Capítulo 11.
La sucesión.
Pasaron tres días desde el regreso de
Serbia, estaban en el cuartel de la sección 3, sometida a más entrenamientos,
la torpeza de haberse dejado alcanzar por una bala en su chaleco le causo
varios llamados de atención.
F:
¿Cuándo va a parar todo esto?
A:
es por tu bien, casi te haces matar en esa misión
F:
a cualquiera pudo tomarle por sorpresa
A:
a ninguno de nosotros nos paso
F:
¿Cuándo regresare a casa?
A:
mañana por la mañana, se supone que estás en Otawa, como explicarías si
regresas antes?
F:
tienes razón... entre tanto seguía montada en la
caminadora.
"Y
ahora que harás hermanita"
P:
En una semana será la reunión de las familias, ellos decidirán que hacer
"Sería
bueno quedar al frente de la sucesión, soy el hombre que le sigue a Papá"
P:
y yo soy la hija mayor que siempre fue entrenada para ocupar su lugar
"No
tienes la capacidad"
T:
chicos, ahora
no comiencen por favor
P:
me subestimas porque eres un machista de mierda
"Vamos,
no te molestes por escuchar unas cuantas verdades"
Uno de los hombre que apoyaban al hermano
de Priscilla, sonrío con descaro, “él
tiene razón” su mirada se llenó de furia, hábilmente de una gaveta saco un
arma, mientras le mantenía la mirada fija sobre ellos, los otros guardaespaldas
hicieron gesto de apoyo a él. Lo siguiente que se escuchó dentro de la
habitación que servía de biblioteca, fue una detonación y el hombre caer
ensangrentado con una bala atravesando su pecho.
P:
¿Alguién más apoya a mi hermano?
Todos quedaron helados, su mano empuñaba
el arma firme, sus ojos llenos de rabia no mostraban el más mínimo arrepentimiento,
Biagio estaba paralizado,
"No
señorita" Respondieron al
unísono los demás.
T:
¿Qué has hecho Priscilla? viéndola con cara de asombro
P:
asumir lo que me corresponde, si alguien más no está de acuerdo, me encargaré
de ello. En
cuanto a lo demás, esperaremos la reunión, y mientras investigare quién asesino
a papá, cuando lo haga, no habrá
nadie quién pueda detenerme. Culminó sus palabras saliendo del lugar.
"Qué
hacemos con él" dijo otro de los hombre, refiriéndose al muerto.
T:
desaparézcanlo, saliendo en la misma dirección que la
alterada mujer.
Se acercaban los días de navidad, en casa
de Federikke entre su hermano y la madre decoraban,
M:
no entiendo porque tuvo que salir llegando las fechas de navidad
Ha:
hoy regresa má, tranquila, se alegrará de ver el árbol
M:
o se molestará por haberlo hecho sin esperarle
Ha:
ella se lo buscó.
Ambos sintieron las llaves introducirse
por la puerta, sostuvieron la mirada y efectivamente era ella, Federikke quién
entraba al salón
M:
amor estas aquí abrazándola muy fuerte,
Harald quedó de pie viéndolas
F:
si má, ya estoy acá, te quiero, te quiero mucho
intensificando el abrazo y recordando el estruendo que aquel impacto de bala le
produjo en su cuerpo, pensó que no volvería, y al sentir a su madre entre sus
brazos la hacía feliz. "No saludas
hermanito"
Ha:
me alegro de verte
F:
y yo a ti desprendiéndose de su madre y en dirección a
su hermano para abrazarlo. "Wow,
lindo árbol, ¡no me esperaron!
Ha:
no sabíamos si te quedarías más tiempo afuera
respondió mientras la soltaba ¿Qué tal
Otawa?
F:
Genial, que exagerados son ¿eh?, aún
falta una semana para navidad. Observando el árbol
que se levantaba en el salón de su casa.
Entre bromas, y charlas terminaron de
decorar, así se pasaron el resto de la tarde. Esa noche Federikke no logró
conciliar el sueño, su vida había girado 180 grados inesperadamente, sentía una
profunda tristeza dentro de sí, contemplaba el techo de su habitación, un
pensamiento la sorprendió, Helena, ¿dónde
estás?"Recordando sus besos, pasaron las horas sin detener sus
pensamientos.
Los ojos verdes que días atrás se
iluminaban, esa madrugada profundamente tristes se mostraban, ¿Dónde estás Federikke? ¿Dónde?",
la helada brisa soplaba sobre su delicado rostro.
Cada tarde Federikke se apostaba desde la
calle para ver hacía la ventana del departamento de Helena, pero como de
costumbre ni señales de su presencia. Cabis baja se marcho nuevamente. Llegó al
cuartel, una casa común para muchos, pero lejos de la realidad estaba.
J:
Tom te está buscando
F:
lo sé, llego con algunos minutos de retraso, ¿Dónde está?
J:
en la sala de juntas
Con paso pesado llegó a la puerta, un salón
amplio, una enorme mesa redonda en el centro, asientos alrededor, una pantalla
colgaba desde el techo, a los lados equipos que muchos de ellos no tenía idea
de para que servían.
F:
¿puedo pasar?
T:
claro, te estaba buscando
F:
lo siento, me tarde en llegar, ¿para qué me quieres?
T:
¡toma! lanzando un paquete desde donde estaba al
otro lado de la mesa donde estaba parada ella
F:
¿Qué es esto?
T:
¡Ábrelo! Es para ti
F:
¿regalo de Santa Claus?
T:
por una vez puedes dejar de ser irónica conmigo ¿no crees?
F:
lo siento, es natural en mí, curiosa tomo el paquete,
quizás con un poco de desconfianza
T:
no es una bomba, si es lo que estas pensando
F:
gracias por la aclaratoria, con ustedes jamás se sabe
Abrió el paquete, sus ojos se abrieron al
máximo, no podía creer lo que veía, ¿Qué
es esto?"
T:
tu paga, por estos meses de arduo trabajo
F:
¿paga? respondió escéptica
T:
claro, es un trabajo, creo haberte dicho eso ya
Con su mano tomó un paquete de dinero,
por encima lo contó, hay como 15 mil dólares
T:
bien
F:
no los quiero tomando el paquete en un gesto de
devolverlo
T:
es un trabajo Heinsen
F:
¿me pagan por matar personas?
T:
son criminales
F:
no eres Dios para juzgar a nadie
T:
ni tú lo eres para juzgarnos a nosotros...
pasó por un lado de ella sin recibir lo que le entregaba "Feliz navidad" y desapareció del lugar.
Federikke paseaba sin rumbo por el centro
de la ciudad, en su vida había tenido tanto dinero encima, siempre dependió de
sus padres e incluso su hermano le pasaba una mesada por mes, de pronto una
idea llego a su mente
F:
mañana es navidad, los sorprenderé...
Transcurrido un par de horas, el frío la
tenía casi helada, pero la ilusión de dar varios regalos a sus padre y hermano
sin pedirles un sólo céntimo, la motivaban de pronto vio una joyería, a su
mente llegó la dulce sonrisa de Helena, atravesó la calle a toda prisa y entro
en el lugar; observó anillos, colgantes, nada le convencía, hasta que en la
exhibición de otro de los mostradores, algo llamo su atención "es precioso" Exclamo en voz
alta, el encargado del lugar se acerco a ella "Puedo ayudarle en algo señorita"
F:
¿es de diamante?
"El
corazón, la cadena es en oro blanco de 24 quilates"
F:
¿cuánto es?
"4500
dólares"
F:
wow… por unos segundos imagino aquella hermosa joya en el delicado cuello
de la chica que le hacía suspirar "Lo
llevo"
El encargado la miro con sorpresa, era
una joya costosa, y muy poco común que una chica de su edad comprara eso. Tomó
la joya y delicadamente la guardó en una caja diseñada para ella,
F:
envuélvala por favor
Salio del lugar con una sonrisa
imaginando la sorpresa de la castaña al ver su obsequio.
El día previo a la navidad la paso en
casa, entre risas con sus padres, el hermano y unos primos que habían venido de
visita desde Dinamarca.
"Estamos
reunidos hoy para decidir quién ejercerá la función de Francesco, quién como
saben cayó abatido en mano de agentes posiblemente del gobierno Serbio. Tres
sucesores en lista para qué por medio de votación asuman el cargo vacio,
Priscilla Lanzerotti hija, Antonello Caselli y Biagio Lanzerotti hijo menor del
jefe". Las palabras provenían de un orador, un
salón lleno de hombres cabezas de las distintas familias que conformaban la
organización, quienes admiraban y respetaban al desaparecido jefe de la familia.
Tony:
Priscilla es hora, ¿no entrarás?
P:
lo que ha de ser... Será
Sus ojos enfocaban el bosque que se
levantaba frente a si, su tenso rostro mostraba una amargura hasta ahora
desconocida por sus allegados. El hombre se giro y salió de la terraza en
dirección al salón.
Giuliano:
algún día volveremos a ser los de antes Pri
P:
nunca más Giuliano, nunca más.
Terminaron de cenar, y se fueron a sentar
junto al árbol para charlar, Federikke salió de la casa, sus padres no
prestaron atención a ello
Ha:
te encanta el helado frío de la noche ¿no?
F:
y a ti seguirme
Ha:
¿estás bien?
F:
lo estoy ¿y tú?
Ha:
lo estoy sonriendo, de pronto se agacho, con sus manos
tomó nieve, formó una bola y mientras Fede estaba de espaldas ¡guerraaaa de nieve!
Jugando en medio de la nevada noche
recibieron la navidad.
Presente.
Salía de aquel lugar velozmente, se sentía
asfixiada entre tantas mentiras, unos pasos seguían su ritmo, no vio uno de los
escalones y cayó al piso, lastimándose la mano,
F:
mierda... mierda... mierda… golpeando la nieve que
cubría la salida con rabia
J:
te ayudo… tendiendo su mano
F:
todo fue una mentira, un engaño, me utilizaron, él... Victor Petrov nunca murió,
y yo arruine mi vida por eso, ¿sabes lo que significa?
J:
¡Que era tu destino Fed!
El recuerdo de esas palabras que empezaba
a odiar le hizo brotar lágrimas en sus ojos que nunca antes había permitido
dejar salir.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Luzi Müller - Derechos Reservados
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