Capítulo 28
Se aleja un momento de
mí, sigo sosteniendo su mano y me mira al rostro un poco sorprendida por
mi pedido.
Ella se acerca más a mí y la
mano que yo tengo agarrada, se suelta y toma mi cintura.
Natalia me acerca a ella,
puedo leer en sus ojos el deseo. El mismo deseo que se nota en mis ojos.
Siento que me empuja hacia
dentro con su cuerpo, mirándome fijamente a los ojos.
-¿Estás segura de esto? Pregunta
-Es lo que quiero y si estoy segura.
Mis labios aprisionan los
suyos. Su mano me acerco más a ella mientras con la otra cierra la puerta.
-Adriana- fue un susurro tan tierno cuando sus labios empezaron a trazar un
camino de besos por mi cuello al apoyarme en el sillón.
-Bésame- alcance a responderle. Sus besos y su cuerpo tumbándose lentamente
arriba de mi cuerpo aumentan mi deseo.
Toda capacidad de
razonar desaparecieron al sentir sus labios atormentar mi lóbulo
arrancándome un leve gemido.
-Vayamos a la habitación- dice acariciando mi rostro y levantándose.
Ayuda a levantarme y de la
mano me conduce a su habitación.
No puedo contener el deseo
que siento por ella y más al recordarla desnuda. Quiero volver a verla y
tenerla así en mis brazos.
Me abrace a su cuello
y mis labios ansiosos la devoraron.
Su lengua barrió todo mi
interior,
Noto cada una de sus curvas
contras la mía. Esto hace que aumente mi deseo y la humedad en mi centro.
Me separo de ella para
intentar encontrar el aire y veo que no soy la única que tiene problemas para
respirar.
Sé que este es un momento
importante pero ¿está bien lo que vamos hacer? Yo he estado con Shannon la
noche anterior. No quiero que con Natalia sea de una noche o terminar
arrepintiéndome después.
Me alejo un paso de ella y
en sus ojos celestes puedo ver la frustración y dolor que le produce mi acto.
Mis manos comenzaron a sacar
mi remera y su mirada se volvió a transformar en puro deseo.
La tire en el piso mientras
me siento a orillas de la cama y me saco despacio la calza que llevo puesta y
también la tiro al suelo.
La única ropa que llevo
puesta ahora es una tanga, porque al bañarme decidí no ponerme sujetador.
Su cara de deseo se
transformo en sorpresa por unos instantes.
-
Ven- le susurre.
Las dudas que tenía antes
desaparecieron al ver su sonrisa y como su ropa vuela por los aires para
simplemente quedarse en ropa interior.
Su cuerpo se apoya suavemente
contra el mío. Mis piernas están separadas invitándole y al sentir su parte
intima rozar con la mía, me arranca un jadeo.
Sentir sus labios en mi
cuello y sus manos recorriendo mi cuerpo hace que de mis labios se escapen un:
-Te… te deseo.
Deja de besarme y me mira
unos segundos estudiando mis rostro y las palabras que acabo de decirle.
-No como yo- responde casi inaudible- pero no sabes cuánto he esperado que me
digas esto- dice contra mi oreja.
Su lengua baja por mi cuello
hasta encontrar mis pezones. En tanto mis manos inquietas que recorren su
espalda desabrochan su corpiño.
Se separa un poco de mí para
que lo saque completamente. Muerdo mis labios y acaricio sus pezones. Los
mismos que vi hace un rato y empecé a desearlos.
Natalia vuelve a mis pechos
y los estimula con su lengua y rozando sus dientes.
Mi cuerpo se estremece bajo
su tacto y aumento la fricción de nuestras partes intimas.
Su boca pasa de un pecho a
otro mordiendo, lamiendo y besando en parte iguales haciendo que mi humedad y
excitación aumenten.
-Si seguís así… vas a volverme loca- alcanzo a decirle entre gemidos-te necesito
ahora, ya.
Lanza una carcajada ante mi
pedido.
-¿siempre eres impaciente? Pregunto.
Su labios rozaron mi
estomago. Su mano quita mi tanga con suavidad hasta deshacerse de él. Ya
no hay nada que cubra mi cuerpo.
-Voy hacerte mía- dice acercándose cuando mis manos también buscan su tanga para
sacársela y dejarle en igualdad de condiciones- déjame disfrutar esto.
Y es lo último que escucho
de ella. Al sentir su boca tocar esa parte sensible y húmeda por ella y para
ella perdí la poca cordura que queda en mí.
Los movimientos de su lengua
arrancan gemidos de mi boca. Agarro su cabello y la apretó allí para que se
mueva más rápido. En el instante que su lengua penetra mi vagina, llego al
primer orgasmo de la noche.
Su lengua sigue
penetrándome, parece no importarle que ya haya llegado al orgasmo.
Sale de mí y empieza a jugar
con mi clítoris, cuando dos de sus dedos están apoyados en mi mojada abertura.
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eh? y por que me dejan asi?
ResponderEliminartara
RD
Dios!!! que mortificadora la escritora!!!
ResponderEliminarGissel
RD
joder k buen capitulo y por favor no nos dejes asi..
ResponderEliminarotra cosita me agrada demasiado no solo la historia que nos presentas si no los hechos históricos que relatas junto con ella.
me tenes atrapada.
Mar