En
la noche de difuntos las puertas al cielo y al infierno se abren, para que los
buenos deseos y recuerdos les lleguen como la nueva luz de la buena ventura,
para aquellos que sigan en el infierno acudan a la llamada de los desprevenidos
que en el ocultismo se dejan caer, ya por curiosidad u desesperación la puerta
al mas allá han abierto de par en par….
Frente
a la hoguera mientras en el exterior diluviaba un grupo de seis jóvenes
escuchaban con atención a la anciana anfitriona que los convido en tan
inhóspita noche a refugiarse en su casa tras quedar atrapados en el barrizal cuando
volvían una fiesta poco afortunada, los vehículos inutilizados y ellos
chorreando hasta los huesos con temblores de frío llegaron desorientados al
porche de una casa solitaria a la linde de un bosque en el que se le achacaban
miles de historias de miedo y muertes inexplicables.
Cobijados
bajo su techo, escuchando a la anciana todos se sumían en los recuerdos de esa
noche que mortificaban sus conciencias, pero el juramento estaba hecho y el
silencio era su única protección…
Miradas
furtivas en la tenue voz y carraspeo de la mujer que pronunciaba las frases de
su historia con sutileza y fluidez, suspendiendo en el punto culmine la
historia creando la tensión de cuantos la escuchaban, y es que la mujer
desconocía cuanta razón existía en sus palabras cuanta verdad había en esa
historia, o puede que si la conociera…..
“en
las brumas de una noche oscura y fría, en la alegría de la escapada de la juventud
a la diversión y la despreocupación, se adentraron a una antigua cabaña de
leñador ya muchos años abandonada y solo visitada por los atrevidos, los
extraviados y algún cazador que no se rinde tras su presa…
es
la noche del descontrol se ha dicho, la bebida ya lista, la música resuena en
ecos por todo el bosque despertando a sus huéspedes que descansan tras sus
horas diurnas de recolecta y caza, creando una intranquilidad alrededor de la
que ellos no son conscientes pues no solo han despertado a sus pequeños
habitantes sino que algo mucho mayor habita entre las ramas y rocas, ocultando
en una leyenda anterior su existencia.
Muchos
han caído en su ira, muchos han caído en las fauces de su odio, y sigue ahí a
la espera de volver a revelar su presencia, quizás llegó el momento de volver a
resurgir de las brumas que cubren el bosque en las horas heladas.
Esa
noche se avecinaba algo que no pasaría desapercibido para los moradores del
bosque, para los habitantes de alrededor, pues llego el momento final de que el
mito se convierta en algo mucho mayor, en el alma que consume al frágil espíritu
que ha pecado y derramado la sangre de las virtudes en las tierras altas, cerca
de su morada se conoce su existencia pero pocos han desvelado su razón de
existir.
Esa
noche la música embargo el recinto pequeño en compañía de las risas y las
bromas, de la lujuria e incluso de sustancias muy poco recomendadas, esa noche
ninguno pudo saber si era real cuanto veían o una alucinación por el exceso,
pero a la mañana siguiente uno de ellos colgaba de un árbol despellejado con un gran charco de sangre a
los pies, este árbol cuidaba la entrada a la cabaña, era un aviso de lo que en
el interior hallarían los guardas que buscaban a un grupo que desapareció dos
noches atrás….
El
interior se convirtió para quienes tuvieron valor de entrar en las pesadillas
de cada noche, varios cuerpos colgaban del techo otro en la chimenea expuesto
como una piel de oso, dos mas abrazados y atravesados por un arpón decorativo,
y por doquier sangre y garras marcadas en la madera de las paredes como en los
cuerpos de los difuntos, y en el techo, iluminando por una vela tenue las
marcas de unas alas ennegrecidas como si estas fueran de fuego y allí se
hubieran posado… dejando así su devastadora presencia.”
Tras
estas palabras un llanto surgió de la garganta de una de las muchachas, la
mujer bajó la vista y la miró escrutando sus ojos los cuales cerraba intentando
no ver lo que en su mente se reproducía. Otra la abrazaba a modo de protegerla
e intentaba calmarla, los jóvenes retiraron la vista…
Esas
alas se habían cernido de nuevo, esas alas habían derramado nueva sangre, y
ellos eran malditos pues antes o después caerían en sus fauces, la mujer lo
veía en sus ojos y sintió lastima por ellos, pues uno de ellos debió pecar y
todos pagarían por ese maldito, solo un alma pura podría velar por ellos un
alma podría salvar a los inocentes, pero ella ya cumplió en un pasado…
La
mujer se alzo de su asiento y se alejó de ellos mientras revivía tiempos
pasados, marchó hasta la cocina dejándoles solos, y mientras colocaba un cazo
de leche a calentar al fuego unas alas se abrieron ante ella…
-
Tu ya no tienes nada contra
mi, espíritu vengador, tu ya cumpliste conmigo y sabes que nada albergo contra
ti, bajo mi techo yo te ruego que no acometas contra ellos, bajo mi techo te
suplico la oportunidad de que emendén su pecado y si un alma pura alberga entre
ellos que de libertad a tu sufrimiento y a cuantos arrastraste contigo…
Las
alas dejando todo cuanto rodeaba a la mujer a oscuras se ciñeron sobre ella y
una voz inhumana y casi imperceptible se dejo escuchar por los ancianos oídos
de la mujer….
-
Que así sea, y recuerda
mujer tu tiempo es mío, y este se acaba cuando el mío de a su fin tu me
acompañaras como antaño prometiste.
-
Como tu digas alas oscuras,
y ve en paz hasta la madrugada, nos veremos al despuntar el sol.
La
mujer con un peso en el pecho que ya albergaba desde hace muchos años volvió
con una bandeja ya lista para ofrecer a sus invitados, si un alma en pena camina
por el bosque si uno de ellos es el causante…. Esos muchachos están condenados
a la muerte eterna.
Tras
servir y volver a su lugar decidió continuar con el relato…
“ en
tiempos remotos a estos hechos las antiguas mujeres que se las conocía como
herbolarias e incluso druidas, recogían algunas hiervas y las cenizas de los
difuntos cuya muerte trágica no les permitía descansar en paz, en las noches de
luna llena echaban farolillos en balsitas de rama muerdago y las dejaban
navegar con sus velas acompañando a los difuntos por el lago de las almas,
situado detrás de esta cabaña, así se abría al mas allá las puertas del
descanso eterno, el día predilecto para la oración era el día de los santos
inocentes…
llegó
un tiempo en que esta tradición quedó olvidada y un gran mal se apoderó de
estos bosques, ese mal es poderoso y un alma pura solo podrá deshacer el daño
ocasionado por aquel que trajo de vuelta la maldición de las alas oscuras”
Alzándose
de nuevo, se dirigió hacia los jóvenes con una posición imponente y severa,
señalándoles con un dedo…. “vosotros habéis despertado de su letargo a las alas
oscuras en esta noche, uno a traicionado y maldecido al resto con un acto de
oscura maldad, uno de vosotros es el que marchito un amor, e incluso causó su
muerte…. Alas negras retornará al amanecer y os acechará hasta que un alma pura
de descanso a su furia y a las almas olvidadas….”
Tras
estas palabras unas alas tan negras como la noche se cernió sobre la mujer y a
la vez que ella abría los brazos en entrega sumisa sus alas la cubrían por
completo dejando tras de si la voz de la anciana en un eco de sus justas
palabras.
SEGUNDA
PARTE
Tras
la desaparición de la anciana en las alas de ése ser, los jóvenes entraron en
un estado de locura, dos echaron a correr en la noche sin una dirección
concreta, bajo la lluvia no vieron el camino que tomaron hasta caer por un terraplén
que daba a un barranco profundo, enlodado por la lluvia y en el fondo una
corriente igual de espesa que seguía un antiguo cauce… sus gritos de auxilio se escucharon a través del bosque
silencioso, su desesperación era tan palpable en sus voces que los del interior
de la casa se encogieron más de terror en la idea de que a ellos también los habían
atrapado las alas, otro de los chicos reaccionó en un intento de salir en su
ayuda, pero una vez pisó el exterior se dio cuenta que no sabía por dónde y
tampoco discernía nada, por no distinguir apenas reconocía un árbol de
cualquier otra cosa.
Las
dos chicas se levantaron y salieron al porche mirando a su compañero
desorientado, éste se volvió a ellas y sin casi prestarles atención entró y
como enloquecido comenzó a abrir armarios y muebles, registraba toda la planta
baja de un modo enfermizo y conforme avanzaba iba acumulando en un montón impermeables, sombreros, linternas e incluso un farolillo
antiguo, siguió buscando y en la parte trasera encontró un cobertizo y allí
encontró una cuerda que trajo y echo al montón…
Las
chicas lo miraban mientras una pensaba en la muerte de ésa noche y la otra en
lo que les iba a suceder. Ninguna se percató de cómo el muchacho más joven que
se mecía en la alfombra se cogía del cuello y retorcía en una desesperada
lucha.
El
primero iba a caer, en manos de quien algo lo retenía en este mundo, cuentas
pendientes se les llaman, antes de pasar al otro lado en manos de quien confió
plenamente y y de quien fue traicionado y abandonado a su suerte, las puertas
del más allá se abrieron a la media noche y las auges de alas oscuras buscaran
sus deudas antes o después, hasta darse por satisfechas.
Al
girarse las chicas apenas vieron unas manos traslucidas aferradas a su cuello
el cual el chico intentaba liberar pese a que ya no le quedaban fuerzas, con el
rostro malícienlo y los ojos entornados luchaba por una ultima bocanada de
aire, las chicas se tiraron sobre la sombra en un intento por salvarle, el
miedo a verlo morir a el también era mayor a lo que fuera que sujetaba a su
compañero, pero ya era tarde el joven expiró ante ellas indefenso.
La
sombra se alzó y clavó sus ojos todavía humanos en ellas y tras esto se
desvaneció, las dos reconocieron al dueño de esos ojos, pocas horas antes los
vieron felices cuando todavía seguía vivo, ahora su mirada estaba cargada de
odio, y una realidad cruzó la mente de ambas, una traición se ha cobrado y la
noche no ha terminado y muy posiblemente no llegarían a ver su final.
Los
gritos se sucedieron entre llantos una vez fueron capaces de reaccionar, el
joven que registraba acudía decidido a protegerlas, al llegar quedó sin aliento
y confuso ante la escena, otro primo suyo fallecido en una misma noche.
El
chico cae de rodillas ante el cuerpo del joven con los ojos sin brillo y rostro
azulado, llorando su perdida sobre su
pecho no para de dar vueltas a los hechos y las palabras de ésa noche, a como
se llevó a la anciana y el como emergió la criatura sobre ellos tras la muerte
de su primo y amiga en un desgraciado accidente, pero no parecía ver las marcas
de furia que constataban las palabras de la anciana en su historia… así que
esta muerte para él no era un echo de ese ser, miró a las dos chicas y éstas
comprendieron la sed de venganza del chico, sus ojos ardían más que el fuego
que calentaba el hogar a sus espaldas, ambas cogieron al azar unos impermeables
del montón del suelo, apenas sin mirar una linterna y el farolillo que andaba
sujeto a un zurrón lleno de velas y echaron a correr a la oscuridad sintiendo
la muerte acechando por todos lados.
Dejaron
al chico solo arrasando la casa en su furia mientras gritaba y las acusaba de
asesinas, ellas huían cogidas de las manos sin parar, hacia un destino igual de
malo, la lluvia arreciaba y los relámpagos deslumbraban de vez en cuando
mientras los truenos ensordecían incluso sus pasos y jadeos de esfuerzo por
correr entre la maleza.
Sus
rostros ya habían sufrido rasguños por las ramas que el viento agitaba
furiosamente, se detuvieron con la intención de descansar y orientarse, al
levantar las capuchas para mirar en derredor el sobresalto que sufrieron fue
tan espeluznante que sintieron como la sangre se les helaba, los ojos se
presentaban ante ellas como dos llamas que hacían que la oscuridad que las
rodeaba fuera mas escalofriante, “seguidme”, esa voz tan bien conocida con un
tono frío las ordenaba sin replica alguna, temían seguirla, temían lo que les
esperaba, temían sus ojos, pero ya nada les quedaba en ese lugar que seguir a
ciegas o ir tras su guía
Mientras
ellas seguían el espíritu de un amigo perdido, escucharon los gritos y alaridos
de un ser humano, se abrazaron infundiéndose valor intuyendo que el que gritaba
así era el chico que deseaba matarlas…
Los
alaridos se prolongaron durante un buen rato,
pese a que la distancia era grande y se escuchaban más lejanos seguían
siendo igual de espeluznantes, el espíritu no titubeo y las guió sin descanso, a un claro a la
orilla del lago y sin más se desvaneció,
unas alas inmensas aletearon sobre ellas unos instantes y cayeron al suelo
gritando a la vez, “no”, unas manso rozaron sus hombros y ellas más se
abrazaron una a otra sin abrir los ojos, sin valor a mirar a la muerte.
-
Chicas, por favor, abrir los
ojos, no soy alas negras, miradme.
Una
de ellas, abrió los ojos al ver que nada sucedía y giró el rostro buscando
aquello que en si creía que iba a atacarles, primero no estuvo segura de ver bien
y un relámpago iluminó a la anciana que ésa noche los acogió y llevó alas negras delante de todos.
La
incredulidad de la muchacha era tan grande que no paraba de agitar a su
compañera mientras tartamudeaba y señalaba a la mujer, finalmente la otra la
otra reaccionó y la sujetó de los hombros para que parase, ambas la miraban sin
creérselo, la mujer en cambio se volvió y se dirigió a unas rocas que rodeaban
un pequeño fuego, se sentó ahí y miró hacia el cielo dónde resplandecía la luna
y luego en el lago su reflejo, teñido de rojizo sangre, la mujer emitiendo un
suspiro les indico con un gesto de acercarse, ellas así lo hicieron dudando y
desconfiando de la oscuridad que las rodeaba, todavía las extrañaba más que ése
fuego no se extinguiera con la lluvia… fue llegando a la altura de la mujer que
descubrieron el secreto de que no se apagará, estaban bajo un arco de piedra
que protegía a la mujer de la
intemperie.
Algo
les decía que todavía no estaban a salvo, mucho quedaba por suceder y del mismo
modo por saber si ahí se hallaban ante la única conocedora de los hechos
pasados y puede de cómo salvarse de ése ser… la mayor incertidumbre era si
estaban predestinadas a ser una especie de salvadoras de vidas o de almas, ya
que al mirar a la mujer a los ojos rememoraban las palabras que antes les habia
dedicado al abrigo de su hogar…
FINAL
Apenas
se arrimaron al fuego fueron conscientes
del frío que tenían así como que los impermeables no las habían protegido mucho
ya que se sentían heladas y temblaban sin parar, la mujer con su bondad las
invitó a sentarse de nuevo igual que en su casa, así lo hicieron ellas, mirando
de un lado a otro desconfiando que las alas que las perseguía reapareciera en
cualquier momento.
Con
voz suave la anciana les pregunto sus nombres…
-
Mariam.
-
Clara.
Así
que la más joven era Clara y la que la protegía era Mariam, la mujer las
observó con detenimiento haciéndose preguntas como cual de ellas seria la que
tuviera valor y el alma pura de responder a la llamada del descanso de las
almas mortificadas, y cuanto tiempo les quedaría tras su relato para que
asumieran los acontecimientos del pasado y presente.
Finalmente
la mujer asintió y con la misma voz les contó algo más extraño todavía y que se
convertía en algo así como un sortilegio,
con los advenimientos de ésa noche.
No
importaba la fuerza de la lluvia su voz se escuchaba clara y suave, como una
abuela contándole un cuento al nieto que descansa en su regazo.
“En
los albores de un tiempo pasado y ya olvidado, desconocido para la humanidad y
a su vez presente en ella, nacieron varios tipos de conciencias que fueron involucrándose
y dando sentido a la vida del ser humano, al igual que los seres humanos
conforme avanzaron ellos tenían dos caras o dos extremos que racionalizaban los
actos como malignos y benignos, éstos seres llevaban consigo un acompañante, se
les denominó sombras y se las
consideraba como la virtud que equilibraba sus decisiones, ecuanimidad, seres
neutrales y justos, que seguían a las conciencias que repartían en mayor o
menor proporción parte de su esencias,
según la influencia de la luna la cual era como un portal a un más allá de
donde nacieron y evolucionaron a lo que son hoy en día, si un astro sin vida
hoy y en el pasado mucho más de lo que podamos imaginar incluso hoy en día, siendo sinceros con las conciencias
no todas actuaron con buen proceder, otras se les subió el ego creyéndose
omnipotentes, creando una ruptura y desequilibrio con sus sombras, éstas al
estar más en contacto con los sentimientos humanos se volvieron más volubles y
rencorosas, otras ermitañas, e incluso vengadoras de lo que ellas reconocían un
mal uso de la esencia de la que procedían…
No
todas dieron importancia al egote las otras, se lo tomaron como una etapa de
crecimiento y madurez en un mundo que evolucionaba y crecía, hasta que
empezaron a sufrir la cara oscura de la virtud concedida en el ser humano sin
poder asumir y aceptar tan dañina
actitud y despropósito, viendo que no valoraban los regalos concedidos y los
consideraban como algo propio y sin poder real, un juguete en sus vidas”
La
anciana se tomo un descanso mientras observaba la atención prestada por las
jóvenes y les daba unos minutos a que asumieran sus palabras en especial las
que se avecinaban…
Muchas
marcharon al otro lado a su lugar de procedencia tras haber cumplido con lo que
consideraban su cometido y dejaron a la humanidad a su libre albedrío y como ya
no se sentían unidas a sus sombras las dejaron abandonadas en este inhóspito
mundo que ya no comprendían…
una
de ellas previsora del futuro comprensiva en su fuero, dejó en la tierra un
objeto común ala vida de cualquiera y peculiar en el sentido de su función,
pues si se muestra encendido bajo el haz de luz de la luna llena a la media
noche, el mal que se apoderó en el pasado sería sanado, y las almas que sufrían
el martirio del castigo por sus actos y faltas en su muerte, podrían ir en paz
y el rencor que en si albergaran seria liberado por lo que ya no tendrían
cadenas que las mantuviera en este lado, pero por desgracia el farolillo, así
es un farolillo es lo que se ha de usar para dar fin a este mal, no puede ser
usado por un alma impura, es decir un alma que en si albergue rabia o rencor,
su corazón ha de ser bondadoso y valeroso, pues sentirá miedo del dolor que
sufren los atrapados en este lugar.”
Tras
esto la mujer guardó silencio, las observó y miró el zurrón que colgaba del hombro de Clara, ésta a su
vez también lo observaba sin saber bien por qué lo tomó en vez una linterna, al
encontrarse con la mirada de la anciana sus temores crecieron, ella no podía
ser, pensaba la muchacha, su compañera la protegía, y ella no se veía así de
fuerte como para enfrentar a alas oscuras.
“Deberá
pronunciar la descendencia de la sombra, pensar los acontecimientos que la atrajeron
a vosotros, y sabréis de quién es su esencia”
Mariam
dubitativa, comenzó a contar lo sucedido entre lágrimas lo ocurrido en el
caserón dónde se reunieron a beber y pasar la noche de fiesta alejados de
todos, dos hermanos lucharon entre sí, uno quería estar con ella el otro no le parecía
bien por estar bebido y por que él la quería, una tercera chica intentó poner
paz cuando éstos forcejeaban en un balcón en pésimas condiciones, el mayor
perdió el equilibrio y se precipitó a la baranda el joven cayó de cara al
suelo, el mayor tras dar a la baranda por la fuerza y su peso, esta cedió por
su mal estado en un intento desesperado por no caer se agarró a la chica que
intentó apaciguarlos y ambos cayeron al vacío, despeñándose por un barranco de
piedras y árboles que había al pie de ése lado de la casa, ninguno sobrevivió,
al llegar al lado de los cuerpos una sombra con alas se alzo de entre los árboles
con los ojos encendidos y emitiendo un alarido inhumano que los impulsó a
correr y huir como fuera del lugar, bajo la lluvia y sinsabor hacia dónde…
“observar
con claridad los hechos, observar los sentimientos que movieron los actos y sabréis
de quien se trata… y pensar en el componente negativo que ésa esencia puede
desembocar en un estado de puro…”
Clara
calló de rodillas, y casi sin ser consciente de lo que decía comenzó ha hablar
como si viera más allá de la lluvia, como si viera bajo las aguas, llorando por
lo que acababa de descubrir y temiendo todavía más el origen….
-
Amor tu traes la felicidad,
traes la compañía, traes la devoción, traes la entrega, traes todo aquello por
lo que un ser humano lucha que no sea material, esencia que nos motiva a
superarnos y a luchar por lo que deseamos, pero si perdemos si sufrimos por un
sentimiento que nos embarga mas allá de todo conocimiento, nace tu lado oscuro
los celos y el despecho, amor tus alas abres bendiciéndonos de esa felicidad, y
cuando en tu sombra nos cobijamos descubrimos tu lado oscuro y desconfiado, los
celos y la rabia por no ser correspondidos…
La
anciana expirando un largo suspiro, se acercó a ella y apoyo su huesuda mano en
su hombro, le beso con ternura la frente dándole ánimo.
-
sólo la persona adecuada
comprendería, solo la elegida sabría pues reconocería el sentimiento la esencia
y la valoraría pues ella alberga ese sentimiento en sí, al igual que su perdida
y es pura por que no sufre el rencor aunque albergue el mismo dolor que muchas
de las almas que corren a los brazos de alas oscuras… Alzate y acércate al lago
con el farolillo prendido, del fuego que las almas han prendido para mi espera,
sube ala balsa y alguna alma te guiara a la luna teñida del lago, para
purificar el sufrimiento y otorgar la paz que esperan…
con temblores la chica así lo hizo, la otra
impotente no se atrevía a moverse,
miraba a Clara y luego a la anciana, y así sin atreverse a seguirla, finalmente
cayó de rodillas tomando su rostro siendo consciente de que ella fue la causa
de tanta muerte, aun no pretendiendo ni desearlo, no intervino y los dejo
luchar entre sí…
Clara
daba un paso tras otro, con el farol iluminando su camino, un alma llegaba con
mirada rabiosa y en cuanto el haz del farolillo la rozaba ésta se volvía
bondadosa y acudía a este dando su calidez y luz a la llama que ya residía en
su interior.
La
balsa no daba seguridad de mantenerse aflote,
pero tampoco otra opción tenía, un aullido desgarrador atravesó el
silencio de la noche estremeciéndola y sintiendo como su muerte estaba cerca,
se mantuvo sentada al bote sujetando firmemente el farolillo sobre su cabeza, y
la balsa meciéndose se fue adentrando al centro del lago, despacio un remolino
de almas se cernía a su alrededor, pero ninguna se resistía a su poder ni a su
luz, una vez rozando la luna roja, todo el lago estaba cubierto de balsitas con
farolillos, como si fueran una bendición de paz, miró a la orilla y allí Mariam
y la anciana se esforzaban en echar a navegar balsitas como las que describió
cuando todos estaban en su casa….
La
balsa se mecía con fuerza, un rugir de rabia y dolor se hacia mas potente y más
almas llegaban a su luz, unas se asentaban en las balsitas como si ahí hallaran
la paz, almas perdidas en el tiempo se podría decir, otras iban a ella como si
fuera un peligro y al acercarse se amansaran, y se unieran a la llama, así
siguió temiendo el final, la luna sangrienta perdía ese tono tan desagradable volviéndose
mas anaranjada, hasta que una sombra se reflejo en el centro de ésta oscura y
aterradora, alas negras se mostraba ante ella, sin rostro, sin una forma
definida excepto sus alas inmensas….
Se
observaban, ella temerosa de su fuerza, en cambio el ser aullaba colérico
temiendo acercarse y a la vez deseando cumplir su cometido… a su merced la
tenia, sin embargo no se acercaba algo
le impedía darse por satisfecho…
-
Tu que vienes a este mundo,
tu que creciste en nuestro interior que fuese fiel compañero en el pasado, de
quien nos otorgó el gozo de amar, ven a mí y recibe el descaso y la paz que tu
aura necesita, tus celos y rabia mucho mal han causado, Amor espera que su conciencia
vuelva, ve en paz y abandona tu cólera en este mundo impreciso de mortales…
No comprendía
de donde procedía sus palabras era como si al tenerlo ante si algo se las
dictara, puede que el farolillo, la cuestión es que la luz de éste se cernío
con todas las almas purificadas sobre la sombra y ésta comenzó a cambiar volviéndose
en un ser traslucido y luminoso, sus alas se batieron y en medio de todas las almas
un haz de luz se intensifico, algo le decía que el portal se había abierto… y
aquellas que recibieron la paz marchaban al fin libres, una de ellas se acercó
a Clara, en un principio al estar cegada por el haz no la distinguió, cuando su
vista se aclaró comenzó a llorar desconsoladamente, el amor perdido se despedía
de ella, rozando sus labios con una calidez que alivio el frío que la
entumecía, y con la miradas prendidas la una en la otra la joven que perdió la
vida esa noche ascendió por el haz de luz a los cielos.
Cuando
todas desaparecieron y la sombra transformada ascendió tras ellas, Clara se desmayó en la balsa abrazada el
farolillo, la balsa cogida con una soga fue arrastrada por la anciana y Mariam,
una vez ésta tocó la orilla, se escuchó un adiós y la anciana se desvaneció y
con ella el farolillo.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Saori Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario