La vida es como yo quería - Riba

Ella era así forofa del amor, seguidora acérrima de la felicidad  soñadora, siempre volando en su  nube  de algodón donde sólo existía  vivencias bonitas sueños imposibles. Todo lo que hablaba de amor era devorado por sus ojos.
Volaban con las nubes, su mundo se idealizaba allí arriba, era la protagonista de sus historias esas historias que le hacían ser la mujer más importante, más deseada del planeta.






Se veía  exuberantemente, guapa. Se dibujaba como perfecta, como esa mujer que se voltean para mirarla, se reía de sus ocurrencias, también lloraba en sus aventuras, en esos sueños. Era la heroína era simplemente la que siempre acababa enamorada, nunca quiso terminar sus sueños con derrotas, ni con finales dramáticos, la vida real, ese mundo que la envolvía cuando no se encontraba en sus sueños, ya era bastante deprimente como para que ella terminara sus finales mal.
Y allí tirada sobre su cama, se puso a soñar.
La encontró sentada en un bar, charlaba con otra chica,  sólo entrar se quedo prendada de ella (así eran sus sueños hacía que ocurriesen lo que más le convenía) la chica , también le sonrió, sus ojos azules profundos, se miraron con los suyos grises, sus bocas a la par esbozaron una sonrisa , no se acercó se limito a ir a la barra y pedir sin dejar de mirarla una  cerveza, se llevaba el baso a los labios y ese sabor amargoso de la cerveza , y lo fresquita que estaba le hicieron tomar fuerzas, y con un aire de mujer fatal, se encaminó a la mesa de Dafne.
En ese momento nuestra Dafne se encontraba sola nuestra amiga aprovecho.
-Hola! Puedo pedirte un favor, aunque sea una atrevida, y con ello pueda molestarte.
-Dafne, que la vio venir, le contesto, depende de que favor me pidas, no puedo hacer todo lo que yo quisiera.
-¡OH! No te preocupes no es un favor muy difícil. Sólo quería que me dieras tu número de teléfono. Porque he quedado prendada de tu belleza. Tu hermosura ha roto mi monotonía, y no quisiera dejarte marchar, sin poder ponerme de nuevo en contacto contigo.
Dafne no puedo menos que sonreír ante aquella chica y su atrevimiento, le hizo gracia.
-Esta bien! No quisiera que tu día se estropeara por una negativa mía, así que si tienes lápiz y papel, puedes apuntar.
-Bueno que te parece si me siento junto a ti, y termino esta fresca cerveza hablando contigo? ¡Ah! Por cierto mi nombre es Lima.
-¿qué nombres es ese?
-Es que el mío no me gusta y uso este otro. ¿No te gusta? Porque si es así lo puedo cambiar.
-¿No estarás hablando en serio? Digo Dafne, sin contener la risa que le estaba haciendo aquella chica.
Y así estuvieron un rato hablando, cuando las interrumpió la chica que acompañaba a Dafne.
-Veo que tienes compañía le dijo mientras empujaba una silla de ruedas vacía.
Lima se quedó mirando aquella, silla y como la chica estaba ayudando a Dafne a sentarse en ella.
Se la miro con sorpresa.
-Si Lima no puedo caminar. Tengo que ir en esta silla desde hace dos meses que tuve un accidente de moto.
-Cuanto lo siento, le salió a Lima con voz de asombro y pesar.
-Espero que este hecho no amargue tu lindo día. Dijo Dafne.
Y la vio alejarse diciéndole a dios con  la mano, espero que no pierdas el número teléfono que te di.
Pasaron unos cuantos días y Lima tenía el número de Dafne pinchada en el corcho de su habitación, sentada en la mesa, no dejaba de mirarlo. ¿Qué hago? ¿La llamo? Estaba sopesando, la chica era inteligente, lo pasó bien en aquella mesa charlando con ella.
Tomó el móvil y la llamó y aquí empezó una relación más allá de simples amigas. Lima estaba con ella casi a todas horas, Dafne, se encontraba bien con ella, se iba entendiendo y así pasaron muchas semanas.
 En la habitación de Dafne ocurrió, Lima no sabía como actuar con ella en el sentido amoroso, lo estuvo meditando mucho para no herir a Dafne, ella se acercó a la cama donde Dafne reposaba, cada tarde y se tumbo a su lado.
-Puedo hacerte compañía?
-Claro Lima ya sabes que sí dijo un poca aturdida por la cercanía .Habían pasado muchas cosas juntas y ella también se temía que este momento tendría que llegar, incluso se lo imaginó. Pero su limitación siempre la dejaba preocupada, como podría responder, si Lima se acercaba a ella.
Y allí estaban las dos cada una con su pensamiento, intentando amar, pero pensando como.
Las manos de Lima se movieron hacia el vientre de Dafne, esta la miro y sonrío Lima animada por esa sonrisa se acerco  hacía su rostro acariciando su cara con sus dedos, los pasaba suavemente dibujando el contorno de Dafne, que notaba como su cuerpo se iba estremeciendo con la presencia de Lima.
Dafne un poco tímida y notando esos sentimientos que la hacía volar, se giró sobre su cuerpo y introdujo la mano por la camiseta de Lima llegando a sus senos, los acarició  y observo como Lima cerraba los ojos, continuo tocando aquellos pechos y poco a poco sus bocas se juntaron, Lima  saboreaba aquellos labios, que habidos de amor se ofrecían y a la vez daban lo mismo que los suyos.
Lima tomo el mando. Tumbo a Dafne suavemente y colocándose encima de ella empezó a desabotonar la blusa, y a cada movimiento de manos su sexo se rozaba con el de Dafne, que  notando ese roce  la respiración se le iba acelerando se incorporo de tronco para arriba y sujetando la camiseta de Lima, la subió para arriba, Lima subió las manos hacía arriba para facilitar la faena a Dafne que jadeaba. Sus manos se dirigieron hacía la espalda de Lima y con un sutil movimiento le quitó el broche de sujetador dejando ver los senos esplendorosos. Los tomo con su boca y jugo con ellos, Lima también hizo lo propio y desabrocho el sujetador de Dafne y cuando se encontró con tan bello panorama, dijo.
-Amor mío cuanto hace que deseaba esto. Y su boca buscaba la de Dafne sus lenguas se acariciaban sus manos iban y venían.
Lima se puso a besarla, desde la oreja bajando por cada poro de su piel su boca su lengua se deslizaba por aquella piel suave que se iba retorciendo con cada contacto de esa lengua húmeda y suave, ya bajaba por su ombligo. La miro  la vio llena de placer y continuo hacía su sexo, y allí con más suavidad si cabe hizo que Dafne sintiera ese amor que  sintió el día que la vio en aquel bar.
Dafne jadeaba, estaba apunto de explotar con el amor de Lima, esta sabiéndolo siguió con sus manos y subió hasta el rostro de Dafne que la besaba con ternura y con ese beso Dafne llegó al séptimo cielo. Lima se dejo caer al lado de ella y mirando para arriba suspiro.
Dafne hizo un esfuerzo y como pudo se colocó sobre ella, y mirándola y intentando recuperar el ritmo de su respiración y notando todavía debajo de ella ese placer. Le dijo, ahora me toca a mí, y comenzó el miso juego que Lima había realizado con ella. Dafne cariño… ShShSh la calló Dafne.
Y bajando su cuerpo sobre el de Lima, (no sin esfuerzo) se perdió en aquel mundo nuevo y desconocido, pero que conoció y amo en aquel momento, y cuando Lima se derramó de gozo Dafne subió y también besándola se dejo caer a su lado.
Y las dos pensaron .Lo fácil que había sido y las dudas  que habían tenido.
Estaban en el médico, Dafne tenía que saber, si volvería a caminar o no, estaban las dos allí mirándose.
-No te preocupes cariño veras como serán buenas noticias.
-Eso espero Lima, porque sino no se que voy hacer.
-Vivir igual amor, como hasta hora, como lo llevas haciendo todo este tiempo.
-No es lo mismo, lo soporte porque, estaba esperando una noticia, porque me queda esta esperanza. Quiero poder hacer una vida normal a tu lado, quiero seguir tu ritmo, quiero que tu no tengas que seguir el mío.
-¡Dafne por favor!
-Señorita Dafne  puede usted pasar, les cortó la conversación, la enfermera.
Lima ayudó empujando la silla de Dafne.
-¡Hola Dafne! Me temo que no tengo buenas noticias, para darte. Lo siento tus piernas no volverán a caminar, la médula esta dañada sin arreglo posible, le dijo bajando la cabeza.
Las lágrimas se apoderaron de todos los ojos allí presentes, incluso, las de médico.
Lima tomo el  hombro de Dafne, y esta agacho la cabeza.
Su mundo se había derrumbado allí mismo pillándolas a ambas debajo.
¡Un momento…Un momento. ¡¡¡¡¡¡ Es mi sueño que hago no puede ser. ¡¡¡¡Rebobinemos!!!.
La enfermera las hizo pasar.
-¡Hola Dafne! Tenemos magnificas noticias, tus piernas volverán a caminar, la lesión, sólo ha sido leve con un poco de rehabilitación estarás caminado de aquí poco.
Las risas se oyeron en esa habitación e incluso en la sala de espera la gente también sonrió ante el sonido contagioso que es la risa.
Lima tomo el hombro de Dafne que tomando su mano cogió la de Lima y atrayéndola para adelante  la hizo agacharse para besarla.
La vida se ilumino para ambas, un mudo nuevo se abría paso.
Y hoy las dos viven juntas, adoptaron a una niña y las tres intentan llenar de felicidad cada día de sus vidas.
Salte de la cama y abriendo el ordenador me puse a leer la historia diaria que leía en el blog La Teta Feliz.
Mañana volveré a soñar. 

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