Qué estoy sintiendo? - M.G.M - 19

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Ricardo miraba atónito y dudoso, mientras tomaba un poco de agua para aclararse la garganta y poder decir algo.

-¿Peleo por ti?- articulo finalmente muy sorprendido.

-No lo sé, supongo que sí, pero después de lo que se dijeron sospecho que tal vez aún le guste - conteste mientras este seguía con los ojos muy abiertos, y casi puedo asegurar que estaba imaginando la escena.

-¿Se veía sexy?- pregunto como era de esperarse, lo único que le interesaba.

-No  me fije en eso, ella siempre lo es- dije algo melosa- pero esa chica Judith- tome un poco de agua- ella dijo que quería conocer a su puta, y eso si me llego, ¿crees que lo soy?

-No- se quedó pensando un rato- pero estas saliendo con tu alumna, y eso no es muy ético de tu parte, pero la amas de verdad, además ella es mayor de edad así que no abusas de una niña, en conclusión no podían acusarte de abuso sexual a una menor.

-No podrían porque no hemos tenido nada.

Ricardo se quedó paralizado, viéndome con los ojos aún más abiertos que cuando le dije lo de la pelea.

-¡¡Que!!- exclamo al tiempo en que se levantaba de prisa de su asiento, mientras yo le veía un poco apenada- ¿Cómo?, ¿Por qué?

-No se nos ha presentado la oportunidad- dije muy avergonzada por tratar este tema con él.

-Entonces ustedes nunca han nada de nada.

-No.

-Todo bien, ella es  aun ya sabes- dudaba mucho sobre cómo decirlo.

-No, no lo creo, después de lo que le reclamo Judith es obvio que no, y tengo miedo de que  Abril sienta algo por Judith aun.

-No has hablado con ella.

-No, decidí que lo mejor era darle su espacio para que piense las cosas.

-Pero si esa chica decide regresar con Judith, ¿Qué harás?

-No lo sé- conteste a Ricardo, no me había atrevido a plantearme esa posibilidad.

-Deberías de tener sexo con ella, seguro con eso la convences de que se quede contigo.

-No puedo hacer eso, no es que no desee estar con ella, pero será cuando estemos listas y no para atraparla o algo parecido.

-Ok, lo entiendo, yo y tú hermana tampoco hemos ya sabes.

-¿Qué?- la revelación de Ricardo de que él y Sam no han hecho nada de nada, me sorprendió, me parecía increíble conociéndolos a los dos.

-Sí, no ha habido nada. Estamos tomando las cosas con calma. Aunque no lo creas.

-Debes de aceptar que es algo difícil de creer tratándose de ustedes.

-Sí, lo acepto. Pero continuando con lo de tú chica, sabes que es lo que la otra dijo exactamente antes de que llegaras.

-No, no tengo idea, pero debió de ser algo que molesto mucho a Abril, te juro que pensé que la dejaría semi muerta, no la saltaba.

-Que sexy- dijo mientras imaginaba la escena- me tengo que ir, quede de salir con tu hermana.

-Cuídate, no dejes que te lastime.

-No se supone que deberías de preocuparte por ella y no por mí.

-Ella es más peligrosa que tú.

Después de que Ricardo se marchó tuve el tiempo para preparar mis deberes.

Al terminar decidí llamar a Abril a su móvil.

-Bueno- contestó una voz diferente a la de Abril.

-Hola, ¿se encuentra Abril?

-En un segundo por favor- la voz misteriosa llamó a Abril y después de unos segundos ella contestó.

-Hola Dani.

-Hola Abril, estas bien.

-Sí, después del incidente en la mañana me encontré con una sorpresa en casa que me ha ayudado.

-¡Qué bien!, ¿de qué se trata?

-Mariana vino de visita

-Mariana, ¿Qué Mariana, tu ex?

-No, no es de esa forma, es mi amiga, mejor amiga a decir verdad.

Mariana, fue con ella con quien engaño a Judith y ahora está en su casa, eso no me gusta de ninguna forma.

-Sobre lo que pasó, que has pensado,  engañaste a Judith con Mariana, y lo que te dijo- no supe que más decir, de hecho me arrepentía de lo había dicho pera demasiado tarde para retirarlo.

-Dani, yo… no  sé qué es lo que estoy sintiendo en este momento, hay tantas cosas en mi mente, y no sé.

-Y en tu corazón, ¿qué es lo que hay en tu corazón?

Abril se quedó en silencio por un tiempo, sentía que algo oprimía mi pecho, eso era miedo, yo sentía miedo, miedo a perderla, a que Judith aun ocupara su corazón, o quizás Mariana, tenía pavor a perderla, a que ella resultara seguir enamorada de Mariana y que yo no fuese más que un momento de confusión en su vida, una aventura y ya.

-Abril, entiendo que debes de estar confundida, solo quiero que sepas que te amo, y lo que yo quiero es que tú seas feliz con quien tu decidas estar, si eres feliz yo lo seré contigo.

Las mentiras salieron de mi boca sin poderlas contener, en el fondo yo sabía que no era real, que lo que realmente quise decir es que quisiera que estuviera a mi lado, que yo la amo y que se quedara conmigo, solo que el instinto de idiotez me hiso decirle eso, lo que se supone que uno debe de decir por moral.

-Dani, gracias.

-Te  dejo pensando- le dije antes de colgar el teléfono.

Me senté en el sofá y suspire profundo, lleve mis  manos a la cara  y cerré los ojos deseando que al abrirlos todo resultara un sueño, que Judith no hubiese dicho nada, que Mariana no estuviera en casa de Abril y que yo no estuviera en riesgo de perderla.

-¿Qué hago si me deja?- le pregunte a Tulio que se encontraba en su lugar en la pecera.

-No creo que pueda estar sin ella, pero que  es lo que ella quiere, no puedo tenerla a fuerza, y si aún ama a Mariana y se da cuenta de eso ahora que está en su casa, o decide regresar con Judith ahora que ella está dispuesta a salir. Que complicadas son las mujeres, suerte que no tienes que lidiar con ellas- le dije a Tulio que no dejaba de verme.

El timbre sonó y en la puerta me encontré a Sam.

-Dani, Ricardo me conto lo que paso, ¿Cómo estás?

-Pues, con miedo, tengo miedo de perderla, de que resulte que en realidad está enamorada de Judith o de Mariana.

-¿Mariana?

-Sí, su ex, creo que engaño a Judith con esa chica cuando salían.

-Wow- dijo Sam, sentándose a un lado de mi en el sillón- esa chica resulta tener demasiado en que pensar, pero tu ¿confías en ella?

Confiar en Abril, es algo que no me había plateado, confiar en que lo que siente es lo mismo que yo siento, si engaño a Judith, ¿Quién me asegura de que no me engañe a mí?

Pero a pesar de todo, la respuesta era- Sí, confió en ella, confió en que la decisión que tome la tomara con el corazón, de que  será  lo que ella desea, y sabe que la amo, y ella… me ama.

 En el fondo el miedo seguía, pero no podía dudar de ella, lo que vivimos fue hermoso, y si ella no siente lo que yo siente me queda el recuerdo de lo que pasamos juntas.

Espero que el recuerdo no sea con lo único que me quede.

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