriendo de oreja a
oreja. No lo conozco, no puedo presentártelo contesté tranquilamente. No quería
que ella se enamorara de él; quería mantener mi distancia con cualquier cosa
relacionada remotamente con mi padre. Tú eres tan malditamente codiciosa,
¡Aleja! De verdad, la chica más hermosa es tu novia, el segundo más guapo tu
hermano y el más cercano al tercer puesto ¿Tu maldito hermanastro? gritó,
mirándome con una mueca furiosa.
Estaba a punto de
contestarle cuando Jessy y tres de sus
pequeños clones se acercaron, todas mirando a Lena hambrientamente. No pude
evitar sonreír cuando el brazo de Lena se enrollo en mi cintura. Hola Jessy,
¿tienes mi dinero? dije sonriendo. Ella se burló de mí. Sí claro. Como si fuera
posible, emo. Ella se giró hacia Lena y
le sonrió deforma seductora, haciendo que su agarre fuera más fuerte sobre mi
cintura. No dormiste con ella, ¿verdad,
cariño? ronroneó con confianza. Escuché a Javier gemir detrás de mí. ¡No puedo
escuchar esto! Me voy a mi casillero, Aleja. Si me necesitas llámame. Tendré mi
teléfono encendido dijo mientras se iba rápidamente. Bueno, ¿cariño? preguntó
Jessy poniendo su mano sobre brazo de Lena. Ella se rio y se encogió de hombro.
Una dama nunca lo cuenta contestó besando un lado de mi cabeza. Me reí. Bueno
eso no ayuda realmente con toda la cosa de reclamar mi dinero, chica amante
bromeé, poniendo mis ojos en blanco. Ella suspiro dramáticamente. Bien. Jessy
le debes a Ángel cuatro mil dólares
dijo, mirándome con amor. Ella golpeó su pie contra el suelo y no pude
evitar reír. ¿Cómo diablos has podido hacerme esto a mí? Casi le estaba
gritando a Lena. ¡Se suponía que tenías que estar conmigo! ¡No puedes acostarte
con alguna pequeña puta!
------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Kinkaid - Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Interesante ya quiero ver el encuentro con su hermano jimmy. Ojala manden al padre a la china. >:)
ResponderEliminarEspero que este chico nuevo no les traiga problemas de pareja a Lena y Aleja
ResponderEliminarSaludos :)