CAPITULO 25
Me
dolía muchísimo la cabeza, no recordaba mucho de lo ocurrido en la noche, lo
intentaba pero no lo lograba, abrí mis ojos y no reconocí el lugar en el que me
encontraba “¿qué carajos hiciste Angela?”
me dije. Intente levantarme como pude tome una bata que estaba sobre la
cama y sali de la habitación encontrándome la imagen más hermosa, Lauren tenía
una pequeña pantaloneta y una blusa ceñida a su cuerpo bailaba mientras batía
unos huevos, no evite sonreír parecía una niña y eso me encantaba. Recordé
cuando me quedaba en su casa, amanecía en su cama abrazada a ella, todo parecía
ir por buen camino.
-
Buenos días –me dijo- por lo que veo no has dormido bien, ¿mucho guayabo?
-
Hola –seguía
sonriendo- bastante, ¿tanto tome? –asintió-
dime que no he hecho algún show, por favor.
-
Pues diste un discurso digno de
nominación –reía. Me acerque para
sentarme- en la pastelería, frente a tu familia y varios desconocidos.
-
¿Qué he dicho? –oculte mi cara en mis brazos- fui muy estúpida, ¿verdad?
-
Pues no lo veríaasí, te revelaste frente
a tus padres y algunos invitados. –negué,
intentando recordar- dijiste que tu padre los manipulaba con su dinero,
confesaste que eras lesbiana y que amabas a una chica.
-
No puede ser –no podía mirarla- me mataran.
-
No creo –acaricio mi cabeza- por ahora solo estas sin un centavo, sin tu
casa y creo que a tus hermanos les tomara un tiempo hablarte de nuevo. –la mire y seguía sonriendo. Lo que me
tranquilizaba- o eso me dio a entender tu hermano cuando me llamo
-
¿Cómo sabe que estaría aquí? Bueno ni
siquiera yo lo sé.
-
Pues al parecer después de salir de la
pastelería les dijiste algo, el solo me pidió que te dijera que tus tarjetas
estaban bloqueadas, no podías ir a casa y no quería hablar contigo por ahora. –no sabíacómo reaccionar, ni siquiera
recordaba que había hecho- y por ultimo llegaste a mi apartamento un poco
antes que yo, estabas parada frente a mi puerta con alcohol y una rosa. Así que
te cuide como lo hiciste aquella vez conmigo.
-
Gracias –dije intentando sonreír, pero recordé ese día- me iré ahora para
no causarte problemas con Pablo. –me
levante pero tomo de mi mano-
-
No debes irte, puedes quedarte –me acerco un vaso de agua- no tienes a
donde ir, además Pablo me pidió que cuidara de ti.–se levantó- te deje desayuno, puedes ducharte te deje algo de ropa
y un cepillo de dientes. Yo haré lo mismo. –se
fue a su cuarto-
Me
duche y me vestí, la ropa tenía su aroma. Organice el cuarto y sali
encontrándome a Emily con Paris y un pequeño perro en la sala, me acerque a
saludarla buscando con la mirada a Lauren pero no estaba.
-
Dijo que la esperaras.
-
Ok. ¿Cómo estás? –le pregunte sentándome a su lado- fue una noche interesante por lo
que me ha contado Lau.
-
Así es Angie, pero la pregunta no es
como estoy yo sino como estas tú.
-
Cuando recuerde todo poder responder.
¿el perro es tuyo? –dije mientras lo
acariciaba- es muy lindo.
-
En realidad es de Paris, su nombre es
Santi y le has caído bien.
-
¿Cómo vas con Mariana? –dije intentando cambiar el tema- Pablo
me conto algo al respecto.
-
Vamos bien hasta el momento –desvió su mirada- aún no ha llegado la
abogada que nos vigilara.
-
¿eso es lo que te molesta?
-
No yo vivo con el temor de que un día se
canse o se arrepienta y se vaya –miro a
Paris- no podría soportarlo, siento necesitarla. Me ha prometido que no lo
hará pero con su historial a veces dudo.
-
Ella no te dejara, confía. –la obligue a mirarme- yo sé que no te
dejara y mucho menos a Paris, las adora.
-
Eso espero. –fuimos interrumpidas por las chicas que entraban con unas maletas-
se han tardado.
-
Perdón linda –Mariana se acercó para besarla- no encontrábamos la dirección.
Hola Angela es bueno verte.
-
¿que traen ahí? –pregunto Emily- ¿Quién viaja?
-
En realidad –Lauren se acercó a mí- son tus cosas, Pablo me ha pedido
recogerlas, tu… tu padre las iba a tirar.
-
He perdido todo, mi padre te ha llamado
para hacerte cargo de la pastelería ¿no es así? -Le pregunte a Emily-
-
Sí, me llamo en la mañana para decirme.
-
Que poco se ha tardado –me levante rápidamente dirigiéndome a la
puerta- tendrá que darme la cara. –estaba
tan molesta, no podía quitarme todo así antes debía escucharme, después de eso
podía quedarse con todo-las veré luego.
-
Espera –escuche antes de salir- cálmate. -Lau venia tras de mi. Se puso frente a mi bloqueándome la entrada al
ascensor- no puedes irte así tan alterada.
-
Dejame pasar, esto no tiene que ver
contigo.
-
Lo tiene si es sobre ti. No te dejare
ir.
-
Él tiene que escucharme, no dejare las
cosas así. Significa que el gano y eso no es así. –dije apartándola del camino- debo hacerlo.
-
No te dejare irte así–puso su pie en la entrada evitando que la
puerta se cerrara- estas muy afectada, déjame ayudarte. Habla conmigo.
-
No puedo, yo no… -me jalo del brazo acercándome a ella, sin saberlo ya estaba llorando,
lloraba frente a ella, era la segunda vez que me veía tan vulnerable frente a
alguien- ¿Por qué no nos acepta? Al final somos sus hijos, debería amarnos
como somos no imponernos sus leyes.
-
Tranquila –me abrazo fuerte, acariciaba mi espalda intentando consolarme, pero yo
no paraba de llorar estaba tan decepcionada y dolida- vamos a dentro.
-
No, no, no –me negué separándome de ella- ¿después qué? No puedo entrar, no
quiero que sientas que debes hacerte cargo de mí, no quiero tenerte frente a mí
y no poder besarte, lo he perdido todo mi familia, mi casa, mi dinero, mi
trabajo pero lo que más me duele es haberte perdido a ti. –se acercó y me abrazo de nuevo así yo la rechazara, ella comenzó a
llorar- no llores y menos por mí.
-
Quiero hacerlo, quiero cuidarte,
despertar y verte a mi lado, observarte por horas, recorrer una y otra vez tu
cuerpo, quiero que te quedes conmigo, quiero amarte. Déjame solo déjame –se separó de mí, levanto mi rostro, limpio
mis lágrimas y me beso, fue como el primer beso, tímido, lleno de sensaciones
que solo ella provocaba en mí- te amo amanecer.
-
Lo has probado –le dije sonriendo- es por ti, recuerdas nuestra cita cuando me
besaste.
-
Lo recuerdo –me beso de nuevo- jamás lo olvidaría.
-
Te amo Lau.
-
Te amo Angie.
EMILY
Le
pedí a Mariana irnos, le dejamos una nota a Lauren. No queríamos despedirnos y
arruinarles el momento se veían felices y me encantaba la idea de que por fin
estuvieran juntas Angie la necesita ahora más que nunca, ya habían sufrido
bastante solo era cuestión de esperar como decía Mike. Mientras íbamos en el
auto Mariana no me hablaba, estaba distraída solo respondía “si o no”, supuse
que era por las chicas o algo de la empresa, no le di mucha importancia ella
era así a veces. Llegamos a casa cenamos y seguía igual no me miraba y si lo
hacía era porque yo se lo pedía, llego la noche y dijo que sacaría a pasear a
Santi me ofrecí a acompañarla pero me rechazo y se fue.
Debo
aceptar que me preocupe, pasaron muchas ideas por mi cabeza, como que podría
tener otra chica, se había aburrido de mí o de nuevo pensaba irse y esa era la
que más me atormentaba. Paris se durmió así que yo decidí hacer lo mismo, la
esperaría en la cama. Llego tarde la escuche abrir la puerta, se cambió y se
acostó pero no me abrazo como lo hacía todas las noches, solo se acercó un
poco.
Al
levantarme ella no estaba había dejado una nota “Buenos días Emi, te he dejado café y he llevado a Paris con la niñera.
Nos vemos en la noche. Un beso -Mariana”. Me obligue a no pensar
en que le ocurría algo quizás solo estaba estresada, debía darle espacio. Me
fui a trabajar, al llegar a la pastelería Pablo me saludo y me explico mis
nuevas funciones, debía reemplazar a Angie acepte esperando que las cosas
cambiaran pero él no creía lo mismo.
Llegue
a casa agotada, solo quería ducharme y acostarme esperando que mañana todo
fuera más fácil. Al entrar a casa Mariana estaba en la puerta esperándome,
tenía un vestido blanco ceñido a su cuerpo y su cabello recogido me dejo boquiabierta.
-
Hola Emi, permíteme –tomo mi bolso y mi chaqueta y me dio un ligero masaje en los hombros- sígueme.
-
Hola, ¿a qué se debe esto? –le pregunte confundida mientras me llevaba
al balcón donde había una mesa
perfectamente decorada, con velas, algo de vino y un poco de música suave- no
es nuestro aniversario, no lo olvidaría.
-
Solo quiero consentirte y para eso he
preparado la cena –me sirvió un poco de
vino- ¿no puede uno mimar a su chica? Además tenía una cita pendiente.
-
Si tú lo dices, ¿Dónde están Paris y
Santi? –dije mirando su habitación- no
la he visto en todo el día.
-
Los he dejado con Lauren, quería que
estuviéramos solas. –se sentó frente a
mí- ¿Cómo estuvo tu día? –chasqueo
los dedos y de la cocina salió Mike con traje de mesero, no evite sonreír-
-
Hola Mike.
-
Buenas noches señorita López, esta noche
seré su mesero. Traeré la entrada, permiso.
-
Wow, te has esforzado.
-
Todo para mi chica –Mike traía las entradas, unas tartitas de higo y queso azul- Gracias
–le dijo a Mike- no me has dicho
¿Cómo estuvo tu día?
Platicábamos
alegremente sobre mi trabajo, el suyo y sobre nuestras vidas, había cosas que
no sabía de ella, como que odiaba la pimienta, era alérgica a maní, amaba las
motos aunque tenía un auto, amaba el sabor de la mora pero no su aspecto y le
gustaba el olor a café molido le recodaba a la finca donde la llevaba su padre
cuando era pequeña. Éramos interrumpidas por Mike que nos traía más vino
acompañado del plato fuerte unas costillas caramelizadas con mostaza y miel y
por último el postre unas tartaletas de almendra y limón.
-
Estaba delicioso, ¿segura lo has hecho
tú?–asintió- ¿segura?
-
Está bien, no lo hice yo la cocina no se
me da muy bien, tuve una pequeña ayuda de un restaurante cercano pero yo
organiza el resto, hasta conseguí un mesero guapo. ¿Te molesta?
-
Claro que no, es muy lindo lo que has
hecho.
-
Me retirare –dijo Mike- desean algo más antes de partir –negamos- permiso señoritas.
-
Se ha esforzado –dije riendo- hasta traje se puso.
-
Quiero preguntarte algo
-
Adelante
-
¿aun tienes miedo de despertar un día y
yo no este?
-
Yo no –lo tenía, a veces me levantaba y abría la puerta de su cuarto para
saber si aún seguía allí- no puedo mentirte, tengo miedo acepto se ha
desvanecido en este mes pero aún siguen.
-
Mi promesa no ha bastado ¿verdad? –dijo decepcionada- pero te entiendo si
yo fuera tú también tendría miedo.
-
Pero te quiero y sé que tú a mí también,
–yo estaba totalmente enamorada de ella,
pero me parecía muy pronto para decírselo- eso bastara.
-
Podrías tomar la caja que está a tu lado
–la tome, me indico abrirla y así lo
hice, en ella estaba un hermoso collar- felicidades por tu nuevo puesto.
-
Gracias pero no era necesario que me
dieras esto –decía sin mirarla- no
puedo aceptarlo.
-
Emily López -la
mire y estaba arrodillada frente a mí- estos meses contigo han sido los
mejores en los últimos tres años, me has dado la felicidad que buscaba hace
mucho siento que llevamos años juntas, tonto lo sé pero así es, podría asegurar
que nos conocemos perfectamente, esta noche me hizo lo confirmo, quiero
acostarme y levantarme contigo todas la mañanas abrazada a ti, a nuestra
pequeña porque ya somos sus madres y por qué no a Santi –reí tras su comentario. Tomo una cajita en sus manos- Tú me harías
el honor, el gran honor de casarte… conmigo –las
lágrimas comenzaron a salir no las podía detener, era posible- te amo y no
lo digo por decir, en serio te amo me has hecho creer de nuevo en esto, no
había estado tan segura en mucho tiempo, ¿aceptas? –abrió la caja, era un anillo. Me quede en blanco no podía hablar,
quería decirle que sí, que la amaba y me casaría con ella, peroel llanto no me
lo permitía. Tras algunos segundos agacho su cabeza- si quieres no le
ponemos fecha aún, podíamos esperar yo te espero el tiempo que necesites,
porque te amo.
-
Yo… -dije,
ella me miro en seguida estaba a punto de llorar podía verlo en sus ojos- claro
que acepto, nada me haría mas feliz que casarme contigo –sus lágrimas comenzaron a salir, me arrodille junto a ella y la bese,
selle mi repuesta con un beso. Saco el anillo y tomo mi mano, aun temblaba, lo
puso en mi dedo y me beso- Te amo.
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Hay que lindo!!!! Al fin se declaran su amor... espero pronto la boda y espero que la abogada no venga a molestar las cosas y tambien boda pronto de lauren y de angela.
ResponderEliminarSaludos
cosita boda boda boda.. la continuación me sorprendió y me encanto
ResponderEliminarAawwww que bno por ellas, se merecen tanta felicidad, espero que no se vayan a complicar las cosas con la abogada... Ojala las cosas con la familia de Angie mejoren, sobretodo con los hermanos.
ResponderEliminarSaludos y abrazos
Luisa V.