Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

3 2 1 y Acción - Eugenia (Parte 4)

Cuarta parte
- ¿No quieres que me vaya? - preguntó la morena sorprendida.
- No... bueno... vamos no quiero que desaproveches esto... es solo que... te voy a echar mucho de menos - apretó el agarre de su mano.

- Yo a ti también, pero te llamaré todos los días, seré tan pesada que cambiarás de número de teléfono - dijo riendo.
- Nunca - dijo con el mismo tono - cuando te vayas... si se va la luz no tendré quién cuide de mi... - dijo tristemente.
- Esté o no esté siempre cuidaré de ti me oyes?, cuando eso pase llámame por teléfono, ¿da igual la hora que sea vale?
- Vale...
La morena seguía notando la tristeza en la voz de Sarilen, pensó que tenía que animarla de alguna manera y pasar el mayor tiempo posible con ella, con un rápido movimiento se puso encima de la rubia, se sentó encima de su cadera y con una sonrisa juguetona le dijo...
- A ver, ¿qué quiere la princesa para desayunar?
La rubia sorprendida por el acto de la morena comenzó a reírse y a poner cara de niña caprichosa.
- Pues quiero... ¡unas tostadas con mermelada de melocotón, mantequilla y un zumo!
- Si quieres te abanico también.
- Pues ahora que lo dices....
- ¡Ni se te ocurra! - dijo la morena echándose encima de ella mientras le hacía cosquillas.
- Jajajajaja, era una broma, ¡una broma!

Ambas reían sin parar, a Beth le encanta hacerla reír, sabía que haciendo esto le cogería mucho más cariño y la amaría con muchas más intensidad.
La mañana pasó tranquila, Beth le hizo el desayuno prometido, ambas decidieron pasar el día juntas ya que no tenían nada que hacer, decidieron ir a un parque de atracciones, ambas acababan de llegar y estaban pensando en qué montarse.
- ¿Qué tal si montamos ahí? - dijo la rubia señalando unos troncos de agua.
- ¿Quieres que nos mojemos ahora?
- ¡Claro!, será divertido.
- No sé...
- ¡Por favor!!!!! - la rubia se puso delante de ella haciendo que sus ojitos soltaran chispitas de compasión.
- No dejarás de mirarme así ¿verdad?
- Nop.
- Está bien, está bien, tú ganas.
- ¡Vamos!
Beth siguió a la pequeña rubia que tiraba de su mano entusiasmada, el tronco era de cuatro pasajeros, así que montaron ellas dos junto con una pareja, Sarilen se puso la primera y Beth se sentó detrás de ella.
- Tú que vas a salir chorreando jajajaja, - dijo la morena riéndose con ganas.
- Los dos primeros son los que más se mojan - dijo divertida.
A la morena no le hizo gracia lo que acababa de escuchar.
- Será una broma ¿no?
- No, para nada... jajajajaja.
- Yo me bajo de....
De repente el tronco comenzó a moverse, a pocos centímetros estaba la cuesta arriba que tendrían que subir para bajar a gran velocidad.
- ¡Paren esto! - dijo la morena.
- Jajajaja, es inútil, ¿acaso tienes miedo?
- No tengo miedo, pero la idea de mojarme no me hace gracia.
- Solo es agua mujer.
El tronco comenzó a subir y eso quería decir que ya era hora de agarrarse.
- Aquí no hay ni de donde agarrarse - se quejó la morena.
- Agárrate a mi - dijo la rubia volviendo la vista para atrás.
- Tú tienes una barra ahí delante para agarrarte ¿verdad?
- Mmm si, si.
- Bueno... ya que tú te puedes agarrar al menos si me agarro a ti estaré mas segura que estar suelta...
- Mmm... bueno... yo... yo no lo vería de ese modo.
El tronco ya estaba arriba, unos segundos más y para abajo.
- ¿Por qué?
Sarilen solo se limitó a mirar hacia atrás y sonreírle, Beth pudo ver lo que significaba su cara.
- No serás capaz...
El tronco ya se estaba inclinando cuando Beth vió como la rubia alzaba sus manos al cielo y gritaba cuando empezó a caer.
- YUUUUUUUUUHUUUUUUUUUUU!!!!!!
- NOOOOOOOOOO!!!!!!!
Gritó la morena a la vez que se aferraba a la cintura de la rubia pegando su cara en su espalda.
El tronco bajó a gran velocidad chocando con el agua, haciendo una ola que los empapaba a los cuatro, pero más a las dos primeras como bien dijo Sarilen, Beth estaba con el corazón en la boca, la rubia no paraba de reírse.
- ¡Ha sido genial!, ¿volvemos a subir? - Preguntó una vez salieron del tronco.
Beth aun se estaba secando, pero su cara lo dijo todo, Sarilen pensó en salir corriendo, pero en vez de eso se puso de puntillas y le dio un beso a la morena en la mejilla.
- Vamos... ha sido divertido... no me lo negarás eh - dijo tímida mirando hacia abajo.
La morena no pudo más al ver esa cara y se empezó a reír con fuerza, la risa fue contagiosa y la rubia comenzó a reirse también.
- No... no te lo niego, ha sido muy emocionante.
- ¡Ja!, lo sabia - dijo orgullosa.
- jajaja, anda vamos, ahora me toca a mi elegir atracción
- ¡te sigo!
Ambas estuvieron dos horas montándose en todo lo que veían, entre risas y bromas fueron a uno de los puestos y pidieron algo para comer
- ¿a ti que te apetece? - dijo la morena
- mmm, una hamburguesa con patatas fritas
- marchando! - dijo la morena sonriente - por favor, dos hamburguesas con patatas fritas
- enseguida señorita - respondió el chico educadamente
- gracias
Ambas fueron a sentarse mientras se lo servían
- uuff, estoy agotada y solo acabamos de empezar
- eso es que ya estas vieja - dijo la rubia riendo
- ¡oye!, no soy tan vieja, es que seguir tu ritmo es difícil
- ¿ves? Vieja
- ajajajaja, muy bien, veremos lo que aguantas tu, ahora aremos el recorrido que yo quiera, ¿te parece bien?
- Estupendo - dijo la rubia con una gran sonrisa
El chico fue hasta su mesa con las hamburguesas listas, una vez las dejo ambas se disponían a empezar a comer
- mmm, estas deliciosas - dijo la rubia
- la verdad es que si, de las mejores que he probado.
- ya que tu eres la siguiente en dirigir la ruta no me hagas montar en nada que de vueltas... por tu bien
- jajaja, lo tendré en cuenta
Ambas se miraban y se sonreían, mas de una vez se pillaron mirándose disimuladamente, las dos se lo estaban pasando de maravilla y ninguna quería pensar en que pasaría los siguientes días.
- será mejor que cuando acabemos de comer esto lo reposemos un poco - dijo la morena
- me parece bien, a si de paso descanso un poco
- vaya... pensé que yo era la única vieja
- y lo eres, yo estoy cansada de comer, jajajaja
- jajaja, pensé que de eso nunca te cansabas
La rubia puso cara de morritos y Beth no pudo evitar reír más fuerte, le encantaba cuando ponía esa cara, una vez terminaron de comer fueron a hacer un poco la digestión, el parque tenía un apartado grande con mucho césped, la gente se tumbaba allí para descansar
- ¿quieres que descansemos un rato allí? - dijo la morena
- claro, a si nos ponemos morenas
- jajaja, anda vamos
Ambas fueron a tumbarse al césped, la morena se tumbo boca arriba y cerro los ojos hasta que sintió una cabecita rubia en su hombro y una brazo rodeando su cintura, Beth la miro y la rubia se la devolvió con timidez
- ¿te... molesta?
- Claro que no tonta - la morena la dio un beso en la frente y la abrazo
- Sabes que siempre me quedo dormida entre tus brazos
- ¿Quieres que te suelte?
- Ni se te ocurra - dijo riendo
- Jajaja, si me duermo yo... no me despiertes
- ¿Qué?
- Jajajaaja, nada - dijo sonriente
- Escucho tu corazón - dijo la rubia sonriente a la vez que cerraba los ojos
- ¿Si?, ¿y qué te dice?
- Pum, pum
- ¿Quién es?
- Jajaaja, muy graciosa
La morena sonreía y sin darse cuenta empezó a acariciar la espalda de la rubia, Sarilen lo noto y se sentía muy relajada, las caricias de Beth eran de lo más reconfortantes, la rubia se dejo llevar y sus labios comenzaron a moverse a la vez que empezó a hablar
- mmm, estar a si es maravilloso
- Ah sí ¿cómo? - pregunto igual de relajada
- pues a si, entre los brazos de la persona que...
En ese momento se dio cuenta de lo que estuvo a punto de decir y se calló de golpe, pero no paso por desapercibido para la morena
- ¿la persona que? - dijo Beth
- pues... la persona... la persona que me ha traído al parque de atracciones, sí, eso, jeje
La rubia pensó que con eso se avía librado, la morena sabía perfectamente que no era eso lo que iba a decir, pero dejo dejarlo correr, se veía a la rubia muy nerviosa
- ah, pues sí, sí que es maravilloso venir conmigo
- ¡que modesta! - dijo dándola una pequeña palmadita en el vientre
- jajaja, ¿me lo vas a negar?
- Mmm. No, no te lo voy a negar
Ambas quedaron en silencio, acomodada la una en el cuerpo de la otra, cerraron sus ojos y se llenaron de esa sensación, tras estar a si un rato ambas se levantaron para empezar la nueva ruta que elegiría Beth, tras montarse en muchas cosas de riesgo Beth decidió vengarse de la rubia entrando en la casa del terror
- bien, y para finalizar mi ruta, entraremos allí - dijo señalando la casa
- ¡ah no!, de eso nada, yo no me pienso meter hay
- ¡claro que sí!, este es mi recorrido y ya que yo monte en los troncos de agua ahora te toca a ti montar aquí - dijo sonriente.
- sabes que me da miedo la oscuridad
- tranquila, yo cuidare de ti
La morena paso el brazo por encima de sus hombros y la arrastro hasta la fila de la atracción, una vez llegaron el chico las pregunto si querían ir con un grupo de ocho personas o solas, inmediatamente la rubia se adelanto a hablar
- ¡de ocho!, ¡de ocho!
La morena la mirada divertida, paso su mano por delante de la rubia y la tapo la boca
- preferimos ir solas... - dijo con una gran sonrisa
- MmmMMmmMmMm - la rubia no podía hablar
- Muy bien señoritas, pasen
Ambas entraron dentro de la casa, todo estaba muy oscuras, de repente una llama apareció delante de ellas, y un hombre encapuchado las empezó hablar
- veo que solo sois dos... - su voz era fuerte y muy desagradable - el salir de aquí depende de las dos, tendréis que tomar decisiones juntas, no podéis correr, tampoco volver para atrás, no toquéis a ningunos de los seres que os esperan... y ellos tampoco os tocaran, en ningún momento no encendáis un mechero para alumbrar el camino, no perdáis de vista a vuestro compañero o... tal vez no lo volváis a ver - la rubia se agarro del abrazo de la morena con mucha fuerza, Beth aguantaba la risa como podía - si por cualquier cosa... una se pierde y por lo tanto pierde de vista a su compañero la otra no podrá avanzar hasta encontrar a su compañero, espero que os haya quedado claro, ahora os abriré la puerta... donde empezara vuestra pesadilla... - dijo el hombre a la vez que abrió la puerta, ambas se disponían a pasar, la rubia agarrando el brazo de la morena justo cuando iba a cruzar la puerta el hombre las hablo por última vez
- vigilad bien vuestras espaldas... JAJAJAJAJAJA
En ese momento la rubia pego su espalda a la de la morena y enredo sus brazos con los de ella de tal manera que no pudieran separarlas
- no me digas que vamos a ir a si todo el camino - dijo la morena riéndose
- si es necesario si!, pero... yo... yo no pienso ir sabiendo que me pueden estar acechando por detrás.
- jajaja, anda ven
La morena la cogió de la mano y comenzaron a caminar, todo estaba a oscuras, solo un poco de claridad se veía salir de una de las habitaciones
- vamos a entrar - dijo la morena
- tengo miedo... no me suelte Beth
- no lo haré, tranquila
Agarradas de la mano entraron en la habitación, allí estaba una niña atada a una cama, llevaba un gran camisón largo, el pelo la tapaba la cara, ella no se movía, Beth y Sarilen entraron muy despacio, y se quedaron mirando
- vaya... este sitio da realmente miedo
- cállate ¿quieres? - dijo la rubia temblando
- ey, estas temblando
- no puedo evitarlo... tengo mucho miedo
- no tengas miedo, mira eso de ahí no es más que una muñeca
- ¿de verdad?
- Si, ¿tú te crees que hay iban a tener a alguien tumbado todo el día?
- Pues la verdad no
- Mira acércate y mírala las manos, se nota que es una muñeca
- A ver...
La rubia se soltó de la mano de la morena, Beth se estaba tapando la boca con la mano para que no se la oyera reirse, sabia de sobra que era lo que iba a pasar, la rubia se puso a un lado de la cama , sus rodillas rozaban el borde de la cama, acercando mas su rostro para ver mejor las manos
- ¡vaya!, pues están muy bien hechas, parecen reales
De repente la cama comenzó a moverse y la niña que estaba atada comenzó a tirar para el lado que estaba la rubia, su cara era espantosa, tenia brechas y cicatrices por toda la cara, en su boca avía sangre y los ojos los tenia blancos, inmediatamente la rubia comenzó a correr, la niña consiguió quitarse las cuerdas y empezó a perseguirla, ambas corrían alrededor de la cama, la pequeña iba gritando como loca y la niña la seguía haciendo ruidos extraños, Beth estaba doblada de la risa, hasta que vio que la cara de la pequeña se estaba poniendo pálida, la morena se puso en el camino de la rubia y esta se tiro a su brazos con desesperación, Beth la abrazo con fuerza y con una de sus manos le dijo a la niña que parara, ella lo entendió y volvió a la cama.
- ey tranquila, no pasa anda - dijo la morena tratando de a calmarla
- ¡déjame!, me has mentido - dijo tratando de separarse de ella
- no, no, perdona, solo fue una broma - dijo aprentandola más y haciendo más estrecho el abrazo
Ambas seguían abrazadas, la chica que estaba en la cama miraba la escena
- siento interrumpir tan mágico momento pero... detrás de vosotras viene más gente a la que tengo que asustar y si os ven aquí abrazadas y a mi vestida de blanco pensaran que os estoy casando
Ambas la miraron divertida y comenzaron a reírse
- perdona, ya nos vamos - dijo la morena
- perdona por a verte hecho correr tanto jajajaja - dijo la chica - pero me he divertido
- siento no poder decir lo mismo, pero gracias - dijo sonriéndola
Las chicas salieron cogidas de la mano y siguieron haciendo el recorrido, a cada susto la rubia se tiraba a los brazos de la morena, esta ya estaba pensando que sería más fácil cogerla en brazos y acabar de hacer a si el camino, ambas disfrutaban con el contacto, de repente mientras caminaban por la oscuridad Beth sintió como tiraban de ella hacia atrás y la separaban de la rubia
- pero que... - la morena vio que era un bicho el que tiraba de ella, la rubia corrió y la agarro de la mano para tirar de ella
- ¡sueltala!, ¡aquí dijeron que si no os tocábamos no nos tocaríais!

Al ver que no lograba soltar a Beth de ese tipo la rubia se acerco a él y le pego una patada en la espinilla y luego lo empujo haciéndolo caer al suelo, la rubia cogió a Beth de la mano y salieron de esa habitación corriendo
- vaya... que fuerza - dijo la morena riendo - ya tengo guardaespaldas
- jajaja, no te rías, mira lo que me hacen hacer los nervios
- ¿ahora estás nerviosa?
- Si
- Entonces será mejor que me vaya antes de que me atices a mi también - dijo divertida
- Muy graciosa, no te quejes, encima que te salvado.
- Yo no me quejo...
La morena le fue a dar un beso en la mejilla pero con la oscuridad no vio bien y posó sus labios en el cuello de la rubia, ambas se pararon, así tal y como estaban, Sarilen se sintió en el cielo al sentir los labios de la morena en su cuello, eran tan suaves, tan delicados, un pequeño suspiro salió de su boca, la morena lo notó y presionó un poco mas sus labios, llenándose del perfume que desprendía la rubia, tras disfrutar de esa sensación la morena muy despacio se separó.
- Yo... perdona... no era mi intención - dijo la morena.
- Tranquila... no... pasa nada.
Ambas siguieron caminando hasta llegar al final y salir de allí, eso sí, no sin antes pasar por unos cuantos retos más.
- Por fin fuera!, no me lo puedo creer - dijo la rubia.
- Jajaja, ha sido muy divertido.
- Lo he pasado fatal - dijo la rubia apoyándose en una valla.
- ¿Quieres que volvamos a subir?
- ¡Noooo! - dijo mientras echaba a correr.
- Jajaajaja, ¡espera!
Ambas corrían a la vez que se iban riendo, pasaron el día allí, subiéndose en todas las atracciones, fue un día completo, ninguna de las dos olvidaría ese día, especialmente en el momento en que los labios de Beth se encontraron con el cuello de la rubia.
Una vez llegaron a casa, cada una estaba enfrente de la puerta de su casa.
- Bueno... me lo he pasado estupendamente, gracias por este día Beth.
- Yo también me lo he pasado muy bien - ambas sonrieron - oye... mañana por la tarde ya tendré que irme y... quería saber si tenías algo que hacer por la mañana...
- Vaya... mañana tengo una entrevista por lo del libro que he empezado y no sé cuánto tiempo me llevara...
- Ah... bueno, pues supongo que mejor nos despedimos hoy... - dijo mirándola atentamente.
- Si...
Se miraron durante largo rato, perdiéndose por última vez en los ojos de la otra, al ver que ninguna hacia nada la morena decidió hablar.
- Mmm, ¿qué tal... un brazo?
La rubia solo sonrió y ambas se acercaron para abrazarse, le rubia la rodeó por la cintura y hundió su cara en el cuello de la morena, el abrazo era estrecho, no parecía que ninguna tuviera intención de soltar a la otra, nunca antes ninguna de las dos se había sentido también en los brazos de alguien, tenían los ojos cerrados, querían disfrutar de ese momento hasta el último instante.
- Te... voy a echar de menos... - dijo la morena.
- Y yo a ti... - la rubia apretó más su abrazo.
- Cuídate mucho ¿vale?, ya sabes que si necesitas algo solo tienes que llamarme.
- Lo se... tu también...
- Claro...
Ninguna dijo mas, solo se quedaron hay abrazadas durante un rato mas, poco a poco se fueron separando, ambas se miraban sonrientes... pero en sus sonrisas había tristeza, Beth le acarició la cara y manteniendo la mano allí se acercó a su rostro, el corazón de la rubia comenzó a latir con más fuerza, la morena rozó los labios de la rubia con los suyos, solo fue un suave roce, pero fue lo bastante especial para hacer que a la rubia se la cayera el mundo encima, Beth aun estaba a pocos centímetros de sus labios, miraba atentamente a la rubia que aun tenía los ojos cerrados, la morena sonreía ampliamente, muy despacio la rubia los abrió encontrándose con esos ojos azules que la miraban sonrientes, Sarilen acarició la mano de Beth que aun tenía en su cara, tras una sonrisa la morena se fue alejando, sus manos estuvieron en contacto hasta que la distancia las separó por completo.
- Hasta pronto... - dijo la morena.
- Hasta pronto... - dijo la rubia con una leve sonrisa.
Cada una se metió en su piso, una parecía la sombra de la otra, ambas se apoyaron en su puerta a pensar en lo que acababa de pasar hace un momento, sonreían al recordar ese roce, pero morían de amor, solo deseaban estar la una con la otra.


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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Eugenia Derechos Reservados
© Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor.

6 comentarios:

  1. hahahaha...este capitulo estuvo llenos de emociones!!! al principio no paraba de reirme...pero el final estuvo algo triston!! jjjjj excelente capi!! espero con ansias el siguiente gracias!!
    Gia/Ecua

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  2. ayyy noooo!! que sufrimientooo!! que lindas escenas! están como para grabarlas!! si Beth no se puede quedar entonces Sarilen debería irse con ella! si o siiii!
    muy linda la historia me ha encantado cada capítulo incluso más que el anterior!
    felicitaciones!
    Javi
    Chile

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  3. Auch auch auch... T___T

    Por favor, dime que esto tendrá un final feliz.

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  4. Que buen capítulo !!! Super emocionante !!! El final ... Me dejó con ganas de más, no podrían acabar juntas ? Es que se les vería una pareja tan bonita ;)

    Gracias

    Natalia, España

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  5. Ooh por Dios..hoy empezee a leer tu historiaa y ya qiero el siguiente capitulo =D
    porfavoor qe no acabe tu historiaa esta lindaa! (=

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  6. Espetacular la historia jajaja las quiero juntas hay mucho sentimientos

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