Capítulo XVII
S. Y que le respondiste al señor Shuester?
R. Iremos a ese concurso de talentos, pero...
S. Pero que enana?
R. No nos quedaremos en Miami si es lo que estás
pensando
S. Rach pero
R. Pero nada San, esté es nuestro lugar!
La otra morena la
miró incredula, no entendía cual era el empeño de la diva en aferrarse a ese
lugar.
K. ¿Tú QUE?
Q. Shhh puedes bajar la voz
Kurt
K. Te has vuelto loca Quinn?
Q. No, no estoy loca
K. No entiendo Cómo... es
decir... dios! ¿Cuanta gente está involucrada?
Q. Solo dos, él y yo
K. Por dios!
Q. Lucharé por lo que quiero
Kurt... y yo la quiero... no... no la quiero... la AMO
K. Pero es tu padre Quinn...
Q. Me amenazó con echarme...
a mi... a su propia hija... no lo defiendas
K. Te dijo eso?
Q. Si... hace unos días
K. Eh... no sé que decirte
Q. Apoyame
K. Te perseguirá si te quedas
aquí ¿lo sabes?
Q. Si... lo sé
K. ¿Y qué piensas hacer?
Q. Primero... encontrar a
Rachel, convencerle de que se venga conmigo a New York
K. Esa parte la tienes
dificil
Q. Lo sé... pero lo voy a
intentar... la amo... asi me toque quedarme a vivir en ese lugar
K. Estás loca... eso si no te
lo permitiré rubia
“Tengo que hablar contigo Emma”
E. Estas bien Will?
“Si, pero necesito un consejo y ayuda”
E. Cuando vienes?
“Mañana salgo para allá”
E. Aquí estaré esperandote entonces
“Y tu linda de donde vienes?”
New York -respondía con la
boca llena-
“Te gusta el atletismo?”
Aja
SG. Pero no fue a eso a lo
que vino
Murmullos en
aquella mesa en un pequeño restaurant de Edmonton en Cánada se dejaban oír en
el ambiente, tras haber culminado las competencias hacia la siguiente ronda
clasificatoria la ojos azules invitó a la comitiva a cenar a todo el grupo,
sentía que se lo debía a la chica por el favor que le haría.
“No dirás que eres fan de
está creída” -decía
uno de los chicos-
Algo así
Entre miradas
complices de la chica, risas de todos, comentarios de su viaje a ese país se
les paso la noche.
“Aquí Britt y Lord... aunque
no está conmigo en este instante”
Brittany donde rayos estás
metida?
B. ¿Q? ¿eres tú?
Q. No, soy la reina de
Inglaterra
B. En serio? Oh disculpe
usted su majestad ¿en que puede ayudarle?
Q. Brittany dejate de
tonterías, claro que soy yo
B. Ah!
Q. ¿Dónde estás? Mama Está
preocupada por ti
B. Estoy en Edmonton
Q. ¿COMO?
B. Q sé que de fondo hay
música... pero no estoy sorda...
Q. BRITTANY como carajos
estás en ese lugar... eso ... eso es Cánada... Oh Dios... mama va a matarme
B. Lord sabía, le deje una
nota con él para má
Kurt al ver la cara de
espanto de su amiga empezó a reirse
Q. Después de todo tenía
razón -susurro más
para sí misma que para la otra rubia- Dime que ya estás de regreso
B. Claro que no Q, mañana!
Q. ¿Britt te has vuelto loca?
B. Es por una buena causa
Q. Te quiero de regreso YA
B. Son muchas horas Q, así
que me temo que te toca esperar a mañana que salga mi vuelo
Q. ¿Y esas risas? ¿En dónde
estás metida?
Los atletas le
hacía seña a la rubia para que se uniera a la pista improvisada de baile que
ellos mismos con su entusiasmo habían creado
B. Me tengo que ir Q, mañana
hablamos! Ciao
Q. Britt... Britt... ¿me ha
colgado?
K. Te lo dije... otra de sus
locuras -más risas-
Q. Cállate Kurt sino quieres
morir hoy
S. Deja que yo canté está noche
R. Gracias San... no tengo ánimos para hacerlo
S. Al menos ve algo bueno enana... podrás ver a la
rubia loca
R. No creo... nunca me dio alguna dirección, sólo sé
que está en Nueva York
S. Buen punto... ya veremos... ahora voy a hacer
llorar a los que están afuera
R. ¿Por qué?
S. Ya verás!
Los acordes de una
guitarra comenzaron a sonar en aquel salón del club para el que trabajaban ambas
Hace tiempo que ya no me ves
Hace tiempo que ya no me
cuentas nada
Quitastes nuestras fotos
Porque sientes que te falta
algo
Me llamas y me dices que ya
no sabes
Ya no sabes lo que te
emociona
Los últimos años te han hecho
cambiar
Y confundido aún más
Aférrate a mi
Cuando sientas que la vida te
desgarra
Aférrate a mi
Cuando ya no encuentres
sentido
Yo te puedo comprender
Aférrate a mi
Porque es todo lo que nos
queda
Dejo la luz encendida hasta
que puedas dormir
Pero no dejas de moverte de
un lado para otro
Duermes mirando hacia otro
lado
¿te sientes solo junto a mi?
Aférrate a mi
Cuando sientas que la vida te
destroza
Aférrate a mi
Cuando ya no encuentres
sentido
Yo te puedo comprender
Aférrate a mi
Porque es todo lo que nos
queda
¿Ves algún camino en está
oscuridad?
¿Quieres huir? yo estoy listo
No es possible que esto haya
terminado
Creo en nosotros y en nuestro
tiempo juntos
Aférrate a
mi
Cuando
sientas que la vida te destroza
Aférrate a
mi
Cuando ya
no encuentres sentido
Aférrate a
mi
Cuando sientas
que la vida te destroza
Aférrate a
mi
Cuando ya
no encuentres sentido
No te
dejaré partir
Aférrate a
mi
Porque es
todo lo que nos queda
Aférrate a
mi
Porque es
todo lo que nos queda
Aférrate a
mi
Porque es
todo lo que nos queda
Al concluir aquella canción las personas que estaban presente aplaudieron
con fuerza, Santana sonrío y se retiro hacia los camerinos, pero al salir del
escenario una pequeña morena se aferro a ella con lágrimas en su rostro
R. No te quiero dejar San
S. Ni yo a ti Rach, pero no soy
la rubia loca... y la amas... sé feliz Rach.
Dos largas semanas que se pasaron lentamente para una rubia que cada noche
podía conciliar menos el sueño, sus clases de español no estaban dando los
rendimientos que ella le gustaría, su capacidad para los idiomas era bastante
pesada y su amigo por días perdía totalmente la paciencia, dos semanas en los
que sus planes con aquel chico Adams no paraban, dos semanas evadiendo las
preguntas extrañas de su padre, dos semanas en los que presionar a Finn Hudson se
habían vuelto su prioridad; mientras tanto en una alejada isla apartada del
mundo una pequeña diva se preparaba para asistir a otro concurso fuera de su
tierra, un concurso arreglado por el señor Shuester, quién por petición de
Santana se ofreció a participar en ese plan para tratar de que Rachel siguiera
el camino de sus sueños; dos semanas en los que la añoranza de su tío y la
necesidad de tener a esa rubia que había robado su corazón ocupaban su mente.
“Buen día, disculpe, ¿está es la
casa de la familia López?”
Asi es, ¿quién es usted? ¿En que
te podemos ayudar?
“Mi nombre en Sonia García y
tengo algo para ¿su hija?”
¿Para mi hija Gloria?
“No, para Santana López”
TANA TANA
Gritaba su abuela desde la entrada de aquella humilde casa ubicada en una
callejón empedrado de la vieja Habana
Ya voy abue!
Pase, pase... ella ya viene
“Gracias”
¿Esta todo
listo para mañana?
Vamos Quinn dejame respirar un poco, no es fácil lo que me estas obligando
a hacer
Q. A ver
Hudson te he dado tres jodidas semanas para que resuelvas ¿y me dices que te de
un respiro?
F. Me estás
pidiendo sobornar agentes del aeropuerto de allá para sacar ilegalmente a una
ciudada cubana... ¿sabes que nos pasara si nos agarran?
Q. Me has
pedido dinero y no te lo he negado, me has pedido tiempo y he tenido paciencia
y ahora me sales con esto?
F. Quinn no
se trata de dinero, se trata de encontrar gente capaz de aceptarlo para hacer
algo así
Q. ¿Al
menos tienes los boletos y donde nos alojaremos?
F. Eso si...
el problema es lo otro
Q. Allá
veremos ¿vale?
F. Esto nos
puede llevar a la cárcel Quinn
Q.
Correremos el riesgo
F. ¿Pero
por qué yo? ¿Por qué me tienes que involucrar a mi?
Q. ¿Por
qué? Por meterte con algo intocable para mi cara dura!
Y otra discusión entre la rubia y el asistente de su padre en esa oficina
se desató.
¿Qué es esto?
“Te lo envío una linda rubia de
ojos azules”
¿En serio? ¿Brittany? Oh dios
“Viajo de Nueva York hasta
Edmonton para suplicarme que te trajese ese sobre, cuando se me acerco saliendo
del hotel pensé que era una loca, pero luego me explico... y pues acá estoy
cumpliendo mi misión”
Santana oscilaba atónita su mirada entre aquella chica atletica y más alta
que ella y ese sobre que ya reposaba en sus manos
S. Ella está... ¿está bien?
“Perfectamente, dejame decirte que… -bajo la voz a casi un
susurro- tienes muy buen gusto chica,
oyeme que esa rubia está... buff”
Abrió la boca tanto como pudo como inspirando aire antes de replicarle pero
su abuela le bloqueo la intención
“¿Le provoca un cafecito?
“Muchas gracias mi doña”
¿Quién ten envío ese sobre Tana?
S. Una... amiga
Miradas intercambiadas entre aquella desconocida y ella fue la escena de
fondo que su abuela ignoraba, pués su nieta se encontraba tras ella y no se
enteraba de nada.
Sh. Mañana sale nuestro vuelo
Rachel y quería entregarte esto hoy
R. Señor Shuester... si es dinero
de una vez le digo que no podemos aceptar esto... usted... usted nos envío a
ese lujoso hotel en Cancún y... ganamos el premio, San y yo tenemos dinero para
defendernos allí los días que estaremos.
Sh. Rachel ese paquete contiene
las instrucciones de lo que harán allá... así que hasta que no estemos en Miami...
no lo abrirás ¿vale?
R. Pero
Sh. No es dinero... pero es muy
importante que no lo dejes olvidado ¿deacuerdo?
R. Está bien!
Querida San
sé que no quisiste despedirte porque en el fondo eres como el pudin de
chocolate, pero Lord me ha insistido en que no te guarde rencor por solo
haberme dejado una nota en aquella recepción del hotel, estos días he pensado
mucho en ustedes ¿Cómo está Rachel? No me arriesgue a enviar esto por correo
postal porque quizas los del servicio secreto intercepten mi mensaje y no
llegue a su destino, pero si lo estás leyendo es porque he logrado mi misión.
En el fondo hay una etiqueta pegada al sobre, puedes romperlo y sacarla, ahí
verás nuestra dirección aquí en NY y mi número de teléfono. He intentado
convencer a Quinn de viajar para Cuba a visitarlas... pero ya sabes como es mi
papá. Espero que algún día puedas llamarme, te extraño.
Siempre
tuya como amiga,
Brittany
& Lord. J
Santana dibujo una sonrisa, mientras releía la nota, rompió el sobre y tal
como lo señalaba Brittany, ahí estaba una pequeña etiqueta adosada la cual
contenía una dirección y un número
“Estás loca... pero eres adorable
rubita”
“San menos mal te encuetro”
Un salto dio la morena al escuchar la voz de Rachel entrando a la pequeña
habitación donde las últimas semanas la compartían.
S. Me quieres matar de un infarto
enana
R. Lo... siento... es que tu
abuela me dijo que estabas aquí y pues necesito hablar contigo
S. ¿De qué se trata diva?
R. De esto -le mostro aquel extraño
paquete- el señor Shuester me lo entrego,
pero me hizo prometer que no lo abriríamos hasta estar en Miami
S. Y ¿Cuál es el problema?
R. Todo esto me parece muy raro
San, digo... ese concurso en ¿Miami? Esté paquete... qué... ¿que tienes?
S. Yo? Nada!
R. Porque intentas ocultar eso
qué tienes ahí
S. No sé de qué hablas
R. San... no estoy ciega...
tienes un sobre... o partes de el tras de ti... ¿qué es?
S. Nada!
R. Ok... ahora me vas a decir que
está pasando... ya estoy harta de sentirme... como diría... ¿manipulada?
S. Berry deja el drama ¿Ok?
R. Te escucho San!
T. Señorita
mañana tiene una reunión con el señor Chang y
Q. No
estaré... cancelalá
T. ¿Disculpe?
Q. No
estaré mañana Tina, tengo algo importante que hacer... y tampoco los próximos
días
T. Pe... Pero
su padre ¿sabe?
Q. Mañana
lo sabra
Se quitaba
los lentes que usaba para leer y no agotar su vista
T. Y qué
hago con su agenda
Q. Lo que
creas conveniente Tina... lo que creas conveniente
“Donde conociste esa tal
Brittany”
S. En Cancún
“¿De donde es?”
R. ¿Brittany?
¿Quién es Brittany?
S. Una amiga mamá
R. ¿Qué pasa con Brittany?
Santana se mostraba molesta por la indiscreción de su abuela, y en ese
instante aquella cena se le parecía interminable ante tanta pregunta lanzada
hacia ella.
“Una amiga de Tana vino está
mañana a entregarle un sobre que esa chica le dio”
G. ¿En dónde le dio eso?
“Por lo que escuche en una ciudad
gringa”
R. San
S. Ya... ya... si Rachel... una
tal Sofia
“Sonia”
S. Como sea… me trajo eso por lo
que me has fastidiado las últimas horas... lo envío Britt... ¿feliz?
R. ¿Y qué tenía?
S. Una carta
G. ¿Una carta?
S. Si mamá, una carta de saludo
porque cuando nos vinimos de Cancún yo no me despedí
“y si es una carta porque no la
envío por correo?”
S. Cree que no me llegaría por
esa vía
G. equivocada no está
R. ¿Y Quinn?
“¿Quién es kin?
S. Quinn abue... Quinn
Una larga noche para Santana quién respondiendo preguntas de su abuela, de
su madre, de Rachel e incluso de Raúl su hermano mayor casí perdía la cordura.
F. Todo
está listo
Q. ¿A qué
hora salimos?
F. A las
catorce horas
Q. Genial
F. Solo
espero que sepas lo que estás haciendo!
“Listo para
mañana”
K. Si, estoy bien... divino como
siempre, tú que tal? Rubia hasta cuando debo enseñarte modales!
Q. Deja el
drama muñeco de nieve
K. ¿Encima me ofendes?
Q. ¿Crees
que todo saldrá bien?
K. Creo que pasaré mis últimos
días vestido de naranja... y no me está gustando esa imagen en mi mente
Q. No pasará... lo lograremos...
algo dentro de mi me lo dice
K. Pues
espero que ese algo te haga hablar bien español... sino te echaré al mar para
que seas la cena de los tiburones
R. San
S. mmm
R. Tengo… miedo
S. Aquí no hay fantasmas enana...
duermete ya
R. Lo digo por el viaje
Abrio los ojos y se giró hacia la cama que se encontraba a un lado de la
suya
S. ¿No me dirás ahora que tienes
miedo a volar?
R. Algo no está bien San... y...
siento que debo quedarme... qué no debo de ir a Miami
S. Tonterias enana... todo irá
bien... volveremos a ganar y nos convertiremos en unas estrellas
R. No sé... -un suspiro profundo se
dejo escuchar-
Britt?
B. ¿Que te
está pasando Q?
La rubia
mayor se giró lentamente -¿De qué hablas Britt?-
B. Casi no
estás en casa... evitas cenar con nosotros... estás más callada... ¿la
extrañas?
Q. Mucho
B. Entonces
buscala
Q. Russel...
no me dejaría
B. Sé que
estás planeando algo Q... sé que todos piensan que soy... “tonta”... que no me
entero de nada... pero sé muchas más cosas... de los que los demás... no pueden
ver
Q. No eres
tonta Britt... sabes que te amo ¿cierto?
B. Entonces...
¿me dirás la verdad?
Q. Voy a
buscarla Britt... pero... prometeme que no dirás nada... hasta que...
Un abrazo efusivo y una sonrisa basto para darse por satisfecha la de ojos
azules.
Y otro día amaneció... uno soleado y con un aire algo diferente
“Donde está Rachel”
En el baño... ya sabes como es...
hasta que no esté “perfecta” no sale
“Hija... quiero decirte algo”
S. Claro má... dime
G. No regreses
S. ¿Qué?
Santana detuvo en seco sus movimientos, intentaba guardar aquella etiqueta
dentro del paquete que tenía Rachel, pero las palabras de su madre la
paralizaron y la miro rápidamente con el ceño fruncido
G. Aquí no vas a lograr tus
sueños mi amor... esté... es una país... que quedo congelado... no avanza en el
tiempo... no... no hay un futuro promisorio para personas talentosas como tú
S. Espera... no... no voy hacer
eso má ... yo no
-La silencio con su dedo en los labios- aquí
solo te queda la opción de casarte con algún muchacho del barrio, tener hijos...
limpiar la casa... comprar los viveres... y ver como los días pasan... todos
los días... ¿eso quieres para ti mi angel?
Lágrimas por cantidades corrieron inmediatamente por el rostro de Santana
López
S. Ustedes... son todo lo que
tengo
G. Y siempre vamos a estar aquí
mi amor... pero... yo quiero que tú logres... lo que yo nunca pude alcanzar
S. No... No lo haré
G. Si... si lo harás
Aquella imagen de su mamá limpiando sus lágrimas que se asemejaban a agua
brotando de un manantial, ver a aquella mujer de mediana estatura y algo
corpulenta observandola con un semblante de tristeza desde esa vieja puerta
rompieron las defensas de aquella chica latina.
S. Abue ... no
“Mi niña... es lo mejor… siempre...
siempre... estaremos aquí... y te llevaremos” -señalo su corazón-
Al salir Rachel vió aquella estampa familiar y un nudo se hizo en su
estomago, si presentía que algo no estaba bien... al observar ese abrazo lleno
de amor y dolor lo confirmo.
B. Ya se
fue… vamos!
Bajaban a toda prisa por las escaleras de su casa junto con un equipaje
Q. ¿Dónde
está mi mamá?
B. Salio...
apresurate
Corrieron al auto, se subieron y marcharon a toda velocidad.
Sh. Bien chicas... ya me estaba
preocupando
S. ¿Estamos retrasadas?
Sh. No, vamos con el tiempo justo...
pero minutos más... y
R. No iré
Ambos se quedaron plantados en aquel inmenso pasillo que los conducía rumbo
a los controles de emigración
S. ¿Tú qué?
R. No iré
Sh. Rachel... todo está listo
S. Tranquilo señor Shuester... yo
la subo a ese avión asi sea amarrada
R. Qué no... que no voy
Santana se le acerco de forma intimidante a escasos centímetros de su cara
S. Se puede saber ¿Cuál es el
drama ahora enana?
R. No voy a Miami... algo pasará...
lo... lo presiento... no me subiré a ese avión
S. No pasará nada... y nos vamos
ahora mismo porque ya los polis nos estan viendo raro... así que camina y quita
esa cara de susto
R. San
S. Ahora Berry
K. Bien...
aquí vamos
F. Solo
espero regresar
Q. Quizas
de tres... solo volvamos dos
Finn se detuvo unos segundos ante la sonrisa malvada que Quinn le dirigia.
K. Es una
broma goliat... andando que perdermos el vuelo!
Una hora más tarde aquel avión aterrizaba en territorio de Estados Unidos
de America, una nerviosa Santana, una desconfiada Rachel y un feliz Will
Shuester se mostraban entre los asientos de las primeras filas.
S. Es... increible…
Sh. ¿Lo dices por el control de
inmigración?
S. Aparte... estamos en... Miami...
uao!!
R. Pensé que nos devolverían
Sh. Son así de estrictos... por...
ya sabes
S. Por la cantidad de inmigrantes
cubanos ¿cierto? -una afirmación con la cabeza contestaba aquella pregunta-
Caminaban rumbo a la salida de aquel aeropuerto
Sh. Ese es el chico que nos está
esperando
“Will, como estas tu mi hermano?”
Un abrazo de gran cariño le propino al señor Shuester mientras ambas chicas
miraban en silencio
Sh. ¿Hace cuanto no nos vemos?
“¿Como unos ocho años? ¿Y quienes
son estás bellezas?
Sh. Chicas él es Pedro y ellas
son Rachel y Santana
P. Un placer mi bellas damas!
Después de saludarse abordaron aquel auto moderno de color plateado, el
conductor junto con Shuester adelante y las dos amigas atrás, solo se
escuchaban las voces de ellos, puesto que cada una navegaba en sus propios
pensamientos, mientras veían a través de la ventanilla ante ellas se erguía una
enorme ciudad, amplias avenidas con arboledas de lado y lado, un cielo azul
matizado con nubes blancas y al fondo grandes edificios
S. No puedo creerlo -murmuraba para sí
misma-
El viaje duro unos quince o veinte minutos hasta llegar a una zona residencial
apartada de las grandes vías, se detuvo el auto y tanto Pedro como Shuester se
bajaron
“Ellas lo saben?”
Sh. No exactamente, pero… ahora
lo van a saber
En segundos otro auto se estacionaba a un lado de donde estaban ellos
R. San... ¿qué está pasando?
S. No tengo idea enana
Sh. Chicas... bajen
Haciendo caso de la petición con mucha desconfianza bajaron de su
transporte
S. ¿Qué esta pasando señor
Shuester?
Sh. Ella es María y él es su
hermano Diego, ambos vinieron por ustedes
R. No... no entiendo... ¿ellos
trabajan o pertenecen al hotel donde competiremos?
Sh. No hay competencia Rachel
R.¿Qué?
Sh. Todo esto fue ideado para que
pudiesen venir a Estados Unidos de una forma menos dramática que salir en una
balsa
R. Pe... pero yo no pedí esto...
yo
S. Lo hice yo enana
R. San... tú… no... esto no...
P. Oyeme linda... sé que tienes
miedo, pero aquí mi amigo Will es un hombre de gran corazón, y no son las
únicas a las que ha ayudado con algo así... claro... en mi caso me ayudo a
salir de esa vida que tenía en Santo Domingo... hace ocho años y cada día doy
gracias de haberlo conocido
S. ¿Allá tambien hay dictadura?
P. Desde hace muchos año no, pero
la vida es dura mi princesa... y yo estaba muy abajo... incluso hacía cosas de
las que no voy hablar... hasta que este señor... me ayudo... me trajo a este
lugar... conseguí un empleo... y con los años me he ido superando...
Sh. Me gustaría que la charla
fuera larga... pero es hora, chicas
Ma. Las ayudaremos a salir de
Miami... sin que corran riesgo de ser detenidas como ilegales
S. Pero... inmigración nos dio un
permiso
Sh. Si, pero solo por siete días...
y después de lo que haremos... solo tendran veinticuatro horas para irse
S. Irnos?
Sh. Tú tambien te quedas San
R. ¿Nadie me ha pedido permiso a
mi? Yo no me quiero quedar
S. Si si quieres enana...
R. No... estoy harta de que todos
quieran decidir por mi
Sh. San...
Una seña de que era el final de aquella etapa de su vida, una que se
producía en un país distinto, en una tierra ajena a la que le vio nacer y
crecer, una que la alejaba de lo que más amaba en el mundo.
S. No... Ella se queda yo no
Pero fue muy tarde, los brazos de aquel joven de tez blanca y ojos cafés
llamado Diego la sujeto por la cintura impidiendo que abordará aquel auto que
los había traído hasta ese lugar en quién sabe que parte exacta de Miami
S. NO... Yo no señor Shuester...
no
-gritos de auxilio y lágrimas corriendo por montones-
Sh. Tu madre y tu abuela me lo
pidieron... lo siento Santana... lucha... lucha por lo que quieres... y esa
será la forma de hacer que todo este dolor que ahora sientes... merezca la pena
R. Yo me voy... sueltenme... no
me quiero quedar
A Rachel la sujetaba el otro chico moreno, de ojos claros
Sh. Sé feliz Rachel... y sé que
en unos años... serás famosa... recuerdame siempre, las dos... Nunca dejen de
soñar y jamás olviden los sacrificios de quiene las amaron.
Habilmente dejo en manos de María a aquella pequeña morena que hacía fuerza
para soltarse del agarre, Pedro corrió hacia el auto junto con Will y esa fue
la última vez que aquellas chicas que algún día fueron la sensación de su club
en el hotel Laville en la vieja Habana lo vieron.
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Que buen capítulo, gracias.
ResponderEliminarOye me sacaste un par de lágrimas con este capítulo,espero con ansias el siguiente.
ResponderEliminarSaludos desde Nicaragua
Isa