Sexta
parte
Ambas
ya estaban en casa, abrazadas y tumbadas en la cama, el silencio las rodeaba,
solo se oía sus respiraciones, eran tranquilas, la rubia encima de Beth que la
tenía entre sus brazos, sus expresiones reflejaban la felicidad.
-
Me alegro de que no lo hicieras - dijo Beth.
-
No podía, lo cierto... es que no quería hacerlo.
-
¿Entonces?
-
Bueno... es que te vi en tu nueva serie y vi como te besabas con uno de tus
compañeros y... me deje llevar por los celos - dijo algo tímida.
-
Vaya... pensé que era la única que se estaba muriendo de celos.
-
¿Por qué lo dices?
-
Porque vi en una página de Internet cuáles serían los proyectos del director, y
vi que en tres días tendrías que rodar esas escenas de sexo, y bueno... por eso
vine, para pedirte que no lo hicieras.
-
Entonces mi plan dio resultado - dijo riéndose.
-
Ya lo creo - río del mismo modo y se giró quedando ella encima de la rubia -
pero ahora no te saldrás con la tuya.
-
Si creo que vas hacer lo que estas pensando yo creo que si - dijo juguetona
Sarilen.
-
¿A si?
-
Si señorita.
-
Muy bien, veamos a ver.
Beth
se agachó lo suficiente para rozarle los labios, poco a poco fue presionando
sobre ellos hasta convertirlo en un beso apasionado, una de sus manos paseaba
por la entrepierna de la rubia, Sarilen gemía a cada contacto, Beth hizo rodar
sus labios por su cuello hasta ir llegando a uno de sus pechos, la rubia tenía
los ojos cerrados y sus manos enredadas en la oscura cabellera.
-
Mmm, me está entrando mucha hambre - dijo la morena.
-
Puedes... comer lo que quieras - dijo Sarilen fatigada.
-
¿De verdad? - la morena acarició el centro de la rubia.
-
¡Oh!, ¡siiiiiiiii!
-
Gracias... - susurró en él su pecho.
Beth
se quitó rápidamente de encima de la rubia y se disponía a salir de la
habitación.
-
¿Pero dónde vas?!
-
¿A comer recuerdas? - dijo Beth sonriente.
-
¿Me vas a dejar así? - preguntó con morritos.
-
¿Esto era lo que estabas pensando?
-
¡No!
-
Entonces sí, jajajaja - la morena se giró y salió riéndose de la habitación.
-
¡Vuelve aquí!
Sarilen
se levantó y echó a correr detrás de Beth que ya estaba en el frigorífico.
-
Ni pienses que vas a dejarme así - dijo Sarilen acercándose muy sensualmente.
-
Claro que si - dijo riendo y sin mirarla.
-
¿De verdad?.
La
voz de Sarilen cada vez era más sensual, la morena la fue a mirar pero justo en
ese momento la camisa de la rubia cayó en su cara, poco a poco la fue apartando
para ver a la espectacular rubia que ahora solo llevaba los vaqueros y el
sujetador negro, Beth estaba perdiendo la fuerza en las piernas, le estaba
costando mucho contenerse, pero decidió que lo mejor sería no mirarla.
-
Así no conseguirás seducirme - dijo la morena haciéndose la dura.
-
Aun no he dicho mi última palabra.
Sarilen
se acercó a la morena por la espalda, la abrazó por la cintura y sus manos
fueron desabrochando los botones de la camisa de Beth hasta dejarla en
sujetador, la morena ni se movió, ahora estaban igual, pero sintio unos pechos
desnudos pegados a su espalda y una mano que la enseñaba el sujetador negro y lo
dejaba caer al suelo.
-
Hasta que no te salgas con la tuya no pararas ¿verdad?
-
¡Exacto! - dijo sonriente la rubia.
Su
mano acariciaba el vientre liso de Beth, su otra mano rozaba con sus dedos uno
de los pezones de la morena, Beth ante el contacto gimió y cerró los ojos, su
lengua mojaba sus labios, ya casi no podía aguantar, justo cuando decidió
rendirse oyó la voz de la rubia.
-
Me estoy muriendo de sueño, así que me voy a dormir.
La
rubia se separó y salió de la cocina con una sonrisa victoriosa, Beth se dio
cuenta de que esta era su venganza, lo mismo que le había hecho ella, pero no tenía
ninguna intención de dejarla ganar, fue a la habitación, nada más entrar los
ojos casi se le salen de la cara al ver a Sarilen completamente desnuda delante
de la cama, estaba de espaldas a la morena, Beth con paso acelerado se puso
detrás de ella y la abrazó agarrándola de los brazos y susurrándola al oído.
-
Esto aun no ha acabado...
Beth
giró a la rubia que estaba sonriendo y la besó apasionadamente, la rubia fue desabrochando
el sujetador de la morena que aun lo llevaba puesto, una vez se lo quitó sus
manos acariciaron su ancha espalda con total libertad, sin dejar de besarse,
Beth tumbó a Sarilen en la cama tumbándose ella encima, la morena aun estaba
con los vaqueros, pero no le durarían mucho puestos, la rubia fue desabrochando
los botones uno a uno, la morena sonreía y cada vez besaba con más pasión a la
rubia, gemidos se arrancaban de la garganta mutuamente, la morena bajo una de
sus manos hasta el centro de Sarilen y lo acarició con mucha suavidad, la rubia
suspiraba una y otra vez, Beth succionó por el liso cuello de la rubia hasta
dejarle varios chupetones, las caricias fueron aumentando y Sarilen movía sus
caderas con ansia, necesitaba más, la morena la entendió pero quería hacerle
sufrir un poco más, con dos de sus dedos atrapó el clítoris de Sarilen, esto la
hizo gritar de placer, la morena dejó de besarla y de moverse, se quedó mirando
a la rubia, sus ojos brillaban como nunca antes lo habían hecho, tras recuperar
un poco de aliento la rubia miró a la morena para ver por qué había parado, vio
como Beth la miraba sin parpadear casi, una sonrisa se formó en los labios de
la morena, Sarilen sabía que iba a hacer algo pero no sabía el qué, de repente
tres dedos entraron dentro de ella, esto la hizo gritar a pleno pulmón, la
morena acometía con fuerza y a gran velocidad, las caderas se movían al mismo
ritmo, la rubia no dejaba de gritar.
-
Aaaaahhhhhhh!!!!!!, Beeeeeeetttttttttthhhhhhhh!!!!
La
morena siguió acometiendo, la rubia ya casi estaba y la morena lo sabía así que
rápidamente añadió un dedo más, y hizo la última envestida con todas sus
fuerzas, Sarilen no tenía fuerzas ni para gritar, quedó tendida en la cama
completamente fatigada y sudada, la morena la besó levemente los labios y aun
rozándolos la preguntó.
-
¿Te ha dolido?
-
No... Ha sido... fantástico - la rubia la abrazó por el cuello y la besó -
todavía estoy temblando.
-
Ven aquí.
La
morena la puso entre sus brazos y la abrazó, estuvieron asi hasta que los
temblores se calmaron.
-
¿Estás mejor? - preguntó la morena.
-
Si, estar entre tus brazos es lo mejor - dijo sonriente.
-
Te quiero.
-
Yo también te quiero - dijo la rubia muy feliz - es mi turno...
-
¿Tu turno?
-
¡Oh!, si.
Sarilen
de un rápido movimiento se puso encima de la morena, tiró de los vaqueros
desabrochados hasta quitárselos, la morena sonreía ampliamente, Sarilen estaba
de rodillas entre los muslos de Beth, la rubia comenzó a acariciarle los muslos
muy suavemente, Beth se limitó a cerrar los ojos y disfrutar de las caricias de
la rubia, Sarilen se agachó hasta posar sus labios en uno de los muslos de la
morena, lo besó muy despacio, la rubia fue subiendo hasta llegar a uno de los
pechos de la morena, el pezón enrojecido de la morena fue capturado por los
labios de Sarilen, los besó y los lamió con suma delicadeza, Beth gemía
levemente, hasta que los labios de la rubia apretaron con más fuerza su pezón,
Sarilen juntó su centro con el de la morena, Beth al sentirlo no pudo evitar
tener un escalofrío, la rubia empezó con un leve frotamiento, Sarilen comenzó a
subir, beso a beso hasta llegar a su boca y devorarla con pasión y ansia,
siguieron besándose a medida que el contacto aumentaba y se hacía más rápido,
Beth acariciaba la espalda de la rubia y la apretaba mas contra ella, Sarilen
bajó una de sus manos hasta introducirla entre los dos centros, unos dedos
ágiles entraron en Beth quien intentó gritar pero fue ahogado por la boca de la
rubia que la besaba ferozmente, la rubia acometía con gran facilidad ayudada
por sus caderas, eran rápidas y fuertes, Sarilen no dejó de besarla ni un
momento, la morena se aferraba a ella con todas sus fuerzas al ver que el
momento llegaba, con la última acometida la morena llegó al clímax, la rubia
quedó tumbada encima de ella, ambas con la respiración agitada, se abrazaron y
sonrientes descansaron hasta recuperar el aliento nuevamente.
-
¿Sabes que al final me he salido con la mía? - dijo la rubia riendo.
-
Lo sé, pero si siempre va a ser así dejaré que siempre te salgas con la tuya -
dijo riendo la morena.
-
Jajaja, mmm, no debo acostumbrarte mal.
-
Ya me has acostumbrado.
La
morena la besó suavemente en los labios y sonrió.
-
Veo que te acostumbras rápido.
-
No podrás quejarte.
-
No, eso desde luego
-
jajaja.
-
Ye amo Beth
-
Y yo a ti.
La
morena la volvió a besar, pero esta vez mas apasionadamente, de repente el
móvil de la morena comenzó a sonar, con cara de fastidio lo cogió.
-
¿Si?
-
Beth soy Max, tienes que venirte mañana para rodar.
-
¿No puede esperar un par de días?
-
Lo siento pero no, te necesito ya.
-
Luego te llamo.
-
Hasta luego entonces.
La
morena colgó el teléfono, su cara era de total fastidio, pero cambio
rápidamente al encontrarse a esos ojitos verdes que la miraban con curiosidad.
-
¿Qué pasa? - preguntó la rubia.
-
Me acaba de llamar el director de la serie, necesita que regrese mañana.
-
Oh...
La
rubia bajó la vista, en su cara se veía la tristeza, no quería que Beth se
fuera y menos tan pronto.
-
Lo siento cariño, supongo que tu tendrás cosas que hacer aquí ¿no?
-
¿Por qué lo dices?
-
Me gustaría que vinieras conmigo pero... no sé si tú tienes planes aquí.
-
Bueno... yo... no sé, no puedo dejarlo todo de golpe y...
-
Sshh, lo entiendo, no pasa nada, yo solo quería que estuviéramos juntas, pero
entiendo que no puedas venir conmigo.
-
Beth... quiero ir, quiero estar contigo todos los días, pero no puedo dejarlo
todo de golpe.
-
Lo sé, pero quiero que sepas que aunque estemos separadas no cambia nada de lo
que siento por ti.
-
Lo sé Beth, tampoco cambia nada para mi, te amo y es lo único que sé.
-
Yo también te amo.
-
Beth...
-
Dime.
-
Prométeme que no rodaras escenas de sexo con alguien que no sea yo.
-
Claro que te lo prometo, nadie excepto tu me tendrá, - dijo con una gran sonrisa.
Entre
besos y caricias ambas se quedaron dormidas, por fin tenían lo que tanto habían
soñado, no podían estar más felices, pero a Sarilen aun le preocupaba que su
morena se tuviera que ir.
Ya
era de día cuando unos ojitos verdes se empezaron a abrir, sentía el calor de
Beth en su cuerpo, aferrándose más a él volvió a cerrar los ojos, una mano
grande le acarició la espalda, la rubia sonrió ante el contacto, Beth ya estaba
despierta, estuvo pensando que hacer, en parte quería seguir con la serie, pero
por Sarilen estaba dispuesta a abandonarlo todo por ella, tras estar un rato
pensándolo tomó una decisión.
-
Sarilen, ¿estás despierta?
-
Mmm, más o menos.
-
Quiero decirte una cosa - la rubia levantó la cabeza.
-
¿De qué se trata?
-
He estado pensando y... a pesar de que me va bien la serie para mi tu eres lo
primero y estoy dispuesta a dejarlo todo para quedarme aquí contigo - dijo
seriamente mirándola a los ojos.
A
Sarilen se le aceleró el pulso, estaba muy contenta por ello, pero no quería
que Beth dejara su trabajo, se lo agradecía eternamente, con eso la había
demostrado que su amor era verdadero, ella ya lo sabía pero esto lo aseguró aun
mas, la rubia sonrió y le dio un tierno beso a la morena, pegó su frente a la
de ella y la dijo...
-
Cariño no tienes que renunciar a todo por mí.
-
Pero quiero hacerlo, quiero estar contigo.
-
Lo sé, yo también quiero estar contigo y lo estaremos, pero no renuncies a tu
trabajo.
La
morena se la quedó mirando, su cara tenía expresión triste y de preocupación,
colocó una de sus manos en la mejilla de la rubia.
-
No quiero que nada nos separe...
-
Y nada lo hará, nos amamos y eso es lo único que necesitamos saber para seguir
juntas.
-
Te quiero.
-
Lo sé - dijo la rubia sonriente.
Ambas
se besaron llenas de amor y empezaron a juguetear por la cama, no dejaron de
reirse ni un momento hasta que por fin se fueron a desayunar, eran las ocho de
la mañana, y la morena tendría que ir al aeropuerto a sacarse el billete para
la tarde, una vez desayunaron ambas se vistieron. La morena paso a su casa a
recoger unas cosas, después volvió a la casa de la rubia.
-
Cariño iré al aeropuerto a sacar el billete para esta tarde.
-
¿Quieres que te acompañe?
-
Tranquila no tardaré nada, tu ve hacer la compra, que era lo que ibas hacer.
Beth
se acercó a ella cogiéndola por la cintura y besándola, la rubia sonreía en la
boca de la morena y la abrazaba por el cuello.
-
Mm, te adoro, te quiero! - dijo la rubia.
-
Jajaja, y yo a ti - la morena la volvió a besar - será mejor que me vaya ya.
-
Vale, yo iré a la compra.
-
Vale, pues hasta luego! - dijo besándola otra vez.
-
Hasta luego cariño - la rubia la devolvió el beso.
La
morena salió de la casa para ir al aeropuerto, Sarilen se fue muy contenta a la
compra, una vez llegó Beth al aeropuerto fue a la ventanilla a pedir el
billete, lo malo era que el último vuelo salía en una hora, Beth le dijo que lo
tenía que pensar, una vez se apartó la morena sacó el móvil y marcó el móvil de
la rubia.
-
¿Si? - contestó Sarilen.
-
Hola cariño.
-
¡Hola Beth! - respondió alegremente.
-
Cariño tengo un problema.
-
¿Qué pasa? - preguntó preocupada.
-
Pues dentro de una hora sale el único vuelo en todo el día.
-
¡¿En una hora?! - dijo sorprendida.
-
Si, y si lo acepto tendría que quedarme aquí ya.
-
Ya veo...
-
Cariño por mi me voy ahora mismo a casa y renuncio a todo.
-
No!, ni se te ocurra, compra el billete y ve, yo mañana te enviaré las cosas.
-
¿Estás segura?
-
Si - en su voz se notaba la tristeza.
-
Te amo Sarilen, más que a nada.
-
Yo también te amo Beth, te voy a echar mucho de menos.
-
Y yo a ti, ya te estoy echando de menos.
-
Ten mucho cuidado ¿vale?
-
Lo tendré, tu también ¡eh!
-
Claro - dijo sonriente, avísame cuando llegues.
-
Vale, pues luego te llamo.
-
Que tengas buen viaje.
-
Gracias cariño.
-
Te quiero.
-
Te quiero.
Una
vez colgaron Beth fue a comprar el billete y a sentarse a esperar a que saliera
el avión. Sarilen estuvo pensando todo lo que le dijo Beth por la mañana, y
tras pensarlo detenidamente echo a correr.
Solo
quedaban diez minutos para que el avión despegara, Beth ya se dirigía a la
puerta de embarque, cuando le dio el billete a la azafata una voz la hizo
girarse.
-
¿No irás a dejarme aquí verdad?
La
morena casi se desmaya al ver a la rubia con dos maletas, sin pensarlo se
acercó a ella.
-
Pero...
-
Nada de peros, me voy contigo - dijo sonriente.
-
Nada me haría más feliz, ¿estás segura?
-
Si que lo estoy, tú estabas dispuesta a dejarlo todo por mí, pues yo también.
La
morena sonreía pero a su vez sus ojos se humedecían, acarició la cara de la
rubia y se agachó para besarla.
-
Gracias... eres lo mejor de mi vida - dijo la morena casi llorando.
-
Te amo! - la rubia la volvió a besar dejando que sus lágrimas cayeran por sus
mejillas.
-
Disculpen señoritas, tienen que embarcar ya.
-
Claro - dijo la morena sonriendo.
Cogidas
de la mano, Sarilen le dio su billete a la azafata y entraron en el avión, una
vez sentadas Beth cogió la mano de la rubia.
-
Gracias por todo Sarilen.
-
No me las tienes que dar - dijo sonriente.
-
Oye, ¿tú qué vas hacer?
-
Seguiré con mi libro.
-
¿Crees que podrás inspirarte?
-
Mi libro trata del amor más grande que se haya conocido, para inspirarme tú
eres lo único que necesito, porque ese libro trata de nuestro amor.
Dijo
la rubia en un susurro, en los ojos de Beth se podía ver su sorpresa y su
eterno amor, sin decir más ambas se besaron profundamente. Y así llenas de amor
y un futuro por delante ambas realizaron su sueños, y el primero era pasar el
resto de su vida juntas.
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Eugenia Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
aww estaa hermosaa la historiaa!!(=
ResponderEliminarme recordo a mi relacion..dejee todo para poder estar junto al amor de mi vidaa!(=
Linda Historia..esperoo y escribaas muchas maas!(=
Kriis..Mexico
Aplausos!!! te pasaste! hiciste el mejor final! lo más romántico y tierno. Me encantaron estas dos y sería genial volver a saber de su nueva vida. Sigue escribiendo, lo haces muy bien. Saludos!!
ResponderEliminarJavi
Chile
ooohhhhh!!!! q hermoso final!!!! me diverti mucho con esta historia muy buena...:)
ResponderEliminarGia/Ecua
genial y encantadora historia !!!
ResponderEliminarbsos desde argentina
wow que hermosa historia las amo a las dos son tan tiernas y divertidas definitivamente son la pareja perfecta ¡¡¡¡¡¡¡ ♥
ResponderEliminarsaludos desde peru ♥
¡Que hermosa historia! ¡He quedado fascinada con ese final! ¡Muchas muchas gracias por traernos tan genial historia!
ResponderEliminar*Se para y aplaude* muy muy muy fascinante...desde el primer capitulo ya amaba esta historia♥♥...Sigue escribiendo...Tienes un muy buen futuro:3
ResponderEliminarBesos desde santiago,Chile♥