Capítulo 10.
Por la cabeza de Lanzerotti.
La presión en su pecho fue pasando
conforme los segundos, tomó aire y trato de girarse, el objetivo estaba detrás
suyo, tirado en el piso sin vida.
T:
vamos... ayudándola a levantarse tenemos que salir de aquí
F:
está...
T:
si, fin de la misión, pero aún hay tiradores a bordo, vamos...
Antes de salir, de su mochila saco un
pequeño aparato, lo dejó pegado a una de las puertas de la embarcación, y
tomando a Federikke en su brazos, saltó al agua, el frío casi helado logró penetrarla
por todos sus poros, se sobrepuso con esfuerzo y comenzó a nadar en busca del
bote, su instructor llegó primero, la ayudó a subir, rápidamente con una filosa
navaja rompió la soga, tomó los remos
T:
ayúdame entregándole uno
Remaron a toda prisa, para alejarse del
yate, escucharon alboroto en la embarcación, y como una lluvia de fuego se
abría hacía el agua, sin precisar un objetivo. “Lámparas, busquen lámparas” escucharon gritar a lo lejos.
F:
descubrieron el cuerpo Tom
T:
eso parece, sigue remando
F:
eso hago, eso hago
Un par de minutos después dejó el remo
sobre sus piernas,
F:
¿estás cansado?
No obtuvo respuesta, en la oscuridad no
pudo ver lo que él hacía, hasta que un inmensa explosión iluminó el azul de sus
ojos. Quedó paralizada viendo la escena, todo en una noche, lejos estaba de
haber imaginado pasar por una experiencia así.
F:
regresemos a casa... fue lo único que dijo en todo
el camino de regreso, no paro de remar hasta que llegaron a una orilla, con ayuda
de él bajo del bote, se quitó la camisa empapada y se sacó el chaleco, ahí
estaba incrustada la bala, que de no tenerlo seguramente le hubiese quitado la
vida
A:
nada mal para ser tu primera vez
La voz la sobresalto, en la oscuridad de
ese bosque estaba su otra instructora
F:
¿Cómo llegaste?
A:
gps querida… alcanzándole una chaqueta para que se
cubriera.
Abordaron otro auto, ahora solo estaban
ellos tres y el hombre que los recogió, Joe no los acompañaba, no pregunto,
asumía que había caído. Sus ojos contemplaban la oscuridad de aquella larga vía
A:
¿sabes cómo se llama este lugar?
Fede giro su mirada hacia ella, ¿a quién
le importaba? después de todo lo ocurrido, fue lo que pensó
"La
riviera francesa, la famosa Côte d'Azur"
T:
si algún día dejas la sección 3 puedes dedicarte a guía de turismo.
El comentario irónico marco el silencio
que sello el resto del recorrido.
El sueño la venció, lo siguiente que vio
fue a Tom llevándola en brazos al interior del avión.
F:
¡qué bien! ¡Vamos a casa!
T:
¡No! Iremos a Serbia, dejándola sobre su asiento.
El agotamiento que la dominaba
desapareció al escuchar aquellas palabras
F:
¿Serbia? ¿Qué rayos vamos hacer en Serbia?
J:
¡vamos de cacería!
Sus ojos buscaron el dueño de esa voz,
era el agente que pensó había muerto en la misión
F:
me alegro verte vivo
J:
gracias... apenas mostrando una especie de mueca que se
asemejaba a una media sonrisa.
N:
bien linda, en breve vamos a sacarte todo ese disfraz...
escuchó la voz de Nacho mientras el avión se ponía en marcha.
Un par de horas más tarde, tenía otra
apariencia, otro pasaporte, otro objetivo, su cabeza no asimilaba con exactitud
las emociones que emanaban de su cuerpo.
F:
ahora soy Aleksandra Nikolic
A:
te acostumbrarás
F:
¿en serio? ¿Cuántas falsas personas has sido?
A:
pues... no sé, unas ¿30? tal vez más... tal vez menos
Su gesto de horror no lo pudo disimular,
sólo se recriminaba así misma por no haber escuchado a Harald cuando le
advirtió no salir sola de ese hotel.
J:
está vez el blanco es Lanzerotti
F:
¿Quién rayos es Lanzerotti?
T:
el capo de una familia de mafia italiana, denominada Lanzerott, es una mafia
menos conocida que la Cosa nostra siciliana, pero igual de peligrosa, opera
principalmente en Europa, pero tiene extensiones en Cánada, sus miembros son
todos consanguíneos, se cree que los hijos son entrenados desde jóvenes para
ocupar la sucesión de los jefes, trafican con drogas, armas, pero lo que nos
afecta principalmente es las armas.
F:
genial, vamos por un capo, nos acribillarán tan solo al bajarnos del avión,
¿sabias?
T:
hay una importante transacción en Belgrado, negociación de varios tipos de
armas de guerra, y ¿Qué crees?
F:
no quiero saber desviando la mirada hacía la ventanilla
del avión
T:
estaremos ahí
Volvió a mirarlo, su cara era de total
asombro
F:
de este avión no me baja nadie.
El recorrido por la cuidad se mostraba
interesante, ésta vez su esposo irreal era el agente Joe quién le acompañaba,
alcanzó a ver algunos letreros, Knez Mihailova, se llamaba la calle por donde
transitaban
J:
entretenido lugar ¿no?
F:
¿donde está Tom?
J:
no lo sé, está vez el plan es más secreto aún,
F:
¿por qué?
J:
disfruta, sólo eso… que nos veamos como una linda pareja que visita esté lugar
y nada más
Se sentaron en un café al aire libre,
ordenaron algo de comer, mientras charlaban de cosas sin importancia, solo por
dejar pasar el tiempo
Pasearon por el barrio de Zemun, tomaron
unas copas observando el muelle
J:
¿Quieres pasear en barco por el rio Danubio y el Sava?
F:
tenemos una misión, y todavía no tengo idea de cuál es, y tú ¿me invitas a
pasear en barco?
J:
si... mientras sonreía, vamos es un paseo, no te pido matrimonio
F:
por supuesto que no, si ya estamos casados respondió
sarcásticamente
La convenció y se subieron al barco,
F:
¡es impresionante!
J:
lo ves, y no querías aceptar…
F:
¿Cuánto tiempo tienes como agente?
J:
Cinco años... el joven observaba el paisaje y de vez en
cuando la miraba, esta vez no era castaña sino rubia, aunque no su propio
cabello, la máscara la hacía tan perfilada como sus verdaderas facciones, y no
tenía lentillas por lo que el azul de sus ojos iluminaban su mirada
F:
¿Cómo entraste?
J:
eso no importa, ya no... Quedándose callado.
El móvil que tenía le sonó un par de
veces, atendió y fue muy poco lo que respondió, colgó.
"Tenemos
que irnos"
F:
¿y cómo? estamos en un barco y hasta dentro de treinta minutos no tocará
muelle.
La miro pensativo, no había calculado el
tiempo. Tienes razón. Desvió la
mirada hacía el enorme rio que se levantaba frente a ellos y en silencio a la
espera del tiempo quedó.
Tom y Alice estaban en las afueras de un
hotel antiguo en el centro de la ciudad, se levantaba impetuoso en medio de las
calles por donde los transeúntes paseaban,
T:
llegan con una hora de retraso ¿qué ocurrió?
F:
¡Nada¡ Estábamos paseando respondió con el tono irónico
que la caracterizaba dentro del grupo.
T:
no es un viaje de placer ¿sabías?
J:
fue mi culpa, yo insistí en dar un paseo en barco.
Tratando de desviar la posible sanción hacia él. Tom lo miró fríamente y de
forma desconfiada, algo estaba pasando y eso no le gustaba.
A:
está hospedado en ese hotel “Moskva” alcanzaron
a leer los recién llegados.
F:
¿Cómo entramos?
T:
lo haré yo, pero no será ahí el blanco, está noche se reunirán en un bar a
varias manzanas de este lugar, a la salida haremos el trabajo.
F:
trabajo? dirás matarlo... eso no es un trabajo
Tom la miró con enojo, eres un agente, ahora es un trabajo.
Sus ojos ardían de ira, mientras sus
manos no soltaban su cuello
Lanzerotti:
Basta, suéltalo Priscilla
Priscilla:
no debería, estoy harta de que me cuestione cada vez que se le da la gana
L:
es tu hermano, y entre hermanos deben apoyarse, no matarse.
P:
si vuelves a contradecirme... no sabes de lo que soy capaz... obedeciendo
a su padre lo soltó
"quiero
acompañarte"
L:
¡No! Es peligroso, ya sabes cómo es
P:¿Por
qué ese lugar? no entiendo
L:
es un importante mercado, además si cerramos el negocio eso le vendrá bien a la
familia querida
"claro
hermanita, luego me dices que porque te cuestiono, te falta mucho olfato aún
para los negocios"
P:
cierra la boca imbécil.
Lanzerotti los miro a ambos, con eso fue
suficiente para que la disputa llegará a su fin.
L:
nos vemos a la vuelta mi princesa abrazándola, y dándole
un beso en la cabeza.
P:
cuídate papá!!!
"nos
vemos en un par de días viejo"...
respondió el hermano, mientras le brindaba un abrazo.
Las horas parecían interminables,
Federikke estaba en un auto con Joe, serían los encargados de la fuga, luego de
finalizar su cometido,
J:
lamento el incidente.
F:
no tienes porque disculparte, me harta que nos traten como soldados.
La miro de reojo, Es lo que somos Heinsen.
F:
yo no elegí estar aquí.
J:
el cómo no importa, el hecho es que estás.
No dijeron nada más, vieron llegar un
auto rustico 4x4 al hotel,
J:
¿es Lanzerotti?
F:
¿Cómo lo sabes?
J:
observa, viene acompañado de hombres armados.
F:
¡Será complicado!
J:
no lo subestimes.
Quedaron atentos, un hora más tarde de
ver el ingreso de su objetivo, salieron del hotel en dirección al bar que había
mencionado su instructor, lo siguieron conservando una distancia prudencial. Al
llegar se estacionaron, no perdían detalle con los binoculares del movimiento
de sus hombres, el reloj marcaban las 22:37 horas.
F:
ha pasado bastante tiempo ya ¿no?
J:
ten paciencia.
No transcurrieron 10 minutos cuando
vieron los hombres abandonar el lugar, cinco subieron a un auto y los otros al
otro auto, comenzaron andar, y ellos a seguirlos,
F:
no entiendo que estamos haciendo
J:
no preguntes, está atenta.
Vieron el auto que respaldaba el de Lanzerotti
perder el control, e irse contra un árbol, simultáneamente Joe aumentó la
velocidad considerablemente
J:
¡Prepárate!
Fede entendió la orden y sacó el arma, se
acercaban peligrosamente al otro auto, empuñó su mano para disparar cuando a la
misma altura del chófer vio maniobrar el volante a un hombre desconocido, iba a
halar del gatillo cuando Joe la detuvo
J:
es Tom.
Fede se quedó asombrada, su rostro no era
el mismo con el que habían llegado a ese lugar, "estás seguro?"
J:
lo estoy.
El otro auto se detuvo a la orilla de la
solitaria carretera. Tom bajo y corrió,
T:
acelera al subirse a bordo de donde estaban Joe y
Federikke.
F:
¿Qué paso?
T:
está muerto.
F:
¿estás seguro?
T:
claro, le di en la cabeza
Esas palabras causaron un escalofrío que
le penetró las entrañas, sintío asco, pero tuvo que controlarse. A toda
velocidad recorrían una larga autopista, tomaron un desvío y minutos más tarde
Joe detenía el auto.
F:
¿Por qué nos paramos?
J:
¡Bájate!
Otro auto se paro frente a ellos, vio
como Joe y Tom lo abordaban
N:
¿te quedas linda?
Reconoció el acento, era Nacho. Subió, a
la distancia el sonido la saco de su silencio
F:
¡Qué rayos!
El transporte donde venían voló en mil
pedazos. Con sorpresa miro a Joe
J:
no podemos dejar huellas.
F:
“En dónde he caído” (pensó). ¿Cómo te infiltraste? Dirigiéndose
a su instructor
T:
era el rostro de su escolta principal
F:
¡Dios!
"Señorita
tiene una llamada"
P:
Gracias Tony, atenderé en mi habitación,
subiendo las escaleras de la inmensa mansión.
"Buongiorno" al otro lado la voz de un desconocido, no
respondió, no mencionó ninguna otra palabra, su mirada se torno vidriosa, una
lucha intensa de sus lágrimas por salir a pasear en sus mejillas la asaltó
repentinamente. En esos instantes su hermano menor Giuliano asomaba por su
puerta, al verla supo que algo malo había pasado.
G:
Pris, ¿Ocurrió algo?
P:
Pá… Papá está muerto.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Luzi Müller - Derechos Reservados
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