Capítulo
XIX
“Son veinte mil”
F. Estás bromenado? En eso no
habíamos quedado
“Las cosas estan más complicadas
camarada, emigración ha detectado agentes corruptos...ya sabe”
Q. Finn diselo de una vez
“Que tiene que decirme señor
Hudson?”
F. Eh... si... ya... ya no hay
pez que transportar
Kurt y Quinn se miraron aún más confusos
“Como que no hay? No me dirá que
se fueron en balsa?”
F. No... No... La chica en
cuestion... no está aquí
“Sigo sin comprender”
Q. Se marcho por trabajo a otro
lugar
“Esto... cambia las cosas”
F. Si... lo... sabemos -termino de responder en
un susurro
“Se escapo... sabes que puedo
advertir a emigración y...”
Q. En donde pensaba...
transportarla?
“En un avión de carga”
Quinn miró a Finn casi fulminandolo
“Entonces... sino hay carga... me
debe diez mil”
F. Pero... pero lo ha dicho no
“Camarada son negocios, moví
varias piezas para poder planear bien todo... y como creen que les dire que ya
no hay dinero?”
Q. Se lo daremos
K. Pero Quinn
Q. Es mejor Kurt
“Y bien”
Q. Vamos al hotel
“Tiene que
haber alguna forma de comunicarnos con ellos”
Si y que le
decimos... hey... Quinn no sabia que me ibas a rescatar... y oye por cierto me
tendieron una trampa y estoy en Estados Unidos de ilegal...
San!
Enana
tienes que tener paciencia
“Paremos
aquí, tengo hambre”
Britt llevaba conduciendo casi seis horas luego de haber rentado aquel auto
en uno de los Rent Cars de Miami, el cansancio comenzaba a mermar sus energías
y el hambre la obligo a detenerse durante un breve lapso.
“Pediré una
hamburguesa, siempre he querido probar una de esas justo aquí”
¿En este
lugar?
No Britt...
en tu país
Una sonrise complice de ambas cambio durante breves segundos la tensión que
las dominaba.
Ru. ¿Dónde está Brittany?
J. ¿Qué ocurre Russel? ¿Por qué
tantos gritos?
Ru. ¿Dónde esta?
J. No lo sé... salió
Ru. ¿Salió a dónde?
J. Por ahí... ya sabes como es...
Ru. Quinn!!
J. ¿Quinn? No... no entiendo… que
pasa con Quinn
Ru. ¿Como es posible que vivas en
está casa y no tengas idea de donde están tus hijas? ¿Qué clase de madre eres?
J. Russel Fabray no te permito
Ru. Qué no me permites -elevando considerablemente
el tono de voz- ¿que exija de mi mujer un
poco de atención para con sus hijas?
J. Siempre he velado por el buen
funcionamiento de está casa
Ru. Y eres tan inútil que no
tienes idea de lo que pasa en ella
J. A que te refieres- ya casi sus lágrimas amenazaban
con salir-
Ru. Tu hija está en Cuba ¿Lo
sabias?
Su boca se abrió lo máximo y la palidez invadió su rostro
Esperenos
en la piscina
“Como usted
diga”
K. Creo que
cometemos un error
F. Estamos
en un lugar en el que no somos “bienvenidos” -remarcaba las comillas- y
todo por idea de tu amiga aquí presente
Q. Cállate
Hudson
K. Tiene
razón rubita descerebrada... como se te ocurrió todo esto
Q. Donde
quedo la operación “CupiQ”
K. Se acabo
en el instante que ví ese tipo
F. Quiero
regresar ya a New York
K. Por
segunda vez tienes razón
Q. Basta!
Buscaremos el dinero que habiamos traido, le daremos lo que pidió y mañana
buscamos cambiar el vuelo... ¿felices?
Ambos en silencio asintieron
Estaban entrando a la ciudad de New York, Rachel asombrada observaba por la
ventanilla del auto, aquellos imponentes rascacielos que la hacían perder la
vista, el ruido, las calles llenas de autos, gente a montones transitando
aquellas avenidas, comercios con grandes avisos publicitarios, su vista
oscilaba de una lado a otro, parecía que estabs soñando.
B. Te gusta
Aquella rubia de ojos azules la contemplaba de vez en cuando por el espejo
R. Es... es... una ciudad
magnifica!
S. Ahora está será nuestra ciudad
enana
R. Lo veo... y no lo creo -susurro ensimismada en
lo que sus ojos le mostraban.
Las horas fueron pasando, horas en las que aquellos tres norte americanos
esperaban ansiosos el amanecer para marcharse de aquel lugar, Quinn por su
desespero de ver a su Rachel, asi la consideraba, suya; Kurt por el temor de
seguir expuesto en aquel país y Finn por la intranquilidad que le generaba el
tener que enfrentarse por su ausencia con aquel hombre, Russel Fabray, en otro
lugar un poco más alejado una morena con muchos sentimientos encontrados
contemplaba miles de luces que iluminaban la noche en esa inmensa ciudad, otra
en silencio intentaba ordenar sus pensamientos y una rubia ojos azules en la
soledad de aquel auto de alquiler pensaba en su hermana y rogaba para que
regresará sin percance alguno.
F. Todo bien?
“Completo, y bien... necesitan
algo más en los que le pueda ayudar”
K. ¿Ayudar? Qué ha hecho él por
nosotros
Shhh no compliques más las cosas -susurraba una nerviosa
Quinn mientras que Finn entragaba el dinero solicitado por aquel hombre.
Mamá ya
estoy aquí
J. Britt
Ru. Hasta
que apareces, ¿Dónde se supone que estabas Brittany?
Su cara cambio radicalmente al ver el rostro enojado de su padre
F. Mañana nos largamos de este
lugar
K. Concuerdo con él
Q. ¿Y si nos detienen por la
apresurada marcha?
F. Mentiremos, diremos que se ha
presentado una emergencia y debemos regresar
K. Rogaré porque pasemos
desapercibidos
R. Crees
que esté bien
S. Eso
espero
R. ¿Crees
que tengamos oportunidad de hacer una vida aquí?
S. Eso
espero -Sus ojos se tornaban vidriosos, recordar a su familia lejos de ella y sin
saber si algún día volvería a verlos le hacía un nudo en el corazón-
El reloj marcaban las siete, ya estaba levantada y arreglada esperando la
señal para abandonar aquel hotel, dos días en esa isla y parecían una
eternidad, lejos de disfrutar del paisaje de playas que invitaban a relajarse,
su mente no se apartaba de aquella mujer de ojos chocolates que le había robado
la razón, dos toques y sus reflejos accionaron de inmediato
K. Estamos listos
Q. Deacuerdo -se giro y tomo su
equipaje- vamonos
K. A New York
Q. A nuestra amada New York
“Papá esta
molesto, me castigaron”
Pero si
tienes casi diescinueve Britt
“Pero él es
quién me mantiene San, me quito las llaves del auto, encima me pregunto la
razón de ese viaje a Miami, me metí en serios problemas”
Lo lamento
rubia, nosotras... no
“En cuanto
llegue Quinn se hará cargo, yo por ahora no podré salir... pero el hotel está
pago por unos días más y allí pueden comer, lo único es que no podré llevarlas
a conocer la ciudad por ahora”
Tranquila
Britt, Rach y yo nos arreglaremos mientras
“Solo
tengan cuidado, si algo les pasará... yo”
Entiendo,
tú disfruta de esos días de descanso
“No me
agrada estar encerrada”
Lo sé...
pero
Buen día señorita
“Buen día, en que podemos
ayudarle”
Queremos ver si hay disponibilidad
de vuelo -saco los boletos y los colocó sobre el mostrador-para hoy
“Señor pero tiene vuelo para
dentro de dos días”
Lo sabemos, pero necesitamos
adelantar el viaje... por... -una fugaz mirada a la rubia- por problemas personales
“Dejeme revisar a ver si consigo
algo disponible, pero tendran que pagar multa”
No importa, pero por favor trate
de conseguirnos algo
“Hay asientos disponibles en
primera clase en el vuelo de las doce y treinta”
Perfecto -saco el dinero para
cancelar los boletos y pagar la penalidad”
K. Qué harás con Russel
Q. Solo espero que no se haya
enterado
K. Lo dudo... no quiero dañarte
el día... pero creo que se te avecina una tormenta
Estamos listo, en unas horas nos
vamos
Q. Genial
K. Ahora solo a esperar
F. Y pasar los chequeos de
salida!
Ru. Tina
ven a mi oficina ahora
Miedo, esa era la palabra que describía lo que se dibujaba en el rostro de
aquella chica asiatica, se levanto en segundos para alcanzar los pasos de aquel
hombre.
Ru. Desde
hoy le queda prohibida la entrada a esta empresa a Quinn
T. Pe...
pero señor... ella
Ru. Está
despedida, así que busca alguién que cambie la cerradura de su oficina, no
quiero que tenga acceso a nada de este lugar.
T. Pe
Ru. Ahora
ve -el
tono autoritario lograba hacer temblar a la chica-
“Por qué abandonan la isla tan
pronto”
F. Tenemos una emergencia en
Nueva York
“Que clase de emergencia”
Un policia revolucionario los interrogaba en el puesto de emigración
“Verá... trabajamos en una
empresa y ... nos revocaron el permiso de vacaciones”
Finn trataba de mostrarse convincente
“Asi que New York” -revisaba los
pasaportes, los boletos, desviaba su mirada hacia ellos, y el silencio mientras
hacía eso los ponía impacientes
K. Esto no me gusta
Q. Es rutina
K. No somos criminales
Q. Supongo que son sus normas
F. Todo en orden
“Que tengan buen viaje” -entregandole todo con
pasaportes sellados hicieron que el corazón de esos tres volviera a su
posición-
“Salgamos de aquí” -caminaron rumbo a la
puerta de embarque del avión que los llevaría de regreso a su país.
“Quiero
salir, no soporto estar en estas cuatro paredes”
No tengo
ganas
“Mueres por
esta ciudad ¿y ahora que estamos aquí no tienes ganas? ¿Qué te ocurre Berry?
Tengo miedo
¿Miedo?
De lo que
pueda pasar de ahora en adelante, viste lo que paso con Britt... su... padre la
controla, y creo que lo mismo pasa con Quinn, aún recuerdo la primera vez que
hablamos, ella decía cosas sobre él mientras lloraba
Espera...
lloraba al hablar de su padre?
Y si no
puede quedarse cerca por siempre... y si solo fue una aventura de vacaciones...
y si no me amara de verdad
Si no te
quisiera o no te amará o lo que sea que sienta por ti... no se arriesgaría de
ir a un lugar donde no son bien recibidos... ni habría ido con planes de
sacarte sobornando gente... Rachel... hemos dejado mucho en el camino... sé que
tienes miedo... yo lo tengo... pero siempre salimos hacia adelante... somos
talentosas... y si estamos aquí es para lograr ser grandes
Los
extrañas
Tanto que
me lanzaría nadando al mar para volver
Una mueca similar a una sonrisa en modo de comprensión le mostro a su mejor
amiga, a su hermana del alma.
Muchas horas después al fin salían del aeropuerto JFK de la cuidad de New
York
Q. Britt
B. ¿eres tu?
Q. Si, te llamo porque estamos
llegando
B. Pense que volvías en dos días
Q. Adelantamos el vuelo, las
cosas no salieron como queriamos... Rach
B. Esta aquí
Q. ¿Qué?
B. Las deje en un hotel hace más
de veinti cuatro horas ... papá
Q. ¿En donde estan Britt?
B. En el Helmsley Park, habitación
7-09
Q.
Gracias Brit
B.
Espera... papá lo sabe todo
Q.
Lo... ¿lo sabe?
B.
Que estás en Cuba…bueno... que estabas
Q.
Oh dios!
B.
Esta muy enojado
J. Con quién hablas hija
Un sonido daba por finalizada la llamada.
K. ¿Qué
paso?
Q.
Al Helmsley
F. ¿Y
yo?
Q.
Nos vemos mañana
F.
Pe... -no logro concluir la frase porque tanto Kurt
como Quinn ya habían abordado aquel taxi que detuvieron a las afueras del
aeropuerto.
K.
Britt la encontro
Q.
Así es
K.
Oh... me siento tan emocionado
Q. Y
yo muero de nervios
B. Con una amiga
J. Qué amiga Britt?
B. Una amiga -un movimiento de hombros para restarle importancia y con rapidez salía
de aquel salón para dirigirse a su habitación.
“Buenas
noches señoritas”
Buenas
noches, me puede comunicar a la habitación siete cero nueve por favor
“Un
momento” -aquel recepcionista tomaba el telefono para
marcar a la habitación-“Buenas noches, la
señorita Berry?”
S.
Habla su compañera
“Alguién
las solicita en recepción”
S.
Quién
-Cubrió el auricular con la mano- Quién le busca
Permitame
por favor
¿Rachel?
S. ¿Qu...Quinn?
Q.
Santana
S. ¿Pero
no estabas en la Habana?
Q.
He regresado hace una hora
R.
Quién es
S.
Sube
Colgó y con una señal aquel recepcionista les
permitió el ingreso a los pisos superiores
K.
Al fin voy a conocerla en vivo
Q.
Te vas a enamorar
K.
Lo dudo querida
El elevador se abrió y un largo pasillo se
mostraba ante ellos, dos golpes bastaron para que la puerta se abriera y lo
próximo que sucedió fue una pequeña morena saltando sobre la rubia
R.
Quinn!
Rachel!
Como si tuviesen años sin verse, aquella rubia
la tomo entre sus brazos y la elevó dando divertidos giros en la entrada de esa
habitación, Kurt y Santana sin conocerse intercambiaron miradas divertidas al
ver la escena
R. I
love you Quinn
Q. I
love you me too Rachel
R.
Estoy feliz
Q.
Soy feliz de verte
K.
Al fin...
S.
hablaste en español
K.
llevamos tres semanas -señalo con sus dedos- intentado que está rubia aprenda
R.
Es cierto
Q.
Yes... si... si -la tomo con ambas manos fijando su rostro y
cerro el espacio que las separaba, fusionando sus labios contra los de aquella
chica que en tan poco tiempo se había apoderado de su corazón
Ejemm- Santana hacía ruídos para hacerlas caer en cuenta que no estaban solas- Enana estamos aquí
K.
Wow... que hot estás rubia
Q.
Cállate muñeco de porcelana -se dirigia en su idioma a
Kurt quién no quitaba la sonrisa de su boca-
R.
Tenemos muchas cosas de que hablar, ¿ella me entenderá?
K.
Em... lo intentará
S.
Creo que reservaré otra habitación
K.
Si gustas mi casa esta disponible
S.
No eres mi tipo
Un carcajada de parte de Kurt -tampoco tu lo eres para mi querida- más
risas de ambos, era extraño que aquel excentrico chico, amante de la moda, del
buen gusto y con muy pocos amigos en tan solo minutos se sintiera completamente
en confianza con aquella chica morena y de origen latino -me parece que nos
llevaremos bien-
Q.
Kurt
K.
Si... las dejaremos a solas... pero mañana a primera hora paso por ti... me
temo que un Fabray desea acabar contigo-
Rachel y Santana intercambiaban miradas, no entendieron absolutamente nada de
las últimas frases de aquel extraño
Q.
Santana iras con Kurt
S.
Yo? Un momento... no... No sé ni quién es
K.
Soy Kurt Hummel amigo de Quinn
S.
Santana Lopez... amiga de Rachel
R.
San no irá a ningún lado sin mi Quinn
Q.
Rach... nosotras
K.
Nos vamos todos a mi casa
R.
No queremos molestar Kurt
K.
No es molestar... se quedan el tiempo necesario
Q.
Bien... Te extraño tanto
K.
Te extraÑE rubia
Q. ¿Tú?
K.
NO idiota... que así se dice
Q.
Está bien -hizo caso omiso a las palabras ácidas de su
amigo-
R.
Ahora lo estoy, tuve miedo de que algo te ocurriera en la isla
S. ¿Salieron
sin problemas?
K.
Solo muchas preguntas... para salir
S.
Es tipico de allá
R.
Lo importante es que está aquí… conmigo
-otro abrazo de parte de la pequeña que se aferraba con fuerzas a Quinn.
Aquella noche termino como un cuento de hadas, donde en vez de existir un
principe era una princesa, quizás no en un caballo blanco sino en un taxi de
color amarillo donde trasladaba a su princesa, la mujer que con verla una sola
vez le llego al corazón, un amor a primera vista, un amor que ante los ojos de
mucho podía considerarse imposible, dos mundos distintos, dos idiomas, dos
ideales que viajaban por rumbos diferentes, pero que por causa de un
sentimiento hacían que esas barreras invisibles desaparecieran en nombre de ese
sentimiento muy conocido llamado amor.
K. Bievenidas al palacio de Kurt
Hummel
Una hermosa casa de dos plantas se levantaba ante la mirada curiosa de
Rachel y Santana
Vamos -subían las escaleras hacía la
planta superior contemplando la armonía con la que estaba decorado aquella
hermosa mansión -está es tu habitación-
señalaba a Santana quién abría la boca al máximo al ver lo amplia de la misma,
esa perfectamente podía ser la planta baja de su casa en Cuba, una cama enorme
en el centro, las paredes cubiertas de un color crema con cuadros un tanto
abstractos adornando las paredes, un closet en fina madera al fondo de la
habitación y otra puerta que era la del cuarto de baño- bien espero descanses, ya es tarde y todos estamos cansados -la
latina asentía con una sonrisa de agradecimiento
S. Gracias Kurt
K. De nada! Ahora ustedes dos par
de tortolitas -eso último lo dijo en el mismo idioma de Quinn para no incomodar a la
otra morena-
Está es su habitación
Q. Gracias Kurt… no sé que haría
sin ti
K. Yo si... saltar desde el
Empire state seguramente -una pequeña risa y un intercambio de miradas de
profundo cariño que se demostraban ambos- descansa
Rachel
R. Gracias... muchas gracias
Kurt!
K. Nos vemos mañana temprano...
si necesitan algo... abajo a la derecha está la cocina -alzó un poco la voz para que
Santana desde el otro extremo escuchara antes de cerrar la puerta-
Q. Hasta mañana -un abrazo y un guiño de
ojos-
K. No me destroces la cama por
favor
-un susurro en su oído y un golpe de forma cariñosa en su hombro concluyó
aquella pequeña despedida.
Q. Bien... tu y yo
Un beso apasionado callaron las palabras, sus manos desesperadas buscaban
la tan anhelada piel pálida de su gringa, como le llamaba Santana, sentir el
calor de su cuerpo contra el suyo, eso era lo que más deseaba aquella latina
soñadora, fusionarse con ella en un solo cuerpo y una sola alma era lo que le
bastaba en ese instante para sentirse feliz
Ella se refugia en su piel....
la quiere para ella
y ella se va olvidando de fidel
qué sabían lennin y lincoln del amor
qué saben fidel y clinton del amor......
y ella se va olvidando de fidel
qué sabían lennin y lincoln del amor
qué saben fidel y clinton del amor......
Y amor fue lo que lleno el ambiente de esa morada aquella noche en la
ciudad donde los sueños son posibles.
J. Donde
está tu hermana
B. Buenos
días mamá... que hermana?
J. Como que
qué hermana? La única que tienes Brittany
B. Q?
J. Por
supuesto que Q
B. Esta en
Cuba
J. No te
creo
B. Yo no
miento
J. Antes no...
Ahora lo haces
Ru. Quien
está mintiendo
B. Papi
J. Tu hija
Ru.
Brittany!
K. Como amanecen
S. Imagino que muy bien
Q. Feliz
R. Muy feliz -sonrojada por las
indirectas pero su rostro de alegría y su radiante sonrisa eran imposibles de
ocultar
K. Tenemos que hablar
Q. Sucede algo
K. Britt me llamo hace media hora
Q. Como sabe que estaba aquí
K. No lo sé, pero me advirtió que
tu padre sabe todo
Q. Anoche me lo mencionó
K. Te echo de la empresa
Santana y Rachel se lanzaban miradas de dudas, los dos conversaban en
inglés y nuevamente esa barrera lingüística se levantaba entre ellas
Q. What?
S. Ocurre algo?
K. Si
Q. No puedes hablar en serio
K. Fue lo que dijo ella
Q. Es... dios... -se levantó de prisa y
busco su telefono
R. Pasa algo malo
K. Su padre
R. Oh dios!
Ru. En Cuba
todavía
B. Si
Ru. Cuando
hables con ella... dile que cuando regrese busque donde vivir
J. Russel
Ru. En está
casa no vivirá más
B. Papá
Ru. Y
ustedes se mantienen al margen
Q. Artie
A. Si señorita Fabray
Q. Deja las formalidades
A. Lo... lo siento
Q. Ejecuta la transferencia
A. Pe... pero... usted dijo que
eso era en un caso extremo... que ... sino había necesidad ... no lo haríamos
Q. Los planes cambiaron
A. Señorita... es... me van a
enviar a la cárcel
Q. Es mi dinero también Abrams
A. Su padre
Q. Haslo... yo me encargaré de
que no te ocurra nada
A. Pe
Q. ¿Quieres ir a Sidney? Tener tu
propio negocio y vivir feliz
A. Señorita... -el tono casí de
suplica-
Q. Haslo al llegar a la empresa...
no hay tiempo para perder
-Un suspiro de rendición- le llamo
cuando este apunto de ejecutarlo-
Q. Estaré pendiente
“Lo siento
señor, no puede subir”
F. Disculpe
“Me
escuchó, no puede subir”
F. Yo
trabajo en este lugar, me conoces desde hace cuanto?
“Señor solo
sigo ordenes”
F. Ordenes
de quién
“El señor
Russel Fabray”
K. Qué haces Quinn -entrando a su despacho-
Q. Lo haré Kurt
K. Que harás... no... Entiendo
Q. Tomaré mi dinero
K. Quinn... por dios... ¿te has
vuelto loca?
Q. Me echo a la calle
K. Puedes hablar con él
Q. Jamás va aceptar que su hija
se enamore de una mujer
K. Te perseguirá... hará de tu
vida un infierno... Quinn
Q. Crees que no lo sé... me pase
la jodida vida complaciendolo... no logre lo que quería... mi sueño de la
fotografía se fue a la mierda por él... entre a trabajar en esa empresa sin
tener la mayoría de edad... siempre he hecho lo que ha querido... y como...
como me paga... echandome en cara que era una empleada más... ¿echandome a la
calle?
K. Quinn... debe haber otra forma...
ya... no estás sola... allá afuera hay una chica que depende de ti... tu
querías traerla...
Q. Le pediré que se case conmigo
K. ¿Que tu qué? Ja perdiste la
cabeza
Q. La amo
K. Quinn te recuerdo que el
matrimonio entre personas del mismo sexo es una utopía
Q. No en Holanda
K. Ahora si... lo que necesitas
es un psiquiatra
Q. Si me acepta... me iré con
ella
K. ¿Y Santana?
Un silencio y un haló de preocupación fue la respuesta, el sonido del
telefono la saco de sus pensamiento mientras veía a Kurt caminar de una lado a
otro pasandose de vez en cuando la mano nerviosamente por su cabello
Diga
Soy Hudson
Qué quieres ahora
Tu padre me
prohibio la entrada a la empresa ¿sabes algo?
Al parecer a mi también me echo
¿Al
parecer? No has hablado con él
No, no he ido a mi casa... si es
que aún tengo una
Dios!
Donde estas
Camino a
ella
No hagas nada hasta que yo llegue
Está vez no
Quinn… no me puede humillar así
Finnecio si te apareces allá... y
si mi padre sabe algo
Así me mate...
no más maltratos... estoy harto
Finn
K. ¿Qué paso?
Q. Me colgó
K. Lo echo también a él... vaya...
solo falté yo... pero como no trabajo para ese tirano... me salvo
Q. No hagas bromas ahora
K. No hagas algo de lo que
después te puedas arrepentir Quinn
Q. Quizas esté cometiendo un
error... pero no voy a dejar que nada le haga daño a ella
K. Lo vas a provocar... si tanto
quieres protegerla… entonces rubia... piensa con la cabeza!
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Tremendo lío se ha armado oh oh...
ResponderEliminarmuy interesante y ameno te felicito
ResponderEliminaresperando el proximo
1° vez q comento me encanta tu historia
ResponderEliminarmis saludos. desde Argentina