Capítulo 6 (Final)
He estado
casi un mes en la casa de Claire.
Ha sido atenta y tierna conmigo. He recompuesto mi alma con ella y creo que le he contado cada
minuto de mi relación con Amie, cuándo la vi por primera vez, de qué hablé la
primera vez con ella, nuestro primer beso, nuestra primera escapada… y nuestra
última pelea. Claire me ha escuchado, me ha consolado, me ha arrastrado a salir
de casa con la pandilla del Laboratorio, pero no soporta que le diga que echo
de menos a Amie. No lo entiende. Por mi
parte, me es difícil olvidarme de ella, ya que la veo constantemente en las
revistas del corazón y en la publicidad de los autobuses. La vida parece que le
va bien, cada vez es más famosa y ahora, por lo que sé, está rodando una
película.
He
encontrado un apartamento y mi vida parece que , poco a poco, se va normalizando. Trabajo mucho y salgo
todos los fines de semana con la pandilla del Laboratorio, grupo que se ha
revelado tremendamente divertido. Amie no se ha vuelto a poner en contacto
conmigo. Su nueva película también ha sido un éxito y otra vez vuelve a salir
en múltiples entrevistas televisivas. Está guapísima. Cada vez que la veo se me
encoge el alma y me lloran los ojos. No puedo evitarlo. Diego me dice que es el
“efecto primer amor”, una especie de idealización de la primera persona que has
amado, con la que inconscientemente solo tendemos a recordar los buenos momentos vividos, creando una
ilusión que desdibuja peligrosamente la verdad.
Hoy
llega mi familia de visita. Ha pasado casi un año desde que los vi por última
vez. Mis padres deben acudir a un congreso médico en Nueva York y Diego ha
decidido hacer el viaje con ellos y quedarse una semana conmigo. Voy al
aeropuerto y cuando los veo no puedo parar de llorar. Mi madre me abraza y me
besa y yo vacío todo mi dolor en su pecho. Hemos pasado el día juntos y aunque
mañana mis padres deban volar de nuevo a N.Y. estoy tremendamente contenta de
haberlos visto y muy agradecida de que Diego se vaya a quedar unos días
conmigo. Nos despedimos de nuestros padres en la puerta de su hotel y Diego y
yo vamos a mi apartamento.
Paso todo el tiempo que puedo con Diego. ¡Cuánto le
he echado de menos! Pero la semana se pasa volando y mañana coge su vuelo de
regreso. Hoy mi hermano y yo hemos
salido a bailar con Claire, Fabien, Peter y Patricia. Diego, aprovecha para agradecer a
Claire todo lo que hizo por mí.
Diego: Claire,
quiero agradecerte todo lo que estás haciendo por mi hermana. Sin tu ayuda hubiera sido para ella muchísimo más difícil superar
ese trago.
Claire: Lo hago
encantada. Tu hermana es una mujer
estupenda que no merecía lo que le pasó.
Diego: Me
preocupa que no lo haya superado del todo
Claire: Y a
mí. Y no sé qué más hacer o decir para convencerla de que Amie, después de lo
que la hizo, no se la merece
Diego: Yo
pienso lo mismo que tú. Ha idealizado una relación que resultó ser
tremendamente destructiva para ella.
Claire: Lo sé.
Tu hermana tendría que aprender a vivir de realidades y no de quimeras. Tendría
que abrir los ojos y mirar alrededor. Tendría que saber apreciar a quien tiene cerca y olvidar a quien la alejó de su vida.
Diego: ¿Cuándo dices eso te refieres a ti? ¡A ti te
gusta! ¿Por qué no intentas algo con
ella?
Claire: ¿Qué?
¿Un polvo de desahogo? No quiero eso. Desde el momento en que la vi me enamoré
de su dulzura de su inteligencia, de sus ojos, de su porte delicado, de su
sentido del humor, de…
Diego: ¿Y por
qué no se lo has dicho nunca?
Claire: El sentimiento no es mutuo. Y no quiero ser solo el consuelo de nadie, no
quiero ser la segunda opción de nadie. No le digas nada, por favor
Diego: Pero
nunca lo sabrás si no se lo preguntas. ¡Qué complicadas sois las mujeres!
Me
dirijo hacia Diego y Claire que ya llevan un buen rato cuchicheando y los
arrastro a la pista de baile con el resto de nosotros. Bailamos y reimos y por
fin creo que me vuelvo a sentir viva, que poco a poco voy soltando lastre en mi
vida y puedo empezar a caminar ligera. Diego y todos sus sermones de estos días
han sido el bálsamo que necesitaba para terminar de curar mis heridas.
Es domingo. Esta noche Claire y yo salimos a cenar. Hay un restaurante muy exclusivo que
ella quería probar y yo hace semanas que
hice una reserva. Me pareció la mejor forma de agradecerle todo lo que hizo por
mí. Está tremendamente elegante y guapísima. No entiendo cómo una mujer como
ella no tiene pareja. Alguna vez que hemos ido juntas a algún bar de ambiente,
siempre ha tenido mucho éxito. Y cuando habla, muchísimo más. Ese irresistible acento francés
es un imán para las chicas. Pero nunca la he visto irse con ninguna. Ella dice
que le tiene echado el ojo a una, pero que se le resiste. Desde luego, tiene
que ser tonta, o ciega . Llegamos al
restaurante, pedimos vino yrevisamos la carta. Todo nos parece
riquísimo. La cena está buenísima, la compañía es inmejorable y quizás el vino
nuble mis sentidos, pero en un momento
de la conversación ella coloca
delicadamente su mano sobre la mía y me entran unas terribles ganas de
acariciársela. Retiro mi mano y me excuso. Voy al servicio a refrescarme y
quizás a reflexionar sobre lo que me ha pasado y cuando abro la puerta, la veo,
es Amie. Está de espaldas, pero la reconocería en cualquier sitio. Está
inclinada sobre el mostrador esnifando una raya de coca. Al levantar la cabeza,
ve mi imagen reflejada en el espejo y se vuelve.
Yo: Hola, Amie
Amie: Hola,
Sara, estás guapísima ¿Qué tal te va?
Yo: Bien, Como
siempre. ¿Y a ti? Sé que has renovado para otra temporada de la serie, que has
protagonizado una película… es estupendo que te vaya tan bien
Amie: Te echo
de menos
Yo: No sé qué
decirte, Amie. Por lo que acabo de observar cuando entré al baño, no sé si tú y
yo, si tu vida y la mía tienen ya algo que ver
Amie: Sara, te
necesito. Necesito tu cordura y tu cariño, necesito centrarme otra vez y nadie
mejor que tú puede ayudarme a hacerlo.
Yo: Pero esto ya no va solo de tus necesidades,
Amie. Adiós.
Cuando
abandono el cuarto de baño del restaurante casi no puedo respirar. No sé si me
entristece ver en lo que se ha convertido, si me enoja su egoísmo…Pero sé que
definitivamente ya ella está fuera de mi vida y de mis pensamientos. Me detengo
en la entrada de la sala y observo a Claire y una ola de ternura invade mis
entrañas. Cómo he podido estar tan ciega. Abono la cuenta y arrastro a Claire,
que no entiende nada, fuera del
restaurante. No le cuento que he visto a Amie y vamos a un local de ambiente.
Solo quiero bailar, solo quiero divertirme, solo quiero sentir. Tocan una
canción lenta y la estrecho contra mi cuerpo. Sé que quizás no estoy siendo
justa con ella, pero es tan guapa y yo estoy tan cansada de sufrir… Ella se
abandona entre mis brazos y yo vuelvo a notar de nuevo mi corazón latiendo acelerado y vuelvo a identificar
el deseo circulando por mis venas. Hacía
muchísimo tiempo que no me sentía
así.
Así que
le susurro al oído que está guapísima y le propongo ir a mi apartamento. Me
contesta “mais oui” y la arrastro de la mano fuera del local. Llegamos a mi
casa y nos dirigimos a mi dormitorio. Ella sonríe. Yo la deseo. Deslizo la
cremallera de su vestido y la beso en la boca. Entreabre sus labios para mí y
mi lengua encuentra el camino hacia su lengua. La sigo desnudando y mis manos encuentran el camino hacia sus
delicados pechos. Se los masajeo y dirijo mi boca a ellos. Se los lamo, se los
mordisqueo. Juego con sus pezones y acaricio con ternura cada rincón de su
piel. Y noto que gime. Estoy muy excitada. La despojo de su ropa interior y dejo
que me desnude y acaricie mi cuerpo. Ambas estamos desnudas, su piel cálida
contra mi piel. Desciendo la mano por su vientre y devuelvo mis labios contra
sus labios. Llego con mi mano a su entrepierna y froto su humedad, mojando mis dedos con su fluido. Introduzco primero
uno y noto como su cuerpo se curva de placer.
Cuando introduzco el segundo, sus manos se clavan en mi espalda y me
susurra “por fin”. Y yo, estúpida de
mí, no digo nada, solo pienso “he sido
tonta y ciega”.
Nos
amamos toda la noche. Ella susurra a mi
oído palabras en francés y yo, que no entiendo nada de lo que me dice, me
enciendo cada vez más con cada sonido gutural emitido por su garganta. Se
duerme con su cabeza apoyada en mi pecho mientras le acaricio el pelo. Pero
cuando me despierto, no está. Encuentro una nota en la almohada que dice: “Me ha dado pena despertarte. Pero hoy
trabajamos y yo debo de ir antes a mi casa a cambiarme de ropa. Gracias por una
noche deliciosa. Te veo en el Laboratorio”.
Mientras
me ducho tengo tiempo de pensar en lo sucedido la noche anterior ¿Por qué seré tan torpe con las señales? ¿Por
qué tardo tanto en identificarlas? ¿Es que nunca voy a aprender?
Cuando
llego al Laboratorio Claire ya está allí. Entro, me sonríe y me guiña un ojo.
Le sonrío también. A media mañana se acerca a mi mesa y me acaricia
furtivamente la mano. En ese momento entra un mensajero que trae un
paquete para mí.
Claire: ¿Esperabas
algún envío?
Yo: No, no
tengo ni idea de qué es o de quién es. No tiene remitente.
Claire: Pues
ábrelo y así sales de dudas. Te dejo sola.
Yo: ¡No!¿Por
qué?
Claire: Pues
porque a lo mejor es algo personal
Yo (le susurro al oído) : ¿Más personal que lo que hicimos anoche?
Claire: Espero
que no (me dice con una sonrisa). Ábrelo
Desembalo
el paquete y vemos el contenido. Es un libro “Death
Comes to Pemberley”. Y yo sé quién lo envía y qué significa y sé que Claire
sabe quién lo envía y qué significa.
Claire: ¿Es de ella verdad?
Yo: Sí
Claire: ¿Y qué quiere? Lleva algo escrito
Yo: Ya sé lo que quiere. La vi ayer en el
restaurante.
Claire: ¿Ayer? ¿Cuándo?
Yo: En los baños del restaurante donde cenamos
Claire: Entiendo. Por eso de repente estabas tan
rara.
Se retira hacia su mesa. Yo me quedo en
la mía y abro la portada del libro. Leo
la nota manuscrita que lleva en la primera página “Cuando veo este libro mi mente vuela a Andalucía y a ti. Vuelve a mi
vida. Déjame compensarte. Te necesito. Amie”
Cuando levanto la vista, Claire se ha ido.
Llego a casa con el libro en la mano. Pongo la televisión y allí está en una
nueva entrevista Amie, guapísima, pero
vacía. La miro y no siento nada y sé que por fin, todo se ha acabado. Entiendo lo que debí de haber entendido hace
muchísimo tiempo, que la quise, que supuso una etapa muy importante en mi vida,
pero que nuestro tiempo hace mucho que ha terminado. Cuando me acuesto esa
noche, huelo el perfume de Claire en mi cama. La añoro. La llamo por teléfono,
pero no me coge. Esta vez sí he sabido descifrar las señales. Esta vez sé lo
que quiero y entiendo las palabras de Claire, entiendo que la mujer a la que le
había echado el ojo era yo. Pero ya he dejado de resistirme. Ayer sucumbí a todos
sus encantos físicos, pero me doy cuenta que a sus encantos personales hacía
tiempo que estaba rendida. Ella sí ha sido amiga, compañera, amante. Retrocedo
con la memoria hasta el primer momento que la vi y entonces me doy cuenta de
que ella siempre ha sido extremadamente amable conmigo, extremadamente tierna,
extremadamente comprensiva y extremadamente generosa. Mi amor por ella se ha
ido cociendo a fuego lento en algún
lugar de mi subconsciente, pero ahora soy consciente de cuánto la quiero, de
cuánto la necesito. Me duermo con una sonrisa en los labios.
Cuando llego hoy al Laboratorio, Claire no está. Espero
impaciente su llegada. Tengo que decirle cuánto la quiero, tengo que decirle
que me perdone por haber sido tan torpe. Tengo que decirle que mi cuerpo supo
tarde lo que mi mente ya me venía gritando. Tengo que decirle que soy mala para
las señales y que me perdone. Tengo que decirle que cuando no la veo, mi
corazón se encoge en mi pecho y que cuando aparece, su luz ilumina todo mi
mundo. Tengo que decirle que soy estúpida por no haberme dado cuenta antes de lo
importante que ella es en mi vida. Pero hoy no ha venido a trabajar. La llamo
de nuevo y no me coge el teléfono. Interrogo a mis compañeros sobre su paradero
y Fabien me dice que ha pedido unos días libres y que cree que ha vuelto a
París. Me derrumbo. Cómo puedo ser tan torpe. Cómo puedo tener tan mala suerte.
Esa noche llamo a Diego y le cuento sin
dejar de llorar todo lo que me pasa. Aguanta mis lloriqueos y me dice:
Diego: Vale. ¿Y ahora qué vas a hacer?
Yo: Cómo que qué voy a hacer.
Diego: Sí. La
quieres y se ha alejado de ti pensando que solo la has utilizado. ¿Hace falta
que te diga yo lo que debieras estar haciendo en este momento?
Yo: No, creo que en cuanto te cuelgue, voy a
sacar un pasaje a Paris.
Diego: Ya ves, parece que tu sino es perseguir a
las mujeres que amas a lo ancho y largo de este mundo.
Yo: Te quiero. Ya te contaré
Diego: Más te vale. Yo también te quiero.
Hoy he llegado al Laboratorio y he pedido
una semana por asuntos personales. Llego directamente con una pequeña maleta y
un pasaje de avión en el bolsillo. Lo último que hago antes de dirigirme al
aeropuerto es escribir un email para Claire.No me coge el teléfono y cruzo los dedos esperando que lo lea, porque sino no sé qué voy a
hacer, no sé cómo la voy a localizar en París y no sé qué va a ser de mí si la
pierdo. Siento un vacío tremendo en mi pecho, una angustia infinita, mayor de la que he sentido nunca por nada ni
por nadie. Cómo he podido ser tan torpe.
Cómo la he podido dejar escapar.
“Amada Claire.
Estoy a unas horas de coger un avión y cruzar medio mundo tras de
tí. Sé que he sido torpe, muy torpe, pero sé por una vez en mi vida lo que
tengo que hacer. No te voy a soltar un discurso lacrimógeno sobre la
imposibilidad de vivir sin tu amor. Por primera vez en mucho tiempo estoy en
paz conmigo misma y desde esa certeza quiero decirte que sé que puedo vivir sin
ti. Pero no quiero.
Te añoro. Sé que piensas que el otro día te busqué como
reacción a mi encuentro con ella. Pero debes saber que ella hace tiempo que es un capítulo cerrado en mi vida. Te busqué como
reacción a las señales de mi cuerpo, de nuestros cuerpos, te busqué como respuesta a la llamada de mi corazón,
quien supo mucho antes que mi cuerpo lo que tú significas en mi vida.
Te quiero y espero que me dejes demostrártelo. Has sido
generosa y tierna conmigo, paciente. Pero ahora estás equivocada. Debes dejar que tu cabeza tome las riendas y
escuchar lo que tu corazón seguro ya sabe. En el fondo de tuser sabes que te
quiero y sabes que lo del otro día fue sincero.Sé que así lo sientes.
Llegaré mañana jueves a París. Estaré todos y cada uno de
los próximos días de esta semana a las
cinco de la tarde en el “ Café des 2 Moulins” de Montmartre,
esperando por ti, deseando cada minuto que allí pase verte aparecer,
porque si lo haces, sabré que tú también apuestas por lo nuestro, que tú
también te arriesgas por lo nuestro, que tú también crees en lo nuestro. Yo
creo profundamente.
Con amor
Sara”
Es jueves y acabo de llegar a París. Cojo
un taxi en el aeropuerto, descanso un poco en el hotel, me ducho y me preparo.
Son las cuatro y media y me dirijo al barrio de Montmartre. A las cinco estoy
sentada en una silla en la terraza del Cafédes deux Moulins. Pido una bebida y
espero. Solo espero. Alguien me toca el hombro por detrás. Es Claire. Me
levanto. Y cuando veo la sonrisa de sus labios siento ese desbaratamiento que
refieren las novelas románticas , esas mariposas en el estómago que proclaman
las películas. Y cuando me susurra “mon
amour” y me besa veo además fuegos artificiales. Muchos fuegos artificiales
explotando en mi alma.
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autor.
Me encanto la historia y es una verdad que el que no expresa lo que siente tal vez pierda lo quiere y se de cuenta que la perdida es irreversible se merecen estar juntas que finalll gracias por tu compartir tu historia besos
ResponderEliminarMuchísimas gracias a ti por haberla leído y dejarme un comentario.
EliminarSentí que había mas potencial en la trama, pero muy buen trabajo. Saludos desde Venezuela
ResponderEliminarLa trama podría tener más potencial, yo lamentablemente no. Mi imaginación es limitada. Puedo hacer relatos cortos, pero me considero incapaz de hacer historias largas, con demasiados giros argumentales. Lo siento. Gracias por haberla leído y por dejarme un comentario
EliminarNo estoy de acuerdo, con semejantes relatos no dudo ni por un minuto en tu talento para escribir. Espero que no se haya mal interpretado el comentario anterior, la historia estuvo excelente (como todas las demás) y siempre es un gusto leérte.
Eliminar¡Éxitos en tus proyectos futuros!
No, que va, no me ha molestado en absoluto, Oriosprada. Agradezco todas las opiniones. Es verdad que más de una vez en mis historias, alguien me escribe cosas como "¿continuará,verdad? o algo parecido. Y de verdad me gustaría tener la capacidad de decir "sí, voy a seguir con la historia", pero soy consciente de mis limitaciones. Soy de Ciencias de formación y las letras para mi solo son una afición. Nunca había escrito nada hasta que lo hice por primera vez en esta página. Y he descubierto que me gusta hacerlo, que disfruto con ello. Poco a poco. Y estoy agradecidísima por todos los comentarios. Así que de nuevo, gracias y besos.
EliminarY que aficionada resultaste ser jajaja No me queda más que felicitarte y brindarte mi apoyo como lectora. Un mundo de éxitos para ti en sea cual sea el área donde concentres todas tus energías; aunque espero que guardes siempre un pequeño espacio para la escritura.. es que se te da muy bien jaja. Gracias a ti, saludos!
EliminarHermosa como todo lo que escribes, siempre es un deleite leerte, como siempre espero nos alegres con una nueva historia.
ResponderEliminarAbrazos y un saludo desde Medellin-Colombia.
Besos... Luisa V.
No tengo palabras para agradecerte tu apoyo, Luisa. Siempre tienes tiempo de dejarme un comentario y por si eso fuera poco, siempre tienes palabras amables para mi. Lo mejor de publicar un relato es que la gente lo lea y lo segundo mejor es que la gente lo comente. Esa es la única forma en la que lo escrito compensa al escritor, en mi caso haciéndome querer seguir y querer mejorar. Mil gracias. Besos.
EliminarMujer para mi es un placer entrar a la pagina y encontrar una historia tuya, así que no me cuesta nada hacerte saber lo mucho que me agrado lo que leí, agradecimientos para ti son los que sobran no solí por compartirnos tus historias, sino también por leer nuestros comentarios y responderlos.
EliminarEspero que descanses mucho y te espero ansiosa ;)
Saludos y un caluroso abrazo, mas que una fan, espero una amiga en la distancia.
Luisa V.
Muy buena historia, la leí de corrido.
ResponderEliminarGracias Alex. Besos
Eliminarbonita la historia me encanto,espero q no tardes en volver a publicar otra.
ResponderEliminarnunca nos damos cuenta q aveces tenemos a nuestra alma gemela al lado,y q si nos damos cuenta tarde la podemos perder
saludos
M.S(galicia)
Gracias paisana. Tu casi siempre también andas por ahí dándome ánimos. Ahora, en verano, creo que me voy a tomar un pequeño descanso, pero la verdad es que le voy cogiendo el gusto a esto de escribir historias cortas- Besos
EliminarEn una bonita historia como esta si que podríamos aplicar estas palabras: Si lloras por haber perdido el sol las lágrimas no te dejaran ver las estrellas.
ResponderEliminarPD: añadiría que ya estoy impaciente por leer la próxima, pero sin el ánimo de presionar demasiado.
Un saludo afectuoso.
Gracias Ofelia. Es verdad lo que dices. A veces nos preocupamos tanto de lo que nos hace infelices que no nos damos cuenta de lo que realmente podría darnos la felicidad. Gracias por la reflexión. Besos
EliminarEs una historia bonita. Lo lei de corrido y pues me queda decir que de todas las historias que esceibiste este me llego. Por favor por favor no tardes en volver a subir otra historia si? te estare esperando al pie del cañon jejejeje mejor dicho pendiente al blog. Te mando un besote en el lugar que te encuentres. Hasta otra oportunidad.
ResponderEliminarCon cariño Celeste
Muchísimas gracias por tus palabras, Celeste. Ojalá tenga tiempo ( e ideas) pronto para volver a armar otro pequeño relato. Besos.
EliminarExcelente la manera en redactar. con historias así dejan la esperanza de algún día conseguir alguien que valore lo que entregamos por amor. Sigue así besos desde venezuela
ResponderEliminarBesos para ti también. Gracias por dejar un comentario
EliminarExcelente
ResponderEliminarMuchas gracias por leer la historia y dejar un comentario
Eliminarexcelente historia, a través de ella he podido sentir esa emoción de saber q continuaba en cada uno de los capítulos besos desde Venezuela
ResponderEliminarMuchas gracias por leer la historia hasta el final y por dejar un comentario, Zolanny. Besos
Eliminarexcelente historia
ResponderEliminarQue bonito escribes, me ha encantado tu historia.
ResponderEliminarBesos.
Noelia
Muchas gracias por tus palabras Noelia. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tus historias, espero volver a leer otra historia tuya pronto, tus historias son adictivas para mi besos desde rep dom. Att:arianny
ResponderEliminarGracias a ti Arianny. Un abrazo
Eliminarlinda historia,en relaciones de amor los argumentos son muy vastos y amplios y estoy segura que lo que se hace por pasion y no por obligacion,,siempre viene mejor,felicidades y exitos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Saludos
EliminarOye Despistada, creo que de despistada no tenes nada!!!!!jajajajaja..todo lo contrario, creo que estas muy bien centrada por la forma que escribis!!Me gusto y mucho!!!Despistada, nos vemos x ahi..
ResponderEliminarLays.
Pues si que soy muy despistada y de verdad. Besos Lays y gracias por leer la historia
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