Capítulo 8
Abrió la puerta con cuidado y vio su espalda a medio
cubrir por la sabana y su corazón se estremeció de placer, una punzada llegó a
su centro, cuando Bren la escucho volteó su hermoso rostro y sólo compartieron
esa mirada tan llena de promesas.
-Traje un poco de todo y espero que te guste, lo quieres
en la cama o salimos a la terraza?
-Hablas de ti o de la comida? con una sonrisa un tanto
lujuriosa.
-Prometiste comer primero, recuerdas?
-En la terraza entonces, nos haría bien cambiar de escenario
y se levantó así como si nada y pasó
frente a ella hasta el baño.
Tamara la observó, era tan condenadamente segura de su
belleza que dolía. Dejó la charola sobre la mesita de la terraza y se sirvió
agua de coco, no se había dado cuenta lo sedienta que estaba y cómo no estarlo
después de…
-Tome tu bata, no te molesta verdad?
-Pensé que te pondrías algo más cómodo.
-Estoy bien así, tomando el vaso que le ofrecía Tami, -mm
que rico, gracias, -Y que tenemos por aquí?
-Es una ensalada de vieiras con tomate, estas son
brochetas de camarón y pimientos, y unas tostadas con atún, de postre unos
dulces de coco y para tomar una jarra con agua de coco.
Oyeron que tocaban a la puerta y Tamara se apresuró a
abrir.
-El señor Miguel manda esta botella de vino espumoso,
dice que lo prueben y después le dicen que tal. Le entregó Tony con dos copas
altas.
-Dale las gracias Tony. Cerrando despacio la puerta.
-Y eso?
-Lo manda Miguel para nosotras lo pondré por acá.
-Los conoces de hace mucho?
-Algo así como veinte años son como los hermanos que no
tuve, y por lo tanto se meten conmigo en la primera oportunidad, cómo ahora que
bajé y los dejé cuchicheando, así que tendré que aguantarlos seguramente hasta
que me vaya de aquí.
-Lamento ser la causante de todo eso.
-No me molesta y menos que seas tú quien provoca sus
bromas contra mí, es más me encanta, se acercó y beso sus labios. –ahora
podemos alimentarnos por favor?
-Pareciera que estas cautiva, y famélica no estás
precisamente Tami, la abrazo tocando sus glúteos.
-Mujer me vas a matar y le dijo -ven siéntate aquí vamos
a limpiar esta bandeja.
Después de un rato de haber saboreado tan rico sazón de
la comida.
-Bren?
-Si?
-Te parece que vamos muy rápido? acariciando su mano. -No
quisiera asustarte y que salgas de mi vida.
-Tami, me siento igual, no quisiera estropear esto, de
verdad lo deseo con toda mi alma, quiero que funcione, quiero ser la mujer que
esperabas llegara a tu vida y si tu no me echas yo jamás me iré de tu lado, me
considero fiel y comprometida, dejemos que esto…se levantaba y la levantaba
para abrazarse a su cintura, -nos lleve como la corriente, el agua fluye rápido
a veces lento otras. Quiero decir que podemos permitirnos esto…
-Yo creo que ha sido amor a primera vista, dijo con una
sonrisa.
-No quería presionar poniéndole nombre, bajando la mirada
sonrojada, pero lo has dicho y es lo que también siento aquí, tocando su pecho y
muy profundamente. Se acerco hasta sentir su respiración -quiero que me abraces
siempre así y grites mi nombre cuando te haga el amor, despertar a tu lado,
Tami…lo quiero todo contigo, no quiero salir de tu vida.
Permanecieron abrazadas viendo hacia el horizonte el día
estaba precioso, no podía haber un mejor marco para esta declaración. El
silencio llenaba el lugar y la naturaleza les hablaba en confidencia, esta
relación que empezaba con fuerza frente a la inmensidad del mar, con el agua cómo
aliada les prometía oleadas de amor ilimitadas.
-Entonces también eres fotógrafa profesional?
-Bueno, sí.
-Sabes que eres un estuche de monerías?
-Si tú lo dices, entonces si lo soy.
-Yo tengo una galería de exposición, por si algún día te
interesa, está a tu disposición, le cerró un ojo.
-Gracias, no crees que habría conflicto de intereses?
Pero aún así lo pensaré. Puedo tomarte algunas con el mar de fondo?
-Si no te molesta que esté casi desnuda, adelante.
-Párate aquí recargada en la baranda, mirando un punto
fijo y trata de ser lo más natural posible, así estás perfecta y comenzaba a
disparar, -muy bien, puedes ir tomando diferentes posturas y con suavidad te
puedes mover, perfecto, me sorprendes, acaso eres modelo profesional?
-Sólo lo soy para ti, cerró un ojo con una sonrisa de
lado y Tami la capturó.
Camino hacia atrás buscando que quedara sobre el sol su
imagen, a contra luz. Buscó firmeza al ponerse de rodillas, para tener una
altura baja, Brenda giro el rostro al lado contrario y un mechón de cabello
cayó sobre su rostro creando un marco perfecto. Al final reconoció que era una
modelo nata y dio por concluida la sesión.
-Tenerme trabajando bajo el sol me ha acalorado bastante,
te gustaría tomar un baño. Le dijo Tami acercándose a su boca.
-Trabajas porque quieres, yo no tengo nada que ver.
Besando sus labios y mordiendo su labio inferior. Me encantaría tomar un
refrescante baño, siempre que sea contigo.
-Iré a preparar la bañera, vienes?
Una vez dentro abrió las llaves, agregó esencia y acerco
las sales y el vino lo dejó a un lado junto con las copas, para no tener que
levantarse después. Cuándo estuvo lista la llamó.
Brenda se recogió el cabello en alto y ayudó a Tami para
lucir igual, mientras lo cepillaba y recogía, la escuchó soltar un gemido.
-Estas bien corazón te lastimé con las horquillas?
-No, negó con la cabeza, sucede que mi cuero cabelludo es
muy sensible, quiero decir hasta con tocarme el cabello me puedo excitar, por
eso mi estilista es varón, bueno gay, y con eso anulo estas sensaciones que
cualquier persona me puede provocar.
-Algo así como tu talón de Aquiles?
-Mmm si, algo así.
-Eres fascinante, y bajo su rostro para besar el
nacimiento del cabello en la nuca y enterró la nariz, alcanzó a ver como se
erizaba su piel y los cabellos más pequeños se paraban, sacó la lengua y chupo,
-ahhh, vamos a entrar a la bañera cariño, susurró Tami.
Se metió con cuidado primero ella y luego le dio la mano
a Brenda para que la siguiera, luego se sentaron y quedaron de frente. Tamí
sirvió el vino y le pasó una copa a Bren.
-Brindo por el mar que nos ha unido, porque en su
inmensidad nos ha permitido encontrarnos, eres la fuerza que necesitaba mi alma.
-Yo brindo por ti, porque me has dejado entrar en tu
mundo y te ofrezco lo que soy para hacer de esta relación lo más real que ha
tenido mi existencia.
Los ojos de Tami se rasaron y una lágrima amenazó con
salir de felicidad, le regaló una sonrisa y tomó su mano para besar su dorso y
luego la palma.
Brenda se impulso hacía el frente para sellar con sus
labios la promesa.
-No te vayas quédate, es tarde y puede ser peligroso
manejar a esta hora, además tu hermana sabe dónde estas no tiene porqué preocuparse,
acomodaba su cabello detrás de su oreja.
-Estás segura? no quisiera hostigarte y abusar de la
hospitalidad de Miguel y Lulú, bueno hace rato que debí haber bajado a saludar
que pena con ellos.
-Ellos nos entienden saben lo que sucede, así que estate
tranquila.
Estaban entrelazadas desnudas en la cama y a través del
ventanal se podía ver la luna iluminando el mar.
-No quiero romper este momento, pero hemos sido claras
desde el principio y quisiera que siguiera así, decía Brenda.
-Me quieres decir algo?
-Vine a visitar a Mara por su cumpleaños, hacia un par de
meses que no la veía, y el viernes tengo que estar a primera hora en la oficina
para continuar con unos proyecto de fin de año, se sentó para verla mientras
hablaba –por fortuna tengo ya reservado el espacio para dos exposiciones, pero
falta cerrar el año con una última y estoy en medio de eso todavía.
-Pero no seas tontita, ve y haz lo que tengas que hacer
es tu trabajo, yo también tengo que escribir y terminar el libro.
-Es que siento que estoy dejando esto entre tú y yo a
medias.
-Claro que no, al menos promete que volverás en cuanto te
sea posible, piensa en mí y que te estaré esperando. Además no voy a estar aquí
indefinidamente, ahora que no estemos juntas me pondré a trabajar para terminar
y poder estar contigo en la ciudad, te parece?
-De acuerdo mi amor, besando sus labios.
-Amor?
-Sí, mi amor.
-Me gusta.
-Vamos a dormir un poco entonces, acurrucándose cerca de
su pecho.
-De acuerdo corazón, atrayéndola a su pecho.
Estaba oscuro no tenía la menor idea de que hora era,
habían pasado la tarde haciendo el amor, intercalando la comida, platica y
baño, pero ahora viéndola dormir con la tenue luz de la luna es que se daba
cuenta de lo real que todo esto significaba.
Se auto reprendía deteniendo su mano en el aire, quería
verla dormir admirando sus facciones tan ligeramente iluminadas pero a su vez
sentía una necesidad de recorrer con sus dedos su figura, estaba segura que se
despertaría en cualquier momento, pero no podía negar el estado hipnótico al
que había sido rebajada, seguía teniendo sed de ella y aún no se sentía saciada,
sólo pensar que estarían separadas por cuestión de trabajo, ya podía verse en
estado de frenesí.
Con el movimiento de un gato olisqueo su cabello, bajo
hacía el cuello, continuo por los hombros y espalda hasta llegar al inicio de
sus glúteos, su respiración comenzaba a acelerarse descontroladamente se acercó
a esa delicada línea y sin pensarlo sacó la lengua y con cuidado acarició ese
camino, con la boca hecha agua navego más profundamente, cerró los ojos
sintiendo su propia humedad creciendo gritando por atención, no lo resistió su
piel era como terciopelo, una de sus mano ya intentaba abrirse paso, en tanto
que con la otra se auto exploró estaba ardiendo, de pronto oyó un suspiro
apagado por la almohada y se retiró sorprendida como delincuente descubierta
infraganti.
-Cariño…con voz soñolienta…no te retires…continúa…
Tami sintió que el corazón se le detenía y con el permiso
de su amada, se apresuró a volver abajo y con seguridad en sus manos la instó a
doblar las rodillas y quedar expuesta frente a ella sin perder tiempo su lengua
la volvió a recorrer deteniéndose en el orificio que suele quedar en segundo
lugar y lo masajeó lo que provocó que Bren se retorciera de placer, mientras le
acariciaban la espalda con grandes círculos, luego de unos minutos chupando, Tami
se colocó debajo de su sexo para quedar en mejor posición para acariciar su
vulva, besó el clítoris y escuchó como Bren decía palabras incoherentes entre
gemidos, abrió la boca y dejó que su lengua caliente se mezclara con aquella
humedad y recorriera su sexo, sintió que Bren de placer levantaba su cadera por
segundos privándola de su manjar por lo que con sus manos la aprisionó sus
glúteos manteniéndola inmóvil y se ayudo para iniciar esa danza milenaria,
introdujo la lengua con seguridad y la escucho –ahhh…así…si, los movimientos se
fueron acelerando y Bren sólo se aferraba a las sabanas y almohadas había
perdido la capacidad de actuar sólo sentía y gemía, estaba a punto de llegar su
cuerpo le advertía con la rigidez en sus piernas y espalda hasta que no pudo
contenerlo más y llegó con tal fuerza que sintió como se derramaba en su boca
chillando su nombre. Tami permaneció apenas con la lengua tocando su botón y bebiendo
el néctar de su amada. Bren levanto la pierna para liberar a Tami, tomar un
respiro y dejarla respirar, juntó su cuerpo al de ella y se acercó para
besarla. -Casi me provocas un infarto corazón…
Bajó de la cama y quedó de rodillas en el piso, la jaló
de los muslos a que quedara justo en su boca, acomodó sus piernas en sus
hombros con sus manos acaricio su vientre y beso su vulva sintiendo la humedad
que manaba de su amada, se apresuró a separar los pliegues con su lengua como
buscando, la besó como si de su boca se tratara pasando la lengua y
aprisionando sus labios, succionando, lamiendo o chupando según su propia
necesidad le pedía, -mm Bren así querida…, Tami se detenía de la orilla del
colchón para no levantarse y urgirla -…ohhg…ahora Bren hazlo ya…
Entendiendo a que se refería, sin dejar de estimular su
clítoris introdujo un dedo, mismo que fue recibido con un movimiento de cadera
en aprobación, lo saco y agrego otro más para volver a entrar, Bren se ocupa de
seguir chupando, mientras Tami ahora con sus manos presionada su cabeza al
mismo ritmo, su cadera estaba tomando voluntad propia, -Bren…así…estoy a
punto…Breen…no te dentengas…aaah!!! y las paredes de su vagina aprisionaban los
dedos que le causaban este placer, los espasmos la hicieron temblar, soltó la
cabeza de Bren no quería ahogarla y apretó las sabanas. Como pudo la invito a
subir, sentándola en su pubis para compartir el único ritmo del corazón que
palpitaba en ese pedazo del paraíso, la abrazo y así echas nudo se acomodaron
de nuevo para dormir.
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cada vez mejor... que candente estuvo este capitulo
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