Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Ella y Ella - Luzi Müller - 18

Capítulo XVIII

“¿Y a dónde se dirigen ustedes?”
K. Venimos de vacaciones durante cuatro días, aquí tiene el nombre del hotel donde nos hospedaremos
“Cuatro días”
Replicaba el agente de inmigración en aquel aeropuerto, el ingreso se veía complicado tras la larga fila que había de los que viajaban junto a ellos esperando porque sus documentos fueran chequeados y así proseguir a sea cual fuese su destino.


“Will nos dijo que conocían a alguién en Nueva York, quieren que nos detengamos a llamar?”
S. ¿No tienes un teléfono que nos preste? Te pagaremos por esa llamada... no... no quiero que nos lleven a la cárcel por ilegales
Ma. No son ilegales aún... quedamos que las reportarían como profugas en unas horas
D. Y es mejor que llamen de un teléfono cualquiera... por si acaso...
S. Tengo un número -Santana aún tenía los ojos rojos de tanto que había llorado y la voz quebrada-
R. Claro... eso era lo que te había enviado Brittany ¿no?
S. Ahora no empieces enana... no tengo ganas…

“No, nos subimos a un avión... nos subimos a una jodida maquina del tiempo”
Ambos giraron a ver a Hudson y sonrieron por la cara de espanto que traía
“Tranquilo goliat... aquí no hay un David que te destruya... o quizas si?”
Autos que datan de los años 40, 50, 60 o quizas hasta menos... contraste entre calles pequeñas y avenidas amplias, un cielo azul con un sol brillante, gente caminando o en motos que lejos de la modernindad se veían.
“Disculpen... ¿a dónde es que van? Al hotel?”
El idioma se presentaba como una barrera nuevamente, a pesar de aquel curso de español al que estaban apuntados Kurt y Quinn, el entenderlo fluidamente o poder hablarlo de igual forma se les convertía en una reto enorme
“¿Qué dice?”
K. Que a donde vamos... le digo que al hotel
F. Si
Q. NO
F. Estoy cansado
Q. ¿De qué?
F. Llevamos horas entre el aeropuerto, volar, pasar los controles... hace calor… quiero ducharme
Q. Me importa cinco lo que quieras Hudson
K. A la Habana vieja por favor!
Quinn y Finn se callaron al ver como Kurt perfectamente podia pronunciar aquellas frases sin mayor dificultad

“Lord tienes que hacer ejercicios... ves... muevete así... saltas a la izquierda... derecha...”
Un gato echado en un extremo de aquel gran salon de estar la observaba fijamente
“Si... ya sé... que no quieres bajar de peso, así como te niegas a dejar de tomar alcohol... pero es saludable ¿sabes? estudios dicen que si ejercitas tu cuerpo vivirás más
Un sonido de su teléfono móvil la saco de aquel monologo que tenía con su mascot
“Aquí Britt y Lord al habla”

“Eso que ven ahí es el Parque Central”
F. Cuantos autos viejos… wow
Q. Creo que tienes un trauma con eso Hudson
F. Eso es... dios... ¿un Ford de 1929?
“Chico aquí hay muchos carros de ese año, y funcionan de maravilla”
K. No me lo puedo creer… ¿Qué es eso?
“Es una bicicleta transformada”
Kurt miraba a través de la ventanilla de aquel auto viejo una bicicleta con una especia de plataforma atrás, Finn alternaba su vista entre los distintos autos unos más antiguos que otros y Quinn se concentraba en mirar aquellas calles por donde ya se introducián y que la conducirian hasta la casa de Santana, veía con asombro esas casas que se levantaban de lado y lado, casas con la pintura desgastada, o con colores llamativos, gente apostada en las aceras conversando o simplemente caminando
K. ¿Qué dice allí?
“Amor cuerdo no es amor”
Q. Qué dijo
Kurt les repitió a duras penas aquella frase en su idioma, Quinn sonrió mientras el chofer seguía hablando sin parar


“¿Dónde están Rachel?”
R. En miami Brittany
¿Miami?
R. Si... no sé el lugar exacto... pero
B. Oh por dios!
R. Qué… que pasa Britt?
B. Cuando llegaron?
R. Hoy
B. Oh por dios!
Una mirada extraña de aquel peludo gato y una mueca de confusión al otro lado de la línea
R. ¿Pasa... algo?
B. Quinn
R. ¿Qué le paso a Quinn?
B. Esta en Cuba
R. ¿Esta en Cuba?
S. ¿QUÉ?
Q. ¿Preguntale si está seguro que es la dirección correcta?
K. ¿Estamos en el lugar correcto señor?
“Si chico, ahí esta escrito” -señalando aquel papel que había sido escrito por Santana.
Casas de dos piso o más con la pintura más desgastada que las que habían visto anteriormente, una calle no muy amplia y es mal estado, gente apostada de lado y lado, daban un aspecto bastante diferente de lo que hasta ahora habían recorrido, hecho que llamaba a la desconfianza de bajarse en aquel lugar.
F. No voy, prefiero que me lleve al hotel
Q. Deja de protestar por todo, me tienes harta Hudson
K. Creo que por primera vez... lo apoyo rubia... esté lugar no me inspira confianza
Q. ¿En serio Kurt? En New York hay lugares peores y te apuesto que ni notas eso
K. Yo no me paseo por lugares así allá... no estoy loco... además me gusta más... estar vivo
Q. Nos bajamos y punto!
K. Esperenos aquí
“Pero... tengo que volver al aeropuerto señor, hay más...
K. Le pagamos por espera
Aquel chofer nativo de esa ciudad entendio las palabras enredadas de ese gringo que parecia ser el único que hablaba a medias su idioma.
“Esta bien... pero dare unas vueltas, no es bueno que me vean detenido aquí y mucho menos que traiga a unos gringos a esta zona, no es común... ya sabe” -con señas intentaba hacerse comprender lo más claro posible-
Niños corriendo y jugando con algunos adultos se interponían en su camino, gente del lugar los miraba de arriba abajo como intentado saber porque esos extranjeros se paseaban por esa calle
F. Me siento extraño
K. Yo también
Q. Ya callense, ¿Cuál es el número de casa Kurt?
K. Es esa!
Q. ¿Estás seguro?
K. Rubia me aseguraré que repitas el curso ese desde el inicio... por mi estás reprobada!
Se acerco entusiasmado a toca aquella gran puerta de madera, una casa pintada de un rosa pálido, algo desgastada al igual que las demás, de dos plantas con un pequeño balcón que daba hacia aquella calle concurrida, tres toques bastaron para escuchar como alguién desde adentro respondía, aunque no tenían idea de lo que decía sabían que venian a abrirle.
“Buenas” -con cara confusa al abrir y ver a tres chicos, dos hombre y una mujer que nada tenían que ver con las características físicas comunes de los lugareños
K. Buenas tardes señora! -trataba de pronunciar claramente aunque de forma lenta- buscamos a Santana
Q. López
“¿A mi San? ¿Y ustedes quienes son?
“Quien es Gloria” -unos gritos se oyeron seguidamente desde el interior de aquel hogar.
K. Somos... bueno ella -señalaba a la rubia- es amiga de Rachel... se conocieron... en Cancún!
“Oh, tu eres Brit”
K. No, ella es Quinn
“¿Kin? ¿La chica amiga de Rach?” -esta vez era una mujer de baja estatura, de color al igual que Santana, y con la misma actitud quizás heredada por su nieta-
Quinn
“Kin”
No -negaba con la cabeza y pacientemente pronunciaba remarcadamente- Quinn
“Como sea”
G. Mamá... Pasen -se aparto y les dio paso y antes de cerrar la puerta por instinto visualizo a ambos lados de aquella calle con cierto temor.


S. ¿Que se fueron cuando? Oh por dios Britt
B. Salieron está mañana... iban en busca de Rachel
Rachel negaba con la cabeza mientras aquella conversación teléfonica se extendia
“Tenemos que irnos, ya hablaron?”
R. San está en eso -la señalo mientras hablaba con María en susurros-

“Quieren algo de comer”
Finn asentía con la cabeza, tantas horas de aquí para allá y sin que la tirana de Quinn lo dejará en paz estaban haciendo mella en su estomago
“Sientense”         
K. Gracias
“Thank you” contestaron los otros dos.
“Mi nombre es Gloria, Gloria López soy la mamá de Santana” -le extendio la mano-
K. Soy Kurt Hummel, ella es Quinn Fabray y él gigante -sonrío burlonamente- es Finn Hudson

B. ¿Iré por ustedes, tienes bien la dirección San?
S. Si si Britt... mañana nos veremos allí
B. San
S. ¿Si?
B. Todo saldra bien!
S. Gracias Britt

Tres platos servidos en una modesta mesa en el centro de lo que sería el comedor, Finn alternaba la vista entre Kurt y Quinn de forma dudosa
G. Son moros con cristianos
K. ¿Eso es?
G. Frijoles negros y arroz -sonreía amablemente
Kurt era el que menos se veía decidido a comer aquello, por tanto Quinn fue la primera en tomar la iniciativa y evitar despreciar la invitación a aquella comida que le ofrecio la madre de Santana, al verla no les quedo otra opción a los dos chicos que seguir la acción de la rubia.
F. mmm... I like it!
K. Le gusta
G. Gracias
Q. Pregunta donde está Rachel y Santana
“Aquí tienen, no serán hamburguesas, pero es muy buena comida” -la abuela de San les servía otro plato con lo que parecia ser marrano en salsa-
K. Santana y Rachel donde estan?
G. En Miami
Un sonido, los saco de su concentración en la comida, la rubia ahogada tras escuchar aquella palabra “Miami” no necesito de traducción alguna para entender que su Rachel no estaba allí
K. ¿Miami?
G. Se marcharon esta mañana
Q. Oh my god!
F. ¿Qué está pasando?
K. No... no entiendo... ¿como que a Miami?
Gloria tomo asiento cerca de Kurt y bajo el tono de voz
“El tío de Rachel murio hace unas semanas”
K. Como? -con el ceño confuso miraba a Quinn y a Gloria-
G. Unos tipos le dieron una paliza -gesticulaba- quedo muy mal, eso paso mientras las chicas estaban en Cancún, duro días en el hospital pero… al regresar Rachel empeoro, es como... si la estuviese esperando para partir
K. Oh god!
G. Se agravo y murio
K. Wow
Q. Qué dice Kurt? No entiendo casi nada
K. Shh luego te traduzco -incito con una seña a que Gloria siguiese su relato-
G. Rachel quedó muy mal, de hecho casi no queria hacer presentaciones en el hotel donde trabajaba, entonces se le ocurrió una idea... hablo con su jefe un hombre muy bueno para que la ayudará a irse... ella me contó que Rach ... se enamoro en ese viaje ... de... de ... ella -la señalo mientras Quinn la veía con una ceja levantada- y... aunque mi mamá no sabe bien que era una mujer... yo la apoye para que se fuera de este país... y después de unas semanas... pués se invento esa competencia en Miami... y está mañana salió el vuelo

B. Papí... ¿puedo pasar?
Ru. Claro hija, pasa y sientate, ¿a que debo está sorpresiva visita?
B. Papí necesito pedirte algo
Ru. Britt amor… si es la idea esa de hacer un parque de diversiones en el jardin
B. No... sé que no puedes porque la rueda de la fortuna es muy grande -hizo una mueca de tristeza- necesito dinero
Ru. ¿Dinero para qué cielo?
B. Para comprarme ropa
Ru. ¿Ropa? -la miro con desconfianza- pero siempre compras con la tarjeta y no
B. Son cinco mil dolares


K. ¿Una carta?
Q. ¿Quieres explicarme que dice Kurt?
G. ¿No hablas español?
Q. No muchio
Kurt nego con la cabeza, de nada habian servido asistir tres horas diaria a esas clases casi personalizadas, la rubia era negada para los idiomas
K. ¿Cuenteme de la carta?
G. Si, una atleta vino hace unos días con una carta de una Brittany Fabray
Q. ¿Brittany?
G. Allí le enviaba la dirección y teléfono de alla... de la gran manzana donde viven ustedes ¿no?
-Asintió con su cabeza mientras la rubia quería matarlo por no traducirle lo que Gloria decía- entonces ellas buscaran a Britt allá-
G. Esa era la idea, pero no sólo Rachel se quedará... tambien mi San
K. ¿las dos?
G. Aquí mi pequeña no tiene ninguna posibilidad de surgir ¿sabe?
K. ¿No estudian?
G. Si, pero... a ver... como le explico... la eduación es gratuita, al salir de la secundaria presentan un examen vocacional, si es muy inteligente el gobierno le asigna cupo para estudiar medicina o carreras relacionadas a salud, y si no es tan inteligente... pues los van repartiendo en distintas carreras, largas o incluso técnicas... -Kurt escuchaba atento para tratar de entender lo mejor posible- pero Santana y Rachel desde pequeñas soñaban con cosas como ser actrices... cantantes... y los artistas aquí... pues... pasan hambre... tienes que ser muy bueno y que gente de la alta te apoye con dinero... sino... es dificil... más para dos mujeres jovenes... como ellas
K. Entiendo


Pasaron casi tres horas desde su llegada a ese lugar, habían decidido marcharse por las advertencias de Gloria sobre estar paseando por aquellas calles apenas pisando el suelo cubano, así que salieron en dirección a donde los había dejado aquel antiguo taxi para ir hacia el hotel donde Hudson había reservado.
F. No puedo creerlo... hemos viajado al fin del mundo solo para perder el tiempo
K. Cállate goliat
Q. Está en Miami y nosotros aquí Kurt... vamos al aeropuerto... algún vuelo de regreso tenemos que tomar
K. Estas loca? Si hacemos eso nos pueden detener... sería muy sospechoso que apenas llegamos y nos querramos ir de nuevo
F. Además los tipos que contacte por tu presión de seguro saben que ya estamos aquí
K. ¿Qué tipos?
“Buenas tardes caballeros y dama, ¿están pérdidos?”
Los tres se paralizaron mirando a un hombre alto de tes morena que portaba un uniforme de lo que parecia ser un agente policial.
K. Bu... buenas tardes señor, eh... no... solo paseo…paseamos -trato de sonreirle falsamente-
“¿Hacia dónde se dirigen?”
F. Hotel Meliá
“Eso está en Miramar, al otro lado de aquí, como llegaron”
K. En taxi
“Ya, claro... buscaban algo... alguien en especial por estos lados”
K. Eh... no... no... -los otros dos negaban con la cabeza al ver a Kurt hacerlo- solo... pasear... lindo... lindo lugar
“Ya nos vamos”
Aquel chofer salía de una de las calles adjuntas para salvarlos de aquel interrogatorio improvisado
“Ellos están contigo”
“Claro chico, con quien más”
“Bueno mi hermano tu sabes como son las cosas, por que los trajistes por aquí”
“Ellos me pidieron conocer la zona vieja de la ciudad... y bueno... que mejor que esto”
“No es seguro por aquí... tu lo sabes... son gringos... si algo les pasa... tu sabes como es
“Tranquilo caballero, no paso nada... y ya los llevo para su hotel”
Tras aquella extraña interaccion se marcharon al hotel, no sin dejar palpable el malestar del momento en el ambiente.
K. Siempre es así
“Lo dice por el policia”
K. Aja
“Ya sabe, siempre estan pendientes... sobre todo de gente como ustedes”
K. No entiendo
“Desconfian de los gringos que vienen de iunait estei”
Los tres se miraron y sonrieron por la forma en que pronuncio el nombre de su país
Q. Mañana nos vamos
K. No, nos vamos el día que tengamos que irnos
Q. Pero
K. Nada Quinn, no quiero ser encerrado en este lugar
F. Y eso sin contar que nos falta un pequeño detalle


B. Má
J. Si Britt -dejaba de lado el picar verduras para prestar atención a su hija menor-
B. Me voy de viaje
J. ¿Qué tu qué?
B. No quiero que te alarmes como la vez pasada
J. ¿Con permiso de quién te vas jovencita?
B. Má es importante
J. Britt... -corrió tras ella- ¿a dónde vas?
B. A Miami... nos vemos en tres días... y cuida a Lord!
Lo siguiente que vió fue a su pequeña tomar un taxi que ya le esperaba y marcharse sin decir nada más, la mirada de terror de Judy fue la misma que la que se daría al ver una pelicula de ese genero, miedo a la furia de su marido al enterarse de eso.

Q. Wow
“Hacia donde vamos es la otra cara de la moneda, el lado de los ricos que estan en... ya saben”
Una vista espectacular de aquel atardecer mientras recorrian el malecon, la inmenso mar de alzaba imponente frente a sus vistas desde las ventanillas de ese antiguo auto, un muro enorme de varios kilometros impedia el paso del mar y producia su choque contra este, edificaciones de data antigua emergían al lado izquierdo para dar un extraño contraste a ese “mágico” lugar.

El hotel donde se alojaron era totalmente diferente, un lujo y comodidad total
K. Después de todo... creo que me aguantare estos 4 días... todo por la misión
Q. Qué mision -la rubia observaba embelasada el anochecer desde el balcon de aquella confortable habitación de hotel-
K. La misión de “CupiQ”
Q. Idiota!
K. Sin ofensas amor... en que piensas
Q. En que el destino se empeña en alejarme de ella
K. ¿Crees que es una señal?
Q. Creo que es una prueba… una gran prueba!


Un nuevo amanecer llego en la isla tropical, una donde salieron de paseo por las zonas “permitidas para los turistas”, una donde cada uno sumergido en sus pensamientos veía la forma de solucionar su presencia en esa lugar.

Britt... Britt -Santan alzaba la voz y hacia señas con su mano para llamar la atención de la ojos azules.
“SAN”
Un sentido abrazo entre ambas amigas, y luego otro donde sumaron a Rachel

“Usted es el señor Hudson”
Finn palideció, un hombre casi de su altura y con cara de pocos amigos los abordaba sorpresivamente.
“Soy Lipo, hemos hablado un par de veces por teléfono, soy agente de emigración”
F. Yes, I´m
“Americanos! Me avisaron que llegarón ayer”
Comenzó a hablar en inglés mientras Kurt y Quinn preocupado intercambiaban miradas furtivas

Ru. ¿Dónde está Quinn?
Entraba como un huracan en su oficina
T. Se... señor Fabray... la señorita Fabray está de viaje
Ru. ¿De viaje?
Se detuvo en seco con el ceño fruncido mostrando más enojo aún del que traía
T. Si... ella... ella me dijo que estará ausente cinco días
Ru. Pero qué carajos… ¿Hudson dónde está?
T. no... No estoy segura pero creo que iban juntos
Ru. ¿Cómo?
T. Ella... ella dijo que...
Ru. A donde fueron
T. No... No lo sé señor
Ru. Pues... AVERIGUALO YA!

M. Ella necesitan salir de Miami cuanto antes
B. Rentaremos un auto e iremos a New York!
Daba saltos de emoción ante la seria mirada de la otra chica
R. Quinn está bien Britt?
B. No lo sé
S. ¿No lo sabes?
B. Se fue ayer
S. Que iba a hacer allá
B. Traerla -señalaba
S. ¿Cómo?
B. Sobornarian a una gente de emigración
“OH DIOS”
Las tres chicas a excepción de la rubia ojos azules quedaron perplejas, y eso solo significaba una cosa… estaban en serios problemas!

T. Señor... ya. Ya sé donde está su... la señorita Fabray
Ru. ¿Y bien?
T. En Cuba!

Ru. DONDE!
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