Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Pedacitos de mi vida - Yosuen - 12

Aquel momento estaba lleno de tensión, al menos para mí, la chica que estaba que estaba frente a mi mostraba un rostro realmente sorprendido, al parecer mis palabras fueron muy directas, pero ya no podía dar paso atrás mis sentimientos estaban expuestos ante ella. Yo estaba en la espera de una respuesta, fueron los minutos, si no es que segundo más largos.

- ¡aaa, yo, guau! fueron las primeras palabras que pronuncio, aún estaba impresionada – me tomaste por sorpresa – su rostro demostró media sonrisa y mi corazón empezaba a sentir cierta presión – Yo de verdad lo siento, esto es muy raro – ella daba pausas en cada palabra y yo me sentía poco a poco invadida por un aire asfixiante- Lo siento, yo no puedo corresponderte, yo tengo otros intereses, de verdad lo siento – Ella se me quedó viendo para esperar mi respuesta, yo solo sentía la presión en mi corazón, dentro de mí - -decía tonta,¿ que esperabas?- - pero respire profundamente y di un gran suspiro para después sonreírle lo más creíble que pudiera.
- No te preocupes, al contrario disculpa por perturbarte pero tenía que decirlo- le sonreí pero sé que soy mala escondiendo mis sentimientos,  mis manos estaban temblándome y ella coloco las suyas sobre las mías – aún estoy nerviosa jajaja
- Yae – pronuncio con cara de preocupación
- Estoy bien – y di un vistazo a mi reloj, aunque  no puse atención a la hora – ¡Ohh! Ya es muy tarde, tengo que irme – le dije sonriendo, me levante de donde estaba, le di un beso en la mejilla y me despedí de ella, quería estar lejos de ese lugar lo más rápido posible -me van a regañar, se supone que estoy castigada y ya es muy muy tarde, nos vemos- No le di tiempo a que contestara y me fui caminando despacio, queriendo correr, queriendo gritar. Una lágrima resbalaba por mis mejillas, mientras mis manos aprisionaban mis costillas deseando que eso fuera suficiente para no estallar.
Al llegar a casa me fui directo a mi cuarto, alegando que estaba cansada cerré la puerta con seguro y me senté en la cama, en ese momento mi mente estaba en blanco, mis manos aun temblaban y mi corazón estaba pesado. Mi respiración era rápida y apreté los dientes lo más fuerte que pude, mientras mis manos apretaban mis rodillas y sin poder sostenerlas más mis lágrimas inundaban mi rostro, para que no se escucharan mis lamentos deje caer mi cuerpo sobre la cama y hundí mi cara a en un almohada.
No sé cuánto tiempo llore, ni a qué hora me quede dormida, pero al despertar me encontraba abatida, sentía una pesadez en mi cuerpo y por si fuera poco sentía un dolor de cabeza intenso, cerré mis ojos un instante para después sobresaltarme por que sentí un pañuelo frío y húmedo en mi frente, mi madre estaba parada alado de mi cama mirándome fijamente.
-¿Cómo puedes enfermarte tanto?, creo que necesitas una limpia-le mostré una media sonrisa y una lagrima resbalo de mis ojos.
- Sí, creo que necesito una buena limpia – tomo ni mano apretándola suavemente
- descansa- y salió del cuarto.
Estuve en cama dos días más, a quien le da gripa después de una desilusión amorosa, estaba claro que el destino me estaba jugando mala pasada. Erick me visito a la semana siguiente de vernos, disculpándose por no poder haber venido antes y dándome varios abrazos por el rechazo de Keely, su relación con aquella chica pelirroja había terminado definitivamente ya que  descubrió que realmente solo estaba jugando con él y que la visión de ella estaba en lo cierto, simplemente era una mala chica.
- Por cierto, cuéntame que viste sobre mi hermana, dime que secretos guarda- estaba emocionado
- Lo siento no puedo decírtelo– riéndome de su expresión
- Vamos no seas mala-fingiendo enojo
-En verdad no puedo- me lo quede viendo como seguía fingiendo molestia- No puedo porque no vi nada – mi expresión era seria
- ¿Cómo?- ahora estaba indignado- Pero, tus pupilas se dilataron y el rato inmóvil, ¿Cómo es que nada?
- Tampoco lo entiendo, pero no vi nada, bueno solo un espacio en blanco
- increíble- nos quedamos un rato en silencio- ¿Crees que tenga algún significado?
- No lo sé- y en verdad no tenía ni la mínima idea de lo que pasó aquel día.
Después de un mes, me encontré a Keely por casualidad, ese sentimiento de tristeza invadió mi ser una vez más pero supe controlarlo, nos saludábamos como si nada, y al tomarle la mano de nuevo ese espacio en blanco estaba allí en mi mente, dejándome consternada. Di unpequeño suspiro al estar fuera de su alcance y continúe mi camino, de alguna forma tenía que superar este sentimiento por ella, tenía que olvidar que la amaba, sabía que no iba ser unatarea fácil pero tenía que lograrlo, así que decidí ocupar todo mi tiempo en cosas de provecho.
Me inscribí a la universidad nuevamente pero ahora estaría trabajando y estudiando medio tiempo, era algo agotador que mi mente fue despejándose de aquella persona, poco a poco fui logrando no pensarla tanto, aunque verla algunos días no ayudaba mucho ya que siempre me impresionaba la belleza que portaba. Me entere por Erick que estaba trabajando como maestra en la universidad y que estaba haciendo su maestría, él trabajaba en un restaurant, así que casi no frecuentábamos pero cuando lo hacíamos éramos inseparables, nos poníamos al corriente de lo que nos pasaba y el no tocaba el temas de su hermana ya que él sabía todo sobre mí y yo sobre él, así que respetaba mi decisión de no insistir, tal vez porque conocía bien a su hermana.
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Los latidos de Yae eran casi nulos, la respiración se había calmado pero no por un indicio de que estuviera mejor, sino porque estaba cruzando aquella línea que nos separa de la vida y la muerte. Keely no podía contener el llanto y noto que aquella persona estaba por perder la luz.
- Lo siento- tomo su rostro con una de sus manos y acerco lentamente sus labios para darle un beso lleno de tristeza, mientras sus lágrimas enjuagaban los hilos de sangre que salían de los labios de una chica casi sin vida. Una  luz intensa ilumino aquella pareja unidas en un beso, quienes se encontraban sobre el asfalto negro y bajo la luz de la luna llena, aquellas personas que descendieron de aquel auto fueron testigos de aquel beso sin esperanza, sin futuro.
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Dos años después de mi declaración conseguí ahorrar un poco de dinero suficiente para ser socia de Erick, quien abrió un pequeño restaurant, en el cual comencé a trabajar con él, llevaba la contabilidad y administración de este, a pesar de que aún no terminaba mi carrera nos iba bastante bien, eso gracias a que él tenía un exquisito sazón y un carisma que me contagiaba. En mi mente ya no rondaba la idea de tener algo con aquella chica, aunque ciertamente  no había otra chica que me llamara la atención trate de conseguir una pareja ya sea que fuera un chico o una chica linda, pero los intentos eran en vanos, porque o no me agradaba el “tipo” que me pedía salir o por que la chica simplemente no tenía nada que encajara conmigo. Erick se la pasaba diciendo que me quedaría solterona y con muchos gatos a mí alrededor y siempre le contestaba -- si lose y junto a mi gran amigo Erick  rabo verde—porque el tampoco encontraba a una chica que le volviera a sentir lo que Roxana le provocó.
En cuanto a las visiones descubrí que mientras mi estado de salud fuera deplorable no podía tenerlas, y que podía tenerlas con cualquier persona menos con Keely, además de ahora eran más frecuentes, aquel sueño extraño sobre la chica que estaba en mis brazos no lo había soñado más.
Ya eran las 10 de la noche y a esa hora ya no había nadie en el restaurant, Erick estaba haciendo el corte de caja mientras yo lavaba los últimos trastes sucios que había y después de un rato más,fui hasta donde se encontraba él.
- ¡valla! Hoy si no hubo mucha gente-  dije demostrando aburrimiento, ya que me había acostumbrado a todo el ajetreo de la noche.
- Sera porque todos están ocupados con sus parejas mientras que nosotros estamos aquí muriendo de amor  - Dijo riendo
- humm tal vez, ufff- recostando mi mentón sobre aquella mesa de madera.
- ya vez vas a ser una solterona con muchos gatitos a tu lado- lo mire sin dejar mi posición sobre la mesa y sonreí
- lose y con mi amigo Erick rabo verde- él sonrió ampliamente y se dirigió a la barra de vinos, yo solo me limitaba a observarlo, tomo una botella de vino y un par de copas, me incorpore en la silla y lo observe, tomo asiento y llenó las copas con aquel vino- ¿Y eso?
- Ya que no hay gente, nos tomaremos un descanso y este es unBaron B Extra Brut 2006, uno de mis favoritos – me entrego una copa y señalo en forma de brindis- por los solteros.
- Por los solteros- alce mi copa y sonreí. Alcabo de media hora ya habíamos tomado tres copas cada uno, yo empezaba marearme un poco. Erick le dio el último sorbo a su copa.
- creo que ya es tiempo de cerrar este negocio, ¿Me ayudas con aquellas cortinas por favor?- Asentí con la cabeza y me levante para hacer el favor, en cuanto él estaba por cerrar la puerta principal y yo entraba en la cocina, una chica entro por aquella, él empezó a platicar con ella y a mí me pareció extraño yaque lo hacía tan natural, lo cual medio curiosidad, me acerque a la puerta y cuando escuche la voz me detuve en seco, aquella voz era de Keely, cerré mis ojos y respire profundo notando que mi corazón estaba tranquilo, emboce una sonrisa. Al salir de aquella cocina me encontré con su mirada y le sonreí tranquilamente.
- Hola – me miraba algo indignada
- Hola – reaccionando y tendiéndome su mano,  la tome y le di un beso en la mejilla- ¿Cómo has estado?dijo algo nerviosa
- Bien ¿y tú?- ella giraba a hacia Erick y hacia mi constantemente, al parecer estaba algo confundida.
Bien – sonrió – amm ¿y qué haces aquí?- pregunto con curiosidad, iba responder pero Erick nos interrumpió
-Estamos celebrando nuestra soltería, así que hermanita, basta de preguntas y sentemos a celebrar- dijo sonriendo y alivianando la atmosfera tan incómoda que empezaba a sentirse. Corrió por una copa y sirvió una ronda.
- De hecho aprovechamos que no hay gente y  Erick esta compartido su vino favorito- Dije sonriendo y mirándolo a los dos, alce mi copa – Por Chesito, que tenga mucho éxito- Chesito el nombre del restaurant, todos brindamos
- ¿Vienes a visitar a mi hermanito todos los días?- solo esta pregunta al ver que no decíamos nada después del brindis y yo me la quede viendo confundida y regrese a ver a Erick.
- aaa, No, de echo tengo que estar aquí- y nos miramos confundidas
- ¿Trabajas aquí?- seguíamos confundidas y Erick se rindió

- Lo siento, es culpa mía- miro a su hermana – Ella es mi socio- y ella quedo impresionada y se me quedo viendo. Al parecer no le había contado.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Yosuen - Derechos Reservados
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1 comentario:

  1. espero pronto subas otro capitulo me encanta tu historia

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