Danza Entre Lobos
Capítulo 44
De'Zire y el Baluarte de Zafiro I
Estaba sumergida en la vida de otra persona, observaba los
acontecimientos con la sensación de ser ajena a todo ello, desde la mano de Ren
enlazada con la suya sintiéndose tan fría como si el calor que emanaba el
muchacho fuese inexistente, hasta la multitud que le rendía pleitesía por la
corona del cisne de plata sobre su cabeza, observaba incluso la corona que Ren
ostentaba, siendo una versión más sencilla y pequeña que la de su padre, se
miraba todo más que irreal. Taeki quien estaba sentado en el trono saludaba con
gracia a sus súbditos y a los nobles invitados de otras naciones, sabía que en
breve él tomaría la palabra para dar anuncios de suma importancia para todos,
para el futuro entero de Windbloom, así como otros amargos e irremediables, no
evitó deslizar su aguamarina mirar sobre el siguiente trono, a la izquierda del
rey, se situaba un asiento vacío donde hace mucho tiempo estuvo la reina. Una
punzada de dolor emocional le recordó a Mashiro lo solitaria que había sido su
infancia con la ausencia de su madre, ello fue así hasta el momento en que tuvo
la ocasión de conocer a los hermanos Sayers, ambos llegaron como una tromba
incontenible de energía y de brincos, más Arika que Ren, porque a ella jamás se
le agotaban las energías. Sonrió brevemente. — ''Y pensar que supuse que eran mellizos''— De aquellos recuerdos
solo quedaba la tibieza en su pecho, el tiempo había pasado y su camino se
había torcido en la dirección de la necesidad de la monarquía, no conocía a
nadie digno de confianza para revelarle sus amarguras y ello incrementaba la
soledad que la embargaba, aquellos a los que les confiaría su vida sin temor,
cada posible secreto, estaban tan sumergidos en esas dolorosas circunstancias
como para poder decir la verdad sin lanzar dagas a sus corazones.
—Pareces, apartada y un tanto aburrida… te lo pido, sonríe
un poco, después argüiremos algo de cansancio y nos marcharemos pronto, en tu
estado todos lo comprenderán— Musitó el feliz padre de la criatura que se
formaba lentamente en su vientre, pero no por ello era quien dominase dentro de
ella cada sentimiento.
—Ren…— Lo llamó con paciencia. —…he perdido a la mitad de mi
familia, siento una profunda tristeza, guardo la calma sólo porque mi posición
lo exige, pero me gustaría dejarme llevar y vivir mi luto con normalidad, poder
llorar mi pérdida, poder… —
—Poder aceptar lo mucho a lo que has renunciado por tu honor
y amor al pueblo de Windbloom, por la maldición que diezmó a los Kruger hasta
dejarte esta reprochable carga solo a ti. Estás preguntándote si lo vale,
dudando por haberla perdido a ella sobre cualquier cosa…— Los ojos azulinos de
Ren se fijaron en los aguamarinos de su esposa, tan sorprendida por saberse
descubierta. — ¿Cómo no saberlo ahora?—
—Lo lamento… sinceramente, Ren— La princesa no dejaba de
sentir el peso en sus hombros, era asfixiante. —Quedaste tan atrapado como yo,
en estas forzosas circunstancias… me hubiera gustado tener entonces la mitad de
entendimiento que tengo hoy, en esos días, tal vez hubiera visto con más
claridad los detalles y—
—La habrías escogido a ella. Sea lo que sea… terminó— El
muchacho castaño negó con la cabeza. —Yo lamento no ser el objeto de tu afecto…
estaba tan contento ante la idea de que fueras mi esposa hace dos años, que no
vi los celos en los ojos de Arika o que tu afecto para mí, solo sería el de una
hermana— Sonrió con una mueca melancólica. —Ari no dijo sentir nada hasta ese
día, y tú, tardaste mucho en comprender tus sentimientos… así, 25 largos días
de frío invierno han pasado, desde el momento en que la burbuja en la que
vivía, se rompió irremediablemente… cuando ella dijo amarte y tú no le fuiste
indiferente— Esta vez soltó un gran suspiro. —Al principio estaba enojado y
hasta sentí un cruel engaño de tu parte, una traición venida de la mano de mi
propia hermana… luego comprendí ¿Cómo podría culpar a Ari por sentir lo que yo
siento por ti? Si la entiendo tan bien… y ¿Cómo despreciarte alguna vez por
quererla?… cuando ella es, una chica increíble… pero ello no me hace menos
humano, siento celos de ella… Mashiro—
—Ren, no puedo apagar esas emociones dentro de ti… pero te
aseguro que yo jamás concedería convertir a Arika en una amante, no es digno de
ella… ni de ti, sólo déjame superar este inmenso dolor, esta pérdida… y no solo
ella, la muerte de mi tío… la incertidumbre que siento sobre Natsuki—
El castaño asintió en silencio, buscó con la mirada a su
hermana, pero la mesa dispuesta para su familia estaba apenas ocupada por Rento
su padre y Kana, su madre. Después continuó hablando sin dejar de acariciar el
envés de la mano amada a pesar de ya no mirar a la joven princesa de Windbloom.
—La muerte es irreversible, no nos deja otra alternativa además de la
resignación, hay otras cosas que no lo son, sé cuánto anhelas que mi lugar
fuese ocupado por Arika, pero no es así y lo lamenta una parte de mí; pese a
ello, de ahora en más… seremos tú, el bebé y yo, no podría fingir que eso no me
da felicidad, de modo que simplemente espero que el tiempo brinde consuelo a
las dos personas que más amo, a ti y a mi hermana— La expresión de Ren se
delató triste, ligeramente cristalina, pero no se permitió flaquear. —Yo ansío
que nuestro afecto se conserve y nos permita llevar una vida dichosa criando a
nuestro hermoso vástago. Lamento las nefastas circunstancias que se ciernen
sobre nosotros, pero veo esperanza en la vida que llevas dentro de ti, puedo
ser feliz por ver a mi hermana a salvo, a mi familia reunida… esas son mis
razones para sonreír en medio de estos lóbregos momen…— El rostro de Ren se
llenó de sorpresa, callando abruptamente la conclusión de su discurso.
Mashiro se guió por la dirección de la mirada del 'León de
Arias', apreciando entonces que en la puerta principal del salón hacían su
entrada triunfal dos figuras, un caballero castaño en la compañía de Lady
De'Zire, princesa de Remus, la mujer se miraba inapropiadamente cerca de aquel
joven buen mozo, pero no hizo caso por la distancia, después de todo, la Srta.
Gallagher era de las pocas princesas que había tardado más de la cuenta en
escoger al futuro Rey de su monarquía, se alegraban entonces algunos, de la
evidente elección que había hecho la mujer rubia. —Es una buena noticia,
De'Zire viene en buena compañía—
—Me alegro— Susurró Ren conocedor de algún peculiar enigma
que a ella se le… ¿escapaba?
Llegó a sus oídos el sonido de la profunda voz del
anunciador. —Su Alteza Lady De'Zire, princesa de Remus y su prometido Lord Arik
Sayers, 'el Baluarte de Zafiro'—
Ante el anuncio todas las miradas se pusieron sobre los
recién llegados, salvo porque muy pocos de los invitados conocería el secreto
del nombrado Baluarte de Zafiro la mayoría sonreían satisfechos por el enlace
político que suscita la unión de un hijo de Windbloom con una Remusiana de tan
prestante posición. Mashiro, por su parte, palideció primero cuando una daga
afilada presionó su corazón con sorpresa, y luego enrojeció de cólera,
adivinaba el ardid y la inapropiada jugarreta del destino, de aquella mujer
idolatrada, aquel nombre tan ligeramente modificado casi burlaba la
inteligencia de la mayoría, pero dado que Arika nunca asistía por propia
voluntad a las fiestas del castillo a razón de detestar profundamente los
vestidos pomposos o tener que fingir ser una señorita de alta sociedad en toda
regla, era francamente desconocida a la mayoría de los nobles allí reunidos y
los que la hubiesen visto, seguramente no le dieron demasiada importancia, ni
recordaban su nombre.
—¿Será para no perder la costumbre de hacerse pasar por ti?—
Susurró por lo bajo con un tono discretamente molesto, no por los atuendos
principescos que lucía Arika, los cuales la hacían ver tremendamente gallarda,
sino por la compañía y el anuncio que no tuvo la gentileza de darle a saber en
la mañana.
—No— Sonrió el castaño con un tono bromista. —Te presento a
mi hermano pequeño, Arik, él es un tanto tímido y desconocido por esa razón…
pero tan digno miembro de la familia Sayers como para ser comprometido con la
princesa de Remus— Musitó Ren con una sonrisa en los labios, esa unión
significaba grandes cosas para el bienestar futuro de Windbloom, por no decir,
un paso de página en las acciones de Arika, ella en verdad se había hecho a un
lado sobre su sentir hacia Mashiro y era algo de lo que estar agradecido.
— ¿Acaso es una broma?— Mashiro levantó una ceja con
indignación, más contrariada porque su esposo estuviese al tanto de este
arriesgado movimiento y no se lo hubiera informado.
—Conoces bien a Ari, ¿Realmente piensas que ahora haría algo
contra su propia voluntad? No tiene nada que perder— Crudas palabras, pensó
Mashiro al escucharlas mientras el mayor de los dos continuaba hablándole sin
tener del todo su atención. —Digo que escogió un camino junto a Lady De'Zire…
ignoro si es por desamor o simplemente quiere seguir adelante, en cualquier
caso le apoyaré, por una vez en verdad quiero ser su hermano mayor—
—Puedo ver lo rápido que se olvidó de sus declaraciones…— La
dama de platinada melena se puso de pie, obligando a Ren a imitarla. Elevó su
mano y el Sayers más que raudo la sostuvo entre la suya, las miradas se posaron
sobre los dos.
El anunciador captó la indirecta al vuelo y preparó a la
orquesta. —Sea el baile entre el príncipe Ren Sayers 'León de Arias' y la
princesa Mashiro Kruger, 'Cisne de plata'—
—No hagas esto… Mashiro— Dijo el castaño mientras caminaba
sincronizadamente con su esposa con dirección de la pista de baile.
— ¿Acaso no deseas danzar conmigo?— Necesitaba
desesperadamente moverse, hacer cualquier cosa que le permitiera calmar los
pálpitos dolorosos de su corazón, dándose por un momento la ocasión de
recuperar la serenidad.
—Eso siempre, pero no por esas razones…— Suspiró con un dejo
de resignación, imaginando que Mashiro deseaba avivar los celos de su hermana.
—Estaremos juntos lo que reste de nuestras vidas, ¿No es eso
suficiente para ti Ren?— Claramente había un tono mortuorio en la voz de
Mashiro, lo cual lastimaba silenciosamente al mayor de los hermanos Sayers.
—Todo cuanto deseo no está en tu corazón darlo, así que no
voy a discutir, pero te aseguro Mashiro, que saldrás más lastimada si sigues
este juego— Con una expresión pétrea el hermano mayor danzó bellamente en la
compañía de su esposa a la vista de todos. —Ella aceptó a De'Zire y no es algo
de lo que pueda retractarse fácilmente, por otro lado, la princesa Gallagher es
hermosa y una cálida persona—
—Yo no lo estimo así, tal vez no me interesé en ella lo que
he debido…— Era difícil no dejarse inundar por aquel monstruo voraz, sus celos.
—Es… que… ¿Casarse no es demasiado?—
—No lo cuestionamos, cuando fue nuestra ocasión…—
—Ren…—
—Lo he pensado mucho, cuando afirmaste la propuesta de
nuestros padres— Sonrió con desencanto. —Supuse una afirmación de tus
sentimientos a los míos y estaba equivocado, no sé cómo entrar en tu corazón si
una vida hemos pasado juntos y no abriste esas puertas para mí ¿Qué puedo hacer
para obtener tu amor?—
—No hay nada, que no hayas hecho ya… no está en mi
naturaleza en primer lugar—
— ¿Es porque eres… una… Trib… de esa clase de doncellas?—
Intentó no ser grosero, pero no conocía una expresión que no fuera vulgar para
referir el tema.
—No puedo afirmar eso, solo me he interesado en un persona y
resultó ser mujer… solo porque Arika es… Arika simplemente—
Ren intentó sostener firmemente cada movimiento y hasta su
voz. —Si ella fuera feliz ¿La dejarías ser?—
—Aunque sienta morir cada instante viéndolas juntas… si—
—Entonces, déjala ir… tu padre verdaderamente intenta darle
alternativas a mi hermana, las que son posibles en este mundo— El castaño negó
con la cabeza y la miró un poco más serio. —… Ari tiene mucho que ganar,
incluso le han dado un título nobiliario que opino se ha ganado a pulso, así…
ni siquiera Rento podrá refutar eso, él no podrá controlar su vida ahora— El
mayor de los hermanos Sayers buscó a su padre con la mirada, igual que la
princesa de Windbloom tampoco parecía contento con el hecho, pero como cualquier
negociante experto y hombre preocupado de la opinión de los otros nobles, no se
atrevería jamás a desvelar la verdad so pena del deshonor que acaecería sobre
su apellido. —Si eso la hace dichosa, yo seré el primero en felicitarla… y tú
deberías hacer lo mismo ¿No crees?—
— ¿Dices que realmente está a gusto en comprometerse de
buenas a primeras con una extraña?— Fue todo lo que pudo cuestionar en medio de
aquellas florituras verbales, ¿Entonces qué tanto conocía a Arika? — ¿Y qué
tiene que ver mi padre en todo esto?— No evitó fruncir el ceño por un breve
momento. —Temo que no sea un acto desinteresado de su parte—
—Mashiro, sólo el Rey puede otorgar títulos honoríficos a
los hombres que no tienen noble cuna, solo el sello del escribano de la corte
le concede a un varón mayor de edad el voto y no es frecuente, que un noble
despose a una princesa sin las cartas de recomendación de alguien poderoso, sin
tu padre no sería posible este compromiso— Era algo tradicional pensaba Rento,
él tenía un sello en su dedo que le confería el voto en la corte para aquellas
ocasiones en las que el rey solicitaba consejo, no muchas personas tenían tal
facultad dado que si bien el Rey era la figura más importante y con mayor poder
jerárquico, tenía una cámara completa con la cual discutir algunas
disposiciones. —Arik es un caballero, con voto, herencia y el derecho a
contraer matrimonio con quien escoja… para la ocasión, su alteza, De'Zire— Ren
quien conocía de antemano todas las ventajas que ello le concedería a su hermana
estaba contento por ella.
— ¿Entonces mi padre ha urdido en la sombras este enlace?—
Tensó la mandíbula, comprendió inmediatamente.
—Claro que sí, llega en el mejor momento si lo preguntas,
Remus será un importante aliado en la guerra contra Artai—
— ¿Guerra?— Ahora Mashiro tenía que batallar consigo misma
para no exponer sus emociones tan públicamente. — ¿Vamos a declarar la guerra?—
—Ellos… mataron a tu tío, Windbloom, no dejará pasar por
alto esta afrenta…—
Todo aquel que contemplase la preciosa danza de aquellos
amantes, apreciaría ver a una pareja enamorada, salvo porque los dos bailarines
se habían acostumbrado al arte de la actuación, sin embargo, para quien como
Arika los veía juntos en público con poca frecuencia, era odiosamente realista,
así apuró de un solo trago la copa en su mano. De'Zire sostuvo firmemente la
mano de su prometida y la guió a la mesa que había sido dispuesta para su
familia, pues tenía que atender asuntos legales, queriendo dar prisa a las
aburridas cuestiones propias de los acuerdos prenupciales para poder disfrutar
como era debido la fiesta, se encontró con su madre muy bien acompañada. Sara
Gallagher charlaba parsimoniosamente con Rento Sayers, quien había resultado
ser un mentiroso audaz y veía considerables beneficios en la nueva alianza que
se presentaba para su familia, quizás no sería tan mala la idea de aquel astuto
del Rey.
—Arik, hijo mío… ven muchacho— Dijo de lo más contento.
Rento, era un hombre alto, fornido, de cabello castaño, ojos verdes y porte
atractivo, con unas cuantas canas en sus sienes, lucía atuendos de color olivo,
casi tan distinguidos como los del Rey.
—Padre, tiempo sin verlo— Se dirigió al mayor, pasó la vista
sobre la esposa de Rento, Kana y se forzó a decir. —Madre, tan bella como
siempre— Y por eso odiaba las recepciones, fingir que esa mujer era su madre,
era un insulto para Rena Yumemiya, de modo que continuó con los saludos.
—…Majestad— Arika se inclinó haciendo la reverencia de las altas cortes, como
exige el protocolo. —Me complace enormemente conocerla— Musitó con voz neutra.
—Lady De'Zire no ha tenido la oportunidad de hablar mucho sobre usted… ni usted
ocasión de oír de mí pese a lo que le haya podido expresar mi padre, así que si
usted está de acuerdo quisiera remediar eso prontamente—
Sara levantó una ceja en una mueca conocida, le había
interesado entonces conocer a su yerno, aunque un dejo de picaresca asomaba en
su turquesa mirada. —Es un placer, conocerlo… he recibido la dote acordada para
estos casos, así me he sorprendido con el poder económico de los Sayers…
entiendo entonces porqué dos de sus tres hijos han alcanzado a la realeza—
—Madre, te dije que había encontrado un buen partido… pero
como siempre dudas de mí— La princesa de Remus sonrió, cruzándose de brazos.
—Eres caprichosa hija mía, un monarca puede serlo hasta
cierto punto, en extremo es absolutamente nefasto, son las costumbres Zire, con
un hombre a tu diestra tu reinado será visto como una época de paz y
prosperidad, Arik sostendrá tu mano en la adversidad dando estabilidad a tu
reinado, aún si es un Rey sin sangre noble, tendrá que mostrar de lo que está
hecho— La reina de Remus miraba con ojo crítico al castaño, quien a pesar del
pequeño ardid no tomó caso de ello, algo extraño en un caballero de su
posición.
Zire por otro lado sí que se sintió un tanto molesta por las
acciones de Sara. —Y tú has reinado sabiamente, a pesar de ser viuda desde hace
varios años— La rubia más joven sonrió. —Ari… será lo que yo espero que sea, un
igual—
—Te concedo eso, hija mía— La reina madre se alegró, picar
un poco a su pequeño escorpión para ver qué tanto estaba dispuesta a hacer por
su gallardo prometido, era un pequeña estratagema para valorar la sinceridad
del lazo, el cual, vio honesto en el acto.
La conversación fue cortada de raíz, cuando el chambelán
atrajo a todos con su fuerte voz, anunciando el discurso anual del Rey Taeki,
con motivo de la decimoquinta centuria de la dinastía Kruger en la monarquía de
Windbloom.
—1.500 años, desde que el primero de nosotros, Senka Kruger
acordó unir sus tierras con las de los Borgeous, los Akita, y los Clanes Kanz
de Barbaria, para enfrentar la amenaza Ankar del sur… y enlazar más que solo la
riqueza, los cultivos o nombrar a la gente con un término común, se formaron
vínculos tan valiosos y profundos, que aún tantos siglos después, ¡persisten!
Son los sacrificios y la valentía las nociones que han hecho de éste un reino
imperecedero a pesar de las horas oscuras que sobre él se han cernido, así cada
hombre o mujer de esta estirpe, ha dado la vida misma por preservar lo que es
importante… la familia, el honor y la patria— El pelinegro de prístinos ojos
zafiro, cerró su puño afirmando la fortaleza de las convicciones que sostenían
la monarquía vigente. —Larga es la historia, más antigua que la de tantas
naciones que perecieron en medio del caos y la desolación… las guerras, son sin
lugar a dudas la más dolorosa e indeseable decisión que debe tomar un Rey a lo
largo de toda su vida, pero así como el honor y la diligencia son el privilegio
y el deber de un monarca… yo, Taeki Kruger III, declaro la guerra a la nación
de Artai— Casi vociferó al final, dejando su firme y grave voz llegara a cada
rincón de la sala.
Un gran bullicio y réplicas, se extendieron por todo el
lugar, entre los nobles y visitantes diplomáticos de las otras naciones, otros
simplemente estaban mudos y estupefactos ante el inesperado anuncio del Rey
Taeki. —No puede ningún rey aceptar tal agravio a su soberanía, y así, se
vivirá en todo Windbloom un luto de un año, por la vida que ha sido arrebatada
sin la dignidad de un duelo justo entre caballeros… La vida de mi hermano, Takeru
Kruger I, se perdió en las manos del desdeñable Conde Nagi Dai Artai, así como
este indigno hijo de la casa de Artai tomó prisionera a mi sobrina, el Doncel
de Hielo de Fukka… no puede un hombre y mucho menos un Rey, conceder a otro
varón o reino, tomar la vida de su sangre sin que el precio justo se pague…
cuando es la intención de este 'distinguido' Conde, tomar por la fuerza la
corona que reposa sobre mí y mi hija, sin ver nunca un bien mayor al pueblo a
nuestro cuidado, por ello… cada hombre en capacidad y edad, será llamado para
servir a la protección de su familia, su honor y su reino— La voz de Taeki
apagó cualquier duda, las miradas se enardecieron ante la ignominia acontecida
y la sed de venganza se extendió sobre todos los reunidos, pues ninguno dejaría
la muerte de un ser querido desatendido de justicia. Sabiendo esto, el Rey
suavizó su tono para hacer solemne aquel momento. Para ser recordado por su
sabiduría y su actuar aun en los momentos más lóbregos. —No son eternas las
dinastías ni las tierras o el mundo que pisan nuestros pies, pero aún la flama
de fuego en una vela pequeña, espera extinguirse con dignidad, luchando hasta
el último aliento… y Windbloom no perecerá jamás, en tanto cada hombre o mujer
recuerde siempre, dar la vida por el hermano que respira a su lado, pues así se
forjó este reino hace ya 1.500 años y juro con mi propia sangre, que será así
otros 10.000 en tanto los dioses se enorgullezcan de nuestro valor— Los vítores
que se extendieron entre los hijos de Windbloom y todo aquel allí reunido, se
elevó más allá de las propias paredes del castillo, logrando así la
complacencia de Taeki, quien finalizó con más calma su discurso. —Celebremos
esta noche nuestro arrojo y valentía, la virtud de los dioses al obsequiar al
lazo de mi hija y el príncipe Ren, un vástago para preservar nuestro legado,
tomemos una copa pues pronto seré abuelo… y lamentemos mañana la pérdida de un
gran hombre, Takeru mi amado hermano y muy pronto, la nación de Artai conocerá
el alcance de nuestra unidad y sed de justicia— Y un ademán de su enguantada
mano, fue suficiente para que la orquesta volviese a sonar bellamente en todo
el lugar.
—Supuse que sería más discreto— Frunció el ceño, Rento
Sayers sorbiendo una copa de vino para calmar su inquietud ante las acciones de
Taeki. El castaño padre de Arika sabía de antemano la gran elocuencia de su
amigo, si en sus años de juventud habían seducido a numerosas doncellas con
poemas y discursos ensayados, era un orador espléndido, una característica
requerida para su menester, pero sería muy descuidado entrar en guerra tan
precipitadamente.
Arika tomó de su copa también, como si quisiera borrar con
el vino un mal sabor de boca y era quizás un poco pronto para quien no
acostumbra tomar tanto. —Un Rey, no puede titubear… aun así, la nación de Artai
¿Está de acuerdo con las acciones de Nagi?—
—Dudas de eso, Arik…— De'Zire levantó una de sus doradas
cejas, al parecer Arika no era como las otras doncellas que conocía, era
admirable que tuviera una opinión sobre una cuestión política, algo más
frecuente entre hombres, pero más impresionante que tuviera el valor de
expresarla o tal vez… era demasiado sincera.
—Nos tomó por sorpresa en su ataque, debido al sigilo y la
cuidada planeación de sus acciones… nadie puede hacer tanto solo, pero tampoco
olvido que los Dai Artai fueron desdeñados por los Sekai Artai, la rama
principal de la familia real, sería una pena que otra guerra como la de los
diez lustros volviera a tener lugar a causa de las acciones de un solo hombre—
Expresó la castaña con genuina preocupación mientras Rento y Kana contenían su
enojo, por muy poco. Ninguno olvidaba que bajo aquellos atuendos se escondía la
figura de una mujer, por lo que aún les parecía extremadamente descortés, la
sola idea de que Arika expresara su opinión.
—Un hombre instruido y cuidadoso… ¿Perteneces a la milicia
joven Sayers?— La mujer rubia de ojos verdes postró su interés sobre aquel
interesante yerno.
—No formalmente, pero hace poco estuve en Fukka durante los
desafortunados incidentes que trajeron la muerte el príncipe Kruger, yo vi
morir a su alteza…— No evitó una mueca de dolor, a lo que su prometida acarició
gentilmente su hombro.
—Mi hijo trajo la noticia, estaba malherido y aun así viajó
durante 3 días a caballo sin descanso para reportar ante el Rey estas lúgubres
noticias, para estar preparados— Intervino hábilmente Rento, pues vio la
oportunidad de hacer crecer el renombre de los Sayers, mas no en los méritos
propios, su mujer por otro lado sonreía, era la joya cara que se exhibía por lo
lustroso de su exterior, pero evitaba en todo momento incordiar a su marido con
sus pensamientos, pues cierto era que si de su boca salieran palabras que se
refirieran a Arika, no serían con la intención de adular.
— ¿Qué puede decirme de Nagi Dai Artai?— La reina Sara
desestimó prontamente al padre de Arik, sabía que el hombre tenía la mala
costumbre de exagerar las cosas, recordaba los altos precios de sus navíos, los
cuales si bien eran de una calidad admirable, tampoco es que volaran sobre el
agua, como casi había dado a entender mientras firmaban el contrato de la flota
'Flor Imperial' de Remus hace ya algunos años.
—Él es astuto y paciente, ha amasado un ejército de esbirros
que le temen y lo aman al mismo tiempo, aun así… él no se interesa en el bienestar
de los que gobierna salvo por lo que convenientemente puedan redituarle,
mientras le sean útiles los cuidará… como Rey imagino a un tirano… su sed de
poder es, insaciable. Si llegara a obtener la corona de Windbloom, no verá tan
irracional la idea de convertirse en el conquistador del mundo, así que a mi
entender debe ser detenido por el bienestar de cada nación sobre esta tierra—
Arika no lo sabía, quién estaba a su espalda escuchando sus
palabras, quién la miraba con sus ojos aguamarina repletos de admiración y de
amor, a quién suspiró antes de hablar. —Son palabras muy acertadas, opino
igual…—
—Altezas…— Arika reverenció a Mashiro y a su hermano,
De'Zire apenas inclinó su cabeza con amabilidad igual que Sara, como era la
costumbre entre miembros de la realeza de reinos distintos. Kana Di' Sayers
quien se mostró efervescente al fin, se apresuró a darle un beso en la mejilla
a su hijo, no sin delatar a la vista de Sara cuál era de sus hijos el
predilecto.
—Me alegra verte, querida Mashiro… felicidades por tu
próximo alumbramiento y mi pésame por tu tío ¿Cómo estás?— Cuestionó la rubia
mayor.
—Majestad, es absolutamente amable de su parte preguntar,
vivo entre la dicha y la tristeza...— Respondió honestamente Mashiro. —Pero me
anima la presencia de las personas más queridas para mí— No evitó depositar una
mirada quizás demasiado larga sobre Arika, a lo que Zire le sujetó por el brazo
con un dejo posesivo lo cual casi ocasionó un mal gesto en la cara del 'Cisne
de plata'.
—Comprensible en verdad, tiene a su esposo para apoyarla en
estos momentos, lo que es siempre una bendición divina...— Dijo Sara
ligeramente extrañada por la conducta de su hija y la princesa de su vecino
país, no recordaba que fueran tan competitivas entre ellas, aunque pocos hubieran
sido sus encuentros.
—Madre... debemos completar el trámite pertinente— Instó con
presteza De'Zire, manteniendo una sonrisa ladina en sus labios. —Ansío tomar la
oportunidad para disfrutar de la fiesta junto a Arik—
—Casi lo olvidaba...— Sonrió Sara, de algún modo habría
deseado alargar un poco el proceso, para conocer mejor a su 'yerno'. Sin
embargo así era su hija, una lenta y tardía selección, para apresurarlo todo
cuando al fin encontraba a su predilecto. Suspiró un breve momento antes de realizar
un ademán para que una de las siervas de Remus acudiera a su encuentro con una
bandeja de plata sobre la que reposaban dos cartas, resina escarlata, tinta y
pluma, así como una preciosa corona de oro blanco, incrustada con un zafiro en
el centro, era sencilla, anillada con intrincadas y estéticas inscripciones
sobre el material metálico.
—¿De qué se trata?— Cuestionó Mashiro con un mal
presentimiento, un viejo recuerdo volvía a su mente trayendo con él la culpa de
no haber tenido mejores acciones en el pasado, por lo que esperaba que la menor
de los Sayers fuese más prudente.
—Las cartas de compromiso, por supuesto— Informó De'Zire de
lo más contenta, la Sayers a su lado no se inmutó ni un poco, pese a saber que
se trataba de un contrato previo a cualquier boda religiosa entre nobles.
La hija de Taeki palideció, sintiendo que se sumía en un
profundo abismo de frustración y soledad, el suelo ya no la sostenía y un
vértigo odioso le hizo estrechar el brazo de Ren para no caerse, suspiró y
luego recuperó la compostura. —Fe... felicitaciones— Odiosa mentira, dijo
suavemente, pálida y con un sudor frío recorriéndola. Ren escondió lo mejor que
pudo su enojo, claramente aquel cauce de emociones en su esposa lo ocasionaba
su hermana, así que solo se situó a su
lado para darle un abrazo en el que le facilitaba algo del soporte físico que
por momentos parecía carecer. Fingió bien. —Bravo, hermanito... vas a sentar
cabeza, te aconsejo en ese caso, que jamás le digas que ''no'' a la dama, ellas
siempre tienen razón, incluso cuando no—
—Lo... tendré en cuenta—
Sara rió de buena gana ante el comentario. —Vaya Mashiro, sí
que le has enseñado pronto lo que algunos no aprenden ni siquiera llegando a
viejos—
—Je... sí— Apenas y atinó a responder, pues no podía hilar
sus confusos y vertiginosos pensamientos.
—Con esto la boda se realizará en un par de meses en Dalis,
la capital de Remus... haremos que vengan las sacerdotisas del monasterio de
Tahanur, será...— Las voces de los demás preparativos, el éxito y las
bendiciones de los dioses se hicieron ecos distantes.
Así, las que fueron amigas desde el momento de verse por vez
primera, volvieron a compartir por unos segundos aquella cómplice forma de
hablar sin voz. Arika tragó saliva y tensó la mandíbula, casi podía escuchar un
''lo siento'' silencioso en esos ojos de aguamarino tono, tal vez una súplica
negándolo todo... «No lo hagas» le
pareció leer en sus labios... Frunció el ceño brevemente; lo dejó ser, tomó un
sorbo de su siguiente copa y apartó de su mente el remolino de ideas suplicando
huir, mientras se pasaba la mano por la cabeza.
Así cayó un mechón castaño cruzando a un lado de la celeste
mirada, un pestañeo y una suave caricia retiró la molestia poniendo aquellos
rebeldes sobre su oreja... mas no era la
mano de Mashiro la que tuviera tal gesto, aquellos pulidos dedos pertenecían a
la bella De'Zire, quien no la había perdido de vista ni un momento y encontraba
perfecta la ocasión, para plantarle un casto beso a sus labios cerrados, uno
raudo y suave, casi tan efímero como un suspiro, mas el tenue regusto a fresas
le aseguró la realidad de ese instante... que era como un bálsamo a las heridas
de su alma. Otro tormento en cambio atisbaba en la mirada dolida de la princesa
de Windbloom.
—Esta juventud... al menos espera a la firma hija mía— Dijo
Sara ligeramente abochornada por aquella muestra de afecto.
Arika sonrió dejando de pensar en las cosas que les habían
hecho daño, era una carga muy pesada para dejar que siguiera sobre sus hombros.
—Gracias...— Dijo tan bajo mirando una última vez a Mashiro. —Gracias a
todos...— Volvió a decir esta vez audiblemente.
Retiró el guante de su mano para emplear la insignia que le
dió Taeki junto a esa nueva identidad, develando involuntariamente el vendaje
que cubría algún corte de su más reciente batalla en Fukka, lo que delató al
fin la verdad en las palabras de Rento... para sorpresa de Sara, quien miró con
genuina preocupación la vieja herida, casi cuestionando a su hija en silencio
ante ese hecho. La mano de Arika sujetó con gracia la pluma y sin siquiera
molestarse en leer, pues conocía el contenido general de un acuerdo de ese tipo
ya que había leído tiempo atrás el de Mashiro y Ren, depositó sobre el papel la
pulida firma con aquel nombre que desde ese día le pertenecería por siempre,
retiró el sello insignia de su mano, posó la resina sobre el papel y sobre ella
a su vez el emblema de su anillo, dejando oficializada su aceptación. La
hermosa princesa de Remus repitió el mismo procedimiento, lo hizo todo sin
perder de vista a Mashiro de soslayo, viendo un infierno de dolor en sus ojos,
no dejó de preguntarse ¿Por qué incluso entonces no hacía nada por evitarlo?
—Sean testigos Mashiro Kruger Blan 'Cisne de Plata' y Rento
Sayers 'León de Arias'... de este enlace...— Dijo Sara con una sonrisa enorme
mientras le tendía la pluma a los dos. —Dada la afortunada casualidad de su
presencia, sería un honor que reposaran sus nombres como testigos del enlace—
Ren no tardó en tomar la pluma, puso su nombre y sello al
pie del de su hermana, en cuanto el hermano mayor concluyó, la de cabellos
plateados tomó el instrumento para escribir con pulso tembloroso, ante la
pesada vista de todos. Posó la punta en el papel y sintió que perdería el alma
si iniciaba el trazo...
—¿Mashiro?— Preguntó Arika al ver que simplemente se había
quedado estática, temblorosa y dejando que la tinta manchara el papel.
—No... No lo apruebo— Susurró con el llanto escapándose de
sus ojos, dejó la pluma a un lado. —No... No puedo...— Apartó la bandeja de sí
misma, pero el inesperado movimiento hizo que la sirviente soltara el platel y
dejara caer la preciada carga al suelo, ocasionando un estruendo que superó el
ruido de la música o los murmullos de la gente. Aquella accidentada
circunstancia atrajo un incómodo silencio, Ren se apresuró a salvar los
documentos de la tinta rota que se esparcía veloz y peligrosamente cerca de las
cartas, la acción le hizo ver a la peli plateada la magnitud agravante de su
actuar, incapaz de soportar por un momento más las miradas acusatorias a su
alrededor, corrió fuera del salón.
—¡Mashiro!— Se oyó la voz de la castaña llamando a la joven
princesa de Windbloom, el cuerpo le pedía correr tras ella, sin embargo no
podía, cuando iba a quedarse a verla irse simplemente, un tenue empujón de la
mano de Zire le hizo saber que se le concedía hacerlo. Con un silencioso
agradecimiento Arika marchó tras la doncella fugitiva.
Los rostros de quienes se habían quedado de pie, eran por
decir lo poco... un poema. —Ha sido un accidente, ella en verdad ha estado un
poco estresada y con... el embarazo— Ren intentó sacar en limpio a su esposa,
pero más que ansioso por alcanzarla depositó los documentos en las manos de sus
padres, pues yacían apenas salpicado por un poco de tinta. —Si me lo
permiten...— Dijo suavemente antes de salir a raudo paso en busca de su mujer.
—Qué accidentadas circunstancias ¿No le parece?— Dijo Rento
mirando nerviosamente a su ahora consuegra, mientras la leal remusiana tomaba
con delicadeza las cartas para ponerlas en otra fuente y custodiar mejor de
ellas.
—Exijo una explicación...— Dijo con voz molesta Sara,
aguantando por muy poco sus deseos de sujetar al señor Sayers del cuello de su
fina camisa, eso sería inapropiado para una Reina.
Zire no se preocupó de las salpicaduras de tinta sobre la
parte baja de su vestido azul o de las caras de los mayores, tensas y al filo
de un ataque de ira. Todavía con una sonrisa en los labios se atrevió a decir.
—Son amigos madre— Recuperó la corona que con las prisas y lo incompleto del
protocolo, le haría falta lucir a Arika, con el guante del que había
prescindido para la firma e insignia, limpió un par de manchas sobre el pulido
metal. —Mashiro supone que romperé irremediablemente sus lazos, cree que Arik
ha sido obligado a aceptar por su padre o alguien interesado en una alianza
política, más que en nuestros intereses mutuos... sin embargo, muy pocas
personas saben que hemos mantenido contacto a través de cartas durante ya un
par de años y que ha sido mi elección desde hace un largo tiempo, poco más de
un año— Tales palabras sorprendieron a los reunidos, mayormente a Sara que
ignoraba de la correspondencia de su hija con Windbloom. —Esta corona le
pertenece a esa persona, no sabría darle mi confianza a nadie más... madre—
Violeta y jade se sostuvieron la mirada durante lo que parecieron eternos
momentos. —Es sincero en verdad—
La rubia mayor sopesó las circunstancias un momento y luego
miró al padre de su ahora yerno. —Entonces le pido, señor Sayers, que culmine
el requisito... una carta la conservará la monarquía de Windbloom y la otra,
será para Remus— El aludido no tardó en comprender la oportunidad que se le daba,
por lo que firmó en el acto donde Mashiro había desistido.
—Yo iré por tu esposo, por ahora conoce a tus suegros niña
mía— Sara tomó la corona de las manos de su hija, sonriendo se apartó del grupo
y se encaminó en la dirección que habían tomado los demás.
Una vez a solas la princesa de Remus les dirigió la palabra
a sus nuevos anfitriones. —Bueno, imagino que Ren es de sus hijos el
predilecto, Kana-sama ha sido muy demostrativa al respecto... yo no puedo
entender el sentimiento, ya que soy hija única, pero dado que su primogénito
recibió de usted el nombre, me hago una idea, ahora bien, yo no tengo visto que
Arik sea un Rey consorte solamente, el cual sí que es el caso de su hijo
mayor... ¿Es labor de un príncipe recoger el estropicio de su mujer? Tan preocupado
por las cartas como para atender lo que era realmente importante, tal vez...
sus sentimientos— No era tonta, de ninguna manera. Eran convenientemente
políticas las intenciones de algunos para su compromiso, aunque opinara
diferente y pudiera confiar en Arika, era cuestionable el qué esperaban los
demás de ello.
—¿Cómo se atreve?— Dada la ausencia de la Reina, Rento no
fue tan cortés ante las duras palabras de la joven princesa, pero Kana, quien
estaba más acostumbrada a saber cuándo callar, sujetó el brazo de su esposo
para que no tuviera acciones erradas, darle una bofetada a una princesa sería
una declaración de guerra.
—Lo mismo podría cuestionar de un hombre cuyas acciones han
sellado un destino desdichado sobre un hijo tan amado— De'Zire no evitó ser tan suspicaz al ver la
pena que rondaba a Ren a cada momento, era en verdad la sombra de un hombre.
—Hagamos bien nuestro juego, señor... si se mantienen apartados de mi amante,
se abrirán unas cuantas puertas para ustedes, si vuelven a importunar a mi
dulce cielo... entonces, verán que tenerme como enemiga es, desafortunado...—
La de violáceo mirar, hizo una pequeña y ceremoniosa reverencia. —Nos veremos
pronto, seamos políticamente correctos esa próxima vez— Sonrió antes de
encaminarse a la salida del salón, siendo seguida discretamente por la
sirviente en cuyo poder estaban las cartas que por el momento hacían de su
matrimonio una realidad para ambas naciones, las nupcias religiosas por otro
lado, solo confirmarían un pacto ya indisoluble pero a la vista de los dioses.
—Alteza, no es propio de usted...— Dijo Kaon Sward.
—Esa mujer vive y respira por el orgullo de su esposo,
olvidándose de ser madre... y de él ni siquiera quiero hablar. Ambos le han
causado una pena demasiado grande a quien yo... tanto estimo—
—¿Solo estima al joven Sayers?— Cuestionó discretamente la
doncella al servicio de la Reina. —Sus acciones, muestran un interés poco
frecuente entre los que...—
—Kaon, no intentes obtener información para mi madre...—
—¿Eso es un sí o un no?— Era mayor y no con menos
experiencia, se desentendió de la obvia insinuación.
—Me gusta, ¿Acaso no has visto que es un sueño? Agraciado en
extremo, sus ojos son como un pozo en el que podrías sumergirte la vida entera—
La mirada que Sward le dirigió a su joven princesa, sumada a
la sonrisa maliciosa en su faz, pronto atrajo un enorme sonrojo en la cara de
Zire y con ello, un paso aún más raudo en dirección desconocida, pues
ciertamente ella no tenía claro qué camino habían tomado los interesados en la
princesa Mashiro.
.
.
.
Era sorprendentemente rápido lo que una doncella con
atuendos tan incómodos como un vestido de alta costura, zapatos de tacón y
demás, podía correr... o lo olvidado que tenía en su memoria los pasajes del
castillo. También puede que la herida en el costado, magullado por sus
insalubres prisas le ralentizara... pero
en cuanto la vió a lo lejos dar vuelta en una de las esquinas, se olvidó de
fatigas y volvió a correr, casi le faltaba el aire cuando logró sujetarla por
la muñeca, faltando ya tan poco para que cerrara la puerta del despacho del
Rey.
—Mashiro... detente— Dijo jadeando, dejando cerrada la
puerta tras de sí, mientras la princesa buscaba inquieta con la mirada a quien
no iba a encontrar, pues el despacho estaba desierto. —¿Qué pasa? Ha sido...
simplemente un accidente, no es tan grave... ¿Estás bien?—
La joven de cabellos plata caminaba de un lado a otro
intentando recuperar la serenidad y fracasando estrepitosamente en ello.
—Debiste quedarte con ella— No pudo evitar un tono envenenado al referirse a
De'Zire. —¿Acaso no es lo suficientemente linda y... deseable para ti?—
Reprochó incapaz de contener sus celos. —Era todo lo que necesitabas ¿No es
así?— Le miró directamente, con acusación en los ojos aguamarinos.
—¿Qué tiene eso que ver? Te pusiste pálida y huiste de allí,
en tu estado... es peligroso— El azul de sus ojos la miraron con sincera
preocupación. —Vine tras de ti para saber que estas bien, no se trata de otra
cosa—
Mashiro bajó la mirada, tensó la mandíbula, las lágrimas que
habían humedecido sus mejillas brotaron una vez más como un río lleno de
amargura, irascible retiró su mano de la de Arika. —¿Es en mí o en el niño en
mi vientre en todo lo que puedes pensar?—
—Te miro a ti, pero pienso en ambos... todo de ti me
importa, porque eres tú simplemente— Intentó rectificar, sabía que la mayoría
estaban más interesados en la gestación de aquel heredero que en ella, por la
continuidad de la monarquía, tanto que ahora claramente se sentía el medio de
un fin muy específico. —Siento haberte hecho llorar, no sé qué hice tan malo
para que me mires con tanto... odio—
—¡No hiciste nada! Eres perfecta ¿Lo sabes?— Admitió aun con
tono herido. —Quisiera tener motivos para odiarte y así poder olvidarme de
estos sentimientos... pero no puedo y duele tanto verte así, con otra
persona...— No esperaba que buscara en alguien más lo que se les había negado a
causa de las circunstancias, al menos no tan pronto, no estaba preparada. —Odio
la idea de verte siendo una marioneta en el juego de mi padre, pero te juro que
va a oírme, apenas puedo soportar lo que mis obligaciones hicieron de mi vida y
la de Ren, pero por los Dioses que tú no vivirás lo mismo que nosotros— La de
cabellos plata se dió la vuelta dispuesta a continuar su búsqueda, suponía que
Taeki estaba en ese lugar, si no era así, estaría en la biblioteca real, a fin
de cuentas él siempre se escapaba de esas fiestas a cierta hora... esa rutina
era conocida en él.
La suave sujeción en el hombro se lo impidió gentilmente.
—Yo lo elegí... voluntariamente—
El iris turquesa de tan claro tono, vibró en la cuna de
aquellos ojos cristalinos. —Entonces... ¿Es lo que deseas? Anhelas a la
princesa de Remus— Ni siquiera se atrevería a musitar su nombre, sabiendo que
le robaría lo más querido.
—Anhelo amar y ver que mis sentimientos sean correspondidos,
es lo que he querido siempre...— Siendo sincera al respecto Sayers tenía que
admitirlo. —y Zire, se da a sí misma sin reservas...—
—¿Por qué me lo dijiste tan tarde?— Reprochó sin saber cómo
responder a eso, sin suplicar una y otra vez un perdón que no sabía darse ni
ella misma. —Si lo hubiese sabido antes, te juro que jamás hubiese yacido con
él, me odio por no verte a los ojos y entender lo que sentía cuando todavía
importaba, cuando no tenía esta soga en mi cuello—
—¿Por qué miraste en mi dirección cuando ya no era posible?—
Aquella pregunta, se dijo sin un solo tono de reproche. —¿Por qué tenía que
enamorarme de ti?— Arika sonrió comprensivamente, lanzaba esas preguntas al
aire... —Me lo he cuestionado tantas veces... y Mashiro, no existe una
respuesta— La castaña abrió los brazos y con ellos envolvió en un abrazo
protector a la otra dama.
Cansada de cuerpo y emociones, la hija de Taeki apoyó su
cabeza en el pecho de su castaña amada, sabiendo que nunca sentiría tal
seguridad y calma en otro lugar o con otra persona, así encontró el valor para
decir lo que tenía atrapado en su corazón haciendo del sentir palabras
audibles. —Te amo y no es suficiente, ya no me siento digna de ti... pero en
nada se compara con la amargura que siento suponiendo que... ¿ahora esta
pequeña persona es también la razón de tu desprecio?—
—Eso... jamás... no te atrevas ni a decirlo, ¿Cómo podría
desdeñar a un ser tan inocente?— Arika negó vehemente con su cabeza, aunque
Mashiro no pudiera verla en tal posición. —Yo amo todo de ti, incluso a ese
alguien que todavía no conocemos...— Gentilmente acarició su cabeza,
perpetuando el abrazo que la abrigaba del mundo.
La Kruger estuvo segura que su corazón dio un brinco de
alegría al escucharla, una emoción que se había visto distante desde hace
meses. —Desearía que fuera una parte de ti y de mí...—
—Yo también...— Admitió de igual forma.
Aguardaron así, lo que parecieron eternos momentos... la
princesa de Windbloom obtuvo un poco de la paz que tanta falta le hacía, aunque
no durara para siempre. Y así fue, hasta que la voz de Arika y sus movimientos
le apartaron con suavidad. —Debemos volver... todos deben estar muertos de la
preocupación por ti—
—¿Seguirás adelante con ella?— Preguntó temerosa.
—Sí... eso haré— Dijo Sayers sinceramente.
—¿Por qué?— Frunció el ceño la de iris aguamarina. —¿No has
dicho acaso que aún me amas?—
—Y sé que te querré siempre, Mashiro...— Confesó con un
semblante extrañamente sereno. —...algunos sentimientos no mueren y no tengo
que matar lo que siento por ti, no considero que sea malo que me importes o te
quiera, pero tengo que dejar de desear lo que no puedo tener, de esperar lo que
no pasará... necesito no verte más como a una mujer, porque eres la esposa de
mi hermano y en verdad estoy cansada de estar siempre dolida por ustedes dos...
así que, perdona... pero voy a esforzarme en ser lo mejor que pueda ser para
Zire, ella no merece menos y dado que la ayuda de Remus y sus aliados es
indispensable ahora para enfrentar las criaturas de Nagi, haré que la nación de
Remus se enorgullezca de nuestro enlace—
—¿Lo haces por ti o por Windbloom? No tienes ninguna
responsabilidad con Windbloom o Remus ¿Lo sabes?—
—Lo sé, igual que tú... tampoco era tu responsabilidad—
Interpeló Arika. Era muy extraño que mantuviera la calma, incluso para sí
misma.
—Yo soy Princesa de Windbloom... ¿Cómo no sería responsable
de mi nación?— Dudó por un momento Mashiro.
—Como no serías responsable de ti en primer lugar...—
—... No te entiendo, Arika— Mashiro pensó que no tenía
sentido, cuidaba de sí misma. Tenía una salud incuestionable.
—Hiciste que Windbloom fuera más importante... incluso,
sobre ti misma, o tu felicidad... quizás no lo sabías entonces, pero no haces
nada diferente ahora, y me temo que ya no es el tiempo—
El iris cristalino de Mashiro tembló en la cuna de sus ojos.
—Yo...— La castaña menor, dio justo en el clavo, fueron palabras inesperadas.
—No te culpo, yo quise huir cuando las cosas fueron
difíciles... no era una acción más valiente— La castaña sonrió un poco apenada,
de fondo sus acciones habían sido casi infantiles, pero de no ser por ellas es
claro que no habría encontrado un camino diferente, o una razón para vivir y
luchar, sería como cualquier otra de esas doncellas frustradas de la corte.
—Estas son las consecuencias de nuestras cobardías conjuntas— Arika se inclinó
un poco sobre Mashiro quien estaba estupefacta por la cortante realidad que
plagaba las palabras de su querida castaña, así se sorprendió cuando Sayers
depositó un tierno beso en la punta de su nariz. —Te quiero...— Susurró muy
quedo, antes de dar otro beso a su frente. —Te protejo...— Miró sus labios por
un breve momento, pero sobre ellos no hubo contacto. —Espero que seas dichosa
siempre...— Se apartó para volver sobre el camino que había recorrido.
Mashiro no opinó igual, le sujetó por las solapas con sus
manos a la altura del pecho de Arika. Así suplicó, con los ojos nublados y la
desesperación a la vista. —Huye... conmigo, no me importa la corona, no me
importa Windbloom tanto como tú, es sólo que no quería que tuvieras una
posición inferior a Ren, no soportaría estar a su lado y verte padecer cada
instante siendo solo mi amante, por ello no te lo permití ese día, mereces
más... mucho más, pero todo lo que soy no significa nada cuando tú no estás,
ser Mashiro Kruger Blan, significa ser... un cisne de plata, con las alas rotas
ahora mismo—
—Ya no puedes hacer nada...— Dijo con un nudo en la
garganta. —Ahora no se trata de pensar en ti o en mí... él o ella tienen un
padre y yo... no sabría herir a mi hermano de tal forma, yo aborrecería a quien
me apartase de mis hijos, ¿Por qué no obtendría su odio justamente en ese
caso?— Negó con la cabeza. —Nuestros sentimientos saben los dioses, no se
hicieron para realizarse, lo siento... la culpa, me mataría— Soltó así las
manos de la princesa, salió de la habitación y cerró la puerta tras de sí,
apoyó la espalda en la madera y dejó que las lágrimas surcaran sus mejillas.
—Lo lamento, querida...— Dijo casi con pesar una mujer rubia
de ojos celestes, vestida con atuendos reales, tan propios como deben ser para
una reina, en cuyas manos sostenía la corona del príncipe de Remus.
—Sa... Sara... digo, majestad...— Respingó casi espantada,
apresurándose a secar el llanto de sus ojos. Cuando repentinamente, el
entendimiento le reveló el significado de las palabras de la reina, así un
espanto le recorrió desde la espalda hasta la nuca y un temblor nervioso se
apoderó de sus manos.
—Acompáñame— Solicitó Sara con la autoridad suficiente para
espantar al más valiente.
Ambas caminaron en silencio a lo largo del pasillo, cruzaron
las puertas que daban a los jardines y allí bajo el cobijo de la noche,
Gallagher le señaló a Arika un asiento de granito bajo una pérgola cercana. La
dama apreciaba la soledad y de las fiestas ya estaba cansada, secretamente
prefería la intimidad de los lugares más simples y en una noche como aquella,
las estrellas en el cielo se miraban tan nítidas que no hacía falta la
presencia de la luna para alumbrarles. Aun sintiendo el corazón en la garganta,
Sayers supuso que la hora le había llegado pues la advertencia de su secreto ya
conocido por la Reina, era motivo suficiente para ir a la horca.
—Qué corta vida...— Dijo a la nada y con cierta impaciencia,
mientras Sara se perdía en la contemplación del cielo.
—Sabias palabras, la vida en efecto... es muy corta— Pero no
había enojo o desencanto alguno en la mirada zafirina de mujer rubia. —Si acaso
te refieres a la sentencia de muerte que se firma por falsear la identidad de
un caballero para intentar desposar a una heredera... eso no es algo que
alguien como tú se atrevería a hacer ¿Verdad?— Guiñó un ojo y continuó en
aquella extraña contemplación del mundo.
—¿No?... err... sí... sabe, mejor no finjo que sé de qué
habla exactamente y le pregunto, ¿Por qué no lo sabría?—
Una carcajada limpia manó de los labios de la Reina
remusiana, ante la confusión de Arika, quien ya se rascaba la cabeza
abochornada por su falta de elocuencia. —Muchacha, ahora veo porqué mi hija te
encuentra tan agradable, más que solo a la vista— Continuó riendo hasta que
recuperó el decoro. —Claro que lo sé, no te he olvidado pequeña... me bastó
mirarte a los ojos para reconocer a la tierna niña que vi en Renuayes hace
tiempo, algunas personas pierden ese brillo, pero me sorprendí al notar que tú
no, la inocencia es un valor tan atesorado como para olvidarse de él... eso no
se ve tan a menudo y en tu caso, es algo que espero mi hija sepa cuidar—
—¿Entonces no planea llevarme a la horca?— Se acarició el
cuello imaginando la sensación de la soga.
—No podría, tendría que prescindir de todo pretendiente para
Zire, porque es claro que ella no ha tenido en mente nunca, desposar a un
caballero... ya ves, estaba esperando qué loca idea se ingeniaría para
convencerme, lo que no imaginé es que Taeki Kruger se prestara a sus juegos o
incluso tú, que pareces tener una historia bastante complicada con la princesa
Mashiro—
—¿Lo escuchó todo?—
—Las reinas no escuchan detrás de las puertas...— Entrecerró
los ojos, con un dejo de malicia.
—Oh yo... no quise de...—
—Las mujeres, algunas veces... las madres, cuando se trata
de situaciones importantes... tal vez lo hacen— Le ayudó a Arika a salir del
apuro, era un placer malevo verla ponerse tan nerviosa, se apuntó mentalmente
la señora Gallagher.
—Oh...— Arika asintió con entendimiento.
—Por eso te dije, que lo lamento... sin embargo ¿Mi hija
conoce tu sentir? Verdaderamente no permitiría nunca que estuvieses con ella
por desamor—
—Ella lo sabe, yo incluso me he sentido algo defectuosa para
ser su pareja...— Confesó bastante apenada al respecto, ahora ya ni recordaba
el dolor en sus costillas magulladas. Tantas cosas habían pasado en un solo día
que tenía la sensación de haberlo vivido hace tiempo.
—Entiendo, pero te ha aceptado... eso es inesperado— Sara se
mordió un poco la lengua al ver la expresión de tristeza en la mujer más joven.
—Pero no por lo que crees...—
—Me pregunto si no está cometiendo la misma equivocación que
mi...—
—Tu hermano y la princesa... es posible, pero si algo sé de
mi hija... es que hace lo que realmente desea y puede, que tú seas lo que ella
desea no es tan sorprendente... la pregunta es ¿Qué deseas tú?—
—Amar y ser correspondida... se oye muy cursi, pero no
imaginé que lo hablaría con usted—
—Bueno, me parece que cuando decidiste seguir a mi Zire en
sus locuras hace tiempo, e incluso ahora... no te diste cuenta que comenzaste a
ser parte de mi mundo, eres su esposo para los hombres, mi hijo para los demás,
pero si gustas y prometes cuidar muy bien de mi niña, entonces serás mi hija
también—
—¿Lo dice en serio? Woo, eso sería... maravilloso, yo no he
tenido una madre lo que se dice mad...— Arika se llevó las manos a la boca,
comprendiendo cuan indiscreta estaba siendo.
—Oh, entonces los rumores son ciertos... Rento, Rento, ya
decía yo que era antinatural la forma de tratarte que tenía esa mujer—
—Ah... no es nada, dejó de importar hace un tiempo— Sayers
intentó quitarle un poco de hierro al asunto.
—Creo que necesitaré más tiempo para charlar contigo, de
cualquier modo procura que nadie más se entere... algunas cosas, algunas mentes
son muy pequeñas para entenderlo, pero sé que la elección de mi Zire ha sido
correcta y eso es lo que más valoro, por ahora ve con ella y usa esto...—
Levantó la corona en sus manos enguantadas, haciendo un ademán para que Arika
se inclinara, así posó la insignia del príncipe de Remus sobre su cabeza. —Oh,
lo único que lamento de esto, pequeña... es que no podrás darme nietos con mi
Zire, serían tan hermosos sus hijos—
—Jeje... yo... bueno... también lo lamento— Respondió tan
sonrojada cómo era posible, pero al erguirse, encontróse con la mirada amable
de Sara, realmente no había un solo reproche en sus palabras.
—Si... eso no significa que no intentemos otras cosas ¿No
les parece?— Se escuchó el tono de voz de una tercera y conocida. —El acuerdo
dice que hay que practicar desde hoy— Una sonrisa ladina en los labios carmines
que ya podrían compararse en color con la cara de Arika. —Debo enseñarte una
pequeña pero importante regla, mi querido cielo, jamás debes firmar un
documento sin antes leerlo—
—En eso coincidimos, debes tener cuidado, Príncipe Arik—
Acolitó Sara. —Cof cof...— Aclaró su garganta. —Pero esa parte del acuerdo no
la recuerdo hija mía...—
—Madre... has debido dejarme ponerle en aprietos por un poco
más de tiempo— Añadió lo último con un mohín de lo más tierno la bella De'Zire,
mientras la mayor negaba con la cabeza aunque un tenue sonrojo pintaba sus mejillas.
—¿Qué te parece si al fin puedo bailar un momento contigo? Las fiestas no me
gustan mucho, pero con tu compañía seguro se hará más divertido— Tendió su mano
y Arika la tomó sin demora, por alguna razón, aquel amargo peso que había
llevado consigo durante tanto tiempo, dejó de sentirse en su pecho, como si el
aire por fin volviera a pasar a través de ella, entonces una sonrisa genuina se
formó en sus labios y se dirigió al salón con las dos mujeres, quizás empezaría
a disfrutar aquel tipo de celebraciones.
.
.
.
La huellas sobre la nieve se desvanecen lenta e
irremediablemente, los copos caen infinitos desde el cielo, cubren poco a poco
cada lugar, desde la cima más distante en las montañas, hasta las copas de los
árboles en los alrededores y los techos de la gran casa del antiguo señor Ikeda
Asakura, aquel es un panorama de blancos puros y gélidos. Allí en una clara
llanura y pese al inclemente frío, un grupo de hombres y mujeres se encuentran
reunidos frente a una persona que sorprendentemente no se abrigaba en debida
forma. Si es que llevar pantalones y botas de cuero, un chaleco a juego y una
camisa negra, sin un abrigo encima, fuera suficiente para evitarle una
hipotermia, pese a todo, ella parecía estar bien con solo esas prendas.
—Agradezco a todos y cada uno, su presteza y lealtad al
venir aquí… ayer durante la cena, postulé ante todos una solicitud, que me
alegra aceptaran, sin embargo cabe aclarar que quienes están aquí por el pago
monetario vinculado a la labor que nos atañe, tienen una enorme probabilidad de
perder la vida en esta empresa, y dudo en tal caso que el valor del oro o las
joyas pague, lo precioso de sus vidas…— Nina caminaba lenta y parsimoniosamente
frente al grupo, mas solo 3 de los 19 allí reunidos dieron un paso atrás.
—Entiendo que la necesidad nos lleve a tomar medidas riesgosas, sin embargo les
recomiendo un trabajo más humilde y tardado en ese caso— Musitó a los tres en
cuestión. —Gracias por venir, valoro la intención—
Habiendo quedado 16 guerreros en pie de lucha, Nina volvió a
dirigirse a ellos una vez los interesados en el dinero se marcharon. —Quiero
que me digan su nombre y sus conocimientos en el arte del combate, ansío su
honestidad, caballeros, doncellas… ¿Por qué quieren ir conmigo a Fukka a
rescatar a Natsuki Kruger?—
—Para recuperar mi honor y el de mi familia…— Se escuchó la
voz de uno alto, fornido y rubio, uno muy conocido para Nina quien frunció el
ceño. —Soy Taro Ho, ex comandante de la guardia civil de Fukka, soy bueno con
la espada, pero aún mejor con las hachas—
—Yo soy Tate Yuichi, mi especialidad es el Kendo, y… Natsuki
es mi amiga— Murmuró un rubio de ojos miel. —Gracias a ella, pude desposar a
Yun—
—Yo… yo soy Masashi Takeda, se me da bien la Katana, y
también es amiga—
—En realidad está enamorado de ella desde que estuvo aquí en
Tsu hace más de un año, yo le digo… ese barco ya zarpó hace mucho tiempo, pero
no hace caso— Musitó un hombre de cabellos verdoso y ojos azules con una
sonrisa pícara.
— ¡Cállate Sainoji!— Reclamó el moreno más que apenado por
las declaraciones de su compañero.
Pero el aludido lo ignoró olímpicamente. —Sainoji Hyuga,
Lancero… cof, cof, Fugado de la milicia de Windbloom… yo voy donde van estos
idiotas y Kruger es buena gente, de verdad—
— ¿Estabas en el ejército? ¿Por qué te saliste?— Cuestionó
el ojiverde con la cicatriz de X en la mejilla.
—Hubo un incidente con la esposa de otro lancero con mayor
rango y…—
La sonrisa ladina del chico rubio de ojos miel se ensanchó.
—Tuviste que salir corriendo o te iban a cortar un par de…—
— ¡Tate! ¡Masashi! Compórtense en presencia de su alteza—
Dijo un moreno regordete con un afro y un amigable mostacho. —Soy Sakomizu… fui
artillero, y voy porque Natsuki nos dió su amistad sin reservas… ella iría en
nuestro rescate si fuera al revés—
Ante tal argumento Nina no tuvo más que asentir, porque en
efecto, así era Natsuki… ella iba a rescate de todos, pues ya era el momento de
devolverle el gesto.
—Yamada para los amigos, tengo buen ojo para disparar… y
soy, sigiloso— Tanto que Nina apenas lo notaba cuando recién se presentaba.
—Sergei Wong, espadachín y armas, Takeru Kruger era mi amigo
y ansío vengar su muerte, así como recuperar a su hija—
—Ankara Asward, manejo de mandoble. A Natsuki… la vi crecer
desde que era un bebé, es como una sobrina para mí, ese conde pagará caro el
haberla tomado prisionera y el haber matado a Takeru, si no por su mano, con su
intención—
—Akira Okuzaki, mi lealtad, mi amistad me lo exige, Maestra
con la Kunai, caballista y hábil con explosivos, soy alquimista…—
La pelinegra sonrió, sabía que no iría sola a Fukka porque
de antemano contaba con Sergei, Ankara y Akira, las otras caras frente a ella
eran un regalo divino, aunque la presencia de Taro le causara malestar. ¿En
serio pensaba recuperar su honor yendo a Fukka? Esperaba que no se convirtiera
en un lastre. Ahora que, mirando entre las mujeres a dos de sus leales
sirvientas, no estaba tan segura de que el grupo fuera del todo capaz.
—Shiori Nagano, mi familia ha servido lealmente a los Kruger
durante generaciones… y no verán mis ojos el fin de la familia real. Tengo
especial manejo con las dagas y el combate cuerpo a cuerpo, yo he cuidado
silenciosamente de Sanae—sama por órdenes del Duque, él siempre fue cuidadoso—
La joven castaña realizó una reverencia y la de ojos magma la miró más que
sorprendida, así que por eso siempre Shiori estaba junto a su abuela.
—Kara Norihiro, habría muerto de no haber sido acogida por
Lord Takeru, no tengo más familia que está, así que daré todo de mí…— Dichas
palabras fueron dirigidas especialmente sobre la única Kruger en Tsu. —Mi
especialidad es el látigo y el espadín—
El grupo continuó con las presentaciones, esta vez algunos
de los leales soldados de la guardia de Takeru, Kraus Smith, Alexei Snow,
Christin Litters, Alanis Rosth y cuando todo parecía concluido…
—Me siento profundamente honrada…— Inició Nina con su discurso.
—Su lealtad es…—
Pero le interrumpió una voz, aún más suave y conocida, se
escuchó en la parte de atrás. —Erstin Ho, soy buena con el martillo y puedo
fabricar…—
— ¡Me niego!— Dijo Nina en el acto, sin siquiera permitirle
a la doncella rubia concluir su exposición.
El grupo se dividió abriéndole paso a la chica, cuyo rostro
se miraba molesto, todos reconocieron a la joven como la esmerada herrera de
Fukka, a quien algún encargo se le había hecho en más de una ocasión.
—No te lo permito…— Aunque la voz fuera imperativa, la
expresión en su faz más se asemejaba a una de súplica.
—Taro… ¿Podrías entregarle a su alteza la joya?— La de mirar
celeste se cruzó de brazos frente a su ex—prometida. Intentando mantenerse
serena, aunque por dentro fuera un manojo de nervios. El negro se miraba tan
bien en ella, que era odiosa la forma en que la miraban las otras mujeres,
claro que Erstin ignoraba el interés de algunos hombres puestos sobre ella,
como el soldado Kraus Smith.
El hermano mayor, no tuvo más remedio que acercarse a Nina y
depositar en su mano, aquel precioso anillo, ''El diamante rosa de Venus''.
—Espero que algún día puedas perdonarme, mis súplicas no serán suficientes… así
que los Ho, envían a dos hijos en su nombre, por los actos dolosos de dos
hermanos—
— ¿Estás loco?— Cuestionó Nina perdiendo los estribos por un
momento.
— ¿No necesitas armas?… ¿Encantadas?— Intervino Erstin antes
de que la joven Kuga le diera una paliza a Taro.
—Para ello no necesitas ir…— Una cruda y fría mirada en el
fuego sempiterno de ese iris magma casi doblegaban la voluntad de Erstin, más
que desacostumbrada a ser objeto del enojo de la dama pelinegra.
La Ho tragó saliva y amenazó. —Entonces no haré las armas…—
—¿Cómo te atreves?— Esta vez se escuchó la voz de Kara, más
que molesta por la interferencia de la rubia en sus planes, no estaba segura de
qué le entregó el hermano mayor de Erstin a Nina pero por la descompuesta
expresión de su faz, imaginaba que algo de gran valor sentimental. —Eso es
equivalente a la… traición—
Erstin pasó con indiferencia a un lado de Norihiro, para
llegar a su interlocutora quien intentaba esconder sus cristalinos ojos,
mientras guardaba el anillo en su bolsillo. —Puedes traer al herrero que
quieras de Tsu y ninguno sabrá forjar armas con un peso y balance tan preciso
como el mío, para recuperar tu espada, aprendí la simbología que se requiere
para encantar los filos, los revólver e incluso, podría hacer cañones para ti…
solo sí, me permites ir a Fukka… tengo una hermano perdido allá y aunque Kano
se equivocara esa noche, es familia, igual… que Natsuki— Ante el mutismo de
Nina se acercó un poco más a ella, exasperando más a la castaña de ojos verdes
a su espalda. —Sabes… que no puedes impedirlo ¿Verdad?—
De Sirene, levantó la mirada recuperando la impavidez
habitual. —Como gustes, aun así, tendrás que rendir igual que cualquiera de
ellos— Por unos cortos instantes sus ojos se encontraron, pero Kuga volvió a
centrarse en el tema. —No tengo previsto llevar a ninguno de ustedes para que
los maten los Slave, se harán fuertes ¡¿Entendido?!— Lo dijo para todos y se
oyó un apabullante sí venido de todos, así volcó nuevamente su atención sobre
Erstin. —…y sí, contrataremos a todos los herreros de Tsu para que les ordenes,
lo que necesitamos Srta. Ho, son bastantes armas… por ejemplo… un látigo
articulado de metal ligero y un espadín para Norihiro, dagas tan delgadas pero
fuertes como para atravesar lo que se ponga por delante de Nagano y Litters…
incluso la maza que planeas usar para luchar o las hachas de tu hermano—
—Mi abuelo ayudará y cada Ho, en este lugar le servirá…
Alteza— Añadió Taro posando la mano en el hombro de su hermana menor, una parte
de él entendía a Nina profundamente, pues la idea de Erstin cerca de esos
monstruos era aterradora, sin embargo podía intuir tanto como la ex prometida
de su hermana, que de nada serviría negarse pues aun si fuera a pie y con solo
un martillo común en las manos, la terca rubia volvería a Fukka para rescatar a
Kano y a Natsuki.
Asintió la morena, sin más remedio que la resignación. Nina
dirigió sus más sentidas palabras de agradecimiento, tan valerosas y gallardas,
que atrajo aún más la atención insistente de Kara, quien la desvestía con la
mirada, ante una molesta Erstin y la admiración general de los demás. La morena
quien no se daba por enterada de la atención que recibía, invitó a cada
participante a demostrar su habilidad, evidenciando que ninguno mintió al
respecto, tanto que le sorprendió ver a su querida herrera, romper una enorme
piedra en dos de un solo golpe o a Taro romper el centro de un tronco en dos o
tres hachazos. El látigo de Kara era intimidante y la puntería de Shiori
incuestionable, del grupo de oriundos de Tsu, estimó la gran habilidad de los
chicos en un duelo entre Takeda y Yuichi, Yamada no alardeaba sobre su
precisión y así sucesivamente.
Lo restante del día la joven líder del grupo, realizó un
entrenamiento físico para medir los niveles de resistencia, los cuales eran
sorprendentemente buenos dado que la mayoría se dedicaba a trabajos pesados o
eran soldados en primer lugar. Se establecieron grupos según las clases de
armas y habilidades, las de fuerza y peso, las de filos largos, medios y
cortos, hachas y armas de larga distancia o puntería. Algunos comprendieron
pronto, porque no era necesario llevar abrigos tan abultados, dado que a la
mitad del proceso la mayoría estaba sudando y con el pelo mojado, lo cual les
obligaba a continuar en movimiento para evitar que se congelara la humedad.
.
.
.
Era hermosa, sabía que los ojos de hombres y mujeres se
posaban por igual sobre su piel, ansiando vivir un sueño bajo sus sábanas,
soñando con el ritmo cadencioso de sus caderas en cada baile que ejecutaba,
ella era Julieth Nao-san, la mujer capaz de sumergir en su red a quien deseara
sin grandes dificultades, muchos hombres habían hecho por ella las acciones más
nobles o más ruines sin siquiera titubear, ni sea dicho... esperando una
compensación que nunca llegaba; más como culparla, a nadie pertenecía, nada
podían refutar, la dama de melena rojiza jamás hizo promesas a ninguno, aún por
venganza no se atreverían a exigir nada, porque era intocable, era la
predilecta de Nagi.
Murmuraban las malas lenguas de ella un sinfín, muchos de
ellos varones envidiando los placeres en los que el peliblanco se habría
sumergido, deleitándose de ella... y otras mujeres, cuya piel había sido
devorada incontables veces pero por otros menos agraciados o adinerados, bajo
cualquier caso... todos estaban en un error. Nao y Nagi nunca fueron amantes,
estaban unidos por el vínculo más simple y más fuerte, la venganza. Él quería
consolidar su poder sobre el suelo de Windbloom, recuperar el honor de los Dai
Artai y la familia Kruger en Fukka era la más formidable muralla del imperio,
con un ejército de hombres capaces de enfrentar a los monstruos más temibles
que hubiera visto el mundo, criaturas dotadas de una magia maldita con la forma
de los seres a los que repelen y Orphan que él había aprendido a dominar
después de una vida entera de investigaciones históricas en los cúmulos de
esfuerzo de varias generaciones, así se halló él, Nagi Dai Artai en el punto
donde lo divino y lo científico coincidieron. ¿Pero cómo vencer a los Kruger?
Desperdiciar un ejército de Orphan en una batalla interminable que sería
demasiado costosa para sus filas, no era una gran idea. Empero el albur le
sonrió al peliblanco, cuando halló a la Srta. Yuuki... ella tenía los medios
para atacar allí donde las bestias son frágiles: su corazón.
La mano anillada de aquella mujer giró la perilla de la
puerta, abrióse a su paso, las palpitaciones en su pecho se aceleraban aunque
por fuera su semblante pareciera sereno, odiaba con cada ápice de su ser la
sensación que esa nefasta criatura le causaba pero cuando supuso que Nagi le
daría paz a su alma con su muerte, se sorprendió aún más de saber que había
sido tortura suponer que el hilo de aquella vida se extinguiría, contener
entonces el horror en su rostro requirió cada fragmento de su voluntad aquel
día ¿Por qué no podía disfrutar su venganza cuando había esperado por ella
tanto tiempo?
Entró en la habitación de Sherezade, la luz brillante del
sol atravesaba los ventanales, pudo percibir que el sitio estaba unos cuantos
grados por debajo de la temperatura de los otros cuartos aunque la chimenea
estaba encendida. Vió a su amante sentada en un sofá cercano, medio dormida,
quizás por la fatiga de prodigar a Natsuki los cuidados exigidos por Nagi,
sospechaba entonces sobre los verdaderos deseos del Conde con aquella mujer.
Una parte de sí, se sentía aliviada con la idea de que él no mostrase un
interés carnal sobre la Kruger, claro que ¿Quién podría sentirse atraído sobre
una mujer cuyo rostro cubrió una máscara para esconder su fealdad?
Pese a todo, su aliado no era estúpido, la manipulación de
Natsuki sobre el hielo y los cristales, le pondría en un aprieto si intentara
acercarse, ahora se preguntaba cómo lidió la joven Zagara con este problema. La
respuesta vino pronto, al ver un par de vendas en los antebrazos de la bella
argita, una ira inconmensurable se apoderó de ella, tensó la mandíbula
dispuesta a devolverle el gesto a la Kruger, por lo que se apresuró a llegar al
lecho, con una mano retiró los cobertores y en la otra empuñó una daga vengativa,
mas petrificado quedó el impulso homicida cuando los ojos de verde limón
contemplaron a la figura que yacía dormida. Le abrumó la gracia de la doncella
a la que el pulso tembloroso le impedía herir, veía la nacarada piel tan blanca
como la luna misma, los negros cabellos de un lacio perfecto, la cejas pulidas
tan naturalmente, las facciones de lo que parecería un escultura angelina, que
pese a las vendas que reposaban en su frente o los pequeños cortes en la
barbilla portentosa, no disminuían su encanto.
Nao tragó saliva, dio un paso atrás, casi culposa por su
intención de lastimar, ya podía ver que tantas heridas había tenido que curar
Sherezade, pues el cuerpo no menos admirable que el de una guerrera pura sangre
tan estilizadamente musculoso, contaba con otros vendajes; El pecho, el hombro,
el costado, las piernas y los pies, las manos no lo habían tenido mejor ¿Cómo
es que alguien había sobrevivido a tanto? Peor aún... ¿Por qué se había
escondido todo ese tiempo?, ese rostro ya lo había visto antes. Así cuando su
mente quería sumergirse en la tortura del pasado, una voz silenció el
torbellino de pensamientos con su tono un poco grave.
—Prefería... cuando tenía la máscara puesta, me consolaba la
idea de que le hacía un favor al mundo ocultando su fealdad— No era otra que
Sherezade, quien incluso al borde de un coma de sueño, no dejaba de vigilar a
la última bestia de Fukka como Lord Nagi lo había exigido, ambas sabían que su
vida dependía de ello. La pelirroja volvió sus ojos sobre la joven Zagara y encontróse
un dejo de reproche en sus ojos glaucos. —Perdona si no puedo pasar por alto,
un aire similar entre Kruger y yo, incluso si me dijiste que jamás viste su
cara no puedo creer la magnitud de la casualidad—
Yuuki guardó la daga en su funda, la cual escondía tras sus
ropas en la espalda a la altura del cinto. —Zade...— Empleó la voz más suave,
la más dulce... la que usaba cada noche cuando intimaban, lo cual desarmó
inmediatamente las intenciones y reproches de la morena. —No te he mentido
nunca, no lo haré ahora... como sabes, ella fue mi prometida y aunque intenté
al menos una decena de veces ver lo que ocultaba tras ese casco, no tuve éxito,
Kruger insistía, me decía una y otra vez, que una maldición caería sobre mí si
eso pasaba, lo que ella no supuso tal vez... es que me maldijo por
accidente...— Aquella a la que llamaban Julieth, bajó la mirada ocultando sus
ojos tras el velo de su larga melena rojiza. —Pero... eso apenas acabo de
comprenderlo— La ira de la que se llenó su mirada fue tal, que de haberlo
visto, incluso Sherezade se habría asustado. —No puedo... ser piadosa ¿Verdad?—
Dijo rechinando los dientes, mas se reprochaba a sí misma que a cualquier
persona, la debilidad de sus propias dudas a lo largo de aquellos días,
compadecer a una criatura cuyo destino selló al haberla conocido. —Veré que
sufra de mil formas...—
—Nao...— La argita deslizó su mano por la mejilla de su
amada, esperando que la calma llegase y pudieran volver a cruzar miradas. —Que
no sea por el precio de tu ser verdadero, de tu espíritu...—
—A veces, no sé que ves en mí, porque yo ya no puedo verme
en mi propio reflejo...— Admitió con una expresión ligeramente atormentada. —Si
te preocupa mi alma, lamento decir... que se ha perdido hace tiempo—
—Tal vez... la calma no llegue como lo esperas— Respondió
con una mirada tranquila. —A ella también le atormentan pesadillas— Señaló con
la mirada a Natsuki. —Quiero odiarla, pero cada vez me resta razones para
hacerlo, pudo matar a Darsiv y librarse, pero no lo hizo...— Solo por la vida
de su hermano se había esmerado en aliviar las heridas de aquella mujer. —Salvo
si pienso, ¿Cuántos pensamientos se roba en tu mente? Entonces... siento celos,
pero entonces te lo pregunto a ti ¿Tengo motivos para ello Nao?—
Una sonrisa burlesca nació en los labios de Yuuki. —No
temas, el amor que sentí un día por ella, esta muerto... las delicias que
derrochamos tú y yo, harían palidecer los burdos intentos de alguien tan...
frígida— Quiso pasar a un lado de su amante.
Esa no era la respuesta que ansiaba Sherezade. —Lo que hizo
su familia, no fue su mano precisamente ¿O si? Entonces pienso, a quien
culpar... si Takeru Kruger, ya está muerto— La retuvo suavemente por la mano. —
—Cada desgracia que ha acontecido en mi vida se la debo a su
familia, si ella no existiera, si... si su padre, si su madre.... si ninguno de
ellos hubiera aparecido en mi vida, entonces mi familia...— Negó con la cabeza
mientras la soltaba. —No hay perdón, simplemente no lo hay...— Dicho esto, aquella
hija de Fukka se marchó de la habitación, buscando para sí un paraje solitario
en el que tener la ocasión de realizar algunas reflexiones.
La hermosa pelinegra de piel morena bajó la mirada, caminó
hacia Natsuki y acomodó una vez más las colchas para cubrirla apropiadamente.
—Si tu no existieras, ella jamás nos habría conocido, ella no sería mi amante y
nosotros no seriamos una familia, Nagi me hubiera tomado para si por el simple
placer de ser quien tomara de mí, lo único que daría por amor... te concedo
esto Kruger, por la piedad que le mostraste a mi hermano, no te privé de la
vida cuando me fue posible, no esperes entonces... nada más de mí—
—No te pido nada, Zagara— Dijo la pelinegra con voz debil,
mientras abría con dificultad los párpados. —Supongo que no me dirás porque
Nao... me detesta tanto ¿Que le hizo mi padre para que nos odie tanto a los
Kruger?— Cuestionó aun con la voz muy grave, por lo que se aclaró un poco la
garganta.
—¿Como obtuviste la esposa que tienes?— El silencio de la
pelinegra mayor hizo que la morena sonriera con sorna, no había una bella
explicación tras ello y todos conocían la historia por Satoru. —Comprar a una
mujer, ¿Eso no convierte a Lady Shizuru Di'Kruger en una prostituta?—
—¡No oses... insultar a mi mujer!—
—Si estimas un poco tu vida y mi trabajo, agradecería que no
te movieras tan violentamente, o harás que las trampas que le puse a la cama se
activen y no quiero presentarte como a una brocheta ante Lord Nagi, eso sería
inconveniente y lo sabes—
—Di lo que gustes de mí, pero Shizuru... es... intocable—
Procuró serenarse, era por aquella hermosa mujer de Tsu que no perdía la
esperanza todavía.
La joven argita levantó las manos en son de paz y volvió la
vista a otra parte, poco antes de cruzarse de brazos. —Está bien... se sabe que
el demonio de ojos rojos no lo hizo con mala intención....— De fondo Sherezade
la comprendía de cabo a rabo, por amor ¿Que no haría por amor? Por Nao, en una
palabra, todo. —y no me mires mal, así la apodaron por aquí después de su demostración
con esos hilos rojos en el campo de trigo, le temen a su poder espiritual, lo
cual es poco frecuente a decir verdad, de haberlo deseado pudo ser una
sacerdotisa de alto nivel... lo que digo es que ese día supe que esta loca por
ti, literalmente— Levantó un poco los hombros, luego volvió a su asiento a una
prudente distancia de la cama en la que Natsuki estaba apresada. —El problema
es que no se puede adornar este asunto, tu padre quiso comprar a Nao también,
muy ruin...—
—Mi padre jamás haría semejante cosa, lo que pasó con
Shizuru fue diferente... me buscó la oportunidad, ¿Supones que la hubiese
forzado a yacer conmigo si no me amaba?—
—Eso nadie lo sabe con certeza, pero creo que tú no lo
harías...— Sherezade había tenido la ocasión de pensar, una cosa era odiar a la
figura de una persona desconocida, siendo Natsuki un ser despreciable capaz de
comprar con joyas a una mujer, Satoru había dibujado tal imagen pero no parecía
cierta, Nao le expuso un monstruo frío incapaz de mostrarse a sí misma por
completo, un ser terrorífico bajo una máscara, una persona que se sirvió de
engaños para robar su corazón esperando librarse de aquella figura horrorosa...
se mordió el labio, esa parte no estaba muy clara pero algo le decía por dentro
que no todo era como se lo habían contado. Aún así, Takeru Kruger no tenía
excusa para sus acciones. —Talvez tú no lo harías, pero un padre lleno de culpa
por darle un terrible destino a su única hija... él sí que podría—
—¿Él sí podría que cosa?—
—Deshacerse de la familia de Nao, para que nadie impidiese
su enlace... es una pena que él no contara con las circunstancias de ser
descubierto por su víctima— A este punto la Argita no evitó una mueca de enojo.
—Eso es im...—
—Un lobo negro, de un tamaño imposible en la naturaleza...—
Puntualizó para no dejar lugar a dudas. —Entiendes que... solo hay dos lobos en
fukka, y tu eres el lobo blanco— Sherezade miró la consternación en los ojos
verdes, en el llanto que amenazaba con salir de ellos mientras negaba una y
otra vez aquella posibilidad. —Te daré un momento a solas, pero te advierto
Kruger... he puesto suficientes trampas para que incluso tú perezcas si osas
burlar mi confianza— Dicho esto, la joven Zagara salió de la habitación y se
acomodó a un lado de la entrada, para darle a la ex-lobuna un espacio.
Natsuki levantó la mirada al techo, mientras el llanto
brotaba y descendía por sus mejillas, estaba agotada más allá de los límites
humanamente soportables, su cuerpo maltrecho dolía, las heridas le recordaban
el sinfín de las desventuras vividas y al final, una carga más. —Si tan solo me
hubieras confrontado— Frunció el ceño tensando la mandíbula. —... Nao— Musitó
aquel nombre con amargura y enojo, los había servido en bandeja de plata al
peor enemigo posible de la familia Kruger, solo porque creyó una vileza
semejante venida de la mano de su padre. —¿Cómo pudiste ser tan inocente?— Se
preguntó mirándose las manos, vendadas, suspiró intentando deshacer el nudo en
su garganta.
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Ho mi Dios... esto esta cada vez mejor muchas gracias Sam... colombia
ResponderEliminarGracias a ti Sam, un abrazo paisana.
EliminarCreo..creo.. que te quiero
ResponderEliminarya está lo he dicho no me ha costado eh! ^^ Jeje nada que un gusto esperarte siempre que actualizes, cada vez somos más exigentes :D pero como no serlo si escribes fantástico..
No sé porque pero veo a "Cuando las miradas hablan" un poco similar a la situación de Arika y Mashiro, aqui en este cap vemos a una Mashiro expresando sus sentimientos ole porque no habia sido muy fría, cuando leia que queria fugarse M. Con Arika dije ya mero seguro le dice si, pero no le dijo no wtf. Que decir me encanta el drama! Continua y sorprendenos. Ay mi nat sufre, pobre Nao hasta pena me da por lo inocente que fue, yo creo que fue Nagui quien la enveneno. Un saludo querida
Posdata: de verdasita no demores muchito jeje besos
Hola Forever, también te quiero jajaja
EliminarTe mando un abrazo de oso, ciertamente tiene similitud en el aspecto de que en Cuando hablan las miradas narra hechos relacionados con la monarquía y dado que nuestra pareja protagonista, Natsuki y Shizuru han tenido una historia larga, como pareja en su juventud, separadas llegando a la adultez y comprometidas en su adultez, los protocolos realmente no son muy diferente y sabemos que se aman pero las decisiones que han tomado las han llevado a un punto más distante la una de la otra. La similitud es simple, Shizuru se va a casar con Reito, Nat con otra persona ¿Qué pasara despues? Si lo enredas todo en medio de un acuerdo de paises con un virus mortal corriendo por tus venas, tienes entonces Cuando hablan las miradas jejeje... en este simplemente que Arika tomó la oferta del Rey en las manos y este hizo todos esos favores por la conveniencia de su país. Eso es lo que reprochaba Mashiro inicialmente, ver que Arika sea usada como una herramienta política.
muy buen capitulo otro otro otro piedad he esperado meses ya perdi la cuenta jijijijiji y dale a nina celos minimo que sufra por dejarle ir jijiji
ResponderEliminarSolo por ti María, se te va a hacer que las vea negras Nina de los celos jajaja
EliminarUn abrazo y gracias por leer.
Holaa!
ResponderEliminarGracias por el tiempo que dedicas a estas historias y compartirlas con todos. Cuidate mucho, y que esa imaginación tuya no merme jamás, me pone tan feliz leerte es en verdad un placer
Espero como siempreee ansiosa el sgte cap.
Att. Luci
Cuando volvi a leer, leer y releer y otra vez empezar a leer y otra vuelta etc, etc . TODOS los capitulos desde el principio, encuentro cada detalle y me sorprendo y me gusta. Tengo preguntas no se si tan amable me des las respuestas, peeeero de todas maneras las expongo para que mi conciencia este en paz, asi de dramática me veo.
Eliminar1¿A edad de los 14 años queria comprometerse Natsuki con Nao? (muy niñas :/)
2¿Porqué Midori no odiaba a Natsuki, si era la tia de Nao y ésta sin embargo le dio consejos para cortejar a shizuru?
3¿En el primer beso entre Nat&Shiz, la primera se desmaya por que "fue su primer beso"?, pero cap. más adelantes se ve que Nao afirma haber probado sus labios antes
4¿Porqué Nao afirmaba que su mamá se fue envejeciendo "a causa del compromiso", le molestaba o algo? si se da a entender ( a mi parecer) que se llevaban bien con la familia kruger, no por nada la dejaba jugar desde niñas con Nat y Nina
5¿Nina si ha visto el rostro de Nat por que ella no tuvo "el mal de la mente"?(cuando se baña Nat en las aguas sagradas donde se está preparando para casarse)
6¿En el casamiento de las chicas los invitados llegaron a la ceremonia, y habia muchas personas "Nat lo dice" no les aparecio ningun orphan? Si vagan por toda Fukka (aunque claro está Nagui estaba presente)
7¿Tan perceptiva Shizuru que no se dio cuenta del "deseo y malas intenciones" de Tomoe?
8¿Todavía me queda duda porque Takeru no perdió la maldición igual que Nat, tenia que defender al pueblo? pero lamentablemente muere :(
9¿Darsiv y sherazade eran algo asi como sacerdotes de la diosa? Supongo que hay aldo detrás para que esten con Nagui
Y bueno humildemente estas son las "pocas" preguntas o + que tengo.
Una consulta en los foros que publicas se puede ver el # de lecturas o cada vez que alguien lee tus historias, ahm es una curiosidad, porque debes de tener muchísisimas entradas :)
Chaito :D
Atendiendo tus inquietudes y seguramente la de muchos:
Eliminar1- ¿A edad de los 14 años quería comprometerse Natsuki con Nao? (muy niñas :/)
Parecerá un poco extraño, pero para la época en la que se ambienta la historia dentro del universo inventado de Danza Entre Lobos, esta edad era la más adecuada. Esto tiene fundamente o paralelo histórico en la época de las monarquías, en algunos casos, los compromisos se pactaban desde antes del nacimiento o incluso recién nacidos. Normalmente no se miraba el amor, si surgía o no, era lo menos relevante, eran contratos para vincular líneas de sangre en familias poderosas y herencias específicas, un método para preservar la propiedad de los bienes y la tierra de una generación a otra. De todos modos entendamos que comprometerse, era pactar la boda, hacerlo oficial con la entrega de la prenda sacramental, lo típico el anillo de compromiso. Pero la boda no ocurría hasta que llegaran a la edad propicia, según la historia, la más adecuada a los 16 años (que un año esperaron los Kruger para que Natsuki pudiera desposar a Shizuru) y en efecto llevas razón, Natsuki tiene 19 años y Shizuru 17 recién cumplidos. Nao y Natsuki tienen la misma edad, lo eventos que las llevaron a estos estados de discordia, pasaron 5 años atrás, cuando Nao y Natsuki tenían 14 años aproximadamente.
2- ¿Por qué Midori no odiaba a Natsuki, si era la tía de Nao y ésta sin embargo le dio consejos para cortejar a Shizuru?
Hay dos razones, la primera: Porque Midori como todos los que están fuera de Fukka, creen que se trata de una leyenda o cuento folclórico de la zona, como pueden ver, si bien Midori se dedica a la adivinación, es totalmente escéptica de cuentos paranormales. Desconfía completamente de las historias de fantasmas y cosas, porque por su oficio lleno de trucos y farsas, supone que la mayoría es lo mismo. Además su relación con Nao no es estrecha, evidente es, que Nao permaneció en Fukka y no acudió a vivir con ella a pesar de quedar sola en un momento dado, la visitó alguna vez y ciertamente son familia (Del lado), entonces Midori es tía pero no una cercana y cómo pueden ver, Nao ha buscado venganza por su propia mano, así que como tal Midori conocía una parte de la historia (La general, los Kruger son Monstruos, despreciables nobles que toman lo que quieren, etc, etc…), no toda la historia. Es decir, Nao no le dijo la verdad, su verdad a Midori.
Segunda: Natsuki se presentó como Kuga y no como Kruger la primera vez, Midori la ayudo por interés económico pues Natsuki se le presentó como cliente en primer lugar y de las que pagaban bien. Sin embargo Midori, supo quién era después del incidente con el tornillo que hirió el rostro de Natsuki, para ese momento ella ya podía hacerse una idea de quién y cómo era Natsuki, Midori habló con ella en la cabaña en las afueras de Tsu con cierto recelo, pero Natsuki le expuso sus intenciones honestamente.
Y cito “-Por eso necesito que me ame en lo que sería esto, sería sin riquezas, sin belleza, sin títulos... solo yo, solo mis sentimientos a flor de piel en cada ocasión que la he mirado... cuando mi desvelo no puede ser mayor, cuando solo vivo para contemplarla y sin temor alguno, daría la vida misma por su alegría- El sentimiento que desbordaba esa mirada, esa voz y esa expresión dolida en la mitad del rostro visible. -Por favor... señorita Sugiura, necesito su colaboración... está demás decir que estaré más que agradecida con usted y sabré recompensarla- Era evidente que por sus esmeros de mostrar fuerza, el juego sucio de Takeda, había recibido esas heridas y la estrategia no era la adecuada.
Midori suspiro profundamente, ya le hubiera gustado que alguien en lo extenso de su vida hubiera delatado tanta pasión y sincero afecto por ella. Esa expresión, esas palabras le habían convencido. -Está bien, ante la señorita Fujino los anteriores consejos no sirven de mucho, tal vez hayan movido su curiosidad nada más... pero no tema, haremos lo siguiente...-”
Continuando
Eliminar3- ¿En el primer beso entre Nat&Shiz, la primera se desmaya porque "fue su primer beso"?, pero cap. más adelantes se ve que Nao afirma haber probado sus labios antes.
Bueno, en realidad había recibido unas cuantas, entre ellos un golpe en la cabeza en momentos previos, Satoru casi la apuñala de no ser por el collar bajo su ropa la habría matado, digamos que Natsuki no estaba para emociones fuertes en el momento del beso y por ello se desmayó. Sin embargo, a este punto sólo diré que… puedes recibir un beso y estar inconsciente, Nao recuerda haberla besado, Natsuki no recuerda haber recibido tal beso. Los detalles saldrán a la luz en el capítulo 46, llamado “Vindicta” en tal capítulo, saldrá una narración desde la perspectiva de Nao y entenderemos exactamente que pasó.
4- ¿Porqué Nao afirmaba que su mamá se fue envejeciendo "a causa del compromiso", le molestaba o algo? si se da a entender (a mi parecer) que se llevaban bien con la familia kruger, no por nada la dejaba jugar desde niñas con Nat
Aquí como en todo, recordar que como lectores vemos las cosas completamente, lo que los propios personajes no pueden ver y por tanto actúan en consecuencia. La parte positiva se ha narrado desde el punto de vista de los Kruger. La parte negativa desde el punto de vista de Nao. Dicho así, los recuerdos de las personas son interpretaciones de los momentos vividos y cada vez que se recuerdan, se reinterpretan una y otra vez, nadie puede recordar con fiel exactitud un momento en su memoria, ejemplo, una discusión con un hermano por un juguete, si yo pasé un mal trago en ese momento, cuando lo recuerde posiblemente voy a reforzar más el momento en que mi hermano me quitó el juguete con molestia, la siguiente vez que lo recuerde, recordaré que me lo quito con cierta brusquedad, la siguiente vez solo podré pensar lo egoísta que fue mi hermano, y así poco a poco el recuerdo de va llenando de enfoques, uno negativo para este caso.
Pero, ¿y si mi hermano me quitó el juguete porque vió que lo iba a romper?
Así tenemos dos enfoques opuestos de un mismo momento. Es decir, Nao recuerda más lo malo que lo bueno y con ello se llenó de rencor, Natsuki y Takeru recuerdan la parte positiva y su buena relación con la mujer.
Continuando 2..
Eliminar5- ¿Nina si ha visto el rostro de Nat por que ella no tuvo "el mal de la mente"? (cuando se baña Nat en las aguas sagradas donde se está preparando para casarse)
Hay algo que aclarar a este respecto, Natsuki no nació siendo licantropo desde el vientre materno, nació con la maldición pero no en todo su apogeo, me refiero que cuando nació era un bebé casi normal, solo que tenía una pelusilla blanca, y todavía ni caninos tenía, ni garritas... ¿han visto un cachorro recien nacido? (En la foto que se vé Saeko con la bebé en sus brazos, cuando Nat le da el Tour a Shizuru por las partes ocultas del castillo, se evidencia que no era un monstruo al nacer, no por completo). Continuando, Natsuki y Nina se llevan 2 años de diferencia, ambas se criaron juntas tras la muerte de los padres de la segunda, como hermanas prácticamente, eran hijas de Takeru documentalmente, de ahí el título inmobiliario de Nina, ‘Neptuno de Sirene’ pasa que ella no hizo alarde de ello hasta que la situación la obligó. Y como se alude en una explicación de las piezas de zafiro que Natsuki usaba en toda su indumentaria (botas, manillas, brazaletes, collar, cinturón, el casco), aquellas eran gemas encantadas por la diosa para contener la maldición, es decir, ella no usó la máscara desde bebé, cuando la maldición comenzó a manifestarse más y más, tuvo que usar cada pieza, primero el collar, luego las manillas, los brazales, las botas, el cinturón hasta que al último, quedó el casco (Todo esto con espacio de tiempo entre uno y otro momento). Para ese entonces Nina la había visto muchas veces sin la máscara (con y sin la maldición manifestándose en Natsuki) y siendo tan pequeñas, no había sentimientos románticos o siquiera una atracción de su parte.
Nina no se vió afectada al nivel que la mujer descrita en la maldición, solo porque la vio antes de sentir nada por ella y cuando sus sentimientos se desarrollaron había conocido los dos rostros, el hermoso y el monstruoso, sin que ello lastimara su mente al nivel que lo hizo con la mujer que se mencionó en el caso de una bestia anterior (la esposa de un antepasado que se suicidó cuando enloqueció tras ver el rostro hermoso y también el monstruoso, puesto que la fuente de su amor era puramente superficial). Por otro lado el tipo de amor que Nina sentía, era puro en extremo, se había forjado lenta y cristalinamente, tengan presente que ella se hizo un lado para verla feliz con Shizuru (antes con Nao), no había egoísmo en su sentir a pesar del sufrimiento que le significaba dejarla ser e ir. Así que cuando Nina se desprendió de aquel apego, cuando la soltó tan deseando lo mejor fue vista y apreciada por Mikoto, ella pudo desprenderse de aquella carga, de aquel amor no correspondido y ver en otra dirección, la de Erstin particularmente. Si vivió la maldición, en una magnitud y medida menor, recordar que cuando vió a Natsuki sin la máscara, la maldición era muy tenue y el tipo de afecto genuino.
Ahora bien, veamos, ¿Quien mas le vió la cara a Natsuki y las llevará negras? Satoru jajajaja.
y sigueee 3
Eliminar6-¿En el casamiento de las chicas los invitados llegaron a la ceremonia, y había muchas personas "Nat lo dice" no les aparecio ningun orphan? Si vagan por toda Fukka (aunque claro está Nagui estaba presente)
Me sorprende que vieras este pequeño pero no desestimable detalle, la respuesta la has dado, Nagi estaba presente, y él sabe controlar a los Orphan, no sería tan tonto para arriesgar su propia integridad (Aunque por esos capitulos no se había narrado que él los convierte en Slaves). Ahora bien, si, los Orphan vagan libremente por Fukka, la única restricción que existe realmente son las fronteras de Fukka donde Mikoto plantó una barrera para impedirles escapar y luego obligó a los Kruger a defender esa tierra de los Orphan, para este fin, los Kruger plantearon múltiples cosas.
Identificaron la fuente más frecuente donde nacían los Orphan, (el lago de los Orphan lo apodaron) y allí plantaron un ejército.
Le prohibieron a la gente acudir al bosque (los cuales como casi todo en Fukka les pertenece), la tierra es de los Kruger y ellos le permiten a la gente vivir sobre su tierra, salvo por otros pocos nobles con ciertas propiedades.
Establecieron obstáculos, es decir, guerreros para purgar los bosques... Nina los llamó vigías en capítulos anteriores. Los vigías tienen una labor sagrada, informar a las bestias de Fukka cuando un orphan supera todos los obstáculos y se aproxima al poblado.
Esta es la razón por la que mucha gente oye rumores y leyendas de monstruos, pero nadie los ve.
Aquí importa decir 2 cosas, el número de Orphan que salieron durante el dia de la maldición fueron muchos más de los que Mikoto podía contener y por ello se vió obligada a apoyarse en Naraku, 400 años después, los Orphan que se ven por ahí son muy pocos, fueron disminuyendo en número (esto se debe a que Nagi comenzó a casarlos para crear el ejército que hoy ustedes saben que tiene), así que los más recientes Orphan que han atacado en Fukka, eran de los poco que pudieron escapar a los obstáculos y a los cazadores de nagi. Se les temía, pero si observan los ataques que recibieron los Kruger eran, relativamente pocos para el número creciente que se fue viendo capítulo a capítulo, y eso fue, porque Nagi empezó a mover sus fichas.
y sigueee todavia más...
Eliminar7- ¿Tan perceptiva Shizuru que no se dio cuenta del "deseo y malas intenciones" de Tomoe?
Misma historia, crecer con alguien... crecer con alguien significa conocer a ese alguien o desconocerlo sinceramente, Margueritte pertenece a una familia que ha servido a los Fujino-Viola, durante varias generaciones, criada para servirlos (como cuando tu nana tiene hijos y estos hijos se convierten en las nanas de tus hijos... así) Hay un afecto, un valor, Shizuru sabe que Tomoe está interesada en ella, pero es benévola al respecto por el servicio que le ha dado a su casa y por el respeto que le ha mostrado una vida entera, es en pocas palabras lo más cercano a una amiga-sirviente, Tomoe es la única que no se aparta de ella a pesar de sus habilidades sobrenaturales, o de las habladurías de la gente. Tomoe es una doncella, lo cual implica que sirve en todo a Shizuru, no es la primera vez que la mira desnuda (las doncellas ayudan a vestir a sus amos, algunas veces incluso los bañan), dicho esto, Shizuru se siente apenada es por el hecho de que cuando la mira en los capítulos en cuestión, ya es una mujer casada y tiene el cuerpo expuesto en toda su gloria. Es decir, antes de las nupcias de Shizuru, la relación entre ella y tomoe, es como la de un vasallo y su amo, de una fina lealtad y aunque Tomoe está interesada, ve a Shizuru como una persona inalcanzable, intocable alguien a quien idolatrará toda su vida. Shizuru percibe este respeto y deja ser a Tomoe, la cosa cambia cuando aparece Natsuki en escena, quien es a todas luces para Tomoe, indigna de Shizuru. Si una bestia puede poseer a una diosa, porque no ella que es pura... este es el nuevo raciocinio de Tomoe, el cual cambia sobre la marcha en un momento en que nuestra castaña amada no está muy fina para percibir los dilemas existenciales de los otros, teniendo el suyo, bien grande y gordo entre manos. Recuerden, Nao le hizo ver a Tomoe, que la sensación de soledad nublaría el juicio de Shizuru y en efecto, esta se vio forzada a apoyarse en la única persona que conocía y estimaba. Tomoe Margueritte. (Claro, Nao sabe, conoce lo que la sensación de soledad y abandono le puede hacer a una persona, sabe que ninguna mujer es inmune y habla por experiencia propia)
8- ¿Todavía me queda duda porque Takeru no perdió la maldición igual que Nat, tenía que defender al pueblo? pero lamentablemente muere :(
EliminarPorque como lo expone Mikoto cuando le cuenta su historia a Mai, de cómo fue engañada, tramposeada, timada... como le digan, por Kiyoku. Quedando las reglas del juego así: Al plazo de un año después de su boda (Entiéndase dicho poéticamente, antes de la luna carmesi...) recibe una muestra de amor (ser amado y que se lo digan) o vencer a Kagutsuchi.
Resumidamente Takeru... perdió su oportunidad para deshacerse de la maldición que pesaba sobre él. Porque Saeko le dijo que lo amaba justo después de haberse cumplido el año (el día que Natsuki Nació) y él no pudo vencer a Kagutsuchi. Osease, el pobre no le atino ni a la de ser amado (no se lo dijeron a tiempo), ni pudo ganarle al monstruo, con suerte sobrevivió a la batalla, se mantuvo vivo hasta que llegó la luz del día y la luna roja se extinguió.
Lo que da a entender entonces, que como es la apuesta de dos dioses, una queriendo probar que su fe en la humanidad está bien fundada y el otro queriendo tramposearla para que pase lo que él quiere que pase, los 12 que fueron maldecidos, cada quien tenía que liberarse de su propia maldición, para detener la cadena de ahí en adelante. Lo que pasa es que Natsuki no estaba en planes de nadie, una bestia engendrada por amor, sin mancha o pecado para exteriorizar... fue sorpresaaa.
Cuando Natsuki rompió la maldición, la rompió sobre ella misma, porque la maldición de su padre, pesaba sobre él y él ya había perdido la ocasión de librarse de ella. La maldición sobre los Kruger, era que su linaje fuera cortado de la faz de la tierra (eso quería Misha cuando invocó a Kiyoku) pero Mikoto urgida por las circunstancias, los escondió y les dió la oportunidad de librarse. Uno de 12 tenía que lograrlo para que nadie más tuviera que llevar la misma carga, pero los anteriores, ninguno lo logró, Takeru no lo logró... ¿La doceava es la vencida no? Natsuki se libró de su maldición y libró a los Kruger de la extinción básicamente, pero no del velo que cubría a su padre, de la bestia que él era. Los Orphan, que eran algo inherente al mundo y fueron el medio que encontró Misha para vengarse, pero cuando Nat se libera de la maldición los Orphan no se van, es solo que ya no tienen como n° 1 de su lista de prioridades a los Kruger para matarlos.
9- ¿Darsiv y Sherezade eran algo así como sacerdotes de la diosa? Supongo que hay aldo detrás para que estén con Nagi.
Ellos pertenecen a una raza de sacerdotes Argitas al servicio de Mikoto, por ello Nat les dice que son privilegiados, la cuestion es que Mikoto está encerrada en Fukka desde hace 400. ¿Que crees que pasa con un culto que está destinado a servir a un dios que los ha ‘olvidado’ o mas bien no ha podido ir por esos lados? No digo más que es spoiler.
Y bueno humildemente estas son las "pocas" preguntas o + que tengo.
Una consulta en los foros que publicas se puede ver el # de lecturas o cada vez que alguien lee tus historias, ahm es una curiosidad, porque debes de tener muchísimas entradas :)
Actualmente solo Wattpad muestra las vistas, en ningun otro lado se que tanto miran la historia porque no tienen ese contador. Sé o aprecio la acogida de la historia en base al número de comentarios que recibe.
Muchas gracias Lucy a mi me alegra también verte por aquí cada vez jajajaja. Si supieras lo loca que es mi imaginación, ataca cuando menos tiempo tengo o mas ocupada estoy, luego libre y sentada frente a la pc la cosa no fluye tan bien. Pero trato de ocupar cada momento libre personal para escribir. Imaginen cuanto se tarda en tiempo real escribir entre 30 y 40 paginas de un texto? Pos eso mismo jajaja y yo con suerte tengo 30 min libres para mí cada día, salvo los fines de semana, que se amplian en un par de horas.
EliminarApapachosss
Este capitulo me ha encantado porque me has dado mucho de arika mi personaje preferido y un poquito de las otras tramas. Ahora mi pregunta es despues de leer este capitulo: Significa que ha ganado la opcion 2? en el caso de arika y mashiro o todavia no has elegido y sus destinos pueden llegar a juntarse, aunque lo dudo.
ResponderEliminarGracias por continuar publicando, espero que no tardes con el próximo.
Puka159
Nop, querida Puka159
EliminarDije que las votaciones se cerraban en la publicación del capitulo 45, hasta aquí la trama no se ha dirigido en una u otra dirección de manera irresoluble, es decir, aunque no lo parezca en este punto puede ocurrir cualquiera de las 4 opciones para el final de esta pareja en la trama. Es en los capítulos posteriores donde si debo ir cimentando las bases del final en cuestión y no no se sabrá quien ganó hasta que lo lean, la idea es que saben que la elección del publico es la que ganó, pero igual se sorprendan con el final, osea que quede la incertidumbre para no quitarle mística a la historia.
Y te aseguro Puka, que incluso el primer final, puede darse a pesar de todo... por eso decía el enunciado, "El amor debe triunfar a pesar de la adversidad" es que literal, hay mucha adversidad jajaja
Gracias por leer, ten un lindo día.
Todos los días entró a ver si hay un nuevo capítulo, la espera es dura pero vale la pena. Muchas gracias por deleitarnos con tus excelentes historias y por cierto eres mi escritora favorita :*.
ResponderEliminarGracias a tu Melissa, me siento honrada por la selecta posición que me regalas. Te mando un abrazos y bueno espero que este que sigue no me tarde tanto, pero ya sabes la musa es escurridiza y además cuento con poco tiempo. Pese a todo cada momento libre es para esto. Un abrazo.
EliminarHola. Sabes que amo tus historias y te sigo en wattpad, este capitulo lo lei primero alla pero tuve que terminarlo aca porque alla le falto la parte despues del brindis del rey. Primero pense que terminaba ahi pero entrando aca me di cuenta que no. Nose si alguien se habra dado cuenta de ese detalle. Saludos y esperando actualización
ResponderEliminarSaludos Marlin, eres muy gentil. Acorde a lo que me comentaste hice una verificación, pero a mi me dejó llegar hasta el párrafo final y algunos de los comentarios que me han hecho citan, ese ultimo parrafo, al menos 3 o 4 lectores han citado el parrafo donde Natsuki se lamenta de la inocencia de Nao. Tal vez nos haga falta alguna actualización o se bloqueó cuando leias, cualquiera sea el motivo, podrían intentar ver de nuevo haber si persiste el problema?
ResponderEliminarGracias y un abrazo.
Esta chica tiene miles de libros e hiatorias Kinkai
ResponderEliminarcaramelodulce2109@hotmail.es
Hoy es 24 de diciembre y desde el primer día en el que publicaste el primer capítulo me enamore perdidamente de cada detalle, si existiera un regalo de navidad perfecto para mi, seria leer un nuevo capítulo, muchas gracias por tu esfuerzo y por hacernos soñar con un mundo magico. Mafe
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