Capítulo 31
Desperté porque tuve nuevamente uno de esos sueños raros que
parecen de esas películas como la del rey escorpio o donde hay faraones. Los
sueños tienen esa ambientación antigua.
Miro sus ojos, esos ojos que mueven todo en mi interior. Está
esperando una respuesta. Sé que en ella
puedo confiar y tal vez contarle los sueños me ayudara a entenderlos.
- Son
sueños tipo de una época antigua cuando existían los faraones más o menos. La
primera vez soñé con una chica que estábamos en un lago observando el cielo
estrellado y yo no podía dejar de mirarla y la bese. El siguiente sueño fue
también con ella estábamos en el mismo lugar hablando pero era distinto al
primero porque ella estaba triste. y otro sueño más y el de ahora.
- Dudo
que con los otros sueños te hayas despertado así como hoy.
- Es
que el sueño va lo que alcance a soñar de hoy ha sido diferente a los otros.
- Si
seguramente fue un sueño feo.
- Si
soñé que un hombre que conocía me llevaba a un lugar aislado donde estaban
varios tipos más y el que me llevaba me sujetaba fuertemente de los brazos. Y
en eso logre despertarme. Por eso estoy cansada de tener estos tipos de sueños antiguos.
- Sabes
pienso que tus sueños son recuerdos reprimidos en tu inconsciente.
- ¿recuerdos
de haces siglos?
- Y
pueden ser recuerdo de alguna vida pasada que ahora están surgiendo.
- Si
viviéramos en esa época y hubiera sufrido amnesia podría decirte estoy
empezando a recordar o ahora si hiciera teatro o algo que tuviera que
interpretar algo parecido también. Pero no creo en la reencarnación o si existe
de que uno pueda recordar lo que vivió antes.
- Tal
vez sean simplemente sueños nada más. O quizás después recuerdes porque tienes
estos sueños.
Miro su rostro la tranquilidad con la que me habla y acaricia
mi cabello. Tengo la sensación de que ella sabe porque dice estas cosas.
Observo la hora en su reloj y es de madrugada recién esta por
amanecer. Puedo dormir más, hoy no tengo que hacer mucho en la oficina, por eso
voy a la tarde. Solo tengo unos papeles y organizar como encerrar a Politari
sin poner en peligro a Natalia e incluso a mí misma.
Me abrazo a ella y cierro los ojos mientras siento los lentos
latidos de su corazón y su piel fría.
Mi cuerpo se relaja y me duermo entre sus brazos.
A media mañana despierto y no la encuentro a mi lado. Me
levanto y la veo sentada en un sillón frente a la cama.
- ¿Qué
haces allí?
- No
quería despertarte así que estaba viéndote dormir.
- ¿hay
buena vista de allí?
- Si
hay buena vista pero ahora más- dice sonriendo al verme levantar desnuda y acercándome
a ella.
- Si
pero es un justo- le deposito un suave y rápido beso y me dirijo al baño.
- Si
vas a bañarte ¿puedo bañarme contigo?
Después de unos minutos en el baño salgo.
Veo como muerde sus labios
al ver que seguido desnuda. Tomo asiento en sus piernas y empiezo a desprender
su bata.
- No
es justo que tú puedas verme así.
- Puede
que no- dice mientras con mis manos abro su bata observo su hermoso cuerpo- pero si sigues así
en un momento estaremos en las mismas condiciones.
Mis labios se adueñan de su boca y mis manos acarician su
cuello y pecho.
Necesito sentir una vez más sus labios y sus manos
recorriendo mi cuerpo.
- Hazme
el amor- le susurro.
Puedo ver su mirada cargada de deseo.
Se levanta del sillón conmigo y besándonos me lleva a la cama
y deposita en ella.
Sus manos parecen tener vida propia recorren mi cuerpo sin
límites y su boca come mis pechos.
Con sus besos baja a mi vientre lentamente va metiéndose en
mi centro.
Abro mis piernas para que ella pueda hacer mejor su trabajo.
Su lengua entra y sale de vagina, estoy a punto de venirme.
Mis manos tienen su cabello y la aprieto contra mi sexo.
Mi cuerpo estalla en un orgasmo y ella bebe mis jugos
vaginales.
Así como bajo besando mí sexo sube nuevamente hasta llegar a
mi boca. Pruebo mi sabor de sus labios.
Subo mis manos para abrazar su espalda y tumbarla en la cama
pero ella agarra mis brazos y me los
deja en la cama mientras los sostiene ahí besa mi cuello.
Una lagrima rueda lentamente por mi mejilla. Ella me mira
sorprendida y asustada.
- ¿Por
qué lloras? ¿te hago daño?- dice acariciando mi rostro.
La observo mirándome sus ojos celestes y su cabello castaño
oscuro suelto cayendo un poco en su rostro. La situación me parece familiar,
como si ya la hubiera vivido.
- Lloro
porque me siento feliz, me llenas de una manera que no se explicar- no sé si
decirle o no lo que realmente me hace sentir- siento que… que te amo, aunque
llevemos poco tiempo de conocernos y compartamos pocas cosas, me provocas estos
sentimientos.
Una tierna y compresiva sonrisa asoma en sus labios.
- Y yo
cariño me siento feliz de hacerte feliz- besando mis labios- sabes yo siento lo
mismo, que también te amo.
Hicimos el amor otra vez y dormimos un rato más.
Cuando sonó mi despertador que hora de empezar a vestirme
para ir a la oficina me salí de sus brazos acción que me llevo unos minutos
hasta que puse mi almohada en sus brazos para poder escapar de ella. Pude
observarla durante unos minutos y su rostro muestra una tranquilidad, me
pregunto con quien soñara.
Después de bañarme y arreglarme salgo rumbo a mi oficina.
Tengo una cita con un juez que fue muy amigo de mi padre. El
me ayudara hacer los papeles y armar una buena estrategia para llevar el caso
del asesinato del Policía donde se encuentra involucrado el senador Politari y
quizás algunos funcionarios más.
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Muy bueno el capítulo vec. Un detalle, a veces me pierdo un poco, no se quién está hablando, sería bueno que al final de algunas frases dichas por la otra protagonista agregaras su nombre, bueno tal vez sea yo la distraída, igual un abrazo y saludos.
ResponderEliminarSofi