Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Ella y Ella - Luzi Müller - 17

Capítulo XVII

S. Y que le respondiste al señor Shuester?
R. Iremos a ese concurso de talentos, pero...
S. Pero que enana?
R. No nos quedaremos en Miami si es lo que estás pensando
S. Rach pero
R. Pero nada San, esté es nuestro lugar!
La otra morena la miró incredula, no entendía cual era el empeño de la diva en aferrarse a ese lugar.


K. ¿Tú QUE?
Q. Shhh puedes bajar la voz Kurt
K. Te has vuelto loca Quinn?
Q. No, no estoy loca
K. No entiendo Cómo... es decir... dios! ¿Cuanta gente está involucrada?
Q. Solo dos, él y yo
K. Por dios!
Q. Lucharé por lo que quiero Kurt... y yo la quiero... no... no la quiero... la AMO
K. Pero es tu padre Quinn...
Q. Me amenazó con echarme... a mi... a su propia hija... no lo defiendas
K. Te dijo eso?
Q. Si... hace unos días
K. Eh... no sé que decirte
Q. Apoyame
K. Te perseguirá si te quedas aquí ¿lo sabes?
Q. Si... lo sé
K. ¿Y qué piensas hacer?
Q. Primero... encontrar a Rachel, convencerle de que se venga conmigo a New York
K. Esa parte la tienes dificil
Q. Lo sé... pero lo voy a intentar... la amo... asi me toque quedarme a vivir en ese lugar
K. Estás loca... eso si no te lo permitiré rubia


“Tengo que hablar contigo Emma”
E. Estas bien Will?
“Si, pero necesito un consejo y ayuda”
E. Cuando vienes?
“Mañana salgo para allá”
E. Aquí estaré esperandote entonces


“Y tu linda de donde vienes?”
New York -respondía con la boca llena-
“Te gusta el atletismo?”
Aja
SG. Pero no fue a eso a lo que vino
Murmullos en aquella mesa en un pequeño restaurant de Edmonton en Cánada se dejaban oír en el ambiente, tras haber culminado las competencias hacia la siguiente ronda clasificatoria la ojos azules invitó a la comitiva a cenar a todo el grupo, sentía que se lo debía a la chica por el favor que le haría.
“No dirás que eres fan de está creída” -decía uno de los chicos-
Algo así
Entre miradas complices de la chica, risas de todos, comentarios de su viaje a ese país se les paso la noche.

“Aquí Britt y Lord... aunque no está conmigo en este instante”
Brittany donde rayos estás metida?
B. ¿Q? ¿eres tú?
Q. No, soy la reina de Inglaterra
B. En serio? Oh disculpe usted su majestad ¿en que puede ayudarle?
Q. Brittany dejate de tonterías, claro que soy yo
B. Ah!
Q. ¿Dónde estás? Mama Está preocupada por ti
B. Estoy en Edmonton
Q. ¿COMO?
B. Q sé que de fondo hay música... pero no estoy sorda...
Q. BRITTANY como carajos estás en ese lugar... eso ... eso es Cánada... Oh Dios... mama va a matarme
B. Lord sabía, le deje una nota con él para má
Kurt al ver la cara de espanto de su amiga empezó a reirse
Q. Después de todo tenía razón -susurro más para sí misma que para la otra rubia- Dime que ya estás de regreso
B. Claro que no Q, mañana!
Q. ¿Britt te has vuelto loca?
B. Es por una buena causa
Q. Te quiero de regreso YA
B. Son muchas horas Q, así que me temo que te toca esperar a mañana que salga mi vuelo
Q. ¿Y esas risas? ¿En dónde estás metida?
Los atletas le hacía seña a la rubia para que se uniera a la pista improvisada de baile que ellos mismos con su entusiasmo habían creado
B. Me tengo que ir Q, mañana hablamos! Ciao
Q. Britt... Britt... ¿me ha colgado?
K. Te lo dije... otra de sus locuras -más risas-
Q. Cállate Kurt sino quieres morir hoy

S. Deja que yo canté está noche
R. Gracias San... no tengo ánimos para hacerlo
S. Al menos ve algo bueno enana... podrás ver a la rubia loca
R. No creo... nunca me dio alguna dirección, sólo sé que está en Nueva York
S. Buen punto... ya veremos... ahora voy a hacer llorar a los que están afuera
R. ¿Por qué?
S. Ya verás!
Los acordes de una guitarra comenzaron a sonar en aquel salón del club para el que trabajaban ambas

Hace tiempo que ya no me ves
Hace tiempo que ya no me cuentas nada
Quitastes nuestras fotos
Porque sientes que te falta algo
Me llamas y me dices que ya no sabes
Ya no sabes lo que te emociona
Los últimos años te han hecho cambiar
Y confundido aún más

Aférrate a mi
Cuando sientas que la vida te desgarra
Aférrate a mi
Cuando ya no encuentres sentido
Yo te puedo comprender
Aférrate a mi
Porque es todo lo que nos queda

Dejo la luz encendida hasta que puedas dormir
Pero no dejas de moverte de un lado para otro
Duermes mirando hacia otro lado
¿te sientes solo junto a mi?

Aférrate a mi
Cuando sientas que la vida te destroza
Aférrate a mi
Cuando ya no encuentres sentido
Yo te puedo comprender
Aférrate a mi
Porque es todo lo que nos queda
¿Ves algún camino en está oscuridad?
¿Quieres huir? yo estoy listo
No es possible que esto haya terminado
Creo en nosotros y en nuestro tiempo juntos

Aférrate a mi
Cuando sientas que la vida te destroza
Aférrate a mi
Cuando ya no encuentres sentido
Aférrate a mi
Cuando sientas que la vida te destroza
Aférrate a mi
Cuando ya no encuentres sentido
No te dejaré partir
Aférrate a mi
Porque es todo lo que nos queda
Aférrate a mi
Porque es todo lo que nos queda
Aférrate a mi
Porque es todo lo que nos queda

Al concluir aquella canción las personas que estaban presente aplaudieron con fuerza, Santana sonrío y se retiro hacia los camerinos, pero al salir del escenario una pequeña morena se aferro a ella con lágrimas en su rostro
R. No te quiero dejar San
S. Ni yo a ti Rach, pero no soy la rubia loca... y la amas... sé feliz Rach.


Dos largas semanas que se pasaron lentamente para una rubia que cada noche podía conciliar menos el sueño, sus clases de español no estaban dando los rendimientos que ella le gustaría, su capacidad para los idiomas era bastante pesada y su amigo por días perdía totalmente la paciencia, dos semanas en los que sus planes con aquel chico Adams no paraban, dos semanas evadiendo las preguntas extrañas de su padre, dos semanas en los que presionar a Finn Hudson se habían vuelto su prioridad; mientras tanto en una alejada isla apartada del mundo una pequeña diva se preparaba para asistir a otro concurso fuera de su tierra, un concurso arreglado por el señor Shuester, quién por petición de Santana se ofreció a participar en ese plan para tratar de que Rachel siguiera el camino de sus sueños; dos semanas en los que la añoranza de su tío y la necesidad de tener a esa rubia que había robado su corazón ocupaban su mente.

“Buen día, disculpe, ¿está es la casa de la familia López?”
Asi es, ¿quién es usted? ¿En que te podemos ayudar?
“Mi nombre en Sonia García y tengo algo para ¿su hija?”
¿Para mi hija Gloria?
“No, para Santana López”
TANA TANA
Gritaba su abuela desde la entrada de aquella humilde casa ubicada en una callejón empedrado de la vieja Habana
Ya voy abue!
Pase, pase... ella ya viene
“Gracias”

¿Esta todo listo para mañana?
Vamos Quinn dejame respirar un poco, no es fácil lo que me estas obligando a hacer
Q. A ver Hudson te he dado tres jodidas semanas para que resuelvas ¿y me dices que te de un respiro?
F. Me estás pidiendo sobornar agentes del aeropuerto de allá para sacar ilegalmente a una ciudada cubana... ¿sabes que nos pasara si nos agarran?
Q. Me has pedido dinero y no te lo he negado, me has pedido tiempo y he tenido paciencia y ahora me sales con esto?
F. Quinn no se trata de dinero, se trata de encontrar gente capaz de aceptarlo para hacer algo así
Q. ¿Al menos tienes los boletos y donde nos alojaremos?
F. Eso si... el problema es lo otro
Q. Allá veremos ¿vale?
F. Esto nos puede llevar a la cárcel Quinn
Q. Correremos el riesgo
F. ¿Pero por qué yo? ¿Por qué me tienes que involucrar a mi?
Q. ¿Por qué? Por meterte con algo intocable para mi cara dura!
Y otra discusión entre la rubia y el asistente de su padre en esa oficina se desató.


¿Qué es esto?
“Te lo envío una linda rubia de ojos azules”
¿En serio? ¿Brittany? Oh dios
“Viajo de Nueva York hasta Edmonton para suplicarme que te trajese ese sobre, cuando se me acerco saliendo del hotel pensé que era una loca, pero luego me explico... y pues acá estoy cumpliendo mi misión”
Santana oscilaba atónita su mirada entre aquella chica atletica y más alta que ella y ese sobre que ya reposaba en sus manos
S. Ella está... ¿está bien?
“Perfectamente, dejame decirte que… -bajo la voz a casi un susurro- tienes muy buen gusto chica, oyeme que esa rubia está... buff”
Abrió la boca tanto como pudo como inspirando aire antes de replicarle pero su abuela le bloqueo la intención
“¿Le provoca un cafecito?
“Muchas gracias mi doña”
¿Quién ten envío ese sobre Tana?
S. Una... amiga
Miradas intercambiadas entre aquella desconocida y ella fue la escena de fondo que su abuela ignoraba, pués su nieta se encontraba tras ella y no se enteraba de nada.


Sh. Mañana sale nuestro vuelo Rachel y quería entregarte esto hoy
R. Señor Shuester... si es dinero de una vez le digo que no podemos aceptar esto... usted... usted nos envío a ese lujoso hotel en Cancún y... ganamos el premio, San y yo tenemos dinero para defendernos allí los días que estaremos.
Sh. Rachel ese paquete contiene las instrucciones de lo que harán allá... así que hasta que no estemos en Miami... no lo abrirás ¿vale?
R. Pero
Sh. No es dinero... pero es muy importante que no lo dejes olvidado ¿deacuerdo?
R. Está bien!


Querida San sé que no quisiste despedirte porque en el fondo eres como el pudin de chocolate, pero Lord me ha insistido en que no te guarde rencor por solo haberme dejado una nota en aquella recepción del hotel, estos días he pensado mucho en ustedes ¿Cómo está Rachel? No me arriesgue a enviar esto por correo postal porque quizas los del servicio secreto intercepten mi mensaje y no llegue a su destino, pero si lo estás leyendo es porque he logrado mi misión. En el fondo hay una etiqueta pegada al sobre, puedes romperlo y sacarla, ahí verás nuestra dirección aquí en NY y mi número de teléfono. He intentado convencer a Quinn de viajar para Cuba a visitarlas... pero ya sabes como es mi papá. Espero que algún día puedas llamarme, te extraño.
Siempre tuya como amiga,
Brittany & Lord. J

Santana dibujo una sonrisa, mientras releía la nota, rompió el sobre y tal como lo señalaba Brittany, ahí estaba una pequeña etiqueta adosada la cual contenía una dirección y un número
“Estás loca... pero eres adorable rubita”
“San menos mal te encuetro”
Un salto dio la morena al escuchar la voz de Rachel entrando a la pequeña habitación donde las últimas semanas la compartían.
S. Me quieres matar de un infarto enana
R. Lo... siento... es que tu abuela me dijo que estabas aquí y pues necesito hablar contigo
S. ¿De qué se trata diva?
R. De esto -le mostro aquel extraño paquete- el señor Shuester me lo entrego, pero me hizo prometer que no lo abriríamos hasta estar en Miami
S. Y ¿Cuál es el problema?
R. Todo esto me parece muy raro San, digo... ese concurso en ¿Miami? Esté paquete... qué... ¿que tienes?
S. Yo? Nada!
R. Porque intentas ocultar eso qué tienes ahí
S. No sé de qué hablas
R. San... no estoy ciega... tienes un sobre... o partes de el tras de ti... ¿qué es?
S. Nada!
R. Ok... ahora me vas a decir que está pasando... ya estoy harta de sentirme... como diría... ¿manipulada?
S. Berry deja el drama ¿Ok?
R. Te escucho San!


T. Señorita mañana tiene una reunión con el señor Chang y
Q. No estaré... cancelalá
T. ¿Disculpe?
Q. No estaré mañana Tina, tengo algo importante que hacer... y tampoco los próximos días
T. Pe... Pero su padre ¿sabe?
Q. Mañana lo sabra
Se quitaba los lentes que usaba para leer y no agotar su vista
T. Y qué hago con su agenda
Q. Lo que creas conveniente Tina... lo que creas conveniente


“Donde conociste esa tal Brittany”
S. En Cancún
“¿De donde es?”
R. ¿Brittany?
¿Quién es Brittany?
S. Una amiga mamá
R. ¿Qué pasa con Brittany?
Santana se mostraba molesta por la indiscreción de su abuela, y en ese instante aquella cena se le parecía interminable ante tanta pregunta lanzada hacia ella.
“Una amiga de Tana vino está mañana a entregarle un sobre que esa chica le dio”
G. ¿En dónde le dio eso?
“Por lo que escuche en una ciudad gringa”
R. San
S. Ya... ya... si Rachel... una tal Sofia
“Sonia”
S. Como sea… me trajo eso por lo que me has fastidiado las últimas horas... lo envío Britt... ¿feliz?
R. ¿Y qué tenía?
S. Una carta
G. ¿Una carta?
S. Si mamá, una carta de saludo porque cuando nos vinimos de Cancún yo no me despedí
“y si es una carta porque no la envío por correo?”
S. Cree que no me llegaría por esa vía
G. equivocada no está
R. ¿Y Quinn?
“¿Quién es kin?
S. Quinn abue... Quinn
Una larga noche para Santana quién respondiendo preguntas de su abuela, de su madre, de Rachel e incluso de Raúl su hermano mayor casí perdía la cordura.

F. Todo está listo
Q. ¿A qué hora salimos?
F. A las catorce horas
Q. Genial
F. Solo espero que sepas lo que estás haciendo!

“Listo para mañana”
K. Si, estoy bien... divino como siempre, tú que tal? Rubia hasta cuando debo enseñarte modales!
Q. Deja el drama muñeco de nieve
K. ¿Encima me ofendes?
Q. ¿Crees que todo saldrá bien?
K. Creo que pasaré mis últimos días vestido de naranja... y no me está gustando esa imagen en mi mente
Q. No pasará... lo lograremos... algo dentro de mi me lo dice
K. Pues espero que ese algo te haga hablar bien español... sino te echaré al mar para que seas la cena de los tiburones

R. San
S. mmm
R. Tengo… miedo
S. Aquí no hay fantasmas enana... duermete ya
R. Lo digo por el viaje
Abrio los ojos y se giró hacia la cama que se encontraba a un lado de la suya
S. ¿No me dirás ahora que tienes miedo a volar?
R. Algo no está bien San... y... siento que debo quedarme... qué no debo de ir a Miami
S. Tonterias enana... todo irá bien... volveremos a ganar y nos convertiremos en unas estrellas
R. No sé... -un suspiro profundo se dejo escuchar-

Britt?
B. ¿Que te está pasando Q?
La rubia mayor se giró lentamente -¿De qué hablas Britt?-
B. Casi no estás en casa... evitas cenar con nosotros... estás más callada... ¿la extrañas?
Q. Mucho
B. Entonces buscala
Q. Russel... no me dejaría
B. Sé que estás planeando algo Q... sé que todos piensan que soy... “tonta”... que no me entero de nada... pero sé muchas más cosas... de los que los demás... no pueden ver
Q. No eres tonta Britt... sabes que te amo ¿cierto?
B. Entonces... ¿me dirás la verdad?
Q. Voy a buscarla Britt... pero... prometeme que no dirás nada... hasta que...
Un abrazo efusivo y una sonrisa basto para darse por satisfecha la de ojos azules.

Y otro día amaneció... uno soleado y con un aire algo diferente
“Donde está Rachel”
En el baño... ya sabes como es... hasta que no esté “perfecta” no sale
“Hija... quiero decirte algo”
S. Claro má... dime
G. No regreses
S. ¿Qué?
Santana detuvo en seco sus movimientos, intentaba guardar aquella etiqueta dentro del paquete que tenía Rachel, pero las palabras de su madre la paralizaron y la miro rápidamente con el ceño fruncido
G. Aquí no vas a lograr tus sueños mi amor... esté... es una país... que quedo congelado... no avanza en el tiempo... no... no hay un futuro promisorio para personas talentosas como tú
S. Espera... no... no voy hacer eso má ... yo no
-La silencio con su dedo en los labios- aquí solo te queda la opción de casarte con algún muchacho del barrio, tener hijos... limpiar la casa... comprar los viveres... y ver como los días pasan... todos los días... ¿eso quieres para ti mi angel?
Lágrimas por cantidades corrieron inmediatamente por el rostro de Santana López
S. Ustedes... son todo lo que tengo
G. Y siempre vamos a estar aquí mi amor... pero... yo quiero que tú logres... lo que yo nunca pude alcanzar
S. No... No lo haré
G. Si... si lo harás
Aquella imagen de su mamá limpiando sus lágrimas que se asemejaban a agua brotando de un manantial, ver a aquella mujer de mediana estatura y algo corpulenta observandola con un semblante de tristeza desde esa vieja puerta rompieron las defensas de aquella chica latina.
S. Abue ... no
“Mi niña... es lo mejor… siempre... siempre... estaremos aquí... y te llevaremos” -señalo su corazón-
Al salir Rachel vió aquella estampa familiar y un nudo se hizo en su estomago, si presentía que algo no estaba bien... al observar ese abrazo lleno de amor y dolor lo confirmo.

B. Ya se fue… vamos!
Bajaban a toda prisa por las escaleras de su casa junto con un equipaje
Q. ¿Dónde está mi mamá?
B. Salio... apresurate
Corrieron al auto, se subieron y marcharon a toda velocidad.


Sh. Bien chicas... ya me estaba preocupando
S. ¿Estamos retrasadas?
Sh. No, vamos con el tiempo justo... pero minutos más... y
R. No iré
Ambos se quedaron plantados en aquel inmenso pasillo que los conducía rumbo a los controles de emigración
S. ¿Tú qué?
R. No iré
Sh. Rachel... todo está listo
S. Tranquilo señor Shuester... yo la subo a ese avión asi sea amarrada
R. Qué no... que no voy
Santana se le acerco de forma intimidante a escasos centímetros de su cara
S. Se puede saber ¿Cuál es el drama ahora enana?
R. No voy a Miami... algo pasará... lo... lo presiento... no me subiré a ese avión
S. No pasará nada... y nos vamos ahora mismo porque ya los polis nos estan viendo raro... así que camina y quita esa cara de susto
R. San
S. Ahora Berry


K. Bien... aquí vamos
F. Solo espero regresar
Q. Quizas de tres... solo volvamos dos
Finn se detuvo unos segundos ante la sonrisa malvada que Quinn le dirigia.
K. Es una broma goliat... andando que perdermos el vuelo!


Una hora más tarde aquel avión aterrizaba en territorio de Estados Unidos de America, una nerviosa Santana, una desconfiada Rachel y un feliz Will Shuester se mostraban entre los asientos de las primeras filas.
S. Es... increible…
Sh. ¿Lo dices por el control de inmigración?
S. Aparte... estamos en... Miami... uao!!
R. Pensé que nos devolverían
Sh. Son así de estrictos... por... ya sabes
S. Por la cantidad de inmigrantes cubanos ¿cierto? -una afirmación con la cabeza contestaba aquella pregunta-
Caminaban rumbo a la salida de aquel aeropuerto
Sh. Ese es el chico que nos está esperando
“Will, como estas tu mi hermano?”
Un abrazo de gran cariño le propino al señor Shuester mientras ambas chicas miraban en silencio
Sh. ¿Hace cuanto no nos vemos?
“¿Como unos ocho años? ¿Y quienes son estás bellezas?
Sh. Chicas él es Pedro y ellas son Rachel y Santana
P. Un placer mi bellas damas!
Después de saludarse abordaron aquel auto moderno de color plateado, el conductor junto con Shuester adelante y las dos amigas atrás, solo se escuchaban las voces de ellos, puesto que cada una navegaba en sus propios pensamientos, mientras veían a través de la ventanilla ante ellas se erguía una enorme ciudad, amplias avenidas con arboledas de lado y lado, un cielo azul matizado con nubes blancas y al fondo grandes edificios
S. No puedo creerlo -murmuraba para sí misma-
El viaje duro unos quince o veinte minutos hasta llegar a una zona residencial apartada de las grandes vías, se detuvo el auto y tanto Pedro como Shuester se bajaron
“Ellas lo saben?”
Sh. No exactamente, pero… ahora lo van a saber
En segundos otro auto se estacionaba a un lado de donde estaban ellos
R. San... ¿qué está pasando?
S. No tengo idea enana
Sh. Chicas... bajen
Haciendo caso de la petición con mucha desconfianza bajaron de su transporte
S. ¿Qué esta pasando señor Shuester?
Sh. Ella es María y él es su hermano Diego, ambos vinieron por ustedes
R. No... no entiendo... ¿ellos trabajan o pertenecen al hotel donde competiremos?
Sh. No hay competencia Rachel
R.¿Qué?
Sh. Todo esto fue ideado para que pudiesen venir a Estados Unidos de una forma menos dramática que salir en una balsa
R. Pe... pero yo no pedí esto... yo
S. Lo hice yo enana
R. San... tú… no... esto no...
P. Oyeme linda... sé que tienes miedo, pero aquí mi amigo Will es un hombre de gran corazón, y no son las únicas a las que ha ayudado con algo así... claro... en mi caso me ayudo a salir de esa vida que tenía en Santo Domingo... hace ocho años y cada día doy gracias de haberlo conocido
S. ¿Allá tambien hay dictadura?
P. Desde hace muchos año no, pero la vida es dura mi princesa... y yo estaba muy abajo... incluso hacía cosas de las que no voy hablar... hasta que este señor... me ayudo... me trajo a este lugar... conseguí un empleo... y con los años me he ido superando...
Sh. Me gustaría que la charla fuera larga... pero es hora, chicas
Ma. Las ayudaremos a salir de Miami... sin que corran riesgo de ser detenidas como ilegales
S. Pero... inmigración nos dio un permiso
Sh. Si, pero solo por siete días... y después de lo que haremos... solo tendran veinticuatro horas para irse
S. Irnos?
Sh. Tú tambien te quedas San
R. ¿Nadie me ha pedido permiso a mi? Yo no me quiero quedar
S. Si si quieres enana...
R. No... estoy harta de que todos quieran decidir por mi
Sh. San...
Una seña de que era el final de aquella etapa de su vida, una que se producía en un país distinto, en una tierra ajena a la que le vio nacer y crecer, una que la alejaba de lo que más amaba en el mundo.
S. No... Ella se queda yo no
Pero fue muy tarde, los brazos de aquel joven de tez blanca y ojos cafés llamado Diego la sujeto por la cintura impidiendo que abordará aquel auto que los había traído hasta ese lugar en quién sabe que parte exacta de Miami
S. NO... Yo no señor Shuester... no -gritos de auxilio y lágrimas corriendo por montones-
Sh. Tu madre y tu abuela me lo pidieron... lo siento Santana... lucha... lucha por lo que quieres... y esa será la forma de hacer que todo este dolor que ahora sientes... merezca la pena
R. Yo me voy... sueltenme... no me quiero quedar
A Rachel la sujetaba el otro chico moreno, de ojos claros
Sh. Sé feliz Rachel... y sé que en unos años... serás famosa... recuerdame siempre, las dos... Nunca dejen de soñar y jamás olviden los sacrificios de quiene las amaron.

Habilmente dejo en manos de María a aquella pequeña morena que hacía fuerza para soltarse del agarre, Pedro corrió hacia el auto junto con Will y esa fue la última vez que aquellas chicas que algún día fueron la sensación de su club en el hotel Laville en la vieja Habana lo vieron. 
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2 comentarios:

  1. Que buen capítulo, gracias.

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  2. Oye me sacaste un par de lágrimas con este capítulo,espero con ansias el siguiente.
    Saludos desde Nicaragua

    Isa

    ResponderEliminar

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