Capítulo 14.
Intuición.
Dos días habían pasado desde su arribo a
la ciudad de Durban, Joe y Fede se pasaban el tiempo paseando cerca de las
playas, observando los alrededores de los muelles mientras fingían que
caminaban, conocían el lugar. Los
detalles estaban listos, pero no la convencía su instinto de que todo iría bien
en la misión.
J:
hoy has estado callada, no quieres bajar a caminar un poco
F:
Joe, será hoy
J:
¿Qué cosa?
F:
la operación
J:
Clark no nos ha avisado
F:
lo pre siento
J:
pues si eres adivina... ¿qué pasará en mi futuro?
F:
déjate de bromas, levantándose nerviosa y
paseando por la pequeña terraza de la habitación
J:
Heinsen todo estara en orden, ya verás
Federikke mientras le sostenía la mirada
hacía movimientos de negación, los nervios afloraban en su piel como el agua de
un manantial.
El teléfono sono
J:
es mi movil ¿si?
T:
tienen diez horas para estar debajo del muelle, el equipo está en las
coordenadas que te estoy enviando al gps.
J:
ok. Nos veremos.
Fede confirmó que la orden estaba dada y
la operación había empezado.
Tomaron sus pelucas, se arreglaron,
sacaron el poco equipaje que tenían y entregaron la habitación.
Un rustico azul oscuro los esperaba
afuera del hotel, subieron.
"El
yate esta listo, voy a guiarlos a donde tendran acceso al equipo"
J:
gusto en conocerte
"Soy
Hunter, Ryan Hunter, del Servicio secreto de los Estados Unidos"
F:
wow... asi que apoyo total en esta misión.
"Solo
de logística, no podemos intervenir, ustedes son los que tienen a cargo
desmantelar la organización"
J:
genial. Mejor noticia... imposible.
Ambos guardaron silencio el resto del
traslado, entre tanto Hunter les explicaba los detalles. Llegaron a un lugar
cercano a los muelles, y se introdujeron en uno de los yates, un amplio salon
previo a los camarotes estaba equipado con armas que podían servir para un
comando de la policía
Ryan:
Son para ustedes, las necesitaran
J:
genial... ni de niño soñe con tantas de estas
Fede lo miró como si estuviera loco
F:
de niña jugaba al futbol, no soñaba con armas... chiflado...
terminó susurrando
Comenzaron a cambiarse de vestuario, a
colocarse los chalecos y cargar las armas que estaban sobre el mesón.
La hora había llegado, la noche bañaba
las costas de Durban, el estruendo de las olas del mar golpeaban con furia,
R:
el viento está fuerte hoy
F:
no me digas... en tono medio sarcástico
J:
todo saldrá bien Nicolic
Camuflados en su vestuario bajaron del yate
y abordaron otra embarcación más pequeña a unos cien metros de donde estaban,
la oscuridad los cubría en medio de la noche fría, un motor se encendió y
arrancó la operación.
Los sonidos de las ráfagas de balas
hacían eco en el ambiente, la distancia que había con respecto al buque eran de
unos 300 metros
J:
vamos Heinsen salta
F:
¿estás loco? es mar abierto
J:
tenemos que llegar al buque… hay que nadar
F:
moriremos ahogados o peor podemos ser la cena de algún tiburon
J:
salta... no tengo toda la noche… anda
Federikke sintió punzadas de terror, una
oscuridad total donde sólo visualizaba una pequeña luz de la linterna que
llevaba en la frente Joe.
R:
tienen que darse prisa… le susurro al ver la negativa de saltar
Se dejó caer en el agua helada que se
introdujo como puñales de hielo en cada fibra de su piel, y la sola idea de
congelarse o ser abordada por algun bicho de las aguas frías del índico
hicieron que nadara a toda velocidad.
J:
sujeta esto... entre tanto disparaba un arma
especial de anclaje en la popa del enorme barco
F:
date prisa... me congelo… susurraba titiritando del
frío
Costosamente abordaron aquella
embarcación, lo empapado de los trajes, el aire que no favorecía lo helado de
su piel fueron mermando su energía. Joe la ayudo a subir a pesar del temor de
ser alcanzado por algun proyectil.
J:
vamos… corre… corre... sintiendo los chillidos
de las balas que rozaban a centimetros de sus cuerpos
"Señorita
tiene una llamada"
P:
la tomare en el despacho
"deacuerdo"
Priscilla camino con paso apresurado, y
tomó el auricular
P:
si
"Jefa
no hay noticias del cargamento desde hace 30 minutos"
P:
¿cómo que no hay noticias? partió del puerto de Durban ¿si o no?
"Si,
esta en mar abierto, pero desde entonces no hay noticias"
P:
Joder.... colgó el auricular con una ira que
velozmente se apoderaba de ella
Los lugares donde se refugiaba eran
convertidos en coladores, el agotamiento la tenía vencida, pero sabía que si se
detenía no la volvería a contar
J:
corre Aleksandra... gritaba el compañero, gritos que eran
ensordecidos por más disparos
Fede empezó a rodar por el piso de aquel
buque, mientras abría fuego con su scorpion en respuesta al fuego que recibía,
sus ojos veían cuerpos caer, como si jugara en su wii Tom Clancy’s Ghost, sólo
que no era un juego sino la vida real.
Las balas iban y venían en busca de un
blanco, del bando enemigo habían bajas considerables, a la distancia observó a
Tom en lo más alto del buque, respaldándolos a ellos, su mirada se detuvo,
parecia un angel, pero vestido de negro.
J:
corre… corre… corre… seguía escuchando a lo lejos
Obedecio la orden, llegó a las escaleras
que descendían hacía el piso inferior del buque, bajo apuntando en busca de
potencial blanco, su corazón saltaba de la adrenalina que estaba corriendo en
sus venas, uno, dos, tres, caian al frente suyo, su mente estaba apagada, lo
único que prevalecía era su instinto animal, el de supervivencia.
Un inmenso dolor desgarro su alma, el
ardor corría a velocidades inimaginables por sus entrañas, se vió pero el color
de su ropa no dejo observar nada fuera de lo normal, pensó que seguramente era
parte del agotamiento, continuo corriendo, pero el andar se le dificultaba más
y más, sus piernas de pronto fallaron y se desplomó en el duro piso de esa
infernal embarcación.
Había pasado casi una hora desde la
embestida del SSC al barco, estaban apunto de abandonar el lugar
J:
¿Heinsen donde está? gritaba a su compañero que
se disponía a saltar al vacio en el medio del índico
T:
no lo sé, ¿no estaba contigo?
J:
hace casi 20 minutos se separo de mí
T:
hay que saltar
J:
¿estás loco? no la dejare acá
T:
la buscare, salta
J:
no, no saltare… desobedeció la orden y se dispuso a
regresar de nuevo a la batalla que había calmado su furia
T:
genial… susurro en tono de rabia… mientras seguía
los pasos de Joe
Pasaron unos minutos, no encontraban a
Federikke, hasta que Joe clavo su mirada al pasillo del piso inferior, un
cuerpo tirado sobre un pozo de sangre, con precaución se acerco, vio salir de
su capucha oscura el color rubio del cabello,
J:
Heinsen… susurro, se acerco totalmente y al girarla
con cuidado la vió, sus dedos temblorosos buscaron su yugular, tenía pulso, débil
pero aun estaba con vida, se acomodo el arma en su espalda y con sus brazos la
sujeto, a pesar de estar con un peso demás corrió escaleras arriba, el tiempo
se había agotado y en cualquier momento aquello desaparecería
T:
Salta... salta... le gritaba desesperado Tomas a Joe, tras
ellos sonidos ensordecedores que dejaban iluminada la oscuridad en medio de la
nada, el agente corría, pero su velocidad no era tan fuerte, se acercaba a la
proa, pero sabía que no llegaría, miro hacía atrás
T:
salta Joe... ahora… en el medio del estruendo
apenas escuchaba, su mente se bloqueo, todo volaba a pedazos, miro de nuevo a
Federikke y como un flash en su mente recordó lo que en horas anteriores ella
le había dicho "puede ser nuestro
último viaje" aquellas palabras le hicieron reaccionar y con ella en
brazos se fue a la orilla y saltó, una onda expansiva los impulso, la noche se
iluminó con el color del fuego, un fuego que consumió todo a su paso.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Luzi Müller - Derechos Reservados
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Que paso con esta historia, porque no han publicadomas capitulos?
ResponderEliminarVenezuela