Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Pedacitos de mi vida - Yosuen - 10

No había luces alrededor, me encontraba en un lugar que no podía reconocer, solo podía ver el asfalto negro bajo mis pies y podía apreciar los cerros a mi alrededor gracias a la luz de la luna llena, me quede viendo hipnotizada su esplendor, volví a mirar a mi alrededor y estaba confundida, ¿en dónde estaba?, ¿Cómo había llegado a ese lugar? Y una vez más el resplandor de la luna me hipnotizo. Una voz que gritaba me saco de mi trance y gire rápidamente hacia dónde provenía, a lo lejos podía ver como un hombre jaloneaba a una chica, tratando de sacarla del coche rojo, podía apreciar como aquella chica se defendía.

- ¡déjame! – gritaba a la chica y empecé a caminar hacia ellos sin dejar de observar, cuando ya estaba a unos 10m de ellos aquel hombre saco algo de los bolsillos de su pantalón, pude distinguir la navaja y empecé a correr hacia ellos.
- ¡Oyee! – grité lo más fuerte que pude, pero  mi voz no salía y entre más rápido trataba de correr, sentía mi cuerpo realmente pesado y observaba aquel panorama, aquel hombre seguía jaloneándola y en un acto rápido le clavo la navaja en su pecho,  corrí aún más rápido asustada y sin darme cuenta aquella chica estaba en mis brazos, aunque no pude ver su rostro.
En ese momento abrí los ojos y note que mis manos estaban agarradas fuertemente de las sabanas, mi respiración estaba agitada y mi corazón me latía fuertemente, me incorpore en la cama y pose una mano sobre mi frente.
- Otra vez este sueño- suspire y me levante de mi cama, para sentarme cerca de la ventana, el viento era suave, cerré los ojos y pequeñas imágenes pasaban en mi mente, aquel hombre con la navaja en mano y aquella chica tendida en mis brazos, los abrí instantáneamente- ¿qué significa?-  suspire una vez más y volví la cama para intentar dormir otra vez.
Ya me había recuperado totalmente  de las heridas, mi madre había cumplido con lo del castigo y estaba trabajando en mi casa en el negocio de la abuela, la tarde que vino Erick le conté sobre las visiones, estaba impresionado y quería que le mostraba como lo hacía aunque en realidad ni yo sé cómo funcionaba eso.
Con el paso del tiempo fui tratando de controlar esas extrañas visiones a los que les llame predicciones por que por lo regular mostraban algo del presente o actitudes de la persona, me divertía confundiendo a mi familia y amigas cada vez que adivinaba algo que aún no sucedía. Aunque no siempre era divertido, no me agradaba ver lo que realmente eran las personas y lo que aparentaban ser.
Estaba sentada en el sillón revisando mis mensajes en el celular y escuchaba como mis primos jugaban fuera, estaba realmente entretenida cuando de repente una predicción pasaba por mi mente, uno de mis primos giraba cerca de unas tablas y al terminar de darse la última vuelta por accidente tropezó con una de ellas, eso provoco que una fila de ellas callera sobre él, sin pensarlo corrí hacia fuera de mi casa y mi primo ya se encontraba dando  las vueltas, apena logre jalarlo hacia mí, evitando que las tablas lo golpearan. Todo aquello quedo en solo un susto, me alegra pensar que este fenómeno podía usarlo en cosas positivas.
Unas semanas después Erick fue visitarme ya que seguía castigada.
- ¿Qué tal? – Tomo mi mano y beso mi mejilla -  vamos a dar una vuelta – sonrió, y gire hacía en donde estaba mi hermana y con la cabeza me hizo entender que podía ir y que ella me cubriría.
- vamos – caminamos por el parque que no estaba lejos de mi casa, cual quiera que nos viera pensaría que éramos novios ya que reíamos de cualquier cosa, llegamos a una parte del parque y nos sentamos para conversar.
- ¿y cómo te sientes? – señalando la cicatriz de mi cabeza
- bien,  muy bien- dije sonriendo, de cierta forma él me daba mucha confianza, tanto que podía bromear con el como si fuera mi hermano
- ¿y tú?, ¿qué pasó con la chica?-  Aquella vez que le conté lo de mis visiones, él había sido lastimado por una chica quien jugo con él y en verdad que estaba enamorado, pero como él dijo, era capaz de ocultar esos sentimientos muy bien, aunque conmigo era una excepción ya que tenía ventaja.
Bajó la mirada y como era ya costumbre puede ver una visualización de sus sentimientos, en donde estaba resignado, pero espere su respuesta, escuche un suspiro de parte de él.
- No hemos vuelto a hablar, es como si hubiera desaparecido y ni si quiera me explicó el porqué de sus acciones, realmente pensé que si me quería- Me quede observándolo, me debatía en abrazarlo o en decirle algo, pero no era muy buena con las palabras y alzo la mirada – Pero eso tú ya lo sabes- dijo con cara seria, y lo único que pude hacer es tomar su mano y demostrarle mi cariño, pero una visón se mostraba, era un coche blanco que se estacionaba enfrente de nosotros y del él se bajaba una chica de pelo rojizo, la cual no me daba buena impresión.
- ¿qué viste? – me tomo de los hombros y se me quedo viendo impaciente, me limite a sonreírle y preguntar
- ¿cómo supiste?-  lo miraba sorprendida y con una sonrisa.
- Es increíble, se te dilataron las pupilas  y te quedaste inmóvil unos segundos- está realmente emocionado- así que dime que viste – sin quitar esa sonrisa tan típica de ellos, acompañada de un entusiasmo que ya había visto, eso me alegraba.
- pues un coche blanco de estaciono junto aquí en frente- señale el lugar exacto- y del el bajo una chica, alta con pelo rojizo, mmm- me quede pensando- es obvio que alguienvenia alguien con ella pero no pude ver quien, ya que ella no manejaba- cuando lo regrese a ver su expresión había cambiado, ahora estaba serio y suspiro.
- creo que es ella- se me quedo viendo al igual que yo.
- entonces empieza a pensar que vas a decirle – sonreí amablemente y me devolvió la sonrisa, mientras se estacionaba el coche blanco frente a nosotros y de él bajo aquella chica con cabellera rojiza, era linda pero percibí esa sensación en la que una visión se acercaba, pero mi corazón empezó a latir muy rápido cuando  mis ojos vieron aquella chica que salía del otro lado del coche, aquella chica que no pude ver.
- creo que es tiempo de que confieses tu amor por ella-Erick  se me quedo viendo divertido pero en cuanto escucho a aquella chica pelirroja cambio su expresión.
- Erick, estaba buscándote- dijo con voz chillona aquella chica
- Roxana- con expresión seria
- hermanita que gusto- fingiendo una sonrisa

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Nota de la autora: Perdón por la tardanza, la uni me trae ajetreada :), espero comprensión  y paciencia , gracias por leerme.
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