Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

La luna y yo - Mafe

Siempre he pensado que las cosas suceden porque de esa forma debían suceder…
No puedo asegurar que esta historia sea una historia de amor, lo que si les puedo asegurar es que es lo más cercano a lo que es mi realidad.
Mi nombre, creo que no importa tanto, es María Fernanda, pero lo vamos a dejar como Mafe, tengo 21 años,  vengo de una familia muy religiosa,  es una excelente familia tal vez con errores como todas las familias, pero si algo tengo claro es que el día que decida contarles mi verdad tendré que tener un lugar donde vivir y un buen seguro medico, porque de seguro me van a matar.

¿Cuál es mi verdad? Creo que ya lo saben, descubrí que me gustaban las mujeres hace 6 años, no hubo historia de amor, solo me enamore profundamente de una compañera de colegio, ¿Qué cliché verdad?, aun así nunca tuve la valentía de decirle nada, lo que si hice fue gastar mis siguientes 4 años luchando con algo que según la psicología es una desviación, la religión bueno con ellos ya tienes asegurado un puesto en el lugar de tormento, la sociedad, al menos aquí en Colombia que es mi país natal es muy difícil, todavía tienes que soportar insultos, comentarios, o que todos los hombres te imaginen haciendo un trió con ellos. Pero esa era mi realidad luego de intentar muchas “curas”  llegue a la conclusión de que hay cosas que hacen parte de lo que soy y esa es una de ellas.
Si bien hasta ese momento jamás había tenido una relación con nadie ni mujer, ni hombre, estaba segura de que si quería algo lo quería al lado de una mujer, me gustaba todo de ellas, su delicadeza, su cuerpo, su aroma, es fascinante sentarte a observar una mujer tiene tantas cosas que cautivan, no son tan predecibles, me gustaban y me gustaban mucho así que emprendí mi búsqueda de la que sería mi primer beso, si yo se que es vergonzoso tener 20 años y no haber dado un beso, pero yo quería que fuera especial con alguien que realmente me gustara, perdón si es muy cursi pero así quería yo que fuera mi primer beso.
Entonces apareció ella, esa clase de mujer que cuando la conoces sabes que jamás serán para ti, y no porque tu seas poco, sino porque es el ser mas heterosexuales del mundo. ¿Por qué ella? Es hermosa, tiene quizás la sonrisa más expresiva que yo hubiese podido disfrutar, porque veía en mi cosas que nadie más podía, el día que la conocí acababan de hacer una fusión con otro nivel en el instituto donde estudiaba, hasta ese momento creía que el amor a primera vista no existía, ¿por qué como un ser humano al ver a una persona por primera vez podía amarla? Era ilógico, pero ¿que de lo que se supone que es lógico es realmente cierto? Así que experimente amor a primera vista, ella entro al salón, venia riendo como siempre, es una morena de 1.70, ojos grandes expresivos, una nariz que hace juego perfecto con su rostro y un lunar en la mejilla derecha que personalmente me encanta, en resumen era divina, para mí. Casi se me olvida el nombre de ella es Cristina Ángel y el apellido hace juego perfecto con lo que ella es.
Yo sabía que si quería mantener mi corazón a salvo tenía que alejarme, así que me dedique a estudiar esa noche y a no pensar en ella.
Al finalizar las clases yo tenía que caminar aproximadamente tres o cuatro cuadras para esperar el transporte que me llevaba a mi casa, justo en mi ciudad acababan de implementar un sistema de transporte masivo que conoceremos en esta historia como metrolínea, me apresure a salir pues estudiaba de noche y no era la mejor zona de la ciudad  cuando iba a mitad de camino escuche una voz
Cristina: Hola
Mafe: Hola
Cristina: ¿Tú esperas metro-línea, verdad?
Mafe: << no, no dile que no>> Si, cada noche
Cristina: ¿Y te puedo acompañar?
Mafe: << NOOO dile que no te gusta compartir con la gente>> Si claro
Cristina: ¿te puedo preguntar algo?
Mafe: Si
Cristina: ¿Tienes novio?
Mafe: No
Cristina: ¿por qué no quieres o por qué no te interesan?
Mafe: (tuve que reírme, la pregunta me dejo fuera de lugar) porque no se me ha presentado la oportunidad. Pero mejor hablemos de otra cosa.
Esa noche hablamos mucho, descubrí más cosas que me gustaron, y fue el inicio de una buena amistad.
Después de esa noche, muchas preguntas crecieron en mi mente, pero poco a poco tenía que acabar con mis esperanzas.

Cada noche después de clase tenía 20 minutos para hablar con ella, solo 20 minutos pero ese tiempo era suficiente para mejorar mi estado de ánimo, con ella perdí la vergüenza, era capaz de hacer cosas que delante de nadie más hubiese podido hacer, ella se reía de cada tontería que se me ocurría y a mí me encantaba hacerla reír.
Pero también cada noche tenía que convencerme de que jamás pasaría nada, que ella no era para mí, así que cuando sentía ganas de decirle acerca de cómo me sentía me imaginaba el peor de los escenarios, y eso acababa con mi felicidad y me hacia volver a la realidad.
Cuando por fin lograba convencerme que era imposible, ella hacia a decía algo que avivaba mis sentimientos, y todo el trabajo que había realizado se iba al suelo.
Una de esas tantas noches, decidí hacerme un corte de cabello, ella se me acerco me saludo de beso y me dijo al oído muy suavemente “ahora si eres la más hermosa de aquí”, les juro que esa noche mi corazón se salto algún latido, yo no entendía porque ella me decía eso y menos porque me lo decía al oído.
Otra noche estábamos molestando entre nosotros y a ella le encanta sujetarme la nariz con sus dedos, pero el último movimiento que hizo no fue a mi nariz sino que sujeto suavemente mis labios, tuve que hacer un esfuerzo para no besarla.
Así poco a poco con detalles muy pequeños ella se adueño de mi corazón y de mi vida, jamás me había sentido tan segura de decirle a alguien lo que sentía, era ahora o nunca, pero el destino quiso hacérmelo mas difícil.
Mi familia tenía que mudarse pues el apartamento donde vivíamos iba a ser vendido, yo sabía que si nos mudábamos muy lejos ya no podía compartir con ella esos 20 minutos del día, afortunadamente nos fuimos a vivir justo en la misma dirección en la que pasaba el transporte por lo que no solo me aseguraba 20 minutos sino que me daba la posibilidad de acompañarla hasta la casa y esperar que la ruta se devolviera y me dejara en la mía.
Así que cada noche yo esperaba dar la vuelta y así teníamos mucho más tiempo para hablar.
Si las cosas suceden es porque así debían ser, esta es quizás la prueba es que  a veces las cosas no suceden cuando queremos ni cuando las esperamos.
Cristina: Tengo una excelente noticia
Mafe: ¿enserio?? Cuéntemelo todo
Cristina: se acuerda que hace unas semanas ¿usted me pregunto que si a mí me gustaba Jeffer?
Mafe: Si (ya sabía lo que venía después de mi respuesta)
Cristina: Pues a mí en esa época no me gustaba pero las cosas han cambiado el se empeño en conquistarme y esta noche me pidió que fuéramos novios y yo le dije que sí.
Pude sentir como la sonrisa se borro de mi rostro, como mi corazón se partía en pedazos, mis ojos se llenaron de lagrimas demasiado rápido, así que disimulando cansancio dije lo único que podía decir
Mafe: me alegra muchísimo, yo sé que él es un buen muchacho y sé que van a ser muy felices, de verdad me alegra mucho.
No podía hacer mas yo era su amiga y ese era mi lugar, el resto del recorrido ni lo recuerdo, esa noche le dije que no podía esperar que la ruta diera la vuelta que necesitaba llegar a mi casa, así que cuando me baje y me asegure que ya no me podía ver, llore, llore demasiado, estaba enojada conmigo por ser tan tonta, por haberme montado en esa película, nosotras no éramos nada y a mi estaba doliendo demasiado, así que reuní todo el valor seque mis lagrimas y entre a mi casa como si nada hubiese ocurrido y decidí que tenía que olvidarla, sacarla para siempre de mi corazón.
Por suerte para mí la noticia me llego iniciando un fin de semana por lo que aproveche el tiempo para prepararme, sabía que iba a ser difícil verla con alguien más.
Las semanas siguientes fueron terribles, cada noche él nos acompañaba a la estación y cada noche yo tenía que ver como se despedían de beso, y luego tenía que tener para ella una sonrisa gigante porque no tenía razón para estar molesta. Pero poco a poco esa sonrisa se fue borrando, empecé a excluirla de los planes, sabía que siempre iba a estar con él, entonces para el resto de mis amigos la excusa era que el tipo era un imbécil y que no soportaba que estuviera compartiendo espacio conmigo y esa era la verdad.
En mi país se celebra una semana feriada que se atributa a algo religioso, luego de esa semana me habían propuesto un viaje a una isla, el cual acepte rápidamente, era la oportunidad perfecta, eran 15 días para terminar con mi trabajo y sacarla para siempre de mi vida.
La noche en la que viajaba sonó el timbre del apartamento
Mafe. Buenas noches
Cristina: Hola
Mafe: ya bajo (no pude evitar emocionarme)
Era ella no lo podía creer, cuando la vi me di cuenta que no había avanzado nada, estaba exactamente en el mismo punto, totalmente enamorada de ella, abrí a puerta y la invite a conocer el apartamento, se lo mostré rápidamente y finalmente entramos a mi habitación, ¿y qué tal si le decía como me sentía?
No pude porque ahora tenía a alguien más yo me había demorado demasiado y ahora pagaba mi error. Luego de ver algunas fotografías, me entrego un regalito, ella había aprovechado esa semana para viajar y me había traído algo, cuando lo mire bien era un ángel, primero mi cara fue de curiosidad ella sabe que lo religioso no va conmigo, ella rápidamente me explico que no me regalaba por su significado religioso sino para que cada vez que lo viera me acordara de ella.
Como si necesitara algo que me hiciera acordar de ella.
Esa noche nos despedimos con un abrazo, de esos con los que intentas decir todo lo que sientes.
Mi viaje no resulto exactamente como yo esperaba, no pude sacarla ni un minuto de mi mente, aunque ella no me llamo ni una sola vez.
Al regresar ya estaba mejor, la playa, el sol y el descanso le dieron a mi mente un respiro y me sentía preparada para afrontar lo que me esperaba en mi ciudad.
Había comprado algunos detalles, obviamente el de ella y el de mi mejor amigo eran diferentes, más especiales, cuando le entregue el de ella, que era una mochila de colores esto fue lo que me dijo:
Cristina: “gracias, usted cree que la gente va a pensar que soy lesbiana, la mochila tiene los colores del arco iris”
¿QUÉ? Tenía que ser una broma, no sabía cómo tomar ese comentario, yo no la había elegido con ninguna intensión oculta solo la elegí porque me gusto y no tenia exactamente los colores del arco iris. ¿Además cómo sabia lo del arco iris? Definitivamente yo estaba paranoica, así que decidí no darle más vueltas al asunto.
Cuando las cosas son para uno se demoran pero llegan…
A la semana siguiente nos reunimos todos, Cristina aprovecho para dar un anuncio
Cristina: Jeffer se va para Bogotá a estudiar.
Casi hago fiesta, no lo podía creer, ese era la oportunidad aunque ella ya nos había explicado que las cosas iban a continuar que la distancia no era problema, yo tenía que festejar al menos ya no estaría obligada que ver sus “hermosas escenas de amor”.
Las cosas volvieron a ser como antes, hablamos cada vez más, aunque yo ya tenía claro que no podía dejar crecer mis sentimientos por ella de nuevo, en el fondo tenerla cerca me hacia bien.
Para esa época yo había entablado amistad con una joven que es genial, luego de escuchar toda mi historia siempre estaba pendiente, se preocupaba por mí, además en una época de pasado había salido con una mujer, a mi gustaba, pero prefería que siguiera siendo mi amiga.
Como buen trabajo de toda amiga que le encanta armar parejas una tarde en la que estábamos en un café hablando de todo un poco me puso frente a mi realidad
Paula: Seamos sinceras, usted todavía está muy enamorada de ella, ¿se va a quedar toda la vida con la duda de si ella siente lo mismo? ¿Qué tal que si?
Esas palabras me sonaron en la cabeza toda la noche ¿Qué tal que si? Bendita mujer, ¿qué es lo que me gusta tanto?
El día siguiente no podía dejar de pensar en las palabras de mi amiga así que estuve callada todo el recorrido, así que ella me pregunto
Cristina: ¿qué pasa? ¿Hice algo mal?
Mafe: no, es solo que estoy cansada
Procure cambiar mi estado de ánimo, no podía permitir que ella se empezara a preguntar cosas
El día siguiente y como siempre sucede cuando estas estudiando, fue día de salir a tomar unas cervezas y pasarla bien.
Cuando íbamos bajando al lugar de siempre Cristina se acercó a mí
Cristina: Anoche soñé con usted
Mafe: ¿De verdad? ¿Qué soñó?
Cristina: Me da pena decirle
Mafe: ¿por qué pena?, yo pensé que eso ya estaba superado entre nosotras, hagamos algo si usted me cuenta que soñó yo le digo lo que me  pasaba anoche (que tal si el sueño incluía algo que me convenía tenía que arriesgarme)
Cristina: Es que ni siquiera sé porque soñé eso, fue muy raro.
Camino rápido procurando que yo no preguntara mas por el tema, entonces decidí no presionar más, llegamos al lugar y ordenamos una primera ronda de cerveza.
Si hay algo de lo que estoy segura es que mi tolerancia al alcohol es cero, así que esa noche decidí tomarme lo más rápido que pudiera las cervezas y llenarme de “valor liquido” para decirle las cosas, no iba a estar borracha pero si menos preocupada.
Le pedí que nos fuéramos que ya se estaba haciendo tarde, ella acepto nos despedimos y empezamos a caminar, ella evito el tema del sueño por lo que yo procure no volver a hablar de eso.
Cada noche teníamos que hacer un transbordo en una estación, entonces llegamos ahí y nos sentamos en el suelo, yo estaba algo mareada,
Cristina: Usted qué piensa de las relaciones a larga distancia
Mafe: yo creo que no funcionan (tenía mis intenciones con esa respuesta) creo que ambas partes se tienen que esforzar mucho para que las cosas sigan como antes. ¿Las cosas van mal con Jeffer?
Cristina: él ha cambiado mucho, ya casi no me llama, y cuando yo lo llamo me dice que no puede hablar que está ocupado
Mafe: Que mal, realmente lo siento.
Cristina: ¿Sigue en pie su trato?
Mafe: si, si usted me cuenta yo le cuento
Cristina: me da pena, pero quiero saber que era lo que pasaba anoche, pues en el sueño estábamos en mi casa y pues mi mamá me decía que le dolía la espalda entonces pues yo le decía que usted trabajaba en una estética, que usted podía hacerle el masaje y luego no sé porque usted empezaba a quitarse la ropa y ya no me acuerdo más.
No era exactamente lo que yo pensé que había soñado
Mafe: Creo que su sueño no lleno mis expectativas
Cristina: trato es trato, ahora le toca contarme
Mafe: si supongo que es ahora o nunca, antes de decirle quiero que quede claro que yo la quiero muchísimo, que me disculpe si en algún momento me aproveche de la amistad que me ofreció, pero no puede evitarlo, yo no quiero perderla, yo la quiero demasiado
Me disculpe demasiado, mi mayor temor era perderla, yo no podía perderla, pero tampoco podía ser más su amiga.
Ella me tomo la mano
Cristina: Yo no la voy a juzgar
Mafe: Usted no sabe lo que yo le voy a decir
Cristina: no importa, no puede ser tan terrible
Mafe: son dos cosas las que le tengo que decir, la primera es que… soy gay y la segunda está directamente relacionada con usted.
Justo a tiempo llego el metrolinea, nos subimos, ella no dijo nada, así que yo tenía que decir algo
Mafe: Si ve porque no se lo había dicho
Cristina: Todavía no entiendo lo segundo, lo que está relacionado conmigo
Mafe: usted sabe a qué me refiero, lo que siento por usted.
Dejo de mirarme, solo miro al frente el reto del recorrido.
Mafe: ¿va a decir algo?
Cristina: es la primera vez que me pasa
Carajo, las embarre, no debí haber dicho nada, me baje rápidamente del metrolinea y me sujete la cabeza como quien sabe que ha cometido un gran error.
Esa noche no pude dormir, no podía dejar de pensar en ella, la cara que hizo, la seriedad, ¿qué estaría pensando?
El día siguiente, sabía que nos teníamos que ver en el instituto, cuando llegue a la puerta me temblaban las piernas, el corazón me latía muy rápido, subí los tres pisos hasta la puerta de mi salón, suplique al cielo para que ella no estuviera adentro, tome aire y entre. Para mi desgracia no solo estaba en el salón, sino que era la única que estaba, así que me apresure deje mi bolso al lado del puesto de ella, la salude, le di un beso en la mejilla y Salí corriendo porque el aire ya no me alcanzaba.
Esa noche no aprendí nada en clase, la cercanía de ella me ponía nerviosa, me mataba la curiosidad, ¿Qué estaría pensando?
Cuando finalizaron las clases yo sabía mi destino y era ese recorrido que cada noche esperaba con todas las ganas de mi corazón porque de alguna forma era ahí junto a ella que yo descubría quien era realmente, así que salimos del salón y fuimos directamente a la estación, esa noche hablamos de muchas cosas pero ninguna relacionada con la noche anterior, cuando ya estaba perdiendo las esperanzas y creí que actuaría como todas las personas a las que les digo “mi secreto”, ignorando el tema, se animo
Cristina: ¿le puedo preguntar algo? Es sobre lo que me dijo anoche
Mafe: claro
Cristina: ¿hace cuánto?
Mafe: ¿hace cuánto qué? ¿Hace cuánto me gusta usted? O ¿hace cuánto me gustan las mujeres?
Cristina: Ambas
Mafe: pues hace 5 años me empezaron a gustar las mujeres, no hubo una historia de amor simplemente me enamore de una compañera de colegio y jamás paso con ella, y luego me gustaron muchas más. ¿Y usted? Me gusta desde el primer día que la vi, cuando usted entro por esa puerta sonriendo me encanto.
No hizo más preguntas esa noche y yo decidí que todavía tenía muchas cosas por asimilar así que no insistí.
Al día siguiente las cosas se iban relajando cada vez más, ella no cambio en lo absoluto su manera de ser, seguía siendo la misma mujer encantadora de la que me enamore.
Esa noche antes de bajarme del metrolinea y aprovechándome que era un viernes le dije que tenía que decirle algo importante, le dije que si me daba una oportunidad no se iba a arrepentir, se lo dije justo cuando me iba a bajar y no volvimos a hablar.
La semana siguiente las cosas no fueron muy interesantes, empecé a pensar que pues iba a quedar en una charla de una noche que no fue nada más.
Finalizando esa semana, era un jueves de esos que están hechos para salir y hacer cosas diferentes, teníamos en ese entonces un profesor que tenía intenciones raras con Cristina, así que él le dijo que salieran esa noche a tomar unas cervezas, ella inmediatamente y para mi suerte sugirió que no debían ir solos y que si yo podía acompañarlos junto con otra compañera, el no tuvo inconvenientes, así que luego de clase los cuatro nos fuimos para un bar cerca de donde estábamos.
Nos sentamos a mí me toco bien lejos de ella pero no la perdí de vista ni un minuto, el profesor le tocaba el brazo, le servía la cerveza y a mí los celos me estaban enloqueciendo. Cuando por fin salimos del lugar, el profesor y yo éramos los únicos que estábamos sobrios y no por mi gran tolerancia al alcohol sino que la otra joven que nos acompañaba termino tomándose mis cervezas.
Cuando fue la hora de acomodarnos en los taxis el sugirió que se iba con cristina y que el la llevaba hasta la casa, pero yo ni loca iba a permitir eso, así que le dije que no se preocupara que ella y yo vivíamos en la misma dirección entonces que yo podía compartir el taxi con ella.
Algunas personas dicen que el alcohol es el hacedor de las oportunidades
Estando solas en el taxi ella se recostó en mis piernas, y yo con mucho cuidado de no hacer algún movimiento que la fuera a ofender, empecé a jugar con su cabello, pero intencionalmente rozaba en ocasiones su mejilla, finalmente al no ver reacción en ella me atreví a pedir una respuesta a mi declaración, respuesta que no recibí esa noche pues se había quedado dormida, asi que tuve que guardar mi impaciencia y esperar otra oportunidad. Cuando el taxi se detuvo en mi casa, tuve que levantarla para poderme bajar y antes de irme me dijo “mañana le doy la respuesta”. Inmediatamente se me escapo una sonrisa.
La noche siguiente era viernes, así que para escuchar esa respuesta fuimos a comer, cuando finalizamos la comida empezamos a caminar y ella inicio con lo que sería para mí la muerte de mis esperanzas.
Cristina: yo no sé qué decir, pienso en que va a decir mi familia, Dios también me preocupa, usted sabe que esto, es complicado de decir, y tampoco quiero perder su amistad, creo que necesito un tiempo más, le parece si mañana nos vemos y le digo mi decisión final?
Mafe: si claro
Carajo que había hecho mal, todo ese tiempo ella había estado hablando conmigo por mensajes, me llamaba y ahora ¿me decía eso? Era una locura aun así sabía que tenía que esperar.
Por fin era el día esperado era ahora o nunca, para mi desgracia se murió el abuelo de ella, y tampoco no soy tan inoportuna para abordarla en un funeral, es extraño al menos para mí, pues para ella fue el lugar perfecto para darme la respuesta que tanto había estado esperando pero que no era la que quería.
Cristina: yo lo estuve pensando y creo que es demasiado, si yo le digo que si ahora se mas adelante cuando mi familia o Dios se interpongan voy a terminar haciéndole mucho daño, y yo no quiero lastimarla.
Había algo en su mirada que no me parecía real, que era como una respuesta que pensó que era la adecuada pero no la que ella quería.
Mafe: En un no, NO o un no convénzame
Cristina: no se
Mafe: bueno yo pienso que usted quiere que la convenza así que voy a ejecutar un plan al que voy a denominar plan J, e inicia hoy, para lo cual necesito que escuche una canción que creo que se acerca a lo que siento por usted.
(Si quieren vivir un poco más la historia les recomiendo que escuchen la canción, es “Lo mejor que hay en mi vida” de Andrés cepeda.)
Cuando escucho la canción hizo cara de sorpresa, pues la letra es muy comprometedora.
Mafe: ¿qué piensa de la canción?
Cristina: que yo ya sospechaba que así de grandes eran sus sentimientos por mí.
Ese día ella me acompañó hasta la casa y me pregunto si la podía acompañar al entierro que era el día siguiente, yo gustosa acepte.
Al día siguiente me dirigí al cementerio pero tenía que dejar claro que si ella me había rechazado pues yo ya no podía seguir siendo la misma así que ese domingo me porte distante un poco más seria.
Cristina: ¿siempre va a estar así? Yo no quería que esto pasara
Mafe: de algún modo tengo que proteger mi corazón, y es solo un tiempo mientras se me quita la pendejada con usted.
A partir de ese momento lo único que hice fue todas esas cosas que enamoran a una mujer, detalles pequeños que para alguien como ella que había tenido tantas experiencias desagradables en el amor llegaron como un bálsamo a su corazón.
Tres días después de haber iniciado con mi “plan” recibí un mensaje, serian cerca de las 9.30 de la noche.
“Mi decisión cambio, vamos a intentarlo”, era un 20 de Junio y yo no podía creer que la mujer que tantas veces invadió mis sueños me estaba diciendo que sí. Aun así pensé  UN MENSAJE DE TEXTO carajo casi no lo puedo creer, me pareció terrible que fuera a través de un mensaje, pero al menos tenía la oportunidad que estaba pidiendo.
Al día siguiente hice una reunión en mi casa con algunos amigos y por supuesto ella estaba allí.
Yo no sé qué tan común es el juego de la botellita en el país de todas ustedes pero en el mío no lo es tanto, aquí por ejemplo se juega a verdad o reto, usted dice la verdad o se atreve a hacer cosas extrañas, así que yo siempre me quedo con la verdad aunque a veces no sea toda la verdad.
Estábamos tomando un par de tragos, que para sorpresa mía le afectaron demasiado rápido a ella y me pidió que le prestara mi habitación para descansar una rato, así que la lleve hasta allí, regrese a la sala pues el resto de mis amigos ya se iban así que tenía que despedirlos, para mi desgracia no estábamos solas en la casa por lo que en mi mente jamás se cruzó la idea de que pasara algo.
Cuando todos se fueron volví al cuarto, tal vez inconscientemente yo quería algo más.
Mafe: ¿cómo est{a?
Cristina: Mucho mejor
Mafe: me alegra mucho
Cristina: ¿ya se fueron todos?
Mafe: si, ¿quiere agua o algo para que sienta mejor?
Cristina: yo quiero algo y no me voy de aquí hasta que pase lo que usted quiere y yo quiero que pase.
Sentí como mi corazón se aceleró, un beso, de verdad quiere un beso? Hace 5 días me dijo que no y ahora mágicamente quiere un beso?
La verdad estaban mis papas y yo no quería un beso con afán, además que a eso le sumamos el hecho de que ese se convertiría en mi primer beso.
Esa noche no se pudo, entonces con resignación la deje marchar pensando en que en una oportunidad futura no tendría escapatoria. Y no me juzguen mal, no era que no quisiera, es que ella tenía pasado, pasado que le enseño a besar y yo solo tenía teoría, así que era normal que yo estuviese nerviosa.
Al día siguiente quedamos de vernos en la casa de ella, sabia sus intenciones y no me negué.
En un momento quedamos las dos solas en un cuarto, empezamos a hablar de varias cosas, como quienes quieren algo pero no saben cómo llegar ahí.
Cada vez se acercaba más y a mí el corazón me empezaba a fallar, estaba muy nerviosa, así que se me ocurrió preguntar si se lo había imagina en algún momento y me dijo que si, supe entonces que era el momento, me pregunto si quería que cerráramos la puerta yo asentí y ella cerró la puerta.
Noto mis nervios así que me dijo que cerraras los ojos, yo le dije que no que los cerrara ella, ella cerro los ojos pero yo no me acerque así que los abrió y me dijo que no hiciera eso que la iba a matar yo me disculpe y mientras me seguía disculpando por lo nerviosa que estaba, ella silencio mis disculpas con un beso, un beso delicioso, jamás me lo hubiera podido imaginar así, con su experiencia provoco una millón de cosas en mí. Cuando termino de besarme me dijo que tenía unos labios muy suaves, yo solamente sonreí, todavía estaba bajo los efectos del beso.
Acordamos que me iba a enseñar sus secretos para besar (como si no fuera solo una excusa para repetir aquello que tanto habíamos disfrutado)  y yo con la intención de volver a tener esos labios hubiese corrido una maratón de ser necesario.
Luego de tanta espera recibí lo que tanto quería, de la persona que quería, de la manera que quería, mejor dicho tanta felicidad no podía ser soportada por una persona, supongo que por eso al final el universo siempre busca la manera de que ninguna persona llegue a la felicidad completa.
Los primeros meses  fueron geniales, las cosas fueron súper sencillas, siempre teníamos oportunidades para vernos, y otras más para besarnos y así saciar esa sed que cada una tenia de la otra, obviamente habían cosas que yo por mi largo tiempo imaginando una relación con una mujer ya había planeado, ella por su parte hasta ahora estaba entendiendo los principios básicos de tener una relación, al menos una seria y real.
Para esa época ella estaba al cuidado de su abuela, por lo que de una forma u otra nos dio la posibilidad de hablar en las noches hasta la madrugada, esas llamadas eran lo mejor, nunca se nos acababa el tema y a mí no me importaba que al dia siguiente tuviese que trabajar, solo pensaba en no separarme de ella ni un minuto.
Cuando se inicia una relación siempre hay personas dispuestas a opinar, muchas que nos dan sus consejos para no cometer muchos errores, así que pues yo tenía un letrero en la frente que decía que estaba enamorada y para los que me conocían sabían que jamás, jamás había sido tan feliz.
Aprovechando que en la casa de su abuela vivían solo ellas dos pues se nos ocurrió que tal vez yo podría quedarme una noche a dormir allá. Así que sin más espera, hable con mis papás, y ellos no vieron nada de malo, así que me quede a dormir esa noche. Obvio estaba súper nerviosa, yo sabía que no iba a pasar nada, primero porque no teníamos ni un mes y segundo porque sabía que ella no tenía mucha idea de cómo exactamente funcionaba el sexo entre mujeres, así que tenía que esperar a que ella lo deseara tanto como yo.

Esa noche nos besamos muchísimo, para mí eso fue demasiado excitante, pero pude controlar mis impulsos y finalmente nos quedamos dormidas, abrazadas como quizás muy pocas veces lo pudimos disfrutar.  Tal vez hice la cosa más impulsiva que había hecho hasta el momento, embriagada por sus besos le dije que la amaba, y no estaba mintiendo, pero también esa noche cuando ella respondió con su silencio supe que me había adelantado.
Si bien yo ya había superado el temor del primer beso, ya le había dicho que la amaba, ahora tenía que enfrentarme a algo un poquito mucho más complicado, ya se imaginaran a que me refiero. Para hacerme esta tarea más sencilla pudimos concertar quedarnos otra noche en la casa de la abuela (esto también es un cliché), unos días antes ella había propuesto un juego, lo planteo y a mí me pareció un poco enredado así que lo simplificamos.
El juego era muy simple, cualquier parte del cuerpo, 3 actividades (lamer, besar o morder) y solo una regla la que elegía la parte del cuerpo no podía elegir la actividad.
Así que la idea era jugar y ya, pero eso para mí era demasiado pedir, y no se a ustedes pero a mí me parece que el juego era bastante provocador.
Solo les puedo confesar que solo alcanzamos a jugar tres rondas antes de que yo perdiera el control, y es que el sabor de su piel, su aroma, la suavidad de su cuerpo pegado al mío, era casi imposible que yo fuera inmune a esas tentaciones.
El beso se fui intensificando cada vez más, mis manos empezaron a recorrer su cuerpo, con urgente necesidad, esa necesidad que solo se calmaba al sentir su piel junto a la mía. Yo estaba nerviosa pero decidida, sabía que era lo que quería. Mi mano se coló por debajo de si pijama subió lentamente por su espalda buscando la forma de retirar el obstáculo que me impedía desfrutar de sus senos, llegue hasta el broche de sostén y lo solté rápidamente, tanto que me sorprendí de lo hábil que resultaron ser mis manos, sonreímos, y nos volvimos a fundir en un beso, mi mano dejo su espalda y se posó en su seno derecho que ya pedía a gritos atención, mis dedos empezaron a jugar con su pezón endurecido provocando que tanto ella como yo iniciáramos una ronda de gemidos suaves. Luego de dedicar un tiempo a sus senos mi mano empezó a bajar en busca de otro destino, baje lento por su costado hasta encontrarme con el borde de su pantalón corto, aun así no me detuve seguí bajando hasta llegar a sus piernas bien definidas y volver a emprender mi viaje hacia arriba, pero esta vez cuando venía subiendo filtre mi mano por debajo de pantalón hasta alcanzar a tocar su cola, sin nada de por medio era su piel contra mi mano, pero una mano detuvo mi recorrido en seco.
Diana: ¡espera!! No puedo seguir
De una vez toda mi excitación se vino abajo, respire profundo y le dije que no pasaba nada, ella se quitó de encima mío y se acostó a mi lado, yo me quede muy cerca, ella giro su cabeza y me beso, al principio fue un beso suave, pero poco a poco volvió a tomar intensidad, nuevamente yo podía sentir como el calor recorría todo mi cuerpo y se centraba en un sitio especifico, mi mano cobro vida nuevamente e inicio a recorrer su senos nuevamente, esta vez mi boca se apodero de uno de ellos, lo bese suavemente, lo sujetaba entre mis labios lo presionaba un poco y yo podía sentir como a ella le gustaba. Mi mano empezó a bajar a través de su abdomen hasta llegar al borde superior de su pantalón, empecé lentamente a levantarlo para introducir mi mano…
Diana: Espera!!!!
Carajo!!!! Respire profundo y esta vez ella continuo hablando
Diana: No puedo, no sabía que íbamos a llegar tan lejos y no me he preparado… dijo un poco avergonzada
Mafe: La verdad no me importa… Esa era la verdad, en ese punto no me importaba yo simplemente quería sentirla.
Después de pronunciadas esas palabras ya no tuve nada que me detuviera, así que intente bajar su pantalón y el desgraciado no quería bajar, ella al notar mi impaciencia se rio, yo me di cuenta que la impaciencia no me dejaba pensar, pero la verdad era que yo llevaba más de un año soñando con este momento y me parecía mentira tenerla ahí, solo para mí. Ella me ayudo a bajar su pantalón, yo deslice mi mano hasta su sexo, estaba muy húmedo deje que mis dedos disfrutaran de esa humedad que era reflejo de lo mucho que había disfrutado de mis caricias, de mis besos, lentamente inicie movimientos lentos sobre su clítoris, poco a poco los movimientos se fueron intensificando junto a la respiración de ella, de vez en cuando dejaba escapar un gemido y yo me estaba enloqueciendo por ella, empecé a bajar un poco más hasta que logre introducir uno de mis dedos, vi como todo su cuerpo se tensaba, comencé a sacarlo lentamente y volví a introducirlo, podía sentir como sus músculos presionaban mis dedos, aumente la velocidad de la penetración, hasta que finalmente ella me detuvo, nos besamos un par de veces más y nos quedamos dormidas. Como era de esperar ella no me toco, no me toco ni una sola vez.
Para ser mi primer vez considero que no fue tan malo, aun así antes de quedarme dormida repace paso a paso lo que había hecho y me di cuenta que me apresure demasiado, que lo había deseado tanto que no me detuve a disfrutarlo, así que esa misma noche jure que de ahí en adelante todo iba a ser con más calma. Esa noche embriagada por lo que para era mi primera vez le dije que la amaba, y no estaba mintiendo, pero también esa noche cuando ella respondió con su silencio supe que me había adelantado.
Ese último detalle volvió la noche en un desastre, puede que la palabra suene muy dura, pero en esencia lo fue, tan desastroso fue que no duro mucho, y terminamos en una conversación en la que quede como una tonta, añadido a esto me dolía la idea de que no me hubiese tocado, ¿Tan poco deseable era?.
A la mañana siguiente me sentí extraña, incomoda tal vez, no sabía cómo actuar, ahora solo me quedaba no volver a tocar el tema.
Continuamos nuestra relación solo que ahora había un ingrediente más, uno que no tenía antes y que sin saber iba a ser tan importante. El deseo, el deseo de tener la oportunidad de volver a tener el cuerpo de la otra, el deseo de poder corregir las cosas que se habían hecho mal la primera vez. Así que sin más espera buscamos nuestra próxima oportunidad.
Hay quienes dicen que las cosas que se planean son las que menos se disfrutan, yo pongo en tela de juicio esto, pues nosotras siempre teníamos que planearlo para tener un sitio donde estar juntas sin interrupciones y sin la preocupación de ser interrumpidas por una llegada inesperada.
Era un viernes en la mañana, soleado, con un suave olor a temor en el ambiente, a diferencia de nuestro primer encuentro este era de día, con luz mucha luz, habíamos acordado encontrarnos en mi casa, esta iba a estar vacía toda la mañana, así que teníamos un buen tiempo.
¿Saben que es lo más difícil de tener una relación con alguien que jamás se ha imaginado a dos mujeres en una cama? Que no tiene ni la menor idea de cómo funcionan las cosas, así que era mi deber como buena ciudadana, enseñarle lo que no sabía.
Es gracioso como en la cabeza uno logra imaginarse tantas cosas, y cuando llega el momento ninguna de esas cosas se hace, y es ahí donde tu cerebro le dice a tu cuerpo que se tranquilice porque no se pueden quedar en los errores para siempre.
Así que finalmente llegamos a mi casa, yo entre primero para asegurarnos que no hubiera nadie en la casa, cuando fue confirmado que era seguro nos sentamos en el sofá, en una situación incómoda, sabíamos porque habíamos llegado ahí, pero no teníamos ni idea de cómo empezar, así que para mi sorpresa ella tomo la delantera y se acercó para besarme, nos besamos hasta que mis manos empezaron ansiosas por sentir su cuerpo, si más espera  la tome suavemente de la mano y la lleve hasta mi cuarto, cerré la puerta y suavemente empecé a besarla, con mis manos recorría su cara, acariciando cada centímetro, lentamente baje por el cuello, donde me detuve un momento explicándole que era yo quien ese día volvería a tener el control, baje mis manos hasta su cadera y presione su cuerpo contra el mío, ya no quería más espacio entre las dos necesitaba sentir su cuerpo, aun con la blusa puesta desabroche su sostén, así mis manos tendrían la libertad de viajar libremente, no tarde mucho en quitarle la blusa, la imagen me dejo atónita, si bien ya había podido sentirlos en la oscuridad, jamás los había visto y eran hermosos, tan perfectos, del tamaño preciso para su cuerpo con una forma redonda, hermosos, no me detuve mucho para observarlos pues note que ella sentía un poco de vergüenza así que continúe besándola, baje mis manos con la firme intención se soltar los botones de su pantalón, así que muy despacio fue soltando el pantalón e introduciendo mis manos lo deslice suavemente hasta el punto donde ella con algunos movimientos de sus piernas pudiera quitarlo totalmente.
La tumbe sobre la cama, ya esta vez con más tranquilidad, me dedique  recorrer su cuerpo con mi boca a reconocer cada rincón que todavía no había sido conquistado por nadie, rincones que ni ella misma sabía que producían ese tipo de sensaciones, y así poco a poco fui marcando mi destino, fui explicando beso a beso lo que sucedería después, cuando llegue al borde de a la única prenda que me separaba de mi destino final, vi como su cuerpo se tensó, estaba nerviosa, así que ahora con más calma subí nuevamente y le dije que no se preocupara, que yo estaba segura que lo que iba a encontrar allí me iba a encantar, que no existiría otra mujer a quien yo quisiera tener justo en ese momento, deposite un suave beso en sus labios y volví al lugar donde hace mucho tiempo mi imaginación me había llevado y hoy se volvía realidad, cuando finalmente retire el último obstáculo, me encontré con su sexo totalmente depilado, mi boca se hizo agua y su olor inundo el ambiente, ya no podía esperar más, sí que deslice mi lengua suavemente, casi sin hacer presión, el sabor se sintió como una corriente eléctrica que bajo desde mi primera vertebra hasta la última. Esa mezcla entre dulce y salado, me encanto, el sabor era intenso pero no del todo desagradable, esta vez arremetí de nuevo pero esta vez mi lengua se introdujo entre sus pliegues y se encontró de frente con su clítoris, me acerque un poco más y lo tome con mis dos labios y una vez atrapado ahí lo lamí muy despacio, quería que ese momento no se acabara jamás, después de disfrutar de cada centímetro de su sexo, introduje un dedo, para mi sorpresa esta vez entro con mayor facilidad casi como diciéndome que había espacio para uno más, así que no hice esperar la respuesta a esa petición e introduje uno más, los movimientos se intensificaron, todo lo que ella había inhibido la primera noche o tal vez no lo había sentido, lo estaba viviendo en ese momento, sus caderas iniciaron un movimiento que exigía mas, por lo que  siguiendo el ritmo que ella trazaba acelere hasta el punto donde sentí que había llegado su primer orgasmo. Lentamente su respiración se calmó, yo saque mis dedos y me acomode a su lado, nos miramos, yo me acerque le bese la punta de su nariz y le dije que la amaba, ella sonrió y empezó a buscar algo con que cubrirse, así que yo saque mi cobija  la puse sobre ella, ella cerro los ojos y se dispuso a descansar, frente a ese gesto me acosté boca arriba, mire el techo y por primera vez me sentí mal, mire hacia abajo y yo tenía absolutamente toda mi ropa puesta, empecé a repasar lo que acabamos de vivir y no encontré sus manos en ningún momento buscando mi cuerpo. Mis ojos se llenaron de lágrimas…
Diana: ¿Qué pasa?
Mafe: Nada, estoy feliz por tenerte aquí conmigo
Diana: ¿Segura que no es nada más?
Mafe: segura, te amo, sigue durmiendo.
Antes de marcharnos de mi casa, iniciamos otra ronde besos y finalmente nos separamos, yo salí del cuarto para que se vistiera y salimos de la casa, aunque intente que no me afectara, ella noto que había algo mal, aun así no dije nada, en ese momento creí que tal vez no estaba preparada.
Después de ese día en mi casa, cada vez que teníamos oportunidad terminábamos haciendo el amor, algunas veces podíamos tomarnos nuestro tiempo y en otras nos tocaba rápido por el lugar donde estábamos.
Yo cada día me enamoraba más de ella, aunque era consciente de que habían cosas de ella que no me gustaban tanto, detalles que no tenía conmigo, para mi fortuna habrían pasado más o menos 3 meses para el día que decidió tocarme, estábamos en la casa de la abuela hablando y jugando, cuando fue la hora de marcharme, ella me tomo antes de salir del cuarto y me empezó a besar, luego me di cuenta que una de sus manos se abrió paso a través de mi blusa, hasta posarse en uno de mis senos, lo presiono, pero las cosas no pudieron continuarse pues sentimos que alguien se acercaba, así que nos alejamos y yo salí hacia mi casa.
Parecíamos conejos jajajajaja de verdad, no había baño público que perdonáramos, ni momento donde estuviésemos solas que no aprovecháramos, la barrera de que no me tocara se había desaparecido, habíamos avanzado demasiado en nuestra relación, pero siempre había algo que decía que me hacía sentir como si el tiempo entre las dos estuviese contado.
Estábamos a punto de cumplir 10 meses cuando su madre nos descubrió, no estábamos haciendo nada precisamente, pero ella encontró algunos detalles que yo le había dado y pues una cosa lleva a la otra, y se armó la tercera guerra mundial, la pusieron a elegir, y para mi desgracia no me eligió a mí.
Me termino un 16 de Abril, era una mañana soleada, nos sentamos en una cafetería…
Diana: Lo siento muchísimo, esto es demasiado difícil para mí, pero yo amo demasiado a mi familia y a Dios, yo no puedo seguir haciendo esto.
Ya para este punto mis lágrimas salían sin precaución, ¿Cómo podía? Yo la habría elegido a ella…
Mafe: no me dejes, te lo suplico
Diana: Valórese, yo no soy la única mujer en este mundo
Esas palabras terminaron por destrozar lo que me quedaba de corazón, seque mis lágrimas y me fui para mi casa, llegue me excuse con que estaba enferma, me encerré en mi cuarto y llore, con ese llanto que sientes que desgarra tu alma, ese dolor que sientes que te matara, me quede dormida.
Me desperté, alguien golpeaba mi puerta…
Mamá; hija ¿qué pasa?? ¿Estás bien??
Mafe: Si mami, es solo que me duele mucho la cabeza
Mamá: tienes que comer algo, con eso te seguro te sientes mejor
Mafe: está bien mami ya voy
Salí de mi cuarto entre al baño, me lave la cara y con la mejor sonrisa falsa que tengo me senté a almorzar, después del primer bocado sentí como se me devolvió la comida, mi mamá solo me miraba, respire la mire y le dije que me disculpara pero que no tenía hambre, solo me pare de la mesa y me fui al cuarto de mi hermano, me senté a su lado y me di cuenta que hasta ver televisión me hacía llorar, solo habían pasado 5 horas y sentía que mi mundo se desmoronaba bajo mis pies, se pronto sonó mi celular, no conocía el número.
Mafe: Alo
Diana: Hola
Mafe: Hola
Diana: ¿cómo estás??
Mafe: (como estoy pues como crees) bien
Diana: estoy cerca a tu casa, ¿podemos hablar?
Mafe: si claro
Me ilusione, era posible que ella volviera conmigo, así que me repuse un poco y respire profundo.
Sonó el timbre de mi apartamento, baje y ahí estaba ella, la salude con un beso en la mejilla y un pequeño abrazo, me termino de contar como le había ido en el día, yo solamente escuchaba, pero mi mente no dejaba de revivir lo que habíamos vivido horas antes.
Se empezó a despedir, yo empecé a sentirme mal otra vez, hice todo lo posible para no demostrárselo, pero antes de irse me dijo que si le podía regalar un poquito de agua.
Subimos, yo abrí la puerta, entramos, le di el vaso de agua y me quede mirándola, se tomó el agua como si le supiera feo, entonces entendí que el agua era una excusa.
Termino de tomarse el agua y salimos del apartamento, mientras íbamos caminando yo pensaba que no podía volver a caer en su juego, pero ya era demasiado tarde…
Me adelante unos pasos y en el descanso de las escaleras la tome suavemente
Mafe: te voy a recordar algo por lo que nunca me podrás olvidar
La bese, fue un beso desesperado, dolido, ansioso, temeroso, cuando terminamos de besarnos empezó a llorar, yo la abrace y ella me dijo que me amaba y que no quería dejarme, así que yo le dije que estaba bien que yo olvidaba lo había pasado, así que volvimos esa tarde.
Las cosas ya no eran igual, yo sentía miedo todo el tiempo, cada cosa que hacia la pensaba mucho para no generar otra huida, pero el final estaba escrito, ya no habían más caminos.
Después de pasar 6 meses para que las cosas no se acabaran, a partir de ese 14 de Abril que nos descubrieron y después de poner todo mi empeño para que fuera feliz, después de haberme aguantado que me terminara dos veces más, entonces llego el día que había estado esperando con miedo, con nostalgia, quizás hasta con respeto, estaba como el enfermo terminal que sabe que su muerte esta diagnosticada pero no sabe que día será.
Acabamos de cumplir 15 meses, ese día ella me llamo 3 veces pero no me dijo nada, en la noche yo le reclame y lo único que tuvo fue una respuesta agresiva, me dijo que yo no sabía nada, que yo no sabía cómo se estaba sintiendo ella, que se sentía vacía, ¿vacía? ¡VACIA! Después de todo lo que yo había hecho, nada era suficiente, me dijo que teníamos que hablar, pero en persona.
Llego el martes 24 de Septiembre, para completar era el cumpleaños de mi papá, como para que nunca se me olvidara el día que me dejo, habíamos hablado en la mañana y yo le dije que me dijera si eran malas noticias, me dijo que sí.
Conté las horas, los minutos, los segundos, hasta que por fin sonó el timbre del lugar donde trabajo, estábamos solas, pero a diferencia de las otras tantas veces que habíamos estado solas esta vez ya no había nada que hacer solo escuchar.
Escuche cada palabra, cada excusa, cada perdón, lo escuche todo y solo algo pude concluir, si esta mujer me amara la mitad de lo que yo la amo, se quedaría conmigo.
Me explico que me dejaba por Dios, que sabía que todo había estado mal, y que había sido un error.
Me resigne, le dije que si era lo que ella sentía y que si yo no había sido suficiente , entonces que estaba bien, que yo la iba a dejar ir, que esperaba que encontrara a un hombre que la quisiera tanto como yo, que al final yo siempre supe que todas las promesas que ella me hizo, los planes que realizo a mi lado eran solo mentiras, mentiras que yo había creído como una imbécil, le dije que esto era una muerte anunciada, que ambas sabíamos que este día iba a llegar y que para mi pesar no era mi decisión, porque la mía era permanecer a su lado.
Esa noche nos despedimos con un beso, de esos que solo saben a dolor, prometimos no volver a vernos, ni hablar, ni escribir. Para ella fue más fácil a los 2 días ya se había olvidado de mí, ya hablaba de Dios y de como Dios la amaba y de lo repugnante que había sido lo que había vivido conmigo.
Los días desde entonces ya no son iguales, el aire se hace nudo en mi garganta, y siento como si me hubieran golpeado en el pecho, paso de la tristeza a la ira y de la ira a la desesperanza, estoy intentado odiarla, pero no he podido, ella no solo se llevó lo que me dio, sino que también me robo lo que yo era antes de ella, yo la ame y la sigo amando con cada célula de mi cuerpo, desafortunadamente al final de todas las promesas solo quedamos la luna y yo, esa luna que juramos que siempre nos iba a recordar que valía la pena luchar por nuestro amor, esa misma luna que por tantas noches nos sirvió de espejo para sentir que a través de ella nos podíamos mirar, esa luna que al final fue tan real como el hecho de que ella jamás me amo, y que yo siempre la amare.


Dedicado para todas aquellas personas que se han enamorado de alguien perdidamente, tanto que no lograron ver que su amor no fue correspondido”
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11 comentarios:

  1. Excelente historia :D !!!
    y a la vez muy triste , pero es la triste verdad

    saludos desde Republica dominicana

    besos juliana

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  2. omg!! me sentí totalmente identficada... tenemos historias gemelas, gracias por compartirla... Saludos desde Medellín, Colombia

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  3. Esta historia fue larga pero buena y triste a la vez y tengo una duda si es de la vida real, por que le cambias el nombre a tu enamorada unas veces le ponías Cristina y en otras Diana haha un pequeño lapsus mental ahí eh...:(

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    Respuestas
    1. Me engaño el subconsciente, y no le cambie el nombre, se llama Diana Cristina, solo que en la historia solo la quería dar a conocer como Cristina, que pena por el error de principiante :/

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  4. ufff muy buena historia...un abrazo desde la cuidad bonita...)

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  5. Me ha gustado mucho tu historia, me queda la ilusión de que sea real, te felicito y espero seguir leyendote.

    - Maria, Medellín-Colombia

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  6. En esta historia la "virgen" resulto ser mas experimentada jeje y al final no supimos si la otra la toco o no, como que no le inspiraba ni un mal pensamiento a la chica uishhh :-(

    May

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  7. Muy bonita la historia, sabes si es real te pidooo qe no sufras y qe no odies a nadiie!! lo qe es para uno llega tarde o temprano ;) o quien sabe por ahí en algun lado este tu princesiita esperandotee :D
    Felicitaciones !! muy bonita la historia.
    saludos desde colombia carajooo jejjej :D oyee seriia boniito hablar contiigo ;)

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  8. tan real..es difícil amar y no ser correspondida ni la mitad del amor completo q uno suele entregar el corazón...Buen relato..saludos..México

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  9. Como dice la cancion de Arjona : porque es tan cruel el amor que no te deja olvidar que me prohibe pensar me ata y desata y luego de a poco me mata me bota levanta y me vuelve a tirar .muy buena historia besos ARGENTINA

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