Capítulo 35
Los humanos cuando descubren que alguien los engaño como en
este caso Shannon a Adriana tienden a preguntarse ¿Qué hice mal? ¿Por qué no me
di cuenta antes? ¿Con quién he estado todo este tiempo?
Salgo tras ella y la encuentro sentada en un sillón de la
antesala. Esta nerviosa puedo notarlo en como mueve sus piernas y manos.
Al verme llegar se para y empieza a caminar.
- No
lo puedo creer. Jamás pensé y ni se me cruzo por la cabeza pensar que ella
podría hacer algo.
- Nunca
podemos imaginar o saber de lo que son capaces las personas que nos rodean.
- Si
pero es mi culpa yo le conté que fuiste vos la que descubrió lo que hace el
senador.
- Oye
no es tu culpa- digo acercándome a ella y tomando sus manos- vos confiaste en
ella de buena manera.
- Si
pero por haber dicho eso y otras cosas más hirió a tu amiga y puede pasar a
mayores si no hago algo. Ella quiere herirte a vos y no me lo perdonaría si te
pasa algo culpa de ella y esa gente.
- Ya
te he dicho que por mí no te preocupes lo que tú tienes que hacer es encargarte
de tener todas las pruebas que necesitas para poder encerrarlos y que no sigan
saliéndose con la suya o hiriendo a más personas.
- Estas
pidiendo demasiado al que no me preocupe por ti. Pero haré todo por encerrarlos
y esta vez seré yo la que utilice a Shannon.
- ¿Qué?
¿piensas seguir teniéndola en tu vida después de todo?- llevándola de la mano a
la cocina- es peligroso eso que piensas hacer. Te hare un té para que te calme
los nervios y pienses con más claridad lo que vas hacer.
- Ella
intentara acercarse a mí para que deje el caso ¿no? yo solamente disimulare
como que no sé nada de lo que ella es capaz.
- Si
piensas seguir haciéndote la boluda. A mí no m gusta para nada eso.
- ¿Por
qué no?- pregunta.
- ¿sabes
lo que hará si no consigue lo que quiere?
- Si. Creo
que empiezo a descubrir de lo que es capaz.
- Es
mejor que empieces hacerte idea de eso- le digo ofreciéndole la taza de té-
toma el té te hará bien y vas a pensar con más claridad.
- Gracias-
contesta tomando la taza –en lo que no dejo de pensar es que estuve mucho
tiempo antes con ella y jamás sospeche nada y no puedo creer que sea capaz de
algo así no caigo.
- Es
normal y confiar y creer lo mejor de las personas que nos rodean Adriana, es la
naturaleza del ser humano.
- Si
tienes razón pero no dejo de pensar en todo.
- Tienes
que empezar a pensar qué clase de personas te rodean y ser más cuidadosa. No
todo el mundo es lo que parece.
- ¿De
ti también? pregunta
La miro sorprendida no espera que preguntara eso pero hizo
bien en hacerlo.
- Si
Adriana- le digo mirando a sus ojos, es mejor ser sincera- de mi también ¿acaso
sabes algo de mí? Que yo sepa no mucho.
- Sabes
es verdad no conozco mucho de ti pero
sabes yo sé que no serias capaz de algo así.
- ¿estás
segura?
- Si
es lo que siento- dice acercándose a mi- solo espero no equivocarme.
- Espero
no defraudar la confianza que tienes en mí.
- Ojala
no lo hagas- dice con mucha seguridad en su voz- ¿Qué le pusiste al té que me
ha dado sueño?
- No
le puse nada si estabas viendo cuando te lo prepare, es un té relajante te hará
bien. Ven vamos a mi habitación para que puedas descansar.
Entramos en la habitación en
silencio. Ella se sentó al borde de la cama observando todo con mucho cuidado.
- ¿te
gustan las cosas antiguas? Pregunta Adriana.
- Hay
cosas antiguas que si me gustan y otras no.
- Veo
porque en la otra casa tienes algo parecido- dice acostándose en la cama.
- Si
son de la misma colección- me acerco a ella y empiezo a sacarle las botas.
- ¿Qué
haces? Dice mirándome
- Sacarte
la ropa para que duermas más cómoda.
- está
bien pero no quieras aprovecharte de mí así jajá.
- Eso
jamás haría jajá.
Le saco su ropa. Me
resulta difícil no lanzarme a comerla besos al ver su bello cuerpo solo en ropa
interior.
Puedo otra en sus ojos el mismo deseo que yo.
- Ven-
dice haciendo seña que me acueste junto a ella- quiero dormir abrazada a ti.
- Sus
deseos son ordenes- contesto mientras doy un suave beso a sus labios.
Con mis manos acaricio sus cabellos y voy sintiendo como su
cuerpo se relaja y vuelve más liviano y su respiración más pausada.
Con los ojos perdidos en la oscuridad de la habitación quedo
pensando en que de alguna manera estoy haciendo lo mismo que la doctora
Shannon.
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interesante la historia, muy buena... pero tardan mucho los capitulos
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