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“Tú sabes que si me
gusta una manzana, estoy dispuesta a estar con ella… pero la cosa no es tan
sencilla, tío, olvídate de que tiene novio, de que es una egocéntrica
empedernida, olvídate del hecho de que me le he declarado más de una vez y me
ha rechazado… no, no solo es eso, sino que ahora yo podría representar algo no
muy conveniente para ella… ¿me explico? antes ella era la que no me
convenía a mí, por egoísta y todo eso,
pero ahora yo no le convendría a ella… No, no tío, no estoy metida en la mafia…
no… tampoco tengo alguna enfermedad venérea… ¿son en serio tus preguntas? Sí,
ya sé que he esperado mucho y ahora sé que siente por mí lo que sea que siente,
pero no es suficiente… ¿me estás diciendo inconforme? Pues sí, la quiero solo
para mí o bueno… ¿un capricho? No empieces a analizarme… Está bien, sí… ¿cuándo
vienes? perfecto, mis papás estarán encantados… solo que esta vez dormirás en
la sala porque tenemos compañía… una prima, hija del tío Juan… no, no es
alguien que conozcas, ya sabes cómo es la familia de mi papá… sí, seguramente
te simpatizará. Sí, es muy bonita… sí, juega para mi equipo y no, no la he
besuqueado… nos vemos entonces el miércoles. Te quiero.”
Mar colgó el teléfono. Hugo
llegaría en tres días y eso era emocionante y ya empezaba a ser también
divertido. Hugo tenía solo un par de años más que ella y se habían criado
juntos en la infancia. Era el hijo menor de su abuela materna y desde muy
pequeños su relación había sido cercana. A Mar le encantaba llamarlo “tío”,
porque solía confundir a las personas por la poca diferencia de edades y a él
parecía recordarle que envejecía.Mar pensó que aquella visita lograría distraerla
un poco de las cosas que últimamente habían sucedido. El beso de Sara, la
alienígena que había dado señales de ser peligrosa, el inevitable encuentro con
Nora en dos horas, su nuevo trabajo, el golpe del rayo. En verdad empezaba a
necesitar la presencia de un amigo, porque todo aquello la rebasaba. ¿No
siempre las cosas resultaban rebasándola? Sí, pero esta vez no tenía manera de
escaparse, a China, de preferencia. Hasta había dejado de dibujar, y apenas
había leído algún texto nuevo. Bueno, por lo menos había desahogado un poco el
asunto de Sara. Luna, por otra parte, era algo de lo que no podía hablar tan
fácilmente. “¡Qué curioso!” pensó, “yo creía que no había algo más agobiante
que mis penas de amor por mi mejor amiga”.
Durante el desayuno,
Luna le había dicho que verían a Nora en un par de horas. Aparentemente, la
galáctica había logrado comunicarse a lo que fuera que se comunicara y tenía
que establecer nuevas reglas para su creadora. No le dijo nada más porque sus
papás empezaban a verlas raro. No es como si hablar de creadoras en el desayuno
fuera algo convencional, así que entendió perfectamente que debían callarse y
guardar la charla para cuando estuvieran solas y no frente a huevos revueltos.
Como vínculo terrestre,
Mar tenía que enfrentar la situación junto a Luna, quisiera o no. Así estaban
las cosas.
Una hora después de
colgar el teléfono, Mar y Luna se despidieron y emprendieron el camino hacia el
hotel donde la creadora de corporalidades terrestres se encontraba.
Caminaban en silencio.
Mar no sabía el rumbo, pero Luna andaba con seguridad.
“Oye, ¿no vienes con
servicio de teletransportación?”,preguntó Mar al cabo de cuarenta y cinco minutos de andar sin
decir palabra.
“¿Estás agotada?”
“Sí, además hoy no eres
la compañía más vigorosa”
“No falta mucho para
llegar a nuestro destino. Disculpa, la constitución de los seres humanos es
algo que aún no domino”
“A lo mejor debería
dejar de fumar…entonces, ¿ya casi llegamos?”
“Es correcto. Aquel es
el hotel”
“Y… aquella es Nora”, señaló
Mar, al ver a la creadora parada frente a las puertas principales del edificio.
“¿Sabía que vendríamos?”
“Supongo que pudo
sentirme”
Entonces Nora podía
sentir a Luna. Mar no podía hacerlo. Es decir, podía dejar que se metiera en su
cabeza y comunicarse telepáticamente, pero nunca había experimentado una
sensación extracorporal que le indicara dónde estaría Luna. Es más, la había
perdido más de una vez el día de las compras y aquel día en su oficina casi la
mata del susto con su proceso de vinculación. Nora debía ser especial.
Cuando llegaron a su
encuentro, Mar se demoró un momento en observarla. La noche anterior solo pudo
notar a una mujer joven acalorada y un poco desesperada. Hoy era diferente.
Nora era bonita. Alta, bastante más que ella. Su cabello era oscuro y muy
lacio, sus ojos eran grandes, muy oscuros y muy profundos. Se parecía un poco a
Luna cuando estaba en su fase de alienígena, solo en esa fase, porque en su
apariencia cien por ciento humana, Luna estaba llena de vida, su cabello y ojos
se suavizaban, aclaraban y todo en ella era atractivo. Nora no parecía tan atractiva,
incluso era algo intimidante.
“Buenos días”,saludó
Mar, porque al parecer nadie había emitido algún sonido durante su divagación
interna.
“Buenos días”,saludó
Nora, quien no apartaba la mirada de Luna. “Sabía que vendrías, pude sentirlo”
Ok. Sí podía sentirla.
Se terminó de convencer Mar.
“Tengo nuevas
indicaciones”, señaló Luna.
“Haré lo que sea
necesario para tenerte conmigo”,declaró Nora.
“Formarás parte de la
investigación, como sujeto de pruebas”
Mar y Nora observaron
fijamente a Luna, no comprendían nada.
“No tienes que saber
nada más. No es necesario”,continuó la galáctica, “solo te mantendrás cerca. Me
ayudarás a captar información acompañando las experiencias a las que me
someta.”
Mar encontró muy molesta
una mancha en su zapato, así que procedió a intentar eliminarla utilizando el
otro pie.
“Entonces, ¿podré estar
cerca de ti?”,preguntó Nora.
“Ahora es indispensable
que lo estés. Logré ganar algo de tiempo para solucionar tu memoria, pero esa
es la condición. Tendrás que trasladarte a este lugar”
“¿Entonces no vendrás
conmigo?”
“Mi vínculo le
pertenece a esa mujer”
Mar notó que ella era
“esa mujer” y consideró prudente levantar la mano para hacerse notar. Luego se
dio cuenta de que había sido un gesto innecesario, Nora sabía a quién se
refería Luna.
“Yo tengo un proyecto
aquí, Nora. Fue tu decisión venir, la consecuencia inmediata de ese acto es que
deberás permanecer aquí”
“No hay ningún problema.
Yo me las arreglaré. Gracias por dejarme estar contigo”
“Eres tú la que tendrá
que reubicarse y encontrar un refugio”
“Una ‘casa’, Luna, no
un refugio. Ella no es un mapache o algo así”. Mar decidió que era su momento
de intervenir porque la mancha del zapato ya había desaparecido y Nora parecía
necesitar interacción humana, o bueno, a Mar se lo pareció.
“¿Luna?”,preguntó Nora.
“Ese es mi nombre
terrícola. Mar me nombró así, soy su Luna”
“¡Ey! Tampoco fue de
esa manera”,se apresuró a aclarar Mar, “yo solo pensé que sus ojos brillaban
como la luna y ya con eso resultó que acepté el dichoso vínculo. Pero lo de los
ojos tampoco fue romántico o algo así, fue objetivo, sus ojos brillan a veces
como bolas planetoides.”
“Tú eres Mar y ella es
tu Luna”,repitió Nora.
“Qué cliché, ¿cierto?”
“A mí me parece
poético, como si escribieran una balada entre este y otros mundos”
Sí. Nora era intensa.
“Sí, bueno. Luna no es
del tipo musical, aunque seguramente podría ir a sus bases de datos y aprender
a tocar un clavicordio o algo así, una gaita le quedaría como anillo al dedo”.
Mar aventuró una sonrisa. Nora tenía una mirada amable pero no correspondió a
su sonrisa. Mar carraspeó. “Bueno, entonces, ¿qué toca hacer ahora?”
“Si me disculpan,
empezaré ahora mismo con lo de mi traslado”
“Puedo esperar algunos
días”,señaló Luna.
“Sé que para ti yo no
soy indispensable, pero yo no puedo estar lejos por más tiempo. Ahora que sé
que existes, lo único que quiero es no volver a estar lejos de ti”
Guau, esa Nora en
verdad podría ser un personaje de Jane Austen. Pensó Mar. Después intervino.
“Oye Nora, no quiero
meterme donde no me llaman, pero ¿no tienes familia, trabajo, o algo que tengas
que arreglar antes de venir con nuestra amiga intergaláctica?”
“Mi familia está lejos.
Mi trabajo puede funcionar estando allá o aquí, da lo mismo. Solo me preocupan
mis viejos caseros, pero ellos entenderán. Siempre quieren lo mejor para mí y
eso es Luna”
En verdad, en verdad,
podía ser un personaje también de MayAlcott.
“Arregla entonces tu traslado.
Vámonos, Mar”
“¿Te veré más tarde?”,preguntó
Nora.
“Ve a casa de Mar
después del anochecer. Ahí podemos hablar”
“¿En mi casa? ¡Claro,
marciana, haz lo que quieras sin consultarme!”, pensó Mar, pero no pudo decir
nada porque Luna la tomó de la mano y comenzaron a alejarse. Solo alcanzó a
agitar a Nora una seña de despedida.
“Oye, Luna. Fuiste un
poco fría con ella”
“No hay razón para
portarme de manera diferente. Nora es un contratiempo en mi misión”
“¿Entonces para qué le
dijiste todo eso? La pobre mujer va a dejar a sus caseros viejos de 1864”
“¿De 1864?”
“Olvida eso, el punto
es por qué le pediste que viniera aquí. ¿No tenías que borrarle la memoria?”
“Aún no sé cómo
hacerlo, ni siquiera sé cuál fue el error. Logré evitar que ellos se la llevaran
integrándola al protocolo de la misión. Seguí tu consejo, la capacidad
emocional de Nora será una fuente primaria de conocimiento”
“¿Estoy mal si entiendo
que vas a explotarla emocionalmente?”
“Es correcto”
“¿Y cómo lo harás?”
“Se enamorará de mí”
“Ella ya está un poco
muy enamorada de ti, me parece”
“No lo está. Ella está
obsesionada con el pensamiento de mí, no con mi ser humano”
“Entonces quieres
explotar humanamente sus emociones humanas”
“Es correcto”
“Pues será correcto,
pero no lo entiendo. Eso es un poco ruin. ¿Nora es siquiera lesbiana?”
“Mis bases de datos no
la sugieren como ser homosexual”
“¿Entonces?”
“No hay otra opción.
Esto tiene que funcionar o se la llevarán”
“¿Y tú te enamorarás de
ella?”
“Ese sería el escenario
más favorable para todos. Yo recaudaría informes, conocería sentimientos y los
experimentaría, Nora se mantendría a salvo durante el tiempo que me tome
encontrar la manera de controlar su memoria y tú completarías tu papel. Pronto
todo esto quedaría olvidado”
“Ya veo. Luna, ¿existe
algún riesgo en todo esto?”
“Existen muchos, pero
no estoy autorizada para decírtelos”
“Y creo que yo no estoy
preparada para escucharlos. No dejes que se la lleven, a Nora, digo”
“No lo haré”
Mar quería pedirle un
par de cosas más, pero Luna parecía bastante segura de lo que debía hacer y
mejor decidió confiar en ella. Sí, le parecía una mala jugada hacia Nora, pero
bueno, al final todo sería olvidado. Por otro lado quedaba una incógnita.
“Luna, si no puedes
meterte en la cabeza de tu intensa Nora, ¿cómo vas a enamorarla?”
“El acuerdo contigo no
ha cambiado. Tú eres mi vínculo y dependo de tus instrucciones para llevar a
cabo mi exploración emocional”
“¿Quieres que yo te
ayude a enamorar a Nora?”
“Es correcto”
“¡Oh, vaya! y también te
quieres enamorar de ella”
“Es correcto”
“¿Sabes que el amor no
funciona así?”
“¿Cómo funciona
entonces?”
“No sé, pero no decides
enamorarte y ya. Por muy atractiva que seas, para que Nora se enamore de ti
debe querer no solo lo bonita, interesante y enigmática que eres, sino debe
también ver lo demás”
“Mis defectos”
“Sí”
“¿Cuáles son mis
defectos?”
“Eres fría, a veces das
miedo, eres demasiado directa, tu sentido del humor a veces es retorcido, eres desconsiderada
y haces que la gente se sienta insegura al usar chaquetas como las que usas”
“¿Todo eso debe amar
Nora para estar enamorada de mí?”
“Algo así, supongo que
primero debe conocerte”
“Para que como tú,
descubra mis defectos”
“Así es”
“Bien, entonces, eso se
soluciona pasando tiempo con ella”
“Supongo. Pero además,
suponiendo que logras que te conozca, que quiera tus perturbadores defectos y
se convenza de ser un ser homosexual por ti, todavía queda el hecho de que tú
puedas agarrar y decir: oh, me enamoraré de ti, pequeña creadora. Luna, yo no
sé cómo hacer que tú te enamores, yo soy una mujeriega, lo admito, adoro que me
adoren, pero de eso a aprender a enamorarme a voluntad, hay un abismo.”
“Dialécticamente, el
procedimiento sugiere que yo debo conocer a Nora y querer sus defectos”
La manera en que Luna
decía aquello, tan tranquila, estaba sacando de quicio a Mar. “No, Luna. No es
posible enseñarle a alguien a enamorarse de otro alguien”,pensó Mar.“Enamorarse
no puede ser tan calculado, necesitas dejar que fluya”,dijo la terrícola en voz
alta.
“¿Cómo los líquidos?”
“Ándale, pero no tan
líquido, más bien como una gelatina mal cuajada. Que se vaya derramando
suavecito.”
“Tu analogía es un poco
simplista”
“Sí, mis analogías son
simples. Siente a Nora y ya iremos viendo qué pasa”
“Mar”, Luna se puso
seria,detuvo su caminar y encaró a Mar. Luna veía a su vínculo con fuerza, sea
lo que fuera a decir, iba a ser importante, o eso le pareció a Mar quien a
propósito contuvo la respiración, no fuera a ser una noticia que influyera en
el colapso de su espacio-tiempo. “Tengo que enamorarme de Nora”
Mar suspiró y dijo,
para después seguir el camino de regreso a su casa.
“Y con esa urgencia, ya
empezamos mal”
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Esta Luna es genial muy extraterrestre será
ResponderEliminarpero tiene sentimientos humanos aunque ella no se de cuenta
Y ella ya esta enamorada de Nora desde siempre su yo interno es la que nunca ha querido cerrar el vínculo que nació con Nora es Luna quien no aquerido dejar del todo a Nora por eso dejo abierto sus recuerdos y presencia de ella en Nora Yo digo que Luna ya esta enamorada de Nora
Cada capítulo es una aventura y muy divertido hay comportamientos entre Mar y Luna que me hacen reír como vínculos funcionan muy bien ambas me di vierto mucho leyendote Laura saludos desde Chile
Hola, Gladis.
EliminarLuna y Nora definitivamente comparten algo muy especial. Y supongo que tienes razón, alguna parte de Luna seguramente continúa unida a Nora.
Gracias por tus comentarios en verdad aprecio leerlos.
Un fuerte abrazo.
Laura
Luna y nora? Nooo.... Yo quiero es a luna y a mar juntas xfaaa Laura!!!
ResponderEliminarHola, Maribel.
EliminarMar y Luna...¿cliché o balada entre dos mundos? :)
Gracias por tu lectura y comentarios.
Un abrazo,
Laura
"Creadora de corporalidades terrestres". Me encanta. Me interesa mucho tu historia y tu forma de escribir. Me agrada la intriga constante sobre qué pasará, cuál será el cruce de parejas, si alguna quedará "compuesta y sin novia"... Quedo a la espera del siguiente capítulo.
ResponderEliminarHola, Despistada.
EliminarFíjate que me pasaba lo mismo que a ti; conforme avanzaba la historia las cosas me sorprendían. Es una historia de amor pero eso de los aliens la complicó un poco. Gracias por tu lectura. Un abrazo.
Laura