BUENAS… BUENAS NOCHES
En el rocío de las pequeñas
cosas, el corazón encuentra su mañana y toma su frescura.
Gail Gibran
Se supone que el ser humano es un animal social y
comunicativo, que en su naturaleza estaba el dejar fluir las palabras con
facilidad para expresar cada una de sus emociones y sin embargo Herendira
podría jurar que su ADN estaba defectuoso, porque cuando a media cena le
pidieron explicar los acontecimientos de la noche anterior sus cerebro se había
quedado en blanco y su capacidad de expresión aseguraba regreso a la de un
Neanderthal, se corrigió mentalmente un Neanderthal se expresaría mejor.
-¿Y bien?- observo los ojos negros que le miraban
interrogantes sin darle espacio alguno a mentiras - y ni se te ocurra inventar
una excusa boba - bajo la cabeza en señal de derrota al escuchar aquello.
-Vanessa fue una larga noche - notando como ya habían acabado de comer y
Tormenta descansaba en una esquina de la cocina - y mañana tienes que trabajar
y…- vio como le negaban con la cabeza así que tomo aire para empezar a relatar
lo que había ocurrido la noche anterior canción incluida y demás, cuando
finalizo suspiro pesadamente dejando caer su cabeza en la mesa.
-Esa canción es muy buena- la escucho decir por lo que
levanto la cara enfocando -Buenas noches, niña buena- la carcajada resonó en la
cocina con fuerza cosa que hizo a su corazón encogerse levemente -aunque no
creo que eso te describa bien, acabaste arrestada cosa que dice que quizás
disfrutas demasiado - las risas resonaron de nuevo por el espacio.
-¡VANESSA!- dejo escapar con molestia -¡A VECES ERES UNA
IMBECIL!- se levanto recogiendo su plato con enfado para dirigirse al lavado, a
ella esa canción la destrozo porque cada frase en ella era una verdad en….
-No te enojes- dejo de pensar de golpe al sentir los
brazos rodeando su cintura con suavidad -sólo intentaba relajarte y que no le
dieras tanta importancia, yo creo que tu amiga está sumamente molesta contigo o
quizás simplemente fue una forma brusca y algo cruel de hacer que abras los
ojos para que finalmente cambies de forma de vida -su corazón se detuvo de
golpe al escuchar aquello, repasando los eventos de los últimos meses y sus
quejas constantes hacia Andrea por ello.
-Quizás- murmuró quedamente sintiendo como la abrazaban
con fuerza, su cuerpo reacciono dolorido debido a la pelea de la noche anterior
pero, no se quejo para nada dejando que la abrazaran con fuerza - lamento
haberte preocupado.
-No lo lamentes - sintió como el abrazo aumentaba -
simplemente me alivia que estés bien, porque eres muy importante para mí - sintió
su cara arder de golpe al escuchar aquello para percibir o como se separaban de
ella - mañana es mi día libre, bueno hoy me lo dieron libre…¿Te gustaría
pasarlo conmigo?- asintió como fuerza aun sonrojada enfocando los ojos alegres
delante de ella - bien, Tormenta a la cama - vio la perra pasar corriendo para
abandonar la cocina mientras le tendían la mano - ¿Vamos a la cama?- al
escuchar aquello escucho una voz dentro de ella que gritaba con fuerza ¿”Juntas
o separadas?”
Teresa abrió la puerta de la habitación con cuidado con
el fin de verificar el estado de aquella chica rubia que era como su hija,
había aparecido casi a las seis de la tarde en aquellas condiciones que la
preocuparon sobre manera pero más allá del daño físico en ella, algo que no
podía comprender era la tristeza profunda en sus ojos claros esa que le
generaba una incomodidad extraña ya que solo una vez antes de aquella había
visto esa misma mirada. Se acerco acariciando la frente para notar la marcas de
lágrimas, suspiro cansada había desobedecido a la chica y llamado a su hermano
que suspendió su viaje de negocios para regresar a la ciudad.
Cobijo con cuidado a la joven reparando en el rostro y el
hombro antes de negar llevándose las manos al pecho invocando una silente
oración por el bienestar de aquella criatura que adoraba, era uno de sus dos
grandes amores aun recordaba cuando su patrón los presento aquella mañana
lluviosa, a ella y a su hermano aquella cabellera rubia apareciendo detrás de
las piernas del joven con temor fue imposible para ella no amarla en ese mismo
momento.
No fue difícil descubrir que lo natural en aquella niña
era un corazón sincero y una buena disposición en todo aquello que hacía, ¿Demasiada
inocencia? Podía ser y al parecer por su estado acababa de pasar factura solo
esperaba que no tuviera nada que ver con Hernán y sus constantes llamadas a lo
largo de ese día. Aquel joven parecía realmente desesperado por encontrar a la
Señorita había llamado hasta el cansancio.
Mientras enrumbaba sus pasos al exterior intentaba
descubrir ¿Qué era lo que atraía a Stefani de ese joven? Estaba segura que esa
misma pregunta se hacía toda su familia, no era que Hernán fuera un mal joven,
la anciana se detuvo cerrando la puerta claro que era un mal chico, simplemente
ella razonaba que Stefani debería dejarle de tener tanta fe a las personas y
dejar ese discurso sobre que todos tienen algo bueno dentro, porque estaba
segura que el gusano ese no tenía nada bueno dentro y como fuera el responsable
de las condiciones de la chica una paliza era sin duda una acción que se
quedaría corta.
Karina se termino de vestir enfocando con deleite la
espalda desnuda de Andrea sobre la cama, sonrió de manera algo guasona al ver a
la chica girarse murmurando un nombre que no alcanzo a escuchar con claridad,
dejo su nota sobre el buro antes de acariciar los cabellos castaños con
suavidad la jovencita se veía mucho más relajada y tranquila -¿Ya te vas?- sonrió
al escuchar la pregunta enredando un mechón castaño entre sus dedos.
-Lamentablemente entro a trabajar temprano- beso uno de
los hombros con suavidad -me encantaría estar en la cama con tan excepcional
amante- divertida paseando su mano con
delicadeza sobre la columna escuchando un suspiro de satisfacción - me hubiera
encantado robarme tu virginidad…
-Se te adelantaron- escucho la risa suave que le hizo
sonreír aun más - Y tú no estás nada mal para tener la edad que tienes- dio un
suave pellizco en la espalda escuchando una queja antes de revolver el cabello
para encaminarse a la puerta de la recamara, se giro de nuevo notando como la
chica abrazaba una almohada con fuerza.
-¿Te sientes bien?- con suavidad cerrando la puerta de la recamara
para regresar sobre sus pasos y arrodillarse del lado en que la chica
descansaba de costado enfocando directamente aquella mirada café intensa.
-Sí, me siento bien- sonrió llevando una mano a la frente
con seriedad antes de tomar el pulso, asegurándose que todo estuviera bien,
tenía claro que la joven vivía completamente sola y no tenía nadie quien viera
por ella, lo último que deseaba era una fea sorpresa- ¿Y bien doctora que tengo?- parpadeo
rompiendo su concentración para ver la carita sonriente delante de ella.
-Pues- se incorporo sacándose su saco ante la mirada
sorprendida de Andrea -tu salud es perfecta, pero creo que hay otra cosa que
está dolida aun- empujo a la chica al costado contrario viendo la sorpresa en
la mirada -de todas formas ya tengo un dineral…. Y no creo que me echen por
faltar un día… la verdad creo que me reportare enferma.
-¿Y cuál es tu enfermedad?- sintió como se pegaban a ella
con suavidad por lo que sonrió enredando el cabello castaño con suavidad.
-No te lo diré-
con burla notando la cara de enfado - así mantengo tu curiosidad
despierta colega - las manos de Andrea le terminaron de sacar la ropa con
presteza antes de volver a pegarse a su cuerpo desnudo dando un suspiro de
satisfacción por lo que ella sonrió de nueva cuenta - hoy te enseñare una
lección importante… la cama es también para dormir.
-Yo ya dormí mucho en ella- río con fuerza, sin duda el
tiempo que disfrutara con esa chica seria todo menos aburrido.
La cama, Vanessa, la cama, los labios de Vanessa, la
cama… Tormenta pasando a su lado inquieta para regresar de nuevo a su tortura
Vanessa, la cama -Vaya desorden- reacciono sonrojándose de golpe al escuchar la
voz -¿Pues qué hiciste en mi cama?- la miro confundida -Parece que tuviste una
guerra con las sabanas, ¿Pasional quizás?
-Vanessa- dejo escapar quedamente sonrojándose con
violencia - es que soy algo inquieta al dormir – aun desde el umbral de la puerta.
-Pues si me pateas no respondo- escucho que le afirmaban
mientras empezaban a acomodar las sábanas, quizás había escuchado mal porque
entonces eso haría surgir un nuevo cuestionamiento en ella: Vanessa, la cama y
ella… ella con Vanessa entre las sabanas, ella no logrando dormir… ella… ella…
-Herendira- dio un bote al escuchar su nombre notando la mirada fija e
interrogante - ¿Cuál lado de la cama quieres?
“SOBRE ELLA, PIDE SOBRE ELLA” parpadeo tragando grueso -De…De…derecho- carraspeando con suavidad, sin duda su cerebro
estaba algo desordenado porque le seguía reprendiendo por no tomar el lugar
sobre Vanessa, ¿Pero eso no era un lugar en la cama o sí?, también razonaba que
empezaba a hacer calor, se giro mirando el desierto corredor a oscuras, la casa
sola, ella con Vanessa, la cama… sobre Vanessa… ella sobre Vanessa…sacudió la
cabeza con fuerza intentando alejar aquel pensamiento.
-Herendira- se giro de nuevo mirando los ojos negros y
aquella ceja alzada con interés -te pregunte si no te importa si me ducho
antes… digo sé que estoy algo transpirada y no quiero incomodarte.
Negó con fuerza “por mi dúchate antes, durante, después…
Siempre que me dejes acompañarte en los tres tiempos” - No para nada -intento
mostrar serenidad- puedes ducharte o no ducharte por mí no hay lío, problema,
inconveniente…
-De todas formas lo hare- la vio girar “¿hará que hará?,
hay Dios debe existir sin duda mira nada más Herendira, porque cierras lo ojos,
deja de ver el piso… ¿Ese fue el ruido de un pantalón al caer? - ya regreso,
acomódate en la cama - “si quítate la
ropa y acomódate con ella”.
-Basta- Tormenta levanto las orejas al escuchar la voz de
Herendira para observar a la chica metiéndose en la cama del lado derecho
murmurando cosas antes de volver a recostar su cabeza en su camita - Herendira
no te piensas duchar- noto como la chica se caía de la cama al escuchar la voz
de su dueña por lo que corrió a lamer el rostro con suavidad.
-S…sí- respondió Herendira con dificultad “¡Oh! claro que
sí, pero siempre que me duche contigo” - deja de hacer eso Herendira - se auto
reprendió mirando con sorpresa como había ropa limpia a un lado de un buró.
Al recoger su ropa escucho los pasos resonar surgiendo
del baño que tenía integrado la habitación para llevarse las manos a la cara
cubriéndola del todo, porque Dios existía sin duda y la finalidad de su
existencia era torturar su debilidad humana, respiro profundo intentando
controlar su corazón, su cerebro desordenado y sus jodidas hormonas… ¿Pero
porque Vanessa había hecho aquello?, es que creyó que saldría del baño con una
pijama larga y recatada algo así esperaba de ella, estando con una desconocida
pero no… había salido con sus pantaloncillo rojos con una línea dorada y
aquella playera blanca que decía “Policía” en grande sobre los… sobre los… ¡YA
NO VEAS HERENDIRA!.
-¡HERENDIRA!- dio un bote al escuchar su nombre con
fuerza -Mi cara esta acá- se cubrió la
cara con la ropa antes de encaminarse al baño sin ver a Vanessa - Te esperare
en la cama - la cabeza de Herendira dio contra la puerta del baño ya que el
último comentario al parecer interrumpió la orden que le había dado a su mano
de tomar el pomo de la puerta y girarlo, por lo ingreso al baño intentando
tranquilizarse.
La joven oficial Savedra rio con fuerza antes de mirar
divertida a Tormenta -¡Oh! Vamos, no estoy siendo mala - le a la perra que le ladro - quizás solo un
poco, pero me la debe por hacerme preocupar, igual aunque no hubiera hecho nada
se habría estampado en la puerta - contuvo la risa de nuevo antes de meterse
con cansancio en la cama.
Se estiro derrochando sensualidad sin notarlo siquiera,
percibiendo la sensación relajante que el baño le había dejado, giro enfocando
el lugar derecho vacío por el momento “quizás debía mandarla a otra
habitación” razono fugazmente “que va si
esto es divertidísimo”, se giro de nuevo algo impaciente mirando el techo, la
verdad se sentía bastante feliz de tener compañía momentánea aunque quizás
necesitaba estar sola también para razonar que palabra describiría a Herendira
en su vida… “amiga” arrugo la nariz con molestia ante aquella ahora
desagradable palabra, pero era consciente que tampoco podía decir que era algo
más.
Escucho la puerta del baño sin darle mucha importancia,
necesitaba aclarar bien que era lo que sentía y encontrar la palabra adecuado
para ello, porque había muchos factores que considerar para ella, el de más
peso era la edad “¿Pero qué diablos estoy pensando? Se incorporo molesta con sí
misma para abrir los ojos desproporcionadamente viendo a una sonrojada
Herendira que a luces tenia frio secándose el cabello pelirrojo que caía
desordenado sobre sus hombros, era su error ella misma había escogido esa ropa,
pantaloncillos como los suyos y aquella camisa que decía “Sexy” sonrió de medio
lado… quizás esa era la palabra que buscaba.
-Herendira vienes a la cama- soltó con sensualidad
notando como la chica se giraba como buscando si le hablaba a alguien más por
lo que rio divertida - anda te dará más frío si te quedas allí - vio como le
asentían con fuerza metiéndose en la cama a su lado, y cubriéndose con las
sábanas estiro la mano acariciando la piel en los hombros -¿Te bañaste con agua
fría?
-Es que no se… eh… usar tu ducha… eso sí- vio la sonrisa
insegura de la chica y un gesto en los ojos que le indicaba que seguramente se
estaba reprendiendo a sí misma mentalmente, intento contener la risa de nuevo,
porque tendría ella que ser una niña también para creer aquella mentira tan
mala “tanto te gusto Herendira” se incorporo ladeando la cabeza mirando a la
joven que parpadeo al parecer confundida enfocándola.
-¿Pasa algo?- escucho la pregunta antes de inclinarse
para depositar un profundo beso en la mejilla escuchando un suspiro.
-Al parecer si- se dejo caer en el colchón sin dejar de
mirar a su invitada - parece que si - repitió quedamente.
-¿Y es malo?- escucho que le cuestionaban mientras
aquellas pupilas verdes temblaban brevemente.
-Para el resto de los mortales si- tomo la mano fría suavemente - pero para ti
puede que sea maravilloso - la llevo a los labios besándola con suavidad
escuchando un suave suspiro por lo que sonrió antes de llevarla a su mejilla -
estas muy fría.
-Ojala- la enfoco notando como la joven se sonrojaba con
fuerza - digo yo… eh…. Me alegra que sea bueno para mí, eso- sonrió aun más al
ver la sonrisa nerviosa en la cara.
-Herendira- vio el sonrojo pasearse de nuevo por el
rostro cubriéndolo -Buenas noches - apretó aquella mano con fuerza entre las
suyas intentándola calentar antes de escuchar un suave suspiro.
-Buenas noches Vanessa….
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estuvo genial el capi al fin se bebsaron ajjajaja felicidades atten lis desde vzla
ResponderEliminarNo se besaron, Vanessa le besó la mano
EliminarNo se besaron, Vanessa le besó la mano
EliminarQue cap tan bueno... Me encanta Herendira y Vanessa *.*... Felicitaciones a la autora... De verdad es grandioso leer tan maravillosa historia
ResponderEliminarEsta historia es de lo mejor que he leído!!!
ResponderEliminarWoow! simplemente estoy super enganchada con tu historia!
ResponderEliminarGreat! me encantaron los capítulos de hoy.
ResponderEliminarmuy buen capitulo pobre stefani que esta sufriendo bueno andrea tambien gracias por seguir subiendo los capitulos ^^
ResponderEliminarEstuvo genial el capitulo, cada vez se pone mejor, espero y la situación mejore entre Andrea y Stefani.
ResponderEliminarMaria, Colombia
Por favor que las cosas se arreglen entre Stefani y Andrea, me pone triste
ResponderEliminarBuaaaaaaaa da gusto leer esta historia, mil gracias por compartirla.
ResponderEliminarMakeys.