Esperamos tu historia corta o larga... Enviar a Latetafeliz@gmail.com Por falta de tiempo, no corrijo las historias, solo las público. NO ME HAGO CARGO DE LOS HORRORES DE ORTOGRAFÍA... JJ

Escuadrón de Elite - Jjaxxel - 13


Capítulo 13


Stone ya en Neuquén capital, se ponía al tanto de todo lo sucedido con el Capitán de policía de esa Ciudad que llevaba el caso.
-Estévez se infiltró con dos de mis mejores oficiales. Ellos cumplían el papel de sus matones. –Le comentaba el Capitán Martínez – En cinco días nos transmitieron toda la información que recolectaron.
-¿Qué fue lo último que informaron? – Preguntó Stone.
-Nos pasaron la hora y el lugar donde se realizaría esta Subasta de mujeres. A la cual parecía que asistirían todos los implicados en esta red de trata de blancas.

-¿Y eso a qué hora fue?
-Cerca de las tres de la mañana, ya se encontraban los tres en el hotel donde se alojaban. El encuentro se daría  en 43 horas nos avisaban – Hizo una pausa para volver a seguirle contando los hechos – Inmediatamente envié a mis hombres a verificar el lugar. Pero no había ningún movimiento. Esperamos que se volvieran a conectar. Pero dos horas antes, seguíamos de guardia y no había un sólo movimiento en ese lugar. Y ni Estévez ni mis hombres daban señales de vida. Envié una patrulla al hotel, para comprobar que a eso de las siete de la mañana habían abandonado el hotel, pero sin llevarse sus equipajes. Mis hombres registraron los cuartos y todo estaba ahí.
-¿Interrogaron a los empleador del hotel?
-Por supuesto, A los dos conserjes, pues parece que salieron justo en el cambio de turno. Y ambos conserjes los vieron salir a los tres. Para ellos se veían muy tranquilos. Oficial Stone, envié mis hombres a todos los lugares donde se suponían habían estado y ni rastros… Ni de ellos ni de los malditos mafiosos. Se encargaron de borrar toda huella, de desmantelar completamente los lugares donde se suponían que tenían sus guaridas.
-No tenemos ninguna pista, esto me huele muy mal.
-Así es… Cerré todas las salidas de la Ciudad. Nadie sale ni por avión, ni tren, ni ómnibus. Pero temo que todos ya hayan salido.
-Creo que los descubrieron, y le pasaron una información falsa. Para tener a toda la policía en un lugar equivocado. Y así poder tener tiempo de huir sin dejar rastros – Comentó Stone.
-Eso es lo que me temo…
En ese instante un suboficial entró a la oficina, para avisar que dos cuerpos habían sido encontrados en el basurero municipal de la Ciudad. El corazón de Stone casi se detiene. El suboficial también informó que ya estaban siendo trasladados a la morgue judicial para la autopsia. Pero que según contaron los policías que encontraros los cuerpos, sus rostros estaban irreconocibles.
Stone se dirigió con el Capitán Martínez hacia la morgue para tratar de averiguar la identidad de los cuerpos hallados y saber si tenían conexión con el caso.
Parecía una eternidad el viaje, no quería ni hablar… para sus adentros rogaba que ninguno de los muertos encontrados fuera Estévez. Cuando una de las empleadas de la morgue los guió por ese pasillo largo y frió sintió el miedo recorrer sus venas. Entraron a una sala…Los cuerpos tendidos en camillas, tapados con sábanas, estaban dispuestos para que se les practicaran las autopsias.
El médico forense entró, después de las presentaciones y saludos, comenzó a leer el informe que los policías le habían presentado sobre dichos cadáveres.  
-Fueron encontrados desnudos entre la basura. Según el lugar, donde se hallaron, se determinó que por el horario de recolección de residuos de la Ciudad… Habrían sido arrojados allí hacía sólo unas cinco horas. Por la descomposición de los cuerpos no puedo determinar la hora exacta de muerte. Pero quizás después de la autopsia lo pueda determinar. Pero dada mi experiencia llevan muertos tres días. Sus rostros han sido desfigurados, quizás, para no ser identificados.
-Disculpe ¿Causas de la muerte? – Preguntó el Capitán.
-Ambos presentan golpes en todo el cuerpo, creo que fueron torturados por varias horas y luego fueron rematados con dos tiros en la nuca. Cuando se deshicieron de los cuerpos rociaron sus rostros con nafta y les prendieron fuego… Lo extraño es que sólo quemaron sus rostros, estamos cotejando las huellas digitales.
-Querían que los encontráramos, y que perdiéramos el tiempo tardando en identificarlos – Comentó Stone algo nerviosa, aún no había vistos los cuerpos.
El forense se acercó a uno de los cadáveres, y corriendo la sábana los hizo ver… Su rostro no existía, ni el cabello. Sintió ganas de vomitar. Respiro hondo, y fijo la vista en el cuerpo… Se acercó y corrió más la sábana que lo cubría… Debía buscar su tatuaje… Ya que el cuerpo no había sido quemado, si era Estévez… tendría un tatuaje debajo del brazo izquierdo casi llegando al axila. Así que tomó el brazo izquierdo de ese cadáver y lo levantó… al ver sólo hematomas respiró… no era Estévez.
-No es mi compañero – Dijo suspirando, por su parte el Capitán notó una cicatriz en el cuello… y se puso pálido…
-Por Dios, es el Oficial Martí. Tiene la cicatriz que le hizo un ladrón hace cuatro años atrás. El siempre la mostraba como un trofeo – Dijo muy afligido.
El forense los miró y se dio vuelta para que vieran el segundo cuerpo. Despacio destapó el cadáver.
Stone debía admitir que otra vez las ganas de vomitar se apoderaban de su garganta, volvió a respirar hondo, mucho más que la primera vez, Se dio cuenta que el Capitán se encontraba en las mismas condiciones que ella. Intentando ser fuerte y no demostrando que lo que veían les estaba afectando sus estómagos. Uno de sus hombres estaba muerto… y no era nada agradable ver el otro cadáver y pensar que podría ser su otro oficial. Stone, temblaba, rogaba que no fuera Estévez.
Hizo lo mismo con el cuerpo que ahora observaban y no tenía ningún tatuaje. Respiró, este cadáver tampoco era Estévez.
-Tampoco es mi compañero – Y miró al Capitán quien resignado, dijo que por la contextura física podría ser su otro oficial.
-En unos momentos nos traerán los resultados de las huellas digitales – Dijo el forense.
Salieron de la morgue con la certeza de que los cuerpos hallados eran de los dos oficiales que acompañaban a Estévez en la infiltración.
Esto se estaba poniendo realmente mal, no había pistas, ni testigos de la desaparición de los tres. Y si los cuerpos fueron torturados, qué información obtuvieron los mafiosos.
El Capitán y Stone fueron a ver el lugar donde habían sido hallados. Aun se estaba realizando un rastrillaje exhaustivo del lugar. Pero ni las ropas de los oficiales habían encontrado. Resignados de no encontrar una pista en ese basural… Regresaron a la comisaría.
Quienes los asesinaron parecían ser profesionales… ni rastros dejaron. Stone parecía desconcertada, no podía encontrar nada que la llevara a Estévez.
El Capitán se ofreció a llevarla al hotel para que descansase. Joan aceptó, estaba algo cansada llevaba 25 horas sin dormir. No confiaba en tanta amabilidad, su sexto sentido le decía que algo andaba mal. En todo el trayecto hacía el hotel… ella coqueteó con el policía. Una sonrisita acá, otra sonrisita allá. A lo que el Capitán no perdió tiempo para adular su belleza.

Al llegar a su cuarto, abrió la puerta y al entrar, Torres parado al lado de la ventana le hizo una seña para que no hablara. Ella lo miró fijamente y él se acercó al teléfono sobre la mesa de luz, y le mostró que debajo del aparato había un micrófono. Luego tomó el control remoto y encendió el televisor y le subió el volumen. Se acercó a Stone y le habló al oído:
-Abajo hay una furgoneta con dos tipos, apenas bajaste del auto del Capitán, se estacionaron. Pero ya habían estado aquí me parece – Señalando el micrófono.
-¿Estás insinuando…?
-Sí, hay gato encerrado en esa comisaría.
-¿Dónde está Ramírez? – Preguntó Stone en voz baja.
-En la habitación de enfrente
Stone tomó el micrófono, caminó hacia la mesa al lado del televisor, donde había una jarra con agua y un vaso. Llenó este último con el líquido y mirando a Torres, dejó caer el minúsculo micrófono dentro del vaso.
-Uy, Glu Glu – Dijo riendo Torres.
-¿Cómo carajo supiste del micrófono?
-¿Y por qué vos insististe en decir que habías llegado sola a Neuquén, y nos mandaste a investigar?
-Ok, Ok – Contestó Stone riendo, y sentándose en la cama, para sacarse los zapatos – El jefe me advirtió que no confiara en Martínez.
-Pues no se equivocó… y los dos hombres asesinados, tenían sus prontuarios. Pero creo que el Capitán Martínez los hizo ver como dos policías intachables ¿no?
-Jajá Tenés razón, ¿Pero qué averiguaron?
En ese instante golpearon a la puerta. Torres automáticamente sacó su arma y caminó para abrirla.
-Soy yo Raúl – Anunció detrás de la puerta Ramírez.
Torres abrió rápidamente para que su compañero entrara. Venía con un bolso… Pasó y fue directo a la mesa al lado del televisor. Y sacó del bolso una notebook, y la depositó en la mesa.
-Buenas noches Joan – Saludó.
-¿Qué traes Ramírez?
-Mmm acabo de hackear el sistema de información de la comisaría… ¡¡¡ups!!!
-Ajaaa Ya estás jugando con tu juguetito – Comentó Torres señalando la computadora portátil.
-Ya, Ya que averiguaron que quiero dormir…
-¿Puedes dormir? – Habló sarcásticamente Ramírez.
-No creo que pegue un ojo, pero quiero una ducha… - Respondió Stone.
-Pues ve… - Señalando la puerta del baño le ordenó Torres.
-¡Ah! Primero pónganme al tanto de lo que saben…
-Ok, Estévez desapareció hace más de 48 horas, Se sabe que salió de su hotel con los dos policías a eso de las siete de la mañana, los conserjes del hotel los vieron.
-Si recambió de turno…
-Así es… Después de eso no se sabe nada… Estévez debía reportarse al medio día con más información, pero nunca llamó. Pero… -Y calló
-¿Pero?
-Según el registro de llamadas recibidas al teléfono del Capitán, el de su oficina, uno de los oficiales si llamó a las 13 horas. La llamada duró más de tres minutos.
-¿Cómo es qué uno de esos policías se comunica y Estévez no? – Preguntó Torres.
-Y luego aparecen muertos… pero ¿dónde está Wal? – Intervino Stone.
-Otra cosa… El famoso encuentro donde muchos mafiosos estarían era esa noche. Estévez pasó la información la noche anterior de desaparecer – Continuó Raúl.
-Y cuando la policía fue a allanar el lugar, no había nada…- Dijo Stone.
-O Estévez dio una información falsa o alguien aviso a los mafiosos… y por eso… tenemos dos muertos, un desaparecido y un lugar vacio – Intentando sacar conclusiones Torres.
-Algo huele mal – Les decía Stone a sus compañeros – No grabaron las llamadas de Estévez. Y era obligatorio grabarla.
-Los nombres que supuestamente Estévez dio… y que el Capitán nos pasó a la Central antes de que esto sucediera… Eran de mafiosos reconocidos que ya teníamos desde hace años… No hubo sorpresas para nosotros… Creo que el Capitán nos está ocultando algo, y es muy grande…
-¿Avisamos a la Central? – Preguntó Torres.
-Comunícame por Skype con quien esté en la Central… - Le ordenó a Ramírez.
-Un segundo… - Le pidió su compañero y comenzó a llamar a la Central en Buenos Aires vía Skype.
Torres por su parte se asomó discretamente por la ventana, tratando de no ser visto… para cerciorarse de si la furgoneta aún seguía estacionada.
-Tenemos problemas creo – Indico Torres llamando con su mano a Stone. Quien caminó hacia la ventana.
-¡Parece que tendremos compañía! – Exclamó Joan mirando hacía fuera del edificio, no era sólo la furgoneta ahora había otro coche estacionado. Cuatro hombres parados al lado de la camioneta hablaban… y miraban hacia la ventana del hotel donde estaba Joan.
-Tengo a Romano en línea – Gritó Ramírez.
Ella caminó al portátil y miró en la pantalla a Laura que con cara de preocupación le hablaba:
-Ya Stone ¿dime qué pasa?
-Quiero que investiguen al Capitán Martínez. Y envía un equipo ya… porque estamos en problemas.
-¿Queeé? – Exclamó Laura algo asustada.
-Aquí hay gato encerrado, temo que Estévez esté muerto.
-Nooooo – Romano se lamentó…
-Escúchame Laura, Avísale al jefe que le mandaremos por mail enseguida todo la información que tenemos… Pero la infiltración fue saboteada desde el principio… Creo que la policía de aquí está ocultando algo.
-¿Están en peligro? – Preguntó temerosa de la respuesta.
-Creo que sabemos cómo escaparnos de está… y desesperarlos…
-¡¡¡Cuidado con lo que hacen!!!
-Tranquila me traje dos locos que saben seguirme… No, nos pasará nada… - Dijo riéndose y de la sonrisa pasó a la seriedad para preguntar - ¿Cómo está Sara?
-Bien – Respondió – Bueno, en realidad está desesperada. Carla está con ella, debimos darle somníferos para dormirla porque ya quería ir para allá…
-Ni se les ocurra dejarla sola… que se viene…
-Lo sabemos… por eso Carla y yo nos turnamos para estar todo el tiempo con ella…
-Ok, ya es tarde, haz lo que te dije, debemos irnos de acá… Nos comunicamos por aquí mañana a primera hora… ¿Sí?
-Cuídate Joan…
-No te preocupes mujer… o pensaré que te importo…
-Idiota… me quedo sin oficial entrenador… - Y sonrió levemente.
-Bye Laura…
-Nos vemos muchachos… - Se despidió de todos… sintiendo el miedo correr por su cuerpo. Rápidamente llamó al jefe y a los demás compañeros para informarles de lo sucedido y tomar medidas en el asunto.
Por su parte Stone comenzó a recolectar sus cosas. Torres corrió al cuarto de enfrente a buscar las de ellos… Ramírez mandó la información por mail al jefe. Cerró el portátil y lo guardó en el bolso. Torres volvió y entró sin llamar a la puerta…
-Salgamos de aquí.
Joan miraba a escondidas desde la ventana a los hombres que estaban en frente del hotel… Los vio cruzar la calle…
-Creo que ya vienen…
-Salgamos por la puerta de atrás… - Dijo Ramírez, dejamos el auto de alquiler en la otra cuadra…
Fue así que bajaron corriendo las escaleras, y en vez de entrar a la sala de recepción del hotel, se metieron a la cocina. Los hombres subían por el ascensor… Creían poder sorprender a Stone en su habitación. Pero encontraron el cuarto vacio.
Stone y sus dos compañeros huyeron en el auto alquilado.
-Debemos buscar un lugar seguro para escondernos… - Dijo Torres
-¡Qué tal frente a la comisaría! Hay una cafetería – Comentó Ramírez
-Para ustedes dos está bien, pero mi rostro para ellos es conocido.
-Operación cambió de sexo querida – Acotó Torres.
-Ay, Por Dios, que estas chistoso Torres – Le dijo Stone.
Ramírez había vuelto a hackear el sistema de comunicaciones de la comisaría y estaba revisando las llamadas telefónicas que se realizaban desde ese lugar.
-Hey, Hey, acaban de llamar a Martínez avisándole que estás desaparecida…
-Ok, mejor me hago macho… - Dijo resignada Stone.

-En un par de horas amanecerá, está claro que siguen creyendo que llegaste sola, así que buscaran a una mujer. No a tres hombres. 
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