La primera vez.
Al llegar a la habitación encendió la
luz, era tan amplia como el resto del departamento, un armario cerrado, la cama
grande, un plasma colgado en la pared, y una pequeña puerta que quizás conducía
al lavabo.
H:
¡entra! o ¿tienes miedo?
Con pasos inseguros entró, se apoyo en la
pared, el exceso de tragos empezaban a causar efectos notorios en ella.
H:
ven… hizo el gesto para que se acercara a la cama...tímidamente
avanzo, se sentó de espalda a Helena
F:
linda habitación
H:
tu crees? dijo casi en susurro a su oído, al sentirla
tan cerca deseo poder tocarla, algo dentro de ella se encendía, no sabia qué ni
como controlarlo
F:
si, lo es.
H:
acuéstate a mi lado, mientras sentía como ella se
acomodaba en la cama, Federikke se quitaba los zapatos.
Se acostó a su lado y sintió el sonar de
las manos de Helena chocando entre sí, segundos después la luz se apago y el
techo se iluminaba como si tuviesen miles de estrellas
F:
wow... es genial... oye en serio ¿Quién eres?
H:
shhh… solo mira y relájate
Ambas quedaron en silencio contemplando
el techo de esa habitación, Helena se sentó en la cama, a pesar de la oscuridad se dibujaba su
perfecta silueta, noto cuando se quito la blusa que traía, dejando su torso
casi descubierto
F:
¿Qué haces?
H:
pues no suelo dormir con ropa... así que tendrás que soportar eso
culminó la frase y solto una pequeña risa
El silencio regreso, Federikke por
curiosidad no dejaba de observar, noto como se quito el sujetador, dejando la
figura de sus pechos al aire. Luego continuo con sus jeans, hasta quedar libre
de casi todas las prendas, a excepción de sus bragas. Se volvió a acomodar
relajada en la cama.
F:
vaya manera de dormir... ambas rieron
H:
¿no te pondrás cómoda?
F:
estoy bien así
H:
¿bien? ¿Vestida? vamos, relájate, acá solo estoy yo
Fede se lo pensó unos minutos, antes el
silencio de testigo se sentó en la cama e hizo el mismo ritual que su acompañante,
luego se tumbo
F:
¿estás mejor ahora?
H:
lo estoy.
Los minutos pasaban, ninguna decía nada,
sintió que la mano de Helena tomaba la suya, un escalofrío recorrió nuevamente
su cuerpo, sintió el calor del cuerpo que la acompañaba en aquella cama, una
delicada piel le hacía brotar miles de chispas en su interior, empezaba a
temblar, nunca había experimentado esa sensación, ese deseo de explorar su
sexualidad, un deseo que cobraba fuerza en su cabeza
H:
te gusta... le susurro mientras su mano incitaba a la
otra en brindarle caricias
F:
yo... yo...
H:
shhhhh.... girándose y quedando su cuerpo sobre ella, no digas nada... Rozando su nariz contra
el cuello de la rubia... sólo déjate
llevar... Federikke cerró los ojos, y sintió los suaves labios de Helena
pasea por su piel, su manos delicadas regalarle caricias en todo el cuerpo, una
sensación de calor en su sexo comenzaba a brotar, los dulces besos subían por
su cuello, una presión leve en su lóbulo le hacían soltar pequeños gemidos de
placer, sus pechos empezaron a endurecerse, No
he dejado de pensarte desde que te conocí.. susurraba en su oído mientras
con su lengua rozaba debajo de él, su corazón latía a mil revoluciones por
minutos, deseaba tomarla y fusionarse con ella hasta perder la conciencia, pero
era su primera vez, y no quería quedar mal antes la mujer que ahora estaba
brindándole el mayor de los placeres jamás experimentado por ella.
Por reflejo abrió sus piernas para darle
acceso a la visitante, un masaje rítmico sobre su sexo la estaba enloqueciendo,
tenía la necesidad de sentir más fuerza, más intensidad, su respiración era
totalmente acelerada, entre caricias y el mojado de esa saliva que tanto
empezaba a gustarle, gemidos escapaban sin parar, Te llevare al paraiso... escuchó nuevamente esa voz que hacía
embriagarla en un mar de pasión, poso sus labios en su labio inferior, y los
probo con una dulzura que casi le hizo perder la razón, se dejo probar y
correspondió ese beso, de pronto su lengua pidió permiso para explorar, abrió
un poco más su boca y se encontraron, para bailar lentamente sin soltarse, el
fuego las fue dominando, y ese danzar suave se fue tornando más ardiente, las
manos no podían estar más quietas, se apoderaron de aquella silueta que en la
oscuridad se movía sobre ella.
Helena sentía las manos inexpertas de
Federikke tomando sus pechos, apretándolos, masajeándolos, se desprendió de sus
labios para buscarlos, para adorarlos, los besaba, jugaba con uno de sus
pezones sin soltar su otra fuente de excitación, lentamente los succionaba, Te deseo Fede mientras sus manos
apoyaban su cabeza contra sus pechos, "y
yo a ti"... apenas levanto su cabeza para susurrar cerca de su oído y
pasear su lengua humedecida por el cuello de aquella mujer de ojos verdes.
La pasión iba creciendo y los gemidos
llenaban aquel silencio de esa habitación, recorrió aquella delicada piel de la
rubia, bajo por su abdomen mientras escuchaba su agitada respiración, sus manos
suavemente acariciaban la entre pierna, su sexo palpitante la invitaban a
entrar, su boca recorrió lo más intimo de Federikke, su saliva mezclada con su
humedad hacían una bomba de tiempo, sus caderas empezaron a moverse
rítmicamente pidiendo más, sentía miles de descargas subir por su cuerpo, cada
mordisco en su clítoris la hacían gritar de placer, gritos que quedaban
atrapados en el silencio, hasta que algo dentro de sí arremetía ansiosamente en
un vaivén, justo en ese instante perdió totalmente el control de su cuerpo,
explotó en miles de sensaciones hasta caer relajada sobre la cama.
Ambas quedaron rendidas, con su cabeza
apoyada en el pecho de Federikke hasta que la luz del sol entró discretamente
por los espacios descubiertos de la ventana. Fede despertó primero, al darse
cuenta que no fue un sueño, una sonrisa en sus labios apareció, levanto su
cabeza para contemplar la belleza de Helena, un mechón de su cabello castaño
cubría parte de su rostro, su respiración quieta como la suave brisa le hizo
escapar un suspiro.
F:
eres hermosa... apenas susurro. Vio sus ojos abrirse y
clavarse en los suyos, una mezcla perfecta de verde y azul que desbordaban
felicidad.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Luzi MüllerX - Derechos Reservados
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He comenzado a leer la historia y me he descubierto feliz imaginándome cada escena... Me gusta como escribes especialmente porque los sucesos se narran más con poesía que ultimando detalles... dejas espacio a la imaginación de cada persona y eso es muy importante y le da más vida a tu relato.
ResponderEliminarEnhorabuena!!!
Goandi