No mires atrás 8 (final)
Tres semanas pasaron sin saber nada de ella. Cada
día que finalizaba y su ausencia se hacía más notable, aumentaba mi desilusión.
Por más que me repetía que no debía esperarla, que no debía mirar a la puerta
con la ilusión de que en cualquier momento apareciera, no podía evitarlo.
Ingrid por supuesto, estuvo muy pendiente de mí. Me
conocía bien y sabía que aunque por fuera pareciera estar como siempre, por
dentro estaba hecha añicos. Pero no porque esperara algo diferente de todo esto
con Diana, sino porque me fue imposible no involucrarme sentimentalmente y no
desear haberla conocido en otro tiempo, en otras circunstancias ... con más
juventud y menos equipaje en mi haber. Ese equipaje que me gritaba que aunque
la edad era sólo un número, había muchas cosas que Diana necesitaba vivir,
disfrutar y sufrir antes de involucrarse con alguien como yo. Cosas que ya yo
había vivido y definitivamente no quería volver a vivir.
O al menos eso era lo que me decía diariamente
antes de dormir para hacer más llevadero el vía crucis en el que se había
convertido mi día día sin su presencia.
Casi llegando la hora de almuerzo de uno de esos
días, entró a la tienda. Mi corazón se paralizó al verla. Su sonrisa llenó de
una calidez sin igual mi interior y su mirada esquiva, pero adorable, volvió a
hipnotizarme como el primer día.
- Hola _ Saludó con su voz de niña y su sonrisa de medio lado.
- Hola _ Le devolví la sonrisa.
- Estás a punto de terminar verdad? _ Miró alrededor percatándose de
que ya no quedaba casi nadie. Sólo un par de chicas terminándose un té
sentadas en una mesa.
- Quedan 10 minutos ... Quieres tomarte algo?
- No ... vine porque ... _ Abrió la boca dos veces antes de terminar
de hablar - Porque quería verte _ Dijo finalmente bajando la mirada.
El corazón me brincó al escucharla, no puedo
negarlo. Por más que quisiera cerrarme a tener emociones fuertes hacia ella,
era inevitable. Cuando subió la mirada para verme, las dos sonreímos. No quería
hacerme una historia irreal en mi mente, pero ese instante era mío, así que lo
disfrutaría sin miramientos.
- Yo también me alegro de verte _ Le dije.
En ese momento las chicas que todavía quedaban en
la tienda me indicaron que se iban, así que fui a cerrarles la cuenta y en
cuanto salieron, cambié el letrero a Cerrado y nos quedamos solas. Estaba
nerviosa, la verdad no sabía que esperar de esa visita. Mi parte irracional e
instintiva lo único que quería era tomarla entre mis brazos y volver a
sentirla, sentir su calor, su suavidad y su delicioso aroma ... pero mi lado
racional, me frenaba y me gritaba que esperara, que su visita no significaba
necesariamente que quisiera lo mismo, así que opté por acercarme hasta quedar
frente a ella. Nos quedamos en silencio viéndonos a los ojos ... y en mi caso,
tratando de descifrar lo que quería ... lo que esperaba.
- Puedo ... _ Se me fue la voz, así que tuve que aclarar mi garganta
antes de continuar - Puedo abrazarte? _ Pregunté dudosa.
- Por favor _ Respondió suavizando su mirada y asintiendo
ligeramente.
Sin esperar un segundo más, cerré la distancia que
nos separaba y la rodeé por completo con mis brazos. Ambas respiramos profundo
en ese momento y todo alrededor dejó de existir. Luego de no se cuánto tiempo,
me separé un poco quedando muy cerca de su rostro ... vi sus ojos hermosos
antes de que sus labios entreabiertos me hipnotizaran y allí no pude
resistirme. Tomé su rostro con mis manos y me acerqué hasta rozar mis labios
con los suyos ... los acaricié lento ... suave ... disfrutando de su calidez y
suavidad ...
Con la punta de mi lengua delineé su labio inferior
y pude saborear su brillo afrutado, me deleité una vez más con lo acolchado de
sus labios y de lo bien que encajaban con los míos. La acaricié así algunos
minutos ... tomándola entre mis labios, succionándola ligeramente, acariciando
las comisuras de su boca, hasta que la necesidad de sentirla más a fondo se
hizo irresistible y entré por completo en ella. Me recibió sin reparo,
correspondiendo totalmente a mi beso. Sus dedos se mezclaron con mi cabello
mientras yo la rodeaba con mis brazos pegándola más a mí si es que era posible.
Pequeños gemidos se ahogaron en nuestras bocas a medida que el beso se hacía
apremiante. Mis manos no podían estarse quietas y acariciaba toda su espalda
con las ganas inmensas de sentir su piel. Ella por su parte, acariciaba
mi cuero cabelludo y mi nuca y debo decir, que cuando mordía con sus dientes mi
labio inferior, un corrientazo sentía en mi centro. No estaba segura si era por
esa acción, o si era una reacción natural a cualquier caricia que viniera de
ella. No lo sabía, pero la verdad, tampoco me importaba. Sin aliento, nos
separamos. Pegué mi frente de la suya unos instantes para recuperar la cordura,
antes de mirarla. Aunque fuese una locura después de aquel beso, no quería que
viera en mis ojos el inmenso deseo que sentía por ella, así que respiré hondo
un par de veces antes de separarme y fijar mis ojos en los de ella.
Lo que vi, me voló cualquier resquicio de cordura
que había logrado conseguir ... sus pupilas dilatadas y su respiración
entrecortada fue todo lo que necesité para olvidarme de los peros, de lo
correcto o lo indebido. Sin palabra alguna ella entendió mi pregunta en mi
mirada y con sólo asentir ligeramente, la respondió. Sin dilaciones, cerré la
tienda y nos fuimos al mismo hotel al que habíamos ido la primera vez.
En esta ocasión no hubo dudas, ni peros, al entrar
a la habitación la ropa voló entre besos y caricias desesperadas. Al caer en la
cama y tenerla debajo de mí, la necesidad rayaba en lo insoportable, necesitaba
besarla, tomarla con mi boca, beber de su esencia e impregnarme de ella.
Sin perder ni un segundo más, besé su cuello
delicioso sintiendo como se le erizaba la piel con cada caricia de mis labios,
con cada roce de mi nariz y con cada lamida que le di. Besé su mentón, la base
de su oreja, su lóbulo y el pabellón de la misma ... escuché sus jadeos, su
respirar irregular, provocando una revolución en mis sentidos imposible de
ignorar.
Bajé hasta sus senos y los besé con ganas, con
hambre, con ese deseo irracional que me invadía, pero aun así, cuidando de que
cada caricia la llenara de placer y de disfrute. La sentí arquearse y apretar
con sus manos mi cabeza para que continuara, así que me dediqué a ellos unos
cuantos minutos más. Los froté con mi lengua, los presioné con mis labios, los
succioné con descaro ... hasta que la sentí tan excitada que temí llegara al
clímax sin haber llegado más al sur. La dejé respirar un poco al bajar hasta su
abdomen, propinándole besos cálidos por todo el centro del mismo hasta llegar
al final de su vientre, allí justo sobre su monte de venus, la besé como si
besara su boca, acariciándola con mi lengua y llevándola al punto de no retorno
cuando bajé hasta el inicio de sus labios mayores. La escuché jadear al pasar
mi lengua por allí y supe, que no habría nada que me detuviera en ese exquisito
viaje.
La besé y la tomé con mi boca por completo,
deleitándome no sólo con su olor a mujer, ese que encendió todos mis sentidos,
sino también con su tersa piel, con lo divino de sus labios, lo divino de su
clítoris hinchado y sensible, pero sobretodo, con lo demencialmente exquisito
de su esencia. Me dediqué a beber directamente de su abertura, disfrutando de
todo lo que salía de allí, disfrutando de los movimientos sin control de
su cadera, de sus gemidos fuertes y profundos que por más que intentaba
callarlos, salían sin control. Me dediqué a tratar de llevarla a la misma nube
en la que me encontraba yo al poder hacerle el amor.
Cuando la sentí llegar a la cima, subí para
cubrirla con mi cuerpo y sostenerla mientras los espasmos se calmaban. Besé su
frente, sus párpados, el puente de su nariz ... besé sus labios entreabiertos
antes de hundir mi rostro en su cuello y permanecer allí minutos irreales ...
minutos en los que me llené de ella, de todo lo que su cuerpo me acababa de
dar, minutos en los que me pude abandonar a ese sentimiento que llevaba por
dentro sin pensar en nada más. Sólo en ella y en mí.
Cuando todo se calmó, sentí como acariciaba mi
espalda, como las yemas de sus dedos recorrían mi piel avivando el fuego que me
consumía por dentro. Hacerle el amor había calmado sólo una parte de mi
necesidad, pero era innegable que mi cuerpo pedía más. Traté de quedarme muy
quieta y respirar profundo para calmar mi fuego interno, pero al sentir que
subía uno de sus muslos y lo pegaba a mi centro, me hizo jadear. Ella apretó
sus manos en mis caderas evitando que pudiera eludir su roce ... y es que la
verdad, lo último que quería era evitarlo.
Lentamente comencé a moverme sobre su pierna,
frotando mi centro contra su piel. Ella mantuvo el contacto ajustándose a mi
ritmo al tiempo que la explosión se hacía inminente. Me estaba abandonando al
placer cuando sentí que con su cadera, nos empujó a ambas hasta quedar sobre
mí. Me miró a los ojos mientras volvió a moverse sobre mi centro hasta que la
excitación me hizo cerrar los ojos y arquear mi cuello.
Sentí sus labios en mi mentón y luego bajar hasta
el inicio de mis senos, besando el valle de los mismos y seguir bajando por el
medio de ellos. El rastro de besos húmedos que estaba dejando me tenían sin
control, pero cuando caí en cuenta del camino que llevaba, abrí los ojos de
golpe y la detuve.
- Qué haces? _ Logré decir con un hilo de voz.
- Quiero hacer lo mismo que tú. _ Escuchar aquello hizo que un
gemido se escapara de mis labios ... tan sólo pensar en ello, casi me
hacía explotar.
- No tienes que hacerlo Diana _ Dije luego de reunir la mayor cordura
posible - Estoy bien.
- Quiero hacerlo ... quiero probar _ Vi la necesidad en sus ojos y
con ello no pude luchar - Quieres que lo haga? _ Preguntó con un poco de
duda.
- Dios!!! Sí _ Era inútil negarlo cuando todo mi cuerpo gritaba lo
contrario.
Ella asintió y luego metió sus manos por debajo de
mis muslos haciendo que los flexionara y dejara mi intimidad expuesta a ella.
Agarré las sábanas con fuerza para controlar la anticipación que sentía por lo
que sería ese primer contacto. La vi mirar mi intimidad, como su mirada
recorrió cada centímetro de mi centro ... la vi acercarse lentamente con las
miles de preguntas que sabía tenía en su cabeza en ese instante y que se
responderían en un par de segundos. Dudó por un instante ... pero cuando pensé
que se retiraría, cerró la distancia que había y tomó mi clítoris con sus
labios. Quedé sin aliento. Sentí la punta de su lengua tocar mi punto
sensible y explorarlo con terrible lentitud. Yo ya no podía pensar o razonar,
no importaba su inexperiencia, saber que sus primeras caricias eran para mí,
era todo lo que necesitaba para hacerme volar, así que me rendí al placer y me
liberé del control.
Cada segundo que pasó después de allí fue glorioso.
Sus caricias exploratorias se volvieron más dominantes y más hambrientas. Se
ajustaron perfectamente a mis anhelos y a mis exigencias. Su lengua recorrió
cada parte de mí, sintiendo y saboreando mi piel y mi esencia. Sus dedos
jugaron a descubrir los lugares y presiones necesarias para hacerme jadear sin
control. Sus caricias implacables, hicieron que en pocos minutos una explosión
se produjera en mi interior, dejándome en un estado de laxitud total, sin
posibilidad alguna de disimular el máximo placer que había alcanzado.
Su boca hambrienta quiso continuar la faena, pero
mi cuerpo aunque quería más, necesitaba de algunos minutos para recuperar el
aliento y la energía.
- Di ... _ La detuve - No puedo más ... _ Dije entre jadeos y los
espasmos pos orgasmo.
Ella se separó de mi centro luego de besarlo y se
acostó a mi lado abrazándome con su brazo. Cuando logré enfocar mi mirada en la
suya, la vi sonreír satisfecha. Le sonreí también, pues ella tenía razones de
sobra para sonreír al saber que había logrado su cometido. La atraje hacia mí
hasta que su cabeza quedó sobre mi hombro y la pude abrazar nuevamente. Nos
quedamos así un buen rato ... sin hablar ... sólo compartiendo caricias ...
entrelazando nuestros dedos, acompasando nuestra respiración.
- No pensé que harías algo así tan pronto.
- Yo tampoco _ Admitió - Tenía un miedo horrible de no saber cómo
hacerlo ... pero fue algo incontrolable ... necesitaba probar.
- Y te gustó? _ La pregunta era para que se enfrentara a ello, pues
mi cuerpo sabía muy bien lo impetuosa y hambrienta que había sido.
- Sí _ Respondió sin dudar - Y a ti?
- Tú que crees? _ Ella se sonrió al tiempo que escondía su rostro en
mi cuello - Lo hiciste muy bien ... lo disfruté muchísimo ... Así que ese
temor de no poder hacer lo necesario, déjalo atrás, porque lo haces ... y
muy bien.
- Gracias.
- Gracias a ti ... por vencer el miedo e intentarlo.
Se abrazó a mí con fuerza y luego respiró muy
hondo.
- Esto es una locura ... _ La escuché decir entre dientes, pero sabía
por su tono que no me hablaba a mí, sino a sí misma. Opté por
mantenerme en silencio y dejarla pensar - Cuando salimos de aquí hace tres
semanas, no sabía que sentir al respecto ... me sentí feliz porque pude
experimentar algo que venía deseando desde hacía mucho ... pero por otro
lado, no sabía qué hacer con eso. Me moría de ganas por ir a verte, pero
al mismo tiempo me preguntaba "Para qué?" ... "Con qué
fin?" ... es decir, ... aún no sé si soy lesbiana ... parece
ilógico después de lo que acabamos de hacer pero ... no me veo, no sé si
sería capaz de hacer algo así con alguien más ... no lo sé.
- Te entiendo _ Que ganas de gritarle que no tenía que hacerlo con
nadie más, que yo podría estar allí para ella siempre
- Lo haces? _ Preguntó luego de levantarse hasta lograr verme a los
ojos.
- Sí ... _ Asentí al tiempo que acariciaba su cabello que caía sobre
mí - Es aterrador no saber qué camino tomar después de aquí.
- Sí _ Luego de mirarme unos instantes volvió a acostarse sobre mí.
Nos quedamos en silencio unos minutos. No sabía que
decir. En ningún momento habíamos hablado sobre qué pasaría después de consumar
la experiencia, así que qué paso debíamos dar ahora?. Ella acababa de ser muy
clara, no se sentía lesbiana aún, simplemente sentía una conexión conmigo, pero
sería suficiente como para dejarlo fluir y ver que podía pasar entre nosotras?
Si había alguna posibilidad, éste era el momento de saberlo.
- Estarías dispuesta a salir conmigo?
- Qué? _ La sentí tensarse.
- Sin compromiso alguno Diana ... sólo ver hasta donde nos lleva
ésto.
Se quedó muda. Se envolvió en la sábana y se sentó
en la cama mirando a la nada.
- Diana _ Me senté a su lado y la tomé ligeramente del brazo.
- Salir? _ Repitió casi entre dientes.
- Como amigas ... compartir algo más que estas cuatro paredes y la
sola intimidad _ Volteó su rostro hasta mirarme.
- No sé cómo hacer eso? _ Dijo con evidente desconcierto.
- No has salido con amigas?
- Pero no con ninguna con la que haya intimado _ Dijo como si fuera
algo obvio
- Eso sólo lo sabemos tú y yo.
- Pero ... se darían cuenta!!! - Exclamó.
- Quiénes??
- Todo el mundo Melissa!!! _ Se veía horrorizada.
Volvió su mirada atribulada al frente por la idea.
Era definitivo ... no estaba lista para ese paso.
- Olvídalo Di ... no dije nada _ Hubo una pausa
antes de que volviera a hablar.
- Qué pasa con tu pareja? _ Me miró de nuevo.
- Terminamos.
- Qué??? Por qué??? _No sólo estaba
sorprendida, sino descolocada.
- Digamos que teníamos intereses diferentes _
Comenzó a negar con la cabeza en señal de no poder creer lo que escuchaba
- Lo hice porque para mí fue evidente que ella no era la persona correcta
... sí, me atraía mucho, pero no lo suficiente como para hacerme declinar
de tu propuesta y eso ya dice mucho, no te parece? _ Se mantuvo callada
mirando hacia la nada nuevamente. Tomé su barbilla con la punta de mis
dedos para que me mirara nuevamente - Fue una decisión personal Di, no
sientas que lo hice esperando algo de ti _ Hizo un par de intentos para
hablar antes de que lograra hacerlo.
- Tengo ... sentimientos encontrados sobre eso
... _ Lo pensó unos segundo antes de continuar - Me alegra saber que no
estás con nadie más, no te lo voy a negar, pero ... yo no sé si pueda ...
ocupar su lugar _ La angustia se reflejaba por completo en su mirada.
- No te estoy pidiendo que lo hagas Diana.
- Pero quieres que salga contigo ... me lo
acabas de decir.
- Sí, pero porque creí que debíamos hacer el
intento de dejar fluir lo que sea que nos une ... lo que sea que nos ha
traido hasta aquí y nos tiene fuera de nuestro elemento. Pero no porque
espere algo de ti.
Diana flexionó sus rodillas, apoyó sus brazos en
ellas y sostuvo su cabeza entre sus manos.
- No sé que responder Melissa _ Dijo en tono de disculpa
- Tranquila _ Le dije acariciando su espalda circularmente para
calmar su ansiedad - No tenemos por qué cambiar las cosas ... fue sólo una
idea loca.
Respiró hondo y comenzó a negar con su cabeza
nuevamente.
- Tranquila Di, no pasa nada _ Dije tratando de tranquilizarla.
- Esto ... no estaba en los planes _ Dijo luego de unos
instantes.
- No ... ciertamente no - Concordé
- Tengo algo que decirte Melissa ...
Su celular comenzó a sonar y ambas dimos un brinco.
Buscó rápidamente su celular para atender, pero cuando vio la pantalla, su
expresión cambió de inmediato a preocupación y se volvió para darme la espalda
y tratar de hablar lo más bajo posible. Allí lo entendí. Había alguien
más.
Decir que sentí un hueco en el estómago es poco.
Los latidos del corazón se paralizaron por un instante para luego continuar
pero a galope.
La habitación no era lo suficientemente grande como
para no escuchar lo que decía, así que tuve que hacer de tripas corazón para no
hacer evidente mi reacción.
- Hola ... estoy en la peluquería. Pasé y decidí ver si no había
mucha gente ... aún tengo 4 personas por delante ... NO!! ... no hace
falta igual ya estaba pensando en irme ... te aviso cuando llegue ... sí
... bye.
Terminó la llamada y se quedó de espaldas a mí unos
minutos, imagino que pensando cómo decir lo obvio. Yo me debatí entre
levantarme y ahorrarle ese momento o dejar de asumir cosas y esperar a que me
sacara de mi error.
Finalmente dejó el celular sobre su cartera, se
envolvió con la sábana y se volvió hasta quedar frente a mí.
- Lo siento ...
- Esta bien.
Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que
decidió hablar.
- Melissa yo ... _ Intentó hablar un par de
veces, pero no lograba articular palabra.
- Hay alguien? _ Era mejor no dilatar el mal
trago. Ella asintió.
- No fue algo planeado ... no me lo esperaba _
Dijo bajando la mirada hacia sus manos que mantenían un movimiento
constante y nervioso
- No tienes que explicarme _ Quise ahorrarle
palabras que igual no cambiarían el resultado - Hoy querías despedirte
cierto? _ Levantó la mirada de inmediato y a los pocos segundos de
mirarme, contestó.
- Sí … pero ahora no estoy segura de querer
hacerlo. No quiero perder ésto ... no quiero perderte ... pero tampoco sé
si pueda salir contigo como si fuéramos novias ... yo ... no estoy
preparada para eso ...
- Hey _ Tomé sus mejillas entre mis manos -
Tranquila ... no pasa nada.
- Cómo que no pasa nada? _ Dijo agarrando mis
manos y soltándo su rostro de ellas - Terminaste tu relación Melissa,
quieres salir conmigo y yo ... y yo estoy saliendo con alguien más. Te
parece que todo eso es nada????
- No ... pero no cambia las cosas ...
terminé mi relación porque así lo quise. No me lo pediste y yo no pensaba
en salir contigo cuando lo hice. Ni siquiera estaba segura de que ésto
sucedería Diana, así que si terminé o no con ella, no es algo que deba
afectarte _ Regresó nuevamente a su posición inicial - El chico te gusta?
_ Pregunté luego de tragarme el nudo que sentía en mi garganta al pensar
en ello.
- Qué??? _ Levantó su rostro de sus manos y me
miró con los ojos como plato.
- Te gusta? _ Insistí.
- Sí … claro _ Respondió con un poco de
balbuceo.
- Entonces no tienes nada que pensar o dudar
Diana ... tú lugar es con él ... yo no pinto nada en esta ecuación _ Le
dije tratando de transmitirle calma, una calma que no sentía, pero que
debía darle.
- No sé qué hacer _ Dijo cerrando los ojos unos
segundos mientras negaba con la cabeza - Ayer estaba tan decidida y hoy
... sólo pienso en que no quiero perderte ... pero no puedo ... no me veo
saliendo con una mujer ... al menos no fuera de estas cuatro paredes _ Me
quedé en silencio unos instantes.
Necesitaba controlar la creciente decepción que
sentía y que amenazaba con desbordarse en cualquier momento. Ya todo estaba
dicho, así que debía salir de allí. Debía acabar con todo aquello y cerrar esa
historia. Ya mi función había terminado. Mi papel en aquella mini historia
había terminado. Sólo quedaba bajar el telón.
- Diana ... no sé si sabes lo complicado que
esto puede llegar a ser si no lo dejamos hasta aquí _ Se llevó una mano
hasta la frente con evidente frustración - Tú no estás lista para algo así
... es mejor que hagamos lo que tenías pensado ... despedirnos y seguir
cada quien su camino.
- No quiero perderte Melissa _ Dijo una vez más
con tristeza y en voz muy baja.
- No me estás perdiendo Diana ... no estás
perdiendo nada porque en realidad no somos nada. Ésto _ Nos señales con la
mano- Es lo que es ... tu oportunidad de probar algo que necesitabas
probar. La oportunidad de descubrir cosas de ti que no estabas segura si
eran ciertas o no ... pero no más de eso. Ni siquiera significa tu
definición sexual, pues nunca dijiste que no te gustaran los hombres ...
cuando mucho, te abre el camino a la bisexualidad, pero hasta allí. No hay
un tú y yo ... nunca hablamos de tener algo más que encuentros furtivos en
la tienda o en estas cuatro paredes ... No tienes nada que perder de este
lado.
Estaba siendo dura con mis palabras, pero era lo
mejor. Yo no podría con aquello. Demasiados recuerdos amargos me revivía toda
esa situación. Hacía muchos años atrás había vivido algo parecido y el daño que
me había causado había sido casi mortal. Una historia que sólo Ingrid conoce y
de la que sólo diré que durante mucho tiempo creí que no tenía nada que
ofrecer, nada que dar ... un tiempo donde me sentí como nada. Ahora, aunque era
distinto, sabía que si me quedaba allí, más tarde o más temprano volvería a
esos días, así que no podía. No podía darle alas a Diana para que nos atrapara
en una situación que nos haría daño ... una situación en la que yo quedaría
muerta en vida como una vez lo estuve.
- No te compliques la vida Diana ... vive tu
noviazgo. Vive esa etapa de idilio sin terceros ... después de todo, con
él puedes vivir las cosas libremente sin ocultarte, sin pena, sin tener
que inventar historias para ocultar nuestros encuentros ... no pongas en
riesgo algo que te hace feliz cada día, por algo que sólo te sacia
efímeramente ... no lo hagas.
Su mirada se mantenía gacha. Incluso creí ver que
se le humedecían sus ojos, pero no dijo nada más. La abracé fuertemente antes
de volver a hablar.
- Debemos irnos _ Le dije en su oído. Besé su mejilla presionando
durante unos segundos antes de separarme y atreverme a mirarla a los ojos.
Su mirada triste me atravesó el corazón, pero me
mantuve firme. Me deleité con sus ojos unos instantes más y luego me levanté de
la cama y me fui al baño para darme una ducha ... necesitaba quitarme no sólo
el rastro de la pasión de minutos atrás, sino también, la pesadez y la tristeza
que me invadió en ese momento. Tristeza, porque aunque siempre supe que todo
aquello no duraría mucho más, jamás imaginé que terminaría de aquella forma.
Aunque si lo pienso bien, esa también era una forma de huir no?
La salida de allí fue en completo silencio. En mi
caso, porque ya no había nada más que agregar, nada más que ofrecer, sólo confiar
en que lo vivido conmigo le hubiese aclarado las dudas que tenía en un
principio, aunque ahora tuviese que enfrentarse al "Qué hacer con lo
vivido". Le quedaba un largo camino por recorrer. Muchas cosas que pensar,
asimilar y definir ... y yo no tenía cabida en todo eso, yo era lo último en lo
debía pensar.
- Bien ... creo que aquí nos despedimos _ Dije
cuando llegamos al punto donde nos tocaba agarrar cada una su camino.
- Sí _ Respondió sin subir su mirada.
- Yo ... espero que todo te salga bien _ Subió
su mirada - Y que todo esto te sirva para aclarar tu situación ... _ Hizo
el ademán de hablar, pero no lo hizo - Sea lo que sea que hagas, asegúrate
de que sea lo que tú quieres hacer y no solo lo que otros esperan de ti
si? ... nadie puede vivir tu vida. Sólo tú puedes hacerlo _ Le sonreí
ligeramente - Fue un placer conocerte.
Tomé su rostro con mis manos y la besé en su
mejilla derecha ... un beso suave pero intenso. Un beso de despedida con sabor
amargo para mí, pero una despedida necesaria y urgente. Debía salirme de allí.
Ya me había involucrado demasiado y si seguía, nada detendría mi destrucción
total.
- Melissa ... _ Impedí que hablara colocando mis dedos sobre sus
labios.
- Me encantaría volver a verte, me encantaría ayudarte en todo lo que
te viene ahora Diana ... pero eso me afectaría más de lo que debe y tú no
necesitas eso ahora ... necesitas vivir muchas cosas, experimentar muchas
otras para poder descubrir exactamente lo que quieres y en ese proceso sé
que no soy lo que necesitas ... soy ... demasiado intensa emocionalmente
como para complicarte más la vida y eso es, sin lugar a dudas, lo que
pasará si sigo viéndote en éstas condiciones ... así que ... lleguemos
hasta aquí ... ya diste el paso que necesitabas y ya yo aporté lo que
tenía para aportar ... el resto, te corresponde sólo a ti _ Intentó hablar
otra vez, pero se lo impedí nuevamente. Debía aferrarme a la poca fuerza
de voluntad que tenía en ese momento, porque sabía que era muy frágil y
con sólo unas pocas palabras podría derribarlas - Adiós Diana. Te
recordaré siempre.
Sin esperar nada más, me di media vuelta y seguí mi
camino. No sé cómo llegué a casa, no sé qué pasó en el trayecto, sólo sé que al
llegar, me desplomé en el mueble y rompí a llorar. Lloraba por mí, porque a
pesar de lo anunciado de esa separación, me era sumamente doloroso pensar en no
volver a abrazarla, en no poder disfrutar de sus besos nunca más, pensar ... en
que no volvería a sentirme tan viva como me sentí al hacer el amor con ella.
Vendría alguien más con el tiempo seguramente, pero lo vivido con Diana nunca
podría olvidarlo.
Sólo me quedaba aprender a vivir con su recuerdo,
aprender a vivir con ese adios que me carcomía, pero que sabía, era el único
camimo seguro para mi corazón.
***
Han pasado dos años desde aquella despedida. Pasé
días horribles, días en los que sólo quería dormir y no despertar nunca. No
despertar porque en mis sueños podía tenerla, podía abrazarla como tanto me
gustaba. Podía dormir y despertar con ella a mi lado. Escuchar su voz, su risa
... mirar sus hermosos ojos ....mis sueños se habían convertido en el
paraíso.
La esperé no lo voy a negar. Esperé que con el
pasar de los días un milagro sucediera y regresara a mí otra vez ... pero en el
fondo sabía, que aunque eso sucediera, lo que yo tenía para ofrecer no era lo
que ella necesitaba. Qué cómo lo sabía? Yo estaba para tener una relación
estable, tranquila, sin esa necesidad de conocer el mundo y sus recovecos ...
ya yo los conocía y no deseaba volver a ese punto. Diana ... más tarde o más
temprano necesitaría esa travesía y no deseaba ser su piedra de tranca. Si a la
final, se había definido como bisexual mucho menos, era una tendencia que
respetaba, pero no la compartía.
Llegaron los días en que respirar ya no era una
tarea ardua. Ingrid siempre estuvo allí, apoyándome, oyendo mis desvaríos,
permitiendo que desahogara mi dolor, mi depresión y finalmente, mi decisión de
continuar.
Me vio levantarme y caminar nuevamente. Me vio
continuar agarrándome de lo único realmente sólido ... yo misma. Me escuchó
sonreír genuinamente otra vez. Me vio decaer en aquella oportunidad en la que
el destino me puso a prueba y la volví a ver en la calle ... de pasada y sin
que ella me viera a mí, pero todo mi ser reaccionó y deseó ir tras ella y verla
de cerca una vez más ... sólo una vez más. Pero no lo hice ... seguí mi camino
deseando fervientemente que fuese feliz.
Hoy la sigo recordando. La pienso y es imposible no
sonreír ... muchas cosas quedaron inconclusas, pero lo que vivimos fue real,
fue maravilloso y sin importar como terminó, forma parte de mi historia y como
tal, siempre tendrá un espacio en mi corazón.
No me arrepiento de nada. Si me tocara vivirlo otra
vez, lo haría sin cambiar una coma, pues di lo mejor de mí, entregué todo lo
que las circunstancias me permitieron entregar y de eso no me puedo
arrepentir.
Espero sea feliz. Espero haya encontrado su camino.
Espero que hoy sea, quien en verdad quiera ser. Pero sobre todo espero, que
lograra entender que para mí, fue más que sólo unos momentos de placer. Que fue
mucho más que una aventura de momento. Que entendiera que en mi historia
personal, dejó su huella imborrable e indeleble.
Cada historia es diferente, la mía resultó corta
pero intensa y aunque creas que no hay un final feliz, nada más el hecho de
haberla conocido y de haberle brindado lo mejor de mí, me hace feliz.
No todos los finales son de cuentos, pero aun así,
todos ellos merecen ser contados.
Fin.
Si te vas - Carlos Rivera
Sabes... ya se que te vas
esa idea o locura hace tiempo que tienes en plan
Blanca bandera de paz
que a veces ingenua tu alma decide alzar
Que nadie te diga que no
ni siquiera este tonto que a veces le falta valor
Si te vas..... mira adelante,
solo adelante no mires atras
Si te vas..... no tengas miedo
sigue tu vuelo de libertad... de libertad
Milagros habrá que esperar
mas tu santos son tantos que sabes que no fallarán
Nunca pierdas la fe
por que aquello por lo que has luchado lo vas a tener
Que nadie te diga que no ... no
ni siquiera este tonto que a veces le falta valor
Si te vas..... mira adelante,
solo adelante no mires atras
Si te vas..... no tengas miedo
sigue tu vuelo de libertad... de libertad .. de libertad
esa idea o locura hace tiempo que tienes en plan
Blanca bandera de paz
que a veces ingenua tu alma decide alzar
Que nadie te diga que no
ni siquiera este tonto que a veces le falta valor
Si te vas..... mira adelante,
solo adelante no mires atras
Si te vas..... no tengas miedo
sigue tu vuelo de libertad... de libertad
Milagros habrá que esperar
mas tu santos son tantos que sabes que no fallarán
Nunca pierdas la fe
por que aquello por lo que has luchado lo vas a tener
Que nadie te diga que no ... no
ni siquiera este tonto que a veces le falta valor
Si te vas..... mira adelante,
solo adelante no mires atras
Si te vas..... no tengas miedo
sigue tu vuelo de libertad... de libertad .. de libertad
Nota del autor:
Desde hace
mucho tiempo quería aventurarme a escribir una historia diferente, una historia
opuesta a las que venía ofreciendo durante todos estos años. "Soy o no
soy; algo complicado" fue el punto de inicio para la aventura de crear
esta linda historia, la cual desarrollé primero a través de canciones, para
luego darle forma a través de las palabras. No sé si es mejor o peor que mis
relatos anteriores, pero les aseguro que cada palabra, cada escena fue creada
con total amor y entrega. Espero la hayan disfrutado.
Se les
quiere un montón.
Kam
Les dejo el link de la historia en canciones por si
desean escuchar lo que en su momento, me sirvió como base para escribir el
relato: Historia contada en
canciones (reproducir todas)
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medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
Woww me quede sin nada que decir
ResponderEliminarUn abrazó desde mi mundo privado
Gladys Urzúa
Me entristecio un monton yo keria que Diana estuviera y se decidiera por melissa pero no todas las historias son color de rosa y eso estan real de lo que ocurre en la vida diaria que me hizo recordar tanto a mi Diana de querer probar y toda esa inseguridad y a la vez de todo ese provar e involugrarme salir tan enoramorada y destruida como melissa es lo que me freno a no continuar tal vez fui una tonta en no arriesgarme pero no iba a soportar vivir solo del recuerdo , Me encanto tu histotia y ya vez que me senti muy involucrada tenes un gran Don gracias por compartirlo muchas gracias Besos RO DE ARGENTINA
ResponderEliminarme encanto <3
ResponderEliminarMe encantó muxo, danos más historia y tienes razón no todos finales son lindos. Pero la vida continúa! Saludos desde Veracruz. Yany
ResponderEliminarMe encanto, todas las noches al llegar de la unicersidad esperaba encontrar un nuevo capitulo aunque nunca comente hasta hoy, fue una historia muy real, muy bien relatada, es muy cierto eso de que llega un momento en qie estas para establecerte, ya se vivio lo qimue se queria vivir y aparece alguien con esa hambre atroz de explorar y no queda mas que dejar ir o tarde que temprano se iran dejandonos en los huesos.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tu historia, siguenos delitando con tu talento.
APG, México
Gracias por regalarnos esta historia. Debo confesar que me costo trabajo terminar de leer el capitulo, sabia que era el ultimo.
ResponderEliminarHola Kam, antes que nada felicidades por tu historia, muy bonita, aunque claro como la romántica irremediable que soy, me hubiera gustado un final diferente, pero tienes razón no todas las historias tienen un final de cuento, y no por eso dejan de ser bonitas, en esta historia creo era casi imposible que se quedaran juntas, y no tanto por la diferencia de edades, si no por todos los demás factores.
ResponderEliminarMe encanta tu forma de escribir, hay mucha realidad en ellas, no son las típicas historias de la rica y la pobre, las chicas más hermosas que puedan existir, etc., (aunque claro no dejan de ser también buenas historias) , así que muy bonitas todas tus anteriores historias, admiro esa gran imaginación que tienes y espero sigas escribiendo, encantada de poder seguir leyendo l que escribes
Un abrazo, desde Veracruz
San
Gracias a todas por seguir la historia, por disfrutarla y por supuesto, por dejarme saber que fue así. Tengo todas las intenciones de volver a escribir, lo que no puedo decir es cuando ... suelo tomarme mi tiempo para concebir la idea, conectarme con ella y luego poder desarrollarla, así que espero tengan paciencia. Lo que sí les puedo asegurar, es que en cuanto tenga un relato nuevo que compartir, me verán de vuelta por aquí.
ResponderEliminarSaludos y muchos cariños para todas desde Venezuela.
Ah lastima que no haya terminado juntas pero que se le va hacer! (Si en realidad todo felices comiendo perdices no habrían cuentos de hadas) Me encanto muchísimo esta historia, me gustaría seguir leyendo sus obras (si vuelve a enviar otro relato aquí o en su blog estaría muy contenta de comentar)
ResponderEliminarSaludos desde Colombia.
Qué gusto llegar de vacaciones y encontrarme esta historia tan interesante y tan bien escrita. Espero que te pases mucho más por aquí. Ha sido un placer leerte
ResponderEliminarFue inevitable derramar algunas lagrimas. He de admitir que como romántica sin causa esperaba que terminaran juntas... Gracias por esta historia tan real. Éxito ! Besos desde Puerto Rico
ResponderEliminarAndrea - Lola: Siempre tuve la duda de si debía hacer un final acorde a la vida real o si debía irme por la fantasía optimista de la mayoría de los relatos, pero por como planteé la historia desde un inicio, supe que ese era el final más creíble y coherente. En todo caso, cuidé cada detalle para que aún así, pudieran disfrutar de ella de principio a fin.
ResponderEliminarDespistada: Gracias por comentar y me alegro que haya sido de tu agrado. Por supuesto que seguiré compartiendo con ustedes mis escritos.
Saludos y Abrazos
hola Kam. solo me queda agradecerte la oportunidad de conocer está historia, podría decir que esta entre mis favoritas. eres una escritora con un talento único y especial, y siempre sera bienvenida leer algo nuevo de ti. los personajes de esta historia, Melissa y Diana, lograron de verdad llegar a mi. aveces sentía como si algunos de mis pensamientos estuvieran reflejado en esos personajes, y en realidad es verdad. soy demasiado intensa emocionalmente, como dice Melisa. gracias de verdad, no siempre logro sentirme identificada en una historia, asi que simplemente gracias.
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