Ella y Ella - Luzi Müller - 8

Capítulo VIII

“¿Anderson? Eres tú?”

“¿Hummel? Cuanto tiempo sin saber de ti”

“Es cierto, bueno ya sabes como es este mundo, eventos, fiestas, viajes”

“Si, ni qué lo digas, pero dime para que soy bueno”

“mm bueno para muchas cosas” un risa nerviosa se escucho a través del auricular “una amiga me ha pedido un gran favor y pués me preguntaba si tú puedes echarnos una mano”

“Cuéntame de qué se trata y te digo si está a mi alcance”

B. ¿A kurt?

Q. Él puede ayudar a Rachel

B. Es Kurt, Q es capaz de convertirla en una modelo fría, arrogante y sin cerebro ¿Cómo se te ha ocurrido eso?

Q. Brittany no quiero perderla ¿acaso no me entiendes?

B. Perderás a está Rachel, ella no está preparada para entrar en ese mundo

Q. Y tú qué sabes? Tiene talento, tan solo cuando canta su voz brilla de una manera que no te puedo explicar

B. Quinnie no es lo mismo cantar y bailar en un night club que hacerlo en una escenario en New York ¿lo sabes no?

Q. Pero puede ayudarla, no sé algo que pueda hacer

B. Además como harás con inmigración?

Q. Oh dios! Como no pensé en eso

B. Tienes las ideas agotadas Q, Lord dice

Q. No quiero consejos de esa bola de pelos

B. Quinn, él dice que Hudson puede servirnos para eso

La rubia mayor miraba al gordo gato fijamente, segundos más tarde giro su cabeza a ambos lados, siempre que le ocurría eso quedaba helada, parecía que a veces ese animal si fuera humano, ¿el cómo? No lo sabía, pero eso sentía y le dejaba escalofríos en su cuerpo

Q. ¿Cómo nos serviría ese inepto?

B. Es la mano derecha del señor Fabray, tiene contactos en embajadas, consulados, él sabrá que hacer Q

Q. No me gusta la idea de vincular a Hudson con Rachel

B. Tendrás que dejar de lado los celos Q, esto es cuestión de negocio

Q. ¿Negocio?

B. Él nos debe una grande, pues es hora de pasarle la cuenta

Ambas sonrieron y continuaron discutiendo su plan.

Sg. No aguanto más

M. Ni yo chica, ni yo

S. Hoy nos han sacado el alma

R. Después de esto una ducha con agua caliente y una cama re confortable

S. ¿Con una rubia adentro?

R. ¡SAN!

M. ¿Una rubia? ¿Oye tu eres bollera guapa?

Sg. ¿Está linda esa rubia?

M. Y tú también Sugar?

Sg. Sé reconocer lo qué es bueno

R. Basta, no... O no sé Mercedes y Sugar eso tampoco te lo voy a responder

S. Si lo está Sug

M. ¿Dónde la conociste?

R. Aquí

Sg. ¿En serio?

S. ¿La has visto hoy?

R. no, y eso me preocupa

S. ¿Crees que acabo con el tipejo ese?

M. ¿Cuál tipejo?

Sg. Te salieron enamorados y se encelo la rubia Rachel?

R. No Sugar, y es un tipo que se metió con alguién de su familia

M. puff que fuerte chica!

S. con alguien muy importante

R. ¡San!

Rachel evitaba exponer aquel tema delante de las chicas, a pesar que eran de su agrado esa historia era parte de la vida privada de Quinn, y ella ni se imaginaba que conocía esa información por Santana, por tanto sentía que debía resguardar aquello como un secreto.

K. Rubita ya tengo noticias para ti

Q. ¿En serio Kurt?

K. Claro cielo, soy muy eficiente

Q. Ya veo

K. Necesito algún video, demo, lo que sea que pruebe que la chica tiene talento

Q. eso es fácil de conseguir

K. bien en cuanto lo tengas, mándalo a mi email, o al móvil como prefieras

Q. ¿Y luego?

K. Luego te diré que resultó y como debemos seguir actuando

Q. De acuerdo, gracias Kurt, te debo una

K. ¿Una rubita? Una parte de millones querrás decir

Q. Ya extrañaba que no me lo echarás en cara

K. Pues ya te lo estoy diciendo ¿eh?, y me debes la historia, eso de que andes haciendo caridad, no me lo creo

Q. Kurt!

K. ¿Qué? Sabes que es cierto

Q. bueno, dejó que consigo el material pronto y te lo envío

K. Ok lindura, besotes!

Q. ¡Igual mi bello amigo! Te Quiero

K. Y yo a ti rubita!

La noche se hacía presente sobre aquel paraíso terrenal, las luces de la ciudad resplandecían, los turistas caminando por las calles, los restaurantes llenos, los pubs con musica que invitaba a entrar y disfrutar, y por supuesto aquel lugar que pertenecía al hotel donde cada noche se presentaban distintos grupos de música, sin embargo a pesar de la alegría que se vivía en el ambiente, una morena cabizbaja se encontraba a un extremo tomando un mojito típico de su tierra y aislada de aquella diversión.

B. Hola Rache, ¿puedo?

R. ¡Claro! ¿Cómo estás Brittany?

B. Genial, ¿y tú?

R. Todo bien

B. ¿Por qué tan sola?

R. Pues... San está con su chico rubio y yo... pues paso el rato

B. ¿Has visto a Quinn hoy?

R. No, en todo el día no le he visto

B. Ya

Una sonrisa leve le regalo la rubia de ojos azules a la pequeña diva

B. ¿Qué te parece si vamos a bailar?

R. ¿Tu y yo?

B. Claro, no veo a nadie más

R. eh... bueno... si... está bien...

B. Vamos

En el fondo de aquella pista de baile otra morena veía la escena con algo de confusión en su rostro

F. ¿A qué debo el honor de tan desagradable compañía?

Q. Wow Hudson, pero que caballero te ha vuelto en las últimas horas

F. Qué quieres que te diga, la vida que te hace ser así

Q. Ya... claro... la vida

F. ¿Qué quieres?

Q. Un trago

Finn la miró desconfiadamente

“¿Desea algo bella dama?”

Q. Un Martini por favor

“ok, pedido en camino”

F. Y bien, qué buscas ahora? Porque no creo que tengas solo intención de acompañarme a una copa

Q. Harás algo para mí que necesito

F. Wow, suenas como a tu padre

Q. ¿Será porque soy su hija?

F. ¿Qué tengo que hacer miss Fabray?

Q. Tienes contacto en las embajadas ¿cierto?

F. Aja

Q. Contacto con los cubanos?

Finn la miró extrañado totalmente

“Su trago bella dama”

Q. Gracias

F. Para qué necesitas un contacto cubano?

Q. ¿Tienes o no tienes?

Finn dudo en responderle, movía su bebida tratando de analizar que le pediría la rubia

Q. Finnepto no tengo toda la noche

F. Si

Q. Bien

F. ¿Qué quieres hacer? ¿Traficar tabaco? ¿O Ron cubano?

Q. ja ja ja Que gracioso

F. ¿Me dirás que tengo que hacer o seguiremos en estas respuestas sin sentido?

Q. Quiero qué tramites lo que sea necesario para que alguien de la nacionalidad cubana entre en los Estados Unidos

F. ¿Qué QUÉ?

Q. lo que escuchaste Hudson

F. ¿Estás loca? ¿Sabes lo difícil que es eso?

Q. Tú lo arreglarás, como sea lo arreglarás

F. Quinn eso que me pides es difícil, más fácil sería traficar estupefacientes que eso

Q. No es mi asunto Hudson, arréglalo como sea... o

F. ¿Me entregarás a tu padre?

Q. Exacto

F. Costará mucho dinero eso, ¿lo sabes?

Q. No me importa, ¿no somos la empresa tecnológica con más poder en el mundo?

F. Si tu padre se entera igual me matará, pero a ti también te pedirá explicaciones

Q. Me vale lo que haga Russel

F. Quinn

Q. Pronto te entregare los datos de la persona que le gestionarás todo

F. Quinn esto es una locura

Q. Disfruta tu noche Hudson.

Dejó la copa a medio tomar y acto seguido salió de aquel lugar.

S. No sabía que delirabas tanto por las rubias

R. SAN!!

S. Crees que no te he visto, has estado bailando con la rubia hermana de tu rubia toda el rato que llevamos aquí

R. Ella me sacó a bailar, no quería que le rechazara la invitación ¿o sí?

S. No, supongo que tienes que socializar con la familia

R. SAN!!

Ambas se miraron a través del espejo de aquel servicio y se soltaron a reír,

S. Solo espero que no te acuestes también con ella

R. ¿Cómo se te ocurre decir eso?

S. Ya... ya... enana estoy bromeando, mejor vamos a seguir bailando que él no ver a tu rubia te hace una gruñona

De fondo una canción sonaba invitando a todos los presentes a la pista, Sam, Rachel, Santana y Brittany disfrutaba al ritmo de la pegajosa música tipo lambada, de pronto sintió el contacto de un cuerpo sobre el suyo por la espalda, una mano la sujeto por la cadera y un susurro en su oído la hicieron vibrar

Q. I miss you

R. ¡¡¡Quinn!!!

Q. Shhh…

Ella mueve su cintura al ritmo de un tan tan
y él se va divorciando del tío sam

Colocó ambas manos en la cintura de la pequeña diva y dejándose llevar por el ritmo que ella marcaba la seguía, como si fueran un solo cuerpo, los movimientos sensuales derretían a la rubia, Rachel se pegaba más allá, a pesar que entre ambas no había ni un milímetro de espacio, de pronto la morena se giró rápidamente y tomo su brazo derecho, presiono con su otro brazo la cintura de su rubia e introdujo una de sus piernas entre las de ella, quedando perfectamente acopladas, el sonido de la música les marcaba los pasos exactos, como si toda la vida hubiesen sido una pareja de baile, el roce que sentían ambas las hacían suspirar, su ojos estaban conectados, en aquel momento Quinn ya no tenía ese verde de costumbre, parecían más bien un color amarillo, del mismo fuego que estaba sintiendo en su interior, la morena no dejaba de moverse y hacerla seguir el ritmo, otro inesperado giro provocó que Quinn quedará de espaldas a Rachel, ella tomo el brazo contrario de la rubia y posicionando está vez el derecho alrededor de su cintura la llevó durante lo que quedaba de canción, bajan, subían, Rachel de vez en cuando lograba dejar algún suspiro en el oído de la chica, y así entre el calor que ambas emanaban termino la melodía.

Sm. Wow... eso... eso fue hot

S. Si qué lo fue

B. Son lindas

S. Si, es una lastima

Sm. Chicas voy por unos tragos, ya regreso

S/B. Ok

B. ¿Por qué dices que es una lástima?

S. Porque en unos días cada una estará lejos de la otra para siempre

B. ¿Para siempre?

S. Tú no entiendes

B. ¿Si no me explicas?

S. De donde nosotras venimos, es un lugar donde sólo hay esperanzas opacadas

B. ¿No te entiendo?

S. Sueñas, pero solo es eso, sueños, nunca se hacen realidad

B. Rachel tiene mucho talento según Quinn, y al parecer también tu

S. Somos unas estrellas, solo que de un firmamento que no brilla

Sm. Acá tienen chicas

R. ¡Vamos!

Q. -Genial, ¿a dónde me lleva? Me apuntare a un curso de español no más aterrice en New York

R. Te mostrare algo -igual no sé para que me explico, seguimos en el mismo punto, ni yo la entiendo ni ella a mi-

Ambas tomada de las manos salieron de aquel sitio, corría una brisa cálida a pesar de estar bastante entrada la noche, el cielo iluminaba con tantas estrellas que era imposible contarlas

Q. Rachel…where we're going?

La morena hizo caso omiso de las palabras de su acompañante y siguió guiandola

B. ¿Dices que Rachel no tiene padres?

S. Eso mismo rubita, eso... asi se mueve las caderas

Sm. Son muy buenas bailarinas chicas

S. Tranquilo nene, las manos donde pueda verlas ¿eh?

B. ¿Rachel es extraterrestre?

S. ¿Qué?

Sm. Esa es buena

Tras una risotada que se escucho aún con lo alto que sonaba la música

S. Pues aunque a veces pareciera, lamento informarte que no

B. Oh! Y entonces?

S. Su padre nunca la conoció, digamos que fue un amor de verano, un turista gringo como tú que se enamoró de una latina ardiente como yo y pues... dejo un regalito para toda la vida en mi tierra.

Sm. ¿Y su madre?

S. ¿Shelby? Ja... la mujer la abandonó cuando apenas la diva tenía unos... 11 o 12 años... no recuerdo bien

B. Ups

Sm. ¿Y con quién vive en la Habana?

S. Con su tio Leroy, hermano de su madre, es un buen tipo, pero es gay y encima tiene pensamientos diferentes

B. ¿Gay?

S. Aja, el régimen pues... lo ha castigado duro, incluso ha estado enjaulado varias veces

B. ¿Enjaulado? ¿El tío de Rachel es un pájaro?

Ahora dos risotadas se oían

S. No rubita, que ha estado en la cárcel

B. Ah!! Ups doble

Sm. ¿Y Rachel como ha sobrevivido sola?

S. Tampoco ha sido tanto tiempo, pero bueno mi familia le ha echado una mano siempre que podían

Sm. ¿Son como hermanas?

S. Algo así Sam

B. ¿Nunca ha pensado irse de allí?

S. No, es una idealista tonta, además tiene cierto trauma, sus abuelos murieron intentado huir de la isla hace muchos años

Sm. Wow

S. Así que rubita tu loca hermana le romperá el corazón a mi amiga, esa es la parte de esta historia que no me gusta

 

Q. Hermoso

R. Eso si te lo entendí, ¿te gusta?

Q. Yes, I like it

R. Es tan hermoso como tú Quinn Fabray

Quinn busco su mirada, esos ojos chocolates clavados en los suyos le hacían estremecer, no importaba si estaban en una altura considerable desde donde se podía contemplar medio Cancún, no importaba si el sonido del mar les tocaba una dulce y melodiosa canción, o si las luces que iluminaban todo los alrededores de las cadenas hoteleras les brillaban como si fueran fuegos artificiales, nada de eso importaba, solo esa mirada penetrante que era capaz de desarmar su alma en segundos, esa sonrisa tan blanca que podía derretirla, y ahí fue entonces la gota que rebozó el vaso; la morena rodeo el cuello de la rubia, se acerco mucho más, casi a milímetros de su cuerpo, junto su frente con la de ella y empezó un baile sensual, sus caderas marcaban el ritmo, un ritmo que solo tenía en su cabeza pero que la rubia parecía disfrutar, sus piernas se enredaban con las de su compañera, la empujaba hacia delante y hacia atrás, un repentino movimiento y se soltó de Quinn quién hipnotizada no dejaba de seguirla con la mirada, el bamboleo de la morena hacia que su cabello danzara al igual que ella, una danza que llena de sensualidad hacía unos perfectos y marcados movimientos del cuerpo de la pequeña diva, un estiramiento de su mano izquierda y se enganchaba al cuello de la rubia con una sola mano girándola alrededor de todo aquel mirador, sus miradas traspasaban la piel, el alma y lo que se les atravesará, nuevamente fundidas y siguiendo el compás con un beso intenso que ambas se regalaron quedaron plantadas en la mitad de aquel maravilloso lugar. 

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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Luzi Müller - Derechos Reservados

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