16
Al
despertar con la luz del sol sobre mi rostro, lo primero que vi fue a Abril,
completamente dormida, aferrada a mí, intente moverme un poco y me di cuenta de que nuestras piernas estaban
entrelazadas.
Se
veía tan tranquila, parecía un ángel caído del cielo, y su pijama de perritos
la hacía adorable.
-Buenos
días- dijo al despertarse y verme contemplarla. Se separó de mí y se estiro un
poco- ¿desde cuándo despertaste?
-Hace
un momento- dije estirándome.
-Y
todo este tiempo ¿qué hiciste?
-Verte-
dije sentándome en la cama para levantarme.
-Espero
no haberte asustada, no soy sexy por las mañanas- dijo antes de entrar al baño.
Mientras
ella estuvo en el baño yo me comencé a cambiar, cuando salió, traía otra ropa y
yo ya había terminado de cambiarme.
-Si
eres sexy por las mañanas- dije al momento que ella salió.
-No
tanto como tú- se acercó y me beso sin importarle que me acabara de despertar.
-Son
las 9- dije al culminar el beso.
-Llegaran
a eso de las 10:30- dijo mientras se ponía a tender la cama.
-Te
ayudo- le ayude y juntas tendimos la cama, mientras acomodábamos ella inicio la
plática.
-¿Dormiste
bien?
-Sí,
bueno alguien me patio pero bien.
-Lo
siento- me abrazó- ¿te sobo?
-No
creo que quieras- dije sonriendo- descuida no dolió.
Ella
sonrió y yo no me resistí a su sonrisa de lado que me invitaba a besarla y la
bese.
-Me
voy, es tarde, no quiero que tengas problemas- bajamos a la sala y me encamine al auto.
-Espera-
dijo antes de que subiera, se dirigió hacia mí- cuídate- me beso nuevamente-
nos vemos.
Encendí
el auto y me dirigí a casa. No podía dejar de pensar en ella, en todo lo
hermosa que era, en todo lo feliz que soy cuando estoy a su lado.
En
el camino me encontré con una tienda de mascotas, ya no estoy precisamente
sola, pero la idea de la mascota ha seguido en mi cabeza, así que decidí
entrar.
-Buenos
días- saludo la chica encargada del lugar.
-Buenos
días, buscaba una mascota, aunque es obvio.
-Sí,
por lo general las personas que entran aquí es lo que buscan- la chica sonrió-
¿Qué es lo que te gustaría?
-Bueno,
no lo sé, no lo tengo muy claro, debe de ser algo pequeño, lindo, que no tenga
un alto promedio de vida, que sea sencillo de manejar, y que me divierta.
-Ok,
tenemos muchas cosas, un conejillo de indias podría ser, un hurón tal vez, un
perico, un canario, un hámster.
-Bueno,
algo que no sea nada relacionado con roedores.
-¿No
te gustan los roedores?- pregunto mientras caminábamos por el lugar.
-No,
la verdad no, a excepción de los conejos.
-Los
conejos, te gustaría uno- se acercó a una jaula repleto de dichos animales, blancos,
negros, cafés, con manchas.
-Son
lindos- dije viendo con detalle cada uno.
-Lo
son, pero soy un poco inquietos y su orina huele terrible- dijo tomando uno
para mostrármelo.
-Sí
me dices sus defectos no me convences para comprar.
-Soy
honesta- dijo sonriendo- mira son muy lindos, y a una niña le gustaría mucho.
-No
es para una niña, es para mí- conteste dejando al conejo en su jaula.
-En
ese caso ¿no preferirías un gato?
La
chica ni me conoce y me ofrece un gato.
-No,
soy alérgica a los gatos, además quiero creer que no seré la solterona de los
gatos.
-Lo
siento no quise ofenderte, es solo que
es lo que por lo general se llevan.
-Descuida-
dije mientras veía a los pequeños
canarios.
-Un
perrito- sugirió mientras apuntaba a la jaula de un pequeño chihuahua.
-No,
esos duran mucho.
Me
acerque a una pecera que contenía muy poca agua y estaba un tanto inclinada.
-¿Aquí
que tienes?- pregunte inclinándome buscando al habitante de la pecera.
-Una
tortuga- dijo mientras apuntaba al pequeño animalito que descansaba tras un
cofre de tesoro en miniatura.
Mire
a la simpática tortuga y pude sentir que sonrió al verme, o tal vez estoy
enloqueciendo por falta de sexo como dice Sam.
-Me
la llevo- dije sonriendo.
-Claro,
una tortuga, disculpa que te lo pregunte pero ¿por qué?
-Bueno,
me ha sonreído- dije un poco apenada.
-Ok,
eso es suficiente para mí, ¿deseas la pecera comida y lo que necesita?
-Claro-
dije sonriendo al ver de nuevo a mi nueva adquisición.
Entre
al auto lista para irme a casa, pero recordé que no sabia el sexo de mi pequeño
amigo, o amiga, así que tuve que dar vuelta en “u” y regresar a preguntar,
entre a la tienda de mascotas de nuevo.
-¿En
qué te puedo ayudar?-preguntó la chica al verme de nuevo.
-Solo
es una pequeña pregunta, ¿es hembra?
-No,
es una tortuga macho.
-Ok,
gracias- salí de la tienda y me fui en dirección a mi casa.
En
el auto, sentí las ganas de charlar con el pobre animal.
-Hola,
amiguito- lo salude mientras el semáforo estaba en rojo- tengo que ponerte un
nombre, pero cual- en ese en muchos pero ninguno parecía gustarme- podría
llamarte Jorge, o Ramón, Tortugín, Casimiro, Eustolio- mire a la tortuga que
solo estaba acostada- eres muy flojo y no ayudas como mi hermana Sam- en ese
momento el nombre vino a mi tan rápido- te llamare Tulio.
Cuando
llegue a casa en compañía de Tulio vi que estaba la puerta abierta, lo primero
que se me vino a la mente es que un ladrón había entrado a casa. Entre temerosa
y en la sala hablando por teléfono muy angustiada estaba Sam.
-Olvídalo
ya llego- dijo antes de colgar para ir a abrazarme- ¿Dónde estabas?, pensé que
te había pasado algo, llegue abrí y no estabas, ¡tienes idea del susto que me
diste!
-Lo
siento- conteste antes de sentarme.
-Traes
la misma ropa de anoche, ¿Qué hiciste?
-Nada
malo- conteste encendiendo el televisor.
-¿Dónde
dormiste?- pregunto mientras se sentaba a mi lado.
-En
casa de Abril.
-¡No!,
¡qué bien! Cuéntame todo- dijo apagando la tele para que no fuera una
distracción.
-Primero
fuimos al bar ese donde ganamos, bailamos, conocimos a unas chicas, después la
lleve a su casa.
-Espera-
interrumpió Sam- como que conocieron unas chicas.
-Sí,
las de tren de media noche.
-Ok,
continúa.
-Vale-
aclare mi garganta- después me invito a pasar y yo acepte, tomamos una soda y
platicamos, me dijo que conmigo se sentía bien, y que no esperaba que yo
sintiera algo.
-Y
luego- interrumpió emocionada.
-Después
le dije que si sentía algo, y ocurrió lo que quise desde hace mucho tiempo… la
bese.
-¡Al
fin!- exclamo aplaudiendo.
-La
bese una y otra vez, posteriormente fuimos a su cuarto y…
-¡¿Qué?!-
dijo Sam emocionada e impaciente.
-Y
me mostro su Picachu.
-Su
Picachu, es una forma de llamar a…
-Al
personaje de la caricatura, un mono de peluche, amarillito con poderes
eléctricos.
-Lo
siento, imagine algo, pero continua- dijo Sam algo decepcionada.
-Después
vimos películas acostadas en su cama, cuando despertamos era muy tarde, me dijo
que me quedara que no me violaría, me presto una pijama de conejitos y dormimos
abrasadas todo el rato.
-¿Ya?-
pregunto Sam esperando más acción, sabía que lo que le interesaba conocer era
si habíamos tenido sexo o no- no tuvieron nada más, no sexo, ni nada, unas
tijeritas 69 nada.
-No,
solo dormimos juntas, sin sexo. Pero fue genial estar con ella.
-Después
de todo este tiempo no hiciste nada. Eres demasiado rara, lo normal sería que
hubieras tenido sexo, o algo.
-No
necesitas tener sexo con alguien para demostrar que la quieres, además yo me la
pase muy bien con ella- me pare del sillón- me voy a dar una ducha, come si
quieres.
-Espera-
dijo deteniendoce a ver a la pasera que estaba en la mesa- ¿Qué demonios es
eso?
-Mi
mascota, salúdalo, se llama Tulio.
-¿Tulio
la tortuga?
-Sí,
¿Qué tiene de malo?
-Nada,
solo, cuando estas en casa ¿qué sueles ver en la tele?
-Lo
que este en ese momento.
-Sabes
que es de un programa infantil, verdad.
-Claro,
31 minutos, el mejor noticiero del mundo, es mejor que las noticias serias,
ahora me voy.
-Vale
veré tu tele y comeré tu comida- dijo dirigiéndose a la cocina- tal vez sopa de
tortuga.
-Aléjate
de él, ¡caníbal!
Al
salir de la ducha Sam estaba en el sofá viendo un programa sobre el
apareamiento de los animales.
-¿Ya
se te bajo?- pregunto sin despegar los ojos de la televisión donde estaban
saliendo unos hipopótamos tratando de aparearse.
-No
había nada que bajar- conteste sentándome a ver su programa.- Oye Sam, voy a
pintar la pared de mi cuarto.
-Por
fin, se veía muy aburrida.
-Lo
sé. Acompáñame a traer pintura.
-Vamos.
-Despídete
de Tulio- le dije antes de salir.
-Adiós
sopa- dijo está viendo a la tortuga caminar rumbo al cofre de plástico.
-Adiós,
Tulio, no le hagas caso a esta loca.
Nos
fuimos directo a la tienda de pinturas, compre varios colores, quería darle mi
toque personal, compre rosa, morado y azul, son los colores que más me gustan.
-Daniela
si te fijaste el chico de la tienda tenia ojos verdes- me dijo Sam al salir del
establecimiento.
-No
lo note- conteste indiferente.
-Estaba
guapo.
-¿Qué
no sales con Ricardo?- pregunte mientras subíamos al auto.
-Sí,
salgo con él, solo decía que el chico tenia ojos lindos, no es que quiera con
él.
-Sé
que Ricardo te ha gustado desde hace mucho, no hagas cosas tontas que lo
lastimen.
-No
lo voy a lastimar- contesto un poco molesta.
-Eso
espero.
Regresamos
a casa, Tulio seguía sorprendentemente en el mismo lugar.
Sam me
ayudo a meter la pintura a mi habitación, y encontró lo que me temía.
-¿Esto
es un álbum familiar?- pregunto Sam tomándolo de la cama.
-Sí,
lo encontré por error.
Hojeo
un poco el álbum, sonrió y dijo- éramos tan tiernas.
-Yo lo sigo siendo- conteste un poco tímida.
-Sí,
Daniela –dijo de forma sarcástica- te dejo tengo una cita con Ricardo, cuida
bien a la sopa.
-Cuídate
y diviértete- la acompañe a la puerta y salía rumbo a su reunión con mi amigo.
Después
de que se fue busque algunos plásticos para cubrir lo que se pudiera manchar,
los puse a un lado de la cama para que por la mañana pudiera darle el cambio a
la alcoba.
Por
la mañana desayune algo ligero y me fui a comenzar con la pintura. Por alguna
loca razón compre dos overoles blancos para pintar, no sé por qué lo hice si sé
perfectamente que Sam no me ayudaría y Ricardo mucho menos, digamos que
esperaba que me sorprendieran.
Lo
primero fue quitar los adornos de la pared, una vez que la pared estuvo limpia,
cubrí todo el piso con una lona, y los muebles con plástico para que no se
mancharan, antes de comenzar escuche el timbre, pensé que tal vez mi hermana
vendría a ayudarme, así que fui a abrir esperando ayuda en mi tarea.
-Hola-
dijo sonriendo.
-Hola
Abril, adelante pasa.
Ella
entro a la casa, llevaba un bolso muy grande.
-¿Quieres
algo de tomar?
-Agua
estaría bien.
-Ok-
fui a la cocina y le lleve un vaso de agua a donde se encontraba.
-Gracias-
se sentó en el sofá y bebió un poco- venía a traerte esto- saco de la bolsa mi
chaleco que había usado la noche que fuimos al bar.
-Gracias-
lo tome y lo puse en un perchero.
-Daniela,
tu overol es lindo.
Su
comentario me hiso recordar lo que había dejado pendiente.
-Ah,
es que estoy pintando.
-Ok,
¿soy inoportuna?
-No
para nada- conteste sentándome a un lado de ella- aunque ayuda no me vendría
mal.
-Vale,
te ayudo, solo te advierto que no soy muy buena.
-No
importa, si el servicio es decadente es gratis- dije bromeando.
-Bueno,
creo que por mi servicio yo tendría que pagarte.
Su
sonrisa ilumino la sala mientras yo trataba de contener la risa que provoco su
comentario.
Fuimos
a mi habitación y le mostré el lugar.
-Toma-
le di el otro overol cámbiate.
-Vale-
tomo el overol y se cambió- ¿me veo sexy?- pregunto poniendo sus manos en la
cintura.
-Muy
sexy, señorita Juárez.
-Gracias
señorita Botello.
Saque
las brochas y rodillos y destape los botes de pintura.
-¿De
qué color la pintaras?- preguntó tomando una brocha.
-¿Qué
color te gusta?
-Morado-
dijo sin pensarlo.
-Morado
será- vertí un poco de pintura morada en un recipiente y comenzamos a pintar.
Ella lo trataba de hacer lo más parejo posible, de una forma muy
perfeccionista, yo en realidad no tenía idea de que hacer, así que dibuje una
flor.- Se ve lindo ¿no?- pregunte mientras miraba mi creación.
Ella
miro la flor y sonrió- Es muy hermosa- dijo entre risas.
-Vale, la dejare- comencé a dibujar pequeñas
flores a un lado de esta.
-¿También
puedo dibujar algo?
-Claro-
dije mientras ponía algunas mariposas.
-¿Te
gusta mi perrito?- dijo después de un tiempo.
Lo
que mis ojos veían no era precisamente un perro, más bien era el cuerpo de una
mujer desnuda, esa era la forma de su dibujo.
-Abril,
no tengo idea de que tiene que ver eso con un perrito, es una chica desnuda-
después de ver con mucha atención su dibujo- creo que se parece a ti.
-¡No!,
es un perrito, solo que aún no termino- se puso a terminar su creación, los
senos los convirtió en ojos, las piernas en hocico, y lo que parecía de inicio
un cuerpo desnudo de mujer quedo convertido en un perrito de caricatura.
-Me
atrapaste, pensé que era…
-Si
quisiera dibujar una chica en tu pared lo haría- tomo la brocha de nuevo y
comenzó a dibujar una carita con cuerpo exagerado en curvas, y cabello largo-
te he dibujado- dijo sonriendo.
-Bueno
con ese trasero me ayudaste mucho- conteste riéndome.
-Ni
tanto- contesto viendo mi trasero de una forma muy sínica.
-También
mereces un lugar en mi pared- tome un poco del color rosa y comencé a dibujarla.
-No
creo estar tan tetona- dijo al culminar mi dibujo.
-Lo
estas, acéptalo.
-No
lo estoy- volteo a ver su pecho- es mejor que estar plana- concluyo algo
aliviada- ¡oh!, a tu retrato le faltó algo- tomo la brocha y dibujo un enorme
corazón detrás.
-Se
ve lindo- dije admirando nuestros dibujos mal hechos- sigamos.
Al
ver lo que ella dibujaba me llamo la atención de un dibujo de unas chicas con
capa y rasgos de anime- ¿Quiénes son?-
pregunte parándome a un lado de Abril.
-Súper
bollera y tortilla maravilla- después comenzó a cantar- súper bollera, al mundo
salva, con su bollo, de la justicia, súper bollera, si una lencha, lo necesita,
tortilla maravilla esta lista, “pum”, “paz”, “cuz”, “saz”, al mal acaban antes
de irse a la cama…
-¿Juntas?-
pregunte sorprendida por la creatividad de su canción.
-Tal
vez- dijo mientras seguía dibujando.
Cuando
estaba vaciando un poco más de pintura en el recipiente una brocha con algo de
pintura me sorprendí pintando mi rostro.
-Danielita,
yo lo siento- comenzó a reír- te va bien el azul.
-Ok,
seguro te verás genial de morado- sacudí la brocha en su cara.
-Tal
vez necesites más color- tomo la brocha la lleno de pintura y la paso por mi
mejilla.
-Ok-
tome la brocha y la deslice por su frente.
Metió
las manos a la pintura rosa, se acercó a mí, me beso y paseo sus manos
alrededor de mi cara- Te vez muy bien de rosa- dijo sonriendo.
-El
azul te va de maravilla- tome un poco de pintura en un recipiente y se lo
arroje, para después besarla- te dije que te verías genial.
Comenzó
a reír sin contenerse- Lo siento Dani, te vez muy chistosa.
-Tú
no eres la excepción- conteste riéndome de ella.
-Aun
así eres hermosa- me dijo mientras tomaba mi mano.
-No
seas tan adorable- le dije antes de plantarle un beso que provoco que las
tonalidades de la pintura en nuestro rostro se mezclaran- Estas demasiado pintada-
tome una servilleta y trate de limpiar su rostro.
-Tranquila,
no me arranques el rostro- dijo quejándose.
-Lo
siento, deberías de tomar una ducha- sugerí dejando la servilleta en el suelo.
-Creo
que tienes razón.
La
tome de la mano y la lleve al baño.
-En
ese cajón hay toallas- dije apuntando al lugar al que me refería- lo que
necesites no dudes en tomarlo.
-Ok,
gracias.
-Bien,
te dejo.
Salí
y me dirigí al baño de la otra
habitación para tomar una ducha también.
Al
salir de la ducha me encontré con una Abril cambiada, sin pintura y con una
sonrisa en su rostro mientras cepillaba su cabello.
-Gracias
por permitirme usar tu baño- dijo mientras ponía algo de crema para peinar
entre sus manos para aplicarla.
-Por
nada- tome otro cepillo y me puse a peinar mi cabello. Al terminar nos
encontrábamos algo cansadas, era tarde así que la invite a comer conmigo.
-No
sabía que cocinaras- dijo mientras me ayudaba a picar verduras.
-Sí,
es uno de mis pasatiempos- dije mientras preparaba la comida.
-Y
¿cocinas bien?- preguntó un poco incrédula.
-Después
de que pruebes tú me lo dices- sugerí sonriendo.
-Vale,
aunque advierto que si cocinas bien, será difícil que me saques de aquí.
-¿Te
quedaras si cocino bien?- pregunte sorprendida.
-Tal
vez, aunque no es muy bueno tenerme diario cerca.
-¿Por?-
pregunte antes de comprobar el sabor de la comida.
-Soy
les, y podría intentar abusar de ti.
-Me
gustaría correr el riesgo- conteste parándome frente a ella.
-Si
es así, no tendremos problemas ¿Qué es eso?- pregunto acercándose a Tulio.
-Mi
amigo Tulio.
-Tulio
tortuga, está lindo.
-Lo
sé, es hermoso, y creo que le agrado.
La
tortuga mordisqueaba una hoja de lechuga, mientras la veíamos.
Después
de preparar los alimentos, nos sentamos en la mesa y comenzamos a comer.
-Adelante,
pruébalo- anime a la chica que estaba algo nerviosa.
-Delicioso-
dijo después del primer mordisco- esto es delicioso, creo que me tendrás
seguido por aquí.
-Me
encantaría- conteste antes de comenzar a comer.
Antes
de que pudiéramos iniciar una conversación ante la mesa el timbro sonó.
-¡Dani!-
dijo Sam entusiasmada acompañada de Ricardo.
-Chicos,
hola- conteste algo desconcertada.
-Dani,
te tengo unas películas muy buenas son de…- Ricardo se quedó congelado al ver a
Abril acercarse para saludar.
-Septiembre-
dijo Sam sorprendida- perdón diciembre.
-Noviembre-
dijo Ricardo mientras miraba a Abril, la cual estaba algo desconcertada- lo
siento febrero.
-Casi
aciertan, pero en realidad es Abril, aunque en ocasiones me han llamado agosto, enero e incluso marzo- contesto
Abril sonriendo extendiendo la mano para
saludar a Sam y Ricardo que aún estaban
sorprendidos.
-Soy
Sam, la hermana de Daniela- dijo al momento en que la saludo.
-Yo
soy Ricardo, su amor imposible- dijo cuándo la saludo, para después llevarse un
codazo de parte de Sam.
-Es
un gusto conocerlos.
-El
gusto es nuestro, por fin conocemos a la famosa Abril- dijo Ricardo mientras
ponía una bolsa sobre la repisa.
-¿Famosa?, no creo ser muy famosa.
-Creme,
lo eres- contesto Sam, mientras me veía con un gesto de complicidad.
-¿Quieren
comer con nosotras?- pregunte tratando de integrarme a la conversación.
-Claro-
contesto Ricardo dirigiéndose a la cocina.
Después
de que ocupamos nuestros respectivos lugares y comenzamos a comer Sam se animó
a iniciar una conversación.
-Abril,
así que tú eres la chica que hiso que mi hermana cantara.
-Bueno,
Dani canta muy bien.
-Claro
que si- dijo Ricardo- solo que es muy tímida y no le gusta hacerlo en público,
pero tú lo lograste.
-¿Por
qué tienen el cabello húmedo?- pregunto Sam, mientras tocaba mi cabello.
-Tomamos
una ducha- contesto Abril de lo más relajada.
Ricardo
comenzó a ahogarse con la comida- Que bien- dijo en cuanto pudo tomar aire.
-Pero
no como piensas- conteste un poco sonrojada.
-Aburridas-
dijo Sam antes de tomar de su jugo.
-No
la quiero asustar- contesto Abril- es por ello que aún sigue intacta.
-Esta
chica se preocupa por ti- me dijo Ricardo- te la robaría si no fuera por ya
sabes quién- dijo apuntando hacia Sam.
-Te
va a escuchar- le advertí antes de que mi hermana le diera un cariñoso zape en
la cabeza.
-¿Qué
les parece si salimos esta noche todos juntos a divertirnos- dijo Sam.
-Suena
bien- dijo Abril mientras se servía jugo- ¿Qué opinas Dani?
-Sí,
claro, estaría bien.
-¡Entonces
esta noche abra fiesta!- dijo Rica muy animado.
Después
de comer Abril se ofreció a ayudarme con los platos sucios.
-Son
divertidos- dijo mientras enjuagaba los platos.
-Y
enfadosos- complete.
-Pero
se nota que te quieren.
-Sí
y yo los quiero a ellos- después de una leve pausa- pero mañana tenemos escuela,
¿estas segura de quieres salir?
-Claro,
no es que no pueda manejar una desvelada, para eso hay café- dijo sonriendo.
-Café-repetí
mientras seguíamos con la limpieza.
-Me
gusta el café- repuso sonriendo- ¿acaso no te gusta en café?
-Me
encanta el café- dije sonriendo- aunque me gustas más tú.
Sus
mejillas se sonrojaron- No mientas por convivir- dijo sonriendo tímidamente.
-Te
sonrojaste- dije sonriendo- no seas tan adorable.
-¿Qué
tanto charla?- interrumpió Sam.
-Sobre
café- conteste sonriendo.
-Claro-
se acercó a Abril- si te está molestando dime- le dijo mientras le giñaba el
ojo izquierdo.
-Vale,
yo te informo- contesto riendo de las ocurrencias de mi hermana.
Al
terminar de lavar Abril decidió que ya era hora de ir a su casa, así que se
despidió de todos y se marchó.
-Es
guapa, felicidades hermana, tienes buen gusto, ya sé por qué estabas
encaprichada con ella.
-No
estaba encaprichada.
-Bueno,
enamorada, te gusta más esa palabra.
-Bueno
yo…
-Tranquila
no tienes que explicarnos- interrumpió Ricardo- y si es muy guapa, además de
divertida.
-En
eso Richi tiene razón- contesto Sam- es muy divertida.
-Lo
es. No hay nadie como ella. Aunque aún no formalizamos, no es que le haya dicho
que sea mi novia, y no sé cómo abordar el tema.
-Tu
solo relájate, el momento se dará solito. Aunque no creo que tengas que
formalizar nada, ya es prácticamente un hecho- comento Ricardo con su amplia
experiencia.
-Si
hermana, solo relájate, pasamos a las 8 para ir por Abril.
-Ok,
nos vemos- ellos salieron y yo tuve el tiempo para prepararme.
Tal
vez Sam y Ricardo tenían razón y no había que formalizar nada puesto que es
prácticamente un hecho. Me armare de valor y se lo diré hoy.
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Me gusta la historia... pero tengonuna pequeña duda no deberia coincidir con la version de Abril?? Digo porq el dia q van al bar ellas tienen intimidad?? El dia que pintan se bañan juntas con los?? Ose se q pueden difefir pero no deberia ser tanto o no?? Osea es mi pequeña apreciacion aunq tu puedes hacerla como desees... besos y gracias por escribirla...
ResponderEliminaryo tambien note lo que decís, hay algunas partes que no coinciden con la versión de abril pero bueno esta buena la historia igual
EliminarWooo si fue largo jajaja y si hay sopa humm
ResponderEliminarSi difiere un poco pero igual de linda y menos sexual q la de Abril pero mas tierna, espero el próximo chau
ResponderEliminarSopa ajjaj pobre de tulio XD
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