Amor Inmortal - Ve.C - 29

Capítulo 29

Estoy haciendo el amor con ella. Con la mujer que amo y he esperado tanto tiempo. Quiero disfrutarlo.

Mis dedos están en su húmedo centro. Noto como se inquieta queriendo que la penetre.

-¿quieres esto? Le susurro mientras beso su cuello y hago el intento de introducirme en ella.

-Si… si lo quiero y no me hagas esperar más por favor hazlo ya-responde.

Entonces por fin la penetro. Empiezo a entrar y salir de ella movidos por mi cuerpo, en tanto mi boca está llena de su pecho.

Sus caderas y la mía encontraron el ritmo perfecto. Parece como si lleváramos toda una vida haciéndolo.

Nuestros movimientos eran demasiados ansiosos y rápidos.

Busque su boca para sentir sus besos.

Con mi colmillo pinche su lengua sin querer. El sabor de su sangre me hace desear más de lo que me está dando. Tengo que controlarme para no lastimarla con mi fuerza sino también no dejarme llevar por el deseo a su sangre.

Esta vez alcanzamos el orgasmos juntas. Sentí mi cuerpo estremecer mi cuerpo sobre el suyo y su dulce sangre en mi boca ¿alguien podría pedir más? Porqué yo no.

Después de estar así unos minutos, ella rodo dejándome debajo de su cuerpo.

- Ahora me toca a mí disfrutar de ti-  dice acercándose a mis labios.

Su boca se adueño de la mía y nuevamente nuestras lenguas se encontraron. Puedo sentir su inquieta lengua recorrer mi interior.

Atrapo mis senos con una de sus manos y empezó a masajearlos hasta que con su boca se prendió a mis senos, dándoles pequeñas succiones chupones y mordiscos.

La lengua de Adriana juguetea con mi pezón que empiezan a endurecerse. Cambia de pezón y repite la misma acción en el otro delicadamente.

Esta delicada forma de excitarme hace que se me escape un suspiro.

Se entretiene un buen rato en mis pechos mientras yo siento que mi vagina empieza a hervir del deseo.

Adriana con su boca desciende hacia mi palpitante excitación.

Noto cono ella mira mi sexo y su boca deposita un tierno beso, que casi hace que llegue al orgasmo otra vez con tanta ternura de su parte.

Saborea mis muslos cerca de los labios vaginales. Ella logra excitarme como nadie.

La necesito allí.

-Me gusta verte así de excitada- dice mirándome desde el medio de mis piernas.

-Estoy así por ti-respondo.

- Se la pose perfecta para nosotras- me contesta con un gesto de picardía.

Adriana se pone en posición inversa sobre mi cuerpo. Pronto siento su lengua sobre mi clítoris. Bajo por mis labios vaginales recreándose en los que está haciendo.

Mi lengua entra profundamente en su sexo provocando una abundancia de secreciones.

Adriana saborea las secreciones que salen de mi vagina mientras contempla con deleite tal acción y se concentra entre el gozar y darme placer.

El nuevo orgasmo me llega mi y poco después a ella.

Cae rendida sobre mí y lentamente la doy vuelta y me incorporo un poco para acostarme sobre su cuerpo.

-¿Estás para una partida más?

-¿siempre eres así de insaciable?

- Si – dijo corriendo los cabellos húmedos de su frente- así como tú lo eres de impaciente.

Sus manos acarician suavemente mi cuerpo  y las mías corresponden del mismo modo explorando su cuerpo.

Vuelvo a besar sus labios, algo que está gustando demasiado hacer. Aunque una parte de mi intenta no ilusionarse con esto, por el hecho de no saber que va a pasar mañana, me es imposible. Pero prefiero disfrutar esta noche sin pensar en el mañana.

Adriana roza uno de sus muslos en mi vagina. Me mira y sonríe pícaramente. Empiezo  a mover mis caderas acompañando sus movimientos.

Levanta un poco para hacer presión en mi sexo cuando dos de mis dedos los apoyo en su entrada. Ella empuja su cuerpo para que la penetre.

Sigo moviéndome arriba de su pierna, en tanto mis dedos entran y salen de ella, Adriana esta tan excitada que los líquidos salen de su interior y se escurren hasta su ano.

Estoy a punto de llegar al orgasmo y sé que ella también, puedo sentir la tensión aumentar en su interior.

Ambas gemimos hasta estallar en un orgasmo que nos deja sin aliento.

Retiro mis dedos de su interior y me acuesto en su pecho. Besa  mis cabellos en un gesto muy tierno.

Quiero seguir haciéndole el amor. Pero ella necesita descansar y recuperarse.

 Yo todavía tengo energía para varias veces más, pero tengo que fingir cansancio o le resultaría raro el verme como nueva después de haber hecho el amor como lo hicimos.

Me tumbo a su lado y ella se acuesta en mis pechos. La abrazo mientras acaricio su cuerpo que poco a poco se relaja hasta dormirse.

Perdí la cuenta de cuantas veces imagine o soñé como dicen los humanos este momento.

Es una noche de las más felices de mi vida mejor dicho no vida que quedara grabada en mí como todos esos recuerdos felices que tengo.

Nunca en no vida he tenido miedo de nada, pero hoy si lo tengo de solo pensar ¿que pasara cuando Adriana se entere de lo que soy? ¿Me aceptara o rechazara?

Puedo decir que el miedo a lo que pueda pasar mañana es una nube oscura en mi noche de felicidad.

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