Lo Inesperado
Cuando llegó a casa estaba demasiado cansada por lo cual olvidó poner el despertado y eso hizo que se despertara mas tarde de lo que habría querido. Con mucha rapidez de dio un ducha y salió rumbo al hospital, pero antes pasó por un ramo de flores, cuando llegó al hospital se dirigió directo a la habitación de Lucia que se encontraba en compañía de Laura, Elena, Cristina y Daniel.
Al cruzar la puerta las cinco mujeres la vieron entrar con un hermoso ramo de claveles rojos y blancos los favoritos de Lucia, ella las saludó con la cabeza y se acercó a directo a la cama de Lucia que la miraba muy sonriente.
-Hola- llegó hasta ella-dije que vendría temprano pero….
-Te dormiste-terminó de decir Lucia y ella afirmó con una mueca de “me has pillado”- Anda tonta, no pasa nada, me da gusto que descansaras así esta noche puedes quedarte, ¿y esa flores?- preguntó sonriente.
-Las he traído para una enfermera muy linda ¿no la has visto? - vio como Lucia había dejado de sonreír y negaba – ¡qué tontita! - dijo riendo - son para ti ¿Crees que le regalaría a otra estas flores sabiendo que son tus favoritas? Pues no, eso nunca, menos estando tu convaleciente-se las entregó.
-Gracias son hermosas –dijo riendo.
-Disculpen-dijo una mujer de 60 años que entraba por la puerta.
-Carmen, pasa-le dijo Lucia al verla.
-¿Cómo estás? Preguntó Carmen, la madre de Marcos.
-He estado mejor-contestó ella con lágrimas en los ojos-lo siento mucho Carmen.
-Lo sé hija, ahora tienes que recuperarte - Ana se alejó para darle paso a la mujer que se abrazó a Lucia llorando.
-Nosotras vamos a dejarlas solas luego regresamos - dijo Ana haciendo señas para que las demás la siguieran.
-¡Ana!-la llamó Lucia-por favor quédate conmigo ¿No te molesta verdad?- preguntó a la mujer - Quiero hablar con las dos.
-Claro no hay ningún problema-contestó la madre de Marcos.
Cuando salieron de la habitación dejando a las tres mujeres ellas se dirigieron a la cafetería, Cristina estaba muy seria y pensativa por lo que no escuchaba nada de lo que las demás decían.
-¿Qué te pasa?- le preguntó Daniela.
-¿Eh? No, nada - Daniela levantó una ceja como diciendo “no te creo”-Vale, no sé bien, pero creo que estoy celosa.
-¿Celosa? ¿Pero de quién o de qué?
-De Ana-Daniela frunció el ceño preocupada - es que mi sobrino la adora, y con mi madre hasta juega a las cartas ¿lo puedes creer? Y mira mi hermana le pidió a ella que se quedara y no a mí - Daniela comenzó a reír - ¿Qué te ríes? ¿Te estás burlando? Claro parezco una tonta.
-No Cris-le cogió la mano-no es eso, me rio porque Ana de alguna manera u otra siempre causa ese efecto.
-No entiendo.
-Bueno es que siempre o sienten celos por ella o de ella como en tu caso, pero mira entiendo lo que sientes pero no debes sentirte así, Ana y Lucia desde que se conocieron se volvieron muy amigas imagínate ella es una loca y la otra otro tanto, es más te confieso que yo me sentí igual de celosa cuando comenzaron a llevarse, pensé que Lucia me había despojado del lugar de mejor amiga, pero un día me di cuenta que Ana tiene un corazón tan grande que caben muchas persona en el.
-No, si de verdad, es que no lo entiendo ¿qué coño les da? hasta a ti te tiene perdida y mi familia la quiere más que a mí - dijo como una niña pequeña haciendo su berrinche.
-No digas tonterías Cris, mira, creo que ya viste como es Ana, ella tiene una manera muy natural de ganarse a la gente, es muy fácil de querer, tu madre, tu hermana y Carlitos la quieren, pero no creo que sea más que a ti,- y yo la quiero mucho, es mi amiga, la mejor - levantó su barbilla para mirarla - pero yo a ti te quiero de otra manera Cris - vio como Daniela la miraba con mucha ternura-anda quita esa carita de niña berrinchuda - le sonrió.
Cuando Daniela y Cristina regresaron a la habitación Lucia se encontraba sola con claras señales de haber llorado mucho.
-Ey ¿Estás bien? - le preguntó Cristina, Lucia afirmó con una pequeña sonrisa -¿y Ana?
-Tuvo que irse-contestó Lucia cerrando los ojos.
-Pues que mal que te haya dejado así, mira cómo estás, se ve que no has parado de llorar - dijo algo molesta.
-Cris por favor - pidió Lucia reteniendo sus lágrimas.
-Es que ¡Joder Lucia!, lo estas pasando mal y ella te deja aquí sola sin decirnos nada.
-¡Cris! ¡Cállate! ¡Tú no tienes que decir cómo se tienen que comportar mis amigas, Ana se tuvo que ir y punto, es más ¿sabes qué? yo le dije que se fuera porque quiero estar sola así que por favor váyanse déjenme sola-pidió con lágrimas en los ojos girando su cara.
-Lucí, cariño, no te puedo dejar sola, si quieres llorar hazlo pero no te voy a dejar.
-¡Coño! ¡No entiendes que quiero estar sola!
-Vamos Cris dejémosla - dijo Daniela sacando de la habitación.
-Pero…- quiso hablar.
-Mas tarde volvemos - cortó Daniela ya cerrando la puerta tras ellas dejando Una Lucia llorando amargamente.
En los jardines de los alrededores del hospital Ana caminaba cabizbaja, pensativa, jugando las llaves de su moto cuando sintió una mano tocar su hombro.
-Hola-dijo viendo de quien se trataba.
-Hola Churris uy ¿Qué pasa? - le preguntó al ver su cara.
-Nada - contestó ella deteniéndose para prender su cigarrillo.
-¿Cuántos llevas?- le preguntó apuntado el cigarro.
-Tres - contestó ella.
-¿Y dices que no pasa nada?
-Que bien me conoce Laurita - dijo ella soltando el humo.
-Anda dime que te atormenta ¿ya no confías en mi?
-Es que no es nada mío es… es Lucia.
-Pero si Lucia está bien no tienes por qué preocuparte en unos días estará como nueva.
-Ya sé que está bien, no es eso, es lo otro.
-Ya sabes que…- dudó en decirlo.
-Si, me lo acaba de decir - la cortó.
-No entiendo porque no quería que nadie se enterara.
-Y aun no quiere, sólo me lo ha dicho a mí.
-Pues tarde o temprano se van a enterar los demás.
-Si, va a necesitar mucha ayuda ¿sabes que se siente culpable por lo que pasó? Dice que lo había dejado y que venían discutiendo.
-Es una tontería, fue un accidente.
-Si, pero ella no quiere entenderlo, hace un rato me sacó de la habitación.
-Ya decía yo que tanta calma no era posible, al parecer ver a su ex suegra le hizo caer en lo que ha pasado.
Los días en el hospital fueron iguales Lucia parecía tranquila cuando están los demás pero cuando se quedaba sola o con Ana no dejaba de llorar y estaba ausente. Cuando le dieron el alta a pesar de las insistencias de su madre y de todos, ella se aferró a regresar a su casa pero las cosas no mejoraron, al contrario había empeorado.
-Hola - saludó Ana a Sonia cuando le abrió la puerta.
-Hola hija, anda pasa - dándole paso.
-Hola Cris - la saludó al verla en el sofá del salón.
-Hola - dijo triste.
-¿Dónde está ella?- preguntó.
-Está en su habitación, hoy no ha salido para nada, ya no sabemos qué hacer hija – dijo la madre tapando su rostro llorando.
-Tranquila Sonia - la abrazó - no se ponga así, ya verá como se solucionan las cosas, Voy a verla.
Cuando entró a la habitación que estaba toda oscura pudo ver a Lucia acostada en la cama de espaldas a la puerta.
-Hola, mi niña.
-hola - le contestó sin ganas.
-¿Cómo estás? - le preguntó.
-Por qué coño me preguntas si ya te lo dijeron - le dijo seca.
-Vale, veo que te vas a poner borde, pero sabes que conmigo eso no funciona- se sentó en la cama-sé que la estas pasando mal cariño pero tienes que reponerte por ti y por….
-No lo digas.
- Vale, no lo digo pero eso no quiere decir que no exista.
-¿Por qué no me dejan en paz?
-Porque te queremos y nos preocupas, yo sé que lo amabas mucho pero el ya no está y tu sí.
-Ese es el problema- se giró a verla- ¿sabes que fue lo último que escuchó de mis labios? Que no lo amaba, que nunca lo amé-comenzó a llorar desconsoladamente.
-Pero él sabía que no era cierto.
-No, Ana él sabía que era verdad, porque lo era…y me siento tan cruel tan sucia…soy la peor persona, sólo le hago daño a la gente que me quiere, yo debí a ver muerto en ese accidente.
-No digas tonterías –la abrazó- no vuelvas a decir eso.
-No me dejes sola quédate conmigo por favor-pidió Lucia.
-Lo voy hacer pero con dos condiciones.
-¿Cuáles?
-Uno que le eches ganas para salir de esto y dos que busques ayuda psicológica.
-¿Pero si tu siempre has dicho que los psicólogos no sirven de nada?
-Bueno, es que yo lo he dicho porque mi locura no tiene cura Cariño -Le sonrió.
-Gracias por estar conmigo a pesar que no lo merezco.
-Claro que lo mereces, después de haber visto que coma espero que Lucia se duerma, cuando ya estaba segura que se encontraba en los brazos de Morfeo, se levantó de su lado con mucho cuidado de no despertarla y salió de la habitación, al llegar al salón vio a Daniela sentada tomando Café con Cristina y su madre.
-Hola – saludó de beso a Daniela.
-¿Cómo está? - preguntó Sonia.
-Se ha quedado dormida - se sentó.
-¿Quieres café? - le preguntó Cristina, ella afirmó.
-He quedado con ella en algunas cosas pero antes de hacer algo quiero hablarlo con ustedes.
-¿Qué cosas? – preguntó Cristina tendiéndole la taza de café.
-Gracias. Bueno pues hemos quedado en que tomará una terapia con un psicólogo.
-Eso es bueno - dijo Sonia con esperanza.
-Si, lo es, pero también quedamos en que la dejaran tranquila por un tiempo.
-¿Cómo que tranquila? Te refieres a dejarla sola - dijo Cristina.
-No Cris, es sólo que ella no quiere que se la pasen pendiente de ella todo el tiempo.
-Ya hija, pero no podemos dejarla sin saber si come o si duerme o con el miedo de que haga alguna locura.
-Lo sé Sonia, por eso hemos decidido que se vaya a mi casa por un tiempo - todas se quedaron en silencio.
-Yo sé que quieres ayudarla pero tú tienes tu vida y sabemos muy bien que tu vida es demasiado inestable como para poderte dedicar a cuidarla - dijo Cristina, Ana sonrió de lado, negando.
-Sé como es mi vida Cris y te aseguro que tengo prioridades aunque hay veces no parezca - le dijo.
-Pues eso sí que es una sorpresa porque hasta donde yo he podido ver tus prioridades se limitan a ver quien metes a la cama-le contestó seria.
-¡Cristina! ¡Por favor!, está fuera de lugar lo que estás diciendo, aquí se está intentando apoyar a tu hermana, si Ana mete más de una en su cama es cosa que no te debería importar ¿o te importa?-dijo su madre.
-No, no me importa - contestó molesta.
-Bien entonces –miró a Ana-yo confió en ti, sé que no la dejaras sola y sí eso es lo que ella quiere por mi está bien.
Tres días después Lucia ya estaba instalada en una de las habitaciones que Ana había preparado para ella, Ana se organizó para pasar el mayor tiempo posible con ella.
Ya había pasado un mes poco a poco Lucia fue mostrando mejorías sobre todo cuando estaba al lado de Ana ya que se habían vuelto inseparables como en los viejos tiempos. Ana estaba contenta porque la veía más animada, tanto que había aceptado salir con ella y las demás a divertirse.
-Estás muy guapa - le dijo al verla con un vestido corto color negro frente al espejo.
-Me veo gorda.
-Claro que no mi niña, te ves muy bien, aun no se te nota nada.
-¿De verdad me veo bien? ¿Te gusta?
-Que si tonta, te ves maravillosa, seguro que ligas.
-No voy para ligar, sólo voy para divertirme contigo y con las chicas.
-Eso está bien, quiero que te divierta.
Fueron a la disco “Infierno” al llegar las demás la esperaban en la zona V.I.P el lugar esta súper lleno tanto que los cuerpos se rozaban con mucha frecuencia.
Cristina llegó junto con Daniela cogidas de la mano cosa que sorprendió mucho a todas, pero más fue la sorpresa cuando antes de ir por las bebidas Daniela le dio un beso en la boca.
-¿Ya están juntas?- preguntó Laura.
-Si-contestó Cristina.
-Ya se habían tardado mucho - dijo Elena.
-Me da mucho gusto hacen muy buena pareja aunque me hubiera gustado que me lo contaras antes-dijo Lucia que se encontraba sentada al lado de Ana que no había levantado la vista de su bebida.
-Quería contártelo pero últimamente has estado muy en tu rollo y no ha habido oportunidad.
-Lo sé tranquila-le dijo con una sonrisa.
-Entonces brindemos por la nueva pareja - dijo Laura levantado su copa.
-Yo ya no tengo voy por una, ahora regreso - dijo Ana marchándose hacia la barra.
Pidió una Cerveza, mientras la esperaba, vio como una morena no la dejaba de mirar para luego acercase a ella.
-Hola Ana, no te acuerdas de mí - preguntó ya frente a ella.
-Lo siento es que soy muy olvidadiza - le contestó.
-Me imagino por eso no me llamaste ¿no?
-Tal vez se me perdió tu número -contesto sonriéndole.
-Ya, entonces por si quieres recordar voy a estar por aquí-se acercó a darle un beso y susurró - me encantaría hacerte recordar.
Observó cómo se iba hacia otro grupo de chicas, negó levemente mientras sonreía. Ya hacía varios meses en los que no había estado con nadie la razón de eso ella lo sabía muy bien pero el pretexto era la recuperación de Lucia. Regresó con las chicas aunque era lo que menos quería en ese momento
-Vamos a bailar - le dijo Lucia.
-¿Quieres bailar conmigo?- le preguntó extrañada.
-Si, ¿tú quieres?
-Vale, si vamos.
Por un buen rato estuvo bailando con Lucia haciendo el tonto para que esta riera pero cuando sus ojos vieron a dos mujeres que bailaban de una manera muy íntima dándose besos muy cariñosos se detuvo.
-Ya estoy cansada ¿nos sentamos?- le dijo a Lucia.
-¡Uy! ya no aguantas nada - le dijo Lucia riendo.
-Es que yo aguanto más en otras cosas, bonita.
Había intentado no volver a mirar hacia aquellas dos mujeres pero no podía evitarlo hasta que vio como una de ellas besaba el cuello de la otra con mucha pasión, se levantó con el pretexto de ir al baño y fue hacia la barra donde se terminó una cerveza, mientras que con la mirada buscaba a otra mujer.
Cristina cansada de bailar, se sentó junto a las demás mientras que Daniela fue por unas bebidas, cuando esta regresó dio la noticia que al parecer Ana había vuelto a las andadas ya que la vía visto con una morena muy guapa.
-Pues ya se había tardado, desde que regresamos de la playa no la he visto con nadie - dijo Susana.
- Yo ya pensaba que estaba enferma o algo - dijo Laura.
-Pues ya ven que no, igual y nunca lo ha dejado ya saben cómo es el dicho la que es puta es puta - dijo Cristina muy hiriente.
-No tienes ningún derecho de hablar así de ella, así que no te lo permito - dijo molesta Lucia.
-Por favor Lucí, no la defiendas, sé que es tu amiga además yo sólo digo lo que es más que evidente.
-Tú no sabes ni una mierda de ella y no sé que tengas en su contra pero sólo te voy a pedir un favor, limítate hablar así de ella en mi presencia-giró a mirar a Daniela-Me da una pena que tu le permitas hablar así cuando se supone que Ana es tu mejor amiga, aunque claro como ella te va a dar lo que Ana nunca quiso darte ¿O no lo sabes Cristina?
-¡Te estás pasando Lucia! - dijo Daniela molesta.
-Ya chicas por favor - intervino Laura.
-Váyanse a la mierda todas - terminó de decir Lucia marchándose.
Capítulo 12
La Verdad de Lucia
Cuando Ana regresó con las chicas recibió una mala cara por parte de Cristina, no sabía a qué se debía pero no le tomó mucha importancia ya que en todo ese tiempo sólo había recibido malos tratos de su parte, cuando preguntó por Lucia le dijeron que se había marchado no entendía él porque y se preocupó
-¿Cómo que se ha marchado? ¿y la dejaron irse sola? –Dijo molesta y confundida
-Es que no nos dio tiempo de evitarlo -comentó Laura.
-Pues podían haberlo hecho, saben que ella no está bien, igual se sintió mal ¡Joder! Debieron de estar más pendiente.
-Lo mismo te digo, en lugar de ir con alguna de tus noviecitas te podías haber quedado con ella, porque te recuerdo que vino contigo
- Si, llegó conmigo pero vino para estar con todas, además me parece muy injusto de tu parte ya que te recuerdo que tu eres su hermana, pero claro como tu andas en tu rollo
-Mira Ana…
-¡Ya estuvo bueno!-intervino de nuevo Laura-creo que ya habido suficientes discusiones en esta noche ¿no crees Cris?
-¿A que te refieres con eso?-preguntó Ana
-Que Lucia y Cris tuvieron un pequeño desacuerdo de opiniones, así que no te preocupes no es que se haya sentido mal es sólo que estaba molesta
.
-¡Genial! Hoy que decide salir a divertirse con nosotras-dijo mientras se colocaba la cazadora-las veo luego-dijo marchándose.
-No la soporto-dijo Cris.
-No entiendo porque, si no te ha hecho nada-dijo un poco seria Daniela.
-Tal vez por eso-dijo riendo Susana, causando que todas la miren-¿Qué? Sólo bromeo.
-Pues no me parece gracioso-le dijo seria Cristina poniéndose de pie-me voy ¿Te vas conmigo o te quedas?-preguntó a Daniela que sólo rio de lado negando-¿Qué?
-Nada Cris, vamos- se puso de pie-lo siento mucho chicas luego nos vemos.
Mientras iba camino a su casa Ana no dejaba de pensar en esa actitud de Cristina hacia ella, en esa manera tan fría que la trataba, estaba segura de que la detestaba, pero no entendía él por qué, si ella no había hecho nada para que fuera así, tan sólo había hecho todo por mantener distancia entre ellas por el bien de su amistada con Daniela pero sobre todo por la regla que regía su vida, el no perder la cabeza y entregar el corazón y con Cristina perdía la cabeza y sabía que si no lo evitaba le robaría el corazón y eso no podía pasar menos ahora que ya era la novia de su amiga, de su hermana.
Daniela había detenido enfrente del portal de Cristina, durante todo el camino no había hablado, estaba enojada no entendía la actitud de Cristina, no sabía el por qué estaba de esa manera, cuando se supone que debería estar contenta de que estaban juntas y que Lucia se lo había tomado bien, de eso estaba segura.
-¿Quieres subir?-le preguntó Cristina.
-No mejor te veo mañana que estés más tranquila-contestó seria sin mirarla.
-¿Te has molestado?
-Sinceramente, sí, estoy enojada-contestó de la misma manera.
-Pues no entiendo el por qué si sólo he dicho lo que pienso de ella.
¿qué tiene eso de malo?
-Nada sólo que no sé por qué te importa tanto.
-No es que me importe, es sólo que no soporto las personas como ella.
-Pues si no la soportas simplemente evítala, pero no tienes que hablar de ella de esa manera tan hiriente y despectiva, sobretodo delante de sus amigas ¿Qué esperabas? que todas te aplaudiéramos después de decir lo que dijiste ¿Qué clase de amigas crees que somos?
-No es para tanto.
-Si no es para tanto dime por qué discutiste con tu hermana y por qué ahora discutes conmigo.
-No discuto contigo eres tú la que está molesta.
-¿Y qué esperabas Cris? Que esté contenta al ver cómo te has peleado con tu hermana el cómo has mal hablado y discutido con mi mejor amiga.
-Pues siento mucho que te moleste lo que opino de Ana, como siento mucho el que Lucia la defienda tanto, pero no por eso no voy a decir lo que pienso de ella.
-Y sigues con lo mismo-dijo cansada- ¿sabes que es lo que más me enoja? Que esperaba que esta noche la pasemos bien como pareja con nuestras amigas, que deberías estar contenta por lo nuestro.
-y lo estoy…
-Si tanto que le tomas más importancia en lo que haga y deje de hacer Ana.
-Eso no es cierto-dijo molesta.
-Mira sabes que mejor vamos a dejarlo ¿sí? ¿Mañana paso por ti?
-No déjalo, voy sola ya luego te llamo -se despidió con un beso cortito, bajó del auto y desapareció tras la puerta.
-¡Genial! Apenas llevamos dos semanas y ya tuvimos nuestra primera pelea -se dijo Daniela a sí misma dándole un golpe al volante- para luego poner en marcha el motor.
Cuando Ana llegó a su casa vio colgadas las llaves de Lucia, junto ellas dejó las suyas, subió a las escaleras. Al llegar a la habitación de Lucia pudo ver que estaba abierto así que se adentró, pero apenas había dado unos cuantos pasos y se detuvo al ver varias cosas esparcidas y rotas en el piso como si hubieran sido aventadas, buscó con la mirada a Lucia y la encontró sentada en el borde de la cama con el semblante serio y lágrimas cayendo de su rostro.
-Lucia… ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así?-le dijo llegando hasta ella.
-Ana déjame sola-la empujó, se puso de pie dándole la espalda.
-No, hasta que me digas que te sucede.
-¿De verdad quieres saberlo?-se giró a verla.
-Sí.
-¡sucede que ya no aguanto callarme! ¿No te has dado cuenta que sigo enamorada de ti?
-¡No Lucia! no lo hagas de nuevo, no te confundas ni intentes confundirme, otra vez no -se puso de pie.
-Hace mucho que dejé de estar confundida.
-¿Cuántas veces dijiste eso hace dos años?-la miró molesta –mejor déjalo ¿sí? No arruines las cosas.
-Querías saber qué me pasa ¿no? pues ahora me escuchas- la cogió del brazo y la volvió a sentar-Es hora de aclarar lo que hace mucho debió aclararse, ha llegado el momento de que escuches lo que debí decirte antes.
-Lucia…no
-No me interrumpas-la cortó-al principio si estuve muy confundida, eras mi mejor amiga y cuando me dijiste que estabas sintiendo algo por mi me confundí y me deje llevar, no sabía que me unía a ti, pero me hacías sentir tan especial, tan amada, querida, deseada, tus detalles y tu romanticismo me encantaban, sabía que muchas envidiarían el amor que me dabas, pero por alguna razón que ahora no puedo justificar sentía que faltaba algo más, tal vez atracción, no es que no me gustaras, mírate eres hermosa, pero…-tomó aire-en el sentido pasional, en lo sexual faltaba algo.
-Vaya, y muchas piensan que soy una maquina sexual-dijo de una manera irónica.
-Te aseguro que no he sentido con nadie lo que sentí contigo, en realidad el problema era yo, en ese momento estaba hecha un lio , sentía o quería creer que me atraía más el sexo masculino, porque no me veía caminando de la mano contigo o presentándote como mi novia en alguna cena, sé que suena absurdo viniendo de mi que soy muy liberal, pero tenía miedo, miedo a lo que pensara mi madre, mi hermana, fui muy cobarde y aunque eso no lo justifique esa fue la razón por la que cometí el error más grande de mi vida, que fue acostarme con Javier, cuando conocí a tu primo me pareció un estúpido, aun me lo sigue pareciendo, pero él estaba decidido a conquistarme, jugó bien sus armas de galán conquistador. Ese día había bebido de más por que un día antes me habías dicho que me amabas y estaba aterrorizada porque yo no lo tenía claro-quedó callada unos segundos- después, me arrepentí tanto, tenía tanto miedo que te enteraras, sé que suena tonto pero me di cuenta que no quería perderte, que no estaba confundida, que en verdad te amaba, pero no sé cómo, pero te enteraste…
-Él mismo me lo dijo.
-Me lo imaginaba, él sabia que quería que te enteras por mí, ser yo quien te lo contara.
-Pero no lo hiciste, callaste, es más si mal no recuerdo al siguiente día fuiste capaz de hacer el amor conmigo y decirme que me ambas-dijo dolida al recordar aquellos momentos.
-Lo dije por que de verdad lo sentía aquí-puso la mano en su corazón- por eso cuando te enteraste hice todo para que me perdonaras, estaba dispuesta a luchar por ti, por recuperarte y demostrarte cuanto te amaba.
-¿Y por qué no lo hiciste? ¿Por qué te diste por vencida tan fácil? Sabias que aunque estaba molesta y me hacía la indiferente yo te hubiera perdonado, ¡joder! Si te amaba tanto.
-Porque todo se fue por tierra cuando supe que había quedado embarazada.
-Em… ¿embarazada?
-Si, había quedado embarazada de tu primo.
-¿Por qué no me lo dijiste?-preguntó con la mirada perdida.
-¿Para qué? para hacerte más daño ¿Qué hubieras hecho? ¿Quedarte conmigo? Para tenerlo juntas como una familia, ¡por favor! No hubiera funcionado, menos sabiendo que era producto de mi engaño, ¿Cuánto tiempo hubieras aguantado? Tres meses, cinco, un año, esto nos hubiera explotado en la cara.
-¿Como podrías saberlo? Que poco me conoces si crees que no hubiera sido capaz de estar contigo -se puso de pie y comenzó a dar vueltas.
-Por eso mismo Ana, yo sé que lo hubieras hecho pero ¡joder te engañé! ¡Quede embarazada! ¿En verdad crees que lo hubieras olvidado? Te hubieras seguido haciendo daño cuando ese bebé día a día te recuerde mi dudas, mi infidelidad, si lo piensas verás que eso fue lo mejor.
-Claro lo mejor para ti, fue callar mentir ¿Piensas que no me hizo daño el pensar que nunca sentiste nada por mi? ¿Qué tal vez sólo fui un experimento? ¿Sabes cuantas veces lloré pensado en que las veces que me dijiste que me amabas eran mentira? Infinidad de veces, y ahora resulta que fue por no hacerme daño, porque eso era lo mejor ¡joder! Te amaba ¡Es absurdo!
-Si tal vez, pero en ese momento no lo veía de esa manera.
-¿y…y tu hijo?-preguntó deteniéndose a mirarla.
-Lo perdí-dijo con un gran nudo en la garganta-había decidido irme a NY para quedarme ahí, ya que no quería que Javier se enterara, claro tampoco tu, pero antes tenía que terminar los cuadros para la exposición, no podía dejarlo sabes que era una gran oportunidad para mi, así que me puse a trabajar como una loca, tal vez esa era la manera que busqué para huir, para no pensar en ti , el día de la exposición me aferré a ser yo quien decidiera la colocación de los cuadros, el chico que estaba conmigo no entendía lo que quería, así que me trepé a la escalera, creo que por la altura o el embarazo, me maree-tomó aire para seguir hablando-pensé que no había sido nada grave, pero en la noche comencé asentirme mal, cuando fui al servicio noté que estaba sangrando así que busqué a Laura.
-Ahora entiendo porque cuando intenté buscarte después de la cena no te encontré-dijo recordando ese día.
- Cuando le dije a Laura ella me llevó al hospital, ahí me enteré que lo había perdido.
-Lo siento-quedaron en silencio unos segundos-Por eso luego te fuiste de viaje ocho meses…
-En realidad me fui al pueblo, en la casita que tiene mi madre ahí, quería estar sola, pintar, olvidar de alguna manera me sentí culpable.
-¿Por qué en tu regreso no me lo contaste?
-Porque en esos ocho meses tú ya habías cambiado mucho y no me diste oportunidad, no querías ni verme ¿recuerdas? Intentaba contarte todo, decirte que te amaba y en realidad nunca he dejado de amarte.
-¿Y por que estabas con Marcos?
-Cuando lo conocí me había dado por vencida de querer acercarme a ti, sabia de tu vida, de las mujeres que pasaban por tu cama y pensé que lo mejor que podía hacer era olvidarte, Marcos era un buen chico, detallista, cariñoso, romántico, de alguna manera sentía que se parecía a ti en ese sentido, lo quise mucho pero no lo amaba porque yo ya amaba alguien desde mucho antes, lo comprobé cuando fuimos a la casa de la playa y los recuerdo de ese lugar en los que por primera vez hicimos el amor se hicieron presente y cuando hablamos en el balcón de alguna manera sentí que podía intentar recuperarte, por esa razón tomé una decisión.
-Por eso lo dejaste el día del accidente.
-En realidad lo dejé una semana después que regresamos de la playa, pero él seguía insistiendo quería una explicación, que le diera alguna razón, el día del accidente él no debió ir por mí, pero lo hizo, discutimos, ya estaba cansada de su insistencia así que le dije que no lo amaba, que estaba enamorada de ti, él se puso como un loco y comenzó a pisar el acelerador, yo me asusté y quería que se detuviera, de alguna manera él se distrajo y perdió el control, lo demás ya lo sabes.
Quedaron en silencio Lucia miraba a Ana que tenia la mirada perdida, intentando procesarlo todo.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
La Teta Feliz Historias y Relatos ® Mayra Derechos Reservados
©
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser
reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o transmitida por un
sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico,
por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del
autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario